Volver
  • Índice

El P. Philippe de la Trinité habla de Teilhard

EL P. PHILIPPE DE LA TRINITÉ HABLA DE TEILHARD
Durante la emisión Art et foi de Radio Montecar­
lo, el 15 de febrero de 1965 (a las diecisiete cuarenta
y
cinco), el P. Philippe de la Trinité fue interrogado
sobre su libro
Rome et Teilhard de Chardin. -He
aquí algunos ,pasajes de su declaración. Las-pregun­
tas fueron hechas
por la señora Suzanne Cita-Malard.
" La crisis más grave de nuestro tiempo es prob:lblemen-
te aquella de la que menos se habla, es decir, la crisis del pensa­
miento metafísico, de
lo que es específico de este pensamiento y de
cu8.nto es en él valedero, sólido, constructivo, necesar_io e inmuta­
ble. Nuestros contemporáneos, nuestros jóvenes, que ·a nienudo
tienen además muy buenas cualidades, se mueven con holgura en
el universo fascinador de la cíenciá y de la técnica, tenieti.do fre­
cuen temente sed de un cierto ideal moral y religioso. Por des­
gracia,
la cultura general de hoy, por la que están marcados, está
en su totalidad inspirada por el positivismo científico, por el na­
turalismo,
por el escepticismo filosófico ; en· suma, por la ausencia
"P6r muy generosos que sean, seminaristas y novicios se en­
cuentran a menudo
ya fi.losóficamertte neutralizados, por .no de­
cir positivamente itl.toxicados, cuando deciden su vocación. Por
desgracia, muchas veces no se les proporciona: el antídoto, es
decir, la formación metafísica a
qué tienen derecho. No se escu­
cha bastante a los soberanos pontífices, que, desde León XIII a
Paulo VI (cf. L'Osservatore Romano, de 8 y 14 de abril de 1964),
insisten
en la necesidad y la oportunidad de que se estu.die pro­
fundamente a Santo Tomás de Aquino. He aquí el círculo vi­
cioso : los que enseñan
no han sido suficientemente reformados,
es decir, suficientemente formados. En efecto, Teilhard !lo afecta
profund:J.mente a los medios seriamente tomistas. :B:l mismo lo es­
cribe: está en las antípodas del tomismo. Ahora bien, la falta de
metafísica acarrea lógicamente un debilitamiento del dogma. En
efecto, la invasión del teilhardismo revela la falta de una buena
y sólida formación metafísica."
Suzanne
Malard: ''Entonces, ¿ cómo caracterizáis en Teolo­
gía ál conjunto de errores que llamáis teilhardismo?
383
Fundaci\363n Speiro

EL P. PHILIPPE DE LA TRINITP; HABLA DE TEILHARD
-"Lo digo en mi libro. Así, por ejemplo: un nuevo modernis­
mo que falsea
el sentido del catolicismo, que acaba en el dios trans­
cristiano, cósmico y feminizado de que habló Teilhard en 1955.
O también,
una transposición, una deformación del cristianismo
metamorfoseado en evolucionismo
de tipo naturalista, monista y
panteísta. O también, un error sincretista de tipo cosmológico­
religioso,. puesto
l;>ajo el signo de un vago pancristismo. He ahí lo.
que me parece que es el teiihardismo teológico."
Suzanne Malard : "Y, según vos, ¿ cuál sería el aspecto prácti­
co má_s característico efe esta nueva Teología, de esta nueva for­
ma
de modernismo?"
~"Lo digo sin ambages: la visión, la pseudosíntesis teilhar­
diana desemboca efectivamente en el plano pr-áctico, de' manera
explícita, en el progresismo "católicomarxista". Escuchad dos
textos significativos:
"!.º En 1952, Teilhard escribe: «Cuánto me gusta decir, la
síntesis del "Dios" (cristiano) de Arriba y del "dios" (marxista)
de Adelante es el solo Dios al que desde ahora podemos adorar
en.espíritu.y en verdad.» Parece, que soñamos, porque el inarxisrno
niega
q. Dios. Pero no soñamos: Teilhard lo ha escrito claramentep
y .no lo ha hecho por distraerse.
''2.~ Ved otro texto: Se puede leer en La foi en l! H omme, que
data de 1947, esta afirmación relativa al marxismo y al catoli­
cismo : «Prolongadas hasta el final, las dos trayectorias
terminarán
ciertamente encontrándos~. El marxismo y el catolicismo «termi­
narán encontrándose de una manera u otra ... en Ia misma cum­
bre:».
Esto es lo que escribe Teilhard. Pero, ¿ de qné manera se
encontrarán y de qué cumbre se trata? Todo esto es contradicto­
rio.
Es cierto que el progresismo católicomarxista -pretendida-'
mente católico, en realidad..--puede no proceder del teilhardismo;
pero es indudable que éste nutra al primero como a su propio
fruto.
Hay que saberlo y hacerlo saber. Por lo demás, soy opti­
mista.
El porvenir me dará la razón. Desde el punto de vista de
1a doctrina de la Iglesia, el teilhardismo no es más que una esta­
tua de bronce con pies de arcilla. La estatua caerá y se hará
pedazos. La verdad triunfará, porque siempre acaba por decir la
última palabra."
384
Fundaci\363n Speiro