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La tecnocracia y las libertades. Segunda parte: Para un renacimiento de las libertades sociales

La tecnocracia y las libertades
SEGUNDA PARTE
Para un renacimiento de las libertades sociales
por
. Loms-MARIE FERRIER y Yv,s L, PrnQUER
Fundaci\363n Speiro

"La desorientación actual de los jefes de empresa refleja
una omisión de cai"ácter "estratégico" por su parte, omisión
que data de los orígenes del desarrollo industrial. Han re­
nunciado a elaborar las ideas fundamentales
y las premisas
ideológicas que pueden justificar su comportamiento en la
vida social. .. "
S. S. Pablo VI, Alocución del 7;2-1966.
Fundaci\363n Speiro

INTRODUCCION
Después de haber evocado ciertos caminos por los que la tec­
nocracia tiende a reducir el terreno de las libertades, en nuestro pri­
mer cuaderno de Leo Te'cnocracia y las Libertades (cfr. VERBO, nú­
mero
ZS-29, pág. 421 y sigs.) anunciamos una segunda parte:
"Las libertades creadoras".
No descubriremos aquí libertades abstractas. Nos parece más
oportuno evocar las libertades prácticas que son las nuestras, explo­
rar el terreno adonde tiene que conducirse la lucha contra el to­
talitarismo tecnocrático y subrayar las condiciones necesarias para
el ejercicio de nuestro derecho a actuar en esta defensa de las
libertades humanas.
"La doctrina de la lgl,esia es clara e1' lo que
concierne a la relación entre la em1presa y el Es­
tado, Si la concepción llamada; lil,eral se apoya
en divt!rsos prin'C'ipro,s errón,eos, n grosa y errón•ea es la doctrina que atribwye al
Estado una "planificación" integral del mundo
económico,
p,orqwe igualmente se seguirla de ella
la oP,,esión y el fin de los derechos humr,nos fuw­
damentales.
"El m.undo económico. es, en primer lugar, una
creación de la libre vólutad de los hombres; per­
tenece, pues, a/ Estado ( en, lugar de reglarw todo
en el terreno de la vida pública y p,,ivada)
crear
las condiciones que permitan a la iniciati-­
va privada desarrollarse en los Umites del orden
moral y
del bien c'olectivo."
J. B. MoN'!'INI, Subst. 21 de septiembre de 1952.
. . . "Existn,, hay día un buen número de estos
jóvenes dirpowib/,es para la vocación cristiana de
jefes en e! mrumdo del trabajo organizado, hoy
dia en (fl,le en todas partes se reclutan los me­
jores alumnos de las escuelas superiores que tie­
nen estas dirposidones y cuando más se hace sen­
tir la debacle de hs ldeologías que, hasta ayer,
dirigían una gran
parte de la opinión pública."
S. S. PAB1,0 VI -Al. 7-II-1966.
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CAPITT.,JLO . I
EL TOTALITARISMO MODERNO
Caracteres generales.
La idea que nos hacemos del totalitarismo social y político
está demasiado a menudo fijada
por las imágenes de la tiranía po­
licial que
el nacismo y el comnnismo han .ilustrado tan trágica­
mente. Ahora bien, la tiranía policial ha existido en todos los
tiempos. Peri6dicamente, la historia ve aparecer príncipes crue­
,,Ies y dominadores. El totalitarismo moderno, por contra, presen­
ta caracteres nuevos que pueden pasar illadvertidos si uno se
atiene s61o a las manifestaciones más espectaculares de la tiranía
clásica: opresi6n policial, tribunales populares, campos de con­
centtaciórt, asesinato político; etc ...
Es -así que muchas personas honradas se imaginan hoy día
que la era de los totalitarismos está prescrita con el pretexto de
que
el comunismo calzado con botas y Cubierto con un casco
parece menos directámente amenazador, al menos en Francia.
De ahí la utilidad de un examen más atento de los totalita­
rismos modernos;
en lo que tienen de específico· y fundamental, es
·decir, en sus métodos de anonadamiento de las libertades natura­
les y en el abuso de las organizaciones centralizadas, masifican­
do lo humano, sofocando la vida
social espontánea, "reduciendo
a Jo~ pueblos a un conformismo dócil y ciego en pensamientos y
en juicios" (1).
El rasgo fundamental de estos nuevos despotismos es la pro­
gresiva desposesión de las sociedades naturales en provecho de
algunos poderes ideol6gicos que persiguen otros objetivos que
aqúeilos por los que las agrupaciones sociales naturales ( oficios, es­
cuelas, agrupaciones diversas) habían sido creadas.
Pío XII es quien ha denunciado más fuertemente esta sub­
versi6n del orden natural:
"Allí donde el demonio de la·organización invade y tiraniza el
(1) ·Pio XII: discurso sobre 1a Opinión pública. 18-II-1950.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
espíritu humano, se revelan sú·hitaménte los signóS de una orien­
tación
f~Isa y an~rmal del progreso soc_ial. En numerosos países,
el Estado moderno está
eri trance de convertirse en tina gigantesca
máquina administrativa.· Extiende la mano sobre casi toda la vida :
la escala entera de los sectores político~ económico, social, inte­
lectual, hasta en el nacimiento y en la muerte, quiere sujetarla a su
administración. -
" ... Así se desvela el origen y el punto de partida de la evolu­
ción que Iánia en la angustia al hombre moderno: su "desperso­
nalización". Se le ha quitado en una amplia medida su rostro y
su nombre: en muchas actividades más importa.ntes de la vida, ha
sido reducido a un puro objeto de la sociedad, ya que ésta, a su
vez, es transformada en sistema impersonal, eri. una fría organiza­
ción de fuerzas" (2). ·
Y Pio XII no ha temido afirmar que: "es hasta la última ener­
gía que
la Iglesia Ifürará esta batalla en la que están en juego los
valores supremos : dignidad del hombre y salud· eterna de las
almas"
(3,).
Juan XXIII ha descrito el fenómeno totalitario cuando ha tra­
tado en
Mater et Magistra de "la reducción continua de la esfera
de la libertad y de la iniciativa persoual de los particulares" ( 4)
y cuando contempla "un retroceso espantoso de
la humanidad
en esta "obra maestra monstruosa (de nuestra época) que trans­
forma al ·hombre en un gigante del mundo físico a expensas de
su espíritu reducido al estado de pigmeo del mundo sobrenatu­
ral y eterno" ( S).
Este retroceso espantoso de lo que hay en el hombre de es­
piritual y de eterno
es la señal específica del mundo totalitario, que
se ha definido a justo título como un "mundo cerrado sobre
lo
temporal".
Un "terrible desierto humano" en que "el hombre muere de
sed", decía es.te apasionado, ·no obstante, de las "cosas. modernas"
que fue Antonie de Saint Exupéry. "Dos millares de millones de
hombres no oyen más que al robot} no comprenden más que al
robot, se hacen robots ... Epoca en que el hombre se transforma,
bajo un totalitarismo universal en ganado manso, educado y tran­
quilo. Se nos ha hecho tomar esto por un progreso moral... el
(2) Pio XII: Mensaje de Navidad de 1952. Sociedades mecanizadas
y despersonalización dcl hombre.
(3) Alocución a los católicos austriacos (14-IX-1952).
(4) Mater et Magistra, § 62.
(5) Mater et Magistra,' § 245.
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
hombre que se alimenta de cultura de confección, de cultura
slandard, como se alimenta a los bueyes de heno ... " (6).
Hasta el "Informe del Grupo 1.985", presidido por M. Guil­
laumat ( que inspiró la
Ley de Orientación· del V Plan), no se
aporta la confirmación acerca de estos rasgos específicos de la tira­
nía moderna. Se lee en este Informe que una de las principales
tendencias sociológicos del Mundo moderno es ser "un mundo
en que
el hombre no reconoce ya ni su dimensión ni su imagen,
en que tiene conciencia de perder su vida ganándola" (7).
Adelanto del totalitarismo en las democracias occidentales.
. . . "Gigantesca máquina administrativa" ... esclavizando hasta
en el nacimiento y en la muerte ... , "despersonalización" ... , "un
mundo en que el hombre no reconoce ya ni su dimensión ni su
imagen" ... , las ·fórmulas son casi idénticas en la pluma de los
Papas y
en los fríos informes sociológicos de nuestras Comisiones
legislativas. Como se
ve, la realidad que señalan no es solamente la de los
Estados de totali\arismo patente. Esta realidad supera de lejos las
únicas fronteras de las dictaduras organizadas.
Demasiado tiempo se ha estado habituado a pensar que la
tiranía social no podía provenir más que de
la irrupción de un
tirano a los mandos del Estado. Se
ha hecho urgente compren­
der que
el totalitarismo moderno nace en los espíritus y las cos­
tumbres
antes de realizarse en las instituciones. Basta observar
cómo se instala
hoy día en las sociedades "democráticas" para
comprender que
el Estado-tirano no existe siempre al principio,
sino que existirá cada vez más
al term~o del totalitarismo so­
cial. ¡ Entonces lo realizará y organizará plenamente!
Un estudio reciente sobre la sociedad americana (8} analiza
1as amenazas crecientes que pesan sobre la vida privada del "pue­
blo más demócrata del mundo" por
el enorme desarrollo de las
técnicas
y de los métodos de vigilancia, de control y de encuesta:
aparatos electrónicos
tales como magnetófonos en miniatura, micró­
fonos parabólicos ( que permiten
captar conversaciones a más de
(6) Carta de A. de Saint Exupéry al General X, publicada !ntegra­
mente en
Para que El reine. J. Ousset. (7) Reflexiones para 1958 (pág. 14). lTna recensión de eSta obra
se ha publicado en Permanencies, núm. 22. (8) "Una Sociedad sin .defensa": Vanee Packard; Calmann Lévy, ed.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
cien metros de distancia), dispositivos de mesas de escucha, cir­
cuitos interiores de televisión u otros micro-emisores. Gracias al
al extraordinario desarrollo de -estas técnicas, millones de ame­
ricanos viven hoy día, más o menos sin que lo sepan, bajo la vigi­
lancia de ojos o de orejas electrónicos; estos aparatos, cuya
venta es totalmente libre, se utilizan de más en más en la vida
comercial, sirviendo principalmente para la vigilancia del perso­
nal v de la clientela.
Pero hav ''más" aún: el uso cada vez más frecuente de los
ªdetectores de mentiras". Su empleo por los policias comunistas,
hacía sobresaltar la conciencia de los países libres hace aún diez
años.
Hoy día su empleo se extiende en el "American way of life"
sin que al parecer se conmueva la "conciencia universal". La
utilización de máquinas para disecar la personalidad se difunde
en las empresas privadas, que las utilizaban para controlar la sin­
ceridad de las declaraciones de los candidatos al empleo o para
verificar periódicamente
la honradez del personal en su trabajo.
¿ En cuanto al lanzamiento en el comercio de máquinas para
controlar la fidelidad conyugal, o de los registradores de since­
ridad adaptados a
la infancia? ...
¡ Qué demuestra todo esto sino que el totalitarismo es un mal
que
se desarrolla en los espíritus, las .mentalidades y las almas
antes de organizarse en las intituciones ·sociales?
Abatid las fronteras de lo sagrado y de lo divino en las almas, y
decid a continuación: ¿ en nombre de qué protestaréis contra la es­
clavitud sociológica.
La Revolución en las con.ciencias, p,rimero, en el Estado, a
continuación..
Esta idea de "reyolución" en las almas y las. mentalidades,
considerada como preliminar indispensable para las grandes mu­
tacíone·s sociales, es clásica en los medios ideológicos que niegan
la existencia de una Ley natural y divina y que trabajan en "reha­
cer" una humanidad según sus concepciones. idealistas.
No son sólo los revolucionarios del 89-92 quienes proclama­
ban "estar llamados ~ volver a empezar la historia" (Bare!"e en
los Estados Generales) ... o que '1a Revolución no es solamente
para Francia (que) somos responsables de la humanidad" (Thu­
riot en la Legislativa) ... o
también que "el mundo moderno está
colocado en la alternativa: la terminación de la Revolución o un
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LOUIS-MAR!E FERR!ER Y YVES LE PENQUER
retorno .puro y simple al cristianismo". (La Rewolt.fci,6n1 Fran­
cesa, número de junio de 1879).
Mucho más· cerca nuestro, la Sinarquía no temió inscribir en
cabeza de su
Pacto: "reprobamos la revolución en la calle. Te­
nemos que evitarla en todas partes. Hacemos la revolución· por
arriba. Perseguimos la revolución sinárqtiita en las conciencias
ante todo y no
la propagamos en el Estado más que por aiía­
didura ... De ahí dimana, principalmente en el curso del período
preparatorio, la necesidad de la acción secreta llevada con una in­
flexible paciencia de individuó a individuo... Esta fase de re­
volución
invis.ible en orden disperso ... se prolongará tanto como
haga falta para que se alcance el punto de cristalización sinár-
quicb
del país." ,
El Pacto Sinárquico está impregnado de la idea de que un
país como Francia, rico,
"con un pasado m'ilertario", no podría
ser tratado fX)T una "revolu'ción sifuplista, élemental, bárbaramen­
te destructiva" Al contrario, operará sus transmutaciones revolu­
cionaria con el espíritu ... con sus éUteis. La revolución sinárquica
podrá, pues, superar e integrar las divisiones de ayer entre Dere­
cha e Izquierda (9), etc ...
Dicho esto ... , "en lo que conciérlle a los otros partidos in­
conciliableg, hay que aplicarles la ley de la guerra, de una guerra a
muerte : ellos o nosotros"
(1 O).
* * *
Antes de proponer una terapéutica, los médicos se dedican a
hacer un
diagnóstico. Retengamos de nuestras primeras observa­
ciones generales sobre el totalitarismo moderno estas caracterís­
ticas clínicas fundamentales:
l. Es un feuómeno considerablemente más vasto que el de
las dictaduras clásicas.
2. Nace en los esprÍritus antes de organizarse en las-institucio-
(9) Estos términos de "Dereoha" e "Izquierda", una ~ez vaciados de
toda referencia a valores sociales objetivos, no designarlan más que
actitudes subjetivas, "intereses de clase" susceptibles de. "ser "superados"
por uri punto de vista más alto de las cosas. En lo cual. estamos bien
de
acuerdo: el quid está en saber cuál será el "pt.mto de vista" más ele­
va (10) Se encontrará el texto Ít)-tegro del Pacto Sinárquico Revolu­
cionario en
la obra le H. Coston ·: Les Tecnócrates et la Sinarchie,
Lectures' fra~ses.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
nes sociales; de donde resulta la importancia de los adelan­
tos ideológicos : preparan
el clima y crean disposiciones para
su acogida.
Queda por examinar el proceso de estos adelantos (11). Todo
el .mundo, hoy día, reconoce que hay un proceso de colectiviza­
ción. Se llama .generalmente "corriente de la historia", "irrever­
sibilidad de la evolución social" ... lo que dispensa analizar los fac­
tores de este proceso.
Rehusaodo el argumento materialista de una fatalidad de la
historia humana, analizaremos uno de los "principales factores de
este proceso: el papel activo de los núcleos dirigentes y de los
grupos de presión que son
]os motores activos y eficaces de la
"evolución" totalitaria.
CAPI'fULO II
MECANISMO SOCIOLOGICO
Una progresiva confiscación de las sociedades naturales.
Pensamos tratar aquí del proceso por el. que las corrientes
ideológicas minoritarias llegan a apoderarse de
la dirección de
múltiples sociedades naturales
y a conducirlas hacia finalidades
extrañas a su propio
fin. Esta confiscación del poder social no
se hace ya principalmente por el terror o la conjura de socieda­
des secretas (12), se realiza principalmente por un consenso ge­
neral de abdicación de las autoridades naturales, normalmente res­
ponsables de la vida social.
Este fenómeno de subversión que pone en
oposición. la innu­
merable floración de verdaderos artesanos ·y campesinos, de ver.:.
(11) El Primer Congreso del "L'Officie International des_ Oeu,vre~
die Formation cívique et d' Action doctrinale selon le Droit naturel et
Chr,etien", de Sion (Suiza) en 1964 estuVo. consagrado al Totalitarismo
moderno; pueden consultarse útilmente las Actas de este Congreso.
. (12) El terror y la violencia forman aún, eficaz y constantemente,
pár_t,i;: del arsenal totalitario en los paíseS· del "Tercer Mundo"; pero ya
no son práctica constante ni sistemáticamente empleados en nuestros países
de más antigua civilización. No se podría decir lo mismo de las· socieda­
des secretas. Pero no entra
·en el objeto del presente estudio ·desarrollar
este aspecto del problema.
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
deros médicos, notarios y abogados ... , personas que viven en lo
real, competentes y responsables, según el orden natural, de una
parte,
y, de otra parte, una minoría de reformadores compuestos
ya sea de ideólogos desencarnados, legisladores de cámara, o bien
de tecnócratas emprendedores, hombres de acción tanto como de
pensamiento, pero tecnócratas totalitarios al mismo tiempo, ga­
nados a los ideales revolucionarios, soñando en someter esta flo­
ración social multiforme a su esquematización planificante y uni­
farmizadora. Los primeros son,
en centenas de millares, verdaderas autori­
dades competentes y responsables en sus asuntos ; están gene­
ralmente, además, en contacto con la fibra popular del país.
Ahora bien, paradójicamente, son estas minorías de puros
ideólogos o de tecnócratas abusivos quienes
Htienen cuenta" de la
mayoría de los prácticos mezclados a lo real.
1'ienen "cuenta de ellos"... no para eUmrinarlos totalmente
y reemipla.zarlos; estas minorías tecnocráticas serían muy inca­
paces de reemplazar hombre por
homoce a esta floración de cla­
ses medias que
son la riqneza de nuestros viejos países. ¿ Cómo
eliminar
y reernplazar a nuestros 72.000 maestros libres, nuestros
250.000 artesanos, nuestros 530.000 jefes de empresas privadas,
nuestros 60.000 médicos, notarios, procuradores, abogados, etc
...
nuestro millón de· pequeños patronos comerciantes ... ?
¡ Los bolcheviques han liquidado físicamente a 820.000 kou­
laks ; saben ahora lo que les
ha costado el haber destruido así su
campesinado naciente
!
La casta minoritaria de los ide.\logos--tecnócratas "tienen cuen­
ta" de esta floración de hombres de oficio, responsables y com­
petentes, no para
un juego de elilmmaci6n1, sino para un juego
de
damrilnación deológica y sociológica.
Este
ju ego de dominación salvaguarda las apariencias exte­
riores de las liberta.des ; realiza de hecho su confiscación.
La vida interior de las sociedades naturales, su movimiento
creador, se encuentran insensiblemente regladas por los planes
abstractos concebidos
por los ideólogos tecnócratas, en lugar de
estar organizadas por ellas mismas y ordenadas
para su bien pro­
pio, según
la naturaleza (13).
(13) Un ,ejemplo entre mil de este fenómeno de substitución se nos da
con la "poLítica del habitat", dende se ven proliferar construcciones con­
centra ti vas
u.nánimem,ente condenadas por las familias que las . utilizan ...
denunciadas e.orno sin sentido por todos los que, lápiz en mano, han de­
mostrado que su precio el.e coste por metro cuadrado habitable supera el
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
Verdadero fenómeno de malversación sociológica es en pleno
siglo .xx una recon5trucción científica de la esclavitud.
El fenómeno merece detenerse en su contemplación.
Un ejemplo de confiscación totalitaria: el sistema -soviético.
La constitución soviética nos da la clave del funcionamiento
"en estado químicamente puro" de este mecanismo revoluciona­
rio cuando ha llegado al estado último de su perfeccionamiento.
Jean Madiran lo ha mostrado muy bien en su libro: El
Ocaso del Mundo: Ensaya sobre el Com,,nism,o (14). Toma­
mos lo esencial de su demostración, pues es una excelente prepa­
ración al análisis de los sistemas tecnocráticos que examinaremos
más adelante.
"Promulgada por Stalin en 1936, (la Constitución de la
U. R. S. S.) se había presentado como "La Constitución más demo­
crática del
mundo" : se imagina uno, pues, que enumera garantías
admirables pero
que no se aplican. Uno se equivoca: lo que es,
según
la letra y su espíritu, no es una coartada. Formula, revela,
la técnica sociológica de la esclavitud moderna."
Se puede decir que la constitución de la U. R. S. S., representa
la organización explícita y acabada del proceso
de confiscación
de los poderes sociales naturales y de su substitución
por los po­
deres tecnocráticos,
El sistema .soviético nos ayudará considerablemente a com­
prender el mecanismo -----1r1enos esquemático, y no explícitamente
constituido--de los totalitarismos de tipo "occidental."
"La Constitución soviética", escribe J. Madiran, "expone con
minuciosidad toda
una jerarquía de derechos solemnemente ga­
rantizados, cuya lectura aislada puede parecer seductora a los
espíritus no advertidos y que
los otros tienen por una mentira cí­
nica."
La realidad se desarrolla perfectamente en la Constitución, si
de las villas fa.miliares autónomas, por poco que se sepa mirar un ]X)CO
más lejos de la simple factura del empresario. Pues convendría con toda
lógica ihacer intervenir en la comIX1:ración las cargas generales a largo
término que vendrán a incorporarse sobre las ciudades concentrativas por
el
aumento de la inmoralidad, del clima de irresponsabilidad y de la apa­
rición de las enfermedades de civilización" (cf.
la aglomeración de Sar­
celles ), etc ...
(14) Nouvelles Editiones Latines, 1 rtte Palatine, París VI.
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LOUIS~MARIB FBRRIBR Y YVBS LB PBNQUBR
se la lee atentamente y en su:conjunto; se contiene, en lo esen­
cial, en su artículo 126:
"Conforme a los intereses de los trabajadores
y a fin de des­
" arrOllar la iniciativa de las masas populares en materia de or­
" ganización, así como su actividad p:Jlítica, · se asegura el derecho
"a los ciudadanos de la U. R. S. S. de agruparse en el seno de
''organizaciones sociales: sindicatos profesionales, uniones coo­
'.'perativas, organizaciones de juventud, organizaciones de deporte
"y de defensa, sociedades culturales, técriicas y científicas; los
"ciudadanos más activos
y conscientes ·que pertenecen .a la clase
"obrera, a los campesinos trabajadores y a los trabajadores inte­
"Iectuales, se unen libremente en el seno del Partido commista
"de la Unión Soviética, vanguardia de los trabajadores en su
"lucha para la construcción de la sociedad comunista y nrúcleo
"di,-igente de todas /,as organizaciones de trabajadores, tanto de
"las. organizaciones sociales como
de las organizaciones del Es,.
"tado."
En este artículo, J. Madiran recoge las características si­
guientes:
1. Todas las organizaciones. sociales tienen al Partido comu­
nista como núcleo dirigente. Sean familiares, escolares, cul­
turales, económicas, locales o nacionales.
Todas sin excepción.
Todo
lo que tiene una dimensión social. Un grupo social que
no tuviese a su cabeza un núcleo dirigente Comunista sería ipso
fll!Cto, ilegal, anticonstitucional.
652
¿ Cómo se constituyen estos núcleos dirigentes ?
El artículo 141 de la constitución responde : "Es la elec­
ción por sufragio universidad igual
y secreto que designa a
los núcleos dirigentes. Solamente .. ; el artículo 141 precisa:
"Los candidatos tienen que ser presentados por una orga­
nización" ... , por una organización que esté conforme con el
126, es decir, que estas asociaciones deben tener al Partido
Comunista como núcleo dirigente.
2. El P. C., precisa el artículo 126, es:
La vanguardia de los trabajadores en lucha por la cons­
trucción del socialismo.
-Núcleo dirigente de todas las organizaciones sociales.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
Es· núcleo dirigente ... , porque es Vanguardia.
No olvidemos que el P. C. representa apenas el 4 por 100 de la
población en .la U. R. S. S.
Es una élite. El P. C. no es un partido de masa, es un partido
de Cuadros. Es una Orden, una Clase dirigente.
Agrupa a los ciudadanos más activos, "más conscienfes", NO
está abierto a todos. Recibe a los más ardientes ... , a los "mejo­
res", Constituye una él'Dte ideológica y política, que no es ni cam­
pesina, ni industrial, ni obrera, ni artesana. Ahí no -está su
competencia ; su competencia no versa sobre los verdaderos pro­
blemas sociales; v.ersa' sobre los problemas ideológicos y las am­
biciones del Estado.
Es una .casta político-ideológica reclutada por
todas las redes de esc;uelas locales del P. C., las escuelas regio­
nales y las Universidades .revolucionarias.
Estos 4 por 100 forman una casta que dirige; controla y es­
claviza a los
% por 100 que forman el pueblo verdadero. Es un
Orden ; un poco como una aristocracia revolucionaria.
Al nivel del Estado, el principio. del funcionamiento es riguro­
samente ermismo: una misma fachada democrática y la misma con­
fiscación de poder.
La estructura visible del Estado soviético sigue siendo par­
lamentaria. Simplemente
el soviet supremo, el Consejo de Mi­
nistros, tienen ·un núcleo dirigente, como todas las organizaciones
sociales
y todas las organizaciones de Estado. Y este núcleo diri­
gente es el P. C.
Retengamos bien las dos notas fundamentales del. mecanismo
soviético antes de pasar al examen de los mecanismos menos pu­
ros, menos sistemáticos de las redes ideológicas que dan nacimien­
to a los grupos de presión
y a -los núcleos dir.igentes en nuestros
países libres.
l.11, nota.
Los núcleos dirigentes en la U. R. S. S., son ante todo·núcleos
de acción
ideológica.
Imponen en todos los lugares y medios la Línea, la Idea, el
Plan la Voluntad de los ideólogos del Partido, · · •
Son
instrumento del Absolutismo del Partido. Someten todas
las ·_coSas a su pod~r arbitrario; el ctjterio · de .gpbierpo · de los
cuerpos
sociales ya no es.la realidad_viviente de_.'CstoS:.cuerp.9s,~in:o
la Ideología; por esto se puede decir· que los, ,núcleos, .dirjgentes
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LOUIS-MAR!E FERRIER Y YVES LE PENQUER
constituyen un poder ideal que substituye los poderes reales ano­
nadados o confiscados
por el Poder único de los ideólogos.
La energía vital de los cuerpos naturales (familia, oficios, mu­
nicipios, sociedades artísticas, religiosas ... ) es confiscada, desvia­
da de su finalidad propia y ordenada bacía las ideas abstractas o
las ambiciones del Estado-Partido.
2.ª nota.
"Guardar la cáscara, vaciar la substancia", decía Leñin. El
mecanismo de substitución conserva siempre la apariencia demó­
crática. La cabeza parasitaria apunta a imponer su poder obtenien­
do también la adhesión de las víctimas.
Una
vez obtenido el consentimiento de las víctimas (lo que se
llama educación socialista), el Régimen no temerá. ya reintroducir
en la máquina social elementos del derecho natural (redistribución
de una parte de las tierras ... , algunas otras libertades económi­
cas) a fin de mejorar el rendimiento, el dinamismo social, enten­
diendo que este "rendimiento" sigue ordenado sólo a la
:finalidad
del Estado totalitario,
CAPITULO III
GRUPOS DE PRESION Y REDES IDEOLOGICAS EN LAS
DEMOCRACIAS "LIBRES"
Llegamos, pues, a los mecanismos tecnocráticos en nuestros
países no comunistas.
¿ Se puede decir que hay similitud con el proceso del "artícu­
lo 126" de la Constitución soviética?
-Respondemos claramente: NO, si uno se atiene a las ma­
nifestaciones accesorias, policiales u otras del despotismo
soviético; aunque
... , se podría disertar sobre el contagio
de ciertos procedimientos de intimidación y de liquidación
políticos que han ganado
al occidente.
Pero en todo caso respondemos:
SI ... , hay similitud, si se re­
tiene
lo esencial de las dos notas del capítulo precedente.
Para que se demuestre la similitud, es necesario probar:
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
-la existencia de redes parasitarias y de jerarquías para­
lelas en nuestros asuntos sociales privados.
-que estos parásitos y jerarquías responden a una ideolo­
gía que les da
su unidad de acción.
• • *
La existencia de grupos de presión ...
¿ No es lo que la menor mirada atenta perinite discernir? "La
violación de la organización natural de la sociedad humana", para
hablar como Pío XII..., ¿ esta violación no estalla por todas par­
tes alrededor nuestro?
Tomamos ejemplos franceses, en los que "la animación", la
orientación y a menudo también la dirección de las sociedades na­
turales se ven suplantadas, desviadas, confiscadas por redes ideo­
lógicas más o menos socializadas.
Tomemos algunos ejemplos:
El Sindicalismo.
Dios sabe
si la ideología moderna pretende exaltar los de0
rechos del muudo obrero. Sin embargo, no se ha destacado sufi­
cientemente
como la Constitución de 1946, que ha dado al sin­
dicalismo su estatuto actual, ha escamoteado al obrero real en
provecho del "Obrero" teórico y abstracto de las Céntrales buro­
cráticas. Fue ante todo la teoría de la Rep,resentatividad ... , pa­
tente de ortodoxia, sin l"a que nadie puede hacer oír eficazmente
su voz.
Pero esta etapa debía parecer insuficiente ... y se sabe que las
ideas de Reforma de Empresas y ele! sindicalismo que "están en
el aire" apuntan a:
1.0 "acrecentar la fuerza sindical" (15) "dándole los medios
de implantarse fuertemente en la empiesa", Principalmente
abriendo las secciones sindicales de empresas
á los agentes sin'."
dicales paracaidistas directos de las grandes Centrales Represen­
tativas.
2.• confiar a la Universidad el cuidado de formar los mi­
litantes
y responsables sindicalistas. La Universidad ... , es decir,
el Cerebro único y obligatorio del Estado (15) ..
(15) F. B1och-Lainé, Para una reforma de la Empresa, págs. 21,
82, 86;
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
Se tendrán aquí las dos "notas características del núcleo diri­
gente de
apariencia democrática, pero que emana de hécho de
.Ja ideología del Estado (16) o de los centros ideológicos revolu­
cionarios que disponen de equipos áctiv.os de militantes entrena­
dos y de medios de acción poderosos (visibles u ocultos).
La "reforma de la Eml}resa"~
Las ideas han· sido lanza.das por Bloch-Lainé en su libro bien
conocido ...
Perodesde la primera página, Bloch-Lainé se eclipsa
modestamente ante sus verdaderos inspiradores,
. principalmente
universitarios y .altos funcionarios, cuyos nombres se guarda bien
de ·precisar. Aquí también, el brainstrust actuante ha estado com­
puesto de· personas extrañas a las responsabilidades eConómicas y
humanas de las empresas.
La ordenación del territorio.
Los principios directores se fijan en una obra de Ph. Lamour,
Vice-Presidenete del Consejo Superior de la Constrncción.
Abrir
la tapa· y encontráis una nota breve discreta que os enseña que
estps "p.rincipios directores" han sido puestos a punto en peque­
ños -grupos de funcionarios con exclusión
de todo repre:sentante
de las. colectividades locales.
La agricultura.
La legislación ha multiplicado los organismos llamados de re0
novación agrícola: los S. A. F. E. R., los G. A. E. C.
En apariencia, tales . organismos están constituidos por los in­
teresados mismos. Los consejos
(16) Precisemos bien aquí : indicaffios el proceso que tiende a hacer
d,e los "núcleos diriientes" los instrurnentos del gobierno del Estado tota-
1itatió. NO se trata: de afirmar que esta tutela .€Stá desde ahora: plenatnen­
t~. t4li;ada. La · prueb:a está en las huelgas desencadenadas a contra co­
rriente de los esfuerz,os gubernamentales. Pero el hecho de que el ESta:do
no tenga ya en la mano la totalidad de los núcleos dirigentes del sindi­
calismo
oo quita .nada a la suplantación de los intereses ·reales de los
sihdiaü:(15 :Por ·ros· 'grtipo·s· de presión (partidos políticos -principalmente
el Partido Comunista-, grupos ideeológicos, mafias financieras ... );
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
S. A. F. E. R. están compuestos por los representantes de las co­
lectividades agrícolas lócales... Sí,
pero el núcleo dirigente está
aquí, compuesto
por el presidente y el comisario del Gobierno,
los dos designados por la Administración y dotados de poderes
casi discrecionales. .
Pero señalemos bien aquí que la legislación organizadora de
los núcleos dirigentes tecnocráticos no habría
_podido jamás salir
a
la luz sin el trabajo preliminar intenso de las redes ideológicas
que han dispuesto los espíritus . para acoger estas reformas. La
'1revol:ución silenciosa'' operada
en los espíritus y en las ,sensihi~
lidades campesinas fue la obra de núcleos dirigentes extre.mada­
mente activos.
Su, trabajo .subterráneo ha avanzado sin ruido en
el curso de los diez últimos
años; ha seleccionado los elementos
militantes que
Constituyen los Cuadros ideológicos de la "revolu­
ción tecnocrática".
Uno de los militantes más expresivos lo ha mostrado muy
bien
-Michel Debatisse, que citamos más adelante.
Los movimientos de juventud.
El scou1tismro .. ,. _¿ No es aquí, por derecho nati,iral, un movi­
miento bajo la dependencia de los padres?
Ved,. no obstante, las reformas en curso: no.es,.ciertamente,:Ia
nacionalización brutal y agresiva ... , y las camisas rojas no Son
más que un accesorio. Pero existe el desarrollo de organismos
paralelos a
. los que son invitados a adherirse los jefes scouts.
Estos organismos
-como "Animación Juventud" y "Jóvenes
para el desarrollo"-están .de·stinados .a for111q.r .los "animad_ores
de educación popular'': futuros colaboradores de los
C. R. S., ya
utilizados en un cierto número de ciudades
coster:is para en­
cuadrar a
·los adolescentes, EJ.Ue .pilotarán por "la cultura obligada"
la ideología
de. que vive el Estado (17).
(17) "Veintiocho centros de recreo se han r"ealizado durante la tetn­
porada de 1965. En estos centros, las actividade:;i_ son generahnente ·de­
portivas. Por la noche, .. ·cuando se les pone ·a su disposición_ ltt1 local ·por
las municipalidades, '1os jóvenes 'se rei'i.nen en ·Presencia de_ un monitor de
policía
pára bailar o párticipar eni -un. debate sobre' un tema que les es pro­
puesto'. Esta .. transformación de l)Olicías en ariim'.adores de clubs -de jó"Ve­
nes ha levantado algunos oleajes en la opinión ... M. Robert Brichet, Jefe
del · Servició de la Juventud y Educación Popular, en un artículo publi­
cado en JwventUd y Depbrtes, ha pres-entado para 1966 un plan común. de
acción entre
se:vicios del Secretariado de Estado con la J uveil.tud y ' los
657
,.
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LOUIS-MARIE FERR!ER Y YVES LE PENQUER
¡ No nos asombremos del desmembramiento de los principios
teligiosos, familiares y nacionales del scoutismo J que ,pasa a conver­
tirse en
un movimiento único, socialista, Iaicisado ... y mixto! (18).
El hahitat.
"El anteproye.cto de programa duodecenal" es el título del
informe establecido por los Servicios de M. Delouvrier, delegado
general del Distrito de
la Región parisina. El proyecto ha sido
construido.
por uu equipo típicamente tecnocrático: prevé para
el año 2000 un París de 15 a 16 millones de habitantes. Esta
loca aceleración del movimiento de urbanización conducirá a ca­
llejones sin salida temibles en
el plano moral y social ... , sin
hablar de las monstruosas dificultades de circulación y de alimen­
tación de agua que se es incapaz de resolver convenientemente en
la actualidad.
M. Delouvrier ha encargado un sondeo de la opinión pública
al I. F. O. P., a fin de conocer la opinión de los franceses intere­
sados ....
67 por 100 han respondido que hacía falta frenar esta
urbanización continua y
el 68 por 100 que la vida en los grandes
conjuntos colectivos era inhumana. J Además, hechos brutales lan­
zan sus gritos de alarma, cerno el gran éonjunto de Sarcelles,
donde se han registrado, en algunas años, un verdadero
récord del
número de suicidios en
la misma concentración urbana!
Pero los núcleos dirigentes que llevan el juego no cambiarán
de dirección
por lo mismo ... Uno está -tentado a ver en ello un
signo de orgnllo o de locura irremediable ... Mas, simplemente,
es que responden a móviles y a finalidades muy opuestas a
los
derechos naturales y al bien de los interesados.
Deportes y servidos de la Policía ... Los Centros de recreo para los J6-
venes cread.os en el verano "serán organizados Por los servicios depar­
trunentales de la J u.ventud y de los D€portes con la colaboración de
C. R. S. volunt.arios, de jóvenes salidos de la preparación en el magisterio
y en el profesorado nientes de las organizaciones de juventud) "... Cinco a seis educadores
serian asignados a cada uno de tos cincuenta centros previstos. para el
verano de
1966, entendiendo que el equipo estaría compuesto en una mi­
tad de 1C. R. ,s., y en la otra de salidos de la juventud y los De­
.portes". (Revista de la _Unión Francesa le ,Centros de Vocaciones y de Ocios
(UFCV), núm. 26, septiembre-octubre de 1965, núm. 28-de diciembre
de
1965). (18) Para más precisión nos remitimos útilmente al reciente folleto
¿Scoút o· Pi'oneros?, publicado por el Noeud de Garrick, en venta. en
el C. L. C., 49, rtle des Renaudes, 'París, 17.0
658
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
La ley de orientación del V Plan.
Esta ley ha fijado los principios directores del V Plan
(18 bis).
Uno esperaría que
se consultara a los notables más repre­
sentativos de las realidades familiares, escolares, industriales, ru­
rales, municipales ... De ningún modo: es también un grupo res­
tringido sin mandato jurídicamente definido que representa el
social del país. Se lee en esta ley: "Conviene mantener ... la su­
mour-Fourastié, etc... y sus conclusiones han sido adoptadas
por Ley de
Estado.
Los autores de esta Ley éran, pues, orfebres cuando han tratado
de pequeños grupos restringidos y de los núcleos animadores
que representarán un papel cada vez más importante en
la vida
social del país. Se lee en esta ley : "Conviene mantener. . . la su­
gestión de crear en cada gran administración una célula de re­
flezi6n prO'spectúrta combinada con la reflexión económica y fun­
cionando en relación ·con un grupo más amplio de prospectiva
de
la administración que ----<:orno la economía y la sociedad fran­
cesa-deberá tener en 1985 un nuevo aspecto." (19).
Evidentembente, si no se tratase más que de unificar los ser­
vicios administrativos entre ellos, no habría nada que decir.
Pero será de manera muy distinta si las "células de reflexión
prospectiva" son
la prolongación de un grupo tecnocrático central
de la Administración y si dicha estructuración tiene por objeto
desarrollar en una red de estrecha servidumbre social todas las
manifestaciones de la vida familiar, intelectual, económica y cien­
tífica del país. Lo que el V Plan mucho hace prestagiar.
CAPITULO IV
CONVERGENCIAS IDEOLOGICAS 1' SINCRONIZACIONES
TACTICAS
Pero, se dirá, para que la similitud de estas redes paralelas
con los núcleos dirigentes del artículo 126 de la Constitución so­
viética pueda existir... haría falta que
se demostrase la unidad
de acción de estas corrientes tecnocráticas.
(18 bis} Ley del 22 de diciembre de 1964.
(19) Subrayado por no·sotros.
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LOUIScMARlE FERRIBR Y YVES LB PENQUBR
La unidad de acción comienza a aparecer a quien considera
el triunfo progresivo de la ideología
colectivista; ¿ Hay -un sólo
sector social, hoy día, en
que se intente seriamente salir de una di­
diétiltaél (a veces artificialmente provocada) de otra manera' que
por la terapéutica tecnocrática? Ved la reforma de los hospita­
les .. , la organización de la medicina ... (lo que más fuerte resulta
aquí
es 'que : la -funcionarizacióri · de la medicina no es invocada
más que como
remedio al desorden de la Seguridad 'Social); ved
la organización escolár ... , y la agricultura, etc ... (20).
También cuando lcis socialistas declaran abiertamente la quie­
bra del socialismo ... ¡ es, aún, por un perfeccionamiento del to­
talitarismo
por donde proponen "salir"! Es el caso de!" Club Jean
Moulin,
que ·reconoce por la pluma de su pseeudónimo Bruclain
que, la debacle dé la vieja do~tri:na socialisa es poco más o me­
nos total" (21) ... ; pero continúa "pensa11da la ·vida social" en
términos materialistas · e iritemacionalistas; soñando destruir -los
dereéhos· patrimoniales de laS familias,-abolir las _nociones de-Pa­
tria y de· Nación, uriifo!'mizando la·-vida: humana eh los rriárcós
tecnocráticos de
·una gigantesca internaciohal económica (plani­
ficando los nacimientos, como la producción siderúrgica) (22), ·
Que la unidad (relativa) de las tendencias totalitarias se de­
muestre por 'los mismos hechos es lo que ·muy pocos discutirán.
Quéda por explicar cómó se realiza esta unidad y ésta relativa
siricronizaCión. · ·
El totalitarismo en la U.R.S.S., una vez terminado al nivel
deI Estado, dispone· del Partido y éle sus cuadros militares para
unificar la acción de suS núcleos dirigentés en los diversos gra­
dos de los. organismos sociales (23).
(20) Con seguridad se recogen aquí o allá declaraciones de intención
loables en favor de la libre empresa o de la explotación fa.miliar rural;
M. Edgard' Faure ha dicho muy hlen el 2-V-1966 en Lons-le-Saunier que
'.'lps progresos de la ciencia. y de la técn)ica, lejos de condenar la fór­
mula familiar de la explotación a la escala humana, le dan en realidad
mm gran oportunidad". No terietllos que dudar de la pureza de estas
buenas intenciones, por lo demás bastante aisladas. Esperemos
que, a
estas declaraciones seguirán reatizaciones traducidas en actos.
(21)_ Le.. Socialis1:_ne _et fEwrqpe, pág. 15', Ed. du Seuil. .
(22) Recomendamos aqui el estud:io crítico -el único~ en nuestro
éoriocimiento, que se haya hecho en el plano doctrinal-publicado· por
la revista Permainences, núm 29 -abril de 1966--, bajo el título "Letre
a Bru,clain", de Yves Le Penquer, tradUcida al castellano en VitRBO, nú­
mero
47-48, pág. 481 y sigs.
(23)
Nos remitimos, también aqu,í al 1ibro de J. Madiran: Et Ocaso
del Mundo, ens{Jiyo sobre el com,unismo.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
¿ Pero entre nosotros? ... ¿ no es evidentemente el Partido Co,.
muuista: que constituye la annaduta de la unidad ideológica entre
los Grupos
Guillama:Ut, el Club J ean Moulin, las amistades del
C. J. P., el e. N. J. A ... , los reencuentros de Royaurhont; el
espíritu del E. N. A. y de una parte de la Universidad? ...
Haría falta aquí uu traba jo de análisis y de encuesta que que-
da
-¡x,r hacer ... ¿ Cuál es la parte de lbs grupos secretos ... ? Al-
gunos
lo explican todo·a partir de ·las sociedades secretas ... Esto
puede ser un
poco simplista (24).
¿ Cuál es la parte de la lógica intrínseca de las ideas mismas,
que
se sabe tienen un poder unificante muy superior a todo plan
táctico secretó ?
No basta por el momento constatar que reina en las redes de
influencia que hemos citado una cierta unidad ideológica, un
cierto acuerdo favorable a la "revolución silenciosa".
Es un hecho que estas _redes actúan según principios idénti­
cos a despecho de sus actividades de origen:
El informe Guillaumat· y el V Plan siguen a Bloch-Lainé
{ et el prefacio del libro de Michel Debatisse: La Revolucián
silenciosa). Este último sigue a los dominicos de "Economie et Hu­
manisme" cuando se trata de la transformación ·de la agricultura
francesa en "primera industria pesada de Francia" (25) al pre­
cio de la urbanización y de la proletatizáción de millones de cam­
pesinos·. 'Pero estas concepciones han sido aclimatadas hasta en
los jóvenes agricultores ... , como lo muestra el libro de M. De­
batisse:
La Revolución sil,mc;osa. Este libro, además, nos acla­
ra admirablemente el juego de las sincronizaciones ideológicas
-conscientes o rto--entre diversas redes de influencia. Indica,
por ejemplo, el papel activo representadó por la J. A. C., la Ac­
ción Popular y Economía· y Humanismo en la "revolución de los
eSpíritus" que ha hecho bascular a los "jóvenes agricultores" al
campo totalitario.
" ... Se puede afirmar que muchas ideas extendidas por el Cen­
tro
de Jóvenes Agricultores han madurado a partir de estos pri­
meros descubrimientos."
" ... La J. A. C. la_s ha ayudado a reflexionar. Redbía enton­
ces su animación doctrinal .. Profunda 9-e ca,peUanes. jesuitas y de
(24) Aunque se ignora demasiado, hoy día, la renovación de la
masonería clásica, sea: por· organismos nuevos (principalmente econ6miicos),
sea por una cierta "desocultación·1
' -de una parte de stlJS ·actividades en el
seno de ciertas
ramas tradicionales ( Gran Oriente 'O.e Francia y · Gran
Logia de · Francia).
(25) Esta expresión es de Reflexivnes para 1985.
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LOUIS-MAR!E FERRIER Y YVES LE PENQUER
la A. C. J. F. Sus métodos pedagógicos de rellexióu y de acción
eran
el fruto de la confrontación de experiencias de movimientos
especializados ( obreros, estudiantes, campesinos, etc ... ) y de es­
cuelas de pensamiento, tales como la "Action Populaire" y "Econo­
mie et Humanisme" (26).
El Centro de Jóvenes Patronos : También una agrupación que
se da como "representativa" del joven patronato. M. Herriau,
presidente de la sección dimisionaria del C. J. P. de Cambrai, ha
roto el encanto cuando ha desvelado cómo los animadores del
C. J. P., en estrecha y discreta relación con el Club Jean Moulin
y los equipos de
MM. Grandval, Maurice Bokanowski, Pisani y
los movimientos
C. N. J. A., U. N. E. F., U. D. T., etc ... diri­
gían
el Centro de Jóvenes Patronos (27).
El libro de Bloch-Lainé Para wn,a reforma de la Empresa
ha sido puesto a punto en el Club J ean Moulin (lo dice él mismo
en su obra), pero las ideas
se pusieron en banco de pruebas en el
Congreso de Jóvenes Patronos de Dauville
en mayo de 1%3.
Los ejemplos abundan ... No insistimos sobre este aspecto ""ha­
llado" de lobby. Basta saber que existen ... para comprender el
alcance de esta "apreciación" hecha por el Cardenal Saliege hace
una docena de años :
"Todo pasa como si hubiese una acción orquestada por cierta
prensa m1ás o m1enios periódi°'Ca, p1or al{!Unas rewnionies mi& a. mie-­
ms secretas, tendiendo a prepar11Jr en el sen•o del catolidsm,o un
mm,imiento de acogida al comunismo. Exirlen los conduc'tores
que saben1. Los se!{IW!do"Y'es que san ffli(;onscienfes y que camti-­
nan." (28).
¿ El mismo Plo XII, no había subrayado la importancia de un
conocimiento suficiente
de las fuerazs ocultas que actúan subte­
rráneamente, cuando afirmaba:
"La Iglesia debe tener en cuenta
los poderes obscuros que han estado siempre actuando en la his­
toria"? (29).
(26) Apresurémonos a decir, después de esta información dada por
M. Debatisse
sobre el papel de algunos jesuitas y dominicos en la acción
revolucionaria
entre los Jóvenes Agricultores, que esto no demuestra la
uniforme y total adhesión de la "Action Populaire" o de "Economie et
Humanisme"
al totalitarismo tecnocrático; esto demuestra solamente que
una autoridad
-Gunque sea eclesiástica- que se ejerce fuera de su ob­
jeto
y de su orden... legisla siempre más o menos en lo abstracto y
corre el peligro de caer en el desorden, por razón misma· de su irresponsa­
billdad : es también
"L' Article 126", en cierta manera.
(27) Auguste Herriau,, Carta a los jó1.,•mes Patronos.
(28) Cardenal Saliege : Conferencias en los retiros eclesiásticos, i953·.
(29) Discurso a Pax Christi. el 13-IX-1952.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
CAPITULO V
NUESTRAS RA:ZONES DE ESPERAR: OPORTUNIDADES
Y DEBERES
DE LAS AUTORIDADES NATURALES
¿ Cómo no vemos la paradoja de nuestro tiempci? Los núcleos
totalitarios
y las redes de sostén ideológicas están constituidas por
una minoría de realizadores tecnócrat.as o de ideólogos socializan~
tes, marxistas, masones, que no tienen (al menos en un princi­
pio) la autoridad natural
ni la popularidad en las comunidades
naturales.
Y no obstante ·avanzan y actúan ganando.
Los verdaderos responsables, de derecho y de hecho, los mu­
nicipios, las empresas, las escuelas, las explotaciones agrícolas,
son legión, tienen la responsabilidad natural, la experiencia,
el
poder real. Saben generalmente que su causa es justa ...
Y no obstante retroceden y actúan -perdkndo.
¡ Paradoja increíble! En una época que no atribuye impor­
tancia
·más que sólo a la "práctica", son estos hombres de la
práctica concreta los que son maniobrados, coronados, reducidos
al papel pasivo de ejecutantes
de los "Planes" impuestos por "ex­
pertos" hábiles en reducir las realidades sociales a sus esquemati­
zaciones tecnocráticas.
La fuerza de las ideas.
Lo cual prueba que la "práctica social'.', tan importante. Como
sea, no basta. Se quiera o no, hay siempre, en el enfrentamiento
de las fuerzas socialeS, dos elementos que es necesario no se­
parar jamás: las ideas directrices y los hombres. En tanto que
las
"ideas" no son servidas por cierta élite de hombres capaces
de sacrificarse
para asegurar su triunfo, estas ideas siguen siendo
semilla estéril. ·
No les basta hoy día a los prácticos de la vida económica,
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LOUIS-MARIE FERR!ER Y YVES LE PENQUER
rural, médica o escolar contentarse con ser honrados prácticos.
Cómo tales se harán siempre "arrollar" por las ideologías y la
casta brillante de los tecnócratas.
No les basta a los responsables de las instituciones fundamen­
tales
(familias; profesión, sindicatos, municipios, cuerpos íntei-me­
dios) administrar .los asuntos materiales, mientras se desarro­
llan
y organizan los hogares subversivos del totalitarismo. Hoga­
res que se adscriben
el papel de animación, de relevos sociológicos,
de presión ideológica. Sus coloquios, sus mesas redondas, s'us "se­
minarios", sus "células de prospección"
o_rientan los pensamien­
tos, las reformas, dictan las leyes nuevas. Los orientan al
revés de
esta calificación experimental y moral de los verdaderos ''hom­
bres del oficio".
Lo que muestra la superioridad --demostrada por los hechos
contemporáneos-de los ideólogos, sobre todo cuando pueden apo­
yarse en buenos técnicos-realizadores. Dominan
ca:da vez más a
los hombres sólo
"prácticos", cuando éstos se olvidan de reforzar
su sentido
prá~tico con una buena formación general y un entr.e­
namientq para la lucha ideológi.c¡i.
La acción ideológica.
Mientras que
lós "hombres de Ja práctica" satisfacen su con­
ciencia de
un "trabajo bien hecho", como dicen (pero "bien he­
cho" ... sólo · en· los grados elementales de lo cotidiano tangible y
material), los ideólogos irresponsables y los tecnócratas invaden
el campo de fas influencias para el. porvenir. Multiplican sus clubs
y sus grupos de pensamiento; reclutan militantes, forman cuadros,
extienden el contagio revolucionario a través de las mallas cerra-
das de sus sesiones
y centros de acción ideológica. ·
Ya conquistan el espíritu de la Universidad y de las Escuelas.
Inspiran a la prensa, intimidan a los clérigos, invaden las esferas
políticas.
Una vez incrustados, como núcleos dirigentes, a la cabeza de
los sindicatos,
de las agrupaciones económicas o de las administra­
ciones. sociales,
se_ ·distinguen reduciendo el campo de acción de
las
élile,s naturales en la medida en que éstas son negligentes en
afirmar-se y reconquist&r
· su influencia Oec1inátlte.
De ahí la progresiva eliminación dé los notables naturales· en
la
vida moderna; ~stos cua'.drós _ naturales, únicos verdadetamente
representativos de las realidades vivientes,
se van acostumbrando
a verse eliminados de los peldaños en <¡ue se gestan las decisiones
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LA TECNOCRACIA Y.LAS LIBERTADES
de carácter general. La no participación en las responsa:biilidades
capitales les habituará a dejar hacer. '.'A fuerza de verlo todo, se
termina por soportarlo todo. A fnerza de soportarlo todo, se .ter'
mina por admitirlo todo." (San Agnstín).
Uno se instala en un clima de no-resistencia y de impotencia.
Llega la resignación. Las víctimas aceptan sus nuevos dueños (30).
OpOner doctrina a doctrina.
No hay nada ínás urgente, pues, en .el camino de la salud so­
cial que exorcisar al demonio de la impotencia y de la fatalidad,
causa principal de la debilidad y del abandono
social.
Nada más urgente que hacer comprender a los verdaderos
responsables de los asuntos de la ciudad sus enormes reservas de
influencia concreta ... si quieren añadir un ESPÍRITU.
Tieoen aún la mayor parte de los poderes reales. ¿ Qué les
falta?
· Un ESPÍRITU ; es decir, el sentido de las ideas directrices, el
sentido de las finalidades superiores, el sentido de un ORDEN.
¿ No es el ·deso del Orden lo qne inspiran los tecnócratas? El
orden snpone un
plan; la Planificación totalitaria es la respuesta
materialista de una civilización que
se ha desviado del Plan
divino. -
Las autoridades sociales naturales superarán· al totalitaris:rri.o
en la medida en que opondrán el Plan de la ley natural y divina
al
· Plan de las tecnocracias.
Los totalitarismos triunfan actualmente porque
saben com·
binar. el sentido ideológico y
el sentido de las realizaciones.
No superaremos la
force de Jrappe totalitaria más que en la
medida en que sepamos ignalmente combinar el sentido práctico
de los cuadros naturales con el sen.tidd de /,a Ley notural y di­
vina.
(30) Esta inercia social no ha vacilado Pío XII en considerarla como
el signo mortal
de un pueblo caído en el proceso totalitario.
No es un pueblo ... es una. masa amorfa,. decía Pío XII en su radio-­
mensaje de 1944, "el pueblo vive de la plenitud de la vida de los homr
bres que lo componen". Vive de su vida l)ropía, "La niasa, ·al contrario,
eSpera ·et ·impulso desde fuera". Por sí misma es inerte. "La .exuberancia
vital de un verdadero pueblo. extiende la vida, abundante y rica, al Estado
y todos sus órganos, in.furtdiéndnles., con un vigor sin cesar renDvado, la
cqnciencia de las .propias responsabilida.des". ~ masa,_ al contr"ario,--ya. no· es
más -que. Utla .. fuerza _bruta:, simp,le instrumento a disposición del Poder
totalitario· y arbitrario. ·
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
Hace falta desmitificar la imagen simplista del totalitarismo
"gran lobo malo", contra el que no se puede hacer nada. Se :ima­
gina demasiado a menudo, en el campo de las libertades reales, que
hay un
solo factor de degradación: el abuso de poder del Es­
tado.
Es necesario convencer al gran ejército de las personas de lo
real que el abuso de poder estatal no es hoy día posible más que
por
la atracción del vacío ahondado por la abdicación de los jefes
naturales.
Gustave Thibon ha escrito:
"El Estado todopoderoso es hecho por la debilidad, el abandono
de los individuos y de los grupos infieles a su vocación. No sa­
bemos ya pensar, actuar, organizar, prever~ el Estado pensará,
actuará, organizará, preveerá por nosotros. Tenemos miedo a las
responsabilidades: sólo él será responsable."
Las libertades no se otorgan. Se merecen.
Un brillante tecnócrata nos decía un día: "no es tanto el Es­
tado abusivo quien ha matado laS iniciativas libres y estrangulado
los cuerpos intermedios desde 1945. Sus intervenciones se han
hecho indispensables por la impotencia de las libertades para ejer­
cerse por sí mismas."
Hay bastante verdad en esta salida (un poco exagerada).
Francia
es aún un país herizado de libertades jurídicamente reco­
nocidas, pero que nadie piensa en ejercer (ejemplo: las libertades
municipales en materia escolar y social; en materia moral también:
represión de la inmoralidad, de la pornografía).
En el límite : ¿ para qué los cuerpos intermedios cuando ya no
están animados más que por espíritus y voluntades ganadas por
el fatalismo revolucionario?
Los cueIJX>s intermedios pupulan aún en Francia: Cámaras de
Agricultura, Mutualidades, Colegios de profesiones liberales, Aso­
ciaciones familiares, A.
P. E. L., Agrupaciones profesionales. ¿ No
¡;on los hombres, los cuadros lo que falta?
Ahora bien,
el reclntamiento de los hombres, su formación, su
entrenamiento en el combate de saneamiento de los espíritus y de
reconquista social. .. esto no se in1provisa.
Tal trabajo de remembramiento social se prepara y se organi­
za (31).
¿ No es un signo de los tiempos muy reconfortante cons-
(31) La revista Permanences (49, r111e des Renaudes, 75. París, 17.0
W AG. n, 86. Abono: una año: 28 F.) publica actualmente, bajo la plu-
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
tatar las múltiples iniciativas espontáneas que surgen hoy día en
numerosos medios naturales
como. ha testimoniado el Congreso
de Lausanne de la Oficina Internacional de Obras de formación
cívica (abril
'de 1966), en el que cerca de 2.000 militantes llega­
dos de organismos económicos, sindicales, rurales, universitarios
han mostrado la diversidad de las iniciativas tomadas hoy día
para
el renacimiento de las libertades sociales cristianas?
CAPITULO VI
EL PROBLEMA DE LOS HOMBRES (32)
"Los Jefes de empresa n'O se han
dado c"""ta del hecho de que las
ideas tienen un peso político y eco­
n·ómrfco) tan,to por sí mismas com,o
en /,a moedida en que) en régimien de
sufragio universal, condicwnan la ac­
titud de
las masas y se conmerten
en uno de los factora, dominantes
de la organización económrica ... "
S. S. PABLO VI (33).
¿ Desde cuándo nuestro deber no está claro?
La curación no podrá ser más que lenta y fruto de un trata­
miento a la medida de la enfermedad.
Si la enfermedad totalitaria está en ser un mal que consume lo
humano, destruye las élites naturales y hunde la vida social en el
ma de Jean Ousset, una serie de estudios sobre los .. "Deberes y Condi­
ciones de eficacia" en el combate social; que comenzará a publicarse en
castellano
en VtRVO a partir del número 49. Un estudio de tal naturaleza
sobre los métodos
y los medios propios de la acción social y política
abre
camUlOs naturales inestimables a la acción antitotalitaria._ Nunca re­
comendaremos suficientemente esta serie de estudios fundados en una ex­
periencia concreta de constitución de redes de formación doctrinal y de
acción civir..a adiestrados para la acción antitotalitaria.
(32) Las · páginas que siguen son esencialmente un resumen de uno
de los capítulos del estudio señalado más arriba. que publica la revista
Permanences (y en castellano VJUIBo) y dedicad'o por Jean Otusset al
estudio de las condiciones
de eficacia de la acción a emprender contra
eI totalitarismo moderno.
(33) Al. a los Dirigentes" nacionales de la Unión Cristiana de Jefes
y
de Directores de Empresa italianos (7 de febrero d.e 1966).
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LOUIS.MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
clima desesperante de fatalismo materialista ... , el rémedio tiene
que ser también · esencialmente humano y restaurador de un or.,.
den social en su vida orgánica y multiforme. Y J ean Ousset lo
hacia observar muy justamente en una conferencia reciente en el
C. E. P. E. C. "Hace falta huir de esos falsos remedios que, de·
riJas4,do a menudo, laS "personas del orden" han querido oponer a
la revolución social y que no son más que métodos esencialmente
revolucionarios., fundados en las contradiciones de clases, métodos
disgregadores y masivos que han resultado tan a menudo incapaces
de seguir un curso duradero; falta de cuadros, falta de voluntad
tenaz
y de valor suficiente para sacar partido de los primeros fra­
casos ... ".
Ante ~odo, la acción micro-orgánica.
Pero si e] tratamiento promete ser largo, hay objetivos inme·
diatos. Y una de las primeras etapas inmediatamente posibles es
la con_stitución de rnicro:..grupos precursores, iniciadores y promo­
tores· de organismos ,sociales que es necesario hacer renacer.
"Para hacer frente a los poderes anónimos que dirigen la opi­
nión1 creat islotes 'de resistencia". decía G. Thibon en el Con­
greso de Lausanne.
"Crear grupos humanos cuyos miembros es­
tén concretamente ligados los unos
a los otros por la misma fe,
el mismo ideal, y que constituyan, a la vez, barreras contra la men­
tira y crisoles de difusión de la Verdad" (34).
* * *
En-tanto que una idea, una doctrina, ·buenas o malas, no dis­
pongan
de un cierto número de hombres formados y resueltos
para defenderlas, propagarlas, y aplicarlas, esta idea,
esta doctri­
na, quedan sin efecto.
Importancia mayor del pr()blenia ele los hombres en el capi­
. tulo de la acción.
· Con seguridad, sin doctrina el hombre de acción se hunde
pronto en
el oportuni.st11..o.
Pero sin las virtudes que_ haceri _al hombre de acci6nt el doc.:.
(34} Cf. Actes de Lausa.nne, 1965, pág. 147, y en VsRBo, núm. 42-43,
"La información contra la cultura", -pág. 180.
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
trinario se transforma pronto en derviche sentencioso y depri•
mente.
Se necesitan, pues, hombres completos.
Sin un cierto número de hombres decididos y formados para
actuar bien, aun en circunstancias difíciles, aun en la aridez, va­
na es toda esperanza de una acción suficientemente amplia
y fe-
cunda. ·
Cualesquiera que sean, en efecto, el fin inmediato y las moda­
lidades de acción, hace falta afirmar esta prioridad y esta pri­
macía de los hombres.
Ante todo y por encima de todo: los hombres. Ante todo y
por encima de todo:
el problema de quien obra.
La historia está llena de estos hundimientos de instituciones
de pasado admirable, pero
que,r privadas de una élite capaz de
mantener
el espíritu, fueron barridas por un puñado de hom­
bres resueltos. "Minoría actuante". Minoría que, aunque no diS­
poniendo de "palancas de mando", era rica en hombres diná­
micos, valerosos, decididos a terminar
-su plan a pesar de todo.
Las más fuertes instituciones no tardan en ser destruidas
desde que no tienen para defenderlas más que una tropa ruti­
naria y conformista, encuadrada por hombres que no piensan más
que en sus ventajas y no observan la marcha del mundo más
que dia a día.
El porvenir
es de los grupos que, aun disminuidos por el
aparato de instituciones contrarias, poseen los hombres mejor for­
mados, los más decididos a
la acción.
Hace falta, pues, dedicarse
ante todo a suscitar, a formar, un
cierto número
de hombres que puedan, a continuación, actuar
en las instituciones como una palanca y trabajar para la instau­
ración de un orden social conforme a la ley natural
y divina.
Las institnciones son las palancas entre las manos de un
cierto número para hacer
más fácil la salud de todos.
Lo que
da luz al verdadero papel, tan importante, de las ins­
tituciones, pero indica la prioridad
del problema de los hombres.
Hace falta, pues, reeducar sin cesar a .esta élite que en todos
los régimenes constituye una especie de guardia encargada de de­
fender, con su influencia intelectual o su acción política, el edi­
ficio institucional.
Los marxistas lo han comprendido muy bien; ellos que han
sabido organizar constitucionalmente esta función fundamental,
el papel ~ educación, de vigilancia ideológica y política repre­
sentado por esta "aristocracia revolucionaria" que es el
"Par­
tido", únicó proveedor de los núcleos dirigentes dé las organi-
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
zaciones sociales, cnmo lo hernias visto al principio de este es­
tudio.
* * *
Problema de hombres, pues, problema número uno, que im­
porta saber resolver. Cuidándose de reducirlo a
un simple proble­
ma
de efectivos.
"¿ Cuántos abonados, cuántos auditores, cuántos adherentes?",
les gusta preguntar a
.los que desean pasar por enterados.
Como si el hecho de leer una publicación, de escuchar a un
orador o de suscribir un abono hubiese hecho realidad la acción
nunca.
Sin embargo, ¡ cuántos miden el éxito ,por la densidad de un
fichero o de estadísticas impersonales!
No rehusaremos con seguridad reconocer la terrible impor­
tancia de las cqnsideraciones numéricas. Es necesario votar. Hace
falta contarse. Y hacer lo mejor para ser el mayor número posi­
ble. Pero sería un mal desastroso quedarse en estas simples opera­
ciones de reclutamiento
más o menos abstractas.
Vale más, pues, una cincuentena de personas activas, tena­
ces, hábiles, fíen formadas, que
un millón de egoístas, perezosos,
torpes, sin formación doctrinal.
Cuestiones de inteligencia,
pero también de voluntad y de ca­
rácter (35).
He aquí el supremo resorte de una acción eficaz : ante todo
y. por_ encima de. todo: un puñado de resueltos, bien iluminados,
irreductibles.
No es de efectivos de lo que se tiene necesidad ante todo, si
se quiere actuar bien, sino de algunas personas juiciosamente
bien escogidas y verdaderamente capaces de cumplir
un trabajo
efectivo.
Es ante todo mediante algunas de estas personas que se des­
arrollará
la acción ; y que el grueso de los efectivos podrá re­
clutarse a continuación; animado, encuadrado, dirigido. Sin lo
que la inercia de la masa no tardará en paralizar el aparato.
Está claro que, desde entonces, la búsqueda, la elección, la
(35) "Había creído, entrando en. la vida religiosa, que tendría que
aconseja sobre 'todo 1a dulzura y la humildad", se lee en u.na carta del
Padre de Focault al general Laperrine. ":Con el tiempo, veo que lo ·que
se necesita más es_ dignidad y orguUo."
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
formación de algunos de estos, bien definidos, y la elección de lós
trabajos a hacer son particularmente importantes.
Nos hace falta huir de estos métodos que despersonalizan
para organizarlo todo según fórmulas abstractas.
Nos hace falta buscar hombres "reales" y no personajes
tan
seguros de esto, tan competentes en aquello, que convendrían
perfectamente, que podrían... j si quisiesen!, pero que, preéi­
mente, no querrán o no podrán jamás. Porque forman parte del
inmenso ejército de personas desbordadas
... ; o que .prefieren el
bridge o la caza.
Pues para la acción no basta que en la intimidad de su apar­
tamento se escondan seres admirables capaces de salvar al muÍl­
do ... , pero que sin remisión morirán . sin haber hechó jainás otra
cosa que pensar justamente en secreto ... "¡ de todo corazón con
vosotros!" '
De negligir estas reglas, estas precauciones, no se recogen más
que desilusiones, abandonos, ineficacias.
Pero_ que uno se tome la pena de escoger, de emplear a los
hombres a la luz de estas nociones, la acción, -bien conducida, no
tarda en hacerse sabiamente progresiva.
Hay que decirse que el descubrimiento del hombre idóneo. es
siempre decisivo. Y que para encon_trarlo no es demasiado atrave­
sar ríos
y montes.
El paso a la acción de un solo hombre puede ser un aconteci­
miento-nacional, mundial.
* * *
Todas son reflexiones que nos llevan a proponer el -esquema
de un dispositivo de animaci_ón humana con miras a una acción
general,
intér-grupo, flexible y armoniosa. Con los menores gas­
tos
y sin embargo, eficaz.
En el escalón supremo, la concentración... (más ·o menos ri­
gurosa, según
las posibilidades psicológicas).
Después, en los escalones inmediatamente subalternos, encon­
trar, suscitar, introducir animadores capaces
de suscitar ellos mis­
mos y de aconsejar redes de influencia sin espíritu de partido,
sin ambición unitaria,
-sin _ totalitarismo -en los aires de orientación
privilegiados,
en las encrucijadas mayores. ·
Lo que, teniendo en cuenta la variedad de tareas, la imbrica--:
ción de las redes, la importancia tan diferente, de los organis­
mos ... puede representar ... veint~ o treinta hombres de primer
plano; cuarenta o cincuenta de un segundo plano; tres o cuatro-
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I.OUIS-MAR!E FERR!ER Y YVES I.E PENQUER
cientOS de un tercer plano y quinientos o seiscientos de un
cuarto.
A groso modo : un millar de personas.
Lo que es irrisorio, petisarán. los que no conciben 1a acción
más que
en porcentajes electorales.
Estos "mil" no formarán ni un movimiento ni un partido ...
Sino un firm,e intergrupo cuya unión tendería más a la unidad
de espíritu y a la unidad de método ... que a la unión material de
una organización poderosamente estructurada. Tal sería el papel
de estos "cimentadores" indispensables
para el rememhramiento
de las sociedades naturales. Especialistas de esta acción doc­
trinal que evocábamos
al fin del precedente capítulo. Animadores,
consejeros, insertados en sus redes naturales, que tendrían que
ser por todas partes los mantenedores de ortodoxia cristiana, téc­
nicos del más seguro método.
CAPITULO VII
EL PRINCIPIO Y EL ALMA DE LA EFICACIA
Queda
el gran problema ...
¿ En nombre de qué, por qué este trabajo de difusión? ¿ En qué
fuente alimentar esta formación personal? ¿ Qué vida animará a
estos hombres cuya formación se
impone?
Vivir la doctrina, sea: ¿ pero qué doctrina?
Aquí
--es tiempo de decirlo--- la gran debilidad de los me­
jores ha, sido
el rechazo -por conformismo, por respeto humano,
sino por laicismo
práctico-en reconocer y ploclamar el sentido
de su acción. Se combate por bienes particulares: para la libre
enwresa, para la difusión de la propiedad, para la libertad de los
padres, pero sin reconocer que estós bienes
-por eminentes que
sea.ni---, no son en sí mismos más. que· aspectos fragmentarios, apli­
caciones parciales de un bien más
general, de un orden superior
que
los coordina, los justifica, les da su precio (36).
(36) Esta carencia, JaW'les la reprochaba a los cat61icos hace sesen­
ta afies: "¿ N-1.tes.tros adversarios nos han respondido? ¿ Han opuesto dogma a
doctrina, ideal a ideal? ¿ Han tenido el valor de levantar contra . el pen­
samiento
de la Revolución el pensamiento católico entero?.... 1 No 1 Se
han sustraído. Han disputado sobre detalles de organización. rNo han
afirmado netamente el princip,io que es como el alma
de la Iglesia!"
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
Esta debilidad doctrinal es también un monumental error tác­
tico.
No nos equivocamos, no haremos nada útil, nada duradero,
nada profundo si n9 tenemos conciellcia de que en algún terreno
nuestro deber de estado nos invita a defender bienes y derechos
naturales
-es la defensa del bien universal, del Orden divino
entero y del hombre enfrente de este orden de que
.se trata (37).
Comprender
y hacer comprender aquel orden social es una
parte, la mayor, del orden moral,
que no hay mOral sin Dios -no
hay moral rawnablemente fundada y digna de la obediencia de
seres razonables.
Comprender -y hacer comprender-que la sumisión a la
realidad de las cosas a las leyes naturales que expresa, es
la su­
misión al
Plan 'de Dios sobre su creación (38), el único Plan cohe­
rente,
el único Plan beneficioso capaz de imponerse a los seres
libres y
de inflamar sus voluntades. Que todo desarreglo de este
Plan, es
el pecado, es el mal mismo, la decadencia, la barbarie,
la muerte, de la que no puede salir ninguna especie de bien.
Comprender y hacer comprender que en oposición con este
Orden divino, el
totalitarismo y notoriamente el comunismo se
nutren de estas corrupciones (3,9).
(37) Romain Motier ha mostrado muy bien las consecuencias: "Toda
la obra del Cristiandsmo está cási destruida. Consistía en poner a cada
alma frente a su destino individual_, en separatr toda la conciencia autóno­
ma imperiosa, heroica, de· toda la mezcla obscura de los prejuicios, su­
persticiones, tabús y servid,u.mbres que los obscurecían. La. ganga se re­
aparece tan
espesa como en otro tiempo. El hombre llamado moderno ha
vuelto a ser una resultcmte de fuerzas obsc1was, un epifenómeno rk su
grupo. Se ha hecho primitivo. Perlenemos ya, o de nuevo, a un gran
Ser,
a un. Dio'S colectivo, a una Providencia social que· sabe mejor que
nosotros
lo que tenemos que hacer o creer. La humanidad ha sido colo­
cada en su voca,ción de termítera."
(38) Que no haya aquí arriba tm miste!'io : el Plan de Dios es el
del Decálogo, el de la condición
humana, y que el buen sentido resume
en esta fórmula :
"El hombre ha sido creado para alabar, honrar y ser­
vir a Dios, Nruestro Señor, y
por este medio salvar su alma". Y todas
las cosas que están sobre la tierra -(v. gr., profesión, economía, socieda.­
des, familias, etc ... ) han sido creadas a causa del hombre, para a:yudar1e
en 1a p:osecución del fin que Dios le ha marcado creándole. De donde
se deduce que tiene que hacer
uso en tanto que le conduzcan hacia su
fin y separarse
en tanto que le separen.
(39) Como tan bien ha escrito Jean Madiran en El Ocaso del mun-~
do: "el comunismo es el ocaso del mundo. No solamente porque stf
universo es triste y viejo. Sino porque empuja, en nuestro universo, ha­
cia
el mantillo de nuestra tristeza y de nuestro envejecimiento ... El co­
munismo es el ocaso del
mundo contemporáneo... Si le perténeciese el
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LOUIS-MARIE FERR!ER Y YVES LE PENQUER
Tenemos que comprender y hacer comprender que este Or­
den social no puede nacer más que de la aplicación en los hechos,
en los actos, del Plan divino, cuyo respeto concurre a "poner a
cada alma en presencia de si.t destino individual". D'epende de
ello la salvación personal del mayor número; es a este nivel, por
este motivó superior, que tienen que ser defendidos, en
su rango,
los bienes que hemos de deferider, y es por esta razón, no por otra,
que "es.to vale la pena".
Con esta condición, solamente, se puele esperar encontrar bas­
ta~tes
hombres, y hombres dispuestos a dar lo mejor de sí
mismos.
Bastantes hombres porque más allá de las técnicas particu­
lares
todo se junta. A este nivel, al combate de los jefes de em­
presa se reúne el combate de los campesinos,
el de las libertades
municipales,
el de los médicos o el de los jefes de familia. A este
nivel, la acción de cada uno
aprovecha. realmente a todos, las ini­
ciativas particulares alcanzan
lo universal, las especializaciones. se
hacen complementariedades.
A este nivel
se realiza la unidad sin compactización, el nú­
mero sin masificación, la diversidad sin desorden. A este nivel
se resuelven las dialécticas, desaparecen las oposiciones accidenta­
les. El ·orden social comienza por esta armoniosa complementa­
riedad. Nos hace falta, pues, encontrar bastantes hombres, pero
bastantes hombres dispuestos a dar
lo mejor de ellos mismos. Y
no se da lo mejor de sí más que por -valores superiores.
¿ Quién, pues, ante la agresión que le arrincona en dilema de
ceder "la bolsa o
la vida", no dejará antes la bolsa?
Ahora
bien, la bolsa no tiene :sus héroes, ni las cajas fuertes
sus mártires ; ni
la una ni la otra suscitarán sacrificios defini­
tivos.
¿ El Totalitarismo quiere nuestras vidas más que nuestros
bienes, los valores espirituales más que
los bienes temporales;
nos dejaría a gusto
la· bolsa con tal que entregásemos nuestras
.vidas,. nuestras libertades, nuestros destinos personales; no nos
ofrece
a menudo la transacción tentadora?
· No nos equivoc~os; los médicos llo se harán matar sólo por
la libertad profesional; los jefes de empresa no se harán matar
porvenir, sería el fin de la historia en el fracaso, la nada, la muerte ... Es
la ca.rica.tura formidable de nuestras injusticias, de nuestros despotismos,
de
nuestras debilidades: por paso al límite los ha. sintetizado en la efi-·
cacia químicamente pura de la tiranía. y. de la destrucción.. procede .de
nosotros. Sale del mundo cristiano. Es el fruto últin10 de la apostasía
de las naciones. cristianas."
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LA TECNOCRACIA Y LAS LIBERTADES
sólo por la libertad y la iniciativa económica. Pero los unos y
los otros aceptarán batirse seriamente
si conciben que las pro­
fesiones, que
el orden económico, no son aspectos tierra a tierra,
sino sostenes n~esarios de un Orden trascendente.
Cuando se haya comprendido que trabajar para restaurar "es­
tos sostenes ~ierra. a tierra", pero necesarios, es cooperar en la
gran obra del Orden divino, es concurrir a "que la sociedad hu­
mana presente con la más perfecta fidelidad, la imagen del Reino
de Dios" ( 40 es. abrir su corazón_ H al campo de la más vasta
caridad" (41), entonces se podrá contar con hombres capaces de
dar
más que el sobrante de sus tardes libres, hombres para quien ca­
rrera, fortuna, reputación son puntos de apoyo y no límites para
el esfuerzo que se impone.
Servir a la Sociedad, según el Orden divino, es servir a Dios.
Y contra
el Orden de Dios, los poderes de disoluéión y de muerte
no pueden nada. Esta fe social es la consecuencia lógica de la
Fe muy próxima. En una época en que las rodillas tiemblan ante
el poder en aumento del totalitarismo ateo, importa recordarlo.
PRACTICAMENTE ...
---Existe un gran número de personas que no aceptan ya
los compromisos, los abandonos, las renuncias. Están dispersos,
aislados. Es con ellos con quienes hace falta empezar.
___. Agrupemos por ifinidades en nuestras empresas, nuestras
organizaciones
profesionales, nuestros barrios ; formemos grupos
de trabajo, hogares de pensamiento y de acción social cristiana.
No buscamos formar un movimiento ni aun una agrupación,
sino centros de revitalización
de los medios naturales.
-Estos hogares tienen que ser polos de verdad y de ener-
(40) Juan XIII: Pacem in Terris.
(41) Pío XI: "Los jóvenes se preguntan a veces si, católicos como
son, no tienen que hacer algo político, Y, después de entre~rse a es­
tudios sobre
este tema, llegan a establecer ellos mismos tas bases de la
buena, de la verdadera, de la gran política... Actuando así, comprende­
rán y aumpl-irán u.no de los mayores deberes cristianos, pues, cuanto
más vasto e importante es el campo en el que
se puede trabajar, más
imperioso
es el deber. Y tal es el dominio de la f>olftica que considera
los intereses de los sociedad entera JI que, en esta relación, es el campo
de la más vasta caridad, de la caridad política, de la que se puede decir
que ninguna le es superior, salvo la de la religión. Es bajo este aspecto
que los católicos y la Iglesia tienen que considerar la poHtica." Discurso a
la Federación Universitaria Itaiana (18 de diciembre de 1927).
675
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LOUIS-MARIE FERRIER Y YVES LE PENQUER
gía. Muy pronto verán venir a ellos a las "personas de lo real"
que tienen necesidad de volver a encontrar fe y esperanza en el
porvenir del orden social cristiano.
- Interesémonos con prioridad en las personas capaces de
comprometerse y de afirmarse; con ellos ensayemos denunciar
los sofismas
que envenenan las inteligencias, afirmar la verdades
de
la salud social, sanear el clima económico y social de su am­
biente de fatalidad y de irreversibilidad totalitaria.
-"No se sufre el porvenir, se hace. " ... Pero es imposible
reformar un país sin una ;preparación previa seria de los espíritus.
Hace falta empezar por pequeñas élites adiestradas, formadas y
valerosas.
-La organización de estos hogares de pensamiento y de
acción no es siempre fácil. Escribidnos; podremos poneros en re:..
lación con personas que han adquirido ya experiencia en esta
acción.
-El trabajo en equipo (5 a 10 hombres) es la fórmula más
eficaz (las técnicas americanas
de brain storming y las células
de pro5:pectiva de la tecnocracia francesa reúnen, al menos sobre
este pnnto, una metodología mny antigua qne ha hecho sus
pruebas).
-Este trabajo exige utensilios de trabajo. El Club del Li­
bro Cívico, 49, rue des Renaudes, París
17.0
, es un centro de
aprovisionamiento muy adecuado. Basta dirigirse a
él ( 42) para
recibir gratuitamente su catálogo de obras y de libritos
selec­
cionados con miras a la acción cívica cristiana.
- Estamos a vuestra disposición
para encontraros, organizar
con vosotros cruzadas, sesiones,
pequeñas reuniones de trabajo.
- Desde
ahora, ¿ queréis hacernos conocer aquellos de vues­
tros amigos que os parecerían susceptibles de participar en una
tal
acción doctrinal y social que compartirían al principio lo
esencial de las i (Mencionad si se puede establecer nn contacto en vuestro
nombre.)
(42) Sea directamente o bien por mediación de Speiro (General San­
jurjo, 38. Madrid).
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