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¿La marcha hacia el socialismo es irreversible?

¿LA MARCHA.HÁCIA EL SOCIALISMO
ES
IRREVE~SIBLE? (1) .
. Al final de este primer año del Centro de Estudio de Em­
presas y antes de acabar la puesta a punto de una línea de
acción para la vuelta
de. las :vacaciones, . es necesario abordar
esta cuestión capital:
¿La marcha hacia el sociali:sm,o es irreversible!
Veremos rápidamente las· puntos siguientes :
1.0 Situación actual.
2.0 Los métodos y los hombres del socialismo.
3.0 Las taras y debilidades del socialismo.
4.0 Nuestras posibilidades de acción. Nuestras ilusiones.
SITUACIÓN ACTUAL.
Traspasando los límites de su propio campo de acción, en el
sector de la vida del individuo y de la familia, el Estado ha em­
prendido:
La enseñanza: toda la enseñanza oficial, ciertamente. Pero
incluso la misma enseñanza libre queda controlada, y progresi­
vamente integrada, en el aparato del Estado, en un movimien­
to que no
da muestras de estar dispuesto a remitir.
Los segwros sociales y los diferentes organismos alimenta­
dos
por las cargas sociales: algo más del 40 por 100 de la renta
del salario medio es administrado por el Estado o por organis­
mos que él inspira
y controla.
La inj(}Yfflooón: La Radio y la Televisión son dirigidas por
el Estado. Casi la totalidad de la prensa, sobre todo la diaria, está
generosamente inspirada por el
Estado; la concentración de la
publicidad en manos "amigas" permite
un control indirecto de la
prensa.
La vida económica viene a caer también bajo el dominio del
(1) Se trata de unas notas tomadas en una charla realizada el 23 de
junio de
1965 en la última sesión del afio del Centro de Estudios de Em­
presas, 15 bis rue iKléber, Le Chesnay (S. et 0.). Se trata de un esquema
rápido y concreto y no un estudio profundo. [Nota del autor.]
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Fundaci\363n Speiro

J. L. GU!LLAUME
Estado. El Estado orienta prácticamenJe la totalidad del CRE­
DITO. Regenta o controla la mayor lparte de los medios de
transporte. Revaloriza un SECTOR INDUSTRIAL importan­
te y creciente. Impone en todas las esferas públicas una regla­
mentación estrecha que limita cada
vez~más las posibilidades de
iniciativa del sector privado. La AGRI ULTURA: Después de
los S. A. F. E. R., del régimen forestal, de las cooperativas más
o menos oficiales dotadas de privilegio1, niás o menos_ conside­
rables, se organiza la agricultura de gru~o, futuros kolkhoses que
aún no se atreven a tomar este nombr~. .
Las profewn,o Uberalec, son asimismo acechadas. La medi­
cina peligra de ser progresivamente
coi· !rolada por los Seguros
Sociales. _Algunas profesiones, auxiliar s de la Justicia, están
en vías de transformarse en funcionari s o de tener una estre-
cha reglamentación. '¡
Las colectividades: municipios, pro'1incias, pierden progresi­
vamente lo que les quedaba de autonojnía en su propia admi­
nistración, y cierta reforma fiscal -qu~ podría ser técnicamen­
te conveniente-parece que las ha de c~nducir a una dependen­
cia total.
Los cuerpos interm'edios ya no son cbnsultados más que para
salvar las apariencias,
y las representaiiones políticas o profe­
sionales tienen un papel cada vez más
1. simbólico. Los que re­
claman el diálogo a los otros imponen sµ monólogo a la nación.
La amplitud del movimiento, su gen'ralización y su acelera­
ción en estos últimos a:ños son tales q~e la marea parece irre-
sistible. 1
¡I
Los métodos y los hombres del socialismp.
¿ Cómo se ha podido llegar a esto ? I, El auge actual del co­
lectivismo es la consecuencia
de] trabaj4 incesante de un redu­
cido número de hombres que han
•<:h1ado metódicamente con
una paciencia infatigable, pero después
I de haber puesto cuida­
dosamente a punto su táctica y su
estn¡tegia.
No se trata de rehacer aquí toda la', historia del socialismo;
sino, simplemente, de recordar sus prinJipales etapas.
A mediados del siglo último, Marxl no había aún reunido
más que un pequeño número de discípulos. En 1905, Lenín en
exilio, no tenía más que algunos hombres¡en tomo suyo. En 1917
está en el poder. Cuarenta años más :tarde, un tercio de la
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¡LA MARCHA HACIA EL SOCIALISMO ES .IRREVERSIBLE?
humanidad vive bajo regímenes comunistas y el progreso con­
tinúa
Más cerca de nosotros, en Francia, algunos hombres corren
a las almenas, se publican artículos, revistas, libros... Pero la
acción preponderante
es llevada a cabo en los grupos de tra­
bajo, en los clubs, cuyas actas no se conocerán. La táctica con­
siste en sembrar la "buena palabra"
en pequeños grupos influ­
yentes
de funcionarios, de universitarios, de sindicalistas y hasta
c'e patronos.
Un buen ejemplo de esta táctica ha sido dado por Bloch­
Lainé. Su libro "Por una reforma de la empresa", aparece en
la primavera de 1%3, pero en el Congreso del Centro de los
Jóvenes Patronos
de Deauville, en junio de 1%2, ensayó sus
argumentos sin que la minoría de los patronos presentes se atre­
viera a combatirle a pesar de la debilidad de sus proposi­
ciones.
Después de la salida del libro, se han organizado Congresos
Regionales del
C. J. P. con un arte consumado. Nunca se ha
emprendido una acción de masa, siempre son reuniones de élites
relativamente poco numerosas. Si Bloch-Lainé va a Madrid, no
reunirá las muchedumbres en la Plaza de Toros, se dirigirá,
en
un salón, o a algunas decenas de representantes selectos. Si
consigue obtener la ayuda activa de la prensa o de la radio, o
aun de todo un conjunto -de organizaciones sociales, será sim­
plemente el resultado de la acción de pequeños grupos bien co­
locados cerca de los poderes públicos o de las autoridades re­
ligiosas, pero nunca movilizará grupos numerosos.
El hecho de que numerosísimos órganos de prensa defien­
dan los mismos temas en el mismo momento es siempre impre­
sionante. Incita a deducir
que estos temas, que se imponen si­
multáneamente a espíritus diferentes, deben ccrresponder a nna
ncesidad. Argumento muy fuerte, a su favor. Desdichadamente,
J ean Madiran ha roto el encanto al desenmascarar estos ban­
quetes del "Petit Riche",'' en los que los dirigentes de publica­
ciones, no teniendo aparentemente ningún lazo orgánico entre
ellas, se reunían simultáneamente para sincronizar
su acción co­
mún. Aquí también la muchedumbre estaba ausente. Sólo algu­
nos iniciados bastaban para
la ejecución de múltiples campañas
rspontáneas de estos últimos años.
Pedro Lebnm, uno de los principales responsables de .la
C. O-. T., ha publicado recientemente un libro, "Cuestiones ac-
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. ~
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J. L. GUILLAUME
tuales del sindicalismo": continuación natural del de Bloch-Lainé
y en la misma editorial.
Simultáneamente, o casi, otros tecnócratas lanzan
otras obras
que, siempre
por casualidad, ciertamente ayudan al viento de
la historia a soplar en la misma -dirección.
Todo sucede como si durante algunos nuevos almuerzos, de un
nuevo "Petit Riche", nuevo~ actores se hubieran repartido los
papeles de
una acción por medio del libro (2).
Otro modo de acción consiste en "investir" ideológicamente
a un adversario eminente pero confiado. Encargado de un papel
importante
--y seductor~ en un asunto que ignora, acaba por
realizar el NPel encomendado con mayor eficacia que un tota­
litario decidido.
Un perfecto ejemplo ha sido dado recientemen­
te en
una de nuestras asambleas. Abrumado por los "informes"
de sus colegas, un no-patrono,
que personalizaba a una asocia­
ción patronal todos
los días del año, pero miembro de esta asam­
blea a título privado, se atrevió a proponer,
en un informe re­
lativo a la reforma del comité de Empresa, sanciones ejemplares
contra esos mismos
patronos que le habían concedido poderes
tan amplios.
En todos estos casos vemos en acción a un reducido nú·­
mero de hombres bien formados, bien colocados, hábiles y pa­
cientes.. Piedra a piedra, como buenos mamposteros, construyen
el edificio. Son, lo
más a menudo, _falsos intelectuales que no
tienen responsabilidad real en la empresa, de esas responsabi­
lidsdes que se nos "pegan a
la piel", que nos siguen y con­
dicionau nuestra suerte y la de nuestra familia, sin posibilidad de
dimisión. Buen número de ellos son funcionarios y pueden pro­
seguir su acc1on ___,poco menos que anónima-en el ambiente
de
Clubs de múltiples ramificaciones (3).
(2) ... acción por medio del libro secundada por la del diario, que
disimula las cuestiones vitales bajo una inundación
de informaciones de
importancia secundaria.
Por ejemplo: a las reivindicaciones de las modelos,
el órgano oficioso del régimen consagra el
8 de abril 46 líneas en primera
plana
y 108 en última. El 9 de abril, 13 líneas; el 7 de mayo, una foto a dos
columnas y
20 líneas -y tocio con títulos impresionantes-. Pero el 9 de
abril, para un comunicado relativo a la
reforma del Comité de Empresas,
dictado por un grupo de industriales que emplean a
750.000 personas en la
región parisina, no le puenden encontrar más que
12 líneas, sin título, per­
didas en la página 18.
(3) Algunas de las mismas organizaciones patronales dan puestos de
primer plano a los que trabajan en el afianzamiento del socialismo. En una
de ellas un Consejo
de Dirección compuesto de ;permanentes dsconocidos
al público
--no patronos-elabora la doctrina del movimiento, la inculca a
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¡LA MARCHA HACIA EL SOCIALISMO ES IRREVERSIBLE?
Frente a ellos, los que tienen responsabilidades verdaderas, los
que asumen personalmente lns riesgos, son, en su inmensa mayo­
ría, opuestos al socialismo y a la tecnocracia.
En estos últimos años hemos asistido a ofensivas en favor
de la co-gestión, de la sección sindical de Empresa, de
la ex­
tensión de los poderes
del Comité de Empresa, Sólo los diri­
gentes sindicales se preocupan de estos problemas, cuya solución
condiciona
su propio porvenir personal. Jamás han podido desen­
cadenar una huelga en favor de estas reivindicaciones "ideales".
El asalariado está, en general¡ dotado de un sólido sentido común,
al que las reivindicaciones ·~reales" bastan.
En diciembre de 1961, un coloquio franco-alemán de cuaren­
ta y ocbo horas fue organizado en Neuilly.
Un representante
del poder asitía a la apertura de los trabajos; debía volver al día
siguiente por la tarde para la publicación de un comunicado de
v jctoria que anunciase que los patronos, los cuadros, los sindi­
Calistas presentes, alemanes y franceses, por m_itad, celebrarían los
111éritos de la ca-gestión y desearían implícitamente su extensión
a
Francia: ¡ Mala suerte!, no se hizo nada. Después de dos lar­
gas jornadas de cambios de vista con respecto a la experiencia
alemana, ninguna
de las categorías representadas deseaba la co­
gestión en Francia. Sólo el aviso de la hora del tren de la dele­
gación alemana pudo evitar que se manifestase el fracaso que
se acusaba.
Aquellos
-los patronos, los cuadros, los obreros, los em­
pleados-son los que aseguran la Producción, los que permiten
la vida económica. ¿ Es verdaderamente obligatorio que sus pro­
pias concepciones
-las de los realistas--queden definitivamen­
te .recusadas en provecho de las humaredas de los hacedores de
sistemas?
Un poco antes de su muerte, Togliatti, en un memora.ndum a
Khrushef, decía en sustancia a los rusos: "Dejad hacer, tened
paciencia, los "planes" de
los occidentales y su deseo creciente
de confiar todo al Estado hacen más por nuestra causa que
todas las acciones que nosotros pudiéramos emprender."
Pedro Lebrun nos dice a propósito del Plan: "Este concier­
to... se efectúa dentro de un marco de -directivos gubernarnen-
sus dirigentes oñciales -patronoos esta vez~ que la propagan con celo,
devoción y candor.
¿ Por qu"é admirarse entonces que al día siguiente de
su Congreso la Prensa anuncie que ese Centro recomiende el reconoci­
miento de la Sección S,indical de Empresa, sin que los dirigentes intenten
desmentir este comunicado abusivo?
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J. L. GUILLAUME
tales que fija las orientaciones esenciales del proyecto de plan
sobre
1a base de proyeccrones economicas a más o menos largo
plazo y de deternúnadas preferencias políticas."
Y más adelante: ''Trocar ahora nuestra planificación nacio­
nal, tal como está, por una planificación o programación europea,
representaría, para la clase obrera, un mercado de incautos:'
Estas son las citas, que aclaran bien las cosas. ¿ Fue verdade­
ramente un bromista quien propuso, como subtítulo al libro de
Lebrun: "¡ General, henos aquí!"
Un dirigente de la organización patronal (sic), patrón el núsmo
(re-sic), se atreve a declarar en una interviú: "Hay que saber,
en cada profesión, en qué proporciones sería recomendable recons­
tituir las empresas por fusión, concentración, acuerdo, con el fin
de afrontar la concurrencia con algunas posibilidades de éxito.
Estos estudios deberían ser llevados a
cabo en común por los
patronos, los cuadros, los sindicatos obreros y
el Plan. Una vez
definida la base recomendable se dejaría un pequeño lapso de
tiempo a las empresas para adaptarse".
¿ No es esto el más completo despTecioJ como no sea una
total ignorancia de la infinita diversidad de las empresas y de
sus variedades considerables, que provienen de los valores per­
sonales diferentes de los dirigentes de emj)1"esas?
Las tareas y las .flaquezas del socialismo.
El despliegue del totalitarismo, la complicidad general que re··
dama, el talento consumado con el cual llega a convencer a las
élites de nuestra Sociedad de la excelencia de su propio suicidio,
pueden inclinarnos a pensar que todo
se ha perdido. No hay tal,
ya que el colectivismo es frágil desde sus propias bases.
Los hechos.
Tres países gozan desde estos últimos años de un auge eco­
nómico único en
la historia. Estos tres países: Estados Unidos,
Japón y Alemania Occidental han vuelto la espalda íntegra­
n-1ente al totalitarismo. Dos de entre ellos, hace veinte años, com­
pletamente arruinados por un largo esfuerzo guerreo.
Alemania Occidental ha desnacionalizado su mayor fábrica
de automóviles (Volkswagen) o más bien ella
ha realizado la
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¿LA MARCHA HACIA EL SOCIALISMO ES IRREVERSIBLE?
verdadera nacionalización, puesto que la propiedad de este ne­
gocio se ha difundido entre decenas de millares de manos mo­
destas.
Los chinos y los rusos conocieron fracasos económicos reso­
nantes. Unos
y otros han obtenido éxitos técnicos considerables,
pero privando de lo esencial a centenas de millones de seres hu­
manos, mientras que los Estados Unidos
-sin planes-han
llegado a resultados superiores utilizando simplemente su so­
brante.
A pesar de éxitos tan oficiales como repetidos de nuestros
planes sucesivos obtenemos resultados peores que nuestros ve­
cinos que, no obstante, trabajan sin "Plan"
y, en dos campos
tconómicos al menos, el de la vivienda y el de la escuela, acu­
samos un retraso apreciable. Para recursos
y densidades de po­
blación del mismo orden, Alemania Occidental construyó diez
millones de viviendas en poco menos de veinte años, mientras
que Francia no ha creado más que 3.300.000.
Además de estos hechos conocidos de todos,
se pueden hallar
numerosos ejemplos de menor amplitud de la superioridad de la
iniciativa privada o profesional sobre la del
Esta,do. ¿ Se sabe,
por ejemplo, que
el Estado ha confiado a un organismo pro­
fesional la organización
y la correción de las pruebas del C. P. A.
en nueve departamentos, comprendiendo los tres de
la región
parisina (14.000 candidatos,
300 examinadores) ? Este mismo or­
ganismo forma los cuadros de la Industria en el Perú, en Co­
lombia, en Brasil, en Venezuela, en Méjico (3.000 cuadros en
1964-65).
Y en los estados del Africa Francófona (3.000 cuadros
en 1964-65).
Cuando vienen a Francia misiones económicas extranjeras,
su primera preocupación es la de dirigirse -paralelamente a las
visitas protocolarias-,-a las organizaciones profesionales priva­
das, e, igualmente, cuando vienen de los países del Este, porque
saben que de ellas es de donde obtendrán las verdaderas informa­
ciones económicas
Nunca se
ha intentado, hasta .el presente, una comparación
rigurosa entre la gestión de las Cajas de los Cuadros y de los
A. S. S. E. D. L
C. (gestión paritaria) cou las de los Se­
guros Sociales.
¿ Se sabe entre el gran público que en octubre
de 1963 una delegación conducida por 1111 sindicalista (Bergerou)
y comprendiendo representantes de todas las asociaciones sindi­
cales,
pero también organizaciones patronales, ha ido a pedir al
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J. L. GUILLAUME
ministro de Trabajo que tuviera a bien el dejar en paz a los
140.000 millones de reserva de los A. S. S
.. E. D. C. que ex­
citaban la codicia del Estado?
¿ Cuáles serían las conclusiones del
francés medio si tuviese una conciencia muy realista de esta si­
tuación, él que "confía" una parte tan grande de. sus rentas a.
los organismos estatales?
La doctrina.
Pero, fuera de estos hechos, la Doctrina se opone al totali­
tarismo.
El principio de subsidiariedad, la difusión de la propiedéd,
las justas nociones de autoridad y de libertad, la finalidad de
1a empresa y la de la economía, todo podria concurrir para hacer
fracasar al totalitarismo.
La difusión de la propiedad, el ejercicio de los derechos que
de ella dimanan, dan
al individuo y a su familia el máximo
de independencia en el orden material.
El principio de subsidiariedad obliga a hacer compatible el
n¡áximo de responsabilidades con las capacidades reales de cada
uno:
La corijugación de las dos asegura la consolidación y flo­
recimiento de la persona humana, mientras que la "socialización"
conduce a la huida de las responsabilidades, a la disolución de
la personalidad en la masa, a ia esterilización de los esfuerzos
por el exceso de formalismos inútiles pero absorbentes.
La Doctrina, por ser verdad, nos da una real superioridad
sobre nuestros adversarios. Tenemos la posibilidad de decir cla­
ramente las cosas, mientras nuestros adversarios deben mentir y
estafar. Acontece asimismo a veces que, puestos
ante situaciones
inesperadas, nuestra naturaleza reacciona sanamente.
En enero
de 1%4, en Sarcelles, durante una reunión obligada por la agita­
ción de sus inquilinos, Bloch-Lainé tuvo que ·dar explicaciones
apaciguadoras.
No tenía ante sí a "intelectuales" dispuestos a
todos los compromisos, sino franceses medios muy cercanos a la
realidad y francamente resueltos. Falto de argumentos dio la
respuesta siguiente: "El propietario tiene derechos ,cuyo ejerci­
cio no puede confiar a otros." Esta respuesta es extremadamente
consoladora; prueba que,
si se zafa de todas esas influencias ar­
tificiales que le aprisionan por todas partes, el hombre vuelve a
hallar sus viejos reflejos naturales.
No os dejéis impresionar por esas ideas-fuerza, pero falsas,
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¡LA MARCHA HACIA EL SOCIALISMO ESJRREVERSIBLEf
que se proclamªn indefinidamente, h;¡sta. que. aca~an pa.sando por
prendas naturales.
Actualmente, por
. ejemplo, si creyésemos en las .. afirmaciones
oficiales, · bastaría que .las empresas industriales se . concentraran,
y fusionaran. para .que µuestra. economía, se __ salvase ... ,. -
. Conozco una organización industrial en la,.que se ha, consegui­
do investigar más de cerca .. Seha descubierto que dicho grupo
de sindicatos representan en Francia, a 7.500 empresas que reúnen
a 750.000 asalariados, o sea 100
por" empresa. Acontece .que,
ind_agando en el extranjero, se aprecia que· el mismo, efectivo, uni­
tario dentro de las mí•mas profesiones es del orden de 150 en
Alemania y de
200. en. Inglattrra. Contrariamente, en los Esta-.
dos _,Unid~s, a la vahg(tardia de toda;, esas técó.ica_s, se ~mprueba
que hay 35.000 empresas para 3.500.000 asalariados, <> sea un
efectivo unitario de 100, como en Francia,
No hay que cantar victoria ~emasiado··fácilmente y pensar
que este simple .d,¡tq basta pap aniquilar la afirmación. de los
totalitarios. El estudio de las condiciones de especialización, el
de ID" medios materiales y financieros, el de los niveles técnico-,
y finalmente el de las productividades. ¡w.ra empresas . del mismo
nivel t:ti cada uno de estos paíst;-s, _ i:ondttce a conclusiones. _menos
definitivas.
Las concentraciones están muy lejos de dar abasto en la re­
solución de todos nuestros problemas y
deberían quedar limitadas
ii la creación de algunas empresas ·gigantes,_' realizando el pap.el
d~ cabo de fila en sus campos respectivos, con -todo un cinturón
de empresas medias, pequeñas y hasta pequeñísimas. El verda­
¿ero -remedio. está probable,m~11ite . ~ una reorganizac;ióh sobre
bases profesionales paritarias en casi
to1oS, los camp9s.
Otro ejemplo:' Se nos .repitt;:, -en agricultura; con una segu­
ridad que debería bastar para levantar el ánimo, que las reformas
de estructuras son una panacea. Pero entonces, ¿ cómo explicar
la prosperidad de ciertas agriculturas extranjeras cuyas explo­
taciones tienen una superficie unitaria comparable a las de las
nuestras
y que,· sin embargo, conocen una-p_r_osper~da~. si~ ~gu?I?
Es que en el extranjero se pagan los productos agrícolas a su
justo precio, mientras que entre n'osotros son pagados a un pre­
cío iriferior al precio de costo.
La diferencia se cubre aquí cori
¡:·réstamos, que los organismos estatales consienten, en condicione~
favorables. Estos préstamos-empeñan al agricultor _y-·a: su_familia
y los vuelven-cada·_vez más dependientes .del -Estado .por el iOter-
medio de organismos áparentemente profesionales. ·
231
Fundaci\363n Speiro

J, ·Le' GUILLAUME
Otro globo que estallará : el de la expansión indefinida · de la
la economía. Esta expansión es imposible. No hay ningún ejem­
plo én la, historia de la hutnanidad · de una expansión material
que-se continúe indefinidamente. Por· otra _parte, el consumo dé·
los recursos naturales es tal que la duplicación de la producción
en diez, quince o veinte años, que representan los crecimientos
d~
actividad a:Ctuales, no_ pueden_ ptoseguirse indefinidamente. _ Nq
creeínos que la dicha · del hombre esté en una producción econó­
mica aumentada indefinidamerite y por otra parte imposible.
La cbiléentración ui"bana representa -otro dato inmediato de· la
concieticia del· tecnócrata· medio:· Se anuncia· sin-duda· una· pobla­
ción de la región parisina doble de la que nosotros conocemos;
pero
c\esde ahora el problema de la circulación queda sin solu­
ción.
El de.la' alimentación hidránlica lo será en tin futuro próxi­
como. Las cosas acontenCen muy frecuentemente como si ·nuestros
trcnócratas tuvieran una doble JlerSonalid.ad. Corno técnicos calcu­
lan eón rigor. ciertos elé:meiitos, y· después; brutalmenté . cansa>
dos de -tanta lógica, rectitten a fórmulas niá.gicas que supriman
toda díficuliadi. En Francia y en ef~extranjero numerosos estu:
dios demuestran que los gastos generales de 'una aglomeración
urbana tienen su importe mínimo
por cabeza de habitante en las
aglomeraciones de algunas centenas de millares de
· habitántes
solamente, cifra variable según de qué hipótesis se parta, pero
muy alejada del
importe a que asciende con los núcleos de nu­
merosos millones de. habitantes, con los' ·qtié se bfg~niza hoy·· s1:1
reagrupación en la tnisma nebulosa. Este primer resultado téc­
nico ha sido conseguido
por nuestros-~ecnóc.ratas, 'péro tína vez
C".onseguido lo ignoran y, en nombre de · una toncentra:~iqn urbana~
al parecer absolutamente inevitable; Organizan aieg~err1ente Su
propia_ "megápolis" con sus problemas insolubles.
NUESTRAS PóS1~ILIDADES DE ·_AcC~óN.,_:_NuÉsTRAS 1LÚsloNEs~.
Son inmen~a; todavía. Se deducer. de lo que precede:
Reclu_ta~ie_~to de hambres;
Es "posible. Eri · todos los sectores de la ·vida econom1ca ·-in..'."
üustria, -agricultura, profesiones· -liberciles.:__, ya qué en !cada ·sector;
en todas las escalas, se j>roduc'en .resistencias, Háy que descubrir.
232:
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;LA MARCHA HACIA EL SOCIALISMO ES.IRREVERSIBLEr
estos puntos de resistencia, clasificar esos valientes, mostrar que
no
e.st.áp_ .solos. -Las vanas rivalidades entre sectores diferentes han
sido S<;>brepasádas. Queda un solo adversario: el totalitarismo.
Forma.rlos · doctrinalmente.
Una ··b8.se -doctrinal es necesaria para coordinar los diferentes
. aspectos de una resistencia común. Antes de abordar los incon°
vertientes evocados más
arriba a propósito de la Doctrina, hay
que tener una conciencia clara de los siguientes puntos :
-
Se han desarrollado inmensos esfuerzos en favor de la co­
lectivización
· de nuestra sociedad ;
--:----textos recientes,. qu~ todos debemos leer, confirman y pre­
cisan estos proyectos ;
~ la vida de un individuo, de una' célula o de una categoría
social no puede
ser larga si los interesados no tienen la valentía
de vivir. y de combatir. Nadie puede ba=lo en su lugar;
-la evolución actual hacia el tdtalitarismo no es irreversi­
hle;
no es obligatoria. Es, en primer lt1gar, el resultado de la elec­
ción de una · filosofía y, a continuación, la accjón metódica de
ho!llbres pocos numerosos, bien formad9s doctrinalmente. -'
----' A pesar de las apariencias y posiblemente por poco tiempo
-aún, los hombres de lo "i-é:al" "tienen lo_s medios humanos y ma-
teriales para hacer retróceder al totalitarismo. ·
Obligarlos a actuar.
Es posible para todos. Todos tenemos una familia, vecinos,
colegas. Pertenecemos, de
una forma más o menos activa, a or­
ganizaciones: sindicales, profesionales, culturales ... , tenemos
clientes, proveedores, amigos.
Todos estos lazos naturales nos dan
la ocasión de restablecer los hechos, de recordar· ciertos
pr_inci­
pios bajo una forma simple y concreta. Numerosos son los or­
ganismos faltos de doctrina.
Sus dirigentes sienten el peligro,
pero no saben cómo actuar. Hay un campo de acción inmenso para
los que quieren llevar la lucha a ese estadio.
No creemos que haya que escoger entre la Doctrina y la Ac­
ción. No preconizamos el estu_dio de la Doctrina con el fin de
llegar a concesiones desencarnadas ; no reclamarnos acción sin re­
ferencias doctrinales,
pero preconizamos el estudio de la doctrina
2J3
Fundaci\363n Speiro

!. L. (;U!LLAUME
para· nutrir a la acción y para hacerla coherente y eficaz. No nos
extraviemos·'en. organismos -inútiles en· los que la pérdida de tiem­
.po de ·fos cuadros de la Sociedad está sabiaménte organizada.
¡ Qué resultados podría dar una mesa redonda en la que los or­
ganizadores, si .tuviesen el cuidado de invitar a algún adversario
del totalitarismo, cuidasen atentamente de reservar el oficio de
resumir a sus amigos? ¿ Qué enseñanza sacar de una "cena de
discusión", en la qué el invitado de_ honor se_cuida de no con­
testar
a· cuestiones no COnformistas ? ¿ Qué frutos se recogerían de
la participación en los trabajos .de nna asociación cuyas tomas de
posición son sierripfe ambiguas?
Reservemos el poco tiempo de que disponemos para una for­
mación
y para una acción serias. -·Ambas nos permitirán mante­
ner todas las ilusiones.
No carecemos de ejemplos de iniciativas de nuestros ainigos,
quienes, por
medio de una acción bien· pensada y ·bien preparada,
realizada en
el lugar y en el instante adecuados, han obtenido
resultadps · fuera de toda proporción con todos los medios huma­
nos ·a. materiales puestos· en juego. La-modesta ·acción de los pe­
queño~ equipos de animadores del Centro ·de Estudios de las Ero­
.presas han dado algunos resultados locales, ha suscitado llamadas
de provincias-. Los contactos producidos son muy alentadores:,
pero, somos muy pocos.-1.iara hacer frente ·. a las tareas necesarias.
\,:-enid -a reuniros Lo:p. nosotros. Los terrenos favorables-son _nu­
merosísimos; con un.· equipo un poco más nutrido7,harernos, desde
El año próximo, Progresos apreciables en ·nuestro combate por
una sociedad organizada según el Derecho Natural y Cristiano.
J. L. GUILLAUME.
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Fundaci\363n Speiro