Índice de contenidos
Número 44
Serie V
- Textos Pontificios
- Estudios
- Actas
Autores
1966
Santidad de la Iglesia
Santidad de la Iglesia.
"La Iglesia, por t'anto., es santa en cuanto se refi.ere a Dios,
"por medio y en virtud de Cristo, que la concibió y fundó "santa,
"la hizo santa y la va haciendo siemipre con .el in,flujo del Espí-
"ritu Santo, con los sacram,en.tas y toda la economfu de la gra
"cia, la hace santa para la custodia y difusión de su palabra,
"para la dist_ribuci.ón de ·sus cari,smas1 para e·l ejercicio de sus
"poderes, para la capacidad de engendrar y formiar almas
"en comrunión con Dios. La Iglesia es santa tom10 institucz'.ón
'1 dim'na, cmn'r[J' mraestra de verdades divinas, comlO' inJStrum'e'nto
v de
poderes dirvinas, com10, so'ciedad com,puesta de md'i!'mibros
"unidos en virtud d.e princip,os dÍIVinos. «En la medida en que
"es de Dios, la Igte,ia es ab~oh!Jtamen,te santa» (cfr. S, Agust.
"contra litteras Petiliani; PL. 43,453; Cangar, Angelicum, 1965,
"3, pág. 279).
n Deberíamos ser capaces de contemiplar este rostro esp.Zen
"doroso de la Iglesia, su visión idealmente santa y perfecta, a
"Jerwsalén cehtia! anclbda en la tierm ( Apac., 21, 2), esta
"«ciudad edificada sobre la monta'ña» (Mat., 5, 14), esta Santa
"Iglesia de Dios, Humanidad regenerada para formar e/ Cuerpo
"mistico de Cristo. Su herml/J'sura nos lftena de maravilla y de
"amo,r. Sí, de amor porque esta Iglesia e'S el pemamiento de
)!Dios realizado en
la H.umranidad, e[' instrwmmto y e'l térmrino
JJde nuestra salvación. Imposible no amar a la Iglesia, si se la
"contemipla en su santidad. 11 En, este punto hacemos notar un'(J'. -objeción muv acostum
nbrada: ¿Pero esta Iglesia santa y lu.minosa es ideal o real? ¡es
"un sueño, una utopía). o existe ve-rcladera1nente? ·La Iglesia
"'qu,e nosotros conoicémros y que somos, ¡no está l}e'fl,l(J,. de ~iper
"fecciones y deformidades? La Iglesia hist6rica y terrena, ¿no
"está compuesta de hmnbres débiles,
falaces y p,ecadores! Más
)'aún, ¿n-o es precisamente la contradicción manifiesta entre la
"santidad, que la Iglesia predica y que debería ser swya, y su
"condición efectiva, lo qwe despierta 'Wonía) an,tipatía y escándalo
"para
la Iglesia? Sí, si los hombres qwe wmonen, la Iglesia
"están hechos de la arcilla.de Adán y pu1l?den ser, y con frecuen
"cia son, pecadores. La Iglesia e·s sanita en sus estructuras y
"Hay dos temas que cr~emos os podeml(Js sugerir conl.o más
"accesibles
a vuestra consideración. Son. éstos: ¿ C óimo· ve hay el
"mundo a la Iglesia?, y ¿cómo ve la Igiesia hoy al m'Ufflio?
"Aquí, la palabra mwooo precisa una breve ezégeris, por
"entrañar
un significado polwalente. Vosotros, desde /wego', la
"Cooocéis y sabéis evitar el e·quívaco que e·l emp•leo de esta pa
"labtra puede engendrar El mundo es el cos1n10s, el universo, ta
183
Fundaci\363n Speiro
))maravillosa) misteriosa c. inmiensa obra de Dios creador; et-mun
"do es toda la Humanidad, toda la fam.Zia de Adán, q,,e Dios
))amó) con su Vocación_ sobrenatural, ·can: su dramáticn-y heredi
"ta,ria, desvenrtura y con su no me1J10s dramri'Neq, e inefa_ble re
')cknC'Dón; to S01n!O's nos~tro._r) y mrundo es él homibre pr'WJado de
"la luz de Dws y plen!Mmmte decidido a negarla, a simodarla, a
"profanr,rla; concepto negativo original. del Emngelio, Un agudo
"pensador
y poeta (Leopardi) lo ol,serw: «Cristo fue el prim~ro
"que dio claramente." al hombre el tér-mri.no mundo, cantor y pre
"ceptor de todas las 'lfirtudes falsas ... , esclavo de los fUJCrtes,
"tirano de los dé/Ji/e.¡, enem,go de los desgraciados ... , el ,,,..,._
"do.
Para Cristo, el mrum1do.» Para Cristo, el mwnáo así enten
" ditlo es la antítesis de SU' rein:o) el reino de la negación de la
"fal.redad, de la astwcia, del egolsmo, del odia; ese m,undo que,
"com:o dice el E11angelista, «El mundo no lo conoció Vino a los
"su!)!os y lo~ suyos "'º lo recibieron» (h,., 10, 11); es la expre•
)) sión, con frecuencia poderosa y seductora, de la vida hum'a
"na que eslá fuera del akance de la bendición cristiana, _aque
"lla por la qUJC Cristo no oró: «lvo te pido por el m.undo» (jud.,
"17, 9). Indicamos esta pluralidad de sign;ficados para evitar po-
1' sibles confu.ciunes, pero es plenamente evid.ente que, en este caso,
"no consÑieramos \directw;nente' este-s,entido peyorat11Vo de esa
"palabra tan expresiva, el mundo.
Discurso del Papa al patriciado · romano (1.3 de
enero, 1966: texto
italiano· en L'Osserva4ore
Romano, del 14); texto al castellano, Ecclesia,
número 1.276.
'' puede ser pecadora en los mtiem.bros en qu,e se realiza; es santa
"en búsqueda de ·santidad~· es santa y p,en,i.tente a·za .vez, es sa11-
"ta en sí misma; P'ecadora en los homibre.s r¡ue a ella pertene
"cen. Este hecho de la debilidad moral e" tantas homrbres de la
"Iglesia es ·um terrible y .desconcertante, realidad,: no debemos
"ohndarlo. Pero na altera la otra realidad exi.stente en el desig•
}1nio de Dios y
en parte ya conseguida por los elegidos, la de
"la magnífica santidad de la Iglesia; y en lugar de producir
"escándalo y desdén de'"(Jería producir un amrór ·mayor) ese que
'1tenem:os
can las personas queridas cuando están enfermas; un
"amor que se éxpresa· así: para-que la Iglesia ,sea santa -nosotros 1'deb'emos ser santos, es deoir) verdader<1!m.ente -sus hijos dignos,
"fu-ertes
.Y fieles".
184
Alocución del Papa en la · áudiencia general
del 20
de octubre dé 1965 (textó italiano en
L'Osservatore Romat¡,0, del 22 y .texto al cas-:
tellano de Ecclesia, u(lmero 1.274 del· 15-J..:.66).
Fundaci\363n Speiro
"La Iglesia, por t'anto., es santa en cuanto se refi.ere a Dios,
"por medio y en virtud de Cristo, que la concibió y fundó "santa,
"la hizo santa y la va haciendo siemipre con .el in,flujo del Espí-
"ritu Santo, con los sacram,en.tas y toda la economfu de la gra
"cia, la hace santa para la custodia y difusión de su palabra,
"para la dist_ribuci.ón de ·sus cari,smas1 para e·l ejercicio de sus
"poderes, para la capacidad de engendrar y formiar almas
"en comrunión con Dios. La Iglesia es santa tom10 institucz'.ón
'1 dim'na, cmn'r[J' mraestra de verdades divinas, comlO' inJStrum'e'nto
v de
poderes dirvinas, com10, so'ciedad com,puesta de md'i!'mibros
"unidos en virtud d.e princip,os dÍIVinos. «En la medida en que
"es de Dios, la Igte,ia es ab~oh!Jtamen,te santa» (cfr. S, Agust.
"contra litteras Petiliani; PL. 43,453; Cangar, Angelicum, 1965,
"3, pág. 279).
n Deberíamos ser capaces de contemiplar este rostro esp.Zen
"doroso de la Iglesia, su visión idealmente santa y perfecta, a
"Jerwsalén cehtia! anclbda en la tierm ( Apac., 21, 2), esta
"«ciudad edificada sobre la monta'ña» (Mat., 5, 14), esta Santa
"Iglesia de Dios, Humanidad regenerada para formar e/ Cuerpo
"mistico de Cristo. Su herml/J'sura nos lftena de maravilla y de
"amo,r. Sí, de amor porque esta Iglesia e'S el pemamiento de
)!Dios realizado en
la H.umranidad, e[' instrwmmto y e'l térmrino
JJde nuestra salvación. Imposible no amar a la Iglesia, si se la
"contemipla en su santidad. 11 En, este punto hacemos notar un'(J'. -objeción muv acostum
nbrada: ¿Pero esta Iglesia santa y lu.minosa es ideal o real? ¡es
"un sueño, una utopía). o existe ve-rcladera1nente? ·La Iglesia
"'qu,e nosotros conoicémros y que somos, ¡no está l}e'fl,l(J,. de ~iper
"fecciones y deformidades? La Iglesia hist6rica y terrena, ¿no
"está compuesta de hmnbres débiles,
falaces y p,ecadores! Más
)'aún, ¿n-o es precisamente la contradicción manifiesta entre la
"santidad, que la Iglesia predica y que debería ser swya, y su
"condición efectiva, lo qwe despierta 'Wonía) an,tipatía y escándalo
"para
la Iglesia? Sí, si los hombres qwe wm
"están hechos de la arcilla.de Adán y pu1l?den ser, y con frecuen
"cia son, pecadores. La Iglesia e·s sanita en sus estructuras y
"Hay dos temas que cr~emos os podeml(Js sugerir conl.o más
"accesibles
a vuestra consideración. Son. éstos: ¿ C óimo· ve hay el
"mundo a la Iglesia?, y ¿cómo ve la Igiesia hoy al m'Ufflio?
"Aquí, la palabra mwooo precisa una breve ezégeris, por
"entrañar
un significado polwalente. Vosotros, desde /wego', la
"Cooocéis y sabéis evitar el e·quívaco que e·l emp•leo de esta pa
"labtra puede engendrar El mundo es el cos1n10s, el universo, ta
183
Fundaci\363n Speiro
))maravillosa) misteriosa c. inmiensa obra de Dios creador; et-mun
"do es toda la Humanidad, toda la fam.Zia de Adán, q,,e Dios
))amó) con su Vocación_ sobrenatural, ·can: su dramáticn-y heredi
"ta,ria, desvenrtura y con su no me1J10s dramri'Neq, e inefa_ble re
')cknC'Dón; to S01n!O's nos~tro._r) y mrundo es él homibre pr'WJado de
"la luz de Dws y plen!Mmmte decidido a negarla, a simodarla, a
"profanr,rla; concepto negativo original. del Emngelio, Un agudo
"pensador
y poeta (Leopardi) lo ol,serw: «Cristo fue el prim~ro
"que dio claramente." al hombre el tér-mri.no mundo, cantor y pre
"ceptor de todas las 'lfirtudes falsas ... , esclavo de los fUJCrtes,
"tirano de los dé/Ji/e.¡, enem,go de los desgraciados ... , el ,,,..,._
"do.
Para Cristo, el mrum1do.» Para Cristo, el mwnáo así enten
" ditlo es la antítesis de SU' rein:o) el reino de la negación de la
"fal.redad, de la astwcia, del egolsmo, del odia; ese m,undo que,
"com:o dice el E11angelista, «El mundo no lo conoció Vino a los
"su!)!os y lo~ suyos "'º lo recibieron» (h,., 10, 11); es la expre•
)) sión, con frecuencia poderosa y seductora, de la vida hum'a
"na que eslá fuera del akance de la bendición cristiana, _aque
"lla por la qUJC Cristo no oró: «lvo te pido por el m.undo» (jud.,
"17, 9). Indicamos esta pluralidad de sign;ficados para evitar po-
1' sibles confu.ciunes, pero es plenamente evid.ente que, en este caso,
"no consÑieramos \directw;nente' este-s,entido peyorat11Vo de esa
"palabra tan expresiva, el mundo.
Discurso del Papa al patriciado · romano (1.3 de
enero, 1966: texto
italiano· en L'Osserva4ore
Romano, del 14); texto al castellano, Ecclesia,
número 1.276.
'' puede ser pecadora en los mtiem.bros en qu,e se realiza; es santa
"en búsqueda de ·santidad~· es santa y p,en,i.tente a·za .vez, es sa11-
"ta en sí misma; P'ecadora en los homibre.s r¡ue a ella pertene
"cen. Este hecho de la debilidad moral e" tantas homrbres de la
"Iglesia es ·um terrible y .desconcertante, realidad,: no debemos
"ohndarlo. Pero na altera la otra realidad exi.stente en el desig•
}1nio de Dios y
en parte ya conseguida por los elegidos, la de
"la magnífica santidad de la Iglesia; y en lugar de producir
"escándalo y desdén de'"(Jería producir un amrór ·mayor) ese que
'1tenem:os
can las personas queridas cuando están enfermas; un
"amor que se éxpresa· así: para-que la Iglesia ,sea santa -nosotros 1'deb'emos ser santos, es deoir) verdader<1!m.ente -sus hijos dignos,
"fu-ertes
.Y fieles".
184
Alocución del Papa en la · áudiencia general
del 20
de octubre dé 1965 (textó italiano en
L'Osservatore Romat¡,0, del 22 y .texto al cas-:
tellano de Ecclesia, u(lmero 1.274 del· 15-J..:.66).
Fundaci\363n Speiro