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Número 339-340

Serie XXXIV

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Alexandr Solzhenitsyn: El «problema ruso» al final del siglo XX

INFORMA,CION BIBlilOÓR-AFICA
Alexandr Solzhenitsyn: EL "PROBLEMA RUSO" AL FINAL
DEL SIGLO
XX (*)
Introducción.
· · Este breve ensayo es un prolongado análisis y lamento sobre
Rusia desde
sus orígenes como pueblo hasta su catástrofe actual.
Supone un análisis
histórico y de actualidad sobre una Rusia hoy
sin. pulso y atónita de sí misma. Significa penetrar en la propia
historia para descubrir qué
es Rusia, y así resolver los enormes
problemas que los rusos
sufren en la actualídad. Conlleva una
toma de perspectiva
-un desde dónde--y el planteamiento de la
proyección -un hacia dónde--de Rusia a pesar de su desola­
dora crisis actual, descrita por el autor. Pero
es.te ensayo también
es un mandato. Plantea lo que pocos
gobernantes plantearon de
hecho en Rusia:
la reconstrucción interior,. crecer desde dentro,
cóncenttarse en
el propio seno para reunir las fuerzas regene-
rádoras. -
Como descripción histórica este trabajo es objetivo. En cuan­
to interpretación, tiene un talante subjetivo, expresado con tét­
minos que otorgan a la obra un carácter vitalista y hasta vivencia!.
Este libro
es una prolongación de otro breve ensayo del mis­
mo autor titulado Cómo reorganizar Rusia (1991) (1), que es una
descripción, análisis y reflexión de numerosos aspectos · que pue­
den configurar a Rusia ya en un futuro inmediato y a largo plazo.
Los contenidos de
Cómo reorganizar Rusia parten de la pregun­
ta, «¿Qué
es Rusia?», pata desembocar en realidades concretas
como la provincia,
la tierra, la autoliroitación, la forma de Estado,
los sistemas electorales, los partidos y el sistema de gobierno
mixto, etc ... hasta un totál de· 28 pequeños capítulos, densos,
clarividentes. También supone una continuación de lo trazado en
otros ensayos como
Contricción y renuncia (1973).
Pero volvamos
al propósito de El ·«próblema ruso», que es
más desvelar la actualídad que explicar la historia. En este libro
se dan cita una
línea dramática, implícita en la paulatina sucesión
del tiempo y expresada en los hechos humanos, con una continui­
dad rusa mantenida a pesar de
la Revolución bolchevique de 1917.
(*) Barcelona, Ed. Tusquets, 1995, 117 págs.
(1) SoLZHENITSYN, Alexandr: C6mo reorganizar Rusia. Reflexio,ies en
la medida de mis fuerzas, Barcelona, Ed. Tusquets, 1991, 131 págs. Cfr. la
recensión de
LUIS MARÍA SANDOVAL en Verbo, núm. 295-296 (1991), págs. 639-648. ' ..
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INFORMA.CION BIBLIOGRAFICA
Solzhenitsyn narra e interpreta la historia de Rusia desde el si­
glo XVII hasta nuestros días, y desvela la actual agonía del pueblo
ruso y sus posibles soluciones generales. Todo ello
se hace en un
sólo y único capítulo, escrito con una narrativa sencilla, di.recta,
y expresiva. En este sentido, este libro se trata de una reflexión
rusa sobre
El «problema ruso».
Para El «problema ruso» la histotia es maestra de la vida.
Así, Solzhenitsyn no pretende proponer remedios «prácticos,
pró­
ximos ni concretos», sino establecer una interpretación -de la his­
toria de Rusia hasta la actualidad, para mostrar el camino a
seguir en la configuración del presente y futuro de Rusia, sujeta
hoy a una humillación y debilidad supremas (pág.
130); De esta
manera, afirma: «si queremos
dar. con salidas factibles que acier­
ten a sacarnos de nuestra terrible desgracia actual, no debemos
olvidar los muchos reveses de nuestra historia anterior que nos
hicieron llegar a la de .ahora». Esta historia anterior no sólo
es la
resultante de la revofoción de 1917 sino también la de los siglos
precedentes, pues «en 1917, empezamos de nuevo a pagar, una
vez más, todos los errores de nuestra historia anterior» (pág. 105).
Aunque este libro
se desarrolla en un sólo y enenso capítulo,
puede dividirse en dos partes: la anterior
a 1917. (pág. 105) y la
posterior a la revolución bolchevique (págs 105,148). Las pági­
ginas 149 a 177 corresponden a las eruditas notas del traductor
Enrique Fernández Vernet, relativas a .los nombres propios y
acontecimientos históricos aparecidos en el ensayo.'
Este nuevo ensayo divulgativo
es importante por varias. ra-
zones:
Primero.-Por interpretar la historia de Rusia, anterior y pos­
terior a . 191 7 hasta la actualidad. La . tesis general · del ensayo es
que desde el siglo XVII los rusos han pagado muy .caro. en hom­
bres, subdesarrollo y miseria acumulada.
,. a beneficio de Occi­
dente, para recibir nada a can;¡bio, salvo penalidades. Según el
autor,
la occidentalización y el ·afán expansivo ,le. buéna parte de
los zares hicieron que nadie sirviese
realmente al pueblo ruso. En
efecto,
se sabe «a. qué precio y pare: qué fines ajenos nos hemos
estado desviviendo estos iiltimos trescientos, años» (pág .. 120).
Tras 1917 el
expolio reviste. un estado agónico, ya, que han se­
guido pagando pero ahora hasta alcanzar. su propia· destrucción
física y moral. Desde un punto
de· vista interpretativo y viven­
cia!, según
el autor, el pueblo ruso ha sido desde hace siglos :una
víctima, y desde 1917 la situación de este mismo pueblo .. ha lle­
gado hasta extremos inimaginables, hasta subir los .peldañc¡~: del
holocausto.
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INFOR'MACIO'N 'B1BUOG-R'A.FICA
Segundo.-Por descubrir el.alma rusa, y plantear qué es Rusia
(como se
biza en Cómo reorganizar Rusia, págs. 16-19), a partir
de
la huella de los rusos en la historia.
Tercero.-Por el renacimiento eslavófilo que supone el espi­
ritualismo (religión ortodoxa, vitalismo
... ), populismo (espíritu
e instituciones populares), antioccidentalismo, etc., matenido por
el autor.
El libro está impregnado de las tesis de una tendencia inte­
lectual eslavófila.
El sustrato teológico y filosófico relativo al
hombre y las comunidades humanas en Solzhenitsyn
es una con­
tinuación actualizadora de los eslavófilos
de los siglos XIX y XX,
tales como Jomiakov, Iván Kirievski, Axákov, Samarin, etc. (2).
El autor concibe al ruso desde el espiritualismo, el populismo,
el pensamiento vitalista y el
rechazo de la occidentalización. Iden­
tificaremos brevemente estos caracteres que impregnan el libro.
1
º) Espiritualismo. El alma del pueblo ruso se fundamenta
en la
primaqa del espíritu y la fe religiosa custodiada por la Igle­
sia cristiana ortodoxa. Todas las realidades se analizan desde un
punto
de vista espiritual, utilizando al efecto un vocabulario muy
significativo.
Fe cristiana y espíritu conforman la principal base
del espíritu nacional ruso.
Por eso, hoy «no debemos tender a
un gran Estado, sino á la pureza de nuestro espíritu en el territo­
rio que nos quede» (pág. 121).
2.º) Patria. rusa.
El hombre y las comunidades son funda­
mentalmente espirituales. Así, «cuando hablamos de "nacionali­
dad",
no nos referimos a la sangre, sino que estamos hablando
siempre de esp!ritu
y de conciencia, de las preferencias por las
que se orienta el individuo. La mezcla de sangres no determina
nada. Hace ya
un siglo que existen un espíritu ruso y una cultura
rusa. Ruso es todo aquel leal a esa herencia en espíritu, concien­
cia y corazón» (pág. 139).
En la configuración .de la Patria la di­
mensión
hisoorica también tiene un papel primordial como lugar
específico de herencia y transmisión,
toda vez que el hombre se
desarrolla en
la historia pero no principalmente para la Historia.
3.º) Populismo ruso.
Goza d.e varios perfiles. En primer
lugar
-para el autor-hablar de Rusia es hablar del pueblo
ruso,
de la patria rusa, que es fundamentalmente campesina. El
problema del campesinado es nuclear. Este populismo remonta
al autor a las tesis de Shuválov (1754) en su «Proyecto de
Sal­
vación del Pueblo» (pág. 25). En segundo lugar, en la Rusia
(2) ÜIIZHEVSKI, Dimitri: Historia del espiritu ruso. Rusia entre Orien~
te y Occidente, Madrid, Alianza Editorial, 1967, 214 págs., págs. 106-123.
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INFORMA.CION BIBLIOGRA.FICA.
tradicional se respetaban las tradiciones locales, incluidas las pro­
pias de los lugares conquistados y colonizados (pág. 62). Tercero:
las instituciones propias de carácter popular adquieren la debida
importancia,
por ejemplo las relativas al gobierno local como el
zemstvo ---<¡ue entró eu crisis--y el mir -en auge gracias a
Stolypin-. En este sentido, el autor recuerda la originalidad de
la primera y antigua Rusia, donde se originó una «forma de esta­
talidad tusa (que) surgió sin influencias de Occidente y sin
co­
piar ningún modelo extranjero», unida a unas eficaces institucio­
nes de gobierno local (pág. 13).
Por último, Rusia era un «país
enormemente democrático en cuanto al surgimiento de las figuras
individuales (
... ) ( de manera que) en el siglo xx ya no quedaban
barreras entre los estamentos» (pág. 100).
En relación con el campesino ruso, la fuerza de éste radicaba
eu el «poder de la rierra» (pág. 74), rierra que le cobijaba y
pro­
tegía de las inclemencias de la vida. Así, «gracias al poder de la
tierra el campesino conservó
la obediencia, desarrolló una estricta
disciplina familiar
y póblica y se mantuvo apartado del hedor
de las falsas doctrinas» (pág. 74).
El problema siempre pendiente
fue la reforma agraria (pág.
71). Al fin, ésta se hizo con Alejan­
dro
II, pero de tal manera que la liberación de la servidumbre
fue
de hecho perjudicial para el campesino: «nuestro campesino
patriarcal no resistió este cambio brusco que se añadía a todas
las injusticias de
la reforma (agraria)». Tal como se realizó, esta
reforma produjo «opresión espiritual, desorientación
y entrega
a
la bebida» por parte de la población agraria (pág. 75).
4.º Antioccidentalismo. Debido a este vitalismo específica­
mente ruso, Sholzenitsyn interpreta el bien
de Rusia, en un sen­
tido diferente al
occidl'lltal. Así, se opone al occidentalismo de
los zares, en especial de Pedro
I: «Pedro. no fue un reformista
sino
un revolucionario» (pág. 19). Los zares habían querido oc­
cidentalizar la antigua Rusia con olvido del espíritu ruso, del
alma rusa,
y de la conciencia del pueblo. La modernización pre­
cipitada
y a costa de los propios valores; el «desarrollo industrial
acelerado y el poderío militar al precio
de pisotear ( ... ) el espí­
ritu histórico, la
fe, el alma y las costumbres del pueblo» (pág. 17);
no tener en cuenta el clima psicológico
---<¡ue no existía en
Rusia-en el que en occidehte se produjeron los adelantos téc­
nicos; la presencia extranjera; la aparición de una clase dirigente
«con una mentalidad ajena
al pueblo y en ocasiones extraña a él»
(pág 18); el volcarse Rusia
.. hacia afuera en vez de hacia sí mis­
ma; el continuo expandirse territorialmente, sin
provecho alguno
propio, a costa de esfuerzos
colosales y únicamente a favor de
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lNFORM.ACION BIBLIOGRA-FICA..
Occidente;. d que dos tercios de la industria se encontrasen en
manos de extranjeros durante
el siglo XX ... , todo ello, entre otros
aspectos,
refuerz¡u, los lazos del autor con su Patria, y estimulan
una abierta denuncia a la falta de dedicación de los gobernantes
rosos para solucionar los problemas del pueblo (pág. 46). Esta
denuncia. acompaña. a una crítica contra el mesianismo mantenido
por las altas esferas estatales e intelectuales rusas y a su fe en la
especificidad de Rusia (pág. 82).
La Rusia tradicional anterior a 1917.
El análisis . de la Rusia tradicional, efectuado desde las tesis
eslavófilas, se
vertebra en torno a la idea siguiente: Rusia ha
servido rnás a Europa que. a sus propios intereses, y ha realizado
unos sacrificios enormes que
nunca le han favorecido. Así, «con
un
pueblo cuyo agotamiento crecía ya por tercer siglo consecu­
tivo, con nuéstto·desbarate·iilterno en lo económico y· social, con
la 'd"l'auperización del cenrn:i', con una burocracia ( ... ) las in,
terminables guértas en· defensa de los cristianos de los Balcanes
fueron un: crimen contra el pueblo
.de Rusia» {pág. 83). El error
radical de Rusia
fue el de tinos gobernantes ex¡,ansionistas que
malbarataron
·las energías· del pueblo. Este error es correlativo
a· otro de
Occidente, que se aprovechó y obtuvo todo de Rusia
y de
los. rusos para sus propios fines, sin darles, en contrapartida,
nada a cambio.
·La .denuncia al mal gobierno zatista por desparramar las
energías y la
savia rusa hacia el exterior, es la misma que la de
Dostoievski: «Ya
va casi para cien años que Rusia vive decidida­
mente no para
sí rnismá, sino única y exclusivamente para Europa»
(pág.· 81 ), de rnodo que «durante el siglo XIX no dejamos de pagar
y pagar
facturas ajenas» (pág. 62). Pero otros rnales hacían bajar
irremecliablamente la cabeza a
los rusos: «Nos faltaba cultura.
Desde la inmensidad de Rusia clamaba el gemido de los proble­
mas internos irresueltos, descarriados o
postergados» (pág. 65).
Sin embargo, no todo era negativo. Así,
el autor reconoce que
Nicolás I «se consideraba ante todo
un monarca ruso y puso los
intereses
de· Rusia por encima de los intereses comunes de las
monarquías
europeas» (págs. 55 y 57), y que Alejandro III com­
prendió «lo. nocivo que era • para. Rusia perseguir intereses ajenos
y nuevas conquistas»
(pág. 85). Tarnbién Alejandro II se esforzó
por
el. bien de los rusos, aunque el resultado· de sus esfuerzos
por · liberar a los
siervos de la gleba fue escaso y, en un largo,
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
plazo, negativo. Así, desde la afirmación tradicional del ser y de
los valores de Rusia,
debía de rechazrase todo aquello que sos­
layase o perjudicase la vivencia y especifidad rusa.
Durante siglos, continúa
.el autor, hubo «oportunidades que
uo
supi.mos aprovechar para nuestro desarrollo interno y el des­
pilfarro de las fuerzas del pueblo en objetivos externos; Sin ero,.
bargo, y a pesar de todo ello, uno se asombra de la riqueza de
energías
del pueblo» ... (pág, 96). Esta riqueza de energía del
pueblo
h4o que «al medio siglo de haber. sido abolido el der.echo
de servidumbre, Rusia entraba en una etapa de intenso desarrollo
industrial. (el quinto lugar del mundo en producción industrial)»
(pág. 99).
Las Revoluciones de 191 7, que siguieron a un período de
prosperidad entre 1906 y 1913, sobrevinieron en una Rusia en
crisis:
. Como causas. de la Revolución el autor señala las siguien­
tes: la pérdida. y debilitamiento
de la conciencia y de los pilares
de la religión ortodoxa; la pérdida de la conciencia nacional y
del Derecho; la · situación desprevenida y confusa de la Iglesia
ortodoxa; la

degradación intelectual
y ética de la nación; la des­
confianza del .púeblo hacia sus gobernantes (pás. 103 y sigs.).
Según
Tijomírov, Nicolas II «simplemente procedió desde el pri'
mer día, sin tener· ·siquiera sospecha de ello, a socavar por coro~
pleto los cimientos de todos los asuntos que · había emprendido
su padre»
(pág. 88). Por mi parte, creo que en esta enumeración
no se
ha.ce el debido hincapié en el principal. elemento de la crisis,
esto es, la catástrofe bélica de
Rusia durante. la guerra mundial;
y su prolongado desgaste hasta extremos insospechados en una
guerra moderna
y prolongada para la que Rusia no estaba pre'
parada; pues al iniciarse ésta se creyó que iba a ser muy brev,;.
Al pueblo rto se le podía exigir, hasta el total agoramiento, más
de fo que podía dar. ·
Desde 1917 hasta la actualidad.
Esta segunda parte ~así. nada tiene que ver con la primera.
Sólo tiene en común la
impol!tica de los gobernantes y el sujeto
paciente, que es el pueblo ruso. Todo. hasta los .sufrimientos
del
pueblo ruso comunes a toda su historia, es inmensamente superior
tras 1917. El lector fácilmente puede observar este corte de la
historia de Rusia.
. Aunque la. situación de Rusia se describe con crudeza p~ta
aquel que aprecia la vida de un pueblo, el autor es realisra. En
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,lNFORMA.CION BIBLIOGRA.FICA.
pocas páginas analiza la dramática situación del pueblo ruso, que
hoy ha llegado hasta situaciones límite. Tras
1917 los rusos han
vuelto a pagar, y

a un altísimo precio, mucho
más que los errores
.acumulados siglos atrás. Mientras tanto, en este momento críti­
co, Occidente abandonó Rusia al golpe de Estado bolchevique
.(págs. 105-109).
Los bolcheviques odiaban a la Iglesia y la hostigaron hasta
la eliminación física; Se «interrumpió el flujo orgánico en la vida
.del pueblo». Se experimentó la gran catástrofe demográfica hasta
el «exterminio físico del pueblo» en masa, acompañado de «una
propaganda idiotizante que embrutecía
el espíritu», hasta reducir
hasta límites insospechados «el nivel moral e intelectual del pue­
blo» (pág. 112). No en vano, «quebrantar al pueblo ruso y agotar
sus fuerzas era uno de los propósitos ocultos de Lenin» (pág. 114),
y una realidad sangrante con sus sucesores. Toda resistencia hu­
biera sido «reprimida a sangre y fuego» (pág. 115). Ante esto,
el Ejército Ruso de Liberación fue «la voz del pueblo ruso» frente
.a Stalin (1944-1945). Tal como se desarrollaron las cosas en la
URSS, «uno diría que había llegado el fin del pueblo ruso y
de
los otros pueblos que comparrían con él la historia soviética»
,.(pág. 117). La Perestroika y la Glasnost posteriores de Gorbachov
,son calificadas por el autor como algo hipócrita e irresponsable,
mendaz
y caótico (pág. 118).
Entre
los actuales problemas de Rusia se señalan los siguien­
tes: los nacionalismos desintegradores (Ucrania, Kazajstán, etc.);
«la mayor
diáspora del mundo» que supone el hecho de que
Rusia tenga hoy 25 millones de ciudadanos viviendo «en
el ex­
tranjero» (pág. 127), perdidos de la noche a· la mañana; el que
·«sólo a título de befa sarcástica podemos llamar democracia
-es
,decir: poder del pueblo-el sistema que tenemos desde 1991 »
(pág. 132), instaurado «de arriba abajo» (pág. 133); el retomo
al sistema económico de mercado que sólo ha formado monopo­
lios, la especulación,
y «el manotazo del dólar»; la progresiva
disminución de los nacimientos -«nos estamós extillguiendo»--;
la creación de «una sociedad cruel, brutal y delictiva, mucho peor
·que los modelos que pretendemos
copi1tr de Occidente» (pág. 137).
Las conclusiones..
La conclusión es un diagn6stico. La crisis de Rusia «es mucho
más profunda que una crisis económica: es una crisis de la can­
dencia y de la moral, tan profunda que no'. sabemos cuántas dé­
-cadas -o siglo.._ necesitaremos para superarla» · (pág, 13 7).
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INFORMA.CION BIBLIOGR.A.FICA
También es una interpretaciqn, «si hemos .pasado cuatro si·
glas malgastando las energías del pneblo en tateas externas e
inútiles y
si en 1917 fuimos· capaces de morder tan ciegamente
el anzuelo (
... ) ¿Es nuestra miserable situación actual el resul­
tado de nuestra historia?» (pág. 141).
La conclusión es. una alarma, «Hemos llegado hasta la Gran
Catástrofe Rusa de
los. años noventa del siglo xx» (pág. 141): la
niujer rusa es estéril; Rusia se .divide y <=uartea; la conciencia ná­
cional rusa es amorfa; «para dirigir el Estado son demasiado
pocas las personas que sean a la vez sabias, valientes y desintere­
sadas, porque estas tres cualidades no pueden volver a coincidir
en un nuevo Stolypin»; el carácter populat ruso está
«oprimido,
ensombrecido y quebrado» (pág. 143); y ... el pueblo está dege­
nerado. Ante la actual degeneración de Rusia, la gran pregunta
extrema y
pletórica de. vitalismo,· es la siguiente: «¿Debe existir
nuestro pueblo o deiar de existir?». . ·
La conclusión es, por último, una misión: «necesitamos ( ... )
salvar también nuestro carácter, nuestras tradiciones
¡,opulares,
nuestra cultura nacional, nuestro camino histórico» (pág. 146).
Rusia, en la encrucijada decisiva, ha perdido su historia aunque
ahora
puede recomenzarla · mediante la reconstrucción de «una
Rusia
moral y (de) ninguna otra porque de no ser así ya nada
importará» (pág.
147), · · ·
}OSÉ FERMÍN GARRALDA AruzcUN.
DEMOCRACIA Y CORRUPCION
(EN TORNO A LA LLAMAD, <;:llISIS .DEL ESTADO MODERNO)
Jean Monta/,do: RENDEZ VARGENT! (*); Ramón T,,;,.ames:
LA ECONOMIA ESPAÑOLA 1975-1995 (~*) .y l)an(lo Cas­
tella',,o
et alt.: LA DECADENZA DELLA REPUBBLICA.
E L'ASSENZA DEL POLITICO
(***).
' . . .
Casi
.al mismo tiempo, durante un viaje a Bolza.no en octubre
pasado para participar en un congreso sobre Estado y bien
comµn,
he leído tres obras que tienen relación con la. denominada. ¡:risis
de] Estado, pues si en. España t<:idavía .no os un lugar común re-
(*) Albin Michel; París, 1995 (14,5 ·X· 22,5 ctn.),' 323 ¡,á¡Ís.
(**) Temas de Hoy, Madrid, 1955 (14 X 22 cm.), 613 págs .......... .
(***) Edición e Int_~ducción ~e DANIL_o CASTEL~ 1995 (17 X 24-cn\,j, VIII"+ ,1:98•-págs .. · .1
H2!
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