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1973

Revolución, Conservadurismo y tradición

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Cofradías, hermandades, gremios

COFRADIAS, HERMANDADES Y GREMIOS
POR
) . GIL MORENO DE MORA.
Es probable que las primeras asociaciones profesionales en la
Edad Media tomasen el nombre de cofradía siendo acaso las
de pas­
tores pirenaicos las primeras. En todo caso la primera razón de
reunión parece haber sido benéfica, de mutua ayuda, poniéndose bajo
el patronazgo de un Santo y muy poco después realizar el fin de
ponerse de acuerdo sobre problemas de pastos o mestas.
También se llamaron hermandad.es sin -clara diferencia como las
de pescadores, pero bajo el nombre de hermandad también se unie­
ron caballeros (la de Santiago, origen de la Orden), ciudades, valles,
nobles, como por otra parte oficios
y letrados.
En todo caso, tanto cofradías como hermandades son apelaciones
para uniones de carácter abierto,
es decir, que en ellas podía ingresar
todo aquel que lo solicitase
y manifestase algun interés común. Sin
embargo estas antedichas dieron luego lugar a los gremios cuya ca­
racterística parece ser la de cerrarse de forma que se requería un
examen de aptitudes para ingresar y esto si no se volvieron heredi­
tarios
en el sentido de que se reservaba el aprendizaje a hijos de
miembros del oficio.
El gremio parece ir más allá del carácter bené­
fico
y dirimidor de litigios que tenían cofradías y hermandades y
emprende una verdadera batalla contra el intrusismo, y por el con­
trol de la calidad, reglamentación del trabajo, defensa contra la ad­
ministración o pactos con ella, etc.
Lo cierto es que hay momentos en que es muy difícil delimitar
estas definiciones y
que el tránsito de unas a otras más o menos
rápido siempre tuvo lugar.
Lo que caracteriza estas asociaciones, o mejor dicho, corporacio­
nes de oficio
es su origen espontáneo en una necesidad natural de
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J. GIL MOI{ENO DE MORA
aquellos que se encontraban con los mismos problemas, lo cual se
confirma comprobando que sus-formas son muy variadas acoplán­
dose los estattJtos o fundaciones al contexto natural en que se en­
cuentran. Desde muy pronto fueron un obstáculo para la arbitrarie­
dad de reyes.
y señores cuando la había, y despertaron recelos profun­
dos que causaron que varios reyes castellanos las prohibieran sin
lograrlo. Y en ciertos casos su peso llegando a ser excesivo puso se­
rias dificultades al ejercicio del poder del estado. No es de extrañar,
pues la mejor de las cosas puede ser mal empleada. Sin embargo, la
Edad Media
y e,1 Renacimiento _nos muestra_ que estas corporaciones
de oficios llegaron a asumir
y resolver muy satisfactoriamente la vida
del trabajo y la organización económica del Municipio, incluyendo
sorprendentes realizaciones de seguridad social con seguros de paro,
enfermedad, viudedad y orfandad, accidente que dados los medios
de aquellas épocas aun podrían enseñar muchas cosas a los modernos
seguros del trabajo, pues los conceptos de justicia, más
pre~entes que
ahora por no conocer la demagogia actual, llegaban a menudo mucho
más lejos que
los seguros pensados y realizados por funcionarios. Lle­
garon incluso a fundar universidades que no se llamaron laborales
pero _ llegaron, como una
de las de Barcelona, a ser verdaderamente
buenas.
No es posible en un forum como este dar una historia prolija ni
la cantidad de detalles verdaderamente impresionantes de estas an­
tiguas corporaciones, ni es· posible tampoco
esrudiar todo lo_ que de
aprovechable como idea contienen.
Mas bien sería de interés centrar nuestro pensamiento sobre un
punto, el siguiente: Hoy en día no existen estas corporaciones sino
los sindicatos
y aun con las grandes diferencias de país a país, es
un hecho que Ja· fórmula sindicalista adolece de alguna enfermedad,
pues .en todos los países
hay problemas. con ·estos sindicatos. Fuera
de España
los sindicatos no son simples asociaciones profesionales, y
aunque normalmente desprovistos de poder jurisdiccional, son polí­
ticos en el preciso sentido de politizados, con lo
cual es frecuente
que una misma profesión
y lugar conozcan varios sindicatos según
las ideologías a que se afilien
sus miembros. Con ello se quiebra la
representatividad, pues ninguno puede hablar lícitamente en nombre
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COFRADIAS, HERMANDADES Y GREMIOS
de todos los miembros de la profesión. Aquí hay una diferencia im­
portante con los gremios antiguos, pues ellos
sí reunían a la totalidad
de los profesionales orgánicamente. En España los sindicatos han
tomado otra forma y conozco el problema de los del Campo que
es
de heterogeneidad pues, por ejemplo, el sindicato de la Vid reune
en una misma representación a los viticultores, los comerciantes, los
exportadores, los destiladores, los fabricantes de licores, los _ cerve­
ceros, etc.,
lo cual quiere decir que el presidente de· este sindicato
es como un abogado q11e represente a las dos partes en litigio, pues
litigio hay siempre entre
el productor que vende y el comerciante
que le compra, siendo notable,
por ejemplo, en el caso citado, que
la mayoría
.de los componentes del sindicaro es la de los interesados
en que
el productor venda barato, con lo cual ya se puede suponer
cómo pueden
encargarse de defender los intereses de la producción.
Por
otra parte, tos Sindicatos responden a una intervención de
la administración que
a· menudo se reserva · el nombramienro de los
mandos sindicales muy diferentemente al espíritu gremial, en
el cual
sólo los miembros del gremio
eligen a su máximo representante en
forma compromisaria.
· Otra diferencia profunda está en la uniformi·
dad que la
Ley obliga para las organizaciones sindicales, lo cual las
hace ser frecuentemente inadecuadas, sea al lugar, sea a la idiosin­
crasia de los hombres,
y, por fin, es ros sindicatos actuales siguiendo
el molde de las administraciones francesas, son
centralizados rígida­
mente complicando
la burocracia sindical y encareciendo la vida
sindical con ello. También
la pertenencia a los gremios era libre,
mientras que los sindicatos son obligatorios.
Pero, además, si
se compara su función actual con la_.función de
los gremios, constatamos la completa incapacidad de asumir la vida
económica de los municipios, incapacidad de legislar, a pesar de que
las Cortes tengan muchos procuradores sindicales y
lo más claro es
que los sindicatos actuales cuando no son para organizar algaradas
políticas al servicio de quienes los controle, como sucede
en Francia,
ven su acción limitada a muy poco más que a informar si se les
quiere escuchar y a encargarse del funcionamiento de la seguridad
social. Por
ejemplo, en las actuales hermandades de trabajadores la
tarea que absorbe todo el tiempo
del secretario es la corresponsalía
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f. GIL MORENO DE MORA
del INP que, par fu demás, paga una verdadera. miseria a es ros em­
pleados sin nómina aprovechando la. buena fe que suelen aportar en
defensa de
los vecinos del pueblo.
El hecho es que en la actualidad ninguna administración encuen­
tra serios problemas en dominar a los sindicatos mientras estos no
lleguen como en Norteamérica a tener equipos de gansters a su
servicio. Y el único recurso que les queda es el uso de la huelga y las
reivindicaciones salariales y fuera de esto en occidente es escasísima la
vida corporativa profesional. Menuda carcajada proferiría el Estado
Moderno si los sindicatos, por ejemplo, reivindicasen el control de
la calidad y la política de precios a seguir, o las obras públicas.
Nuestro mundo no
es el de la Edad Media, y pensar que aquellas
formas gremiales podrían tal cual resolver
los problemas de hoy es
soñar. Pero cabe la pregunta de cuál sería la actividad actual de los
gremios si el absolutismo, el pensamiento revolucionario y, en fin,
el Estado Hegeliano, que es inconfesado modelo de muchos, no hu­
biesen truncado la vida de aquellas corporaciones
narurales. Gambra
añade que la decadencia de
los gremios empieza cuando Luis XIV los
utiliza con fines fiscales, en la primera tecnocratización de los oficios.
El Estado llega a vender los cargos gremiales. Los historiadores ter­
giversan el problema pues presentan a los gremios como defensores
del absolutismo y al liberalismo como restaurador al abolir los
gremios. No es cuestión de -volver atrás sino de tratar de ver si el
Estado en que se hallaría hoy el antiguo gremio por narutal evolución
en el tiempo no resolvería los problemas actuales de manera más
satisfactoria que los acruales sindicaros.
El forum está esencialmente encaminado al debate y mi función
aquí no es sino suscitarlo; ruego a todos se manifiesten sobre este
tema
y esta última pregunta:.
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