Danilo Castellano, Quale diritto?

Danilo Castellano, Quale diritto?, Nápoles, Edizioni Scientifiche Italiane, 2015, 152 págs.

Resulta totalmente ocioso presentar al profesor Danilo Castellano (Flaibano, 1945) en estas páginas. Pues han sido uno de los vehículos privilegiados durante los últimos (casi) veinticinco años para la difusión de sus ideas bien cortadas. Sin su contribución la historia de Verbo y de las Reuniones de amigos de la Ciudad Católica en ese período sería otra.

En este libro, que lleva por subtítulo «Sobre las fuentes, formas y fundamento de la juridicidad», y se compone de una introducción y ocho capítulos, desarrolla sintética y profundamente tales temas. El libro –se nos explica– considera esencialmente una cuestión nodal (quizá la cuestión nodal) del derecho, a través de la cual pasan necesariamente todas las demás. Lo hace de manera articulada y bajo algunos aspectos inusual, en el surco de una aproximación clásica (cada vez más necesaria) al tema jurídico. También para huir resueltamente de los errores del viejo positivismo sin caer en sus nuevas y siempre más absurdas versiones. El trabajo busca probar que el ordenamiento jurídico no puede ser la condición del derecho, ya que al contrario se trata de su producto. Lo que brota de la consideración de las relaciones justicia/legalidad, derecho/derechos humanos, realismo/positivismo de los Códigos. Y todavía más de la observación de que la experiencia jurídica es la epifanía del derecho como determinación de lo que es justo y no imposición de quien detenta la soberanía.

Los títulos de los capítulos explayan lo que sintéticamente destaca el editor. Estos son: «El derecho entre verdad y nihilismo», «El derecho entre fuente y fundamento», «El derecho entre ciencia y jurisprudencia», «Valores jurídicos no negociables», «De la experiencia jurídica al derecho», «Sobre el realismo del Código civil italiano», «Fuentes del derecho penal y cuestión de la humanidad del derecho» y «El derecho en los derechos humanos».

Una vez más destacan varias cosas. En primer lugar, el origen de una buena parte de los textos que se recogen, lo que prueba una vez más –si falta hiciera– lo que Miguel Ayuso ha llamado en ocasión de presentar su libro La naturaleza de la política (Barcelona, Scire, 2006) su «fama hispánica». Lo que nos enorgullece. En segundo término, la penetración «teorética» (como le gusta decir) del autor, que se refiere a la experiencia como banco de pruebas donde refutar las tesis erróneas y resaltar las verdaderas. Finalmente, el estilo terso y algo conceptuoso, deja fluir sin embargo el pensamiento, que es fiel a la gran tradición de la filosofía clásica y cristiana sin que aparezca en cambio la estructura a veces disuasoria del tecnicismo escolástico.

Juan CAYÓN