Faustino Rodríguez San Pedro y González-Olivares, conde de Rodríguez San Pedro

INMEMORIAM
FAUSTINO RODRÍGUEZ SAN PEDRO Y GONZÁLEZ­
OLIVARES, CONDE DE
RODRÍGUEZ SAN PEDRO
El 18 de octubre de 1998, entregó su alma a Dios, uno de los
más antiguos asiduos a las
reuniones semanales de la Ciudad
Católica, Faustino Rodríguez San Pedro.
Comenzó asistiendo a la célula que se reunía en el bajo de la
casa
que en la calle de Caracas tenían sus primos Rato y
Rodríguez San Pedro. Su erudición era muy grande, dominaba
el hebreo, el griego clásico y el de la época de Jesucristo, el latín
y las principales lenguas
modernas, así como la Biblia; había
estudiado teología y filosofía, conocía con mucha precisión la
historia y sus conocimientos se extendían a todas las ciencias. Su
primo Apolinar
de Rato, decía de él que era su enciclopedia par­
ticular, a la cual
no tenía sino preguntar cuando ignoraba o duda­
ba de cualquier cosa.
El nombre Speiro, que llevan nuestra Sociedad y nuestra
Fundación,
nos lo facilitó él. A Eugenio Vegas Latapié le gustaba
recitar los versos
de Sor Cristina de Arteaga, Sembrar, "sembrar
sin
saber quien recogerá", y yo pensé que este nombre puesto en
griego podía ser un buen nombrey se lo pedí a él.
El 9 de abril de 1963, cuando Speiro, S. L., se transformó en
Speiro, S. A., y amplió su capital, Faustino Rodríguez San Pedro
entró como socio y a su muerte seguía siéndolo.
Colaboró
en Verbo con su documentado artículo La expulsión
de
los judíos de los reinos de España (núm. 153-154, págs. 529-
563) y
con la reseña bibliográfica del libro de Joseph Silk, Tbe big
bang(núm. 197-198, págs. 1070-1073).
Reciba su viuda Beatriz y sus hijos nuestro más sentido pésame.
¡Descanse en paz!
J. B. VALLET DE GOYTISOLO
747
Fundaci\363n Speiro