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Número 367-368

Serie XXXVII

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Condiciones para la regeneración social según Frédéric Le Play

CONDICIONES PARA LA REGENERACIÓN SOCIAL
SEGUN
FRÉDÉRIC LE PLAY
POR
JUAN BMS. VAil.ET DE GOYTISOLO
FRÉDÉRIC LE PLAY fue ingeniero de minas y catedrático de esa
escuela, director un tiempo de las explotaciones mineras en el
Ural, comisario
del gobierno francés de las exposiciones univer­
sales
de Londres, en 1862, y de París, en 1867, consejero de Es­
tado y senador, fundador de la Société d'Économie socia/e (1).
No fue un sociólogo de biblioteca, sino que buscó la sociología
en la realidad con preocupación práctica, sin pretensiones teóri­
co-filosóficas (2).
Durante veinticuatro años, por razón de su
profesión de ingeniero, viajó seis o siete meses cada año, entre
1829
y 1853, y dejó consignado el resultado de sus investigacio­
nes sociales en 57 monografías, publicadas con el título Les
ouvriers européens (3), que le sirvieron de base para sus libros
doctrinales,
en especial La reforme socia/e de France (4), L'orga-
(1) Acerca de PEDRO-GUILLERMO-FEDERICO (conocido sólo por su tercer nom­
bre) LE PLAY, su vida, sus obras y su método, versó el discurso de ingreso en la
Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de LUIS P10AL Y MoN, Marqués de
Pidal, El método de obseroación en la ciencia social: Le Play y su escuela, expues­
to el 27 de marzo de 1887 (cfr. Discursos de recepción y de contestación leídos en
la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, tomo IV, 1885-1888, págs. 470-
526).
Le contestó el Marqués de Molins, que completa los datos acerca de LF. PLAY
(crf. págs. 555-560).
(2) De Les ouvriers européens, en seis tomos, se hicieron 10 ediciones en
vida del autor, desde la primera de 1855 a la 10.'1 de 1879, todas editadas en
Tours, Alfred Mame et ftls, Libraires-Editeurs.
(3) La reforme sociale en France tuvo, desde la primera, en 1864, seis edi­
ciones, la última
de 1878, todas del mismo editor de Tours.
( 4)
L 'organisation du travail, llevaba cuatro ediciones, desde la primera edi­
ción de 1870 hasta
la de 1877, del mismo editor.
Verbo, nóm. 367-368 (1998), 623-634. 623
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nisation du travail (5) y La méthode socia/e, obra de la cual aquí
nos ocupamos especialmente.
Este incansable
viajero, politécnico e ingeniero de minas,
observó las realidades
de su tiempo, en Francia y por doquier
donde viajó (6), y las cotejó con las experiencias de la historia,
para concluir formulando
su método sociológico, sin pretender
hacer filosofía. Se separó tanto del racionalismo ideológico de los
philosophes del siglo XVIII como del positivismo de la física social
de CoMTE, de quien ni se ocupa. Les separa el muro del nomina­
lismo positivista
de CoMTE, que busca científicamente las leyes de
la física social, pero rehusa a priori la búsqueda de toda causa.
En cambio,
LE PLAY opera sobre los múltiples datos de la expe­
riencia propia y ajena, indaga continuamente cuáles son las cau­
sas del bienestar y de los sufrimientos de los pueblos, auscultán­
dolos a los más distintos niveles sociales, en sus viajes por todas
las latitudes, desde el occidente de Europa hasta más allá de los
Urales. Y
pone en relación las vividas en su actualidad, con las
existentes en anteriores períodos de la historia, proyectando en
prospectiva sus soluciones.
Él mismo, autobiográficamente, lo expone (6): "Los viajes son
a la ciencia de las sociedades lo que el análisis químico es a la
ciencia de los minerales, lo que la herborización es a la botáni­
ca,
en términos generales lo que la observación de los hechos es
a todas las ciencias de la naturaleza".
Al comienzo de su libro acerca del método social, explica (7):
"El método de observación aplicado a la búsqueda de la prospe­
ridad es tan viejo
como la primera sociedad humana. Ella ha reci­
bido, según los lugares y tiempos, innumerables fórmulas.
Es uni­
forme y simple
en las sociedades felices, y complicado en las
sociedades que sufren". Reitera que sus trabajos "no han añadi­
do ninguna verdad a los principios fundamentales de la ciencia
(5) Así, ya en 1834 en Parls, babia publicado Obseroations sur l'bistoire
naturelle et la richesse minérale de l'Espagne.
(6) FRÉDERIC LE PLAY, La métbode socíale, abrégé des ouvriers européens.
Ouvrage destine au.x clases dirigentes, Tours, Alfred Mame et ftls, Libraires­
Editeurs, 1879,
Advertissement, págs. V y sigs.
(]) !bid., libr. !, cap. !, § 1, pág. l.
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social", aunque sí -dice-"he rechazado algunos errores con­
temporáneos", que han sido confirmados por "las catástrofes que
han quebrantado nuestra nación
y los reveses que han azotado a
nuestros gobiernos" (8).
Con
"la ayuda del tiempo y sin tener que desplegar una gran
perspicacia"
-dice (9)-, "he llegado muy naturalmente a un
preciado descubrimiento: para la curación de los sufrimientos
sociales: nada
hay que inventar. Tuve que emprender numerosos
viajes y entregarme a múltiples meditaciones para descubrir una
verdad tan simple; pero, desde que comencé a entreverlo quedé
muy sorprendido al comprobar que habría podido hallar la
demostración
en cada página de la historia.
"En efecto1 en todos los tiempos, entre las tendencias innatas
que mantienen viva la eterna lucha entre el bien y el mal, los
hombres
han querido siempre conquistar el bienestar y huir del
sufrimiento. Bajo la inspiración de esta común voluntad, los pue­
blos se han constituido felices en lugares y regímenes muy dife­
rentes". Aquí se remite a lo
que después (en VI, 4, 5), mostrará,
y sigue explicando: "Bajo todos estos regímenes, los síntomas
permanentes del bienestar, la paz y la estabilidad eran guiadas
por prudentes que gobernaban las familias, los talleres de traba­
jo, los vecindarios, las ciudades o las naciones. La ciencia social
ha sido simple o complicada según las famllias estuvieran espar­
cidas en el territorio o se aglomeraran en ciudades. Para conocer
esos diversos estados y sacar provecho de ello, nos hemos guia­
do por lo que nos ha enseñado la práctica o los preceptos de
quienes han sido verdaderos maestros de cada lugar o de cada
época" . . . "Todas las edades del mundo social reviven
en los
tiempos actuales; y para los diversos estados
de simplicidad y
complicación
no han cambiado más que la naturaleza del hom­
bre". Pone los ejemplos
de los pastores de las estepas asiáticas,
de los pescadores-recolectores de Escandinavia y de los agricul­
tores
de la llanura sajona, de los cantones suizos del Oberland y
(8) Acerca de ésto, el mismo editor le publicó en Tours, en 1871, la prime­
ra edición y, en 1876, la segunda, completada con un epílogo de 1875, !.a paix
sociale apres le désastre selon la pratique des peuples prosperes.
(9) LE Pu.Y, La métbode socia/e, § 3, págs. 13 y sigs.
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del País vasco. "Para ser maestros de ciencia social, no hemos
tenido ninguna necesidad de descifrar manuscritos o de recurrir
a los historiadores. En nuestros viajes
hemos podido recoger los
materiales dispersos
para la ciencia, y después reunirlos con la
ayuda de nuestra propia razón.
"El conocimiento de los pueblos felices no es sino la mitad
de la ciencia. El reino del sufrimiento comienza al mismo tiempo
que el del bienestar. La cuestión de la reforma, que preocupa tan
justamente a los contemporáneos se ha planteado, por lo tanto,
en todas las épocas; y la solución puede hallarse en los hechos
de nuestro tiempo como en los del pasado".
El problema "misterioso" de la "eterna reproducción de la
prosperidad y el sufrimiento en el seno de las sociedades", de "la
corrupción y la reforma" y
el "paso rápido del uno al otro", "hoy
más rápido aún", LE PLAY lo creía resoluble por el método de
observación.
En
todo el libro segundo de la obra se ocupa de la descrip­
ción del método,
a la que dedica los capítulos VI a XII, donde
observa analíticamente las sociedades simples y las complicadas,
éstas
de modo especial, y las diferentes clases de familias, muy
en especial de las obreras (10).
En el libro IlI dedica algo más
de 100 páginas a un dicciona­
rio,
con las 300 palabras que considera constitutivas del lenguaje
propio de las ciencias sociales (11).
Termina
ese libro, La méthode sociale, con un resumen y con­
clusiones. A
su juicio (12), "las tres eternas causas del sufrimien­
to", son el vicio, el error y el abuso de la novedad; lo son: "de la
riqueza, el vicio;
de la ciencia, el error, y, en fin, de la fortaleza,
del error y del vicio, todos los abusos de la novedad".
Su libro
L'organisation du travail, en el último capítulo, del
último volumen,
expone las dificultades de la necesaria reforma
social
(no sólo del trabajo, sino de la sociedad entera) y de sus
soluciones.
(10) !bid., lib,. Il, págs. 155-392.
(11)
!bid., lib,. m, § 2, págs. 444-548.
(12) !bid., cap. XVII, § 2, págs. 574 y sigs.
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CONDICIONES PARA LA REGENERACIÓN SOCIAL SEGÚN FRÉDÉRIC LE PLAY
Como principal causa del retraso de la pretendida reforma
señala las "falsas nociones
del bien y del mal" 03): "Bajo el anti­
guo régimen en decadencia, el vicio de los gobernantes y la coa­
lición
de los privilegiados obstaculizaron, ciertamente, la reforma;
pero,
después de la Revolución, tuvo Francia doce ocasiones
para efectuarla libremente. En todas estas ocasiones el fracaso
provino,
sobre todo, no de la corrupción, sino del error, y las
dañosas formas
del error han sido propagadas siempre, con exce­
lentes intenciones,
por gentes honestas". El mismo LE PLAY indica
cuáles son,
en concreto, las dificultades para la necesaria re­
forma.
l.• El espíritu revolucionario y el desprecio por las costum­
bres nacionales
(14). Aquél porque ha privado de la fuerza pro­
porcionada por "la buena organización del gobierno local, los
hábitos
de la vida privada, la obediencia a las costumbres y el
respeto a las autoridades instituidas por Dios y por las socieda­
des humanas. La revolución ha curado pocos males y ha hecho
nacer muchos". Especialmente en lo que concierne a la autoridad
"nuestras revoluciones extravían los espíritus". En los
modelos de
los pueblos prósperos: "todas las instituciones tienden a gravar
en los corazones el respeto a Dios, al padre y a la mujer", que
"conducen sucesivamente a respetar la madre que desarrolla las
primeras facultades, al maestro
que divulga la ciencia, al sacer­
dote que enseña la práctica de la moral, al patrono que dirige los
trabajos del taller, y al magistrado
... ". De ese modo, "la socie­
dad,
obedeciendo a Dios, desarrolla paso a paso la obediencia a
todos los
poderes desde el padre al soberano. Advirtiendo este
encadenamiento de causas y efectos se comprenderán sus con­
secuencias
en el orden social".
2.•
!.a debilitación de las autoridades sociales (15). Las tira­
nías
de los reyes y las populares y el centralismo, debilitando las
(13) Jbid., L'organisation du travail, § 50, págs. 325 y sigs.
(14) !bid., § 52, págs. 330 y sigs.
05) Ibid., § 53, págs. 334 y s;gs.
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diversas autoridades sociales distribuidas por todo el país, desor­
ganizan
la sociedad, "anulando la posibilidad de autoridades
naturales fundadas en el afecto y el respeto de las poblaciones".
3. • La exagerada interoención de legistas y funcionarios, en
detrimento sistemático de las libertades locales mantenidas desde
la Edad Media
(16).
4. • La influencia anormal de los profesionales de la palabra
y la pluma (17). Es decir, de los oradores y los escritores políti­
cos, ávidos del éxito, que son frecuentemente el eco de las opi­
niones del momento,
en lugar de reaccionar, contra las opiniones
equivocadas, con plena competencia acerca del fondo de las
cuestiones.
5. • La corrupción del lenguaje y el abuso de algunas pala­
bras
(18), que son empleadas en un sentido vago y que son
entendidas en sentidos completamente distintos, según la dispo­
sición mental
de quienes las oyen o leen. Entre esas palabras exa­
mina, en especial, las siguientes:
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a) El abuso de la palabra libertad (19).
b) El abuso de la palabra progreso, centrándola en los avan­
ces de los descubrinúentos científicos que incrementan el
bienestar material, prescindienco de que las fuerzas de la
moral social se debiliten (20).
c)
El abuso de la palabra igualdad (21). Esta palabra,
empleada con las restricciones indicadas
por la razón y la
experiencia, expresa convenientemente uno de los gran­
des principios en los que las sociedades humanas debie-
(16) !bid., § 54, págs. 341-350.
(17)
!bid., § 55, págs. 350 y sigs.
(18) !bid., § 56, págs. 353 y sigs.
(19) !bid., § 57, págs. 358-364.
(20) /bid., § 58, págs. 364 y sigs.
(21)
!bid., § 59, págs. 367-375.
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CONDICIONES PARA LA REGENERACIÓN SOCIAL SEGÚN FRÉDÉRIC LE PLAY
ran inspirarse siempre; pero, tomada esta palabra en un
sentido absoluto,
no es más verdadera que las anterio­
res". La igualdad absoluta "tendería, en efecto, a consti­
tuir una sociedad en la cual los hombres eminentes,
sometidos a los caprichos de las mesas imprevisoras y
degradadas,
no tendrían interés alguno en imponerse los
esfuerzos del trabajo, del talento y
de la virtud".
d) El abuso de la palabra democracia. Ésta, como las tres
palabras anteriores
-- diferentes en la mente de quienes la emplean". Agrada,
ante todo, a "quienes quieren ver
en la libertad un prin­
cipio absoluto"; por lo cual, "debe imponerse la ley del
mayor número". Por otra parte, esa palabra "agrada a
quienes querrían que, en el porvenir, la nación se sustra­
jera a los males que la antigua jerarquía en decadencia
había producido".
LE PI.Av relaciona esta cuestión con las
anteriormente suscitadas, resaltando los defectos
de no
diferenciar las especies de democracia, y que, con el
sufragio, los votos de hecho ahogan a las autoridades
sociales naturales y el genio
de la iniciativa de los habi­
tantes.
6.• La exagerada importancia atribuida a las formas de
gobierno
(23); por lo cual, la responsabilidad por todos los
males se traslada a quienes gobiernan o a toda causa más
pode­
rosa que la propia voluntad, abdicando -cada uno de la respon­
sabilidad personal, y
todo se fía exclusivamente en la reforma
de la forma de poder del gobierno. Siempre "la pretensión qui­
mérica" de "reformar las ideas y las costumbres" mediante "una
nueva constitución escrita", en lugar de intentar restaurar las
costumbres mediante el cumplimiento del Decálogo y por la
educación para corregir los errores. Esto "nos encierra en un
círculo vicioso".
(22) !bid., § Go, págs. 375-3%.
(23)
!bid., § 61, págs. 3% y sigs.
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LE PLAY ve la solución de esas dificultades, en primer lugar,
en tomar ejemplo de los pueblos, pasados o actuales, que no las
padecen o que han salido de ellas, y de la experiencia de la
razón (24).
Por ello, invita a una búsqueda de modelos para la observa­
ción comparada de los pueblos (25), y de las condiciones natu­
rales
que hagan fácil al pueblo el respeto a Dios y a la paz so­
cial (26). A ese objeto, examina cómo son las instituciones reli­
giosas,
que conservan el respeto a Dios (27); las instituciones
civiles que mejor conservan la paz pública (28); y cuáles son: los
modelos
de la vida privada en la familia, el taller, la parroquia y
la corporación (29); los modelos de gobierno local en el ámbito
rural
y en el de los municipios urbanos (30); los modelos del
gobierno en la provincia y el Estado (31), y cuál es la problemá­
tica
en las grandes naciones de su tiempo (32).
Concluye efectuando un resumen de lo dicho, por él, acerca
del principio y la práctica de la reforma (33), y otro del papel que
en la reforma tienen los particulares y los gobiernos (34).
Estos estudios sociológicos de LE PLAY tienen evidente interés
para la politología, para la orientación del derecho público y su
deslinde del
derecho privado, especialmente por lo que se refie­
re a las libertades civiles (35). En politología, el
método de CoMTE
(24) !bid., § 62, págs. 400 y sigs.
(25) !bid., § 63, págs. 4o6 y sigs.
(26) !bid., § 64, págs. 410 y sigs.
(27) !bid., § 65, págs. 414 y sigs.
(28) !bid., § 66, págs. 421 y sigs.
(29)
Ibid., § 67, págs. 424 y sigs.
GO) !bid., § 68, págs. 433-450.
(31) !bid., § 69, págs. 450-485.
(32) ]bid., § 70, págs. 485-494.
(33) !bid.,
§ 71, págs. 494 y sigs.
(34) !bid., § 72, págs. 503 y sigs.
(35)
EUGENIO VEGAS LATAPIE citaba siempre a LE PLAY y repetía que, según él,
la causa de la decadencia de los pueblos son los errores más que los vicios. A la
corrección de esos errores dedicó toda su vida intelectual, a través
de la editorial
"Cultura Española" y
de "Acción Española", primero, con la instauración en
España de los amigos de la Ciudad Católica o ªSpeiro", después, y, finalmente, en
la Real Acadentia de Ciencias Morales y Politicas. Era casi idéntica la labor que
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CONDICIONES PARA LA REGENERACIÓN SOCIAL SEGÚN FRÉDliRIC LE PLAY
y el de LE PLAY influyeron en CHARLES MAURRAS (36), que operó
con el método inductivo de los donées, o sea, basándose en los
datos
de hecho que se dan en la realidad.
Pero
no concluye aquí el interés que para el derecho
tiene la obra de LE PLAY. Su obra acerca de la familia (37), a la
que él consideraba la primera célula social y su institución
básica,
me ha ilustrado en algunos de mis estudios acerca de
los regímenes económico-matrimoniales (38) y de los suceso­
rios (39).
Especial interés ofrece la clasificación
que hace de los tipos
de familia en los tres siguientes ( 40):
La Jamille patriarcale, en la cual varias generaciones
se agrupan en el hogar paterno, en el que continúan
los hijos aunque se casen. Es el régimen característico
de los pueblos pastores, que en las épocas buenas
resulta equitativo, pero en los períodos de corrupción
oprime a sus individuos y decae en la rutina o en la
miseria.
realizaba en Francia, ]EAN ÜUSSET y su equipo en el terreno doctrinal, con La. Cité
Catbolique, y en una labor de acción práctica, con L 'Office de /ormation civique
et d'action doctrinal selon
le droit naturel et chrétien. Autores como Loms
SAIJ.ERON, en Francia, y MARcEL DE CORTE, en Bélgica, han realizado una labor doc­
trinal semejante respecto
de la estructura social y económica. De ellas me he ocu­
pado en Sociedad de masas y derecho, Madrid, Taurus, 1969, y en Tres Ensayos:
Cuerpos intermedios, representación política
y principio de subsidiariedad,
Madrid, Speiro, 1981.
(36) Cfr. las citas de uno y otro que efectúa CHARLE.S MAURRAS en De la
politique naturelle au nafionalisme integral, textos escogidos por F. NATIER y
c. RousSEAU, París, Yrin, 1972.
(37)
F. LE PLAY, L'organisation de la /amille selon la vrai modele signa/e per
l'histoire de toutes les reces et de tous les temps, Paris, J. Claye, 1871.
(38) Las capitulaciones matrimoniales y su modificación, 1, B, Conferencia
en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid, en marzo de
1977, recogida en mis Estudios varios, Madrid, Montecorvo, 1978, págs. 256 y sigs.
(39) Cfr. Las legítimas, I, 1, 3, pág. 15, nota 9; 17, págs. 40 y sig., y 18,
pág. 43; el Fenómeno sucesorio, 12 y 15 b, conferencia pronunciada en las I Jor­
nadas Jurídicas
de Galicia, el 8 de Julio de 1975, recogido en mis Estudios de dere­
cho sucesorio,
vol. I, págs. 36 y 42; y Panorama del derecho de sucesiones, vol. 1,
9, Madrid, Civitas, 1982, págs. 30 y sigs.
(40) LE PLAY, op. ult. cit., libr. 1, §§ 2 y sigs., págs. 9 y sigs.
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JUAN BMS. VALLET DE GOYTISOLO
La famille instable, en la que el individuo no se reúne en
torno a un hogar; ya que el nido paterno se deshace a
cada generación, pues lo abandonan los hijos tan pronto
pueden bastarse a sí mismos. Régimen característico en
tiempos primitivos, de los pueblos cazadores, y, hoy, el
de las masas en las grandes aglomeraciones urbanas.
Éstas admiten cortas épocas de prosperidad por el impul­
so de hombres superiores; pero en las épocas duras son
arrastradas al exceso de individualismo y de insaciables
deseos
de novedad.
Y la Jamille soucbe
-solariega-, en la que uno sólo de
los hijos se casa en el hogar paterno, conviviendo en él
con sus padres, abuelos, tíos solteros y hermanos, conti­
nuándose en ella las tradiciones familiares. Es el régimen
caracteristico
de los pueblos labradores, que, mejor que
otros, concilia la virtud con un cierto desarrollo de la
riqueza de los individuos y de la fuerza en los gober­
nantes.
Igualmente son de gran interés
las observaciones que efectúa
acerca de las repercusiones de carácter político
y económico­
social que el régimen sucesorio puede tener, según facilite la con­
servación de las explotaciones familiares o las destruya, provo­
cando una mala distribución de la tierra y la pauperización del
campo (41).
Por desgracia, hoy apenas se hace caso a LE PLAY, y los soció­
logos lo ignoran conscientemente. Sin embargo, el ilustre civilis­
ta y sociólogo del derecho francés
]EAN CARBONNIER, le valora
como se merece, aunque ~o haga con toda cautela por opinar
contra la corriente hoy dominante.
Así, de LE PLAY, dice CARBONNIER ( 42): "Siempre ha tenido sus
fieles, aunque la hostilidad
de DuRKHEIM le valió durante algún
(41) /bid.,§§ 13, págs. 76 y sigs. y 83, y§ 15, nota 2, pág. 97.
(42) JEAN CARBONNIER, Sociologíajuridica, cap. 1, 6 y 9, cfr. versión encaste­
llano de la edición en francés, Paris, Ar. Colin, 1972, traducida por LUIS DíEZ­
PICAZO, Madrid, Ternos, 1977, págs. 54 y sigs.
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CONDICIONES PARA LA REGENERACIÓN SOCIAL SEGÚN FRÉDÉRIC LE PLAY
tiempo el desprecio". Indica que a él "le interesa de un modo
muy directo", porque su sociología "recayó sobre instituciones
-la familia, las sucesiones, el testamento---, que pertenecen al
derecho, e incluso al derecho civil, y, como esta sociología for­
maba el sostén de una serie de conclusiones legislativas, cabe ver
en ella algunas de las prefiguraciones más netas de una sociolo­
gía jurídica, a la vez teórica y aplicada".
Más específica atención presta a estos tres aspectos
de la obra
de LE PLAY:
a) El método, dice, "es normalmente de investigación
monográfica", tanto que -segun le reprochaban los
durkenianos-era "una sociografía microscópica". Aun­
que, en principio, reconoce que era "demasiado des­
criptivo", en "escala demasiado pequeña y llena de de­
talles poco significativos", estima que "debe volverse
sobre este juicio"; ya que LE PLAY, ingeniero de forma­
ción y, por lo que es más, con gran práctica en indus­
tria,
gran viajero por añadidura, era una mente positiva
y en modo alguno un literato". De su serie de mono­
grafías acerca de los tipos de familia, dice que "conser­
va un valor ejemplar dentro del género científico que
sigue siendo eficaz, hoy en día, a pesar del desarrollo
de los métodos cuantitativos".
b) De su doctrina admite que es tradicionalista y reacciona­
ria "en relación con la ftlosofía liberal e individualista del
Código
de Napoleón y reaccionaria también con las dife­
rentes direcciones socialistas"; pues "veía la clave de la
reforma social
en lo que él consideraba como un retorno
al Decálogo".
c) Acerca de su influencia, y la de su escuela, dice "que sus
ideas no han dejado de ejercer en Francia una influencia
difusa, sobre todo en la clase intelectual y política de ten­
dencia conservadora", y que su pensamiento tuvo un
éxito con la reforma del derecho de sucesiones de 1938,
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en la cual "el legislador francés abandonó de algún
modo el principio de igualdad entre los herederos y, por
primera vez, volvió la espalda a la ideología del Code
civil'.
Todo lo expuesto no ha podido menos que repercutir en la
ciencia del
derecho y, como también la sociología, hizo de puen­
te para la adecuación instrumental al derecho, a efectos científi­
cos,
de la palabra tipo, empleada profusamente por él.
Sería
deseable que los jóvenes, estudiosos e inquietos,
repararan
en LE PLAY y se dedicasen a estudiarlo. Hay materia, en
su vida y en sus obras, para varias tesis doctorales, que creo serí­
an de gran interés.
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