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Editorial

Necesidad de una formación doctrinal, fidelidad, a la doctrina social de la Iglesia, carácter obligatorio de esta doctrina, estos temas se repiten a menudo en VERBO.

¿Pero cuál es el contenido de esta doctrina?

Muchos de los nuevos amigos comprenden la urgencia de nuestro combate. Ellos se quieren entregar.

Pero ellos no divisan del todo los perfiles de nuestra enseñanza doctrinal, ni el conjunto que ella constituye.

Llegados con sus inquietudes religiosas, profesionales o patrióticas, consideran nuestro trabajo con una mira muy amplia o muy limitada.

Uno creerá encontrar en ella un «catecismo superior»; otro el estudio especializado de los problemas profesionales cuya búsqueda le ha conducido a conocer LA CIUDAD CATÓLICA.

A estos amigos hemos querido presentar en este número especial:

  • lo que hemos publicado,
  • lo que está en «nuestra voluntad» publicar, si Dios quiere.

Que «los antiguos», los de la primera hora, no nos censuren de esto que ellos podrían considerar como una llamada.

Que por el contrario, vean en ello como un estimulante al estudio.

Humildemente, ellos releerán lo que creen conocer perfectamente.

Deseosos de una formación sintética, ellos se detendrán sobre ciertos aspectos que les son menos familiares.

No sólo evitarán toda tentación de activismo, sino que además la luz de la Verdad, mejor conocida y más ardientemente amada, les dará nuevas fuerzas para el combate.