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Número 439-440

Serie XLIII

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¿Qué es adviento?

¿QUÉ ES ADVIENTO?
~odriamos decir que el Adviento es el tiempo en el que los cristianos
"deben despertar en su corazóri la esperanza de renovar el mundo, con
"la ayuda de Días. A e.'ite propósito, quisiera recordar también ho_y la
"constitución Gaudium et spes del concilio Vaticano JI sobre la Iglesia en
"el mundo actual: es un texto profundmnente impregnado de esperanza
"cristiana. Me refiero, en particular, al número 39, titulado 1 "va y clelo nuev~. En él se lee: «La revelación nos enseña que Dios ha pre­
parado una nueva morada y una nueva tierra en la que habita lajus­
"ttcta (cf. 2 Co 5, 2; 2 P 3, 13). ( ,.) No obstante, la espera de una tierra
"nueva no debe debilitat, sino más bien avivar la preocupación de culti­
"var esta tierra». En efecto, recogeremos los frufa(j de nuestro trabajo
"cuando Cristo entregue al Padre su reino etelno y universal. María
"santísima, Virgen del Adviento,
nos obtenga vivir este tiempo de gracia
"siendo vigilantes y laboriosas,
en espera del Señor».
BENEDICTO XVI: Meditación rnariana del Santo Padre
Benedicto XVI, el día 27 de novien1bre, primer domingo
de Adviento. L 'OsseJVatore Romano, edición semaná.l en
lenguo.t española, año XXXVII, nú1n. 48 (1.927), 2 de di­
ciembre de 2005.
En Adviento el Señor h11sca en nuestro corazón una 1norada viva
para ·entrar en la historia lnunana.
"cartas de
San Pablo, escrita probablemente en el ario 51 .. En ella, aún
"1nás que en las ofTas, se siente latir el corazón ardiente del Apóstol, su
"mnor paterno, es 111ás, podríamos decir materno, por esta nueva comu­
"nidad; y también su gran preocupadón de que no se apague la fe de
"esta Iglesia nueva, rcxieada por un contexto cultural contrario a la fe en
"muchos aspectos. Así, San Pablo concluye su carta con un deseo, po­
"d1famos inclusa decir, con una oración. El contenido de la oración,
Verbo, núm. 439-440 (2005), 723-725.
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"corrio hemos escuchado, es que sean santos e irreprensibles en el mo­
"mento de la venida del
Señor. La palabra central de esta oración es ve­
"nida. Debemos preguntarnos qué significa venida del Señor. En griego
"es parusia, en latín adventus, adviento, venida. /,Qué es esta venida?
"Nos concierne .iJ no?
................. ' ...................... '.'' .......................... ' ..... '" ...... .
,Sin "embargo, no sólo existe la última venida, al final de los tiempos.
"En derto ·sentido, el Señor desea venir siempre a través de nosotros, y
''llama a la puerta de nuestro corazón:
¿estás dispuesto a darme.tu carne,
"tu tiempo, tu vida? Esta es la voz del Señor, que quiere entrar tarnbién
"en nuestro tiempo, quiere entrar en la historia humana á través de no­
'.'sotros. Busca también una morada viva, nuestra vida personal. Esta es
"la venida del Señor. Esto es Jo que queremos aprender de nuevo en el
"tiempo del Adviento: que el Señor pueda venir a través de nosotros.
»Por tanto, podemos dedr que esta oración, este deseo expresado por
"el Apóstol, contiene una verdad fundamental, que trata de inculcar a
"los fieles de la comunidad fundada por él y que podemos resumir así:
"Dios nos llama a la co111unión consigo, que se realizará plenamente
~cuando vuelva Cristo, y él miS(IlO se compromete a hacer que lleguemos
"preparados a
ese encuentro final y decisivo. El futuro, por decirlo así,
"está cdntenido en el presente o, mejor aún, en la presencia de Dios
"mismo, de
su amor.indefectible, que no nos d(ija solos, que no nos aban­
.. dona ni siquiera un instante, como un padre y una n1adre jamás dfljan
'' de acompañar a sus hijos en su camino de crecimiento.
»Ante Cristo que viene, el hombre se siente interpelado con todo su
"ser, que el Apóstol resu1ne con los términos ~spfritu, alma y cuerpo,, in­
''dicando así a toda la persona humana, como unidad arti.culada en sus
"dimensiones somática, psíquica
y espiriúJal. La santificación es don de
"Dios e iniciativa suya, pero el ser humano está llamado a corresponder
"con todo su ser, sin que nada de él quede excluido.
:,y es precisamente el Espíritu Salita, que formó a Jesús, hombre per­
"fectb, en el seno de la Virgen, quien lleva a cabo en la persona hwna.JJa
"el admirable proyecto de _Dios, transformando ante todo el corazón y,
"desde este centro, todo el resto. Así, sucede que en cada persona se re­
"nueva toda la obra de la
creadón y de la tedención, que Dios, Padre,
"Hijo y Espíritu Santo van realizando desde el inicio hasta el final del
"cosmos y de la historia. Y como en el centro de la historia de la hwna­
"nidad está la primera venida de Cristo y, al final, su retorno glorioso,
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"así toda existenda personal está llan1ada a confrontarse con él ~de
"modo misterios[! y multiforme~ durante su peregrinación terrena, para
"encontrarse
~n él, cuando vuelva,.
BENEDICTO XVI: Homilía durante el rezo de las prime­
ras Visperas del primer domingo de Advientci, sábado 26
de noviembre. L 'Ossen'atore Romano, edición semanal en
lengua española, año XXXVII, núm. 48 (1.927), 2 de di­
ciembre
de 2005.
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