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Número 433-434

Serie XLIII

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Aportación decisiva del cristianismo a la cultura occidental

APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO
A LA CULTURA OCCIDENTAL
POR
ALFONSO LóPEZ QUINTÁS ¡ry
SUMARIO: VrvIR HISTÓRICAMENTE ES VIVIR CREATIVAMENTE VINCULADO AL PASAD0.-
1.ª FUENTE: La conflguradón de la vida sodal.-,------2.ª _FllEI'{TE: La vinculación ~1
Absoluto, a la Trascendencia.---,-----3.ª FUENTE: La tensión hac;Ja la Trascenden­
da en la arquitectura, el arte, Já música y la literatura; Arquitectúra.-
4.ª FUENTE: El cultiv'o de la vida universitaria y del pensamiento.-5.ª ·FUENTE:
Colaboración constructiva en la política expansiva de Europa. l. La labor cul­
tural de los misioneros; 11. La creatividad presuntamente genócida de la
Inquisición española.-6.ª FUENTE: La reJvíndicac!ón y defensa de los dere­
. chas humá.nos._:_7:ª FuENI'E: La-apertura de Un campo de libertad investtga-
dora.--NECEsIDAD DE ASUMIR EL PASADO CRISTIANO.
En una tertulia radiofónica reciente,_ un escritor afirmó, con la
contundencia del que cree decir algo obvio, que tiene más inte­
rés discutir,
en los foros de la Unión Europea, cuestiones econó­
micas perentorias que "ciertas ctiestiones teóricas que a nadie
interesan, por ejemplo la necesidad de' aludir a las raíces_ cristia­
nas de Europa en la futura Constitución. de la Unión Europea". Si
se analiza este tema con_ cuidado y ser(;!nidad -lejos ~l ambien­
te
pasional sut,citado pór cie·rtas disputas-, se .des.cubre que· no
es una cuestión meramente ·teórica, sino _en'iineritemente _práctica,
C-) . Publicamos estas páginas del ilustre catedrátic;,'.O de Estética y nuffierario
de la Reál Academia de Ciencias Morales y Políticas, padre López·Quintás, al que
a·gradecemos el honor que nos ~a 1?,echo confiándolas. El lector atento de· Verbo
podrá advertir, po obstante, aquí y allá un giro terminológico o un desarrollo con.:.
ceptual que ria son los de esta revista: (N. ·de la R.).
Verbo, nóm. 433-434 (2005), 217-243.
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ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
ya que tiene una incidencia decisiva en nuestra cultura, la euro-
pea y la de todo Occidente. . . . . . . .
Uria
de las formas de manipulación más temibles, por des­
tructivas, es la
que tiende a desgajar a· una persona o· a un pue­
blo de sus raíces.
Si una persona llega a avergonzarse de sus
mayores o de
su patria o de sus creencias, se despoja de su pasa­
do y queda espiritualmente en vacío. Con ello, se quiebran las
bases
. de su cultura, de la trama de relaciones entrañables con el
entorno que
ha ido tejiendo a lo largo de su vida. Un ser tan des­
valido
no puede formarse debidamente, porque toda formaci6n
auténtica
debe partir del enraizamiento en las bases históricas
que nutren su vida presente.
VMR IDSTÓRICAMENTE ES VIViR CREATIVAMENTE
VINCULADO AL·PASADO
Es ineludible tratar con hondura esta cuestión, pues sólo enton­
ces veremos que reconocer
en el Preámbulo del Tratado por el que
se establece una coJJStitudón para Europa el papel decisivo jugado
por el Cristianismo en la configuración del espfritu y las institucio­
nes de Europa
y de todo Occidente tiene un. alcance muy superior
al mero. reconocimiento de hechos sólo vigentes en otro tiempo.
Sab.emos por la actual Filosofía de la Historia que pertenece a nues­
tra condición de seres humanos
vivir históricamente, y esto no se
reduce a llevar una existencia decurrente, circunstancia que tam­
bién afecta a los animales.·. Vtl!ir históricamente significa que los
hombres de
ca.da generación asumen las posibilidades. creativas
que les han tras~tido las generaciones ariteriores, · crean nuevas
posibilidades y se .las transmiten a las generaciones más jóvenes.
Transmitir se dice . en latín tradere, de .donde procede tradidón.
Para abrirno.s al futuro, debemos estar fecundamente vinculados al
pasado histórico, visto rigurosamente, no como lo ya sido, sino
como aquello que sigue ofredéndonos posibilidades para vivir cre­
ativamente.
Los hispanos, por ejemplo, no podemos hablar sin conectados vivamente a los griegos, latinos y árabes, que nos trans­
miten su
sabiduría a través de sus lenguas. Dkes "entusiasmo", y
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estás participando de la teoría griega del ascenso a Jo divino, que
para los griegos significaba Jo perfecto. Un cúmulo de sabiduría nos
viene
dado en esa palabra, cons1derada en todo su alcance. Aceptar
activamente el pasado histórico
no es fruto de una nostalgia román­
tica, de
un afán de conservar el legado de nuestros mayores.: Es una
medida indispensable para ser creativos en el presente.
En
el Preámbulo de toda Ley de leyes debe figurar el espíritu
con que se desea configurar la vida del pueblo, vida que ensam­
bia dinámicamente dos vertientes: la llamada privada
.y .la llama­
da pública,
que mejor deberían denominarse, respectivamente,
personaly comunitaria. Toda vida personal se desarrolla y crece
creando vida comunitaria. No
hay hiato ent,:e ambos aspectos. Se
ve claram<=nte cuando se ahonda en el sentido de la vi.da perso­
nal. Tachar
de "puramente retórico" un Preámbulo que reconoz0
ca las fuentes cristianas de la vida europea es una superficialidad
harto peligrosa,
que no debemos permitirnos.
Para aclarar si
el Cristianismo ha jugado un. papel decisivo y
deberá seguirlo jugando
en la configuración de Europa, debemos
analizar a fon,do las raíces de la cultura europea. No debemos que­
darnos
en las meras anécdotas. Las hay muy significativas. Por
ejemplo, el hecho de que los revolucionarios franceses de 1789 se
hayan basado en la regla de lo$ frailes dominicos para redactar una
constitución _respetuósa con los cI.eiechos .. humanos: Cierta.mente,
dicha regla era perfectamente "democrática" avaIJt la lettre, y podía
muy bien servir de modelo. Pero este pormenor histórico, por
sugeStivo qué sea, no puede considerarse .como decisivó en la mar­
cha de la cultura. Lo verdaderamente decisivo son las rafees cultu­
rales, o mejor, tal vez: las fuentes de la cultura, las convicciOnes
radicales que marcan la vía a seguir, fecundan las más
·relevantes
realizaciones sociales de todo orden, dan sentido a la historia de los
pueblos.
El Cristianismo no sólo es raíz de nuestra cultura· -en el
sentido.
de que es su origen en buena me\lida-'-, sino fuente de
toda vida cultural. auténtica que queramos llevar en el futuro.
Si qrieremos estar-a la al~a que exige este tenia, ho-_pode­
mos permitirnos -.la rilenor -superficialidad, pues . ele ella arrancan
mil malentendidos y prejuicios que perturban el razonamiento.
Veamos, sucintamente, algunas de tales raíces. o fuentes:
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ALFONSO LÓPEZ Qlf/NTÁS
l.ª FUENI'E:
_La conñguraci6n de la vida so_cial
El Cristianismo nace en Israel, dentro_ de un pueblo de men­
talidad oriental, troquelada
en buena medida por la Religión de
la Alianza. Pero crece
en Roma, debido a la orientación que dio
San Pablo a su labor apostólica.
Allí reciben los cristianos la mejor
herencia griega y
latina. Esa herencia es asumida y asimilada
sobre todo
en los monasterios, que desempeñaron el papel de
refugio 'de la cultura durante los .siglos "bárbaros"-. Es ünpresio­
nante pensar que durante los siglos I al IX después de Cristo se
elaboró esa
maravilla de paz, equilibrio y altísima expresividad
que es el canto gregoriano, del que surgió la música occidental,
la sacra y la profana. Que en el desconcierto cultural provocado
.
por la caida del Imperio romano se haya logrado una cumbre
estética y religiosa fue debido a la capacidad de los monjes de
asumir lci mejor de_ la técnica 1nusical griega -su teoría ·cte los
ocho modos-y de la cultura religiosa y musical de la sinagoga
hebrea, e integrar ambos legados
en la corriente de vida espiri­
tual comunitaria suscita.da
por . el Cristianismo. ·
Pero
no _sólo realizaron los monjes esa labor estética y reli­
giosa; contribuyeron decididamente a la recta ordenación de
la
vida
social europea. San Benito de Nursia (480-547) fue declara-.
do "Padre de
Europa" por Pio XII por haber creado comunidades
consagradas a la oración y
el trabajo -según el lema ora et Jabo­
ra---c-, dignificando con ello dos grandes vertientes de la vida
human~.
En un. momento de grave desconcierto y desorden
social, las comunidades monacales de San Benito atrajeron hacia
la
civilización cristiana a multitud .de paises; desde el litoral medi­
terráneo hasta
el norte europeo, desde España hasta Siria y
Turquia.
Su gran obra fue unificar a los pueblos mediante la crea­
ción de
un gran espacio cultural, integrado por la fe cristiana, el
canto religioso, la lengua
latina. y el mejor pensamiento griego
y romano.
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La cu)tura -,-entendida en sentido amplio y profundo-fue
fomentada con el fui de propagar el Evangelio, que es, de por sf,
fuente de unidad profunda Y amplitud de esp!ritu. Los monaste­
rios enseñaron a los pueblos el
arte de la agricultura y fertiliza­
ron Comarcas enteras; organizaron la enseñanza de las· artes· libe­
rales; transmitieron las letras antiguas, mediante un organizado
sistema. de copias·.
El selecto espfritu de los moµjes supo conver­
tir lo que fue
un trabajo de· esclavos para los romanos en una
labor ascética· de gran elevación espiritual, que todavía. hoy nos
asombra.
Con todo ello, no sólo realizaron un trabajo cultural admira­
ble; enseñaron a las· gentes a configurar la vida conforme a
Crite­
rios de buen orden y eficacia, capaces de estructurar sólidamen­
te
la. vida social. Sabemos que desde el abad. Pacomio -primer
legislador del monacato cenobitico-se obligaba a los monjes a
aprender
_a leer, para que p11dieran memorizar-la Biblia. En S\l
Regla, San Benito est:,blecía. para los monjes un tiempo de lectio
o lectura a la.par q11e otro de trabajo 1nan11al; A partir del siglo.v,
los monasterios benedictinos debían autoabastecerse
en todos los
aspectos, también
en el culturál. .De ahí su empeño en nutrir
abundantemente sus bibliotecas.
En la época carolingia, San Benito de Aniano
(750-821) refor­
mó el sistema
de .vida benedictino y consiguió que toda Europa
se impregnara del
espfritu cultüral, laboral y religioso de San
Benito, plasmado
en ese prodigio de discredón, sabiduría huma-
na y
elevación espiritual que es su Regla. .. .
Con toda razón, Paulo VI nombró a S. Benito. "Patrono de
Europa",
al consagrar el nuevo templo de Mon¡ecasino, destrui-
do
en la Segunda Guerra Mundial. ·
El Conde de. Montalembert exagera, sin duda, al ·elogiar sin
medida
..,-en su. conocida obra Les moines. d'Qccident (Los mon­
jes.
de occidente)-la _labor cultural lleva a cabo por los bene­
dictinos .. Su talante· romántico nos· resulta hoy un· tanto exces"ivo;
pero es un hecho que su lectura ayudó notablemente a la res­
taurá.Ción_ del_ órdo ·monastícus traS el . Vendabal revolucionario
francés. Al buscar a Dios, bajo la guia dd código benedictino, los
llamádos "monjes negros"
reálizaron una espléndida labor cultu-
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ALFONSO l.ÓPEZ QU/NTÁS ·
ral y social .. su influencia en Europa va más allá de la organiza­
ción del espacio
agñcola, la copia de códices y la construcción ·
de iglesias. Se. extiende a la configuración de las mentes y a la
ordenación recta
y fecunda de la vida soeial. Recuérdese, entre
otros mil -p_ornienor.es, cómo. desde· ios monasterioS se intentaba
"sacralizar" todo el paisaje mediante la colocación de imágenes
en los cruces de caminos.
2. ª Fl.TENtE.:
La vinculación al Absoluto, a la. Trascendencia
· Desde que San Pablo dio el salto ele Asia a Europa, en sü pri­
mer viaje a Grecia, la
fe cristiana abrió a los europeos horizontes
nuevos que decidieron
su orientación cultural y espiritual. Por
ejemplo, les inspiró
un concepto claro, preciso y vivo, de la tras­
cendenda,
o, m~s exactamente, del Ser Supremo que trasciende
todo' lo creado y no presenta un carácter abstracto y difuso sino
concreto, -incluso persbriaL ·
Este concepto de trascendencia dio lugar a un huevo canon
en estética y en ética, y determinó el sentido. profundo de la
vida religiosa.
La idea de trascendencia, unida a la de infinitud,
enriqueció la experiencia estética
con el concepto de lo subli­
me,
ajeno al mundo griego, atenido al canon de la proporción
y la medida o mesura. El criterio de bondad. ética ya no viene
dado por el justo medio --como en Grecia-sino por la per­
fección absoluta del Ser Infinito, considerada
por el Señor como
la medida
de nuestra conducta: "¡Sed perfectos -nos dijo­
como. vuestro Padre celestial es perfecto!~ De una forma o de
otra, este nuevo horizonte abierto al .hombre determinó la mar'
cha de . todas las vertientes culturales, entendien\lo la cultura
. como el fruto de la relación creativa del ser humano con la rea­
lidad circundante.
El Cristianisn:10 asumió la herencia platónica, que tiende a
buscar la raíz y la fuente de lo que constituye el sentido de nues­
tra. vida.: las "ideas", vistas con toda radicalidad. Acertadamente
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indica el filósofo alemán Peter Wust que .la vuelta a Platón es
siempre
.upa garantía de auténtico progreso intelectual. Esa teo­
ña de las "ideas" alcanza una definitiva solidez . al vincularse a la
idea. cristiana delSer Absoluto, Creador de toda la realidad. Esa
vinculación fue realizada brillantemente por Agustín de Hipona y
Tomás
d_e Aquino.
Frente .a los pensadores que intentaron amenguar la tensión
hacia el Absoluto
(S. Freucl, K. Marx, F .. Nietzsche, Cl. Levy­
Strauss ... ), George Steiner escribe sus libros Nostalgia del abso­
luto (1) y Presencias Reales (2) para mostrar que, si anulamos ese ·
tirón hacía lo. alto, lo
más logrado de la cultura europea corre
peligro
de disolverse.
"En términos de prestigio social -escribe-,. las ciencias y
las técnicas tienen un espléndido futuro. Pero Esquilo, Bach,
Proust, Danteplanteah .hoy como hace mil años un diálogo y
un enfrentamiento con 18. trasc_endencia. Los gedlogós habl8.n
de senaleS preil)onitorias qu,e !Jnuncian grandes térreinotos y
c damos 'éscuchar las señales ·de los nuevos lenguajes por venir. 'J]n
cualquier caso, .¿podrá el ateísmo suscitar un arte, una filoso-­
fía, .una literatura, una músic,a, un arte. dé envergadura? No
sabemos
qué ptidiera s_er la Contrapartida atea de la Comedia de
Dante .ni de la música de Bach. No podemos desembarazarnos
impunemente
dé la hipótesis de Dios. E/gran arte plantea y se
inteiroga poi·la~ gr_andes cuestiones que la·citinciá 'ha deCTeta­
do ilícitas y sin respuestai -Me cuesta tr_~bajo creer i_¡ue ha ter­
minado la -historia que comenzó i:oIJ los primeros versfculos·del
Génesis" (3).
Con razón definió -Paulo VI al Cristianisinb como "un hl)lila­
nismo abierto a lo absoluto" (Véase su enGiclica Evangelii nun­
ttand1).
(1) Cf. Edic. Siruela; Madrid, 2002 .. ·
(2) Cf. Edic. Destino, Barcelona, 1998.
{3) V~ 13._eritrevista realizada a G. Steiner por Juan Pe_dro Quiñonero,_ en
ABC, 10-5-2001, pág. 47.
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ALFONSQ-LÓPEZ QUINTAS
J.• FUENTE:
La tensión hacia la Trascendencia en la arquitectura,
el arte, la música y la literatura
El arte europeo rio se entiende sin el influjo die! Cristianismo,
no -sólo en cu"á.rito a sus _temas si_O.o, sobre todo, en cuanto· a su
espíritu .
. ArqUitectura;-Es sintomático lo que sucedió en el albor
mismo de
la arquitectura sacra, cuando los cristianos de Roma
asumieron como base de
la construcción de sus iglesias, ria el
Panteón romano ·-,-de planta circular y espíritu estático--, sino
los salones nobles
llamados basllicas, y. los transformaron de
modo que prevaleciera la directriz horizontal, que orienta la vista
de los creyentes hacia el
a!tar·de! sacrificio y les hace· vivir diná­
micamente
su espíritu de peregrinos que marchan hacia. la ver­
dadera patria.
Entremos
en la iglesia· paleocristiana de Santa Sabina, en
Roma. ¿Qui, sentido tienen las dos filas .de C?lumnas que flan'
quean la nave? Por tratarse de una ob,ra de arte, es necesario des­
cubrir los
vista, parece que esas. columnas tienen la función de sostener las
cargas
del. techo (nivel 1). Pero no es así. Los cristianos enco­
mendaron la
funci(jn .sustentante a los muros, y atribuyeron a las
columnas
un papel decorativo y rítmico .. Al obtener del empera­
dor. Co.nstaritino libertad de culto (año 313) y verse en la urgen­
cia .de c.onstruir templos para celebrar las reuniones propias de
una . comunidad religiosa, los primeros. cristianos alteraron las
condiciones de
las salas nobles romanas, denominadas basllicas,
a fin de darles el carácter dinámico que corresponde a la condi­
ción de
.. peregrino propia de quienes creen en la vida celeste
(nivel 2). Cegaron las dos puertas laterales, suprimieron uno de
los ábsides, abrieron en su lugar una puerta y colocaron el altar
frente
al ábside de la parte opuesta. Desde la puerta hasta el altar
se
gener6, así, una directriz horizontal que lanza la mirada de los
fieles hacia
e!Iugar del sacrificio. Esta marcha. es ritmada por la
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serie de columnas que se alzan a lo largo de la' sala rectangular. ·
Ese ritmo es
decidido, por cuanto la · directriz horizontal prevale­
ce sobre la vertical, pero
es a fa vez moderado, ya que la. direc­
triz horizontal
no está demasiado marcada, como sucede en el
estilo bizantino, ni es tan lenta como
en el románico.
Al tiempo que vemos los elementos materiales que compo­
nen el edificio (nivei 1), vivimos ei ámbito dinámico de acceso
comunitario
al altar dei sacriflcio (nivel 2), donde .confluyen .la
mirada y la atención de los creyentes. Ese átp.bito de marcha
comunitaria, esperanzada
y. ferviente, hacia . la vida sobrenatural
lo descubre nuestra imaginación creadora
en el edificio (ntvel 1)
visto como templo (nivel 2). Y, merced a ese descubrimiento, sen­
timos la emoción
poética que suscita en nuestro ánimo el. hecho
de superar el plano de los· objetos y movernos
en un plano . de
ámbitos.
· Este. giro dado a las construcciones romanas decidió en
buena medida la Orientación de la arquitectura sacra de todos los
países occidentales. A partir del estilo paleocristiano, recordemos
las espléndidas realizaciones bizantinas, el misterioso. románico,
llamado "arte del .camino" (el
catnino de Santiago, que dinamizó
a Europa durante siglos), el espectacular gótico
,-------{OOn ·su pecu­
liar
tensiqn de perspectivas---, .el luminoso y dinámico rococó ...
Es de· notar que. una de las más vitales renovaciones de la arqui­
tectura, la pintura y la escultura de todos los tiempos tuvo lugar
a comienzos del siglo
XX cuando una vuelta teológica y estética
a los orígenes del Cristianismo inspiró
uná fonµa de construir y
decorar templos que
p011e los mejores logros de los estilos ante­
riores
al servicio de la liturgia y la pastoral ( 4),
Artes plásticas.-Las artes plásticas fueron cultivadas con
esmero
por la Iglesia desde las pinturas simbólicas de las cata'
cumbas hasta la capilla papal de Juan Pablo II en el Vaticano, en
la cual operan a porfia la teología del icono y la técnica de la pina
tura mural.
La jabor mecenística de. la Iglesia a l.o largo dela
(4) Cf. J. ·PLAZAOLA: HistoÍ'Ja y·senti(jo deJ·arte cristiano, BAC, Madrid, 1996;
Lf).·lg~Jayel
arté, BAC, Madrid, 2001.
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. ALFONSO LÓPEZ QUINTAS
Historia del arte occidental jugó un papel decisivo en el desarro­
llo
de la arquitectura y las artes plásticas. Por otra parte, Ja cola,
boración de los religiosos y las diócesis en la conservación de los
grandes monumentos y obras
aitlsticas es impagable. Através de
todos los vaivenes estéticos
del i:íltimo siglo, la Iglesia supo
impulsar toda suerte de cambios, sin perder el sentido de lo que
es. atiténticO. arte.
La música.-La música occidental nace con el canto grego-.
riano y se nutre
de. su estética durante buena parte de su histo­
ria:
El tanto gregoriano asume la técnica musical. griega de los
ocho
modos y la pone al servicio de una mentalidad trascenden­
te, heredada de
la ~inagoga hebrea y cultivadá fervorosamente en
el monacato cristiano. En el siglo IX llega a su máximo logro. A
partir del siglo xi se hace más popular y parece perder .su quin­
taesencia, pero
es. entonces cuando su inmensa vitalidad da lugar·
a dos estilos nuevos
-,-el. trovadoresco y el polifónico-.
La polifonía se.descubrió en medios eclesiásticos mediante la
experiencia lúdica de cantar simultáneamente una. misma melo­
día
en alturas distintas. A lo largo del siglo xv, la técnica polifó­
nica
de composición logró, en los Países Bajos, una perfección
sorprendente,
pero se alejó un tanto de las exigencias del culto
religioso
.. Un espafiol, Cristóbal de Morales, vinculó genialmente,
a comienzos del siglo
XVI, la exuberancia de. la' técnica polifónica
flamenca y la sobriedad
española. Con ello preparó la perfeccion
clásica
de la Escuela Romana (siglo XVI), cuyas cimas -Giovanni
Perluigi da Palestrina y Tomás Luis de Victoria, dos personalida­
des íntimamente ligadas a la vida
eclesial-ásombraron a Europa
con sus geniales composiciones. Autorizados ·m:usicólogos afir­
man que la música de Palestrina es .la más adecuada ilustración
del "Paraíso" de
la Divina Comedia del Dante .
. El estilo clásico romano está impulsado por la estética grego­
riana, con _su cal'ácter ingrávido, la serenidid-y·paz in~riores,. la
universalidad, el espíritu ·comunitario· ... La invénción de la armo­
nía y la polifonía se . cuenta entre los hallazgos artísticos más pro­
digiosos de la historia. Karl
Popper afirma que la polifonía "es un
logro singular, original y realmente maravilloso de nuestra civili-
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zación occidental", que es compartido -o. puede serlo-por
otras culturas (5). "La música occidental -escribe E. Schadel,
buen conocedor del tema-, por integrar. melodías de diversa
configuración y cliferen\es normas de armonía, llegará a
ser vista
como
un espléndido modelo de una paz mundial creativa" (6).
Una vez logrado su máximo esplendór,Ia polifonía clásica
colaboró decisivamente
en la configuración del estilo barroco.
Las imponentes creaciones de .. H. Schütz, D. Bustehude, J. S.
Bach, F. G. Haendel y Georg Telemann desbordan los llmites. de
la polifonía romana, pero
deben su profunda expresividad a la
savia religiosa
que ella les transmitió.
Al llegar a su plenitud, el estilo barroco no se desváneció ante
la irrupción de corrientes estéticas de más fácil comprensión, de
modos expresivos más comunicativos y vistosos. Fue
uno de los
elementos culturales más relevantes de los seis o siete que, auna­
dos, permitieron
a]. Haydn, W. A. Mozart y L. van Beethoven dar
forma al."clasicismo
vienés .. , con su admirable.equilibrio expre­
sivo.
Su técnica es muy distinta de la gregoriana, pero su espúi­
tu es affn. Basta analizar las cantatas O bane fesµ de H. Schütz,
Membta Jesu Nastri de D. Bustehude y Gatees Zelt Jst die allerbes­
te
Zett (mal llamada· "Actus tragicus") de J. S. Bach para conlir­
mar_ ese soterrado parentesco.
Estudiemos las últimas rafees de las obras cumbre de Haydn,
Mozart
y Beethoven, y veremos latir en ellas el espúitu cristiano.
• El legado artistico de Joseph Haydn impresiona por .su calidad y
su_cantidad. Pero, si queremos résaltar sus momentos más logra­
dos,
Sin dúda tenemos que citar las 'Misas, La creación y Las siete
palabras
de Jesús en .la cruz.
• Se dice que el Don Giovanni mozartiano es la Ópera más perf~cta
de: todos los tiempos. Ciertamente, se. da en ella ~-integraCión
inigualable de fondo y forma. Pero la raiz última de su geniali-
(5) Cf .. _Ausgangspunkte. ·Meine intellektuelle Entwickiung, H·amburgo,· .1979,
p(ig. 92.
(~ Cf. "Poliphon:ie als Modell für interkulttirelles Menschenrechtsverst~nd­
his" (manuscrito inédito.de la conferencia pronunciada en Salamanca, jullio 2003),
pág. 35.
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dad, lo que la toina sobrecogedora se da. en su esCena final cuan­
do·
·e:n.t:tan en ·confrontación los· tres niveles de _realidad y de_
córiducta: el nivel "estético" -en sei1tido kierkegaardiano-de la
entrega a_ las sensaciones. Í,lácénteras (representado poÍ' Don Juan),
el.nivel éticó de la creación de vínculOs· ·per,S()nales comprometi­
dos y el nivel religioso del respeto _incondicional al Ser Supremo
(ambos encama'dOs en _la figura del Comendador)._ Sin la ·versión
profunda
al Ser trascendente, esa escena cumbre perdería ese.
punto de grandeza que la eleva al plano de lo excepcional.
• La obra .de Béethoven asombra po~ la diversídad de géileros que
trató c'on · admirable perfecCión. -Pero donde alcanza· las cimas de
lo sublime es ·en su Novena Sinfonía y su Missa Solemnis.
El desarrollo interno de las virtualidades del clasicismo vienés
dio lugar al estilo romántico, caracterizado
por una mayor liber­
tad
en las formas de composición, en la capacidad ele modu­
lación, en la iÍlcorporación de argUmentoS traScendentes (milos,
leyendas, creencias religiosas, más o menos secolarizadas ... ). Los
temas básicos _:_fuás allá de los meros arguníento~ · de las le­
yendas que inspiraron l.as .obras más notables de Richard Wagner
presentan utia neta. inspiraciórt cristiana. ReCUérdense .las óperas
El holandés Errante, Tannhauser, Parsifal. ..
Todavía en _nuestros días, a pesar del ·creciente ·proceso secu­
larizador, las obras más significativas de muchos compositores
son de. carácter religioso. Piénsese, por ejemplo, en los Requiem
de G, Fauré y B.' Written, el Stabat mater de Antolín Dvorak, la
Sirítonía de los salmos de Igor Strawinski, La Natividad del Señor
de Oliver Messiaen, El Sueño de Geroncio de Edward Elgar ...
La literatura.-,-Las grandes creaciones literarias europeas
nacieron· en Un clima· ·abierto activamente al horizonte sobrena­
tural. No podemos entender a fondo esa.s cimas que son -entre
muchas otras-La divinacomedia del Dante, El burlador de
Sevilla
ele TirsO de Molina, El Quijote de Cervantes, la Celestina
de Rojas, el Fausto de Goethe, Los hermanos Karamazof de
Dostoievski sin la orientación de las gentes hacia un mundo
superior,. trascendente y ceréanó aI. !llismo tiempo, ·tal co1ho se
nos revela en la figura del Verbo Encarnado.
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El teatro comenzó en las iglesias y fue llevado á la cumbre
por diversos eclesiásticos -Lope de Vega, Tirso de Molina,
Calderón
de la Barca ... -, columna vertebral de nuestro Siglo de
Oro, Al mercedario.Tirso de Molina se debe uno de los tres tipos
teatrales
que alcanzaron renombre universal en toda la historia:
Don Juan, el Burlador de Sevilla.
4. a FUBNl'E:
El cultivo de la vida universitaria y del pensamiento
Es sabido que las primeras escuelas y universidades nacieron
al amparo de la Iglesia, dentro de los recintos catedralicios. La
fecundidad de esta si_embra cultural resalta en J;:iechos como los
siguientes:
• El abad Suger creó_ en Saint-Denis --extramuros de Pa!JS--el
estilo gótico, al asumir la metaFisica griega de la luz e integrarla
en la tensión trascendente del espíritu cristiano.
• Diversos·
pensadores .(Ansélmo de Canterbury, Alberto . Magno,
Tomás de Aquino, los. perisadores de la Escuela ·de_. Gliartres,
Guill.ermo de Ückam, Nicolás de OJ.sa ... ) pusieron laS bases de
una filosofía bien articulada, y trasmitieron a Occidente el. tesoro
del pensamiento árabe y judío: Avicea, Averroes, ·Maimónides ...
Sin
esa titánica -labor no se entiende ·a Descartes, el 1.lainado
"Padre de la f.tlosoFta moderna".
• Descartes piens_a
en vinculación estrecha a la trascendencia reli-·
giosa. Basta leer la tercera de sus Meditationes de prima phllo­
sophia,
en la que pide. al lector que se mantenga durante. meses
en presencia de su Divina Majestad. Según. autorizados intérpre­
tes actuales (R. Lauth, F. Alquié, J. Manzana •.. ), Descartes no es
ni.racionalista ni idealis~, sino profundamente realista, pero con
un realismo abiert~ a la· Trascendencia religiOSa.
• M. Kant y J. G. Fichte otorgan a la filosofla una envergadura y rma
solidez insospechadas, merced a su apertura a la_ trascendencia.

K. Jaspers funda tOdo su pensamiento - "inobjetivo" en la necesi­
dad de estar abiertos a la "Trasc~ndencia", _concepto cjue --,-aún
secularizado-, recibe su s:ávia de las fuentes cristianas.
229
Fundaci\363n Speiro

ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
• Max Scheler analiza con notable lucidez "lo eterno en el hom­
bre". El.pensamiento fenomenológiCo inspirado en el Husserl de
ias 11!veSti.gac1ones Lógicas prosigue esa labor.
Por lo que toca a España, hemos de recordar algunos datos
bien significativos:
• El gran Siglo de Oro español fue, en buena parte, consecuencia
del esplendor de las universidades .eclesiásticas de Alcalá y Sala­
manca.
cuando, por falta de subvención eConómica, decayeron
tales ce:11troS, sObrevino el declive cultural-~pano.
• Pensadores coIIlo el jesuita Francisco Suárez y el dbminico Juan
de San.to Tomás influyeron en filósofo:S.centroeuropeos ---icomo
W. Leibniz-que determina.ron en buena medida la marcha de la
cultura europea.
• Esta cultura estuvo pol~ada, en momentos cruciales, en tomo
a diversas universidades eclesiásticas, como las de París y Bolonia.
• La difusión entusiasta de la culrura por parte de la Iglesia respon­
dió siempre a su voluntad de respe_tár y fomentar la personalidad
de las gentes,. y facilitarles los conocimientos intelectuales que se
traducen en poder de iniciativa, reseivado --como algo sagrado-­
en otras culturas a la casta de los magos, los hechiceros y chamanes.
5,ªFUENTE:
Colaboración constructiva en.la política expansiva
de Europa
Si prescindimos de prejuicios, no tendremos dificultad en reco­
nocer que
la labor realizada por la Iglesia · católica -muy en. con­
creto,
por los religiosüS-'-en las campañas de expansión territorial
de los estados europeos raya
en el heroismo. Limitémonos, por
razones
de espacio, a la tarea realizada por los religiosos españoles
en el proceso de conquista y colonización de América (J).
(J) Los temas esbozados en este apartado los trato con mayor amplitud en el
trabajo "Necesidad de cultivar el sentido histórico", en la obra colectiva La filosofía
y sus iniirgenes, Universidade de Santiago de Compostela, 1_997; págs. 379-40i.
230
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
l. La labor cultural de los misioneros
Como consta. en multitud de estudios realizados. por profesio­
nales de la Historia, su labor fue determinante en diversos. aspectos.
a) Colaboraron decisivamente a convertir la conquista, rápi,
no sólo llevaron el evangelio a América, sino el canto, la
arquitectura,·. las letras, el riguroso saber' universitario, el
cultivo de la agricultura... El esfuerzo de los misioneros
por estudiar las lenguas indígenas y elevarlas a un nivel
cultural es altamente ejemplar.
Basta recordar la espléndida labor realizada
por los
misioneros jesuitas en .las· famosas Estancias de_ Argentina,
Paraguay y sur de Brasil para advertir que el trabajo reali­
zado por la Iglesia
en el Nuevo Mundo fue de proporcio­
nes gigantescas.
b} Los religiosos de la Escuela de Sala1nanca -,bajo la direc­
ción del P. Francisco· de Vitoria_;_ realizaron una. esforza­
da y original labor de revisión de la conquista desde el
punto de vista moral y jurídico.
Su planteamiento fue tan
sólido que el Estado español ordenó detener esa
victoria,
sa campaña y la sometió al dictamen de la Santa Sede. Ese
trabajo puso las
bases· del Derecho de Gentes. Es uno de
los pocos ~asós -si no el único-::-en to.da_ la -Historia -en
que, por razones morales, un Estado revisa _una Conquis­
ta y la detiene, sometiéndose al. dictamen de una presti­
giosa instancia ajena (8).
(8) De la copiosa bibliograFia existente, citaré el magno Corpus hispanorum
de pace, editado por el Consejo Sllperior de Investigaéiones Cienúficas, de
Madrid, ·y cuatro·iibros stimamente útiles a este.respecto: .Luciano·Perefia: Carta
Magna a jos indios, Universidad Poritificia de ._Salainanca; SalamanCa 1987; La
Escuela de Salamanca. Proceso a la conquista de Amdrica, Caja de. Ahor_ros, Sala­
manca 1986. L. Redondo: Utopía vitorlahayrealidadiIJdiana, FUE, Madrid, 1992.
Alberto Caturelli: El nuevo mundo. El Descubrimiento, la Conquista y la Evan­
gelizáción de América y la Cultura Occidental, Edamex, México, 1991.
231
Fundaci\363n Speiro

ALFONSO LÓPEZ QUINTAS
Tanto la decisión arriesgada de los componentes de la
llamada
Escuela de Salamanca como la sinceridad de los
gobernantes sólo se explican
por el hecho de que su con­
ducta se apoyaba
en una vinculación incondicional a la
verdad y la justicia. El fundamento último de tal incondi­
cionalidad no podemos encontrarlo sino en la creencia
de que todos los seres humanos procedemos de
un mis­
mo Creador que nos lúzo a sU imagen y semejanza, lo que
nos otorga una dignidad inalienable y nos obliga a imitar
a Quien es absolutamente veraz y justo. Más allá de las
luces y las sombras
que implica toda campaña de expan­
sión, la investigación actual nos lleva a vislumbrar una
poderosa libertad interior
en quienes impulsaron la revi­
sión crítica de tal empresa y en quienes la asumieron con
una sorprendente flexibilidad de espíritu. Esa libertad
interior
no fue tanto debida a sus condiciones personales
cuanto a su _atenimiento a los preceptos evangélicos.
Un lústoriador tan autorizado como Luciano Pereña (editor
del magno
Corpus hispanorum de pace ,-Consejo Superior de
Investigaciones Científicas,
Madrid-y severo critico de los des­
manes
que se hayan podido cometer en el proceso de la con­
quista de América) subraya la decisión firme de la Corona espa­
ñola de defender los indios.
232
"La Carona-escribe-se-convierte en la clave de la recon­
ciliación. (..) La voluntad de paz respondía a interese, poliücos,
pero también a
imperativos morales·qu_e serla injusto desconocer,
y pudo abrir cauces· de reconciliacjón insospechados".
"El gobernador general García de CaStro notificaba a su
majestad
el rey (Felipe ID y al Real Cons(!jo de Indias, el 20 de
diciembre de 1567, que todos
los encomenderos habían liquida­
do
sús reSpectivas deudas con los nativos en-cuniplimiento de 'Ia
sentencia a favor de los indios .que habían demandado a los con-·
quistadores. Después de que_él emperador Ca"rlos V 5.uspendiera
_las guerras de conquista y fueran defi_nitivamente prohibidas por
Real Cédula de
30 de noviembre de 1556, la Escuela de Sala­
'manca con.tribuía a liquidar, finalmente, el conteTlciruo entre los
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
conquistadores españoles y los venddos"indios. A los 25 años de
las denundas de Francisco de 'Vitória. contra la conquista dél
Perú por Francisca Pizarra, logró su doctrina el mayor nivel de
inserción en la, sociedad indiana, vía presión de .concieilda, a
través de juntas, sínodos y cand/las provinciales" (9).
Las guerras de conquista fueron prohibidas expresamente
por Carlos V
con estas .palabras:. " ... Pues para i¡ue se puedan
hacer· con buen. tfmlo y nuestra conciencia quede descarga_da,
avernos mandá.do platicar en ello,-y porque entretanto no se tome
resolución y se. dé la orden-y forma que conviene, es riecesario
que se sobresean
y suspendan las conquistas y_ descubrimientos
que
al present~ se están haciendo" (10).
De esta forma quedaba planteada, con toda su carga polémi­
ca, la llamada "duda indiana".
Tal era la perplejidad en que se
hallaba.el Emperador por razones morales que, según el goberna­
dor y catedrático de Salamanca García de Castro, hubiera abando­
nado las Indias si el Maestro Francisco
de Vitoria no le hubiera per­
suadido
-contra la posición del también dominico Fray Bartolomé
de las Casas-que España debía permanecer en América (11).
Las razones de dicha permanencia las había expuesto de
forma sucinta y luminosa Bartolomé de Carranza en 1540: "Pue­
de España ocupar las Indias
durante el tiempo que sea necesaria
para promover y defender las derechas humanos. Pera cuando
estén seguras y la tierra esté llana y na haya peligra de que aque­
llas pueblas degeneren
en su antigua barbarie, España tiene que
retirarse y volver aquellas pueblas a
su primera y propia libertad,
parque
ya na necesitan de tutor. Esto podría suceder dentro de
diez o dieciocho años' (12).
(9) Cf. Proceso a la conquista de América. Veredicto de la Escu'-ela de
Salamanca, Universidad_Pontifica de Salamanca, 1987, págs. 39-40. (El paréntesi.s
es mío),
(10) Cf. L. PERERA: La Escuela de Salamanca. Proceso a la conquista de Amé­
rica, Caja de Ahorros, Salamanca, 1986, pág. 143.
(11) Cf. óp. cit, pág. 172.
(12) Cf.·L. PERR&A: ·Proceso a la conquiSta de Ame!'Jca, pág. 32. Sobre la nece­
sidad de juzgar los acontecimientos pasados con verdadero "sentido histórico"
puede verSe mi trabajo "Necesidad de cultivar el sentido histórico",-en la obra
colectiva La filosofía y sus márgenes, págs. 379-401.
233
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ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
11. La actividad presuntamente genocida de la Inquisición
española.---Se intenta a. menu<:lo oscurecer estos logros so­
dales de la
Iglesia -y otros afines--con el recuerdo de la
Inquisición. ·Es un recurso_ que suele movilizarse rutinaria­
mente cuando se quieren amontonar cargos· contra la Iglesia.
234
a) Numerosas críticas acerbas a la Inquisición suelen hacer­
se sin
base seria alguna. Hay quienes no dudan en afirmar
en ciertos debates, como algo incuestionable, que "la In­
quisición
causó millones de muertos". Cuando se les insta
a
que citen algún autor de solvencia, muestran su absolu­
ta ignorancia del tema. Hoy día disponemos de estudios
rigurosos sobre esta.cuestión. Uno de ellos, debido
aJoa­
qufn Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (13),
nos informa de que, desde
1560 hasta 1700, el número .de
11relajados" (personas condenadas a mueite por el "brazo
secular" -es decir, el Estado--debido a su condición
herética, confirmada
por el Tribunal eclesiástico de la In­
quisición)-- fue de 776. Durante ese período
de tiempo,
fueron ajusticiadas
en los. territorios hispánicos de · Amé­
rica} por_ !azón de su d.i_sidencia reliSiosa, 43 personas.
b) Es lamentable que, al utilizar el hecho de la Inquisición
Como un reCUrso contra la IgleSia; nunca se subraye el
hecho decisivo de que el Tribunal Eclesiástico carecía de
autoridad para ejecutar
a los herejes, Su función consistía
exclusivamente en determinar. si una persona delatada
como hereje se hallaba fuera del ámbito de la fe católica.
La sentencia a muerte de quienes eran declarados formal­
mente herejes era competencia del
poder civil.
e) Está sobradamente demostrado que las dos formas de
Inquisiclón que estuvieron vigentes en España fueron crea­
das con el fin
de evitar 1) los linchamientos populares de
personas o grupos considerados como herejes,
y 2) toda
(13) Cf. Historia de la lnqutsicirJn en España y América, BAC; Madrid, 1984.
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
clase de decisiones arbitrarias contra personas que no se
hallaban fuera de
la disciplina de la Iglesia católica.
d) Hoy nos duele que, en algún momento de nuestra His­
toria, los gobernantes españoles hayan consider¡¡do indis­
pensable para mantener la
unidad política una aceptación
unánime de la
fe católica. Un grupo de personas no q­
tólicas, por insignificante que fuera, significaba para el
Estado
un riesgo de desestabilización s.emejante al . que
supone actualmente un comando de terroristas organiza­
dos. Ese dolor
no debe llevarnos a juzgar la Inquisición
como una institución dedicada a perseguir y castigar
crue_hnente a ciertos ciu_dadanos, sin .más -razón que la
· pura maldad. Si observamos el pasado con el debido "sen­
tido histórico", nos guardaremos de juzgar la actividad de
la Inquisición española
con criterios actuales.
6. a FUENl1!:
La reivindicación y defensa de los derechos humanos
l. Desde el principio, la Iglesia cristiana colaboró de forma
eficiente a la abolición de prácticas inhumanas como la esciavi­
tud. San Pablo escribe
una carta a Filemón y le insta cordialmen­
te a tratar a su
esda,vo Onésimo como a un hermano, a pesar de
haber cometido
éste una grave falta de disciplina. "Por eso (..) te
suplico a favor de
mi hijo al que engendré en la prisión, Onésimo
(
.. ). Pues quizá te fue reürado por poco tiempo, precisamente
para que
Jo recuperes para siempre, ya no como esdavo, sino
como
más que esdavo: como hermano querido, muy querido
para
mí, cuanto más para ü, tanto en el orden natural como en
el Señor' (Flm 2, 8-16):
La capacidad de perdonar implica un gran poder creativo, el
poder de abrir al otro un horizonte de posibilidades de regene­
ráción sobre las ruinas de la vida anterior. Si no sólo s·e _perdona
una falta grave, sino sé eleva a quien la_ coinetió a un rango supe­
rior
de existencia, la capacidad creativa es mucho más elevada.
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ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
Supera inmensamente nuestra costumbre de atenemos a la ley de
la reciprocidad, según la cual sólo damos algo a alguien si hizo
méritos para
eHo. Lo que le pide el Apóstol a su disc!pulo File­
m6n es que .realice una verdadera metanoia, una conversión de
la inteligencia y del sentimiento.
2. Cuando, siete años después de terminar
la Segunda Gue­
rra Mundial (1945) llegué a Colonia
por primera vez y vi la
espléndida catedral gótica sobrenadando
en un océano de ruinas,
bien pensé que la oleada
de odio que esa guerra iba a provocar
jamás· seria Superada en Europa. _Fueron tres gob"ernantes pro­
fundamente cristianos -el adverbio es decisivo--- quienes pusie,
ron su vida a la carta de la gran utopía cristiana del perdón y el
nuevo comienzo: Konrad Adenauer, Alcide De Gaspeli y Robert
Schuman, estos dos últimos
en proceso de beatificación. En nues­
tras días, los atávicos conflictos entre franceses y alemanes nos
parecen una pesadilla del pasado .. Pero esa prodigiosa transfor­
mación
no fue debida al paso del tiempo sino a la realización
decidida de la ''utopía" cristiana, que es una utopía verdadera, es
decir, una meta muy dificil de lograr pero realizable con el debi­
do esfuerzo.
¿Quienes fueron los primeros alemanes que acudieron a
Vink, el pueblo belga cuyos varones fueron pasados a cuchillo
porque
en las cercanías había descarrilado un tren de las SS, la
temida Gestapo? Fueron comunidades cristianas, que tuvieron el
bendito arrojo de pedir
perdón y establecer lazos personales.
Años antes había pasado
por ese dolorido pueblo el legendario
P. Werenfried van Straaten, a pedir, en virtud del mandato de
Jesús, una ayuda para los enemigos que meses antes habían inva­
dido el
país y ahora morían de hambre en los campos de refu­
giados. Apretando los dientes, aquellas buenas gentes aportaron
su contribución y rompieron as( el hielo del rencor. Estas transfi­
guraciones sól<) pueden hacerse si se cuenta con la _fuerza supe­
rior
que .nos otorga el C1istianismo bien· entendido.
3. Una transformación afin la exigió el Evangelio respecto a
la función que ejerce la mujer
en la vida humana. La doctrina cris-
236
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
liana de la igualdad de todos los seres humanos, hermanados por
la unión a un mismo Padre, contribuyó decisivamente a dignifi­
car la figura de la mujer. Basta confrontar el trato que recibe la
.
mujer en los pa!ses no cristianos y en los cristianos -por secu,
!atizados que estén-para descubrir la preocupación básica del
Cristianismo
por los derechos _humanos.
Esa consagración a la defensa de la dignidad humana inspi­

uno de los movimientos intelectuales más lúcidos. y bien arti­
culados de reivindicación
de los derechos humanos que ha habi­
do nunca: la Doctrina Social de la Iglesia (debida, sobre todo, a
los papas León
XIII, P!o XI, Juan XXIII, Paulo VI y Juan Pablo II).
7.ªFUENTE:
La apertura de un campo de libertad investigadora
Incluso la gran ciencia cultivada por Europa con éxito especta­
cular se hizo posible, radicalmente, gracias a la idea que nos
trans­
mitió el Cristianismo -bien apoyado a qui en la tradición judaica­
de que el mundo fue c:reado por un Dios personal trascendente. El
mundo finito está muy vinculado a su Creador, pero es distinto de
él, y se rige por leyes propias, que ha recibido a una con su exis­
tencia¡ merece inmenso respeto, pero no es algo ·sacro ·que resulte
profanado si lo sometemos a algún tipo de análisis o experimenta­
ción.
Más bien, el hombre tiene el encargo del Creador de poblar
el mundo y
dominarlo, en el sentido positivo de investigar las leyes
que lo rigen y convertirlo
en un lugar de habitación y encuentro.
El hombre, en consecuencia, se distancia del mundo para conocer­
lo y perfeccionarlo,
no para alejarse de_ él y destruirlo.
El conocimiento de las leyes del universo viene posibilitado,
en principio, por _la creencia 'de que el ·múrido fue creado como
un todo bien ordenado, soro.elido a leyes, y por ello expresable
en lenguaje matemático. Lo indica el gran cientifico y _humanista
Albert Einstein en este sugestivo pártafo:
"Aunque es deito que los resultad~ dentf!Jcos son entera­
mente independientes de cualqu~er tipo de considéraciones_ mora-
237
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ALFONSO LÓPEZ QUINTÁS
les o religimas, también es cierto que justamente aquellos hombres
a qllienes la ciencia debe sus logros más significativamente crea-·
üvos fueron individuos impregnados de"Ja convicción auténtica­
mente religiosa de que este universo es algo perfecto y súscepttble
de ser· conocido por medio del esfuerzo humano de comprensión
racional. (.,) De no haber estado inspirados en su búsquedá por
el amor dei inteliectualis de Spinoza, diflctlmente hubieran podi­
do dedicarse a su tarea con esa infatJ.gable devoción, la úhica
que permite al hombre Hegar a las más encumbradas metas" (14).
Quien mantuvo viva en Europa esa lúciµa_ c_onciencia del
carácter finito-creatural del universo fue el Cristianismo. Basta
recordar la figura señera
de Johannes Kepler, genial astrónomo
que -como afirmó M. Planck~ se.mantuvo fiel a la investiga­
ción científica, a pe_sar de mil avatares, "merced a su fe profun­
da en la existencia de un plan definido detrás de la creación
entera'' (15). Esta misma idea la expresó, asimismo,
el gran cien­
tífico
y humanista .Werner Heisenberg en diversos pasajes de sus
obras (16).
Por una serie de male:htendidos -que conviene superar de
una vez por todas,-, se dio a menudo por hecho que la Ciencia
Moderna se gestó
y desarrolló de espaldas o incluso en oposi­
ción al espíritu religioso y, en concreto, .a las _direCtrices _de la
Iglesia cristiana. Nada más falso. De forma precipitada se inter­
pretó
el caso Galileo como el paradigma de la actitud retrógra­
da de la Iglesia respecto a la investigación científica. Se dejó
de lado, unilateralmente, el hecho de que la Iglesia, si en un
momento determinado estima que un dato científico se opone
al acervo de la fe, se pone al lado de ésta frente a la dencia,
pero ello no implica en modo alguno que sientaaversión a la
investigación científica. De hecho, en cuanto se aclaró ~1 senti­
do y la flleta de las Sagradas Escrituras ---,-que no intentan trans­
mitir conocimientos cient_íficos sino proclatnar una doctrina de
(14) C[ HEISENBllRG y otrOs: Cuestiones cuánticas. Escritos místicos de los físi­
cos más famosos del mundo, Kairós, Barcelona, 1987, pág. 170.
(15) Cf. op. cit., pág. 212. .
(16) Cf. Más aJM de la física. BAC, Madcid, 1971, pág. 240.
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
salvación-, la Iglesia siguió cultivando animosamente la Cien­
cia. Algo semejante
podrla
decirse de su actitud ante la

posición
evolucionista de Darwin.
Necesidad de asumir el pasado cristiano
Descubrir el nexo profundo del Cristianismo y la historia del
proceso de constitución del espiritu europeo requiere
una volun­
tad firme de penetrar
en los estratos donde. se fraguan las gran­
des corrientes culturales. Por eso resulta penoso
que el Presi­
dente de la Comisión encargada de redactar la Constitución de
la Unión Europea sólo cite como fuentes
de; nuestra cultura a
Grecia, Roma y la Ilustración.
Deja de lado nada menos que toda
la
Patrlstica y la Edad Media, a las que debemos -entre otros
muchos
dones-la transmisión viva y creadora de la mejor cul­
tura grecolatina y árabe, y -lo. que es todavía más valioso-. la
configuración de una filosofía Original, profunda
y sistemática.
Suele decirse
que René Descartes es "el padre de la modernidad".
Pero· el auténtico Descartes no puede ser entendido sin conocer
a fondo la Edad Media y el nexo de la razón humana con la tras­
cendenci;i divin'1. De ese Descartes .abierto a h trascendencia reli­
giosa dependerá. después el mejor Fichte y otros eximios pensa­
dores europeos. Cuanto más se estudia el pensamiento europeo,
más claramente se advierte
que no tiene sentido prescindir del
pensamiento cristiano. No es riguroso; inrumple las ·1eyes básicas
de la metodología de las llamadas Ciencias del Espiritu.
Lo que proce.de hoy día no es olvidar ese.pensamiento, sino
purificarlo de malentendidos, incrementarlo. hasta desarrollar
todas
sus virtualidades. No acabamos de lamentar las· desventu­
ras
que provocó en Europa el hecho de que algunas figuras
detenninantes
de su destino hayan tenido una idea precaria de lo
que es y significa la vida religiosa cristiana. Basta pensar en Hegel
y Marx. ¡Qué rumbo · tan distinto hubiera tomado Europa si esas
mentes privilegiadas hubieran dispuesto de
un conocimiento
aquilatado del Cristianismo!
La renovación.de Europa habrá de
venir por vía de ahondamiento en sus raíces cristianas, no de ata-:
239
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ALFONSO LÓPEZ QUINTAS
que a las mismas. Es horá de movilizar la ,inteligencia y purificar
la voluntad para ver y -reconOcer esto ·con la debida lu_ci.dez y
decisión.
Resulta,
por ello, difícilmente creíble que ciertos grupos sigan
empeñándose
en privar a los escolares de un estudio serio de la
vida religiosa. A veces se achaca esta tendencia a un espúitu sec­
tario. Tal vez sea, más bien,. cuestión de ignorancia, unida a cierta
indiferencia respecto
al papel que juega la educación en el futuro
de
la sociedad. Si los niños y los jóvenes desconocen la religión
cristiana y su historia,
no podrán adentrarse en el maravilloso
mundo de las artes
plásticas, la arquitectura, la música, la lite.ra­
tura, la Historia, las. ciencias sociales, la filo~ofía, incluso las cien­
cias fisicomatemáticas, bien entendidas. Esta penosa exclusión del
mundo cultural supone una regresión calamitosa. A ella se debe,
en no pequeña medida, la llamada "catástrofe antropológica" que
muy lúcidos pensadores
están delatando en la actualidad.
El vendaval ideológico que vació en parte a Occidente de
grandes valores, sobre todo el valor supremo encarnado
por el
Creador, explica la amarga decepción
.de lúcidos intelectuales de
Europa oriental.
"Nos .unimos a los países libres,. los países de
Europa occidental
"-escribe uno de ellos-, y vemos una civili­
zación sometida a la divisa:
,i,vamos como si Dios no existiera,.
Y se nos anima a aceptar ese estilo de vida <;amo pasaporte para
Europa"
(17). "En. este contexto hay que recordar el concepto de
una catástrofe sin salida, pues esta deformación monstruosa del
hombre tenía como meta su sumisión completá, para hacerle
incapaz de ser libre, de vivir para los demás, de tener una vida
espititualpropia y de rebelarse.
La hipótesis ha resultado ser falsa
en su punto principal: el hombre
ha conservado su relación. con
la. Trascendencia"
(18).
A veces se intenta justificar esa actitud ante la religión afir­
mando
que ésta es un asunto privado, por ser interno de cada
(17} Cf. ' El horizonte de la 'libertad. En camino hada la ntieva Europa,
Ciudad Nuéva, Madrid 1994, pág. 31.
(18) Cf. op. cit., pág. 32.
240
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANIS!,fO A LA CULTURA OCCIDENTAL
persona. Parece ignorarse que lo externo y lo interno. se vincu­
lan estrechamente cuando se vive de modo creativo. Un saludo,
una interpretación musical, una comida de amigos ... son actos
internos y externos a la vei. Hoy nos enseña la mejor Antropolo­
gía filosófica que
la persona humana crece comunitariamente,
participando
en estructuras comunitarias y colaborando a crear
otras nuevas. No tiene sentido afirmar que la Religión se vive en
la interioridad, y la política en la exterioridad. Tal distinción tiene
· valor cuando se aplica a realidades materiales, sometidas al espa­
cio. Respecto a
una sala, o estoy dentro de ella o estoy fuera. Se
trá"ta! efectivamente, de un dilema. Pero, cuando oigo activamen­
te una obra musical ¿cabe decir con sentido que estoy fuera de
ella? De ningún modo, pues,
en el nivel de la creatividad, lo inte­
rior y
lo exterior se integran (19).
Nada más importante
que reconocer en el pórtico de la
Constitución europea que tenemos
un pasado cristiano, entendí,
do el ténnino "pasado" en el sentido de fuente inagotable de
energía para configurar
en el presente una fonna de vida autén­
tica1nente creativa. En este 1nomento decisivo de la configuración
de una nueva Europa necesitamos tener una idea clara del tipo
de hombre que deseamos configurar. Pues bien. Tal configura­
ción estuvo durante siglos determinada por la vinculación efecti­
va y fecunda de los europeos con el Ser trascendente. No se trata,
pues, de aludir a los oñgenes
aistianos.de Europa para hacer una
concesión amable a las Iglesias aistianas. Lo decisivo es aclarar
si nos decidimos a asumir todas
.las posibilidades que nos vienen
del pasado cristiano
en orden a orientar la vida europea hacia la
traSCend.ericia divina. Bien sabldo que no'. se trata de cualquie'r
tipo de ascenso a lo sobrenatural, sino justamente .del modo con­
creto y preciso
de ascenso que proclama y vive el Cristianismo.
Podemos decidir los europeos lo que deseemos
en orden a
incluir a Dios
en la Carta Magna que ha de configurar nuestra
vida, en todas sus veftientes. Pero hemos ·de estar bien seguros
(19) Es lástima que un autor lúcido·, Manuel García· Morente, no. haya clari­
ficado con la debida Precisión estos conceptos de interioridad y exterioridad en
su Ensayo· sobre la vida privada, Universidad Complutense, Madrid, 1972.
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ALFONSO LúPEZ QUINTAS
de que la apertura cristiana a la Trascendencia divina no es una
gracia que hayamos de hacer al Cristianismo y a las Iglesias cris­
tianas. Es. una herencia excelsa que hemos recibido de la tradi­
ción cristiana y bien haremos eri i1o re Chazar si queremos· man­
tener incólume nuestra capacidad creadora en todos los órdenes.
A
ello alude el eminente cientifico y humanisia Wemer Heisen­
berg
en este inspirado párrafo:
"Nadie sabe Jo que .el futuro enderra, ni cuáles serán las
fuerzas esjJtrituales que regirán el universo, pero está fu.era de
duda que no· lograremos sobrevivir si no sabemos creer en algo
y querer algo. Y desde Juego queremos que la vida espiritual
reflorezca en nuestro alrede nes, a pesár del confuso torbellino de los_ hechos externos, Se sien­
tan iluminados por la luz espiritual de/Ocddente, y que ella les
permita hallar de nuevo las fuentes de vitalidad que han nutrido
a nuestro continente a
Jo largo de dos milenios" (20).
Se advierte en el Preámbulo del Tratado por el que se esta­
blece
una constitució(l para Europa cierto empeño en obviar la
palabra
Cristianismo. Sus dos primeros párrafos están redactados
de la fo)'l11a siguiente:
"Inspirándose en la herencia cultural, religiosa y huma­
nista de Europa, _ a partjr de la cual se han d.esarrolladO los valo­
res universales de los derechos inviolables e inalienables de la pér0
sana humana, la democracia, la igualdad, la libertad y el Estado
de Derecho;
convencidos r}e que Europa, ahora reunid'! tras dolorosas expe­
riencias,
se propohe avanzar JXJT la serida de la dvilizadón, el
progreso
y la prosperidad por el bien de todos sus habitantes, sin
oMdar a los más débiles y desfavorecidos; de que quiere seguir
siendo
.un continente abierto a la cultura, al _saber y al progreso
social; de
Que desea ahondar en el carácter democrático y trans­
parente de su vida
pública y obrar en pro de la paz, lajuslida y
la solidaridad en el mundo ... "
.(20) Cf. La imagen de la· naturaleza en la física 1ctut!,l, Arlel, Barcelona,
1976, pág. 56.
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APORTACIÓN DECISIVA DEL CRISTIANISMO A LA CULTURA OCCIDENTAL
Esta redacción es inaceptablemente imprecisa y pobre, pues
la expresión "herencia religiosa" está muy lejos .de indicar todo
cuanto el Cristianismo ha aportado a la historia y la cultura de
Europa y todo Occidente, y -lo que más cuenta en definitiva­
ª la vida personal y al destino de. sus gentes.
No reconocer expresamente
en el Preámbulo de lo que será
la Constitución de Europa las
rafees especfficamente cristianas de
la cultura y la vida de ésta significa,
en buena medida, olvidarlas,
no recordarlas. Y bien sabemos que la memoria es una facultad
creé;ltiva .. Recordar es, literal1nerite, volver a pasar por él corazón,
traer de nuevo a la existencia. Con razón ha escrito Miguel de
Unamuno que "recordar .es vivir".
Si Europa olvida sus rafees, se expone a no vivir histórica­
mente, en el sentido más profundo de esta expresión. Y algo aná0
logo cabe decir de todos los _pueblos .de Occidente.
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