Índice de contenidos

Número 363-364

Serie XXXVII

Volver
  • Índice

Acotaciones en torno a la cultura

ACOTACIONES EN TORNO A LA CULTURA
Toda cultura tiene un núcleo íntimo de convicciones religiosas y de
valores morales que constituye su alma a la que Cristo quiere
llegar.
«La cultura es aquella forma peculiar con la que los hombres expre­
"san y desarrollan sus relaciones con la creación, entre ellos mismos y
"con Dios, formando el conjunto de valores que caracterizan a un pue­
"blo y los ragos que lo definen. Así entendida, la cultura tiene una impor­
'tancia fundamental para la vida de las naciones y para el cutivo de los
'Valores humanos más auténticos. I.a Iglesia, que acompaña al hombre
"en su camino, que se abre a la vida social, que busca los espacios para
"su acción evangelizadora, se acerca, con su palabra y su acción, a la
"cultura.
~La Iglesia católica no se identifica can ninguna cultura particular,
"sino
que se acerca a todas ellas con espíritu abierto. El/a1 al proponer
"con respeto su propia visión del hombre y de los valores, contribuye a la
"creciente humanización de la sociedad. En la evangelización de la cul­
"tura es Cristo mismo el que actúa a través de su Iglesia) ya que con su
"Encarnaci6n "entra en la cultura" y "trae para cada cultura histórica
"el don de la purificación y de la plenitud" (Conclusiones de Santo Do­
'lningo, 228) .
.. "Toda cultura es un esfuerzo de reflexión sobre el misterio del mun­
"do y, en particular, del hombre: es un modo de expresar la dimensión
"trascendente de la vida humana" (Discurso en la ONU, 5 de octubre 4e
"1995, 9). Respetando y promoviendo la cultura, la Iglesia respeta y pro­
"mueve al hombre: al hombre que se esfuerza por hacer más humana su
"vida y por acercarla, aunque sea a tientas, Cfl misterio esconduio de
"Dios. Toda cultura tiene un núcleo íntimo de convicciones religiosas y
"de valores morales, que constituye como su "alma"; es ahí donde Cristo
"quiere
llegar con la .fuerza sanadora de su gracia. La evangelización de
Verbo, núm. 363-364 (1998), 187-193 187
Fundaci\363n Speiro

"la cultura es como una elevación de su "alma religiosa", infundiéndole
"un dinamismo nuevo
y potente, el dinamismo del Espíritu Santo, que la
"lleva a la
máxima actualizaci6n de sus potencialidades humanas. En
"Cristo1 toda cultura se siente profundamente respetada, valorada y
"amada¡ porque toda cultura está siempre abierta, en lo más auténtico
"de si misma, a los tesora5 de la Redención~.
JUAN PABLO 11: Discurso al mundo de la cultura en la
Universidad de La Habana, viernes 23 de enero. Homilía
durante la .sanca misa celebrada en la ciudad de Santa
Clara, jueves
22 de enero. L'Osservatore Romano, edición
semanal
en lengua española, año XXX, núm. 5 (1518), 30
de enero de 1998.
Es necesario m1 planteamiento ético, inherente a la cultura del
hombre, para salvaguardar el ambiente hwnano en el patri­
monio natural y genético con su destino wriversal.
~Muchas son las paradojas que hay debajo de las causas del hambre,
"empezando por la "de la abundancia" ( cfr. Juan Pablo 11, Discurso a la
'Conferencia internacional sobre la nutrición, 5 de diciembre de 1992).
"Creo interpretar aquí los sentimientos de cuantos se acercan a vuestra
"documentaci6n1 en la cual sigue suscitando admiración el hecho de que
"actualmente la tierra con sus frutos está en condiciones de alimentar a
'los habitantes del planeta. Aunque en algunas regiones baya niveles os­
"cilantes de producción
y, por consiguiente, los parámetros de seguridad
"alimenU:iria causan preocupaci6n1 a nivel glabal se produce lo suftcien­
,, te. Entonces, ¿por qué frente a una potencial disponibilidad son tantos
''los que sufren hambre?
»Las causas que ustedes bien conocen, aunque diversificadas, refle­
"jan
en su raíz una cultura del hombre carente de razo,ies éticas y de
Jundamento moral, lo cual repercute en el planteamiento de las rela­
"ciones internacionales y
en los valores que deberían orientarlas.
»En el reciente Mensaje para la jornada mundial de la alimentación,
"el 16 de octubre pasado, Juan Pablo ll ha querido subrayar la prioridad
"de construir las relaciones entre los puebla5 sobre la base de un conti­
"nuo
"intercambio de dones". Este planteamiento refleja una concepción
"que
pone a la perscma como fundamento y fin de toda actividad, ·1a
"superioridad del dar sobre el tener, una dispcmibilidad para la ayuda o
188
Fundaci\363n Speiro

''para políticas de asistencia, un compartir /a realidad de cada "prójimo"
"nuestro:
persona, comunidad, nación. Son los diversos elementos que
"pueden inspirar una verdadera y efectiva "cultura del dar" que prepa­
"re a cada país a compartir las necesidades de los otros ( cfr. Juan Pa­
'blo 11, Discurso con ocasión del 50.Q aniversario de la FAO, 23 de octu­
'bre
de 1995).
·Para una lucha eficaz contra el hambre no basta1 pu.es, pretender
"un correcto planteamiento de los mecanismos de mercado o alcanzar ni­
"ve/es de producción cada vez más altos y funcionales. Es preciso cierta­
"mente dar al trabajo agrícola el lugar que le corresponde1 valorizando
"cada
vez más los recursos humanos que son los protagonistas de esta
"actividad, pero es preciso también recuperar el verdadero sentido de la
''.Persona humana, su papel central como fundamento y objetivo priorita­
"rio
de toda acción .
.. En esta perspectiva un ejemplo concreto se encuentra en la agen­
"da de trabajo de esta Conferencia, por su atención a /a cuestión
"ambiental entendida como salvaguardia del "ambiente humano". Una
"acción
que ve a /a FAO comprometida en reducir los daños al ecosis­
"tema agrícola,
preservándolo de fenómenos como la desertización y la
"erosión, o de una actividad humana imprudente. Así como permi­
"tiendo un uso más racional y reducido de sustancias fuertemente
"tóxicas por medio de específicos "Códigos de conducta", que son
"i-nstrumentos eficaces aceptados en las políticas de los Estados miem­
"bros.
»El desafio futuro en este delicado sector está en los compromisos asu­
"midos a nivel internacional en defe-nsa del ambiente natural, que
"ponen de relieve el papel central de la FAO en la realización de muchos
"de los programas del ''.A.ction 21" de Río de]aneiro y en la conseroación
"de las diversas especies biológicas.
,.Esfe último aspecto exige un esfuerzo ulterior, para asumir el nece­
"sario planteamiento de orden ético
y conceptual al afirmar que la dis­
"ponibi/idad
común del patrimonio genético natural es una cuestión de
"justicia internacional.
»La disponibilidad de los diversos recursos biológicos es de la buma­
"nidad, por pertenecer a su patrimonio común, como la FAO puso de re­
"/ieve ya en 1983 adoptando el especifico "lnternational Undertaking on
"P/ant Genetic Resources".
189
Fundaci\363n Speiro

,.Practicar una justicia efectiva en las relaciones entre los pueblos
"significa ser conscientes del destino
universal de los bienes y que el cri­
"terio con el cual se ha de orien'tar la vida económica y la internacional
"es una comunión de los bienes mismos».
JUAN PABLO 11: Discurso del cardenal Sodano, en nom­
bre del Papa, en la 29 Conferencia mundial de la FAO, del
7 al 18 de noviembre de 1997. L'Osservatore Rornano, edi­
ción semanal en lengua española, año XXIX, núm. 46
(1507), 14
de noviembre de 1997.
Sólo puede liberarse del mal quien tiene conciencia de que es mal.
Dificultad acmal de esa toma de conciencia en las actuales con­
diciones socio-culmrales.
~ólo puede liberarse del mal quien tiene conciencia de él en cuanto
"mal. Lamentablemente, sobre algunos temas fundamentales del orden
"moral las actuales condiciones socioculturales no favorecen una clara
"toma de conciencia, puesto que han sido abatidos limites y defensas que
"en un tiempo no muy lejano eran comunes. En consecuencia, muchos
"padecen una pérdida del sentido personal del pecado. Se ha llegado a
"teorizar
la irrelevancia moral e incluso el valor posi.tivo de comporta­
"mientos que objetivamente ofenden el orden esencial de las cosas esta­
'blecido por Dios·.
JUAN PABLO 11: Discurso a los participantes en un curso
de formación por la Penitenciaña apostólica, lunes 17 de
marzo. L'Osseroatores Romano, edición semanal en lengua
española, año XXIX, núm. 13 (1474), 28 de marzo de 1997.
Frente a los sistemas -ideológicos y económicos que han fomentado
el enfrentamiento como método, la Iglesia propone la justicia
del reino de Dios en la cultura del amor y de la vida.
«Los sistemas ideológicos y económicos que se han ido sucediendo en
"los dos últimos siglos con frecuencia han potenciado el enfrentamiento
"como método,
ya que contenían en sus programas los gérmenes de la
"oposición
y de la desunión. F.sto condicionó profundamente su concep­
"ción del hombre y sus relaciones con los demás. Algunos de esos siste-
190
Fundaci\363n Speiro

"mas han pre"tendido tamb_ién reducir la religión a la esfera meramente
"individual, despojándola de todo influjo o relevancia social. En es"te
"sentido, cabe redordar que un Estado moderno no puede hacer del
"ateísmo o de la religión uno de sus ordenamientos políticos. El Estado,
"lejos de todo fanatismo o secularismo extremo, debe promover un sere­
"no
clima soc'ial y una legislación adecuada que permita a cada perso­
"na
y

a cada confesión religiosa
vivt'r libremente su fe, expresar/a en los
"medios
y espacios suficientes para apartar a la vida nacional sus rique­
"zas
espirituales, morales y cívicas.
»Por otro lado, resurge en varios lugares una forma de neoliberalis­
'ino capitalista que subordt'na la persona humana y condiciona el desa­
"rrollo de los pueblos a
/as fuerzas ciegas del mercado, gravando sus cen­
"tros de poder a lm países menas favorecidos con cargas insoportables.
''.Así, en ocasiones, se imponen a las naciones, como condiciones para
"recibir nuevas ayudas, programas económicos insostenibles. De este
"modo se
asiste en el concierto de las naciones al enriquecimiento exage­
"rado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos,
"de forma que los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez
"más pobres.
»La Iglesia es maestra en humanidad. Por eso, frente a estos sistemas,
"presenta la
cultura del amor y de la vida, devolviendo a la humanidad
"la esperanza en el poder transformador del amor vivido en la unidad
"querida por Cristo .. Para ello hay que recorrer un camino de reconcilia­
"ción1 de diálogo y de acogida fraterna del prójimo. F.sto se pu.ede llamar
"el Evangelio social de la Iglesia.
,.za
Iglesia, al llevar a cabo su misión, propone a mundo una justicia
'hueva, la justicia del reino de Dios (cfr. Mt., 6, 33). En diversas ocasio­
"nes
me he referido a los temas sociales. Es preciso continuar hablando
"de ello mientras en el mundo haya una injusticia, por pequeña que sea,
"pues de lo contrario la Iglesia no seria fiel a la misión confiada por Jesu­
"cristo.
Está en juego el hombre, la perscma concreta. Aunque los tiem­
"pos y las circunstancias cambien, siempre hay quienes necesitan de la
"voz
de la Iglesia para que sean reconocidas sus angustias, sus dolores y
"sus
miserias. Los que se encuentren en estas circunstancias pueden estar
"seguros de que no quedarán defraudados, pues la Iglesia está con ellos
"y el Papa abraza con el corazón y con su palabra de aliento a todo
191
Fundaci\363n Speiro

"aquel que sufre la injusticia. Yo no s "cuando aplauden el Papa puede reposar un poco.
»Las enseñanzas de Jesús conseroan ín-regro su vigor a las puertas del
"año 2000. Srm váluias para todas ustedes, mis queridos hermanos. En la
"búsqueda de la justicia del Reino no podemos detenernos ante dificu/­
."tades e incomprensi-ones. Si la invitación del Maestro a la justicia, al
"seroicio y al amor es acogida como buena nueva, entonces el corazón
"se ensancha, se trarisforman los criterios y nace la cu/-tum del amor y
"de la vida. F.ste es el gran cambio que la sociedad necesita y espera, y
"sólo podrá alcanzarse si primero se produce la conversión del corazón
"de cada uno, como condición para los necesarios cambios en las estrnc­
"turas
de la sociedad,,.
JUAN PABLO 11: Homilía durante la misa celebrada en la
plaza José Marti de La Habana, domingo 25 de enero.
L'Osseroatore Romano, edición semanal en lengua españo­
la, afio XXX, nfim. 5 (1518), 30 de enero de 1998.
La cultura de la solidaridad .
..Sin embargo, es necesario reconocer que, en el marco de una eco­
"nomía "mundial izada", la regulación ética y jurídica del mercado es
"objetivamen'te más dificil. En efecto, para lograrla eftcazmen'te ya no
"bastan las iniciativas políticas internas de los diferentes países¡ son ne­
"cesarias la "cancertacíón entre los grandes países" y la consolidación de
"un orden democrático mundial con instituciones donde "estén igual­
"mente representadas los intereses de toda la gran familia humana"
"(Centesimus annus, 58). No faltan las instituciones a nivel regional o
"mundial.
Pi.enso, en particular, en la Organización de las Naciones
"Unidas y en sus diversos organismos con vocación social. Pienso tam­
"bién en el papel que desempeñan instituciones como el Pando moneta­
"rio internacional y la Organización mundial del comercio. Es urgente
"que, en el campo de la libertad, se afiance una cultura de las "reglas",
"que no se limite a la promoción del simple funcionamiento comerciali
"sino que, gracias a instrumentos ju,ridicos seguros, se preocupe por la
'tiefensa de los derechos humanos etJ todos los lugares del mundo.
"Cuanto más ''global" es el mercado, tanto más debe equilibrarse me­
"diante una cultura "global", de la solidaridad, atenta a las necesidades
192
Fundaci\363n Speiro

"de los más débi/ies. Desgraciadamente¡ a pesar de las grandes declara­
"ciones de principio1 esta referencia a los valores está cada vez más ame­
"nazada po!' el resurgimiento de egoísmos por parte de naciones o gru­
'j:,os, y también1 en un nivel más profundo1 por un relativismo ético y
"cultural bastante difundido, que pone en peligro la percepción del senti­
"do mismo del hombre,..
JUAN PABLO 11: Discurso a los participantes en la Asam­
blea plenaria
de la Academia pontificia de ciencias socia­
les,
25 de abril. L'Osservatore Romano, edición semanal en
lengua española, año XXIX, núm. 18 (1479), 2 de mayo
de 1997,
193
Fundaci\363n Speiro