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Número 515-516

Serie LI

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Martin Dumont, Le Saint-Siège et l'organisation politique des catholiques français aux lendemains du Ralliement (1890-1902)

Martin Dumont, Le Saint-Siège et l’organisation politique des catholiques français aux lendemains du Ralliement (1890-1902), París, Honoré Champion, 2012, 556 págs.

Martin Dumont (1983) es un joven historiador, que trabaja en el Instituto de Investigación para el Estudio de las Religiones. En esta obra ilustra con nuevos elementos el papel desempeñado por la Santa Sede en el lento proceso de estructuración política de los católicos franceses a fines del siglo XIX, tras el acontecimiento que supuso el ralliement. Éste, como es sabido, consiste en la consigna dada por León XIII en 1892 a los católicos franceses, con la encíclica Au milieu des sollicitudes, de adherirse a la República olvidando sus preferencias monárquicas. Culminación de una estrategia iniciada dos años antes por el cardenal Lavigerie con el famoso «brindis de Argel». Y de la que no sería difícil colacionar otros antecedentes, remontándonos en el tiempo a las luchas producidas tras la eclosión del catolicismo liberal (en realidad, liberalismo católico). Pero, en puridad, el ralliement no fue un asunto sólo francés, pues algo semejante ocurrió en Bélgica, en las repúblicas hispanoamericanas y en la propia España. Entre nosotros, no fue otro el signo de la encíclica, también de León XIII, Cum multa, de 1882, anterior pues a los acontecimientos franceses que dan nombre a lo que más que una especie es un género. Y, nuevamente, no sería difícil hurgando hacia atrás, dar con hechos semejantes a partir del Concordato de 1851.

El que fue fundador de Verbo, Eugenio Vegas Latapie, era un conocedor profundo del ralliement francés, dedicándole su primer libro en los primeros años treinta del siglo pasado. Con la intención, no escondida, de poner coto al nuevo ralliement de la democracia cristiana herreriana durante la II República. Y Manuel de Santa Cruz, el gran historiador del Carlismo, se halla entre los más finos analistas de su significado y más firmes debeladores de su signo.

La estrategia pontificia de aceptación táctica de la República, para cristianizarla desde dentro tropieza con este dilema, que opone a quienes sostienen el derecho común y a los católicos íntegros: ¿hay que elegir la defensa confesional, a riesgo de silenciar la cuestión constitucional, o privilegiar la adhesión (ralliement) a la República poniendo en segundo plano la causa de la religión?

La obra se estructura en tres partes. En primer término estudia los intentos de reestructuración de las fuerzas católicas, poniendo en evidencia las dudas en cuanto al posicionamiento ideológico que adoptar, hasta las elecciones de 1893. En la segunda se analizan los esfuerzos conducidos a fin de obtener una unión de los espíritus que condujo a la Federación electoral en torno del católico republicano Etienne Lamy, que gozó de un tímido sostén de la Santa Sede. Finalmente, una tercera parte evidencia las nuevas divisiones que golpean a los católicos franceses tras las elecciones legislativas de 1898, agravadas por la política del gobierno de Waldeck-Rousseau y que van a entrañar un nuevo fracaso en las elecciones de 1902, pese a la formación de la Acción liberal de Jacques Piou.

El libro, de extraordinario interés, refleja objetivamente los hechos, pero no deja de hacer emerger problemáticamente los errores de la táctica moderada sostenida de un modo u otro por la Santa Sede y la jerarquía de Francia. Sería altamente recomendable que se trasladara el objeto de estudio a nuestra patria, con idénticas acribia y orientación intelectual.

Miguel AYUSO