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1995

Dios y la naturaleza de las cosas

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Homilía del P. José María Alba, S. J. en la Misa del 10 de diciembre

CRONICA DE .LA XXXIV REUNJON DE AMIGOS DE LA CIUDAD CATOÍICA
meramente una evocaci6n de la· memoria -para muchos no· pasa .. de
ser
la celebración del solsticio de invierno-sino ante todo una trans~
formación vital . de nuestro corazón .
• • •
En fin, también aqui nosotros, reunidos cab_e el Dios que nace y
nos concede anunciar como 111 el evQ11,gelio del Reino, también lamen~
tamos la muchedumbre que de¡a hoy rodar su vida como ove;as sin
pastor; somos conscientes
de lo acertado de nuestro camino; apreciamos,
como
cosa de Dios, la calidad de los pastos que tratamos de ofrecer;
nos duele·
la ignorancia y el e"or; .Y pedimos al Padre, como quiere
Cristo, que envie trabajadores a su mies. Que estas reuniones nos alien­
ten
y _confirmen al alegraritos los que estos dias coincidimos aqui, al
recordar a
los ausentes, y al pedir a Dios agradecidos por los .que nos.
precedieron. Que las iluminaciones externas. de estos dias no sean sina
débiles reflejos de
esa luz. de la Cándida. y del Ardiente que nos ha
dicho Isafas, que remueven en lo intimo de nuestras almas esa. vida que
mayor no puede haberla, puesto que es participación verdadera dé la
misma vida de DIOS.
HOMILIA DEL P. JOSE MARIA ALBA, S. J.
EN LA MISA DEL DIA 10 DE DI.CIEMBRE
Queridos amigos de lá Ciudad Católica, queridos hermanos:
No puedo menos de comentar brevemente,
_para bien ·de. nuestras
almas, las tres lecturas que acabamos de escuchar, que son para nues­
tro provecho y consuelo. . Jesé, padre de David, será padre de nuestro Señor Jesucristo. Los
dones del Espíritu Santo vendrán a la tierra en plenitud, con su· venida.
Qué
admirable, qué verdaderamente sublime la vida ·Je los siglos de
la Iglesia, el Reino de nuestro Señor Jesucristo, todos ellos··llenOs"·de
las maravillas del Espíritu Santo que ha realizad<;, la nueva creación
de
la gracia, de una manera más admirable aún que la primera creación.
Historia de mártires, de vírgenes, de confesores, de héroes, de santos,
siglo tras
siglo. _ Pero ese Señor que de una manera prodigiosa cre6 la naturaleza
humana
y de una manera más amorosa aún la restauró, qu_iere todavía
más y más dar muestras del poder de su brazo en los ·tiempos recios
de la Iglesia, cuando han de ser probados los justoS en· la gran tribu­
lación. Hemos de
pasar la gran purificación en -la que el malvado y el impío
deiarán de oprimir a los siervos del Señor, sostenidos en la prueba por
la fidelidad eterna de Dios para con sus escogidos.
Después. de
la purificación, vendrd una nueva gloria del Señor y de
las almas en donde radica su gloria. Esa gloria se esparcerá por el
mundo entero
y por todas las naciones que se ilusionarán con la cien~
cia de Dios. /esucristo será-la norma de los pueblos que vivirán en la
felicidad de la paz, que es la suma de todos los dones del · cielo.
La llamada de San Pablo a la caridad es la venida del consuelo del
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CRONICA DE LA ·XXXIV REUNION"DB AMIGOS DE LA CIUDAD CATOLICA
Señor. Et Señor .consuela a los misericordiosos, a los hacedores de la
paz, .a los consoladores, a los . buenos de corazón. En nuestro pobre
mundo, reina
la división, el recelo, la sospecha. la desconfianza, .incluso
entre las almas buenas. Y contemplamos el desmoronamiento general
de
las naciones, de civilizaciones, familias y pueblos. Pero entre tanta
ruina resplandece
la novedad del único remedio para los males huma­
nos que
es el ejercicio de la ca_ridad. Te alabaré con el himno y la vida
amorosa d_e_ · la · caridad en medio de los gentiles y· de los que no conocen
tu nombre. De
esa manera ellos vendrán a la verdad de conocerte y
amarte.
Finalmente, la Iglesia nos invita a ser precursores co_mo San Juan
Bauiista.
Allanar
los senderos. preparar loS caminos significa el olvido propio
para que el Señor llegue por el _ sendero de nuestra -conversi6n. Puede
ser fácil quizá reconocer equivocaciones, errores, pecados. Pero
lo deci­
sivo es la ·verdadera vida de arrepentimiento que ·ueva a la conversión.
No se trata
·de decir y discursear., sino de convertirnos. No nos engañe­
mos, nos dice San Mateo, con decirnos seguidores de Abraham o de
Apolo, de Cejas o de Pablo. Solamente será Jesucristo el único Salva­
dor si estamos bautizados con agua y fuego del Espíritu, es decir, con
nuestra conversión. Conversión de cada
día, de dar gusto minuto a mi­
nuto a Jesús.
Anunciemos a Jesús con nuestra vida, con nuestra humildad y modes­
tia y sobre todo con nuestra caridad. Cuidar de las cosas de /esas, para
que El cuide-de las nuestras. Ast_ se establecerá el reino de Dios en todas
las cosas.
La elección del tema, «Dios y la naturaleza de las cosas» nos lleva,
como de
la mano, al fin de toda especulación, de todo esfuerzo de ca-­
nacer más y meior. a Dios y contemplar su divinidad, ahora en la fe,
después en la visión cara a cara.
De la contemplación_ de las cosas creadas, de la misma naturaleza
de
las· cosas, elevarnos por la escala mtstica de todos los santos, al
Creador de todas ellas, , que las cre6 por amor al hombre y para el ·amor
del hombre.
Bendita
sea la Ciudad Católica que enseña a sus amigos, y les ayuda
a través del estudio de
las cosas y de las _ realizaciones humanas, a des­
cubrir la vocación íntima de todo hombre, de todo cristiano, que es
contemplar-y amar. Por esos campos, bosques y espesuras pasó la figura
del Amado y todo lo creado lo dejó vestido de, su hermosura. Es la
hermosa culminación de San Juan de la Cruz y de su hermano San
Ignacio c_uando -nos .hace, vivir en la oración contemplativa. Cómo todo
desciende de
lo alto, como los rayos del Sol y las aguas de la fuente.
Todo ello
lo tenemos como al alcance de la mano en el Corazón
de
/esas, en donde radican todos los tesoros de la sabiduría y de .la
ciencia. ¿Cómo nos llegaremos a El? En la escuela de Nazaret, San
José. J?(Js acompaña, para enseñarnos a tratar a Jesús: la humildad, el
alma. pequeña e incapaz ante
st, el hacerlo todo y vivir para Él. El Co­
razón Inmaculado de Maria que guardaba todos los secretos de Jesús,
y en la Madre_ que nos enseña pureza, a perdonar siempre y a esperar
siempre, dormidos en su maternidad: «Mu;er, ah.t tienes a tu hijo». Y
Jesús que nos enseña su Corazón Sagrado,. en donde justos y pecadores
podemos
et.ttrar, para en su interior entender todas las cosas, toda cien­
cia transcendiendo. Pero hemos de entrar _por una llaga, la de su cos­
tado abierto, llagándonos también con la muerte a nuestras afecciones
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CRONJCA DE LA XXXIV REUNION DE AMIGOS DE LA CI-UDAD CATOLICA
desordenadas, a nuestra· soberbia, a· nuestras dependencias del mundo,..
enemigo de Dios. . · ,
Dios bendice a
-los amigos de la Ciudad Católica, porque son: buenos~
porque quieren servir a Dios alabándolo en medio de la ·naturaleza ·de
las cosas, y por eso les concede el premio supremo más envidiable: ·ser
amigos de su-Sagrado Corazón. «A vosotros no os llamo siervos, sino. amigos». ·
Demos
gracias a Dios y que el Señor siga bendiciendo a los santos
de la Ciudad Cat6lica para la gloria de fesucristo y la sa/vaci6n de las almas.
PLATICA DEL P. MANUEL MARTINEZ CANO, M. C. R.
EN
EL ACTO LITURGICO FINAL
Aquí estamos, /esús, te hemos venido a ver, porque eres nuestro
Dios y porque eres nuestro Rey. Y venimos a decirte, Señor, que te
adoramos desde
lo más profundo de nuestro ser, que te amamos con
todas las fuerzas de nuestro corazón, que queremos que te . amen y
adoren todos los hombres de la tierra,. Te amamos. Señor, porque sólo
Ta eres el Camino, la Verdad y la Vida; la Belleza, la Bondad y el
Amor. Te
amamos porque eres nuestro Redentor.
Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y
toda mi voluntad;
todo mi haber y poseer;
Vos me los disteis,
a Vos, Señor, lo
tomo;
todo es vuestro:
Disponed a
_toda vuestra voluntad.
Dadme vuestro amor
. y gracia,
que esto me basta:
Te amamos, Señor, y porque te amamos, te pedimos perdón de nues­
tros muchos pecados. Perdónanos, Señor. Te pedimos que sintamos .en
nuestros
corazones tu infinito amor, tu. divina misericordia. Necesitamos
sentirnos amados por
tu-divino Corazón para seguir luchando por tu
Reinado Social en este valle
;de ldgrimas, confusión y corrupción.
Virgen Santisima, Madre de Dios y Madre nuestra, que nos sintamos
hijos tuyos,
amados y perdonados por tu divino Hijo. Convierte a los
que gobiernan
nuestra. patria. España necesita políticos católicos, fieles
a
la tradición de las Españas. Católicos a machamartillo que hagan
de España un relicario de santidad, escuela· de tradiciones, evangeliza­
dora del orbe, nación de eterna cruzada.
Arcángel
San Miguel, defiéndenos en la lucha contra el mundo, el
demonio y la carne. Lanza al infierno con el divino poder a Satanás y
a todos los malignos espíritus que andan por el mundo buscando la perdición de las almas. Alcánzanos la gracia de ser soldados del Rei­
nado Social de Nuestro Señor-Jesucristo.
Señor, los amigos de la Ciudad Católica nos hemos reunido para
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