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Número 503-504

Serie L

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AA. VV., La guerre civile perpétuelle

AA.VV., La guerre civile perpétuelle, Artège, París, 2012, 280 págs.

El presente volumen tiene su origen en una reunión internacional, de la que Verbo en su día dio cuenta, promovida por la revista francesa Catholica y celebrada en la Universidad de Lausana en el año 2008. Ahora, no sin mucho penar, Bernard Dumont, Gilles Dumont y Christophe Revéillard han reunido los textos bajo el título de «la guerra civil perpetua», frente al de «guerra civil y modernidad», quizá más equívoco, con el que se convocó la reunión. El subtítulo añadido resulta, a este respecto, bien expresivo: «a los orígenes modernos de la disociedad».

Bernard Dumont, director de la revista Catholica, es conocido como el editor de Del Noce en Francia. Gilles Dumont es catedrático de Derecho administrativo y decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nantes. Y Christophe Réveillard es profesor de Historia en La Sorbona. Los tres conjuntamente ya han sido los editores de una obra precedente, La culture du refus de l’ennemi, publicada en 2007 y que trata del asunto del moderantismo en relación con la religión en los inicios del siglo XXI. Por nuestra parte, Verbo, ya se ocupó en su día de ella.

La lista de los demás colaboradores es la siguiente: Miguel Ayuso, Guillaume Bernard, Jacques Bonnet, Danilo Castellano, José Miguel Gambra, Carlo Gambescia, Isabelle Huten, Aude de Kerros, Teodoro Klitsche de la Grange, Marc de Launay, Pierre de Lauzun, Alain Mescheriakoff, Dalmacio Negro, Monica Papazu, Claude Polin y Giovanni Turco.

La obra se estructura en una presentación (que redacta Bernard Dumont) y cinco partes (de las que la quinta se reserva a las conclusiones). En la primera se trata, sobre todo, de «la guerra en la política» y, en concreto, desde el ángulo de la modernidad, de la existencia diferenciada de «dos fraternidades», de la «no-polí- tica» que resulta de la pretendida neutralización del conflicto, de la «guerra de todos contra todos» que está en sus orígenes a través de la emergencia de facciones múltiples y, finalmente, de la «organización del conflicto» como fuente de poder. La segunda se centra en «la guerra en la economía», a través de los temas de la guerra financiera, de la lucha económica como sustitución de la guerra y de la regulación estatal de la lucha económica. «La guerra en la filosofía» es la rúbrica de la tercera parte, donde aparecen los problemas de la «negación» y la «nada», así como «la guerra de los filósofos». Una cuarta parte observa «la guerra en la sociedad» desde distintos observatorios: el de la eclosión del llamado «comunitarismo», el del «arte moderno», el de la «cultura del miedo» y, finalmente, el de la familia, donde se ha pasado de una guerra en su seno a una guerra contra ella. Unas conclusiones, por su parte, se contraen a la amistad política, al animal social y a las dos ciudades. A las que sigue una conclusión general de los tres editores.

El presente volumen trata de presentar la devastación a que ha conducido la filosofía (y la filosofía política en particular) de la modernidad. Devastación cuya especificidad reside principalmente en la destrucción radical de cualquier lazo social digno de tal nombre para intentar sustituirlos luego a través de diversos artificios. Es lo que se desprende –leemos en la introducción– del análisis de los mismos (pseudo) principios políticos y de su puesta por obra en las comunidades políticas nacionales, relaciones económicas y vida familiar. Se alcanza así el último cuestionamiento, que traduce el espíritu subyacente del conjunto: el del odio a la naturaleza de las cosas, al ser, que llega a todos los ámbitos, como ilustra y explica lo que se llama «arte contemporáneo». Así pues, lejos de limitarse a constatar el fracaso de una sociedad (se habla, recuperando una expresión de Marcel de Corte, de disociedad), la originalidad de la obra consiste en analizar las causas de un proceso lógico que tiende a imponer su violencia intrínseca al corazón de la relación social. Por eso se habló en la reunión de Lausana de «guerra civil y modernidad». Y por eso este volumen que reelabora sus actas, presentándolas orgánicamente, lo hace de «guerra civil perpetua».

Juan CAYÓN