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Presentación número 601-602

depósito legal y el ISSN de Verbo llevan el año de 1960. Pero el número 1 debió aparecer ya en 1961, año en el que —los días 22 y 23 de abril— tuvo lugar la I Reunión de amigos de la Ciudad Católica. El número 2 recoge precisamente, entre otros contenidos, la crónica. Ello quiere decir que en el año que acaba de terminar, o incluso antes, podría haberse celebrado el sexagésimo aniversario de la revista. Pero hemos esperado a haber concluido la serie LIX y a la impresión del número 600 para hacer la conmemoración y celebración al tiempo.

Este número es, pues, especial. A unas páginas de síntesis del director y otras que el Profesor Danilo Castellano, uno de nuestros colaboradores más importantes en la actualidad, después de treinta años de presencia continuada, nos ha regalado, siguen una serie de textos de los que podríamos llamar maestros de la Ciudad Católica. Todos ellos nos han abandonado hace más o menos tiempo y confiamos en tener su asistencia desde el Cielo. En todo caso, los seguimos recordando en la oración por si fuere menester. Tan sólo hemos excluido del elenco los nombres procedentes de Francia, sea de la vieja Cité Catholique, luego mudada de nombre y de otras cosas varias veces, o de la desaparecida revista Itinéraires. La razón no es otra que la contribución se limitó casi siempre a la traducción de sus textos publicados en otros lugares. Los autores que, en cambio, hemos seleccionado, todos ellos eligieron expresamente Verbo como la sede de sus escritos, lo que da sin duda a su aportación un valor adicional. De entre esos textos hemos excluido además los ya publicados en nuestras páginas, hoy accesibles a través de la colección disponible en el sitio de la Fundación Speiro, además de continuar en papel en las bibliotecas. De modo que hemos buscado otros, entregados en su día a otras sedes, y que hoy queremos incorporar también a Verbo en razón de su relieve a la luz de nuestra tarea y misión.

Comienza con un artículo de Eugenio Vegas, para el número 40 de Acción Española, el año 1933, sobre «la política como deber». No es preciso encarecer el autor, ni la coyuntura ni la tesis que el propio título proclama. Sigue la traducción de un trabajo del catedrático estadounidense Frederick D. Wilhelmsen, «Towards an Incarnational Politics», publicado en los números de febrero y abril de 1973 de su revista Triumph. Provocador y profundo, abre un camino de reflexión que el tiempo transcurrido lejos de haber difuminado ha hecho más perentorio, por más que no todos los juicios expresados hayan conservado íntegra su vigencia. A continuación se recoge un sintético artículo de Francisco Canals, en el número de octubre de 1960 de la revista barcelonesa Cristiandad, que heredó del Padre Ramón Orlandis, S.J.: «Sobre la actitud del cristiano ante lo temporal». Y que contiene un extraordinario discernimiento del rechazo debido tanto al «escatologismo» como al «encarnacionismo» extremos. Del filósofo Rafael Gambra traemos un capítulo de su libro de 1965 La unidad religiosa y el derrotismo católico, contraído al sentido religioso de la historia de España, que interpreta con gran lucidez. Lo que entonces todavía era cierto, hoy en gran medida ha sufrido una erosión dolorosísima desde el ángulo sociológico. Precisamente por no haber atendido lo que postulaba el autor. Y lo que la Ciudad Católica pretendía.

Elías de Tejada pronunció en 1952 una conferencia sobre el Sacrum Imperium y los órdenes supraestatales en la «Abendländischen Akademie» de Eichstätt, en Baviera, fundada por su amigo y colega el Barón von der Heydte. Se estampó en alemán, separadamente, y luego en castellano en el número de enero-marzo de 1953 de la Revista del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, de Santafé de Bogotá. Nos ha parecido que podía servir al objetivo de esta entrega su reproducción. El ensayista húngaro Thomas Molnar, en el encuentro romano de 1975 de la ecléctica Fondazione Volpe, habló de la «depauperación del poder del Estado». En 1978 amplió el texto en un opúsculo, Lo Stato debole, que sustancialmente reprodujo después la Universidad de Mendoza en 1982. Completa el tratamiento de un tema que abordó con frecuencia en la páginas de Verbo, dando lugar a un interesante intercambio de opiniones con Juan Vallet de Goytisolo y Miguel Ayuso. De Vallet, precisamente, resultaba difícil seleccionar algún texto significativo de la temática que interesa a Verbo y no hubiera sido publicado ya en sus páginas. Tal es el peso que tiene el gran jurista en la revista que mantuvo y dirigió durante medio siglo. De manera que optamos por acudir a sus artículos de prensa, recogidos en los volúmenes Algo sobre temas de hoy y Más sobre temas de hoy, respectivamente de 1972 y 1979, y escoger algunas páginas sobre dos grandes cuestiones de las que abordó en Verbo de modo precursor: la sociedad de masas y la tecnocracia. José Pedro Galvão de Sousa, tratadista brasileño de derecho político, escribió en 1971 un libro extraordinario sobre la representación política, otro tema al que Verbo dedicó parte de sus afanes. De la versión castellana de ese libro, de 2011, se han seleccionado algunas de sus páginas iniciales, expresivas de su sustancia. Una de las preocupaciones del romanista Álvaro d’Ors en sus incursiones por la teoría política fue la denuncia del capitalismo. Que trasluce en el estudio escogido, de 1990, expuesto en la Universidad de Navarra, dado a las prensas originalmente en el vol. 17 de la Revista Chilena de Derecho. Cierra el número un texto singular e inimitable de Alberto Ruiz de Galarreta, esta vez bajo el nom de plume de Manuel de Santa Cruz, sobre «el estilo de los carlistas». Fue su ponencia al gran congreso sobre los 175 años del Carlismo, reunido en 2008, y publicado tres años después en el volumen Una revisión de la tradición política hispánica.

Temas y autores, bien distintos en sus enfoques y competencias, convergen en cambio sin discusión en la orientación nuclear de un trabajo de apostolado intelectual signado por la doctrina de la Iglesia y el pensamiento tradicional. Confiamos en que nuestros lectores, de cualquier hora, a través de este número acrecienten el interés por la tarea a la que no sólo la revista sino toda la acción de la Ciudad Católica sirven.

Las secciones habituales volverán, Dios mediante, en el número siguiente.