Índice de contenidos
1972
Acción y contemplación
- Programas
- Pláticas
-
Ponencias
-
Palabras iniciales de la XI Reunión de amigos de la Ciudad Católica
-
La contemplación como fundamento del saber. Marta y María
-
Los colegios profesionales
-
Mística y compromiso, carentes de contemplación. A propósito del socialismo en la Iglesia
-
Fortaleza y violencia
-
La UNESCO y las reformas de la enseñanza
-
¿Qué es la regionalización?
-
Del legislar como «legere» al legislar como «facere»
-
La economía de la acción pura (El precio del bienestar)
-
La libertad de enseñanza según el derecho natural y el magisterio pontificio
-
Regionalización y cuerpos intermedios
-
Sentido cristiano de la acción
-
La enseñanza y el principio de subsidiariedad
-
Amor y contemplación en la poesía hispánica
-
- Crónicas
Autores
1972
¿Qué es la regionalización?
¿QUE ES LA REGIONALIZACION?
POR
) . GIL MORENO DE MORA,
Regionalización es una palabra que está de moda, se está em
pleando a todos los niveles, hasta en ciertas materias se emplea in
explicablemente a nivel europeo. Efectivamente, si uno puede tener
una idea más o menos concreta de
lo que es una región dentro de
un país, mucho más difícil es concebir la región dentro de un con
tinente. Pero el hecho
es que, multitud de referencias públicas y po
líticas emplean la palabra. Desde luego que a mí, como catalán tra
dicional, la
palabr~ me ilusiona, ¿Significará acaso el reconocimiento
de las doctrinas de Mella del tradicionalismo español
y, en suma,
el reconocimiento del principio de subsidiariedad preconizada por
la
doctrina social de la Iglesia?
En tal caso, la regionalización sería descentralización política y
administrativa, sería dar autonomía, autogobiemo, autofinanciación,
en
la medida de que fueran capaces de sostenerlas, a los cuerpos in
termedios políticos
y administrativos que son los municipios y las
diputaciones provinciales ya existentes así como las comarcas
y las
regiones naturales o históricas también existentes aunque menos
ofi.
cialmente, y si así fuera se acercaría una era en la que nuestra so·
ciedad española formándose en pirámides trataría de digerir fa mayor
cantidad de problemas posibles en los niveles y escalones inferiores,
de forma que cada escalón superior sólo conociese e interviniese aque·
llos problemas que el escalón inferior es incapaz de resolver; sería
entonces una neta marcha atrás en el proceso de centralización que
venimos conociendo desde hace más de dos siglos ; el nivel nacional
y su capital, así como el gobierno central de la nación, se reservaría
únicamente las tareas más altas generales descongestionándose de mil
problemas
de menor dimensión que serían resueltos en las cámaras
409
•
Fundaci\363n Speiro
J. GIL MORENO DE MORA
o cortes regionales, en las diputaciones provinciales, en los consejos
comarcales y en los municipios con un sistema de elección represen
tativa paralela por el cual los electores siempre estaríao obligados :r.
pronunciarse sobre personas próximas y, por tanto, conocidas.
No me extiendo en describir múltiples facetas de esta regionaliza
ción tradicional que la mayor parte de nosotros bien conocemos Y"
de la que muchos aspectos deberíao cuajar con fórmulas apropiadasc
al memento actual y que debieran buscárse «in situ>> en cada pueblo.
comarca, provincia, región.
Pero. la pregunta de hoy es la que plaotea saber si efectivamentea
esa Regionalización de que tanto se habla corresponde o no a nues
tro criterio tradicional. De la discusión y el diálogo que seguirá ir
mi presentación del problema, esperamos todos obtener noticias que
nos permitan formarnos -un criterio sobre lo que realmente encierran
estas palabras de moda.
Por mi parte, como rural, he de decir que siento gran temor a:.
que en lugar de la descentralización en que pensamos y que nos devol
vería el' resolver la mayor parte -de nuestros ásuntos municipales, co
marcales y provincia1es por nuestras propias fuerzas, nos encontremos·
con una-simple descentración del mismo aparato centralista que con·
ello no sólo no descentralizaría ni daría mayores poderes y autono
mías a los cuerpos intermedios, sino que aun fácilmente les quitaría-.
los que les quedao en lugar de sustituir el inmenso pulpo central por
una organización piramidal, me temo que lo que se va a hacer sea más
bien que el mismo pulpo central penetraría más profundamente en,
las regiones.
Mi temor proviene de un hecho concreto : vivo en una comarca-.
histórica que desde la Edad Media viene llamándose «La conca def
Barberá», comarca peculiar, geográfica,
muy natural y bastaote com
pacta dentro de la variedad inmensa de microclimas, población,
gru-·
pos étnicos e históricos que es característica. de mi provincia de Ta
rragona. Vecina a mi comarca está la conocida por la «Se garra>>, co
marca a su vez también compacta, histórica, etc ... .-; en esta segunda-.
es centro el pueblo de Saota Coloma de Queralt así como en la mía
es centro el pueblo de Montblanc; pues bien, por decisión del Con
sejo de Ministros, a
proposición del plan de desarrollo, y oídos úni-
Fundaci\363n Speiro
¿QUB BS LA. RBGIONALIZACION?
camente los gobernadores civiles, mi comarca de «La conca -del Bar
berá» ya no existe, apareciendo induida en una pretendida comarca
cuyos límites han sido decid.idos en un despacho de Madrid y con
cabecera en Santa Coloma, a más
· de 40 kilómetros de mi pueblo.
Interpretamos unánimemente los
de la Conca que volvemos a ha
llarnos ante una administración central a
la que importa un solemne
comino lo que sea natural, que se rige por unos criterios y convenien
cias puramente económicos, administrativos,_ y a_ quien, como suced.16
con la ley de caza, no le preocupan_ l(?s problemas genuinos de la
materia, en el caso de la
caza su práctica y deporte, sino solamente la
más
cómoda recaudación y administración del sector.
Se habla cada
vez más de alcaldes gerentes f2rmados en la escuela
de Alcalá de Henares, que accederán al cargo
por escalafón, y a los
cuales los vecinos no podrán poner pefo a.lgunO, siendo aún' menos
representativos que los del actual nombramiento a dedo por_ el go
bernador civil; este alcalde gerente, próximo pariente del dictatorial
prefecto francés, ilustraría perfectamente
un Estádo que lejos de_ bus
car el principio de subsidiariedad, buscarla
un principio de totalidad,
no dejando opción alguna a sus administrados
y asumiendo la tota
lidad de las funciones; claro que si esto lo hace Francia se
le llama
República
y, en cambio, cuando lo hacia Alemania se Je llamaba To
talitarismo.
A mi me chocó ya hace unos años, siendo p:résidente de Cámara
Agraria y en reunión con colegas fran~es~, oir _Ja palabra regi?naliza
ción en boca de marxistas y socialistas. Me pregunto si no serla porque
viendo la fuerza de ley natural contenida en este "-pl."indpio, no se veía~
ellos marxistas y socialistas por sí mismos tan despreciativos y. lejanos
de la ley natural, forzados a buscar una añagaza de cara a la gente,
emplendo el clásico sistema de sustitución tal y como se
ha hecho con
el concepto de felicidad definitivamente substitnido en los planes
nacionales e internacionales por el concepto de bienestar.
Esto
es un forum ; mi papel tan sol_o el de centrar el tema; lo
import3.llte es· lo que se dirá en el coloquio, qué noticias, <¡ué _cri
terios, qué indicios, qué soluciones ... Señores, Vds, tienen la palabra.
411
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POR
) . GIL MORENO DE MORA,
Regionalización es una palabra que está de moda, se está em
pleando a todos los niveles, hasta en ciertas materias se emplea in
explicablemente a nivel europeo. Efectivamente, si uno puede tener
una idea más o menos concreta de
lo que es una región dentro de
un país, mucho más difícil es concebir la región dentro de un con
tinente. Pero el hecho
es que, multitud de referencias públicas y po
líticas emplean la palabra. Desde luego que a mí, como catalán tra
dicional, la
palabr~ me ilusiona, ¿Significará acaso el reconocimiento
de las doctrinas de Mella del tradicionalismo español
y, en suma,
el reconocimiento del principio de subsidiariedad preconizada por
la
doctrina social de la Iglesia?
En tal caso, la regionalización sería descentralización política y
administrativa, sería dar autonomía, autogobiemo, autofinanciación,
en
la medida de que fueran capaces de sostenerlas, a los cuerpos in
termedios políticos
y administrativos que son los municipios y las
diputaciones provinciales ya existentes así como las comarcas
y las
regiones naturales o históricas también existentes aunque menos
ofi.
cialmente, y si así fuera se acercaría una era en la que nuestra so·
ciedad española formándose en pirámides trataría de digerir fa mayor
cantidad de problemas posibles en los niveles y escalones inferiores,
de forma que cada escalón superior sólo conociese e interviniese aque·
llos problemas que el escalón inferior es incapaz de resolver; sería
entonces una neta marcha atrás en el proceso de centralización que
venimos conociendo desde hace más de dos siglos ; el nivel nacional
y su capital, así como el gobierno central de la nación, se reservaría
únicamente las tareas más altas generales descongestionándose de mil
problemas
de menor dimensión que serían resueltos en las cámaras
409
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Fundaci\363n Speiro
J. GIL MORENO DE MORA
o cortes regionales, en las diputaciones provinciales, en los consejos
comarcales y en los municipios con un sistema de elección represen
tativa paralela por el cual los electores siempre estaríao obligados :r.
pronunciarse sobre personas próximas y, por tanto, conocidas.
No me extiendo en describir múltiples facetas de esta regionaliza
ción tradicional que la mayor parte de nosotros bien conocemos Y"
de la que muchos aspectos deberíao cuajar con fórmulas apropiadasc
al memento actual y que debieran buscárse «in situ>> en cada pueblo.
comarca, provincia, región.
Pero. la pregunta de hoy es la que plaotea saber si efectivamentea
esa Regionalización de que tanto se habla corresponde o no a nues
tro criterio tradicional. De la discusión y el diálogo que seguirá ir
mi presentación del problema, esperamos todos obtener noticias que
nos permitan formarnos -un criterio sobre lo que realmente encierran
estas palabras de moda.
Por mi parte, como rural, he de decir que siento gran temor a:.
que en lugar de la descentralización en que pensamos y que nos devol
vería el' resolver la mayor parte -de nuestros ásuntos municipales, co
marcales y provincia1es por nuestras propias fuerzas, nos encontremos·
con una-simple descentración del mismo aparato centralista que con·
ello no sólo no descentralizaría ni daría mayores poderes y autono
mías a los cuerpos intermedios, sino que aun fácilmente les quitaría-.
los que les quedao en lugar de sustituir el inmenso pulpo central por
una organización piramidal, me temo que lo que se va a hacer sea más
bien que el mismo pulpo central penetraría más profundamente en,
las regiones.
Mi temor proviene de un hecho concreto : vivo en una comarca-.
histórica que desde la Edad Media viene llamándose «La conca def
Barberá», comarca peculiar, geográfica,
muy natural y bastaote com
pacta dentro de la variedad inmensa de microclimas, población,
gru-·
pos étnicos e históricos que es característica. de mi provincia de Ta
rragona. Vecina a mi comarca está la conocida por la «Se garra>>, co
marca a su vez también compacta, histórica, etc ... .-; en esta segunda-.
es centro el pueblo de Saota Coloma de Queralt así como en la mía
es centro el pueblo de Montblanc; pues bien, por decisión del Con
sejo de Ministros, a
proposición del plan de desarrollo, y oídos úni-
Fundaci\363n Speiro
¿QUB BS LA. RBGIONALIZACION?
camente los gobernadores civiles, mi comarca de «La conca -del Bar
berá» ya no existe, apareciendo induida en una pretendida comarca
cuyos límites han sido decid.idos en un despacho de Madrid y con
cabecera en Santa Coloma, a más
· de 40 kilómetros de mi pueblo.
Interpretamos unánimemente los
de la Conca que volvemos a ha
llarnos ante una administración central a
la que importa un solemne
comino lo que sea natural, que se rige por unos criterios y convenien
cias puramente económicos, administrativos,_ y a_ quien, como suced.16
con la ley de caza, no le preocupan_ l(?s problemas genuinos de la
materia, en el caso de la
caza su práctica y deporte, sino solamente la
más
cómoda recaudación y administración del sector.
Se habla cada
vez más de alcaldes gerentes f2rmados en la escuela
de Alcalá de Henares, que accederán al cargo
por escalafón, y a los
cuales los vecinos no podrán poner pefo a.lgunO, siendo aún' menos
representativos que los del actual nombramiento a dedo por_ el go
bernador civil; este alcalde gerente, próximo pariente del dictatorial
prefecto francés, ilustraría perfectamente
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un principio de totalidad,
no dejando opción alguna a sus administrados
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República
y, en cambio, cuando lo hacia Alemania se Je llamaba To
talitarismo.
A mi me chocó ya hace unos años, siendo p:résidente de Cámara
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viendo la fuerza de ley natural contenida en este "-pl."indpio, no se veía~
ellos marxistas y socialistas por sí mismos tan despreciativos y. lejanos
de la ley natural, forzados a buscar una añagaza de cara a la gente,
emplendo el clásico sistema de sustitución tal y como se
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el concepto de felicidad definitivamente substitnido en los planes
nacionales e internacionales por el concepto de bienestar.
Esto
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terios, qué indicios, qué soluciones ... Señores, Vds, tienen la palabra.
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Fundaci\363n Speiro