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VI Foro Internacional Fe y Ciencia

NOMINALISMO Y DIALÉCTICA
Como todos los años desde las II J ornadas Hispánicas de
D erecho N atural, el profesor Félix Adolfo Lamas, querido amigo
y destacado cultivador de la filosofía del der echo, ha acogido en
su seminario de doctorado a un gr upo de colegas, al objeto de dis-
cutir monográficamente un tema “ dialéctico” (de la dialéctica clá-
sica), que este año ha sido el del nominalismo . Tuvo lugar los días
27, 28 y 29 de agosto pasados, en la U niversidad Católica
Argentina, de B uenos Aires. Y los participantes fuer on los profe-
sor es J uan Antonio Widow (U niversidad A dolfo Ibáñez de Viña
del Mar), Alejandro Guzmán ( Un i versidad Católica de
Valparaíso), Raúl Madrid (U n i versidad Católica de Chile),
Ma u ro Ronco ( Un i versidad de Padua) y Miguel Ayuso
( U n i v ersidad de Comillas). El profesor Lamas, como de costum-
b r e, trazó las conclusiones. El carácter demoledor de la metafísica
y gnoseología clásica que tuvo el nominalismo se examinó princi-
palmente en sus consecuencias políticas, jurídicas y morales. Es de destacar el trabajo r ealizado durante decenios por el
pr ofesor Lamas, en la formación de una pléyade de jóvenes y
valiosos estudiosos, que tantos buenos frutos está dando.
J. C.
VI FORO INTERNACIONAL FE Y CIENCIA
Entr e los días 5 y 7 de octubre se ha celebrado en la
U niversidad Autónoma de G uadalajara (Méjico) una nueva edi-
ción del F oro I nternacional F e y Ciencia, esta vez bajo el lema
“T estimonio y Esperanza ”. Tras los saludos de las autoridades de
la U niversidad, pr onunció la primera conferencia el profesor
argentino Antonio Caponnetto que abor dó la esperanza cristiana
y el testimonio de los ar quetipos. A continuación, nuestr o amigo
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y colaborador el profesor Alejandro Ordóñez, de Santafé de
Bogotá, trató de san Ez equiel Moreno, defensor de los derechos
de C risto Rey y az ote del liberalismo católico.
E n la tarde, el ingenier o jalisciense Jaime Ortiz habló, a su
vez, de los ev angelizadores de América, como ejemplo de “ gran-
deza y esperanza ”: “Al llamado de Hernán Cortés, ‘Que me enví-
en sacer dotes santos ’, fueron llegando al nuev o mundo grandes
hombr es que supieron dar testimonio de J esucristo y predicar las
vir tudes cristianas con gran ejemplo, quienes bajo el ampar o de la
Siempre V irgen, Santa María de G uadalupe, trabajar on incansa-
blemente por ganar almas para el Todo P oderoso . Grandeza
humana que con asistencia Divina y con profunda humildad die -
r on a América la unidad r eligiosa que le caracteriza”. Mientras el
pr ofesor madrileño Miguel Ayuso, jefe de r edacción de Verbo,
trató de los már tires de la guerra de España (1936-1939) que, “ en
sentido pr opio, fue mucho más una cruzada que una guerra civil.
E n su origen pesó, pues, antes que un par ticular deseo de confi-
gurar la vida colectiva en un sentido dado, la defensa del senti-
miento católico herido . Por eso, hubo már tires, y en gran núme-
r o, como la Iglesia reconoce ahora. Y, por eso también, a la larga,
sus consecuencias políticas fuer on relativamente limitadas”.
E l día siguiente comenzó con la inter vención del Cardenal
Arzobispo de G uadalajara, don J uan Sandoval, que ev ocó el ejem -
plo de san J uan de Capistrano: “C uando en 1453 el mundo cató-
lico estaba en peligr o de caer en manos de los turcos, surge la figu -
ra del ‘Santo de E uropa’. Nunca tomó las armas para defender la
V erdad, utilizaba solamente las armas espirituales. Convirtió al
ejército de los cruzados en una concentración r eligiosa. Dormía
poco, ayunaba y predicaba al máximo . El valor ejemplar de su
propia conducta; su santidad y su heroísmo puestos al servicio de
tan noble causa, la unidad cristiana de E uropa, dieron el triunfo
en la lucha secular de la Europa cristiana contra el islamismo”. Al
que siguió el jesuita argentino Alfr edo Sáenz, que se ocupó de san
Atanasio: “San A tanasio (295-373) es uno de los más grandes
padr es de la Iglesia. E n el siglo IV estalló una de las herejías más
graves de la historia, el arrianismo, que negaba la divinidad de
Cristo . En medio de una defección generalizada, Atanasio es el
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gran campeón de la ortodoxia, lo que le valió persecuciones de
fuera y de dentro de la Iglesia. S u figura es un ejemplo de lo que
debe ser la militancia católica ”.
Siguieron por la tar de las exposiciones del publicista de la
Ciudad de Méjico B altasar Sosa Chaves y de la pr ofesora de la
U niversidad organizadora S ofía de Villavicencio. E l primero, con
su gracejo habitual, pr esentó la figura del padre Pío: “E l padre Pío
vivió e imitó al único sacer dote, Cristo como otro Cristo vivien-
te crucificado, él r ecibió los estigmas de la pasión durante 50
años. P ero la grandeza del padre Pío fue, no solamente r echazar el
pecado en sí mismo y en lo demás, sino también la íntima unión
con Dios U no y Trino y con la Virgen María. C uando celebraba
la S anta Misa los fieles contemplaban el P adre Pío como si fuera
C risto celebrando, unido a la pasión del S eñor. Para él la S anta
M isa es estar al pie de la cruz con la Virgen M aría contemplando
el calv ario Cristo crucificado . La misa y la última cena y la cruz
sacramentalmente celebrada ”. Mientras que la segunda, de modo
vibrante, hizo lo propio con santa Catalina de S iena: “¿Qué clase
de mujer fue ésta que fue esposa de C risto y nunca vivió en un
conv ento? ¿F ue Virgen y la llamaban “D olcissima mamma”? ¿Fue
madr e sin haber procreado? ¿Qué hizo esta mujer laica para ser
nombrada Copatr ona de Roma, al lado de los grandes S an Pedro
y S an P ablo?”.
E l domingo, el sacer dote italiano Giulio Maria Tam, clausu-
ró con su confer encia “La Virgen, entr e castigo y esperanza ”, cele-
brando a continuación la Santa Misa, según el rito romano tradi-
cional, el padr e Rafael Navas, colombiano, del Instituto del B uen
Pastor.
Seguido por varios miles de personas, el F oro F e y Ciencia de
la U niversidad A utónoma de G uadalajara se ha conver tido en una
cita obligada en el calendario apostólico católico y tradicionalis\
ta.
M. N.
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