José Guerra Campos, La esperanza del Evangelio

Guerra Campos, José, La esperanza del Evangelio, Editorial Sol, Pozuelo de Alarcón (Madrid), 2009, 186 págs.

Estamos ante un pequeño volumen que recoge parte del magisterio de don José Guerra Campos en diversas homilías y conferencias pronunciadas durante su episcopado conquense.

Don José Guerra Campos (Ames, La Coruña, 1920-Sentmenat, Barcelona, 1997) fue seguramente el obispo de más peso intelectual de su época. Pero le tocó vivirla a desmano. Si hubiera nacido treinta años antes o treinta después hubiera terminado sus días al frente de un arzobispado de campanillas y muy probablemente con el capelo cardenalicio. Reconocido por todos. No fue así. En sus días episcopales se llevaba y se quería otra cosa. Y bien que se lo hicieron ver. Relegado en Cuenca era el obispo incómodo. Pero, mientras que de la inmensa mayoría de los cómodos hoy ya nadie se acuerda, el magisterio de don José sigue teniendo actualidad y vigencia. Hay que felicitar a quienes han querido recogerlo en este pequeño volumen que creemos es anticipo de más que vendrán.

No es este el momento de hacer una biografía del obispo Guerra. Ya hay alguna y no me cabe duda de que vendrán más. Ahora no pretendo otra cosa que daros cuenta de la aparición de este libro y animaros a su lectura. En la seguridad de que agradeceréis la recomendación y os aprovecharán notablemente sus páginas.

El primer texto (págs. 27-36) es la homilía pronunciada en la catedral de Cuenca el 8 de abril de 1992 dedicada a los mártires don Cruz Laplana, obispo de Cuenca, y a su vicario general don Fernando Español, ambos ya hoy en los altares como beatos. Es una hermosa homilía muy apropiada a la circunstancia.

El segundo es otra homilía dedicada a la Inmaculada (1991) (págs. 39-50) cuya lectura también sin duda aprovechará al que se acerque a ella.

Después viene el texto de una charla cuaresmal (1977) (págs. 53-63), de notable enjundia espiritual y que toca cuestiones medulares de la vida cristiana. Que sin duda harán pensar al lector.

Y llegamos a lo que bien puede calificarse como la joya del libro: tres conferencias cuaresmales (1978) (págs. 67-162) en las que resplandece la inteligencia y la claridad del teólogo. Me parecen extraordinarias. Y un antídoto contra mucho de lo que circula por ahí sobre la cuestión. No habla el intelectual para intelectuales. Pone al alcance de todos lo mucho que sabe. Son páginas que confirman la fe. Magníficas.

Sólo ellas justificarían más que sobradamente la adquisición del libro. Y pulverizan muchas obras cuyo éxito sólo se explica por la ignorancia del lector. Lo que expone don José Guerra es la fe de la Iglesia. Y por ello la base de la esperanza cristiana. De lo mejor que he leído al respecto. Hay que tener en cuenta que no se trata de un estudio teológico para intelectuales sino de unas conferencias para un público no especializado. Pero el gran teólogo que era el obispo de Cuenca consiguió hacer asequibles a todos sus ingentes saberes. Todo es sencillo, todo es claro, todo es la pura fe de la Iglesia. De verdad creo que no se podía exponer mejor y en menos espacio lo que la Iglesia cree sobre la Resurrección.

Concluye el libro con una conferencia (1977) (págs. 165-182) titulada “Esperanza y alegría en el Evangelio”. También para meditarla.

Os repito que la parte central del libro me parece extraordinaria. De obligada lectura ante la confusión de hoy.

FRANCISCO JOSÉ FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA