La familia en Europa

LA FAMILIA EN EUROPA
«De acuerdo con el punto de vista unánime de los expertos, la situación
"demográfica en Europa es realmente preocupante. Algunos hablan incluso
"de un invierno demográfico.
»Se ha registrado una disminución del índice de fertilidad en todos los
"países de Europa occidental y central. La misma tendencia ha comenzado
"en la Europa .oriental, bajo el influjo del consumismo occidental. Con
"escasas excepciones, el índice sintético de fertilidad es más bajo que el
"necesario para el reemplazo de las generaciones.
» Al mismo tiempo, hay una expectativa de vida más elevada, y Euro­
" pase caracteriza por una población de edad avanzada. El índice de de­
"pendencia de personas mayores está aumentando. En algunos países más
"del 15 % de la población está constituida por personas de más de 65 años.
"El aumento de la proporción de ancianos crea un serio desequilibrio demo­
" gráfico.
»Estos problemas coincide.n con una disminución del número de matri­
"monios durante los últimos veinticinco años. El índice de matrimonios
"está bajando. En algunos países de Europa occidental la mayoría de los
"jifvenes eligen la cohabitación, en vez del matrimonio. Estas parejas a
"menudo no tienen hijos, y pueden durar algunos años. Desde 1970 se ha
"producido un notable aumento del número de hijos nacidos fuera del ma­
" trimonio. La frágil relación de cohabitación coincide con un may01' índice
"de divorcios. Las estadísticas muestran más hogares de personas solteras.
» La edad media en que las mujeres se casan ha subido constantemente.
"Además, las mujeres posponen la maternidad. Esto significa que se re­
,, quiere más tiempo para renovar las generaciones.
»El fenómeno demográfico más importante en Europa, que preocupa a
"todos los demógrafos, es la base cada vez más pequeña de jóvenes que deben
"sostener un número cdda vez mayor de ancianos. Este fenómeno se presenta
"como una 'pirámide invertida'.
» Debido al nivel más elevado de prosperidad, se ha reducido por lo
II general la emigración a países extraeuropeos. Al mismo tiempo, es común
"la emigración desde regiones donde hay desempleo hacia otros países euro­
" peos donde hace falta mano de obra.
»Uno de los factores más importantes que generan la crisis demográfi­
" ca en Europa es el papel de la mujer. Los factores que llevan a las mujeres
Verbo, núm. 349-350 (1996), 871-874 871
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"a trabajar fuera de su hogar han producido una disminución del índice
"de natalidad. Un excesivo énfasis en las actividades de la mujer faera de
"su hogar ha llevado a una menor estima de la maternidad y del papel que
"desempeña la mujer en el hogar.
»Al mismo tiempo, el menor número de hijos por familia está relacio­
" nado con las exigencias de una sociedad consumista y con los altos costes de
"la educación de los hijos. En zonas que una vez se caracterizaban por una
"actitud positiva hacia la maternidad, 'la regla' es ahora tener 'uno o dos
"hijos'. Los medios de comunicación social y la publicidad refuerzan esta 11 convención social, y las viviendas se proyectan para familias pequeñas.
» En la reducida familia europea, a menudo se priva al hijo de herma­
" nos y hermanas, y falta la comunidad socializadora que brinda la fami­
'' tia numerosa.
»No hay que olvidar nunca los factores ideológicos en que se basa el
"' invierno demográfico' de Europa. Europa está dominada actualmente por
"grupos minoritarios bien situados, que son contrarios a la familia. El
"modelo individualista de la persona puede asociarse frecuentemente con la
"mentalidad y la propaganda contrarias a la vida. Las feministas radi­
" cales y otras personas han logrado la legalización del aborto. Cada vez se
'' difunde más el uso de nuevos métodos químicos abortivos.
»Tras la legalización del aborto se están realizando esfuerzos por Je­
" galizar la eutanasia. En el ámbito de la crisis demográfica de Europa
"hay una tendencia creciente a hacer que los ancianos, los minusválidos y
'' los enfermos graves se sientan 'un peso para la sociedad', y a impulsarlos
"a 'elegir' la muerte.
» La revolución anticonceptiva y sus efectos en los comportamientos es
"otro factor que contribuye a la crisis demográfica en Europa. Las parejas
"tienen menos hijos de los que deseaban en un principio.
» Los medios de comunicación social promueven también una sexualidad
"estéril a través de la promiscuidad, la pornografía y la homosexualidad.
»Los efectos sociales y económicos del desequilibrio demográfico ya son
"motivo de preocupación para algunos gobiernos. Una elevada proporción
nde ancianos implica serias exigencias en los servicios de asistencia social.
,, Al mismo tiempo, una reducida fuerza de trabajo sufre, mediante im-
11puestos, una presión cada vez mayor para sostener el sistema de asistencia
"social. Otro efecto del fenómeno demográfico de la 'Pirámide invertida' es
"la pérdida de sabiduría y experiencia intergeneracional.
»La inmigración puede tener efectos positivos para ayudar a la econo­
"mÍa de países con bajos índices de fertilidad y enriquecer la cultura local.
"Pero los países de donde provienen los inmigrantes sufren a menudo la
"Pérdida de trabajadores con experiencia. Además, muchas veces los inmi­
ngrantes son objeto de hostilidad, y e./ miedo a que conquisten ·ventajas
neconómicas lleva a incrementar el racismo y la intolerancia religiosa.
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»La Unión Europea da consickrable.r cantidade.r de dinero para con­
" trotar, directa o indirectamente, el crecimiento demográfico en los pafse.r
'' en vías de desarrollo. De hecho, estos programas, que se presentan casi
"siempre como 'ayudas', son la expresión de un tipo de neocolonialismo que
"viola la soberanía de otras nacione.r y la justa autonomía de los matri­
" monios.
»Nos preocupa profundamente el hecho de que, al tomar esta actitud,
"la Unión Europea pone en peligro la Declaración universal de los
"derechos humanos
de 1948. Las amenazas e.rpec(ficas son: el abuso del
"'comenso' como fuente de ley; la alteración del sentid-O de la Declaración
"universal; la introducción de 'derechos' espurios con respecto a la 'salud
"reproductiva', la homosexualidad y el aborto; la redefinición de 'fami­
,, lia'; la ideología del 'género', etc.
»Parece parad,Jjico que algunas nacione.r europeas en las que disminu­
" yen los indices de natalidad lickren la exportación de políticas de control
"demográfico. De acuerdo -con organizaciones internacionales y compañías
"farmacéuticas, financian la anticoncepción, la esterilización e incluso el
"aborto en los países en vías de desarrollo, mientras promueven una ideo/o­
" gfa demográfica maltusiana ya pasada de moda.
»Así, frente a la extendida indiferencia con re.rpecto a la realidad, la
"crisis demográfica de Europa se ha comparad-O con el Titanic, cuando las
"personas a bord-0 seguían ordenan@ más champaña mientras el tram­
" atlántico se iba hundiendo. Pero, en el caso de Europa, el barco debe
,, evitar el naufragio.
» La familia nece.rita contar con el apoyo de políticas familiares especf­
" ficas a largo plazo, que incluyen: reforma de los impuestos, viviendas
"familiare.r adecuadas, que respondan a las necesidades especiales de las
"familias jóvenes, crédito familiar, subsidios familiare.r y por materni­
" dad, etc.
» Las políticas familiares deberían sostener el papel de las mujeres como
11 esposas y madres, y habría que eliminar toda discriminación contra las
"mujeres que trabajan en su hogar. Hace falta ad-Optar medidas especiales
"Para integrar las actividades que realizan las mujeres fuera de su hogar
"con su trabajo en él; de esta cuestión se está ocupando actualmente el
»Comejo Pontificio para la familia.
»El
papel de los hombres como esposos y padres en su hogar está aumen­
" tand-0. Se debe reconocer este fenómeno, y habría que apoyar a los hombres
"en sus actividades familiares.
» Reconocemos que existe aún un número consickrable de familias euro­
" peas con tres o más hijos. Como clave para un mejor futuro demográfico,
"estas familias deberían disfrutar no sólo del apoyo de la lgle.ria, sino
"también de ventajas concretas recogidas en una legislación favorable a la
11/amilia.
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»En sus raíces, la crisis demográfica es una cuestión ética, centrada en
,, un concepto erróneo de la naturaleza de la persona humana y, por tanto,
"de la familia y la sociedad en su conjunto.
» Así pues, invitamos a la Iglesia en Europa a responder a la crisis
"demográfica. Habría que dar prioridad a nuevas estrategias en la aten­
" ción pastoral de la familia, que deberían romper el ciclo destructivo de
"conformarse con una mentalidad negativa, cerrada al don de Dios de una
"vida nueva en el compromiso del matrimonio.
»En este ámbito, es preciso promover los métodos modernos de regulación
"natural de la fertilidad, para evitar que los matrimonios tengan una
"mentalidad anticonceptiva y contraria a la vida. Cuando se usan por
"justas razones, estos métodos pueden ayudar a guiar a los esposos hacia
"una paternidad y una maternidad verdaderamente respomables.
» La lucha contra el aborto y la eutanasia cobra sentido de urgencia en
"el ámbito del 'invierno demográfico'. Como dijo juan Pablo ll: 'Un pue­
" blo que mata a sus propios hijos es un pueblo sin futuro' ( Ángelus del 1
"de septiembre de 1996: L'Osservatore Romaoo, edición en lengua
"española, 6 de septiembre de 1996, pág. 1 ). Mientras no se respete a los
"hijos por nacer y a los ancianos, a los enfermos graves y a los minusváli­
" dos, como personas que tienen sus derechos, lo que el Papa Juan Pablo lI
"describe como 'cultura de la muerte' seguirá amenazando a las familias y
"a los pueblos de Europa.
»La atención pastoral a los inmigrantes requiere una mayor compren­
" sión de sus necesidades y sus problemas, así como la defensa de sus derechos
"y su bienestar.
»Finalmente, invitamos a la Iglesia a promover una mayor cdtlciencia
"y una discusión abierta sobre la crisis demográfica europea, sus causas
"reales y el influjo que ejerce en la familia y sus miembros. »
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Recomendaciones finales del encuentro orgailizado por
el Consejo Pontificio para la familia en Roma del 17 al 19
de octubre de 1996 sobre «La familia y la democracia en
Europa». L 'Osservatore Rumano edici6n semanal en lengua
española, año XXVIII, núm.
47 (1.456), 22 noviembre
1996.
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