Índice de contenidos
Número 355-356
Serie XXXVI
- Textos Pontificios
- In memoriam
-
Estudios
-
La decadencia de la ciudad occidental
-
Elementos para el estudio de los lobbies
-
Región, nación y federación. Un apunte desde la experiencia española
-
Camboya, ¿el mayor genocidio?
-
La propagación escrita de la Fe
-
Responsabilidad del hombre ante el problema de la Fe
-
La mano de Dios. Autobiografía y conversión del llamado rey del aborto
-
- Crónicas
- Información bibliográfica

Autores
1997
Victorino Rodríguez, O.P.
IN MEMORIAM
VICTORINO RODRÍGUEZ O.P.
El día de Viernes Santo entregó su alma a Dios el Rvdo. P. Vic
torino Rodríguez(*). Su pérdida humanamente es inmensa y, para
nosotros, sus amigos de Speiro, parece irreparable; sin embargo
sentimos viva esperanza en que, desde
el cielo, seguirá ayudándo
nos tanto, por lo menos,
como venía haciéndolo aquí, que ha sido
mucho. ¡Muchísimo! y tanto como sacerdote ferviente y como
sabio y prudente. Speiro le ha publicado -siendo financiados en
gran parre por él-sus libros Temas-clave de humanismo cristiano
(1984), Estudios de antropología teológica (1991) y El conocimiento
analógico de Dios 0995). Ahora nos había entregado el texto me
canografiado de El hombre desvalido capaz de la gracia, versión re
sumida y adicionada del Tratado de la gracia del P. Santiago Ra
mírez.
Llenan muchas páginas de Verbo sus artículos, reseñas de li
bros, y sus homilías ofrendando al Santísimo Sacramento los tra
bajos de nuestras reuniones. Su relación, como apéndice, se pu
blica en este mismo ejemplar de Verbo. Pero el número y la cantidad
no destacan tanto como su calidad, su doctrina segura, expuesta
concisa y claramente
como sólo sabe hacerlo un verdadero maes
tro. Su
tomismo era el más puro; lo desarrollaba como profundo,
riguroso y fiel seguidor del método del Doctor Común, atendien-
(*) Además de esta breve evocación de nuestro director, seguida del estado
de contribuciones del P. Victorino Rodríguez O.P. a
Verbo, y de una nota de
Miguel Ayuso, damos a la estampa sendos artículos de su docto hermano de
orden salmanticense Armando Bandera y de nuestro querido colaborador el
profesor Eudaldo Forment, catedrático de Metafísica en la Universidad Central
de Barcelona
(N .de la R).
Verbo, núm. 355-356 (1997), 413-414
413
Fundaci\363n Speiro
IN MEMORIAM
do a las circunstancias actuales y los nuevos conocimientos cultu
rales, como, sin duda, lo hubiera desarrollado hoy el mismo Aqui
natense. Lo hacía,
sin perderse en razonamientos ajenos a la reali
dad viva
de~ cosas, que siempre enjuiciaba a la luz de los primeros
principios ético-naturales.
¡Con que unción ofrecía ante el Santísimo, en los actos
litúr
gicos finales de toda nuestras reuniones anuales, los trabajos efec
tuados,
en una precisa síntesis de los mismos que apenas acaba
ban de concluirse! ¡Qué tranquilidad nos producían siempre sus
consejos en las cuestiones
que, confiadamente, le consultábamos
en cada caso
en que algún trabajo nos ofrecía dudas o preocupa
ciones!
Me parece estar viéndoles, al Padre Teófilo Urdanoz y a él,
en
el antiguo parador del Monasterio de Santa María de El Paular,
cuando celebramos nuestra III Reunión de amigos de la Cuidad
Católica. Desde entonces, nunca faltaron a las sucesivamente ce
lebradas: el P. Urdanoz hasta
su muerte, y el P. Victorino, excep
to en una en que se hallaba enfermo, nos acompañó hasta la últi
ma celebrada hace unos meses. Los dos siempre nos infundieron
ánimos; y, especialmente, a
mí siempre me alentaron, e incluso
el P. Victorino
me impulsó en varias ocasiones para que desarro
llara y expusiera
en público mi perspectiva radicalmente tomista
del derecho. ¡Nunca olvidaré las charlas que he tenido con él y
juntamente con el P. Abelardo Lobato y, en algunas de las últi
mas ocasiones, con el Prof. Eudaldo Forment!
¡Desde el cielo nos ayudará
-lo siento con plena seguridad
en todos nuestros esfuerzos!
JUAN BERCHMANS V ALLET DE GoYTISW.
414
Fundaci\363n Speiro
VICTORINO RODRÍGUEZ O.P.
El día de Viernes Santo entregó su alma a Dios el Rvdo. P. Vic
torino Rodríguez(*). Su pérdida humanamente es inmensa y, para
nosotros, sus amigos de Speiro, parece irreparable; sin embargo
sentimos viva esperanza en que, desde
el cielo, seguirá ayudándo
nos tanto, por lo menos,
como venía haciéndolo aquí, que ha sido
mucho. ¡Muchísimo! y tanto como sacerdote ferviente y como
sabio y prudente. Speiro le ha publicado -siendo financiados en
gran parre por él-sus libros Temas-clave de humanismo cristiano
(1984), Estudios de antropología teológica (1991) y El conocimiento
analógico de Dios 0995). Ahora nos había entregado el texto me
canografiado de El hombre desvalido capaz de la gracia, versión re
sumida y adicionada del Tratado de la gracia del P. Santiago Ra
mírez.
Llenan muchas páginas de Verbo sus artículos, reseñas de li
bros, y sus homilías ofrendando al Santísimo Sacramento los tra
bajos de nuestras reuniones. Su relación, como apéndice, se pu
blica en este mismo ejemplar de Verbo. Pero el número y la cantidad
no destacan tanto como su calidad, su doctrina segura, expuesta
concisa y claramente
como sólo sabe hacerlo un verdadero maes
tro. Su
tomismo era el más puro; lo desarrollaba como profundo,
riguroso y fiel seguidor del método del Doctor Común, atendien-
(*) Además de esta breve evocación de nuestro director, seguida del estado
de contribuciones del P. Victorino Rodríguez O.P. a
Verbo, y de una nota de
Miguel Ayuso, damos a la estampa sendos artículos de su docto hermano de
orden salmanticense Armando Bandera y de nuestro querido colaborador el
profesor Eudaldo Forment, catedrático de Metafísica en la Universidad Central
de Barcelona
(N .de la R).
Verbo, núm. 355-356 (1997), 413-414
413
Fundaci\363n Speiro
IN MEMORIAM
do a las circunstancias actuales y los nuevos conocimientos cultu
rales, como, sin duda, lo hubiera desarrollado hoy el mismo Aqui
natense. Lo hacía,
sin perderse en razonamientos ajenos a la reali
dad viva
de~ cosas, que siempre enjuiciaba a la luz de los primeros
principios ético-naturales.
¡Con que unción ofrecía ante el Santísimo, en los actos
litúr
gicos finales de toda nuestras reuniones anuales, los trabajos efec
tuados,
en una precisa síntesis de los mismos que apenas acaba
ban de concluirse! ¡Qué tranquilidad nos producían siempre sus
consejos en las cuestiones
que, confiadamente, le consultábamos
en cada caso
en que algún trabajo nos ofrecía dudas o preocupa
ciones!
Me parece estar viéndoles, al Padre Teófilo Urdanoz y a él,
en
el antiguo parador del Monasterio de Santa María de El Paular,
cuando celebramos nuestra III Reunión de amigos de la Cuidad
Católica. Desde entonces, nunca faltaron a las sucesivamente ce
lebradas: el P. Urdanoz hasta
su muerte, y el P. Victorino, excep
to en una en que se hallaba enfermo, nos acompañó hasta la últi
ma celebrada hace unos meses. Los dos siempre nos infundieron
ánimos; y, especialmente, a
mí siempre me alentaron, e incluso
el P. Victorino
me impulsó en varias ocasiones para que desarro
llara y expusiera
en público mi perspectiva radicalmente tomista
del derecho. ¡Nunca olvidaré las charlas que he tenido con él y
juntamente con el P. Abelardo Lobato y, en algunas de las últi
mas ocasiones, con el Prof. Eudaldo Forment!
¡Desde el cielo nos ayudará
-lo siento con plena seguridad
en todos nuestros esfuerzos!
JUAN BERCHMANS V ALLET DE GoYTISW.
414
Fundaci\363n Speiro