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Número 397-398

Serie XL

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¿Es el capitalismo global el camino hacia la paz perpetua? Una lectura del proceso de globalización en clave kantiana

¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA
LA PAZ PERPETUA? UNA LECTURA DEL PROCESO DE
GLOBALIZACIÓN EN CLAVE KANTIANA
POR
FliLIX Mlll'loz
Introducción
En este breve articulo proponemos al lector una serie de
reflexiones
que nos sugirieron la comparación de algunos de los
teoremas del proceso denominado de globalización con otras lec­
turas
que habíamos hecho con anterioridad de filósofos ilustra­
dos. De las obras de
la Ilustración nos referiremos aquí concre­
tamente a una obra "menor" de quien, a nuestro juicio, más ha
influido y modulado el pensamiento occidental, del filósofo que
catalizó
en sí y sistematizó las principales corrientes de pensa­
miento
de la modernidad: hnmanuel Kant. El opúsculo en cues­
tión es el título
Sobre la paz perpetua. Por otra parte, los textos
actuales que motivaron estas comparaciones y suscitaron esas
reflexiones por el lado de la literatura sobre el proceso de glo­
balización
son La crisis de capitalismo global. La sociedad abier­
ta
en peligro, de George Soros y Comprender la globalización, de
Guillermo de la Dehesa.
La conclusión a la que llegamos es que
la extraña antropología kantiana sigue hoy en día vigente, y que,
si bien se presenta en una versión más débil, es la que subyace
a los teoremas principales del
proceso de globalización que apa­
recen en obras como las citadas; y que esto es patente en lo que
en esta temática se entiende que es lo que ha de constituir la
política
en general y la política económica en particular.
Verbo, núm. 397-398 (2001), 665-687. 665
Fundaci\363n Speiro

FELIX MUNOZ
La Paz perpetua de Kant
Kant escribe en 1795 un opúsculo titulado Sobre la Paz per­
petua
(1) en el que plantea la fundamentación del derecho de
gentes en un orden superior al del Estado. Es ésta una obra muy
ligada a
La metafísica de las costumbres (1797), la Antropología
(1798) y al artículo "Idea de una historia universal desde una
perspectiva cosmopolita" (2).
El punto de partida de la idea kantiana de orden mundial es
que la lucha entre los hombres hunde sus raíces en la propia
naturaleza humana; a este estado
de lucha lo denomina estado de
la naturaleza
(3). Sin embargo, salir del estado de naturaleza
para constituir
una sociedad civil mediante un "contrato origi­
nario" es un imperativo de la razón, un deber para el hombre.
Pues la "razón práctico-moral formula en nosotros su veto irre­
vocable:
no debe haber guerras' ( 4). Como consecuencia, debe
instaurarse el estado de paz. En palabras del propio Kant:
"El
estado de paz entre los hombres que viven juntos es un estado
de naturaleza (status naturalis), que es más bien un estado de
guerra, es decir, un estado en el que, si bien las hostilidades no
se han declarado, sí existe una constante amenaza. El estado de
paz debe, por tanto, ser instaurado" (5).
Para
su instauración,_ Kant propone tres "artículos definitivos
de la Paz perpetua:': (l.º) La constitución civil de todo Estado
debe ser republicana:
"El republicanismo es el principio políti­
co
de la separación del poder ejecutivo (gobierno) del legislati­
vo" (6).
(2.0
) El derecho de gentes debe fundamentarse en una
(1) La paz petpetua se publica tras la paz de Basilea entre Francia y Prusia.
(2) Artículo publicado en la revista Berlinische Monatsschri{t, 1784.
(3) En este punto Kant se separa de quien tanto influyó en su obra, Rous­
seau,
para identificarse con Hobbes.
(4) KANT, Immanuel, Metaffsica de las costumbres (Teoña del derecho, sec­
ción 3.ª, conclusión).
(5) KANT, lmmanuel, Sobre la paz perpetua. Zum ewtgen Frieden. Trad. espa­
ñola: Sobre la paz perpetua, por Joaquín Abellán. Prólogo de Antonio Truyol y
Serra. Tecnos, Madrid,
1994, 4.• edici6n1 pág. 14.
(6) KANT, Immanuel1 op. cl.t., pág. 18, Parte segunda.
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federación de Estado& libres. En efecto, "los pueblos pueden con­
siderarse,
en cuanto Estados, como individuos que en su estado
de naturaleza (es decir, independientes de leyes externas) se per­
judican unos a otros
por su mera coexistencia y cada uno, en aras
de su seguridad,
puede y debe exigir del otro que entre con él
en un Constitución semejante a la Constitución civil, en la que se
pueda garantizar a cada uno su derecho. Esto seria una federa­
ción
de pueblos que, sin embargo, no debería ser un Estado de
pueblos"
(J). (3.0 ) "El derecho cosmopolita debe linútarse a las
condiciones de la
hospitalidad universal". Hospitalidad "significa
aquí el derecho de
un extranjero a no ser tratado hostihnente por
el hecho de haber llegado al territorio de otro" (8).
Kant desarrolla estas ideas
en esta segunda parte de Sobre la
paz perpetua, pero es en el suplemento primero -De la garan­
tía de la paz perpetua-que acompaña a estos artículos en el que
el pensanúento de Kant se despliega con total claridad, estable­
ciendo las bases de la sociedad civil pacificada sobre
una antro­
pología muy característica y sobre el derecho de los Estados.
Es
justo este punto el que constituye a nuestro juicio un anteceden­
te de los teoremas fundamentales del proceso de globalización,
aunque
en una versión más fuerte que en la actualidad (9). Veá­
moslo:
"Quien sunúnistra esta
garantía [de paz] es, nada menos, que
la gran artista de la naturaleza ( ... ) que a través del antagonis­
mo de los hombres [hace que] surja la armonía, incluso contra su
voluntad" (10). Tal como se expuso
en el artículo uno de la
segunda parte, el modo de gobierno
que acomoda los principios
de libertad e igualdad de los hombres es "la constitución repu­
blicana [que] es la única perfectamente adecuada al derecho de
(7) KANr, Immanuel, op. cit., pág. 21. Que no debe constituirse un estado
global es una idea que, como veremos, se repite a lo largo de la vasta literatura
sobre globalización.
(8)
KANr, Immanuel, op. cit, pág. 27. La manifestación más clara de esta hos­
pitalidad es el libre tráfico de personas y mercancías.
(9) La visión es más fuerte en el sentido de que confía plenamente en: la
razón y en la naturaleza.
(10) KAN!', Jmmanuel, op. dt., pág. 31.
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FELIXMUNOZ
los hombres, pero también la más difícil de establecer y, más aun
de conservar (. .. ) Pero llega entonces la naturaleza en ayuda de
la voluntad general, fundada en la razón, respetada pero im­
potente
en la práctica, y viene precisamente a través de aquellas
tendencias egoístas, de modo
que dependan sólo de la buena
organización del Estado Oo que efectivamente está en manos de
los hombres) la orientación
de sus fuerzas, de manera que unas
contengan los efectos destructores de las otras o los eliminen
(. .. )
El problema del establecimiento del Estado tiene solución, inclu­
so para
un pueblo de demonios (. .. ). Pues no se trata del per­
feccionamiento moral del hombre sino del mecanismo
de la natu­
raleza;
.el problema consiste en saber cómo puede utilizarse este
mecanismo en el hombre para ordenar la oposidón de sus ins­
tintos
no padficos dentro de un pueblo de tal manera que se obli­
guen mutuamente a someterse a leyes coactivas
(. .. ). Esto signi­
fica que la naturaleza quiere a toda costa
que el derecho conser­
ve,
en último término, la supremacía" (11).
Es la naturaleza, la misma que hace caer al hombre en ese
estado natural de lucha, la que, recurriendo a una argucia
que le
permite aprovechar la naturaleza humana, le redime del estado
de lucha al hacer viable la implantación del derecho. "De la
misma manera que la naturaleza ha separado, sabiamente, a pue­
blos a los
que la voluntad de cada Estado gustaría con astucia o
violencia, ( ... )
une tambien a otros puebos, a los que el concep­
to del derecho cosmopolita
no habria protegido contra la violen­
cia y la guerra, mediante su propio provecho recíproco.
Se trata
del
espíritu comercial que no puede coexistir con la guerra y que,
antes o después, se apodera de todos los pueblos. Como el
poder
del dinero es, en realidad, el más fiel de todos los poderes
(medios) subordinados
al poder del Estado, los Estados se ven
obligados a fomentar la paz (por supuesto, no por impulsos de
la moralidad) y a evitar la guerra con negociaciones, siempre
que hay amenaza
en cualquier parte del mundo, igual que si
estuviesen en una alianza estable, ya que las grandes alianzas
para
la guerra, por su propia naturaleza, muy pocas veces sub-
(11) KANT, Immanuel, op. cit., págs. 38-39. El subrayado es nuestro.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACL4 LA "PAZ PERPETUA"?
sisten y tienen éxito (. .. ). De esta suerte garantiza la naturaleza
la paz perpetua mediante el mecanismo de los instintos humanos;
esta garantía no
es ciertamente suficiente para vaticinar (teórica­
mente)
el futuro, pero, en sentido práctico, sí es suficiente y con­
vierte
en un deber el trabajar con miras a este fin (en absoluto
quimérico)" (12).
Kant encuentra
en la Economía, en el instinto del hombre a
buscar su interés egoísta, conceptualizado como
espíritu comer­
cial,
el sustituto práctico de la razón y de la moral como funda­
mentos del derecho de gentes positivo para la
paz (13). Derecho
que, además, para su total garantía precisa
que los Estados, para
mantener su seguridad y libertad, cedan su soberanía a entidades
políticas supranacionales.
Es la única alternativa práctica: "Enten­
diendo el derecho de gentes como
un derecho para la guerra
(.
.. ) habria que entender (. .. ) que a los hombres que así piensan
les sucede lo correcto si se aniquilan unos a otros y encuentran
la paz perpetua en la amplia tumba que oculta todos los horro­
res
de la violencia y de sus causantes. -Los Estados con rela­
ciones reáprocas entre sí no tienen otro medio, según la razón,
para salir de la situación sin leyes, que conduce a la guerra, que
el consentir leyes coactivas, de la misma manera que los indivi­
duos enttegan su libertad salvaje (sin leyes), y formar un Estado
de pueblos
que (siempre, por supuesto, en aumento) abarcarla
finalmente a todos los pueblos
de la tierra. Pero si por su idea del
derecho de gentes
no quieren esta solución, con lo que resulta
que lo que es correcto in thesi lo rechazan in hlpothesi, en ese
caso, el
raudal de los instintos de injusticia y enemistad sólo
podrá ser detenido,
en vez de por la idea positiva de una repú­
blica mundial,
por el sucedáneo negativo de una federación per­
manente y
en continua expansión, si bien con la amenaza cons­
tante de
que aquellos instintos estallen" (14).
Vemos que ya está explicitado con total claridad
en Kant el
punto clave para
la realización del ideal ético-moral de la paz: el
(12) KANr, lmmanuel, op .. dt., pág. 41.
(13) El negativo es para la guerra.
(14) KANr, lmmanuel, op. di., págs. 25-26.
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hombre con su sola razón sólo puede descubrir y querer ese
ideal, pero es la naturaleza, la misma
que lo desvía de ese ideal
en su origen (15): la que a través de un instinto, la búsqueda del
interés económico
y el beneficio mutuo (sucedáneo del motivo
racional ético-moral kantiano) inexorablemente nos lleva hacia la
paz. Sólo
le queda al hombre práctico desnuda su razón de la
fuerza de voluntad necesaria para imponer ese ideal e imple­
mentar las instituciones que fundamenten el derecho de los
Estados
y que tengan el poder coactivo suficiente. La moral y los
imperativos categóricos
se disuelven en aprovechar el instinto
comerdal,
en implementar instituciones y procesos facilitadores
de este instinto, que es en la práctica, junto con el instinto de
lucha entre los hombres, el verdadero responsable del impulso
civilizador.
Examinamos a continuación cómo muchas de estas ideas se
plasman en los textos de referencia que sobre la globalización
hemos citado supra. Veremos, 'así mismo, que las principales
novedades que presenta la situación actual respecto a los tiem­
pos
en los que Kant escribe radican en el enorme impulso y
desarrollo de la técnica, la aceleración de los procesos en marcha
y la debilitación de la base moral de las relaciones entre las per­
sonas
y lo pueblos.
Comprender la globa/izad6n, por Guillermo de la Dehesa
Examinemos primero el libro de Guillermo de la Dehesa
Comprender la globalizadón. Evidentemente de la Dehesa no es
Kant (ni creo
que pretenda serlo), pero este texto tiene la virtud
de presentar bastante sistemática y sencillamente cuáles
son las
caracterlsticas principales del
proceso en marcha, cuales son las
principales Hneas de justificación teórica dentro
de la corriente
dominante de
la Teoría Económica y, además, señala algunos de
los debates principales.
El comentario de esta obra nos va a ser-
(15) Recuérdese que el estado natural es de lucha primero de los individuos
y después de los Estados.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
vir aquí para ver cómo se está desenvolviendo el espíritu comer­
cial y cómo, sobre
un juicio técnico fundado en la necesidad de
eliminar todas las trabas a ese instinto, resulta que hay que subor­
dinar a éste áreas cada vez más amplias de la actividad humana
y política general.
Para De la Dehesa
"la globalización es un proceso dinámico
de creciente libertad e integración mundial de los mercados de
trabajo, bienes, servicios, tecnologías y capitales" (16).
Es decir,
es un proceso fundamentalmente económico o, .mejor, movido
desde el plano estrictamente económico, pues reconocerá que
tiene, al menos, implicaciones politicas muy importantes.
La naturaleza, que se sirve del espíritu comercial encarnado
en el proceso de globalización, tiene ahora "como agentes funda­
mentales a las grandes empresas multinacionales, tanto financieras
como
no financieras(. .. ). Ahora bien, estas empresas son capaces
cte desarrollar la globalización porque una serie de descubrimien­
tos tecnológicos y decisiones políticas les están permitiendo hacer­
lo" (17). Y dentro de estos agentes y también gracias a la tecno­
logía, es la globalización financiera la que más ha descollado y
la que actualmente desempeña un papel más determinante en el
resto de esferas del proceso (18).
No así otros mercados, entre los
cuales el que va a la zaga es el mercado
de trabajo, "Uno de los
mayores problemas de la globalización es que mientras la integra­
ción de mercados de bienes, servicios y capitales progresa a fuer­
te ritmo, la de los mercados laborales
no lo hace" (19).
Tras estas observaciones preliminares, el autor hace un repa­
so de los principales debates teóricos y empíricos sobre una serie
(16) DE LA DEHESA, Guillermo, Comprender la globa/Jzaddn. Alianza Edito­
rial,
Madrid, 2000, pág. 17.
(17) DE LA DfilffiSA, Guillermo, op. dt, pág. 19.
(18) ºSin embargo, la globalización financiera progresa a una marcha muy
satisfactoria. Entre 1980 y 1996, mientras el PIB mundial ha crecido al 3,S por 100
de media anual, el intercambio de bonos y acciones ha crecido, en términos rea­
les, en torno al 25 por 100; el comercio de divisas lo ha hecho al 24 por 100, los
préstamos
internacionales,al 8 por 100, la inversión extranjera directa al 7 por 100,
el comercio al 6 por 100". DE LA DEHESA, Guillermo, op. dt., pág. 23.
(19) DE LA DEHE5A, Guillermo, op. cft., pág. 23.
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de temáticas muy especializadas como son la relación entre glo­
balización comercial y crecimiento; globalización financiera y cre­
cimiento; etc. Uno
de los resultados es digno de mención por sus
implicaciones prácticas. Basándose
en los recientes trabajos de
Krugman sobre comercio internacional y de acuerdo con los
modelos
de crecimiento endógeno de Romer y Lucas resulta que
"si la acumulación de capital tiene economías externas y rendi­
mientos crecientes, los
países con mayores dotaciones de capital
tendrán una ventaja comparativa
en sus sectores intensivos en
capital, que tienen una elevada productividad, con lo que la ren­
tabilidad del capital
en el pals con mayor abundancia de él será
más elevado que
en aquél con menor acumulación del mismo. Es
decir, los flujos de capital tenderán a ir en dirección inversa a la
señalada
en los modelos neoclásicos: irán desde los países más
pobres a los más ricos,
con lo que no se dará la supuesta con­
vergencia
de renta con una mayor libertad de movimiento de ca­
pitales, sino que ésta resultará
en una creciente divergencia" (20).
Es más, "la experiencia reciente nos enseña que la liberalización
y globalización
de los capitales no está exenta de problemas. Las
crisis financieras son más frecuentes, las fuertes entradas de capi­
tal generan a menudo burbujas financieras y las salidas rápidas
generan crisis y contagio. Además, hay muchos
países que que­
dan excluidos por no haber alcanzado el umbral de desarrollo
suficiente" (21). En
la próxima sección veremos que esta inesta­
bilidad es
una de las principales deficiencias del sistema que
denunciará Soros, que dirá ¡que es consustancial al capitalismo
global!
Como dijera
en su tiempo Kant, el espíritu comercial por si
sólo, esto es, sin la protección de un derecho de gentes para la
paz, no es garantfa suficiente para asegurar el progreso econó­
mico y humano desde
un punto de vista teórico, y para que lo
sea desde
un punto de vista práctico es necesario trabajar en
orden a ese fin. Esta es la opinión "técnica" de los economistas
de la corriente principal que estudian estos temas. ·David Green-
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(20) DE LA DEHESA, Guillermo, op. dt., pág. 41.
(21) DI! LA DEHESA, Guillermo, op. dt., pág. 45.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA IA "PAZ PERPETUA"?
way dice: "Un régimen de comercio altamente proteccionista y
distorsionado es una condición necesaria y suficiente para tener
un crecimiento económico lento. Un régimen de comercio libe­
ral y abierto es una condición necesaria, pero no suficiente, para
tener un crecimiento rápido. La liberalización del comercio en sí
misma
no llevará a una economía a un nuevo camino de creci­
miento. Puede ayudar muclúsimo,
pero debe ser compatible con
otras reformas de política económica y necesita ser sostenida y
sostenible". ( ... ) Por su parte,
Jeffrey Sachs señala: "El capitalis­
mo global es seguramente el arreglo institucional más promete­
dor para la prosperidad mundial
que haya visto la historia. Pero
el mundo va a necesitar sabiduña y fuerza para explotar sus
beneficios potenciales, y para ello debe liberar
un sistema abier­
to basado
en reglas estables sobre la base de principios que sean
mundialmente
aceptados', (22). Es más, "paradójicamente, la
integración creciente de los mercados, ha traído consigo la desin­
tegración del proceso productivo" (23).
El proceso de globalización traerá aparejado una serie de
problemas nuevos que requerirán, a juicio de los defensores del
proceso, soluciones globales,
que sólo serán eficaces si hay orga­
nismos supranacionales
con poder de coacción suficiente. Un
ejemplo de estos problemas es la creación de monopolios mun­
diales:
"¿Es posible que este crecimiento espectacular del tamaño
de las empresas afecte a la competencia y llegue a crear mono­
polios globales? Naturalmente, esto
no será posible ya que exis­
ten autoridades nacionales
en casi todos los países que velan por
que no se conculque la competencia. Ahora bien, en un mundo
globalizado1 no va a ser suficiente con las instib.lciones naciona­
les en defensa de la competencia" (24).
Pero sobre todo el debate politico se centrará
en la posición
en la que quedará el Estado tal y como hoy lo conocemos: "En
(22) GREENWAY, David, ~ooes trade liberalization promete econornic deve­
lopment?", Scottish ]ournai oí Po/Jtical Economy, vol. 45, nú.m. 5, 1998. SACHS,
Jeffrey, "The limits of convergence", The Economist, 14 de junio de 1997. Ambos
citados en DE LA DBHESA, Guillermo, op. cit., págs. 45-46. El subrayado es nuestro.
(23) DE LA DEHF.SA, Guillermo, op. cit, pág. 69.
(24) DE LA DEHF.SA, Guillermo, op. cit., pág. 103.
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un mundo cada vez más globalizado y más abierto es más fácil
que se
den situaciones de desintegración política" (25). Además,
la globalización "ha demolido
una de las bases del Estado-Nación
que era la idea del autoabastecimiento nacional.
(. .. ) Otro subs­
trato del Estado-Nación
que se ha erosionado notablemente es el
de la seguridad nacional. Muy pocos
países en el mundo pueden
defenderse, por sí 1nis1nos, de un ataque con misiles nucleares o
de una guerra quúnica o bacteriológica" (26). Como consecuen­
cia, el Estado va quedando
en una situación en la que "por un
lado se va cediendo soberanía a instituciones políticas suprana­
cionales de carácter regional, continental o mundial
y, por otro,
se va cediendo soberanía a los gobiernos regionales, provinciales
o locales" (27). Esto es, el Estado va a dejar de cumplir
uno de
sus fines principales
que le encomendaría la modernidad: ser
fuente del derecho.
Pero
un elemento realmente revolucionario es que "la globa­
lización económica
(. .. ) ha permitido la existencia de un nuevo
poder fiscalizador de los Estados que antes
no existía: el de los
mercados internacionales de capital.
(. .. ) Dichos mercados impo­
nen
una dura disciplina sobre los Estados y gobiernos, reaccio­
nando con gran rapidez ante cualquier decisión de politica eco­
nómica
que no sea creíble o que sea percibida claramente como
negativa para el futuro
de la economía del pais en cuestión. (. .. )
Los gobiernos tienen que pensar, cada vez que toman una deci­
sión de política económica,
no sólo en la reacción de la oposi­
ción y de la opinión pública, sino también de los inversores
nacionales e internacionales, de los analistas internacionales y de
las agencias de clasificación que observan y escrutan cada deci­
sión imp01tante que se toma" (28).
Es éste un punto clave del proceso en la actualidad, fuente
de los mayores desafíos teóricos y prácticos. Estos "agentes" del
proceso se
han constituido en términos fácticos en la nueva
674
(25) DE LA DEHESA, Guillermo, op. cit., pág. 109.
(26) DE LA DEHESA, Guillermo, op, cit., págs. 110-111.
(27) DE LA DEI-IESA, Guillermo, op. cit., pág. 112.
(28) DE LA DEHESA, Guillermo, op. cit., pág. 117.
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garantía del proceso hacia la paz perpetua. Han invertido el
papel subsidiario del Estado;
que ahora no es subsidiario de las
familias, personas, etc., esto es, de los cuerpos intermedios de la
sociedad, sino también y principalmente, se exige de él que sea
subsidiario del
proceso o, cuanto menos, facilitador del mismo.
Así se puede despachar tranquilamente un defensor del proceso:
"ante esta revolución globalizadora
en los mercados interna­
cionales, a los Estados
no les queda más remedio que redefinir
sus funciones, su papel y su tamaño.
(. .. ) La menor efectividad
de la política macroeconómica
(. .. ) en una economía globaliza­
da, hace que los gobiernos tengan que dedicar mayores esfuer­
zos a las políticas institucionales y microeconómicas. ( ... ) Una
buena educación, una formación de calidad, unas buenas infra­
estructuras, un sistema eficiente de salud, un sistema financiero
saneado, etc., son todos ellos elementos decisivos para salir favo­
recidos de la globalización económica" (29). A esto se ha
de
supeditar la política económica de los Estados, a implementar este
tipo de políticas que, fomentando el comercio y los flujos finan­
cieros internacionales, han de fijar
en términos de crecimiento y
de favorecimiento del proceso sus políticas. En el caso de ofre­
cer señales distintas de éstas, sus políticas no serán "creíbles"
para los nuevos fiscalizadores del orden internacional, y serán
penalizadas, con todo rigor, en el menor plazo de tiempo posi­
ble (caída de las cotizaciones
de sus activos, pérdida de inver­
siones directas, depreciación de su moneda, paro, etc.). En el
nuevo orden que se impone, en este momento del proceso, le
corresponde ahora a la inversión internacional el papel civiliza­
dor
de la humanidad (30). La inversión internacional, el capita­
lismo global, es la nueva encamación del
instinto comercial y
ahora,
por la vía de los "hechos", es claro que el derecho de gen­
tes
no puede fundamentarse, por la naturaleza de los problemas
(29) DE LA DEHESA, Guillermo, op. cit., págs. 119-120.
(30) La situación es tanto más extrema, en perspectiva kantiana, en cuanto
que la fuente del derecho e.s, en e.se sistema, el Estado. En el nuevo orden, en el
proceso, estos agentes
son cuasUuentes del derecho, y en cualquier caso lo son
explícitamente,
y en la medida en que se toman decisiones globales, determina­
dos organismos
supranaclonales.
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FELIX MUNOZ
globales, en los Estados. En este contexto, todo aquello que tenga
el menor tufo a
una política nadonal se considera un obstáculo
a los nuevos tiempos.
La crisis del capitalismo global.
La
sociedad abierta en peligro, por George Soros
Tras examinar algunos de los puntos centrales del proceso
desde
una perspectiva "fáctica" expuesta por un defensor del
proceso, es interesante detener en las reflexiones de un eximio
agente del mismo pero que, aparte de emplear argumentos téc­
nicos, indaga más finamente en los fundamentos últimos del ver­
dadero motor del proceso de globalización, que identifica
con el
capitalismo global. Este es el tema que George Soros trata en su
libro La crisis del capitalismo global (31). Para Soros la dinámica
interna de los mercados
en general, y de los mercados financie­
ros
en particular, no asegura este proceso de globalización, tan
conveniente para la paz
y prosperidad de los pueblos. Los peli­
gros están, a su juicio,
en la inestabilidad intrinseca de los mer­
cados financieros internacionales;
en la extensión de los princi­
pios del mercado a otras áreas
de la actividad humana, etc. La
estabilidad ha de venir de dos direcciones: desde fuera, a partir
de la regulación política (social) del proceso; desde dentro, desde
las dinámicas éticas
de los individuos.
Su libro parte de denunciar un estado de cosas para el que
buscará remedios que reconduzcan la situación hacia su ideal de
una sociedad abierta
en el sentido popperiano: "Este libro inten­
ta sentar las bases de
una sociedad abierta global. Vivimos en una
economía global, pero la organización política de nuestra socie­
dad es deplorablemente insuficiente. Nos vemos privados de la
capacidad de mantener
la paz y de contrarrestar los excesos de
los mercados financieros. Sin estos controles es probable que la
(31) SoRos, George, The CrisJs ofGJobal Capitallsm, 1998. Trad. española: La
r:risis del capitallsmo global. La sodedad abierta en peligro. Temas de Debate,
Madrid, 1999.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
economía global de desplome" (32). "La economía global se
caracteriza
no sólo por el libre comercio de bienes y servicios,
sino más
aún por la libre circulación de capitales. (. .. ) El capital
financiero goza de
una posición privilegiada; (. .. ) tiene más
movilidad que los otros factores de producción.
El capital fman­
ciero se desplaza
ali! donde obtiene mejores recompensas; como
es
el heraldo de la prosperidad, los paises compiten por atraer­
lo" (33).
"Sin embargo, el desarrollo de una economía global no ha
coincidido con el desarrollo de una sociedad global. La unidad
básica
de la vida política sigue siendo el Estado-Nación. El dere­
cho internacional
y las instituciones internacionales en la medida
que existen, carecen de la fuerza necesaria para impedir la gue­
rra o los abusos
en gran escala contra los derechos humanos en
algunos países. Las amenazas ecológicas no se afrontan de mane­
ra adecuada. Los mercados financieros globales están en gran
parte fuera del control de las autoridades nacionales o interna­
cionales" (34).
En consecuencia,
"la situación es poco sólida e insostenible.
Los mercados financieros son intrínsecamente inestables y exis­
ten necesidades sociales que no pueden satisfacerse dando carta
blanca a las fuerzas del mercado". Soros sostiene
que es el fun­
damentalismo del mercado el responsable de esta situación. Y
esto porque el sistema capitalista global es reahnente
una forma
distorsionada de la
sociedad abierta, y sus excesos podrian corre­
girse si se comprendieran mejor los principios de ésta (35).
"La
sociedad abierta -,-que se basa en el reconocimiento de que
nuestra comprensión es imperfecta y nuestras acciones tienen
consecuencias no buscadas (36)--está siempre en peligro, pero
la amenaza
en este momento de la historia proviene más de la
(32) SoRos, George, ap. cft, pág. 21.
(33)
SoRos, George, op. dt, pág. 21.
(34) Soaos, George, op. cit., págs. 21-22.
(35) SOROS, pág. 23.
(36) Examínese cuán lejos está este reconocimiento de los postulados bási­
cos de la competencia perfecta, posulamos estos que conforman un elemento
central del fundamentalismo del mercado.
677
Fundaci\363n Speiro

FELIXMUNOZ
inestabilidad [propia del capitalismo global] que del gobierno
totalitario, más de
una deficiencia de valores sociales comparti­
dos
que de una ideología represiva. El comunismo e incluso el
socialismo
han sido desacreditados mientras que la creencia en el
laJssez [aire capitalista ha elevado la deficiencia de valores de la
sociedad a la categoria de principio moral. ¿Cómo podria defen­
derse la sociedad abierta? Sólo
por parte de personas que apren­
dan (o recuerden) a sintinguir entre lo que está bien y lo que es
conveniencia y que hagan lo que está bien aún cuando no sea
conveniente" (37).
Vemos que la
critica de Soros al sistema capitalista global se
despliega
en torno a dos ideas centrale.s. La primera se refiere a
la inestabilidad inherente al sistema capitalista global.
"Los fun­
damentalistas del mercado tienen
una concepción radicalmente
viciada del funcionamiento de los mercados financieros. Creen
que los mercados tienden al equilibrio.
(. .. ) Pero los mercados
financieros intentan predecir
un futuro que está supeditado a las
decisiones que las personas toman
en el presente. En vez de limi­
tarse a reflejar pasivamente la realidad, los mercados financieros
crean activamente la realidad que, a su vez, reflejan. Hay
una
conexión bidireccional entre las decisiones actuales y los aconte­
cimientos futuros a
ia que llamo reflexividad" (38). A desarrollar
este concepto
-lo que él llama teoría de la reflexividad----y sus
aplicaciones morales, dedica Soros la primera parte
de su libro.
La segunda línea de argumentación de Soros es más compleja, y
se refiere
al sector no mercado de la sociedad. "Cuando hablo del
sector
no mercado, me refiero a los intereses colectivos de la
sociedad, los valores sociales
que no expresan a través de los
mercados" (39).
El argumento lo presentan en dos planos: una critica técnica
y una
critica moral al fundamentalismo del mercado: "La contra­
dicción entre los intereses personales y públicos ( ... ) siempre
han estado presente, naturalmente, pero se ha agravado sobre-
678 (37)
SORos, George1 op. cit., págs.
115-116.
(38) SOROS, pág. 25.
(39) SoRos, pág. 27.
Fundaci\363n Speiro

¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
manera debido a las actitudes dominantes que anteponen el éxito
medido
en dinero a valores intrinsecos como la honestidad. ( ... )
La promoción del interés personal a la categoña de principio
moral
ha corrompido la política y el fracaso de la política se ha
convertido en el argumento más poderoso en favor de conceder
a los mercados más carta blanca
si cabe" (40).
Soros concluye que
"el fundamentalismo del mercado es en
sí mismo ingenuo e ilógico. Aun cuando dejásemos a un lado las
cuestiones morales y éticas más grandes y nos concentrásemos
exclusivamente
en la escena económica, la ideología del funda­
mentalismo del mercado tiene deficiencias profundas e irrepara­
bles. En términos sencillos, si a las fuerzas del mercado, se les
concede una autoridad completa incluso
en los campos pura­
mente económicos y financieros, producen caos y podrían
desembocar en última instancia en el desmoronamiento del sis­
tema capitalista global" (41).
Los enunciados reflexivos son indispensables en el hombre.
"No podemos vivir sin enunciados reflexivos porque no podemos
evitar las decisiones
que tengan que ver con nuestro destino; y
no podemos alcanzar decisiones sin !:Jasamos en ideas y teoñas
que puedan afectar al objeto al que se refieren" (42). Y esto es
así incluso en las ciencias naturales (43).
( 40) SoROS, pág. 28.
(41) SoROS, págs. 28-29.
(42) SoRos, George, op. Cit, págs.' 44-45.
(43) "Incluso las ciencias naturales se hicieron menas deterministas. Se topa­
ron con fronteras más alhi de las cuales no podían separarse de su objeto. Los cien­
tíficos lograron penetrar en la barrera, primero con la teoría de la relatividad de
Einstein, despué.s con el principio de incertidumbre de Heisenberg. En fechas más
recientes, investigadores pertrechados con la teoría de los sistemas evolutivos, tam­
bién conocida como teoría del caos, comenzaron a analizar fenómenos complejos
cuyo curso no puede ser determinado por leyes válidas atemporales. Los aconte­
cimientos siguen una trayectoria irreversible en la que aun las menores variacio­
nes se amplifican con el paso del tiempo. La teoría del caos ha podido proyectar
luz
dobre muchos fenómenos, como el tiempo atmosférico, que hasta ahora
habían sido impermeables para
el tratamiento científico, y ha hecho más acepta­
ble la idea
de un universo indeterminado, en la que los acontecimientos siguen
una trayectoria única e irreversible. (., .) La reflexividad conecta el pensamiento
con la realidad; pertenece a los dos campos". SOROS, George, op. clt, pág. 44.
679
Fundaci\363n Speiro

FELIX MUl'IOZ
"No estoy diciendo que una tercera categoria de verdad sea
indispensable para abordar los fenómenos reflexivos.
Lo funda­
mental es que en situaciones reflexivas los hechos no ofrecen
necesariamente un criterio independiente de verdad. Hemos lle­
gado a considerar la correspondencia como el sello distintivo de
la verdad. Pero la correspondencia puede producirse de dos
maneras: haciendo enunciados verdaderos o causando una reper­
cusión sobre los propios hechos. La correspondencia no es
garante de la verdad. Esta salvedad se aplica a la mayoría de los
pronunciamientos políticos y las predicciones económicas" (44).
"Cómo debe organizarse la sociedad; cómo debe vivir la
gente su vida: estas cuestiones
no deberian responderse sobre la
base de los valores del mercado.
(. .. ) Sin embargo, esto sucede
actualmente.
El alcance y la influencia de la teoria económica se
ha extendido más allá de los confines que los postulados de un
sistema axiomático deben imponer. Los fundamentalistas del
mercado han transformado una teoria axiomática y neutra.
en
relación con los valores en una ideología, lo que ha influido de
manera poderosa y peligrosa
en el comportamiento político y
económico" ( 45).
"La gestión del dinero requiere una dedicación inquebranta­
ble a
la causa de ganar dinero, y todas las demás consideracio­
nes deben subordinarse a ella"
(46). ( ... ) "Los valores econó­
micos por ·si mismos1 no pueden ser suficientes para sostener a
la sociedad" ( 47).
"El umbral del desequilibrio dinámico se cruza cuando una
tendencia dominante
en el mundo real comienza a depender de
un sesgo dominante en las mentes de los actores, y viceversa. La
tendencia y el sesgo se desarrollan entonces más allá de lo que
habria sido posible
en ausencia de una doble relación de retro­
alimentación y reflexiva" (48).
680
(44) SoROS, George, op. dt., pág. 45.
(45) SoROS, George, op. cit., pág. 76.
(46) SoRos, George, op. cit., pág. 77.
(47) SoRos, George, op. cit., pág. 78.
(48)
SoRos, George, op. cit., pág. 90.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
"La interacción entre lo material y lo ideal es interesante exac­
tamente porque estbs dos conceptos no se corresponden ni se
determinan el uno al otro. La falta de correspondencia hace que
el sesgo de los actores sea
una fuerza causal en la historia. Las
equivocaciones, las interpretaciones incorrectas y los errores de
los actores desempeñan el mismo papel en los acontecimientos
históricos que las mutaciones genéticas en los acontecimientos
biológicos: hacen historia" (49).
"En el nivel práctico, nuestra sociedad contemporánea pare­
ce sufrir una deficiencia aguda de valores sociales. Naturalmente
la gente
se ha quejado del descenso de la moralidad a lo largo
de
la historia, peor hay un factor en juego que hace que el pre­
sente sea distinto de épocas anteriores. No es otro que la difu­
sión de los valores del mercado. Los valores del mercado han
penetrado en áreas de la sociedad que antes estaban regidas
por consideraciones ajenas al mercado. (. .. ) Por otra parte se ha
producido una transformación sutil y gradual, pero no obstante
profunda,
en la manera en la que actúa el mismo mecanismo del
mercado. En primer lugar, las relaciones duraderas
han sido sus­
tituidas por transacciones individuales(. .. ). En segundo lugar, las
economías .nacionales han. sido sustituidas
por una economía
internacional,
pero la comunidad internacional, en la medida een
que exista, comparte pocos valores sociales" (50).
"Los valores son reflexivos. Están influidos por las condicio­
nes sociales y, a su vez, desempeñan un papel en hacer que las
condiciones sociales sean las
que son. La gente puede creer que
Dios entregó los diez mandamientos y la sociedad será más justa
y estable si así lo cree. A la inversa, la ausencia de limitaciones
morales puede generar inestabilidad" (51).
"Si la gente abandona su creencia en los principios funda­
mentales e intenta ser guiada exclusivamente
por los resultados
de sus acciones la sociedad
se hace inestable" (52). "La estabili-
(49) SOROS, George, op. cit., pág. 94.
(50) SOROS, George, op. cit.t págs, 106-107.
(51) SOROS, George, op. cit., pág. '108.
(52) SOROS, George, op. di, pág. 111.
681
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FELIXMUNOZ
dad no se puede mantener a menos que la gente se adhiera a
algunos principios fundamentales independientes
de las conse­
cuencias. Cuando el éxito es el único criterio para juzgar las
acciones, nada impide que la interacción reflexiva vaya demasia­
do lejos y llegue hasta el territorio lejos del equilibrio" (53).
"En una sociedad transaccional perfectamente cambiable, el
individuo es primordial. Desde el punto
de vista del individuo,
no es necesario ser moralmente recto para tener éxito; de hecho
puede ser un estorbo. Cuantas más personas adopten el éxito
como criterio para juzgar a otras, menos necesario será que sean
rectas. Para obrar de acuerdo con un código moral, es necesario
anteponer el interés común al interés personal individual. En
una
sociedad en la que prevalezcan las relaciones estables, este pro­
blema es mucho menor
porque es difícil tener éxito si se trans­
greden las normas sociales dominantes. Pero cuando existe la
posibilidad de moverse libremente, las normas sociales pierden
poder vinculante, y cuando
la conveniencia se consolida como
norma social, la sociedad
se vuelve inestable" (54).
Soros se encuentra
con que el reto fundamental que, por la
vía
de los hechos, ha planteado el proceso de globalización es la
carencia de principios morales universales que lo guíen. Se da
cuenta de que este es, al igual
que le sucediera a Kant, el pro­
blema de fondo cuando
la autoridad no trasciende la persona
humana,
y cuando, en definitiva, ha de ser la mera razón huma­
na la única guía de la moral. Eso sí, como buen hijo del pensa­
miento débil, Soros
no cree, a diferencia de los ilustrados, en la
capacidad de la mera razón, sino que estima que sólo podemos
utilizar ésta siendo conscientes de su debilidad:
en esto consiste
su "descubrimiento" del principio de reflexividad.
Pero aunque niegue a Kant,
en rigor es un kantiano desen­
gañado de la astucia
de la naturaleza. En su argumento el funda­
mento de
la moral ha de descansar, necesariamente, en las cate­
goñas de la razón, siendo una de estas categoñas, la esencial en
su argumento, la reflexividad. Acompañemos a Soros hasta el
682
(53) SoRos, George, op. dt, pág. 112.
(54) SoRos, George, op. clt, pág. 114.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACL4 LA "PAZ PERPETUA"?
final de su argumentación: "El mayor desafío de nuestra época es
el establecimiento de un conjunto de valores fundamentales que
pueda aplicarse a una sociedad en gran medida transaccional y
global.
Los principios fundamentales han tenido su origen tradi­
cionalmente
en una autoridad externa como la religión y la cien­
cia. Pero
en el momento actual de la historia, ninguna autoridad
externa sigue siendo indiscutible.
La única fuente posible es
interna. Un cimiento firme sobre el cual podemos construir nues­
tros principios es
el reconocimiento de nuestra fiabilidad" (55).
A causa de la reflexividad,
"a menos que la gente crea en la
sociedad abierta como forma deseable de organización social y
esté dispuesta a limitar sus intereses personales para sostenerla,
la sociedad abierta
no sobrevivirá ( ... ). La sociedad abierta ( ... )
tiene que actuar como ideal. Una sociedad transaccional padece
una deficiencia de valores sociales. En cuanto a ideal, la sociedad
abierta subsanaría esa deficiencia. Pero
no podria subsanar todas
las deficiencias; si así lo hiciera, contradiría o
negarla el principio
de fiabilidad
en el que se basa. Así, pues, la sociedad abierta
debe ser
una clase especial de ideal, un ideal conscientemente
imperfecto.
(. .. ) La falibilidad supone que la perfección es inal­
canzable y que debemos conformarnos
con ( ... ) una sociedad
imperfecta
que siempre es susceptible de mejora" (56).
"El mismo tipo de malestar parece afectar a la sociedad en
general. Los filósofos de la Ilustración, Kant a la cabeza, intenta­
ron establecer principios de moralidad dotados de validez uni­
versal y basados en los atributos universales de la razón. La tarea
que el propio Kant se fijó fue demostrar que la razón ofrece una
base mejor para la moralidad que la autoridad externa tradicio­
nal. Pero
en nuestra sociedad moderna transaccional, se ha pues­
to
en entredicho la razón para tener cualquier clase de moralidad.
La necesidad de algún tipo de orintación moral sobrevive; de
hecho se percibe quizá con mayor intensidad que en el pasado
porque
no se satisface. Pero los principios y preceptos que po­
drían ofrecer esa orientación están en duda. ¿Por qué molestarse
(55) SoRos, George, op. Cit., pág. 117.
(56) Soaos, George, op. cit., pág. 118.
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FELIX MUNOZ
por la verdad cuando una proposición no necesita ser verdadera
para ser eficaz? ¿Por
qué ser honesto cuando es el éxito, no la
honestidad o la virtud, lo
que merece el respeto de la gente?
Aunque los valores sociales y los preceptos morales están
en tela
de juicio,
no cabe duda alguna acerca del valor del dinero. Es asi
como el dinero ha llegado a usurpar el papel de los valores
intrínsecos. Las ideas de la Ilustración impregnan nuestra visión
del mundo y sus nobles aspiraciones continúan configurando
expectativas, pero el estado
de ánimo donúnante es el desen­
canto.
(. .. ) Ha llegado el momento de someter a la razón, tal
como fue construida por
la Ilustración, al núsmo tipo de examen
critico que la Ilustración aplicó a las autoridades externas donú­
nantes, tanto divinas como temporales" (57).
Por último,
"Kant derivó sus imperativos categóricos de la
existencia de
un agente moral que se guia por los dictados de la
razón excluyendo el interés personal y el deseo. Este agente goza
de libertad transcendental y
de autonomía de la voluntad, a dife­
rencia de la ·heteronomia• del agente cuya voluntad está someti­
da a causas externas. Este agente
puede reconocer imperativos
morales no condicionales, que
son objetivos en el sentido de que
se aplican universalmente a todos los seres racionales. La regla
de oro
que dice que debemos actuar como nos gustaría que los
demás actuaran es
uno de tales imperativos categóricos. La auto­
ridad incondicional de los imperativos se deriva de la idea de que
las personas
son seres racionales. (. .. ) El problema es que el
agente racional descrito
por Kant no existe. Es una ilusión crea­
da
por el proceso de a!Sstracción" (58).
Sin embargo, la consecuencia práctica del juicio de Soros es,
en el orden politico, similar a la de Kant: "Un estado global lle­
varía demasiado lejos la idea de una sociedad global.
Lo único
que la idea universal podría hacer es servir de base para las
reglas e instituciones
que son necesarias para la coexistencia de
(57) SoRos,_ George, op. cit, pág. 122. Un juicio terrible para un nieto de la
Ilustración.
(58) SoROS, George, op. cit, pág. 123.
684
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
la multiplicidad de comunidades que componen una sociedad
global" (59).
La única guia práctica para fundamentar éticamente la socie­
dad global es reconocer la debilidad de nuestra razón. Pero este
reconocimiento no es por si mismo suficiente. Es imprescindible
que vaya acompañado de un vfuculo positivo para cooperar. No
es dificil encontrar objetivos compartidos (como el deseo de paz),
pero lo verdaderamente delicado es encontrar los intereses comu­
nes. No está
en absoluto claro que sea un subproducto de los inte­
reses particulares, como afirmaba Hayek.
El juicio es lúgubre para
venir de
un agente del proceso: "En ausencia de un criterio inde­
pendiente, es imposible saber cuáles
son los intereses comunes.
De esto debe seguirse que el interés común debe seguirse con
gran cautela, mediante
un proceso de ensayo y error. Afirmar el
conocimiento del interés común es tan erróneo como negar su
existencia. (. .. ) La democracia participativa y la econonúa de mer­
cado
son ingredientes esenciales de una sociedad abierta, como
también lo es
un mecanismo para regular los mercados, en parti­
cular los mercados financieros, asi como algunos acuerdos para
conservar la paz y la ley y el orden a escala global.
La forma exac­
ta
de estos acuerdos no puede derivarse de primeros principios.
(. .. ) Nadie tiene el monopolio de la verdad" (60). La ética de la
Ilustración
ha devenido, en su forrnuláción débil, en la ideología
y guía de los procesos políticos: "La sociedad abierta puede ser
pluralista
por concepción, pero no puede ir tan lejos de la bús­
queda del pluralismo
que no distinga entre el bien y el mal" (61).
Conclusiones
l. El problema de fondo siempre . es el mismo: es la visión del
hombre y de la sociedad. Falibilidad, reflexividad, etc.,
son
elementos de una antropologia racionalista debilitada por el
(59) Soaos, George, op. dt, pág. 126.
(60) SoRos, George. op. dt, págs. 126-127. La cursiva es nuestra.
(61) Soaos, George, op. di., pág. 128.
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FELIXMUÑOZ
fracaso de la razón como único fundamento de la moral, el
derecho
y la política. La antropología del proceso es hija de la
postmodernidad y nieta de la Ilustración.
Si bien hay un ele­
mento, como
no podña ser de otro modo, absolutamente
novedoso:
el principal de ellos es la velocidad y extensión de
los cambios que se ven facilitados por los logros akanzados
por la moderna técnica. Y si estos cambios no se han desa­
rrollado plenamente
es por la permanencia de sentimientos
en el hombre que son reminiscencias de ideas periclitadas.
Una de estas ideas
(y por tanto uno de estos obstáculos) es,
en el plano político el Estado-Nación, que ha dejado de cum­
plir la misión
que le encomendara la modernidad: ser funda­
mento del derecho y
de la moral.
2. Esta fractura en la fundamentación de la moral práctica, así
como la manifiesta incapacidad mostrada (como
no podía ser
de otro modo)
por los principios del mercado para asumirla,
constituye la nueva gran oportunidad de
la izquierda. La glo­
balización
y los efectos no deseados de los mercados de capi­
tales
y del fundamentalismo del mercado están suponiendo
un balón de oxígeno para una izquierda que se había queda­
do sin discurso propio tras el fracaso
de su gran experimento
real. Esta oportunidad se explotará de dos formas:
una mode­
rada, que se corresponde con las
terceras vía~ y otras más
radicales
y violentas (véanse los acontecimientos de la cum­
bre de Salt Lake City
y Praga). Pero en cualquier caso la acti­
tud dominante
ha de ser revolucionaria (62).
3. Las soluciones planteadas se basan en el fondo en sucedá­
neos de ideas centrales de la doctrina cristiana.
Es fácil ver
(62) "Los nuestros son tiempos para anclarse en lo esencial y estar ·muy
abiertos en la búsqueda de mediaciones de todo tipo para alcanzar los fines de
la izquierda, los cuales han de ser redefinidos en cada coyuntura histórica. (. .. )
Lo decisivo no es, pues, si tiene futuro el socialismo, si será éste marxista, post­
marxista o antimarxista. Tampoco lo esencial es la supervivencia de la izquierda
como tal, y ni siquiera el carácter anticapitalista o no de ésta. Lo importante no
es el •nombre-sino la •CúSaa". DlAz-SALAZAR, Rafael, La izquierda y el cristianismo,
Taurus, Madrid, 1998, pág. 19.
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¿ES EL CAPITALISMO GLOBAL EL CAMINO HACIA LA "PAZ PERPETUA"?
detrás de esa filantropía la caridad; detrás del interés común
o sócial, el bien común, etc. Pero no nos engañemos. Entre
esos sucedáneos y los originales hay una diferencia esencial,
¡y no de grado! Y hay que buscar esa diferencia esencial en la
fundamentación trascendental de la doctrina cristiana.
El no
aceptarla tal cual se nos ha revelado y enseñado, su rechazo
como
tal, el rechazo de Jesucristo mismo, está en la base de
los problemas objetivos y de las dificultades que plantean los
análisis superficiales de estos complejos procesos
por muy
racionalistas que sean estos análisis.
4. El reto es claro, de nuevo, como hicieran San Agustín y Santo
Tomás también
en una época de profundos cambios, y como
hoy nos exhorta
S.S. Juan Pablo II especialmente a los inte­
lectuales, debemos poner todas nuestras fuerzas
al servicio de
la Fe para labrar seguras vías en medio de los profundos cam­
bios y retos que plantean los nuevos tiempos (63). Estas vías
tienen a su disposición los seguros fundamentos de la antro­
pología cristiana.
(63) Este es el sentido fundamental de la carta encfclica de S.S. Juan Pablo II
Fides et ratio.
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