Índice de contenidos
Número 449-450
Serie XLIV
- Textos Pontificios
- In memoriam
- Actas
- Estudios
- Crónicas
-
Información bibliográfica
-
José Mª Sánchez Ventura y Pascual: Santo. Tomás de Aquino: Notario Mayor de la Cristiandad
-
Luis Corsi Otálora: ¡Viva el Rei! Los negros en la Independencia
-
Francisco Salazar Alvarado: Encuentro con la historia. García Moreno: líder católico de Latinoamérica
-
VV.AA.: La tregua de ETA. Mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas
-
Ricardo Aldana: Todo consiste en Él
-

Autores
2006
Ética pública y privada. Aplicación de la doctrina platónica a un caso de actualidad
ÉTICA PÚBLICA Y PRIVADA
APLICACIÓN DE LA DOCTRINA PLATÓNICA A UN CASO
DE ACTUALIDAD
POR
BERNARDINOMONTEJANO(*)
“ El pecado de los gobernantes es agrava d o
por la dignidad del oficio que han asumido”
Li b ro de la Sa b i d u r í a ,I V, V.
Se trata de u ntema muy gra ve que tenemos que encarar como
m i e m b ros vivos de la Iglesia y como unive r s i t a r i o s, desde una pers-
p e c t i va académica, no periodística.
I .ELPE C A D O
Es un tema que tiene que ver con el pecado. El pecado es una
d e s o b e d i e n c i aa un mandato de Dios, que se expresa a través de la
ley natural o de una determinación divina positiva. Por ejemplo,
el pecado original. Dios había colocado a nuestros primeros pa-
d res en el jardín del Edén, con una sólo prohibición: no debían
comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. La ser-
piente los tentó, sucumbieron a la tentación, la soberbia los cegó,
q u i s i e ron ser dioses, determinar en forma autónoma lo que es
bueno y lo que es malo y pecaron grave m e n t e .
____________
( * )Se trata de una lección impartida por nuestro querido colaborador, antes de
su jubilación, en la Facultad de De recho de la Un i versidad Católica Argentina. El
subtítulo alude al juicio de Platón respecto de que los paradigmas virtuosos y vicio-
sos se observan en grandes caracteres en el ámbito público (N. de la R.).
Verbo,núm. 449-450 (2006), 761-767.761
ESTUDIOS
FundaciÛn Speiro
¿ Qué es un pecado? Es un apartamiento o tra n s g resión vo l u n t a-
ria de la ley de Dios( Santo Tomás, Suma Te o l ó g i c a, 1-2, q. 72, a.1)
o es obra, palabra o deseo contra la Ley etern a( San Agustín, C o n t ra
Fa u s t u m, I, 22, C. 27).
Según Santo Tomás, el pecado tiene dos componentes: a ve r s i o
a Deo et conversio ad cre a t u ra m. Alejamiento de Dios y vuelta des-
o rdenada a las criaturas.
La distinción más importante en el plano del pecado es entre
m o rtal y ve n i a l. Ambos constituyen un desorden, pero en el
segundo, el mismo, según Santo Tomás, es respecto de los medios,
p e ro no respecto al fin. En cambio, el primero, produce la muer-
te del alma, la pérdida de la gracia divina.
Para que se cometa un pecado mort a ldebe existir materia gra -
ve (1), a d ve rtencia claraen el orden del conocer y c o n s e n t i m i e n t o
pleno e j e rcido por la voluntad libre.
I I .MAC C A RO N EYMI L I N G O
El caso que trataremos es el del obispo Juan Carlos Ma c c a ro -
ne (2), ex decano de nuestra Facultad de Teología, integrante de
la Comisión Episcopal para la Pontificia Un i versidad Católica
Argentina Santa María de los Buenos Aires; nos toca de cerc a
como católicos y como integrantes de la Un i versidad. Si la Iglesia
____________
( 1 )Como escribe el R. P. Dr. Miguel Ángel Fuentes, “la gravedad puede ve n i r
del acto en sí mismo o de una circunstancia. Hay actos que en sí mismos son mate-
ria grave, como el homicidio. Ot ros son graves en razón de alguna circ u n s t a n c i a ,
como por ejemplo, los daños… morales… que puede causar un escándalo” (Re ve s t í o s
de entrañas de misericord i a, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, 1999, pág.
55). En el lamentable caso que analizaremos se acumulan la gravedad del acto en sí
mismo y la de su circ u n s t a n c i a .
( 2 )Como señaló el P. Jorge Oesterheld, director de prensa del Episcopado, “e n
un sacerdote no hay distinción entre vida pública y vida privada. El ejercicio del
ministerio abarca toda la vida… No es un trabajo con un horario en el que uno
trabaja en la parroquia o en la diócesis y otro horario en lo que hace lo que quiere .
Por eso es muy grave la conducta de Ma c c a ro n e”, en La Nación, Buenos Aire s ,
28/8/2005.
BERNARDINO MONTEJANO
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FundaciÛn Speiro
y la Un i versidad son algo viviente, el caso debe dolernos. Como
el caso de otro miembro de dicha comisión, el jubilado obispo de
Morón, Monseñor Justo Laguna, que en un programa periodísti-
co se mostró partidario del reconocimiento de las uniones g a y.
Cuando se le preguntó por qué en España 17 obispos y un millón
de personas se manifestaron en contra contestó: “Son resabios del
f r a n q u i s m o” (3).
Un antecedente importante, de hace pocos años es el de
Monseñor Emmanuel Milingo, el arzobispo africano de 71 años,
quien captado por una secta que quería utilizarlo para su expansión
“religiosa”, contrajo “matrimonio” con una mujer de 43. La novia
era María Sung, una acupunturista coreana, elegida entre tres que
le fueron propuestas por el líder sectario. La boda fue bendecida por
el mismo Reverendo Moon, el 27 de mayo de 2001, en un hotel en
NuevaYork. Ante esto el Cardenal Silvano Piovanelli escribió en el
Corriere della Seraun artículo titulado: “La traición de Milingo”. El
arzobispo había traicionado a su sacerdocio y a la Iglesia. Como
Pedro, Milingo había negado y traicionado a Cristo.
Pe ro como Pe d ro también Milingo podía arrepentirse y vo l-
ver; luego de poco más de 70 días, así lo hizo, y después de va r i o s
meses de re t i ro espiritual, ahora celebra misa en las afueras de
Roma y predica, todo con muy bajo perfil. Incluso se publicó
a c e rca del caso, un libro en Italia, obra de Michele Zanzucchi, con
el título: “Emmanuel Mi l i n g o, el pez rescatado del pantano” (4).
____________
( 3 )Ot ro integrante de dicha Comisión es Monseñor Emilio Bianchi di Cár-
cano, obispo de Azul y destructor de esa diócesis. En la actualidad, Azul, que tiene
una imponente catedral neogótica, edificada por la fe de su pueblo de otrora, es tie-
rra de misión. El catolicismo prácticamente ha desaparecido, mientras pululan las
sectas y la superstición. Una prueba de la esterilidad de este pastor ausente es que el
enorme edificio del seminario, edificado sobre la ruta 3 se encuentra vacío de semi-
naristas. Los pocos que existen, 10, estudian en Me rcedes y provienen de otros luga-
res de la vasta diócesis: Ol a varría, Tandil, Sa l a d i l l o. De Azul, que tiene alrededor de
70.000 habitantes, y de las otras poblaciones importantes del Pa rtido, Cacharí y
C h i l l a r, ninguno. De otras ciudades próximas, Tapalqué y Rauch, tampoco. Los re s-
tantes integrantes de la citada Comisión son el Cardenal Aramburu, que está muer-
to, y el Cardenal Bergoglio, de quien en esta ocasión preferimos no hablar.
( 4 )Después de que nuestro colaborador redactase el presente texto, el arzo b i s-
po Milingo ha vuelto a dar muestras de un comportamiento re p robable (N. de la R.).
ÉTICA PÚBLICA Y PRIVA D A
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FundaciÛn Speiro
I I I .LO SPE C A D O SS E X UA L E S
En el caso de Ma c c a rone se trata de un pecado sexual muy
g ra ve. La graduación de los pecados sexuales, todos graves, pero
que en su gravedad van de menor a mayor es: fornicación, adul-
terio, s o d o m í a(5), bestialidad.
Si dos de ustedes queridos alumnos, varón y mujer, sienten
un fuerte atractivo mutuo, deben dominar sus instintos. Si no
los dominan y acaban en un hotel alojamiento, eso es f o rn i c a-
c i ó n, aunque el mundo y los medios de comunicación social
les digan que es “re a l i z a r s e”. Y se aparean y viven en pareja, será
una fornicación continuada, a pesar de las felicitaciones que
reciban. Es un pecado grave, pero el menos grave de los pecados
s e x u a l e s .
Si yo que estoy casado, aunque lo estuviera con una bruja o
con los rastrojos de quien fuera una hermosa mujer, aunque me
trate mal y con desprecio, si me encuentro con una exalumna de
hace veinte años, por más que sea un hada, y voy a convivir con
ella, eso es peor, pues tengo impedimento de ligamen y a mi
mujer le debo fidelidad. Es un pecado mucho más grave y aunque
el mundo celebre la re n ovación y el cambio de pareja y me felici-
te, eso es a d u l t e r i o.
Si yo seduzco a un alumno varón y tengo relaciones con él,
por más lindo que sea, el pecado es muchísimo más grave y se
llama s o d o m í a.
____________
( 5 )En suecia, un pastor protestante de la Iglesia Pentecostal, Aake Green, fue
p rocesado por haber sostenido que “Los g a yson un cáncer para la sociedad. El Se ñ o r
sabe que quien se abandona a la desviación sexual violará hasta a los animales”. El
pastor fundó su afirmación en el mandato bíblico: “No tendréis con hombres re l a c i o-
nes como se tienen con mujeres; es abominable”, Levítico, 18/22. La sentencia de la
C o rte de Estocolmo fue la siguiente: “Su interpretación de la Biblia es discutible por
la forma, pero en la sustancia no se aleja mucho del texto. Impedir incitar a la discri-
minación de los g a y sno significa bloquear la reflexión y el debate que están en curso
sea dentro, sea fuera de la iglesia”. La sentencia privilegió la libertad de expresión re s-
pecto al derecho de una minoría a amordazar a quien sostiene expresiones política-
mente incorrectas (C o r r i e re della Se ra, Milano, 13/2/2005).
BERNARDINO MONTEJANO
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FundaciÛn Speiro
Finalmente, si yo tengo relaciones sexuales con Agustina, mi
vieja yegua, por más buena que sea, habré caído en lo más bajo y
repugnante: la b e s t i a l i d a d.
Si el caso de Milingo era f o rnicación sacrílega, siempre que la
“n ov i a” fuera soltera, lo que presuponemos, el de Ma c c a rone es
sodomía sacrílega.
Las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento, nos ense-
ñan acerca de la s o d o m í a: “El clamor de Sodoma y Gomorra es
grande; y su pecado gravísimo” (G é n e s i s, 18, 20).
Y en el Nu e vo Testamento, San Pablo cuando se re f i e re a los
h o m b res que se apart a ron de Dios, nos dice: “Habiendo conoci-
do a Dios, no le glorificaron como Dios ni le dieron gracias, antes
bien se ofuscaron sus razonamientos, y su insensato corazón se
e n t e n e b reció: jactándose de sabios se vo l v i e ron estúpidos… De s -
h o n r a ron entre sí sus cuerpos… sus mujeres invirt i e ron las re l a-
ciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los
h o m b res, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en
deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre
con hombre” (Ro m a n o s, 1, 24/25).
I V.UNS AC R I L E G I O
Pe ro además el pecado de Ma c c a rone es s a c r i l e g i o. El sacrile-
gio es un pecado grave y pertenece al género de los pecados de
i r religiosidad que afectan a Dios y “consiste en profanar o tratar
indignamente… las personas, las cosas o los lugares consagrados a
Di o s” (Catecismo de la Iglesia Ca t ó l i c a, 2120).
Ma c c a rone es una persona consagrada a Diospara siempre. El
sacrilegio es un gravísimo pecado contra la virtud de religión.
Hace años, en una magnífica película llamada El Re n e g a d o, u n
s a c e rdote apóstata consagra en un cabaret. El pan y el vino se
habían transformado en el cuerpo y la sangre de Cr i s t o. Una con-
sagración válida, pero sacrílega. Y en una escena espantosa, un
c o m p a ñ e ro del singular consagrante, que conservaba la fe, se
embriaga en un baño con la sangre del Señor para poner fin a esa
horrible orgía.
ÉTICA PÚBLICA Y PRIVA D A
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FundaciÛn Speiro
Como escribe Santo Tomás, formalmente c o n s t i t u yen sacrilegio
los pecados de las personas consagradas que atentan directamente con-
t ra su santidad. Por ejemplo, la fornicación de una virgen dedica-
da al servicio de Dios (Suma Te o l ó g i c a, 2-2, q. 99, a. 3).
V.ELE S C Á N D A LO
Y finalmente es e s c á n d a l o, tema que el Catecismo de la Ig l e s i a
Ca t ó l i c a, cuya lectura y estudio acaba de recomendar Be n e d i c -
to XVI, trata en el capítulo dedicado al respeto a la dignidad de
las personas.
Según dicho Catecismo (2284, 2285, 2287), el escándalo es la
actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El
que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. At e n t a
contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la
m u e rte espiritual. El escándalo adquiere una gra vedad part i c u l a r
según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes
lo padecen… El escándalo es gra ve cuando es causado por quienes,
por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a
o t ro s… El que usa de los poderes de que dispone en condiciones
que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y re s-
ponsable del mal que directa o indirectamente ha favo re c i d o. “Es
imposible que no vengan escándalos; pero ¡ay de aquél por quien vie-
n e n!” (Lc., 17, 1).
Pe ro n o s o t ros no debemos escandalizarn o s, sino re c o rdar las
palabras del Pa d re Ricardo Ga rcía Villoslada respecto a los
h o r ro res que salpicaron a la Iglesia durante el siglo X, llamado
el “siglo de hierro”: “Si la Iglesia no naufragó en esa tormenta
fue porque su Fundador la hizo inmortal y le dio promesa infa-
lible de perpetuidad. Al ver tan patente el elemento humano y
c o r ruptible de la Iglesia, todo cristiano que reflexione y medite
verá más refulgente el elemento divino de la misma y en vez de
escandalizarse, sentirá que se le robustece la fe y la confianza en
Dios, ni podrá menos de admirar el poder de Cristo, que aun
en medio de vicarios suyos tan indignos continúa llevando a
BERNARDINO MONTEJANO
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FundaciÛn Speiro
cabo sin sombra de erro r, la redención y santificación del
m u n d o” (6).
La Ba rca de Pe d ro no puede naufra g a r, pero como afirmó un
Papa, “pueden ahogarse los nave g a n t e s”. Tenemos que luchar para
que eso no suceda.
El Papa Benedicto XVI ha dicho que en la Iglesia había
mucha “s p o rc i z i a”. Cristo en la Cruz, como ve rd a d e ro Dios sabía
en su eterno presente todo lo que vendría. Sabía que en el siglo de
h i e r ro, un Papa juzgaría el cadáver de otro Papa (7), sabía lo de
Milingo, sabía lo de los sacerdotes pedófilos, sabía lo de Ma c -
c a rone, sabía de todos nuestros pecados y miserias. Todo eso lo
sufrió en su Pasión, sudó sangre, su muerte no fue olímpica y sere-
na como la de Sócrates sino trágica; Él, Cord e ro sin mancha, car-
gaba con todos los pecados del mundo.
No s o t ros no podemos arreglar nada de esto; no tenemos auto-
ridad ni poder; pero sí podemos sufrir y rezar para que Dios, cuya
infinita misericordia supera a su justicia, mueva a los corazo n e s
para que este penoso episodio tenga un buen final.
____________
( 6 )B. LLO RC A, R. GA RC Í AVI L LO S LA D A, F. J. MO N TA L B Á N, Historia de la Ig l e s i a
Católica, B.A.C., Madrid, 1958, t. II, pág. 132.
( 7 )El Papa Esteban VI juzgó a su antecesor Formoso, el juicio más escandalo-
so, a nuestro entender, en toda la historia de la humanidad después del juicio a
Cr i s t o. Poco tiempo después el Papa Juan IX, rehabilitó a Formoso, y prohibió que
en adelante se juzgue a los muertos.
ÉTICA PÚBLICA Y PRIVA D A
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APLICACIÓN DE LA DOCTRINA PLATÓNICA A UN CASO
DE ACTUALIDAD
POR
BERNARDINOMONTEJANO(*)
“ El pecado de los gobernantes es agrava d o
por la dignidad del oficio que han asumido”
Li b ro de la Sa b i d u r í a ,I V, V.
Se trata de u ntema muy gra ve que tenemos que encarar como
m i e m b ros vivos de la Iglesia y como unive r s i t a r i o s, desde una pers-
p e c t i va académica, no periodística.
I .ELPE C A D O
Es un tema que tiene que ver con el pecado. El pecado es una
d e s o b e d i e n c i aa un mandato de Dios, que se expresa a través de la
ley natural o de una determinación divina positiva. Por ejemplo,
el pecado original. Dios había colocado a nuestros primeros pa-
d res en el jardín del Edén, con una sólo prohibición: no debían
comer del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. La ser-
piente los tentó, sucumbieron a la tentación, la soberbia los cegó,
q u i s i e ron ser dioses, determinar en forma autónoma lo que es
bueno y lo que es malo y pecaron grave m e n t e .
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( * )Se trata de una lección impartida por nuestro querido colaborador, antes de
su jubilación, en la Facultad de De recho de la Un i versidad Católica Argentina. El
subtítulo alude al juicio de Platón respecto de que los paradigmas virtuosos y vicio-
sos se observan en grandes caracteres en el ámbito público (N. de la R.).
Verbo,núm. 449-450 (2006), 761-767.761
ESTUDIOS
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¿ Qué es un pecado? Es un apartamiento o tra n s g resión vo l u n t a-
ria de la ley de Dios( Santo Tomás, Suma Te o l ó g i c a, 1-2, q. 72, a.1)
o es obra, palabra o deseo contra la Ley etern a( San Agustín, C o n t ra
Fa u s t u m, I, 22, C. 27).
Según Santo Tomás, el pecado tiene dos componentes: a ve r s i o
a Deo et conversio ad cre a t u ra m. Alejamiento de Dios y vuelta des-
o rdenada a las criaturas.
La distinción más importante en el plano del pecado es entre
m o rtal y ve n i a l. Ambos constituyen un desorden, pero en el
segundo, el mismo, según Santo Tomás, es respecto de los medios,
p e ro no respecto al fin. En cambio, el primero, produce la muer-
te del alma, la pérdida de la gracia divina.
Para que se cometa un pecado mort a ldebe existir materia gra -
ve (1), a d ve rtencia claraen el orden del conocer y c o n s e n t i m i e n t o
pleno e j e rcido por la voluntad libre.
I I .MAC C A RO N EYMI L I N G O
El caso que trataremos es el del obispo Juan Carlos Ma c c a ro -
ne (2), ex decano de nuestra Facultad de Teología, integrante de
la Comisión Episcopal para la Pontificia Un i versidad Católica
Argentina Santa María de los Buenos Aires; nos toca de cerc a
como católicos y como integrantes de la Un i versidad. Si la Iglesia
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( 1 )Como escribe el R. P. Dr. Miguel Ángel Fuentes, “la gravedad puede ve n i r
del acto en sí mismo o de una circunstancia. Hay actos que en sí mismos son mate-
ria grave, como el homicidio. Ot ros son graves en razón de alguna circ u n s t a n c i a ,
como por ejemplo, los daños… morales… que puede causar un escándalo” (Re ve s t í o s
de entrañas de misericord i a, Ediciones del Verbo Encarnado, San Rafael, 1999, pág.
55). En el lamentable caso que analizaremos se acumulan la gravedad del acto en sí
mismo y la de su circ u n s t a n c i a .
( 2 )Como señaló el P. Jorge Oesterheld, director de prensa del Episcopado, “e n
un sacerdote no hay distinción entre vida pública y vida privada. El ejercicio del
ministerio abarca toda la vida… No es un trabajo con un horario en el que uno
trabaja en la parroquia o en la diócesis y otro horario en lo que hace lo que quiere .
Por eso es muy grave la conducta de Ma c c a ro n e”, en La Nación, Buenos Aire s ,
28/8/2005.
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y la Un i versidad son algo viviente, el caso debe dolernos. Como
el caso de otro miembro de dicha comisión, el jubilado obispo de
Morón, Monseñor Justo Laguna, que en un programa periodísti-
co se mostró partidario del reconocimiento de las uniones g a y.
Cuando se le preguntó por qué en España 17 obispos y un millón
de personas se manifestaron en contra contestó: “Son resabios del
f r a n q u i s m o” (3).
Un antecedente importante, de hace pocos años es el de
Monseñor Emmanuel Milingo, el arzobispo africano de 71 años,
quien captado por una secta que quería utilizarlo para su expansión
“religiosa”, contrajo “matrimonio” con una mujer de 43. La novia
era María Sung, una acupunturista coreana, elegida entre tres que
le fueron propuestas por el líder sectario. La boda fue bendecida por
el mismo Reverendo Moon, el 27 de mayo de 2001, en un hotel en
NuevaYork. Ante esto el Cardenal Silvano Piovanelli escribió en el
Corriere della Seraun artículo titulado: “La traición de Milingo”. El
arzobispo había traicionado a su sacerdocio y a la Iglesia. Como
Pedro, Milingo había negado y traicionado a Cristo.
Pe ro como Pe d ro también Milingo podía arrepentirse y vo l-
ver; luego de poco más de 70 días, así lo hizo, y después de va r i o s
meses de re t i ro espiritual, ahora celebra misa en las afueras de
Roma y predica, todo con muy bajo perfil. Incluso se publicó
a c e rca del caso, un libro en Italia, obra de Michele Zanzucchi, con
el título: “Emmanuel Mi l i n g o, el pez rescatado del pantano” (4).
____________
( 3 )Ot ro integrante de dicha Comisión es Monseñor Emilio Bianchi di Cár-
cano, obispo de Azul y destructor de esa diócesis. En la actualidad, Azul, que tiene
una imponente catedral neogótica, edificada por la fe de su pueblo de otrora, es tie-
rra de misión. El catolicismo prácticamente ha desaparecido, mientras pululan las
sectas y la superstición. Una prueba de la esterilidad de este pastor ausente es que el
enorme edificio del seminario, edificado sobre la ruta 3 se encuentra vacío de semi-
naristas. Los pocos que existen, 10, estudian en Me rcedes y provienen de otros luga-
res de la vasta diócesis: Ol a varría, Tandil, Sa l a d i l l o. De Azul, que tiene alrededor de
70.000 habitantes, y de las otras poblaciones importantes del Pa rtido, Cacharí y
C h i l l a r, ninguno. De otras ciudades próximas, Tapalqué y Rauch, tampoco. Los re s-
tantes integrantes de la citada Comisión son el Cardenal Aramburu, que está muer-
to, y el Cardenal Bergoglio, de quien en esta ocasión preferimos no hablar.
( 4 )Después de que nuestro colaborador redactase el presente texto, el arzo b i s-
po Milingo ha vuelto a dar muestras de un comportamiento re p robable (N. de la R.).
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I I I .LO SPE C A D O SS E X UA L E S
En el caso de Ma c c a rone se trata de un pecado sexual muy
g ra ve. La graduación de los pecados sexuales, todos graves, pero
que en su gravedad van de menor a mayor es: fornicación, adul-
terio, s o d o m í a(5), bestialidad.
Si dos de ustedes queridos alumnos, varón y mujer, sienten
un fuerte atractivo mutuo, deben dominar sus instintos. Si no
los dominan y acaban en un hotel alojamiento, eso es f o rn i c a-
c i ó n, aunque el mundo y los medios de comunicación social
les digan que es “re a l i z a r s e”. Y se aparean y viven en pareja, será
una fornicación continuada, a pesar de las felicitaciones que
reciban. Es un pecado grave, pero el menos grave de los pecados
s e x u a l e s .
Si yo que estoy casado, aunque lo estuviera con una bruja o
con los rastrojos de quien fuera una hermosa mujer, aunque me
trate mal y con desprecio, si me encuentro con una exalumna de
hace veinte años, por más que sea un hada, y voy a convivir con
ella, eso es peor, pues tengo impedimento de ligamen y a mi
mujer le debo fidelidad. Es un pecado mucho más grave y aunque
el mundo celebre la re n ovación y el cambio de pareja y me felici-
te, eso es a d u l t e r i o.
Si yo seduzco a un alumno varón y tengo relaciones con él,
por más lindo que sea, el pecado es muchísimo más grave y se
llama s o d o m í a.
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( 5 )En suecia, un pastor protestante de la Iglesia Pentecostal, Aake Green, fue
p rocesado por haber sostenido que “Los g a yson un cáncer para la sociedad. El Se ñ o r
sabe que quien se abandona a la desviación sexual violará hasta a los animales”. El
pastor fundó su afirmación en el mandato bíblico: “No tendréis con hombres re l a c i o-
nes como se tienen con mujeres; es abominable”, Levítico, 18/22. La sentencia de la
C o rte de Estocolmo fue la siguiente: “Su interpretación de la Biblia es discutible por
la forma, pero en la sustancia no se aleja mucho del texto. Impedir incitar a la discri-
minación de los g a y sno significa bloquear la reflexión y el debate que están en curso
sea dentro, sea fuera de la iglesia”. La sentencia privilegió la libertad de expresión re s-
pecto al derecho de una minoría a amordazar a quien sostiene expresiones política-
mente incorrectas (C o r r i e re della Se ra, Milano, 13/2/2005).
BERNARDINO MONTEJANO
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Finalmente, si yo tengo relaciones sexuales con Agustina, mi
vieja yegua, por más buena que sea, habré caído en lo más bajo y
repugnante: la b e s t i a l i d a d.
Si el caso de Milingo era f o rnicación sacrílega, siempre que la
“n ov i a” fuera soltera, lo que presuponemos, el de Ma c c a rone es
sodomía sacrílega.
Las Sagradas Escrituras, en el Antiguo Testamento, nos ense-
ñan acerca de la s o d o m í a: “El clamor de Sodoma y Gomorra es
grande; y su pecado gravísimo” (G é n e s i s, 18, 20).
Y en el Nu e vo Testamento, San Pablo cuando se re f i e re a los
h o m b res que se apart a ron de Dios, nos dice: “Habiendo conoci-
do a Dios, no le glorificaron como Dios ni le dieron gracias, antes
bien se ofuscaron sus razonamientos, y su insensato corazón se
e n t e n e b reció: jactándose de sabios se vo l v i e ron estúpidos… De s -
h o n r a ron entre sí sus cuerpos… sus mujeres invirt i e ron las re l a-
ciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los
h o m b res, abandonando el uso natural de la mujer, se abrasaron en
deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre
con hombre” (Ro m a n o s, 1, 24/25).
I V.UNS AC R I L E G I O
Pe ro además el pecado de Ma c c a rone es s a c r i l e g i o. El sacrile-
gio es un pecado grave y pertenece al género de los pecados de
i r religiosidad que afectan a Dios y “consiste en profanar o tratar
indignamente… las personas, las cosas o los lugares consagrados a
Di o s” (Catecismo de la Iglesia Ca t ó l i c a, 2120).
Ma c c a rone es una persona consagrada a Diospara siempre. El
sacrilegio es un gravísimo pecado contra la virtud de religión.
Hace años, en una magnífica película llamada El Re n e g a d o, u n
s a c e rdote apóstata consagra en un cabaret. El pan y el vino se
habían transformado en el cuerpo y la sangre de Cr i s t o. Una con-
sagración válida, pero sacrílega. Y en una escena espantosa, un
c o m p a ñ e ro del singular consagrante, que conservaba la fe, se
embriaga en un baño con la sangre del Señor para poner fin a esa
horrible orgía.
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Como escribe Santo Tomás, formalmente c o n s t i t u yen sacrilegio
los pecados de las personas consagradas que atentan directamente con-
t ra su santidad. Por ejemplo, la fornicación de una virgen dedica-
da al servicio de Dios (Suma Te o l ó g i c a, 2-2, q. 99, a. 3).
V.ELE S C Á N D A LO
Y finalmente es e s c á n d a l o, tema que el Catecismo de la Ig l e s i a
Ca t ó l i c a, cuya lectura y estudio acaba de recomendar Be n e d i c -
to XVI, trata en el capítulo dedicado al respeto a la dignidad de
las personas.
Según dicho Catecismo (2284, 2285, 2287), el escándalo es la
actitud o el comportamiento que induce a otro a hacer el mal. El
que escandaliza se convierte en tentador de su prójimo. At e n t a
contra la virtud y el derecho; puede ocasionar a su hermano la
m u e rte espiritual. El escándalo adquiere una gra vedad part i c u l a r
según la autoridad de quienes lo causan o la debilidad de quienes
lo padecen… El escándalo es gra ve cuando es causado por quienes,
por naturaleza o por función, están obligados a enseñar y educar a
o t ro s… El que usa de los poderes de que dispone en condiciones
que arrastren a hacer el mal se hace culpable de escándalo y re s-
ponsable del mal que directa o indirectamente ha favo re c i d o. “Es
imposible que no vengan escándalos; pero ¡ay de aquél por quien vie-
n e n!” (Lc., 17, 1).
Pe ro n o s o t ros no debemos escandalizarn o s, sino re c o rdar las
palabras del Pa d re Ricardo Ga rcía Villoslada respecto a los
h o r ro res que salpicaron a la Iglesia durante el siglo X, llamado
el “siglo de hierro”: “Si la Iglesia no naufragó en esa tormenta
fue porque su Fundador la hizo inmortal y le dio promesa infa-
lible de perpetuidad. Al ver tan patente el elemento humano y
c o r ruptible de la Iglesia, todo cristiano que reflexione y medite
verá más refulgente el elemento divino de la misma y en vez de
escandalizarse, sentirá que se le robustece la fe y la confianza en
Dios, ni podrá menos de admirar el poder de Cristo, que aun
en medio de vicarios suyos tan indignos continúa llevando a
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cabo sin sombra de erro r, la redención y santificación del
m u n d o” (6).
La Ba rca de Pe d ro no puede naufra g a r, pero como afirmó un
Papa, “pueden ahogarse los nave g a n t e s”. Tenemos que luchar para
que eso no suceda.
El Papa Benedicto XVI ha dicho que en la Iglesia había
mucha “s p o rc i z i a”. Cristo en la Cruz, como ve rd a d e ro Dios sabía
en su eterno presente todo lo que vendría. Sabía que en el siglo de
h i e r ro, un Papa juzgaría el cadáver de otro Papa (7), sabía lo de
Milingo, sabía lo de los sacerdotes pedófilos, sabía lo de Ma c -
c a rone, sabía de todos nuestros pecados y miserias. Todo eso lo
sufrió en su Pasión, sudó sangre, su muerte no fue olímpica y sere-
na como la de Sócrates sino trágica; Él, Cord e ro sin mancha, car-
gaba con todos los pecados del mundo.
No s o t ros no podemos arreglar nada de esto; no tenemos auto-
ridad ni poder; pero sí podemos sufrir y rezar para que Dios, cuya
infinita misericordia supera a su justicia, mueva a los corazo n e s
para que este penoso episodio tenga un buen final.
____________
( 6 )B. LLO RC A, R. GA RC Í AVI L LO S LA D A, F. J. MO N TA L B Á N, Historia de la Ig l e s i a
Católica, B.A.C., Madrid, 1958, t. II, pág. 132.
( 7 )El Papa Esteban VI juzgó a su antecesor Formoso, el juicio más escandalo-
so, a nuestro entender, en toda la historia de la humanidad después del juicio a
Cr i s t o. Poco tiempo después el Papa Juan IX, rehabilitó a Formoso, y prohibió que
en adelante se juzgue a los muertos.
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