Fausto Zerón-Medina: Felicidad de México

Fausto Zerón-Medina: FELICIDAD DE MÉXICO(*)
Un querido amigo me obsequia con este precioso librito,
muestra cumplida del amor mejicano a la Guadalupana. De pri-
m o rosa edición, con numerosísimas fotografías, en color y maria-
nas casi todas ellas, si el texto es un goce, todavía lo supera la con-
templación de las ilustraciones.
“Y si injusto enemigo pro c u r a
humillar nuestra frente, ¡victoria!
Haz que cante, brillando de gloria,
la nación que tu amor eligió”
La nación elegida por la Virgen, Felicidad de Méjico, para
mostrarse en una de las más encantadoras apariciones del amor
maternal de María. La estrofa del Himno Guadalupano no es
simple deseo y petición. Po rque Méjico ha cantado su catolicis-
mo con ve rdaderas luces de gloria. En el amor a la Virgen, en la
s a n g re martirial, en la fe que vence todas las persecuciones. Y por
la Ma d re de Guadalupe, y por el amor a la madre de Gu a d a l u p e ,
Méjico es, pese a todo, contra todo, la nación más católica del
Mu n d o.
Ese hermoso título, que por siglos honró a España, curiosa-
mente, providencialmente, lo lleva hoy la que fue, tantos años, la
Nu e va España. Obra nuestra en tanta pro p o rción. De nuestro s
c o n q u i s t a d o res, de nuestros misioneros. Pe ro obra también, en
inmensa parte, de la fe de aquellos indios a quienes, apenas les
comunicamos la fe, la sintieron tanto, la abrazaron tanto, que
María, agradecida, emocionada, quiso venir a ellos para quedar-
se, para siempre, como Reina de Méjico. Con una encantadora
carita de india mejicana. Hecha india para sus indios. Y manifes-
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(*)Centenario de la coronación deMaría Señora de Guadalupe.Editorial Clío,
Méjico, 1995, 144 págs.
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tada a Juan Di e g o. No al arzobispo, ni al corre g i d o r, ni al fraile.
No s o t ros cumplimos lo que teníamos que cumplir. Y bien cum-
p l i d o. Pe ro aquella tierra no era nuestra. Y la Virgen, tan españo-
la tantas veces, en aquella ocasión quiso ser indita mejicana.
Hermosísimo libro, hermosísimo texto, hermosísimos “s a n-
t o s”. Un placer leerlo y ve r l o. Casi rez a r l o. Aunque pienso que
en España no será de fácil adquisición, a todos se lo re c o m i e n-
d o. Y a mi querido amigo Nemesio, mil gracias por su pre c i o s o
o b s e q u i o.
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