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Vida campesina y progreso en el mundo moderno. (Segunda parte: La vida campesina ¿está superada?)

Vida campesina
y progreso en el mundo moderno
Segunda parte:
La vida campesina, ¿está superada?.
por
ALAIN T HORANCHES y PIERRE BEVILLhRD
Fundaci\363n Speiro

SEGUNDA PARTE
LA VIDA CAMPESINA ¿ESTA SUPERADA?
I.
WS HECHOS
La vida campesina, tal como la hemos descrito, se encuentra
frente a hechos que enumeraremos
en. primer término para exa­
minar, y discutir seguidamente, la interpretación que se les ha
dad c.
}.'º VARIACIONES DEMOGRÁFICAS.
Mientras la población activa de Francia anmenta en un 0,6
por 100 entre 1953 y 1962, el sector Agricultura-Bosques pierde
1.290.000 personas, o sea una baja global del 2.541 por 100.
"Sin tener en cuenta una disminución de 40.000 a 50.000 debida
-a la prolongación del servicio militar", observa el Boletín de las
Cán1aras de
Agricultura (1), "la población activa agrícola mascu­
lina ha descendido del 20 al 21 por 100 de 1954 a 1962, es decir,
mucho más de
lo que se suponía en las. evaluaciones anteriores".
Así, la Agricultura en 1962
ya no representa más que nn 16 por
100
de la población total, según "Enquetes INSEE" (11 de
abril de 1964), 19
por 100 según Blondelle. "Siete explotaciones
agrícolas
desaparecen cada dos horas,,, escribe este último. "Cada
hora, 18 cam,pesinos abandonan su tierra para instalarse, la ma­
yoría, en -los centros urbanos." Si entramos en detalle compro­
baremos que los trabajadores familiares (hijos, hermanos. o herma­
nas
de los cultivadores) disminuyen en un 34,9 por 100, mientras
que el número de los agricultores "independientes y patronos"
no baja más que en un 12,8 por 100, correspondiente a la des­
aparición
de 245.000 explotaciones.
"El número de las ~plotaciones disminuye, pues, dos veces
(:1) Números 271-279, del 1 al 15 de _julio de 1963, del que hemos
sacado las cifras precedentes (Encuesta de la I. N. S. E. E .. publicada en
junio de 1963).
255· .,,,,· __
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menos de prisa que el de los efectivos- ocupados en la agricultura'',
observa Roland Pressat (2).
"Esto se explica por varias razones. Cuando un cultivador
emplea mano de obra (familiar u otra), la reducción de efectivos
que lleva consigo
el progreso técnico (mecanización) repercuten
naturalmente en primer
lugar en esta mano de obra, siendo el jefe
de
la explotación el último en abandonarla. Además, los apuros
económicos u otros que
llevan a abandonar el oficio de agricultor
deben ser mucho mayores en un .patrón que en un empleado, al
ser su raigambre mucho m·ás profunda."
Estas estadísticas y otras concernientes a las edades en la po­
blación agrícola permiten establecer lo siguiente:
1) Los agricultores abandonan la tierra mucho más de prisa
de. lo que se. preveía. .
2) Sin embargo, el número de los jefes de explotación que
se van es muy inferior al de los trabajadores familiares y asalaria­
dos agrícolas.
Este dato haría menos alarmante la situación
del campesino,
pudiendo _e:x;plicarse así las variaciones demográficas observadas ..
~ la mecanización reduce el personal familiar o asalariado
que otros sectores económicos pueden. utilizar. Con esto el con­
juntó de la tconomía nacional se beneficia._ Menos trabajo humano
por c_onsiguitnte
o, en su caso, mayor número de productos .
. -el aumento de la población no permite emplear a todos
los hijos en la granja paterna. Se van a otra parte. Este fenómeno
no es nuevo. Se ha producido en todas las épocas. El campesinadc
no hubiera sido un "vivero" de élites ... si las élites jamás hu­
bieran salido de él.
-el número de asalariados agrícolas disminuye. Podría de­
ducirse
dé ello que la industrialización de la agricultura está lejos·
de tener e.n jaque al campesinado familiar,
La industrialización de la tierra se ·ac6mpañaría de una p'ro­
letarización de los _cultivadores; se em'I)learían _como asalariados-en
las grandes. explotaciones, privadas o públicas.
Nada de esto ocµr!'e, aparentemente, ya que hay menos isa­
lariados agrícolas (3). .
3,) En cambio, el aspecto inquietante de esta .situación con­
cierne a
la edad de los cultivadores que se "quedan". La mayoría
están comprendidos entre los cuarenta y cinco y sesenta años. Di-
(2) P0Jnik1tion, julio-septiembre de 1963.
(3) Veremos despt1.és .. que desde el punto de vista territorial el acapa­
ratÍliento de la tierra por "grandes negocios'r no es evidente, sino todO lo
contrario.
2.56
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
cho de otra forma, los hombres maduros y los ancianos perma­
necen hasta que mueren. Pero,
¡x>r lo general, éstos no· son
reemplazados por sus hijos.
Otro aspecto inquietante: los que
se quedan se agotan traba­
jando.
Pues es más agotador hacer solo con máquinas el trábajo
efectuado anteriormente por un equipo de tres o cuatro hombres.
Si bien., pues, el campesinado puede todavía ser salvado, soste­
nido a partir de lo que aún queda, sufre una grave crisis demográ­
fica que sólo se puede remediar actuando sobre las causas que la
provocan.
2.0 VARIACIONES ECONÓMICAS.
A) Mecanización.
'Dicen que la mecanización de la agricultura francesa constituye
una verdadera ':revolución".
Es un error. La mecanización en sí misma es un bien, puesto
que
ayuda· al hombre. Rechazarla sería -en si-una necedad.
Y
no vemos por qué la mecanización sería una causa de· "revolu­
ción", con los trastornos sociales, con el desarraigo, etc .... , que
esta: palabra evoca. Podría también dar lugar· a una "evolución" ...
sin "revolución". La mecanización es un progreso de los MEDIOS
al servicio del hombre. No es ella quien· provoca las crisis. Es el
ESPÍRITU de los que la emplean CONTRA LOS HOMBRES, siend6 así
que ella
no tiene utilidad más qtie para el hombré. Se dice, sin
reflexionar, que
la intervención de las máquinas· de" vapor pro­
vocó ·una "revolución industrial" de la que na.Ció-el liberalismo
económico, en el siglo pasado, con · 1a regresión social que la acom­
pañó.
Esto es un error. La máquina de vapor y la industrializa­
ción no significan nada
en el liberalismo que existía EN LOS ES­
PÍRITUS de las élites· sociales desde el siglo XVIII.
Lo que es necesario decir es que la libertad sin límite dé los
liberales les hizo utilizar los descubrimientos técnicos y la· in­
dustrialización como un medio de hacer predominar lo· económico
sobre
lo social. El hombre considerado únicamente como "material
humano" se convierte
en un MEDIO al servicio del progreso econó­
mico, mientras que este progreso económico
no tenía otra razón
de ser que
el bien de la mayoría de los hombres. Encontramos
esta misma orientación materialista hoy cuando Pisani declara:
"La herramienta IMPONE a los hombres el agruparse por encima
de sus relaciones
PERSONALts". Si estas "relaciones personales"
tienen que terminar por atenuarse, después desaparecer, en el ano-
257
.,
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nimato de una economía más o m.enos totalitaria, es parque algu­
nos así lo habrán QUERIDO y habrán utilizado la herramienta con
este fin destructor de las relaciones sociales, humanas, naturales.
Sin embargo, la herramienta por sí misma no impone nada.
El cincel de Miguel Angel no le "impuso", que sepamos, las lf­
neas de La Piedad.
Si la herramienta "impone" es que el hombre abdica su li­
bertad ante la materia. Ya no hay progreso, sino retroceso. El
hombre deja de
hacer uso de su poder de escoger el bien para de­
jarse llevar por un déterminismo técnico o económico. La civi­
lización recula en dirección a
la esclavitud totalitaria y materia­
lista (4).
Estas consideraciones, ¿ rebasan la Observación de los hechos?
Si y no.
Pues -insistimos en ello--el hecho que podemos observar en
Francia desde 1950, poco más o menos, no es la mecanización, sino
una mecanización SISTEMÁTICA, ACELERADA, concet,.ida CON MIRAS
SOLAMENTE ECONÓMICAS.
Aparentemente pensaríamos en una ausencia de poHtica de la
mecanización, en una anarouía espontánea. En realidad, esta polí­
tica existe. Es un hecho del que debemos tomar nota. Por una
parte
el equipo mecánico empuja sistemáticamente, ya que "la he­
rramienta" tiende
-a dominar "al hombre". Por otra parte, el
poder pesa sobre los precios
de tal forma que el equipo no puede
adquirirsé sin contraer
deudas, siendo muy difícil la autofinancia­
ción actualmente en las e,q,lotaciones familiares. Existe una gran
anarquía
en la mecanización. Pero una anarqllía organiizada, qu~
precipita al agricultor inde.pendiente hacia los circuitos financieros
y hacia la dominación del Estado.
En un pais como Francia, en el que dominan el .policultivo y
pequefi.as explotaciones, es normal que la mecanización plantease
problemas económicos y sociales· más com,plejós que en los vastos
espacios americanos. ·
Era necesaria una mayor· prudencia política, una progresión
más lenta de· la mecanización, sin lo cual "la herramierita" co-
( 4) En el siglo pasado, el progreso técnico sin "imponer" nada, po­
día favorecer una tendencia a la concentraci6n industrial y urbana : las
niáquinas
de vélpor, para ser amortizadas, exigÍan fábricas gran.des. Con la
energía eléctrica todo cambia. S_i · existe una época en· la que· tas relaciones
sociales naturales, en particular la
vida:· campesina, se adaptan al progreso
técnico, esta
época podemos decir que es la nuestra. EI pequeño rnoto­
cultivo
es también muy favorable a la explotación camoesina... Bastaría
una política inteligente y· humana. -
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
rrería_ el peligro de ser, en manos de .los totalitarios ... "la herra­
mie.nta soñada para un remoldeado completo de Ja sociedad, según
sus miras y ambiciones. ¿ La anarquía, querida, consentida, desea­
da y organizada, de la que hablamos más adelante, no es el prin­
cipio de este vasto plan ?
Después de
lo que hemos dicho sobre los caracteres de la ci­
vilización campesina
se comprenden los peligros que ésta sufre
hoy frente
a los "nuevos señores" de la, técnica-por-la-técnica y
del hombre-esclavo.-de,la-economía ... , si no es frente al Estado (5).
"Esto puede ser inhumano, declaraba Pisani, pero es la má­
quina quien manda" (6). ¿ Pero quién Hmanda" este-dominio de
la máquina sobre el hombre?
B) Consecuerncias de, zma mecanización anárqf!,ic~
a) El engranaje del crédito, pérdida de autonomía.
El campesino es empujado por la emulación, la concurrren­
cia...
y la propaganda a invertir en material costoso sumas que
sobrepasan a sus disponibilidades.
Tiene que pedir prestado, lo que
le hace perder su relativa
independencia: está ligado a
un organismo de crédito.
Todavía esta situación
no tendría más que algunos peligros:
-
si la economía fuese SANA,
-y si el crédito gozase de libertades legítimas.
En estas condiciones el préstamo sería provisional y el cam­
pesino podría
"hacer su cuen.ta" de antemano con una precisión
suficiente.
Por otra parte, si pedir un crédito a una caja privada o
un organismo profesional lleva siempre en sí un riesgo, esto no tie­
ne las mismas consecuencias
para el futuro que si" el préstamo es
del Estado o bien de una caja controlada por él más o menos
estrechamente.
El día en que el Estado controle el Crédito destinado a los
agricultores
le será mucho más fácil influir sobre la estructura
de la explotación agrícola.
¿ Qué podrá hacer el agricultor? ¿ De­
volver lo prestado? ¿ Reembolsar para encontrar de nuevo su li­
bertad? No tendrá los medios. ¿ Sufrir las orientaciones del poder
totalitario
para conservar el crédito sin el cual, desde ese mamen-
(5) Ya no se habla de personas, sino de una abstracción: la "U. T. H."
(¡ la Unidad Trabajador-Hombre de base!). Es quizás más fácil para los
cálculos.
Pero esto deja adivinar una extraña mentalidad.
(6) Banquete de los cultivadúres del Salón de la Máquina agrícola
(marzo
de 1963). Citado por La voix du Limo1uin, (1 de mayo de 1963).
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
to, ya nü puede· "hacer nada"? Lo más frecuente es que se adap ...
te, apremiado, apurado y forzado, a esta última. solución. Se com­
prende el partido que sacarán de ello comunistas y tecnócratas.
Ahora bien, en Francia actualmente:
-La economía no es sana,
-el crédito tiende a estar cada vez más estrechamente con-
trolado
por el Estado.
1. 0 -La economía no es sana.
Por una parte la moneda se devalúa. Este fenómeno puede
jugar en favor del crédito. El prestatario continúa reembolsando
X
... francos por año, pero vende sus productos más caros.
En cambio, ¿ cómo prever la renovación del material, cómo
prever
el coste de su conservación cuando no se sabe "adonde
vamos a parar" ?
Por otra parte -y esto es más grave--el desequilibrio entre
precios industriales y precios agrícolas no permite a estos últimos
seguir la curva de subida y por tanto.mitigar la devaluación de la
µioneda. Así los cálculos de amortización de las sumas tomadas
en préstamo
se hacen muy difíciles. Cuando existe una dislocación
tal entre
los sectores económicos que son necesarios actualmente
15.200 litros de leche para comprar un 2 CV,, mientras que en
1954 eran suficientes 11.200 litros (7), las previsiones de reem­
bolso
--y hasta los mismos reembolsos-son proble1náticos.
De aquí un círculo vicioso: el agricultor se ve obligado a "ha­
cer dinero" para afrontar sus vencimientos. Para ello acepta pre­
cios de venta demasiado bajos, o
se mata trabajando, adquiriendo
una ·propiedad 1nayor, cuando las leyes territoriales no
se lo im­
piden. Así
el préstamo, que debería ayudarle, le hace "moverse
más de
prisa" sin el provecho que hubiera debido procurarle.
2.'' El Estado totalitario controla cada vez más los créditos,
Existe todavía
un sector libre, generalmente profesional, de
cajas de crédito
agrícola, herencia de las Cajas fundadas hacia
1890
por católicos.
Pero se
trata de un Crédito Mutuo Agrícola que tiende cada
vez más a ser controlado
por el Estado.
Efectivamente, conserva en
la escala cantonal la estructura mu­
tualista,
ya que los consejos de agricultores son elegidos.
Pero cuando pasamos a las Cajas regionales, y sobre todo a
la dirección nacional, la preponderancia del Estado
se hace más
estrecha
y más directa.
(7) Cifras dadas por la F. N. S. E. A. con motivo de la huelga de la
leche de octubre de 1964.
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
Las consignas gubernamentales se trasmiten de arriba a abajo
y los consejos locales, frente a los tecnócratas "de París", tienen
muy
poco peso en las decisiones.
¡ He aquí al campesino a merced de un acreedor. muy pode­
roso! (8).
Asistimos, pues, a ¡ extraña mascarada! :
-Ja política de los .precios no permite; generalmente, a los
agricultores autofinanciarse.
-el centralismo y el estatismo apenas tienden a facilitar la
organización racional de un crédito privado. o profesional.
La pér­
dida de autononúa financiera de las cómunas, de los ayuntamien­
tos· rurales, y su pobreza, tampoco permiten, en la orientación ac­
tual, una contribución suficiente de los cuerpos intermedios lo­
cales. -
El Estado pide prestado a los particulares o a las colec­
tividades
.para ayudar al agricultor y dedica a estos menesteres una
parte de los fondos destinados a este fin.
-con el resto .presta a los agricultores, que se convierten
así -más o menos directamente-- en deudores del Estado o de
organismos controlados por el
Estado ... , el cual mantiene la dis­
torsión de los precios, la ·imposición fiscal. .. , etc ... , haciendo muy
difícil la amortización de
Ja deuda contraída.
Dicho de otro modo: Aparte de las Cajas estrictamente pro­
fesionales que quedan, los grandes círculos financieros -naciona­
les e internacionales-, de acuerdo con el Estado, se enriquecen
org,anizarido
en provecho suyo sistemas de préstamos qtle lOs
agricultores podrían organizar por sí mismos en condiciones mu­
cho menos onerosas y con menos peligro de ser
"absorbidos".
¿ No es lo propio del desorden llevar a un callejón sin salida en
todos
los aspectos ?
b) Incidencias sociales y demográficas.
La necesidad de pagar empuja a hacer trabajar las máquinas
adquiridas a "pleno rendimiento".
(8) Con frecuencia está persuadido de que el Crédito .Agrícola está a
su servicio. Es cierto ... pero en la medida en que existe "fiador", sin lo cual
el Crédito
Agrícola no presta. Pero este fiador, ¿ quién es ? · Con certeza no
se trata de la regularidad de la renta agrícola, tanto menos segura criando
los precios están "aplastados" por Una política absurda. Sólo queda· el ca­
pital: tierra material, edificios inmuebles .... sobre el cual podría plegai:se ...
eventualmente.
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Incidencias sociales: la dificultad no se mejora, sino que ~u­
menta.
Además, nos escribe un agricultor~ "la fisonomía del catnpe­
sinado se trastorna con esta noción del dinero que de medio se
convierte en fin".
El campesino hoy esta "obligado" a producir, cueste lo· que
cueste, para "hacer dinero", en perjuicio de la calidad de sus p,ro­
ductos. La calidad de sus productos lo acusa.
De un solo golpe millares de trabajadores, familiares y asalaria­
dos de explotaciones campesi~as son, como hemos visto, desposeí­
dos de la agricultura (9).
Si no, .para emplear a su personal el cultivador mecanizado
"avala" al campesino menoS audaz ... o menos rico (10).
e)
Jn1cidencios na'Cionales: tecnocracia, urbanización., centraUsmo.
-En el plano nacional la ausencia de una política coherente
favorece a las regiones ricas,
en las que la mecanización auni.enta
el rendimiento, en perjuicio de las regiones pobres, en las que la
mecanización es con frecuencia más difícil (
en la montaña por
ejemplo) (11 ). No existen fórmulas fiscales que tiendan a des-
(9) Hay que decir también que, en muchos casos, .la ausencia de una
mano de obra que emigrando hacia las ciudades próximas fue una de las
causas de la mecanización sistemática. Por ejemplo, hay que subrayar que
en los departamentos que rodean París no es la mecanización quien ha
hecho disminuir la mano de obra, sino que es la falta de mano de obra
lo que ha empujado a los jefes de em.presa a mecanizarse. Sin embargo, la mecanización, a su vez, tiende a eliminar poco a poco a la mano de obra que
todavía queda.
Hay interacción.
(10) Los legisladores
tratan. a veces, de remediar (al menos en sus
intenciones manifiestas) esta situación, mientras que una prudente política
de la mecanización progresiva hubiese impedido llegar a ella. Ocurre tam­
bién que el motivo invocado en estas leyes oculta hipócritamente las inten­
ciones totalitarias
de un poder que bajo pretexto de proteger a los culti­
vadores menos favorecidos, les ºayuda" de
una manera tan coactiva que la
única solución que les quedatá algún -día será· meterse en la boca' del lobo.
Domi~ción de los grandes propietarios o dominación del Estado, ¡ boni­
tas perspectivas
!
La propaganda de los países comunistas no ha dejado de jugar con este
dilema.
Por otra parte, ¡ es un buen camino l
(11) "Desíasage económico
de las regiones." "Por los p:rocedimientos
acumulativos de desvitalización (por una parte) y de desarrollo económi­
co (por
la otra), Francia se compone de regiones cada vez más pobres y
de regiones cada
vez más

ricas." (Chom:bart de
Lattwe a la Academia de
Agricultores de Francia, 22 y 29 de enero de 1964, t. L, núm. 2, pág. 177.)
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
gravar a las régiones pobres de los impuestos directos y de tasas,' ·
lo que podría ayudar, en parte, a su repoblación, a la mayor ren­
tabilidad de las tierras o al fomento de la ganadería, etc ...
·
Durante años los gobiernos no se han ocnpado -¡ o muy
poco !-· · de esta situa.ción.
Hoy sus tecnócratas constatan el desequilibrio entre regiones
y se contentan con tachar de un plumaio las regiones no.:ren­
tables.
Esquematizamos voluntariamente, ya que nuestro fin · no e1i
entrar en el meollo de las operaciones ,políticas. No se puede né-­
gar, sin embargo, qi.le en general la línea oficial seguida hasta
aquí no vaya en esta dirección.
----< En la medida en que se abandonan palmos de tierra conside­
rados no-rentables, en la medida en que la mecanización anárqui­
ca acentúa
el éxodo rural, las ciudades crecen.
Aquí tocamos todavía un problema político. Aumentan tanto
más cuanto se ACEPTA su crecimiento monstruoso y se ORGANIZAN
para una centralización de los alojamientos, servicios, de las ad­
ministraciones y del poder civil.
Berrurier escribe en.
Departemenits et communes, órgano
de los Alcaldes de Francia (12) : "Las emigraciones rurales hacia
la ciudad, que son el resultado del desequilibrio patente entre
el
modo de vida rural y el modo de vida urbana, han sido sensibles,
particularmente, en los ayuntamientos de menos de 1.(XX) habitan­
tes. En efecto, en 1962 su balanza emigratoría ha causado con re­
lación a 1954 un déficit de cerca de 900.000 habitantes."
Es un hecho comprobado, pero también un hecho querido, de­
seado y organizado.
Es muy importante saberlo para juzgarlo
objetivamente.
Esta organización creciente y sistemática :
-va contra la voluntad de la mayoría,
- y es ruinosa para la economía nacional.
Berrurier
señala "que un reciente sondaje efectuado por el
Instituto Francés de Opinión publica a petición de Delouvrier, de­
legado general del distrito de
la región parisina, para conocer la
opinión de los franceses sobre las perspectivas inscritas en Su
"Anteproyecto de programa bianual", prevé hacia el año 2000
un París de 12 a 16 millones de habitantes. Las personas interro­
gadas correspondían a 3.016 habitantes del distito y 1.621 ha­
bitantes de provincias" . . . "el 67 por 100 de los franceses desea
que se -ponga un freno a
J.a expansión demográfica de la región
(12) Abril de 1964, págs. 144-89, avenida Niel, París-XVII.
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parisina. En lo qne concierne a la vivienda, el 68 por 100 es
hostil a
.la vida en los grandes inmuebles colectivos y aspira fir­
memente a la casa individual rodeada de un jardín".
En el plano financiero, el desplazamiento de un hogar rural
hacia las ciudades cuesta cinco millones de antiguos francos.
"Si.
como se proyecta, escribe Berrurier, se trata de hacer pasar la
región de París a 16 millones de habitantes y 10 cindades metró­
polis regionales de un millón cada una, hay que aumentar la aglo­
meración parisina en 6 millones de ba,bitantes y para que las 10
ciudades lleguen a un millón de habitantes hacen falta otros 6 mL
llones, o sea un total de 12 millones de habitantes, 3 millones de
hogares
lo que representa un gasto de S millones de francos, o
sea un total de
15 mil millones de antiguos francos, MUCHO MÁS
DE LO ºUE COSTARÍA UNA GRAN REANIMACIÓN RURAL".
C) La distorsión de los precios.
No dejaría de tener interés el estudio de cómo los usureros de
antaño, después los banqueros, terminaron
por generalizar la
circulación de valores en gran ·parte ficticios. Nosotros no podemo,s
hacerlo aquí. Limitémonos a observar que desde hace más de un
siglo
la tendencia general de la economía se manifestó .. en el sen­
tido:
-de una primacía dada a la industria sobre la agricultura, a
las rentas industriales sobre las rentas agrícolas.
- de
una primacía da del dinero, el anonimato en la posesión de los bienes, su fluidez,
su circulación rápida de un continente a otro.
Verdadera revolución económica que permite hacer pasar a
manos de potencias, visiblés u ocultas, el medio de extender su
imperio sobre las náciones o comunidades intermedias. Los ":finan­
cieros que dirigen el mundo" tienen bien distribuidas todas las
palancas de mando, sus agentes bastante bien colocados en los go­
biernos, para que apenas se puedan comprobar los progresos de la
"fortuna anónima y vagabunda".
Como hemos visto, la economía campesina es esencialmente
ESTÁTICA por su propia naturaleza; el dinero, el crédito, son medios
de adquirir o de desarrollar los bienes esencialmente FIJOS, ES­
TABLES, o sea territoriales. Por naturaleza, por esencia, este tipo
de economía se opone a la dinámica del dinero.
El proceso de esta última debería normalmente llevar a un
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
aplasta1niento de la renta agrícola con relación a las rentas indus­
triales y comerciales.
El medio consistió en mantener, .por el dirigismo del Estado
y el juego de las potencias financieras, un desencaje -una dis­
torsión se dice hoy-entre los precios del sector agrícola y los
de los otros sectores.
Este desencaje no existe solamente en Francia, sino en
el
inundo entero.
Juan XXIII lo ha subrayado en la M ater et Magistra: "Las
rentas (.por ca,beza), escribe, son generalmente inferiores a las ren­
tas per ca¡,ita de los sectores industriales y de los servicios" (13).
Según la revista del
I. N. S. E. E., Etudes et Conjoncture,
la renta se estableció como sigue en 1961:
Explotaciones agrícolas: 3.820
F. (14).
(13) Párrafo 136 de la edición francesa "Discours du Pape et Chro­
nique romaine", París.
El Soberano Pontífice Pío X:I observa acertadamente en la encíclica
"Quadragesimo Anno" : « Al mismo resultado contribuirá también una
razonable relación entre las diferentes categorías de asalariados"; pero
añade a continuación : "Y a lo que va unido estrechamente uno razonable
relaciór,;
en-tre los precios a que se venden los productos de las diversas
ramas
de _ la actividad económica, tales como la (J)gripultur.a, la i~tria y
otras ade,nás."
"Es cierto que los productos agrícolas están destinados en primer· lu­
gar a satisfacer las necesidades primarias : así sus precios deben ser tales
que sean accesibles al conjunto de los consumidores.
Pero está claro que
no podemos apoyarnos en este motivo
para reducir toda una ca.tegoria de
ciudadanos a
un estado permanente de inferioridad económica y social y
privar la de un poder de comrpra indispensable p-ará. un nivel de vida de­
coroso, esto además en oposición evidente con el bien
común" (lb-íd., párra­
fos 138 a 141).
Confróntese de igual forma Pío XII (2 de julio de 1951) : "Podemos
decir hoy que el destino de toda la humanidad está en
juego: llegará, sí o
no, a
mejor proporcionar su influencia (de la economía capitalista indus­
trial)
de forma que la vida espiritual, social, económica del mundo rural
conserve su fisonomía
propia, a asegurarle sobre toda la sociedad humana
una acción si no
p,reponderante al menos igual."
Confróntese
Pío XII, el 9 de noviembre de 1957: Alocución, a la F. A. O.
sobre el
em.pobrecim.imta de la agricultura en la economfu nmn&ia.l: "Exa­
minando la situación actual, habéis comprrobado un hecho inquietante y que
requiere
una solución urgente: el fenómeno del empobrecimiento de -la
agricultura en la economía mundial... Mientras los precios de los' pro­
ductos manufacturados siguen subiendo, los de los productos agrícolas dis­
minuyen progresivamente desde
1952. Así, el poder de compra del agri­
cultor se reduce poco a poco, su situación se hace más precaria ... Haréis
un
gran servico a los agricultores si conseguís frenar la marcha · de este
fenómeno de deteriorización y fomentar
un movimiento -de endereza'.m1ento.
(14) En 1957 Le Progrés Agrico-le daba la cifra de base de 3.800 F.
por año, mientras que en el mismo año (1957) un trabajador de ta ciudad:
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ALAIN THORANCHESY PIERRE BEVILLARD
Asalariados no agrícolas: 4.630 F.
Profesiones no-agrícolas (cuadros, profesiones liberales, etc.):
8.320
F ..
. El empcbrecimiento del campesino aparece claro en este cuadro:
· En 1947 la población agrícola representa el 19,1 por· 100 de
la renta nacional,
en' 1948 la población agrícola representa el 18,1 por 100 de
la renta pacio_nal,
.en 1949 la población agrícola representa el IS por 100 de
la ienta nacional,
·en 1951 la población agrícola representa el 14 por 100 d, la
renta nacional.
en 1954 la población agrícola representa el 13 por 100 de la
renta nacional (15).
Con
un saco de trigo a 200 AF. en 1939 el campesino ob­
tenía
11 quintales de escorias a 18 AF. el quintal. En 1957 no
obtenía más que 3 quintales a 840 AF.
El saco de cemento costa·ba 8 AF. (en 1939) entregado en
la granja. Con
el precio de un saco de trigo a 200 AF. se com­
praban cerca
de 25 sacos .de cemento. En 1956-57 se compraban
solamente 6 sacos a 400 AF. con el precio de un saco de trigo.
En 1951 el productor entregaba 476 qnintales de trigo para
pagar una segadora-trilladora Massey-Harris, a 1.680.000 AF.
Eran necesarios 100 quintales de .trigo para un 2 CV; 147 quin­
tales de trigo para un
11 CV.
En 1957, con el trigo a 2.400 AF., debía entregar 1.312 quin­
tales
de trigo para comprar la segadora-trilladora Massey-Harris
número 890, a 3.150.000
AF.; 168 quintales para un 2 CV.; 385
quintales para un ID-19, etc .... (16).
Esta disparidad no es el hecho de un puro azar o la conse­
cuencia inevitable de una crisis económica (17).
empleado, funcionario, obrero, cobraba un salario medio anual de 7.400 F.
(cifra dada por el Centro de Estudios e Investigaciones económicas ru­rale~).
(15) Informes dados por H. Coston, en La Haute Banque et les Trwt, pági11as 186 y sigs.
(16) , De la misma fuente de información.
·:~i7) · Las causas de la crisis existen a pesar de todo, y Collin Clark la
prey~ía, desde 1940. Este veía tres causas principales del éxodo rural: "La
evOlµéiójl de· ~ demanda de los_ bienes y servicios producidos por los tres
sectqr.~s~_ primario (agricultura), secundario (industrial) y terciario (servi­
cio~) ; ,las diferencias de ritmo eje progreso económico en los tres sectores ;
eJ enj.1)1eo creciente proporcionado por el sector secundario al sector pri­
madci•J (citado por Chombart de Lauwe a la Academia de Agricultura, 29
266
Fundaci\363n Speiro

VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
René Blondelle escribe en la revista de los presidentes de Cá­
maras agrícolas:
He participado haciá 1948 en la conferencia del
Palacio Real. Se trataba por
parte de los representantes de los di­
ferentes sectores sociales
y económicós, y por invitación exp_resa
del Gobierno, de procurar el establecimiento de un equilibrio
armónico entre los precios
y los salarios." ·
''Los acuerdos conseguidos inspiraron desconfianza a . dicho
gobierno, que se apresuró a
no tenerlos en cuenta."
"E inmediatamente asistimos a la gran subida de los précios
de productos industriales (18),: la subida fue ratificada por los
Poderes públicos, que decidieron, poco tiempo después, estable­
cer desde ese momento los índices de precios tomando como base
el ailo 1949." La curva de los precios agrícolas no há sufrido
esta subida.
"Hoy, escribe Blondelle, para volver a encontrar (!1
índice de ,paridad de 1958, sería necesario aumentar los precios
agri.colas de la producción en cerca del 20 por 100."
Pero el papel del Estado totalitario no es solamente hácerse
el sordo a los proyectos de revalorización de la renta agrícola.
Se opone a ello con una política de importación y por un dirigis-
1no con frecuencia incoherente.
En 1959 "el cultivador compra por 50 antiguos francos 75
centilitros de agua mineral embotellada a razón de varios mi­
llares de litros por segundo, pero vende 100 centílitros de leche
a 29,80 antiguos francos, y -para mantener estos precios -insultantes
se deciden importaciones de choque. Consecuencia, el Estado se
procura en el extranjero mantequilla, huevos, carne, etc ... , .que
tenemos en nuestro
,país en abundancia y

a mejores precios
(19).
Se
ha criticado mucho la . baratura de las alcachofas de Bre­
taiía, pero olvidamos que el Estado había empujado a cultivar
todavía más unos años antes. ·
En el transcurso de una generación hemos visto al Estado
pagar para plantar viñas ... y pagar después para arrancarlas.
Hace diez años el Estado subvencionaba el cultivo de la remo­
lacha azucarera. Producíamos, sin embargo, más de la necesaria
(¡ a pesar de que el precio del azúcar há seguido casi igual!). El
de enero de 1964). Una política de los precios agrícolas era lo único· que
podía compensar estas· causas de desequilibrio. Se ha hécho ... , ¡ pero en
sentido contrario
!
(18) Es curioso comprobar que el mismo período 1()51-1957, en que
los precios agrícolas
se htindían (como hemos visto anteriormente)¡ urí ti-ust
lechero de la región parisina doblaba sus beneficios.
(19) Y. de Hautecloque,
Paysan fais ta priere.
267
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
Estado entonces ex.portaba el azúcar a precios inferiores a los del
mercado francés. . . y pagaba la diferencia.
Pero
como no se podía, a pesar de todo, dar salida al exceso,
el Estado pagaba para la transformación del azúcar en alcohol,
que
se vendía a bajo precio a los Estados Unidos.
Así hemos visto a agentes
del Estado comprar cosechas ... que
enterraban después, porque esto costaba menos al tesoro público.
Estas "historietas. de locos" puede
que-aprovechen a algunos.
Pero tienen repercusiones muy graves sobre la economía agrí­
cola.
Engendran un desequilibrio que las tendencias centralizadoras
y marxistas no hacen más que acentuar.
D) Consecuencias de la .distorsión de los precios.
-Un joven ingeniero agrícola me dijo: "Mi padre explota
un dominio en el que había cuatro cultivadores en la generación
pre_ceden,te. Tres--familias más vivían en él, que han tenido que
irse. Hoy mi padre, en una propiedad aumentada cuatro veces,
gana menos que
yo cuando debuté como ingeniero. Y trabaja mu­
cho más que los campesinos de hace treinta años. Y o hubiera que­
rido establecerme con él. Imposible; nunca podríamos hacer vivir
allí a dos familias.
A pesar de que es un tierra fértil." ,
¿ Cuántos hay que se encuentran en este caso? (20).
Las consecuencias de una mecanización mal orientada o anár­
quica son muy graves porque los precios agrícolas son mucho más
bajos
... y porque ese nivel es mantenido voluntariamente muy
bajo.
Ocurre lo mismo con respecto al establecimiento de los jóve­
nes en el campo.
-En el plano nacional esta distorsión de las rentas es de­
sastrosa.
Los sindicatos obreros no-politizados se quejan de ello:
"La agricultura, escrive HTravail" (21), tiene deudas por un to-
(20) Raymond Cartier, en el anexo de su libro: Fra.nce? quelle agri­
cwltwre veux tu? (Plan, 1960)-, cita la carta colectiva que le -dirige un
grupo de ingenieros agrónomos : "Hace cincuenta años, dicen, los cultivado..
res de-nuestras buenas regiones agrícolas que recogían sus cosechas de
_ trigo, de _25 o 30 quitalés, con los eq~ipos zapadores belgas que yo he
conocido, .
.viYÍan mejor--trabajan,do. ro.enus, educaban· más fácilmente a sus
hijos que con
Sus 50 quintales actuales. y el endeudamiento agricola no
existía" (pág. 93).
(21) Organos de defensa de los Asalariados de Francia (U. S. F.), 44,
calle Coquilliére,
París (I), diciembre de 1%3.
268"
Fundaci\363n Speiro

VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
tal de 22 millones de millón (de nuevos francos), de los cuales más
de un tercio a corto plazo, suma cuya amortización representa la
mitad de
la renta global de los agricultores. Ahora bien, la agri­
cultura
es el primer cliente de la industria y del comercio. Si los
agricultores no pueden hacer frente a sus vencimientos, las fá­
bricas· de tractores. de automóviles, para empezar, sin contar las
otras ramas de la actividad nacional,
se encontrarán afectadas por
la mala venta, generadora del paro forzoso" (22),
. Se qllerría dest'ruir la economía campesina de tal forma que
no
se pudiera volv~ más a ella (23). Que ésta sea la finalidad per­
seguida por algunos, es coriio veremos una hipótesis que no se
pued'e excluir Pero existe también la "fortuna ariónima y vaga­
bunda", que querría, ella también, meter
la mano en el ·sector agrí­
cola para hacerle entrar en el área de sus especuláciones .... A.hora
bien, si existe una forma de agricultura que, ·-por esencia, es re­
fractaria a esta asimilación es el campesinado. Empeñarlo, ¿ no se­
ría una astuta táctica para metérselo en el bolsillo? El ansia de
ganancia no retrocede ante nada.
E) Divorcío entre propiedad territorial y trabajo, del suelo.
Que el que trnbaja una tierra aspire a poseerla en propiedad
creemos es una de las constantes de la economía campesina: "as­
piración realizada o "en potencia" (caso del asalariado).
Este principio está en boga hoy tanto en fa industria como en
la agricultura.
Un dirigente del Centro de Jóvenes Patronos de­
clara en
L'Expresse (24): "La propiedad de los medios de
producción nos tiene sin cuidado.
Lo que nos interesa es la rea­
lidad del PODER, es decir, la dirección de las EMPRESAS, ya sean
(22) Leufaucheux, director entonces de la Administración del Mo­
nopol_io Renault, escribía ya en 1954: "El despertar de nuestra Agricultura
y ·c1e1 inmenso merC3.do que representa tendría sob:e el resto de la economía
francesa, y· en particular
sob:e la industria, una influencia tan benéfica que
esta misma industria
puede prever fdamente la eventualidad de · un au-.
mento -cuidadosamente estudiado y seriamente controlado
de las importacio­
nes de materias primas e incluso de los productos fabricados destinados a
servir de contrapartida y de moneda de interc.ambio
para las crecientes
exPortaciones de productos agrícolas."
(23) Quienes ·así lo-desean no deberán ·olvidar, sin embargo, que. -Ia
cría de ganado en Francia, llevada a e.abo por una gran parte de las ex­
plotaciones campesinas, representa un valor económico casi tan importante
como la industria metalúrgica.
(24) Número del
21 de junio de 1962.
269
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
11,acionales, familiares o en sociedad... Evidentemente, en nuestro
país
cerno en todas partes, hay testarudos. Se les formará. No so­
n1os una asociación de defensa. No HAY NADA QUE DEFENDER. Se
trata para el C. J. P. de salvar la libertad de emprender, la au­
toridad de los jefes de efi\presa, el PODER DEL PATRONADO. y
para llegar a ello los J. P. tienen que reformar en primer lugar
al m,ismo patronado. Quieren construir un sindicalismo patronal,
que para conservar lo esencial (el poder de DIRECCIÓN, de DECI­
SIÓN), abandonaría todo lo demás (comprendida la propiedad)."
Sigue
L'Express, bajo la pluma de J. J. Servan-Schrei­
ber
(25), explicándonos las trasposición de la tesis en el plano
agrícola
por el Centro de los Jóvenes Agricultores: "El principio,
NO DE LA PROPIEDAD, sin() del CONTROL DE LOS MEDIOS DE PRO­
DUCCIÓN que los jóvenes agricultores reivindi_can vigorosa_mente
es la nueva forma de evolución de una sociedad como la nues­
tra. Los agricultores han dado el ejemplo; los otros lo seguirán:
los en1pleados
y los obreros. La propiedad será cada vez menos
el verdadero problema -se alquilará, arrendará-; el problema
es
el control EFECTIVO y COLECTIVO DE LA GESTIÓN. y lo será
cada vez más."
Que lo será "cada vez más" no es un hecho, ya que se trata
del futuro, pero sí un fin voluntariamente buscado, inspirado en
una teoría precisa de la que hablaremos.
En contrapartida, una serie de acontecimientos territoriales han
preparado
el camino a_ esta disociación:
1.0 El parce/amiento de las frop,iedades terrUoriales por la
supresión de
la libertad de testar y la imposición de partición forzo­
sa entre. los herederos (26). Napoleón recomendaba a Murat, rey
de N ápoles, su aplicación
para deshacerse de los oponentes locales.
El. Código civil del mismo Napoleón tuvo el mismo efecto destruc­
tor en Francia.
2.0 La generalizacwn, del estatuto de (]f(1'endamiento y las
garantúts a veces, excesivas acordlfáas a los granjeros, hasta tal
punto que
el cultivador tiene, en algunos casos, más ventajas tra­
bajando con el capital territorial de otro que con el suyo propio.
Siendo irrisorio el precio del alquiler de la tierra, el granjero
hace fructificar un capital del que no soporta las cargas.
(25) Número del 2 de agosto de 1%2.
(26) El "derecho de primogenitura" no era obligatorio en la ~ntigua
Francia, como se cree con demasiada frecuencia. Era una de las formas
acostumbradas
de herencia en ciertas provincias. En otras se dividía el
patrimonio; en otras una parte
era dividida y otra quedaba como pa­
trimonio.
270
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
Así como la protección excesiva de 'los. arrendatarios urba­
nos antes
de 1939 había retraído las inversiones inmobiliarias, pro­
vocando la crisis de alojamiento, igualmente, _la protección exage­
rada del arrendamiento agrícola no favorece el deseo de la pro­
piedad.
3.0 La política de centralkación y de u.-baniaación que, tam­
bién en este terreno, haée estragos.
En las regiones con ·delibe­
rada vocación al éxodo rural, el· precio de la tierra es irrisorio (27).
Si se considera la situación en lo inmediato, -es posible afirmar
que estando la tierra a bajo precio los graujeros harán lo posible
por "independizarse" comprando la tierra al propietario y que
el éxodo
rural puede permitir a explotaciones muy· pequeñas en­
grandecerse a costa de la emigración del vecino. Este estado de
cosas, lejos de favorecer
el divorcio propiedad territorial-explota­
ción, favorecerá, por el contrario,
la vuelta a un campesinado más
"rentable".
Los hechos parecen confirmar esta tesis, puesto que la encuesta
del sindicato de notarios en 1962 revela
"una transferencia extre­
madamente clara de la propiedad agrícola de manos de los vende­
dores que no cultivan a las de los adquirentes profesionales 'de ·la
agricultura" (28). · ·
Esta situación permite esperar ·soluciones favorables al 'ca'm­
pesiuado y muestra que no hay que levantar como" _un fantasma
"la apropiación capitalista" de la tierra por no cultivadores: tra­
ficantes de ganado, carniceros, comerciantes de madera, industriales,
sociedades anónimas.
·
Sin embargo, k desvalorización é!e la tierra es un fenón\enó
inquietante para el día de Il)añana. Vemos ya a los eXttanJe~OS,
sobre todo alemanes, comprar el suelo a bajo precio e instalarse
en el lugar de nuestros campesinos. Vemos a particuiareS' O so9ié­
dades montar gigantescas instalaciones dé tipo i:r:idti~t_rial en' el· Jti;..
gar de las explotaciones agrkolas (29).
-(27) Sobre todo cuando la tierra está arrendada. Las servidumbres--re­
sultantes de los contratos rurales llevan en sí una baja: del valor d_e . .venta
de la tierra arrendada. La· renta de ]os bie1.1es territoriales al~l'.IZli r.Ü~-
mente ·el 2,5 por 100. . , · ·,
(28) Cf. V entose~ septiembre de 1962. La encuesta. del .SinQ.icato ,ge.
los ·notarios de Francia y de Argelia, 1, ca.11~ de ·Cotircelles, Par.ís,, r~'3;la
que_ sobre las ·rentas examinadas en 39 departamentos: 4;035 . .:veri4edores"
de 9.428 'Son profesionales y 5.375 no profesionales;_ 7..855_,~pr.~~Qf-~;;d~·
10.136: son profesionales y 2.281 no profesionales. _, .. · , .: _ :<) _,J ,-.,~:-1;
1r
(29) Es curioso, por· otr-a parte. comprobar que .en,. el_-1TI0Jt}en-tQ!-enf:Cilll¡t~
el legislador denuncia la api'opiación capita.lístie';l' ,d.~.· :inmm~ :domi,nios;
211-

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Hoy, cuando s-u vecino abandona la tierra, el campesino in­
tenta engrandecerse comprando
el suelo abandonado. Pero, ¿ y ma­
ñana? Cuando no haya nadie para sucederle, ¿ en que se conver­
tirán todas estas tierras? (30).
El retroceso temporal del asalariado agrícola puede dar paso,
mañana, a un aumento del 1prop,ietariado de la tierra por dos
razones:
a) Porque ya no habrá campesinos para comprar las propie­
dades; desde ese momento, ,por consiguiente, la tierra yo no será.
más q ne una "inversión" cotizable en bolsa. Es entonces cuando
veremos subir su precio ... , cuando los hombres de dinero sean
sus.
poseedores.
b) A la minoría que permanezca en la tierra sólo le quedará
la solución de hacerse prolet!Nia de los otros.
No es ésta una visión imaginaria. Algunos líderes agrícolas y
políticos tienden a ello con todas sus fuerzas.
Que el "capitalista" sea el E·stado, o un trust, o una gigante
cooperativa colectivista, o
un conjunto complejo -y ¡anónimo!­
de estos tres elementos, llegamos al mismo resultado: la proleta­
rización del agricultor, el fin de su relativa autonomía, la muer­
te de la civilización campesina con las rjquezas económicas, socia­
les y morales que lleva consigo.
Leemos recientemente este título en un periódico español de
espíritu socialista-sindicalista: "Reforma agraria: la tierra para
los que la trabajan". Ahora bien, este slogan, sirve precisamente
para los tipos de reformas agrarias que im,piden al agricultor ser
un campesino libre y propietario o al ·menos trabajar para que sus:
hijos lo sean un día.
"La tierra para los que la trabajan". Esto significa que el
título de propiedad sobre una tierra se adquiere por el hecho de
explotar la, y no por compra o por herencia.
Pero,
¿ quién designará "al que la explota"? Esto plantea el
problema de la "devolución de los bienes".
-en um primer estadio ninguna dificultad: "el que explota''
comprados por políticos y negociantes amigos del poder, son transforma­
dos en cotos de ganado lanar a escala industrial ¡ Curiosa dialéctica I
(30) No hay que olvidar que el 25 por 100 de los cultivadores tienen
más de sesenta
y cinco años; solamente :el 10 por 100 tienen menos de
treinta y cnco afios. _Una reciente ley prohibe a los· cultivadores de más·
de sesenta y cinco la compra de nuevas tierras, sin duda para evita1, a
continuación, una retroventa "capitalística"; -pero entonces, ¿quién va a.
comprar las tierras en venta? Los jóvenes son pocos numerosos y no
,podrán hacerlo sin entramparse. Se tocan aquí las enormes consecuen­
cias de
la desvalorización de las rentas agrícolas.
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existe; pero no nos damos cuenta de que ha sido colocado par el
sistema anterior y que el nuevo sistema ("la tierra para el que la
trabaja") no prevé su reemplazamiento.
- en un segundo estadio) ¿ qué hacer cuando sea necesario
reemplazar a los que se mueren, se rompen una pierna ... ? Pare­
cerá normal encargar a una colectividad ( el ayuntamiento, la pro­
fesión, el Estado .. .!) de designar a los nuevos "propietarios".
Podemos llegar así, por un camino indirecto, al colectivismo.
Veamos
de pasada la injusticia del slogan. Favorece siste­
máticamente a los fuertes (a los que pueden trabajar) y corre el
riesgo de no
dejar a los débiles .(ancianos, enferrnos), más que el
recurso de ampararse en un hospital o en un asilo ... (31).
Hay que estar Ciego, utópico ... o interesado directamente en
la operación .para tomar en serio la hl.procresía de semejante pro-
paganda. , :
4." La presión tributaria excesiva y en pOJYtkuJar los dere­
chos de sucesión y de Registro, que todavía son muy elevados en
Francia.
Las legislaciones actuales intentan,
. por medio de arreglos, re­
mediar estos excesos (32).
Pero el mal del pasado da sus frutos
¡ Cuántas propiedades deshechas y desmembradas antiguamente
porque hubo que vender
"para pagar los derechos"! (33).
(31) Pierre Vinot, del Consejo Económico y Social, insiste con ra­
zón sobre este aspecto en sus numerosos trabajos. Muestra la anomalía de
los sistemas económicos fundados sobre la productividad y no sobre el
"conslllllo". Ahora bien, las mujeres en su hogar, los niños, los enfermos,
los ancianos
... , aunque no producen consumen. Pero para consumir ne­
cesitan los medios de
compra. La consideración demasiad.o exclusiva del
espíritu "productivo" provoca un
subconstuno a la vez que tm peligro de
superproducción.
La injusticia social aumenta co_n un desequilibrio funesto
de la econom,ía nacional.
(32)
La ley de 15 de marzo de 1963 prevé una "exoneración de los
derechos de compensación y de retorno
... , bajo pago de 50 nuevos francos
a condición de
que el copartícipe adjudicat.a:io se comprometa para él y sus
herederos a cultivar
personalmente la explotación durante un plazo mí­
nimo de cinco años, a contar desde el momento de la exención.
(33)
En el prefacio de El Ca,m,pesi,w,la (edit. Speiro, Madrid) Juan
Vallet de Goytisolo, de la Academia Española de Legislación y J urispru­
dencia, insiste sobre el perjuicio moral que causa el reparto forzoso.
"Es­
triba no sólo en la disminución de la auto:idad paterna, sino en que nin­
gún hijo tendrá deseos de sacrificarse por la heredad que luego deberá
partir igualit.ariamente con los otros." Y cita a Joaquín Costa diciendo
que esta legislación
es un disolvente: "El hogar es como Jos nidos de las
aves, que sólo sirven para una generación. La familia parece una simple
~edad mercantil que, llegq.do el plazo fatal, se disuelVa declarándose en
liquidación."
273
.,
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En fin, las regiones pübres no gozan de exenciones fiscales
-parciales e incluso totales-que les permitan vivir.
3.0 VARIACIONES SOCIALES Y POLÍTICAS.
La economía no es el todo. Los hijos o hijas de los cam,pesinos,
que son los menos perjudicados ¡,ar la crisis de la agricultura,
abandonan a veces una tierra en la que podrían vivir decorosa­
mente. Muchos campesinos vienen a la ciudad ¡,ara vegetar en
ella como simples obreros,
y más tarde se arrepienten de haber
venido.
Los hechos económicos son muy impartantes. Por esta razón
les hemos
dado mucha importancia. ¿ No llevan en sí consecuen­
cias sociales, humanas, incomprensibles sin ellos?
A pesar de todo,
el campesinado hubiera soportado mejor las
dificultades económicas si hubiera conservado su "estilo", "su
moral".
Los dos aspectos se mantienen e influyen el uno sobre el otro.
Analicemos las causas que .provocan el éxodo rural en Francia.
Ohombart de Lauwe, en una confereucia en la Academia de la
Agricultura (34), insiste principalmente en los motivos financie­
ros. Bajo el ángulo puramente social señalamos estas comproba­
ciones: -
"Trabajo menos duro en los otros oficios.,,
-"Jorn.adas de tra.bajo más cortas; por consiguiente, la tarde
libre.; descanso los domingos, sin tener que cuidar a los animales;
vacaciones durante
una época del año."
___, "Los hijos asiStirán a mejores escuelas."
-"Género de vida más moderna, más trepidante, con más
dinero que manejar."
-"Las mujeres emigran más ... para encontrar mejor parti­
do que en el pueblo."
-
"Con frecuencia los que se quedan ya no se llevan bien.
El descenso de la mortalidad ha diferido la edad del retiro obrero
de los padres, de tal forma que los jóvenes esperan durante de­
masiado tiempo antes de tomar la dirección de
la explotación."
-"Cas·i ~iempre la n1:ujer t~abaja como una esclava (en la
granja) y ni siquiera participa én las distracciones ... ".
-"El aislamiento (rural) a pesar de la .motorización no fa-
(34) Memoria de las sesiones del 22 y 29 de enero de 1964, t. I, núm. 2,
páginas 177 y sigs.
274
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Vorece la organización de las distracciones". Los agricultores "no
están suficientemente instruidos para leer ... ; se aburren y a veces
se entregan a la bebida".
Estos hechos son generalmente exactos, aunque, según nuestra
opinión, no constituyen motivos ineludibles
para el éxodo rural.
Chombart de Lauwe observa, en efecto, que el éxodo rural "está
también frenado por otros factores que crean en el emigrante un
complejo de decadencia: pérdida de la independencia, horario de
trabajo (en la ciudad) a seguir sin libertad para organizarlo por
sí mismo; se acabaron las siestas, se acabó la caza, se acabaron
las diversiones durante la semana ...
-"y la propiedad se abandona ... La partida es la proletari.,a­
ción;
la familia, de la que tanto nos quejamos, es una poderosa
traba para
el éxodo rural" ... "Saben lo que dejan, pero no saben
lo que encontrarán" ... "En resumen, todas /,as instituciones del
campesmado,
;no se han perjudicado por un desarrollo económico
desorganizado?"
Podríamos añadir a
la pregunta de Chombart de Lauwe: ...
"¿ o demasiado organizado contra las propias instituciones del
campesinado ?"
El testimonio de este autor es tanto más interesante cuanto no
es
de los que se aferran a defender al campesinado solamente por
razones morales o religiosas. ·
Permite observar que los motivos económicos, por sí solos, no
bastarían ,para explicar
lo que llamamos, por _eufemismo, ·" ei ma­
lestar campesino".
Para que el campesino abandone su tier-ra, para que se niegue
a luchar a fin de defender su estado de campesino libre hasta el
fin, su moral tiene que estar herida.
A la luz de las observaciones de Cbombart de Lauwe podemos
e.firmar que la "moral" del campesino está arruinada por:
-La "inversión de los valores" (3$}, que cOloca los place­
res y la fiebre de la vida urbana por encima de las realidades más
sólidas de la vida familiar y sücial. Ilusión, .espejismo de visión
simplista: ¿cuántas personas
"de la ciudad" tienen tiempo y me­
dios
para pagar esas famosas "distracciones" a que aspira el rural?
-Un fatalismo de la urbanización que nos lleva a creer que
de ahora en adelante
"todo el mundo vivirá en la ciudad" y que
es inútil organizar sanos placeres en el campo (36), esto ert .. ei
(35) ·SegÚn la expresi6n de Juan XXIII, Mater et Magistra, ·3."
parte.
(36)
Sin embargo, contra esta corriente destructora señalemos la ac­
ción bienechora pero limitada y no
siempre en -profundidad dé las obras
'1:15
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momento en que los poderes públicos se preguntan cómo podrá
vivir tanta gente en las ciudades.
-
Un olvido casi absoluto de lo que representa la civilización
campesina y del mal que aportaría su desaparición.
Esto en el momento en que los obreros de una gran fábrica de
Montreuil (Sena) votan en mayoría por la "descentralización"
de su fábrica en el campo bordelés.
Entre dos soluciones:
- Organizar la defensa del campesinado.
- Abdicar
y huir a la ciudad.
¿ Por qué en el plano "moral" se adopta la segunda solución
en .detrimento de la .primera? ¿ Por qué esta inversión de valores.
este complejo de inferioridad campesino, este fatalismo, ha pasado
a las costumbres de muChos?
Llevemos adelante nuestro análisis y encontraremos:
-La pérdida ,progresiva del espíritu sobrenatural, compren­
didos los católicos
y quienes los orientan desde hace veinte años.
-El horror a una condición modesta y a la virtud de la hu­
mildad REAL, la voluntad de "vivir su vida" a su capricho.
- La avaricia y el espíritu rutinario del campesino que da a
sus hijos salarios irrisorios
bajo pretexto de que "viven en casa",
empujándoles al éxodo cuando quieren casarse. Esto en el caso de
propiedades en las que podrían vivir dos familias.
-
El individualismo y los celos, llagas de las fórmulas de
asociación que permitirían al campesino "defenderse" mejor y
evitar colectivismo y proletarización.
-La envidia, que lleva a entramparse para tener "un tractor
más grande que el del veéino ". A vender sus bestias para tener
el título de
propitario vitivinícola. ¡ Cuánto se arrepienten tu1os
años después! Pero la vanidad es fuerte ... , sobre todo cuando la
mujer empuja a estos cambalaches.
-El miedo a encontrarse frente a sí mismo y a Dios en
el esfuerzo y el contacto habitual con la naturaleza.
Todo esto es difícil de escribir. Por una parte estas cosas no
-católicas del mundo rural. Se les reprocha el haber sacrificado demasiados
valores auténticos del campesinado bajo pretexto de ponerse "a tono" y en
el pretendido "sentido de
la historia". ¿ Por qué, principalmente, han des­
truido bajo pretexto de adaptación, estos tesoros
de la lengua y del folk­
lore
de las provincias en que la Iglesia, hasta ahora, había sido la más
prudente guardjana? ¡ Así vemos en las regiones que defienden sus tradicio­
nes la influencia de las obras católicas de recreo pasar a manos del lai­
cismo, cuando

no del comunismo, y transformarse
-¡ oh paradoja!-en
violentos defensores de las libertades locales!
Z76
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
..son las únicas, y volvemos a repetir que nuestras largas considera­
ciones sobre las dificultades e~oti'Ófflicas del campesinado con­
temporario bastan para demostrar que nó desconocemós estas
otra parte, es fácil pretender resolverlo todo con arreglos de pre­
.cios (37). Si el campesino deja de "creer" tampoco "creerá" en
el campesinado, se convertirá sin duda en un proletario" agrícola
bien pagado con su tele
y su coche, pero ya no volverá a ser un
campesino, y la nación, mutilada de este "vivero" social, se hun­
gorífico".
Colin Oark (38) observa que no son los campesinos america­
nos
de las regiones de muy bajo nivel de productividad ... "los
que se dirigen habitualmente hacia los empleos industriales; estos
últimos seducen sobre todo a
la mano de obra agrícola de mayor
productividad
en las regiones ya industrializadas".
"Idénticos fenómenos se han registrado recientemente en Gran
Bretaña. Las bajas relativamente más marcadas del número de
los trabajadores agrícolas se han registrado en las regiones de alta
productividad
de los Midlands, no en las regiones rurales de baja
productivadad de las Altas Tierras de Escocia, del País de Ga­
les o de
las comarcas del Sudoeste de Inglaterra."
Existe, pues, otra
cosa que no es la búsqueda de mayor ganan­
óa ( que se paga, por otra parte, en la ciudad por un gran aumento
miento!-, transportes... y mil dispendios que no se dan en el
campo).
Existe sobre todo la repulsa
del estilo de vida campesina POR­
'QUE ES ESTABLE y en nüestra ~ se tiene "la manía de mo­
verse" ("la bougeote"), PORQUE OBLIGA A VIVIR A UN RITMO MÁS
PRÓXIMO AL DE LA NATURALEZA, cuando parece tan embriagador
jugar al "boss" americano -o crearse un universo artific;ial en -el
neón y las oficinas de cristal.
(37) Habría que hablar también de la,:¡ propagandas por el libro, la
prensa, la radio, la televisión, la canción, que apenas exaltan la vida cam­
pesina,
que no tienen ojos y oídos más que para el progreso industrial y Ias
realizaciones urbanas, que cultivan en los espíritus la dialéctica: ciudad­
campo. En todo esto no hay sólo motivos de "interés", existe otra cosa,
-un espír.itu, una mentalidad presidiendo estas campañas sistemáticas. t Por
qué razón los jóvenes rurales se ven empujados a salir del campo por los
maestros?
(38) "Las cuestiones planteadas en L' Ewrope agricole acerca del ham­
bre en el mundo." Artículo reproducido en La Frooce CaJholique del 26
Oé enero de 1962, pág. 6.
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
Esta repulsa atañe, eremos, principalmente a los jóvenes (39).
Muchos hijos de agricultores con .propiedades que les permitirían
vivir decorosamente se van a la ciudad, desesperados porque nin­
guna de las jóvenes con las que podrían casarse quiere ser una
¡mujer de campesino!
Los abusos del pasado
no explican todo. La joven quiere ir
"a la ciudad" porque allí se ve "bien vestida", comprando en
los grandes almacenes como las princesas de las que ven la foto
en Paris-'MIJich. Ella irá a trabajar al, la oficina -¡ siempre
"bien vestida"!...;,__,..¡ lo que es menos sucio que la granja, frecuenta­
rá los cines. En resumen, se construirá un mundo "pai"a .ella".
Soñará su vida. Y ya no estará siempre detrás de dla como una
pesadilla
fa dura exigencia de la tierra que no miente.
· A veces el :motivo inconfesado de la joven rural que "se-co­
loca· en la ciudad" es la aventura· en su habitación de sirvienta,
perdida en la inmensa ciudad que ignora todo, que permite todo,
¿ exageramos un poco ? · , ·
Pero; ¿ cómo explicar esta pérdida de1 sentido moral?
El sentido moral ya no existe cuando los humanos ya no saben
poi qué viven, cuál es su VERDADERO FIN. El Cardenal ·Léger, ar­
zobispo de Monreal atribuía a la "pérdida del sentido de la
finalidad" los desequilibrios socio-económicos
del mundo indus­
trial ( 40). Podríamos decir lo mismo
del mnndo rural.
Si no se vive más que por el dinero, ¿ para qué hacer sacrificios
e ingehiárselis para que al menos un hijo pueda quedarse en la
explotación familiar?
· .
Si
no se vive más que por el dinero es preferible "hacer
fortuna en·la ciudad" o al menos tener esta ilusión.
. Si la vida no tiene más sentido que gozar del placer que pro­
pói"ciúha. El "carp·e diem" de los epi euros : "vivir cada día".
Si ·Já vida campesina con su austeridad natural -incluso te­
niéhdó frigoríficó' y· televisión-, con su lentitud, su SILEN·c10 Y
esta belleza que hay que · saber descubrir · porque no salta a los
ojos con toda la violencia de su neóns rojos y azules; esta vida
ARMONIOSA obliga demasiado a la reflexión, a la meditación, para
que los jóvenes paganos de nuestro tiempo puedan todavía
SO­
PORTARLA.
A Cristo no se le encuentra más que en el silencio interior.
(39) Esta opinión resulta de múltiples obse,vaciones, pero no preten­
demOs Que corresponda exactainetlte a la realidad.
(40) Al Congreso Mundial de la U. N. l. A. P. A. C, (Unión Mun°
dial de patronos cristianos).
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
A la hora de la elección entre El y Mamom (ídolo de todos los
tiempos),
¿ quién tiene el valor de escoger la ."vía estrecha" y
pendiente que sube? ·
Sabemos que estas líneas n9 serán del agrado de muchos ca­
tólicos. Peor para ellos.
Han. tomado la rutina de creer que
se arreglarán todos los
.problemas a fuerza
de medidas económicas. y .de "reformas de
estructura".
Tienen la vergonzosa costumbre de eludir el problema ltSEN­
CIAL, el del fin de .la vida. Y se extrañan de ver a los jóvenes
huir
del campo, a pesar de las .kermesses (verbem1 con rifa bené­
fica), los campeonatos, los
pá:seos "moto~izados'~, _las _vueltas ci­
clistas ...
y los h.üles parroquiales, porque hasta esto vemos ya hoy.
¿ Es totalmente culpa suya? ¿ O de los que deberían guiarles?
¿ Han acelerado el proceso del que vemos hoy su fin ?
Un pasaje del libro de Serge Malle!, "Los campesinos contra el
pasado", es inquietante.
"El paso decisívo, escribe (41), la corriente que ha marcado
de forma neta la acción ulterior de la J. A. C., aparte de la trans­
formación de Sus "estructuras scoutes" en "estructuras de mo­
vjmiento" ha sido sin duda su_ REPULSA de constituir, _como pre­
tendía la jerarquía eclesiástica, un "movimiento-de medio rural"
-lo que incluiría a todos los notables, comerciantes y propietarios
territoriales-sino un movimiento de jóvenes campesinos cultiva­
dores, es decir, una
ORGAN'r:zACIÓ-N ·DB CLASE'~. Y añade, en ·nota:
"Es sobre este último punto sobre el que ha tecaído, sin obtener
un triunfo completo,
ei esfuerzo de la jerarquía eclesiástica, cuando
se celebró
el Congreso de la J. A. C. de 1961. Pero la evolución
actual
de la J. A. C. que parece "controlada" de nuevo no tiene
hoy día la misma importancia.
El desarrollo de los Círculos de
Jóvenes
ha asegurado el encuadramiento que la J. A. C. asumía
antiguamente cuando no existían organizaciones laicas."
¿ QUIÉN ha hecho servir, contra la voluntad de la Jerarquía,
a un Movimiento
de Acción Católica ordenado ·como "organiza.ción
de clases", esperando que loS Círculos de Jóvenes tomen el relevo?
El .papel de ciertas "jerarquías paralelas·" es innegable, ver-
(41) Página 5.5, Ed. du Senil, París.
"Por mi .parte, como por la de la mayoría de mis camaradas, la adhe­
sión
a la J. A. C. no tenía ninguna significación religiosa : era el medio de profundizar en grupo en las técnicas agrícolas modernas ... Y también
hacer acción sindical", Raoul Seyriés, secretario general de los
Jóvenes Agricultores interrogados por Mallet para el N ouvef observatewr (22-II-
1964).
Z79
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
un hilillo de agua bajo el hielo".
¿ Debemos extrañarnos de que el cuidado de dirigir a una
generación de militantes revolucionarios haya a veces prevalecido
sobre una auténtica formación moral
y religiosa?
¡ Y: hoy recogemos los frutos amargos de lo que fue sembrado
con tanta inconsciencia !
"La economía, escribe Haessle, tiene dignidad de medio en
el orden del fin último del hombre, que es la visión beatífica" (42).
Y agrega: "Acumular por acumular, producir por producir es
el
pecado social que dobla a muerto por una civilización" (43).
Por su parte, Blanc de Saint-Bonnet, con su fuerza habitual,
llega a la medula del problema: "Los ricos del mundo, escri­
be
(44), son pobres precisamente en lo que los santos son ricos.
La cuestión es saber cuál es el valor de las riquezas del santo y
el de las riquezas del rico, ya que las riquezas no tienen valor
más que para sastifacer nuestras necesidades. ¿ Cuáles son, pues,
las necesidades del hombre? ¿ Tiene necesidad de inmortalidad?
¿ Tiene necesidad de lo que es pasa jera?
Palabras duras, pero que son duras ¡x>rque el hombre "nace
débil y soberbio" (45) y .porque pretende siempre regular sin
sufrimiento los :problemas de la vida social y crearse sin cesar
eldorados que
se desvanecen como el arco iris entre los dedos del
niño
que cree cogerlo.
No habrá nunca una sociedad ideal en la tierra. Siempre ha­
brá que librar de frente estos dos combates:
l. Crear condiciones sociales capaces de permitir al hombre
llevar una carga digna y perseguir
su fin natural y sobrenatural
con el menor número posible de dificultades, pues "de la forma
dada a la sociedad ... · depende y deriva el bien o el mal de las
almas"
(46).
2. Al mismo tietn¡x> recordar al hombre que su condición
terrestre no suprimirá el dolor y que debe preferir lo que le acerca
a Dios a los placeres de un destino terrestre efímero. Recordarle
también que la mejora de las condiciones sociales de su medio
exige también sufrimiento,
tiemJX>, períodos que atravesar con
frecuencia duros,
pero que "la cosa vale la pena", ¡ya que de ello
depende nuestra felicidad eterna!
(42) Haessle, El Trabajo, pág. 350.
(43) Haessle, El Trabajo, pág. 114.
( 44) fo dm.lewr, El dolor, pág. 26.
(45) Blanc de Sain-Bonnet, ibíd-.
(46) Pío XII, 40 aniversario de Rerurm Novarum.
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
No diremos nada más ... Pero tampoco menos. Si hay que con­
siderar todo
el problema campesino ¿ cómo descuidar lo esencial
aquello para lo que todo lo restante no es más que un medio?
¿ Algunos no estarán de acuerdo? Que reflexionen. Defender el
campesinado sólo en lo que tiene valor y abandonar al "viento de
la historia" lo que enraíza profundamente en la vida de
la huma­
nidad
es una habilidad de políticos. No es una forma honesta de
tratar la cuestión.
¡ Y es habilidad nada más que a corto plazo!
Después de algunos años
el problema se plantea de nuevo más
agudo que nunca,
porque no se ha querido profundizar hasta la
raíz. ¿ Censuraremos a los campesinos de esta desafección de orden
moral o religioso
por su estado? D!eberíamos censurar mucho más
a sus guías inconscientes o marxistizantes tal como nos los des­
cribe Debatisse (47).
"En aquella época, escribe, la explotación familiar se conside­
raba como
el valor fundamental del mundo agrícola. Era la mejor
fórmula para asegurar la educación de los hijos ipor los padres,
para asentar sobre bases sólidas la vida comúrt ordinaria, para te­
ner en jaque las malas ideas, las malas revistas, los errores, las
vicisitudes que podían venir
de la ciudad. La explotación familiar
permitía conservar, lejos del ruido y del tumulto de la ciudad, los
auténticos valores que
han hecho del mundo agrícola un medio
creyente,
un medio ferviente, el medio privilegiado de la civiliza­
ción. ¿ Qué valores? El respeto a la autoridad familiar, el poco
a.pego a las ganancias."
Agrade o
no a Debatisse, lo que él enuncia con ironía es CIERTO.
¡ Qué han hecho los guías espirituales para conservar este patrimo­
nio
y adaptar lo esencid. lo ffimutablé1 a las condiciones cam­
biantes de nuestro tiempo?
¿Nada? ¡ Todavía peor!
"Este ar,enal tradicional fwe sometido a revisi6n, en el cursillo
de la J. A. C. No con referencia a principios o ideas, sino a partir
de una realidad brutal. Tomatnós coricíencia de que la explotación
familiar representaba, de hecho, una fórmula en la cual, en
el 50
por 100 de los casos, los hijos no accedían al certificado de estu­
dios, en la que las mujeres
y los niños servían de mano de obra
para cualquier labor, en
la que matrimonios destrozados, abruma­
dos, abatidos de cansancio no se dirig-ían
la. :palabra. En términos
claros, hombres y mujeres malgastaban su vida para mantener
intacta una estructura social considerada,
a priori, como una
panacea ... "
"Podemos afirmar que muchas ideas divulgadas por el Centro
(47) La Revolution silenciro.se.
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
de Jóvenes Agricultores han florecido a partir de estos primeros
descubrimientos
... La J. A. C. les ha ayudado a reflexionar. Re­
cibía entonces su profunda formación doctrinal de capellanes je­
suitas y de la A. C. J. F. Sus métodos pedagógicos de reflexión
y de· adaptación eran el fruto de la confrontación de experiencias
de los movimientos especializados ( obreros, estudiantes, canipesi­
nos, etc ... ) y de esc.uelas de pensamiento, tales como la Acción
Popular y Economía y Humanismo."
Si DebatiSSe generaliza casos más o menos numerosos de in­
fluencia sobre jóvenes ·agricultores, no podemos juzgarlo :rp.ás que
por los frutos actuales. Y hay que constatar que los vicios de
razonainieilto del ·autor se· encuentran en muchos espíritus. Nues­
tró alláliSis no sería objetivo si nos contentásemos con el diagnós­
tico Debatisse citado eµ el primer párrafo.
Los .otros párrafos dernues(ran una orientación intelectual más
próxima a la ideología marxista que al buen sentido.
Ya que:
Lº Se constata la situación deplorable del campesinado des­
pués de ciento cincuenta años ·ae espíritu liberal en las instituciones
civiles y económicas: territoriales, comercialesJ etc ...
2.º No se, busca ¡x>ner remedio a los males de las estructuras
campesinas.
¡ Se mata al enfermo l. . . Este á.rsenal tradicional fue
·"puesto en tela de juicio". Y las posiciones tomadas actualmente
por las
agrupaciones citadas no permiten interpretar esta "revi­
sión" con un exceso de pluma o_ una forma de hablar.
3.0 Se interpretan estos hechos no "con referencia a princi­
pios. e ideas" ... , incluso ciertas-y bienhechoras, sino en virtud "de
una animación doctrinal fundada en la confrontación de las ex­
periencias
de_ los movimientos especializados ... y de escuelas de
pensamiento
... ".
Lo que quiere decir, si comprendemos bien (y sin prejuzgar
las
"escuelas." y los guías citados) que: -los principios (es
decir
lo que no cambia, lo que es "primordial" en el orden de los
valores) no tienen nada que ver en las soluciones a considerar.
-los hechos toman valor de derecho por su sola existencia,
la confrontación de las experiencias, sirve de línea de Conducta sin
-referencia a los principios.
En otros términos: todo evoluciona al
compás d.e los acontecimientos. De náda serviría reformar un es·­
tado de cosas-juzgado "bueno" o "malo" con referencia a un
princ'ipio objetivo inmutable de "bien" o de "mal''. Esta "re­
forma" debe dar paso a una "evolución", a una "revisión" radical
de las estructuras,
no porque se juzguen "malas", sino porque ya
282
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
no estarían de acuerdo con una evolución histórica juzgada fatal,
jrreversible.
¡ Estamos en pleno marxismo !
¿ Pero no es el aire de los. tiempos?
Esto es lo que vamos
.a ver.
Antes señalamos que los hechos observados hasta aquí toman
tanta n1ás importancia cuanto factores nuevos intervienen desde
la segunda guerra mundial como reacción legítima contra los abu­
sos del siglo 1;beral :
L° Evol!ución de la defensa agrícola.
La defensa agrícola era realizada hasta 1939 casi únicamente
por los parlamentarios. Con la "Corporación campesina" organi­
zada
por el gobierno del Mariscal Pétain esta defensa tiende a es­
capar a las presiones más. o menos demagógicas
de los partidos
para hacerse cada vez más profesional.
Por fin la Ley de 1947 facilita la aparición de las cooperativas
agrícolas.
De este doble movimiento, profesional y cooperativo,
nacen los organismos agrícolas que constituyen
una fuerza a la
vez social y política "de masas". Corno todos los grupos "de
masas" está dirigido ... por unos cuantos, algunos de los cuales son
"' señores'' raramente sobre un tractor y con más frecuencia en
las antecámaras de los ministerios (48).
2.0 Importancia creciente de la agricultura en la Política
mundi,al.
Se debe a los principales motivos siguientes:
a) El "hambre en el mi tivo de los suelos y de la cría de ganado en los países africanos, la
India, etc
... Las necesida¡:\es alimenticias del 10 al 15 por 100
de la humanidad no están satisfechas (49).
(48) Y no siempre desinteresadas ... , las cifras que citamos posterior­
mente dicen más que los mejores argumentos.
(49)
"En el mensaje de los trabajos de Josué de Castro el universo
se
ha puesto a gritar : los dos tercios del · mnndo padecen hambre", leemos
en La France C11tholique del 26 de enero de 1%2, que publica a continua­
ción
un artículo de Colin Clark, especialista d~ los p,r-oblemas agrícolas_,
''Las cuestiones planteadas en L' Europe agricole por el hambre en el mun­
do" (Ed. Société d'études
et de documentation économiques, índustrielles 'et
socielles, París). "La cifra de los dos tercios de la población mundial, escri­
be Colin ,Clark, ha sido denunciada como un simple error matemático hace·
varios años por
el hombre de máxima autoridad en esta materia (K, ,Ben­
net, en su libro The iW orlds food, 1964) ... Ciertamente es muy dificil
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
Utilizar los excedentes de la capacidad de producción agrícola
de América del Norte,
de Australia y de Europa para remediar
el hambre en las partes del mundo donde hace estragos
es un
problema de
di,plomacia y no de economía, observa Colin
Clark (50). Los gobiernos de los países en que hay gentes que
padecen hambre los rechazaran resueltamente si son comunistas, y
les repugnará admitirlos incluso si no son comunistas, pues debe­
mos recordar que ahora
casi todos son gobiernos independientes,
con un sentido muy vivo
de su dignidad ... Sería posiblemente más
prudente ofrecer préstamos que donatiVos, préstamos reen1bolsa­
bles a muy largo plazo y con un tanto de interés muy bajo, acor­
dados en moneda, pero con la condición de que una parte se de­
dique a la compra de productos agrícolas.
Es Un demento de solución. No hay que olvidar tampcco el
aspecto educativo de una ayuda a estos países. Como Juan XXIII
ha subrayado en la Mater et Magfrtra, las naciones en vía de
desarrollo
nec~sitan cuadros de élites, y en particular de élites
rurales que las naciones más desarrolladás deben contribuir a
formar.
b0 El acuerdo de intercambios entre países agrícolas y paí­
ses industriales se convierte, por necesidad, en institucional. Los
tratados tienen como finalidad evitar crisis económicas favorecien­
do los intercambios complementarios de productos, intercambios
de mano de obra, etc. Caso del Mercado Común europeo, por
ejemplo.
c) 'La utilización del proletariado agrlcola como "fuerza re-
establecer la cifra exacta, pero tm experto estudio de todos los datos dis­
ponibles, hecho por el
Dlr. Sulkhatine (director de los servicios estadísticos
de
la FA O, en un comunicado a la Real Sociedad de Estadísticas de
Londres.
mayo de 1961), indica que la proporción de la población de la
que se _puede decir que sus necesidades alimenticias no están satisfechas de
una forma o de otra, es del orden del 10 al
15 por 100 solamente."
"Estas cifras contienen,
por otro lado, una im¡xi-rtante reserva: es que
un buen porcentaje del hambre que hace estragos en el mundo debe atribuir­
se, por una parte, al gobierno comunista
de la China y, por la otra, al
sistema de las·
castas. de la India. (A pesar de una legislación cuyo fin
teórico
es abolir · este sistema, permanece sólidamente establecido, sobre
todo en los
pueblos ert que los miembros de las castas inferiores rechazan
sistemáticamente las ocasiones económicamente y viven al borde del
ham·­
bre.) "El autor hubiera podido citar también la corrupción social que
representa el Islam con su cortejo
de miserias, de pereza, de explotación
del campesino por algunos 1'caídes" o gentes de poder ... Esta puntualiza­
ción estadística
es útil. Lai France Ctholique lo subraya: "N¡o hay que
hacer lo mismo
.para alimentar a los dos tercios de la población mundial
que para ayudar del 10 al 20 por 100 a vivir."
(SO) Opus cit., ver la nota precedente.
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VIDA CAMPEsINA Y PROGRESO
v.olucionwri sinas.
Caso de las revoluciones agrarias en China, en Cuba, con pro­
pagandas de orientaciones análogas en Brasil, Argentina, Ale­
mania
del Este, Polonia e incluso Francia.
d) La resistencia, de, los camfesinos al colecl,ivismo juega, en
sentido inverso al factor precedente, un papel importante en los
países totalitarios.
Un ingeniero refugiado en Polonia nos explicaba así: "Quizá
no es por motivos doctrinales explícitamente -formulados por lo
que los campesinos polacos han resistido. Pero han estado some­
tidos a tal µ-opaganda en favor de
la mecanización agrícola que
han desconfiado. Si los tractores pertenecen a una cooperativa del
&lado pasaremos al servicio del Estado. Si la cooperativa, al
principio, no es del Estado, llegará a serlo a causa de las personas
que la dirigen actualmente,
y el resultado será el mismo. La me­
canización era en esta situación el medio de esclavizar el cam­
pesino al Retado. El no ha avanzado, ha preferido ser tratado de
retrógrado, conservar sus caballos ... y permanecer libre."
& una explicación. Existen otras. Especialmente el catolicis­
mo fundamental de los campesinos polacos.
Pero no podemos negar este papel del campesinado polaco en
favor de la libertad. Y, coincidencias de la vida, es precisamente
en Polonia donde los técnicos de los kolkhozes rusos han hecho
cursillos ... ¡ para estudiar las razones de una mejor mayor rentabi­
lidad agrícola.
II. DEL HECHO AL "DERECHO NUEVO"
Hemos citado anteriormente algunas líneas de Debatisse y de­
cíamos que reflejan
una mentalidad para-marxistas. Quizás no en
su intención profunda, pero al menos en la manera en que se
plantea el problema campesino.
Recordemos los datos del problema:
l. El campesinado, la civilización ·campesina, representa va­
lores que
Debatisse califica amablemente de "arsenal tradicional",
lo que no cambia en nada su valor ( cf. la primera parte de este
estudio).
2. Intervienen elementos nuevos que hemos analizado:
a) ¡prógresos técnicos y sociales ;
b) orentaciones ideológicas de estos hechos con frecuencia
2&5
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
desfavorable a los principios esenciales que dan su razón de ser
al campesinado.
A primera vista, la salución estaría en encontrar, en una adap­
tación forzosamente temporal y sujeta a mejoras pr-ogresivas -he­
chos nuevos (párrafo 2)-a los principios inmutables, esenciales y
bienhechores del campesinado (párrafo 1 ),
¿ Qué hacen los guias citados por Debatisse? Eliminan pura y
simplemente el primer dato del problema: suprimen el campesi­
nado ... bajo pretexto de salvar al campesino. Hacen del campesi­
no libre un proletario
... , para liberarle de los abusos que no ata­
ñen a la condición campesina, sino a las violencias _legales hechas
al campesinado. Hacen realidad esta eJ "No curamos la llaga, golpeamos encima."
Así como
Marx no buscaba una mejora de la suerte de los
trabajadores, estas "escuelas de pensamiento"
no buscan una me­
jora de la suerte de los campesinos. Marx constataba la miseria
proletaria y se servía de ella para erigir el proletariado "como
fuerza". De igual forma se constata la suerte inmerecida de los
campesinos ...
y se suprimen las estructuras sociales con las que
podría ponerse en marcha su mejoramiento.
S.e diga o se calle,
la constitución de un proletariado agrícola como "clase",
como
"fuerza", es el fin del camino, desde el mommento que uno se mete
en la vida de las "revisiones"
de lo social.
Pero hay que reconocer, desgraciadamente, que los marxistas
no fueron los únicos en trabajar en este sentido. Debatisse evoca
los cursillos de
J. A. C., Economía y Humanismo, la Acción
Popular, las Capellanías jesuitas
y otras "escuelas de pensamien­
to", en el ambiente de estas ideas "que están en el aire", según
la e,opresión de Bloch-Lainé (51). La tesis de una evolución "fatal"
(51) No generalizamos: Sabemos que cuadros, capellanes, militante$ de
la
J. A. C. y -del M. F. R. saben resistir a las corrientes subversivas.
Sin embargo, nos vemos obligados a constatar que algunos movimien­
tos
católicos han facilitado el camino del totalitarismo agrícola en cier,tos
~spíritus
a los que el comunismo y el socialismo no hubieran podido llegar
por influencia directa.
Serge Mallet (que fue
miémhro del Partido comunista y que escribe
,en Fram.ce Observateuir) dice en Les paysans contre le passé-Los campe­
sinos contra
el pasado ... : "Lambert Canouge, Roland Viel, Molou Fabre,
Auguste Viaud y algunos otros
han asegurado el relevo de la tradición
socialista _por el "joven campesinado'' de formación jacista. Las relaciones;
con la A.
C. J. F. de los militantes jacistas contribuirán igualmente a be­
neficiar a
los jóvenes agricultores de la experiencia del sindicalismo obre­
ro ... " (pág. 32).
Hablando de Roland Viel, página 58, observa que se adhiere al P. S:U.,
286
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
de la humanidad hacia un tipb ";''núevo" de sociedad está muy
extendida en
lo.s espíritµs; Esta evolución se caracteriza por:
-La instauración. de una.;, civiliz~ción industrial".,
-La injerencia, cada vez· mayor, del Estado en todos los
sectores de actividad y hasta.
de la· vida familiar i¡ personal de los
ciudadanos. · : · '·
'...e-La reducción progresiva de la-propiedad -privada :
-sea por apropiació.n di~ecta o indirecta del Estado,
____, sea por sumisión del uso de la propiedad privada a los
imperativos de un planismo
de -Estado: .tesis de Mendes-Fran-
ce (52). : i.
-La reducción del mismo Estado al papel de simple órgano
ejecutivo de las potencias
económicas anónimas: ver el papel del
"'guía" ejecutor de los "grandes irµperativris", de los "imperativos
trascendentes_",
tal como Jo · '.[)rOp6nen Armand y Dr;:u~court en
su Plaid¡yyer pour l'1111Jenir. · ·· · ·
hi superación del conflicto economía liberal-economía colee-·
ti vista para la instauración de una_ potehcia tecn.o~rátf ca q_ue unirá' ..
1as dos concepc;iones so;bre la };l;ise ,de una· rniSma-fiJosófía materia­
lista, fuente de las dos
corrientes.
-
El determinismo económico : concebido &ln\o fundamento
esencial de toda la vida social : ·
el hombre al servicio de la sociedad
la sociedad centralizada y "politizada"
los medios de presión, de información y de
propaganda en
manos del Estado
· - · · - · · ·
la política dirigida por la economía_ .
una economía de predominancia_ cuantitativa~ .
¿ Cómo hacer aceptar al propio ca,;npesinó . uha ideologíá que
va contra el tipo de vida social del qúe procede y según el cual' üna
nación debe ser lo que es} -. , . . . .
Oponer doctrina _a doctrina, p~incipio a principio, sería: Uri.a
torpeza táctica. Todo fo que hay de sano en las virtudes· campe-
creado en 1960. Ha sido precedido, o seguido, añade, Í>or la m~Yoria de
.esos "Mohicanos" de la C. G. A. de 1945 y de numerosos ex-jacis~'...
(52) Cf. La Republique mvderne, p-ág. 161: "Lo que. cuenta _esencial­
mente no es saber si Utla _ empresa dad:.( eS O_ no propiedad pública~ sino si
está al s·ervicio de ·1os fines qué el Está.do democrático la ha. asignado."
Como ob~erva Louis Saiteron : '.'La pf'opi~d ' é§ la · f*lite del · poder
económico ... ·At;,oli~ndo de una· fornia o ~e ·otra ·e~ia; ptopiedacJ.· abolimós
el poder eoonómJco específico, por cónsJgui~nte 'se reduce -·el Pod~r · a la unida,d en manos sólo del Est.adó.'' Esto es ·et tbtalitaristno (cf. "·et· folleto
de L. Salleroii: Powvoir et frrójn'été danJ l'entreprise,' tomado d-e 'ltiné-
raires, núm. 75). '
287

Fundaci\363n Speiro

ALAIN,T}fGRANCHES Y PIERRE,BEVILLARD
sinas -se. levantaría contra los falsos médicps qne matan al enferma­
ba jo
pret~o A~ cµrarle. Es, más oportuno ·crear un clima de
encaminamiento .progresivo .del campesiqado hacia la proletarización
eg.una'"~vilización_ ,indu$triql", sin que ,él se ·dé cuenta e invo­
cando ·un deseo de reformas. legíiimas. -
Vayamos más lejos. Una afirmación doctrinal no corrrespon-·
dería a la mentali<\acl ·para-marxista de las nuevas "escuelas de
pensamiento.'-':. .-: ·,. ', . -· _ .:.:·, ·
··D_ebatisse opone . la_ .. ~-' c~nfrontación ·_de.· experiencias" a una
"ref~cnci:a .a _principios_ o-i doctores del mundo rural:
L ·Et derech)) positivo, la legalidad,: las leyes del Estado, son -
conside,;adas:
EN sí MI$MAS,-sin referencia al derecho natural (53),
como srtuyiesen:fu~rza únicamente porque una_ asamblea o un po­
der las: ha promulga4q, Esto es lo que Pío XII llama un "positi­
vismo jurídico". Simplemente, es el primado
tle .la FUERZA -(del
poder o del
,número) •sobre !') DltRJlC1!0 { en lo que tiene de im­
prescriptible, de-,permanente),, _ , , ,. _ --.-- , -
, 2. Ll..-injusticia .de la legalidad, del derecho positivo, ya no
se combate mediante la promulgación
_de leyes_ más justas que -
hagan respetar mejor ele derechp natural : en Ja situación concreta
del campesinado en 1964, frente a problemas
técnicos, económicos,
políticos, etc... -
La injusticia de las leyes se combate mediante la supresión de
q,alquier DERECHO que' no sea .. ei-.reflejo provisional de una SI­
TUACIÓN HISTÓRICA en un momento dado.
3. El primado se da a la ACCIÓ!!< sobre -el pensamiento, al puro
MOVIMIItNTo sobre los elementos permanentes de la naturaleza hu­
mana y de la.vida social.
Por cqnsiguiente. se las arreglarán para
SENTAR_ HEC)3:0S tratando. de no atraer la atención de los hom­
bres del campo por las consecuencias que estos "hechos"· llevan
consigo; .
. l)espués,,y
s9lamente después, SÉ ALINEARÁ EL ,DERECHO SOBRE
EL HECHO lXISTENTE; SE LEGALIZARÁ. EL HECHO POR LA SOLA
~,ó.N DE SER u~ HESHD .. , .
(53) Que' se. basa:~ el conocimÍento por la recta razón del .orden de
las cosas_ querido· wr:-·Dios,, y p:rdncipalmente de las constantes de ta na­
turalez_a humana, ··cualesquiera ,q-g.e sean las circunstancias de tiempo y· ln­
gar~ Las Jeyes de un .Estado_ que. c<;>nstituyen el Derecho -positivo no pue­
den ser legítimas y. ;obtigar moralmente más que si están ·de acuerdo con
1q$ .principios permanentes del derecho· natµ:ral. Si ·no es así, no tienen nin­
gÚn: título para obligarnos. Pueden. obligar .,por la fueza, nunca ohligar
moralmente.
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
A propósito de las empresas industriales, Bloch-Lainé escribe
sin
reparo: "La verdad de la empresa ya no se encuentra en sus
estatutos;_ reside en su PRÁCTICA, QUE DARÁ. NACIMIENTO AL DE­
REtiro DEL EUTURO". Y agrega·: HLos cerrojos .jurídicos que· se
trata de hacer
saltar liberarán de las tendencias cuyo fin no se
conoce todavía" (54) (salvo
las de quienes hacen saltar, con los
'·'cerrojos jurídicos", el derecho natural).
M.ao-Tse-Toung se expresaba igualmente en "Materialisme
et empirocriticisme" (55).
Una de las particularidades del materialismo dialéctico, escribe,
es su carácter práctico, la importancia dada al hecho de que la
teoría depende de la práctica, sobre el hecho de que el fundamento•
de la teoría es la práctica y que la teoría, a su vez, es la práctica ...
EL CRITERIO DE LA VtRDAD NO PUEDE SER MÁS QUE LA PR°ÁCTitA,
SOCIAL."
"Nádie parece querer. destruir· el campesinado, Salvo algunos¡
comunistas· exaltados", nos dirán.
Es engañarse. Basta con abrir los ojos y se ven las eonvergen­
cias todavía más perturbadoras que la semejanza de las tesis de
Bloch-Lainé
· con las del líder comunista chino.
La obra .editada por la JAC-JACF sobre "La propiedad te-o
rtitorial agrícola" termina con esta conclusión sorpretidente: ·
"Para hacer avanzar las soluciones urgentes que reclaman nues­
tras explotaciones sería necesario
también hacer la experiencia de
suprimir la propiedad territorial tradicional" (56).
Habría que experimentar
formas nuevas de apropiación.
"Estas experiencias hablarán a la inteligencia y a la determi­
nación
de l_os agricultores, que no piden otra cosa que mejorar su
suerte."
"Pero, diréis, tropezamo-s con las leyes, los reglamentos, con
el Código civil que gobierna la agricultura" (57).
Los hechos han ido más de prisa
que las ideas, y las "institu-
(54) Por un.e reforme de fentreprise~ pág. 12.
(55) Página 23.
(5'6) Obsérvese la utilización del vocablo 1'tradicional" en el sentid~,
peyorativo de retrógrado, pasadista, vetu.stO, antiruado ... , mientra_s que-,..,ia·
verdadera -tradición es una vida, un enriquecimiento progresivo a partil"
de-]o BUENO que existe ya. El epiteto nattrral iría mejor a este respecto,
en esta ocasión. Pero comprendemos toda la veritaja que .una redacción·
"dialéctica" podría sacar de la ambig¡üedad del adjetivo "tradicional". Ser
un·.hombre 1'del pasado", ¿no es la injuria suprema mayor ... y gratuita'?
(57) .Notar la confusión entre el Código civil, las leyes que pueden
ser injust'as ... y el derecho natu,ral que las '1nuévas formas" de apropia­
ción atropellan atrevidamente .
••
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
ciones están atrasadas con respecto a las prácticas", nos dice
Eloch-Lainé en su obra
"Por una reforma de la empresa",. Y
agrega : "La reforma de la base va a la par con la cumbre y la
precede quizá. La reforma de la base consiste en ajustar el hecho
y el derecho, es decir, en sacar la lección del hecho para n1odificar
e_l derecho."
"Creemos hechos. No VOLVAMOS ATRÁS y EL DERECHO SE MO­
DIFICARÁ. Dicho de atra forma: V IV AMOS, ES DECIR, EVOLUCIONE­
MOS Y EL DERECHO SEGUIRÁ" (58).
Pisani, por su
parte, declaraba en la reunión de 10 de abril de
1964: "Asistimos a una evolución tan rápida de las cosas que el
derecho está a veces retrasado con respecto al hecho y pagamos
el precio de esta dificultad de adaptación recíproca del derecho y
del hecho."
Hasta aquí no se trata de un prudente empirismo
lo que pa­
rece animar al ministro de Agricultura en el terreno de_ la realiza­
ción práctica, en el que el respeto al derecho y a la justicia no
sería discutido.
Es más bien una voluntad determinada de plantear
los hechos y de alinear el derecho sobre estos hechos al estilo
marxista. Después, en efecto, el ministro declara (sin que apa­
rentemente el auditorio se indigne): "No pretendemos dejar a los
agricultores franceses productores
de carne la libertad de organi­
zarse o de no organizarse, queremos por el sistema de contratos
colectivos
OBLIGAR PROGRE:5IVAMENTE A LOS AGRICULTORES a en­
trar en un sistema de organización" (59).
Y
a están advertidos.
III. ¿AGRICULTURA INDUSTRIAL O VIDA
CAMPESINA?
Según el método que acabamos de analizar, ¿ qué tesis se pro~
pondrá a los agricultores?
(58) Este último término de la ·frase en itálica en el texto, pág.· 199.
Este positivismo jurídico está
en completo desacuerdo con todas· las
enseñanzas pontificias contemporáneas· y principalmente con la M ater et
Magistra. Pero _ las opinjones de Bloch-Lainé gozan de una gran bene ..
v,olencia .incluso en medios católicos, que no· se concede a todos lo escri~
tos dé
los Papas .. Con éstos se toman toda clase -de precauciones. · Con·
Bloph-Lainé los esciúpulos de_saparecen.
($9) Pisani .no se "vanagloria"· di-eiendo esto: ¿ Qué hace el gobierno
contra los
m,qnopolios capitalistas? Les deja en el poder. En contra, sus.,.
cija -Y a Poya el gigantismo de vastas· organizaciones cooperativas. Alinea
después un· derecho colectivista
y estatal sobre este g-igantismo de hecho.
El Estado se hace parte de uno y otro bloque.
290
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
Por una parte, los hechos propuestos lo son siempre para llegar
a demostrar que el campesino está "superadn" porqtie' es in..'.
ada,ptable a las nuevas condiciones de la economía;
·
Por otraparte, la agricultura se presenta concebida rio como el
estado de vida campesina o como una forma particular de civili-
zación, sino c·omó una simple profeSión. , · ·
Una serie de argumentos son por consiguiente deducidos ._-ar­
bitrariamente siempre----
de las · situaciones existentes'~
.. ARGUMENTOS DE RENTABILIDAD
l. Las pequeña, propi.edades familiare• son juzgadas no ren­
tahks.
' ·can fi-ecuencia esto es cierto. Pe_ro se presta menos atención
a una revalorización de las rentas agrícolas que a una reforma
de
las estructuras campesinas... qu.e no se impone en absoluto.
No~ deslizamos del espíritu de reforma al espíritu revolucionario.
,2. No-se podrían, aplicarr los métodos de cultivo imiustrial a las
explotaciorws familiares.
La mecanización sería demasiado lenta, demasiado costosa
para este género de cultivadores, las inversiones demasiado di­
fíciles.
Hemos visto que esta -mecanización plantea. efectivamente un
problema a los agricultores.
Pero, repetimos, existe muy poca preocupación por facilitar
a la explotación campesina una mecanización p·rogreslva, que el
uso de las pequeñas. máquinas haría posible, incluso en terrenos
bastante reducidos. Nas preocupamos poco de suscitar cuerpos in­
termedios
en la escala de las relaciones personales de cultivador,
a cultivador, o
de ayudar a los que existen, ya que de aprovechar­
nos de la situación así creada .para transformar al campesino _en
proletario de la industria agrícola.
El sociólogo Chombard de Lauwe, que tiene el valor de ha­
cer justicia a la expiotación familiar y mostrar el beneficio ac­
tual· de ésta, en su libro sobre
"Los campesinos soviéticos"· no
duda en volver a los sofismas marxistas en sus conferencias en la
Academia de Agricultura (GJ).
(60) Opus. cit., Memoria. de las sesiones del 22 y 29 de enero dé 1964,
tomo' 1, págs. '177 y sigs. ·
291
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
"El. tradicional. género de vida de los campesinos se hace
imposibble en nuestras sociedades industriales, dice. Hay que
concebir, pues, una nueva sociedad agrícola, una sociedad cuyo gé­
nero de vida se .acercará ineludiblemente (61) al de las otras ca­
tegorías
profesioMles, si queremos llegar a la paridad de niveles
de vida, uua sociedad que exigirá para ser edificada transferen­
cias de:· tentas legitimadas por los sacrificios consentidos. recono­
cidos
por el doloroso alumbramientü de nuestra civilización in­
dustrial. .. "
"¿ Es deseable intentar construir una nueva agricultura sobre
un tipo único de empresa, la explotación artesana viable que pa­
rece muy difícil definir y que no será más que una muy provi­
sional categoría histórica?
¿ No existen también otros tipos de
empresas agrícolas de las cuales algunas están
mejor adaptadas
a las n,cesidades de la técnica .moderna y permiten desarrollar
las responsabilidades del
trabajador?"
¡ No es éste el problema ! No se trata de pretender que la
"nueva agricultura" (y habrá que definir qué ·se entiende por
tal) se fundará sobre el único tipo de empresa familiar y "ar­
tesana".
La existencia de un sólido campesinado no excluye forzosa­
mente la existencia de formas industríales de cultivo en algunas
regiones y
para ciertos productos. No. decimos tampoco que la
cív:ilización campesina tiene el monopolio de vinculación a la tie­
rra y del amor al oficio.
Raymond Cartier enseña muy bien que el "farme_r" (granje­
ro) americano no es un hombre desarraigado (62).
Lo que nosotros_ afirmamos :
· ~ es que no hay derecho a despreciar los valores campe­
sinos bajo capa de adaptación,
-es que los motivos invo'cados no bastan para -justificar esta
destrucción de elementos socíales a los cuales muchos países de-
ben el ser civilizados. ·
-es que donde no existe un campesinado no se puede re­
prochar
el desconocer su importancia. Pero que alli donde da sus
,{61) Subrayamos nosotros. Siempre este fatalismo irracional y pere­
zoso por _parte de unos, querido, .sostenido por otros. Siempre esta con­
fusión sobre un "género de Vida" cuyas condiciones .materiales pueden y
deben mejorarse, pero sin que los valores humanos propios .de este gé­
nero de vida sean, como consecuencia de ello, rechazados a la· sombra d'e
una -conclusión precipitada. (62) P. ·vrr y IX de· France quelle agric-ultwre veu-tuf Pion. París.
292
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
frutos desde hace siglos, es criminal pretender hacerle desaparecer
por sitnples afirmaciones · ,de -uria' '"' eyolución" considerada fatal.
Y a este respecto podemos pregtintarnos si· el· afgumento de
Cál'tier: relativo a ·1as "fartrié:rs" de U. S. A. no se ·vuelve elo:..
gio del campesinado. Una agricultura, incluso extensiva y amplia­
mente mecaniza,da, en la medida en que ,sigue, conservando las
libertades esenciales,
¿ no -tiende a adquirir, a su vez auténticos
Yálores campesinos ?
El ver-da-dero "movimiento de la histOria,,, cuando n9 está
contrariado por ideologías· tecnócraJas, ¿_no -irá hacia la· constitu­
ción de un campesinado adaptado a las conüiciones particulares de
los vastos espacios ·americanos
más que a una ],)ulverización de
los campesinados existentes? Podemos ,preguntárnoslo. Y
al me­
nos sería honesto plantear
el problem¡¡,
Otro ejemplo de deducció1, sofística nos lo da este texto del
agrónomo
soci'lliz¡¡nte René D\llllont, en "Sovkhoz-kolkhóz".
"El artesanado, escribe, 'ha sido muerto por la 'industria (63) J
un fenómeno bastante comparable; sin ser absolutamente análo­
go, está ocurriendo en la
agrictilturil, a pesar de la diferencia
esencial de las condicione·s de trabajo .:.-"
"El cuadro de 13. grarija- familiar concordaba coh la energía,
animal y su maquinaria sencilla. Ya la segadora-gavilladora no
podía amortizarse ert la· granja_-más corriente d~ 10 a 15 hectáreas,
que produce de 5 a 8 de cereales,, o sea una o d,os jornadas de
utilización anual
, .. " (64).
"El tractor Dliesel no es económico m4,s ·que a, partir -. de 315
hectáreas y permite prescindir de un hombre en la granja, reem­
plazar al menos tres bestias
de carga por animales productores
de carne o leche
y poner eti plena producción de 5, á JO hectáreas
de
pradera natural no cultivada ... " , , , ,
" La granja carn;pesina. se defendía,_ .~n' ti~pos · de crisis,'.
por las .privaciones y el exceso de ttabé.jó dé stis iniembros. Se'
(63} Habría mucho que-decir sqbre este a f,ri_dri. No_. ·es ~ i~dustria-·.
lización lo que ha destruido el artesanado. ' Fue, en primef lugitr-, la·. ideo-·
logía
li~ral del siglo XVIII :il paí-~ii.zar: .. Ia ofgarti:ia los. artesanos en beneficio de_ los_ · g_raild(is_ J)0.tÍ'ohes:-· F-Ue · a contirillléión la.
política fiséal marxi_stizan«; a1 juzgar al artesano· "stlperado" y su desapa­
rición
asegur~da por _el aplastami~to _.µsµJ: En· fiin, · e'l individualiSmo dé·
los artesanos. A pesar de todo esta ._un-nuevo artesánadó se_ ha desarrollado·
1:omo· consecuencia de los' .progresos técniCos. (garaj'i°Stas; electricistas, . etc .. .j . (No"ta añadi"-d,a pot"-los tJ;UJtores). · · --· ·
-·(64) "Durante treinta años" replica UnO' de, nuestros· corresj)orisales'.Í:
(LVota añadida p-or "lüs Gfffo1"é5.)
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ALAIN THOR.ANCHES Y P,IER.R.E BEVILLAR.D
ha podid<>escribir, , con. razÓif, que la explotación familiar era
más bien la ,explotación de la familia ... "
" ... El . tamaño medio de laS granjas aumenta rápidamente.,
corolario del éxodo rural. Este fenómeno es claramente progre­
sivo, pudiéndose medir
{!f'OSso modo la riqueza de un país en
relación inversa a su proporción· de agricultores."
"¿No hay en e\lo -se nos ha escrito-un ejemplo típico de
falso razonamiento?"
"Dtimont parte de una afirmación· gratuita pero ·perentoria,.
anulada en
seguida por un incidente tan discreto que el lector
quiZás no se dé cuenta de él." -
:'El artesanado ha sido muerto por la industria", siendo así
que el artesanado ·puede coexistir ---:-y coexiste-con una indus:-,
tria bien organizada y próspera, salvo cuando los poderes totali­
tarins se. aferran en destruirlo .
. El autor desliza como al descuido el incidente: "a pesar de :a
diferencia esencial de las condiciones de trnbajo ... ". Si es
esencial habrá que ser prudf:nte en cuanto a las conclusiones sa­
cadas de una comparación tan discutible. Ahora bien, la conclu­
sión, también
ésta, es perentoria y condena, sin matiz, al cam­
pesinado a muerte.
Lo que no impide al autor reconocer por
otra parte que la explotación familiar puede sobrevivir y prospe­
rar (el escribe "resistir").
Pero el mal ha sido voluntariamente
hecho de manera que el lector piensa, siguiendo su lectura, que
esta "resistencia" al
"progreso" no podría ser más que un com­
bate de retaguardia.
"En fin al señalar que la segadora-gavilladora no se utiliza
más que una o dos
jamadas por año en una granja de 15 a 2Q
hectáreas, quiere dar a, ell.tender al lector no advertido que po­
dría serlo "infinitamente más" en una gran. explotación, mien­
tras
que· el tiempo de la recolección, .en. un terreno dado, no dura
necesariamente más que algunos días" (65).
(65) El grado de humedad de los cereales (20 como máximo) obliga
a. ~sperar con diligencia la desecación correcta·, -Después de lo cual. si
la bum.edad aumenta, el cereal germina rápidamente, lo que disminuye
cO(ISiderablemente la cantidad y calidad de la cosecha .
. - E: !ncluso-si la mayÓr rentabilidad de-la segadora-trilladora en las gran­
des. explotaciones" era un hecho indiscutible, habría que observar
el carác­
ter
~q\lÍVOCO: de las cifras indicadas : "diez días. de ~mpleo en lugar de dos,
esto· significa
_ ~inco veces -más", .. dir:éis. Sí, .pero en. cifras absolutas· esto no
si~ifica sin embargo más que diez días de empleo en 'Úl1I, año·. Cuando
se
piensa que el argumento de la mejor rentabilidad de 1a segadora-trilla­
dor~ J!&-invocado para.~., cambiar 1.as estructuras de .la explotación agríco­
la, nos damos cuenta del engaño.
Para ptQJonga·F ocho días t>or año la
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
"Se dan, a continuación, como si fueqt el Evangelio, "norma.s
de utilización rentable'' para. las grandes ináquiruJ.s_ her'ramientas,
cuando el sentido común, por el contrario, indica.ria que, en ma"."
teria · agrícola, tales, normas. son válidas , únicamente. para los
cultivos standarjza(J.os en grandes espacios, y que en la inmensa
mayoría de los casos, en Francia, tales problemas deben ser tra-
tados "a la medida" ... ," -' ·
Esta. reacción de un lector de Dumont nos parece muy opor0
tuna por su espontaneidad, ¿ Cómo . fijar. normas de rentabilidad
cuando
en su base los datos están falseados, alterados por la 'dis­
torsión de los precios, la ruina del propietario territorial bajo el
peso de las medidas fiscales, etc.? ¿ Cómo establecer comparacio­
nes entre las vastas
llanuras. americanas y las propiedades y cul­
tivos tan diversos en Francia?
E.sto nos hace pensar en esos pedagogos que nunca han edu­
cado niños y que organizan la formación del Niño-Tipo basán­
dose en las estadísticas y la fantasía, mientras que en una familia
de tres o cuatro
hjjos se observan tres o cuatro pedagogías diferen­
tes en_ la práctica, aunque persigan el mismo fin. Curiosa inconse­
cuencia de estos apologistas del
"hech'o" que se cohviettei'l_ con
frecuencia
en idealistas autoritarios y sin apelación ctiandO · se
trata de sus teorías personales o de un clan de moda. Re<:pazan
la. verdad y los p,rincipios cuando van contra su empirismo (no
siempre desinteresado). Pero se hacen terriblemente doctrinarios
pa~a imponer sus ideas.
LA NUEVA EMPRESA AGRICOLA
l. El propietario amikulo.
Al empujar hasta el paroxismo el divorcio entre propiedad
territorial y trabajo del suelo, se llega a este proyecto
de "dere­
cho nuevo" presentado por Artaud (66).
"En este deiecho nuevo el propietario terrateniente conser­
varía,
como hoy, el goce. absoluto sobre todo lo que constituye
el disfrute de la propiedad: casa de campo, caza, pesca, jardines,
parques, colinas, riachuelos y
padría hacer uso de ellos a su
amortización ¿ trastorna'!"emos el orden campesino? ¡ Es derribar la casa
porque no
e_s del mismo estilü que el jarrón del salón!
(66) Le metier cfagricu.ltewr, "Economie et Humanisme",. 1946,. pá­
gina 35.
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVJLLARD
placer, a condición de no perjudicar la explotación de las tierras
cultivables. Por supuesto es así como se han concebido la ma­
yoría de los contratos de granja.
El propietario tiene derecho a la renta de su tierra ; tendrá,
en
fin, el derecho de votar para elegir a su representante en
los comités de gestión de los que hablaremos después. Aquí ter­
minará,n sus derechos. Serán ya suficientes para dar a la pro­
piedad de la-tierra más atractivos que los que puede proporcionar
la posesión de una acción. o de una obligación, · sin contar además
con una mucho mayor seguridad de colocación" (67).
2.
La tierra como instrumento de trabajo.
En cuanto a la explotación de esta tierra "instrumento de
trabajo" he aquí el estatuto que nos propone el R. P. Pierre
Viau (68).
"El cultivador no-prop,ietario, llenando el conjunto de con­
diciones morales, técnicas y profesionales, estaría habilitado para
ser plenamente dueño de la e,cplotación, construir o · plantar,
modificar los límites
de las parcelas, rellenar los hoyos o enrasar
los taludes,. irrigar o sanear: sin tener que rendir cuentas al Pro­
pietario. Esta explotación sería su propiedad, comprendiendo esta
propiedad, como hemos dicho, además
del . derecho de gestión, la
apropiación de los instrumentos de producción, incluyendo en
ellos las construcciones de explotación. Pagaría su valor al cul­
tivador precedente y
en caso de partida podría recuperarlo a su
vez con el aumento del precio sobre ·las inversiones emprendidas
y todavía no amortizadas. La exp'lo,ta,ción se convert&-ia al!i en
una enrtMad jurídicCl indepcnd;en11e de /,a propiedad territorial,
implicando únicamente un lazo contractual relativo a la utiliza­
ción agrícola de la tierra" (('f)},
3. "Una poderosa, industria agrícola frwncesa ... "
"Es nece.saria, .para el equilibrio de la nación europea, una
poderosa industria agrícola francesa."
(67) Cualquier propiedad destinada únicamente "a recreo" la .condena.
a desaparecer a .muy corto plazo .porque es inútil e incluso perjudicial eco­
nómicamente. ,(Nota añadido por los (JIU;tores.)
(68) Revolwiicn agrícole et propieté fon.ciere, págs. 231-232.
(69) Ver anteriormente I, párrafo E. Divorcio entre J)-ropiedad terri­
torial y trabajo del suelo.
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
Este slogwn de Raymond Cartier (70) se basa en una afirma­
ción discutible, a saber: que
la concentración traería. consigo un
mejor rendimiento. Y esto en todos
los campos: industrial, comer­
cial,
'escolar, religioso (71) ... y, por supuesto, agrícola.
De momento, dejemos a un lado el valor objetivo del slogan.
¿ Qué se nos propone concretamente?
El estudio que nos parece más típico a este respecto es el
de Bernard Poulain en "Joven Patrón" {72). Todos los mili­
tantes rurales, incluso la vanguardia del "Centro de los Jóvenes
Agricultores", no van tan lejos como este autor.
Pero su descripción de la. "nueva empresa agríc_ola'' presen­
ta la ventaja de Condensar en pocas páginas criterios que no saben
expresar otros, en los que no pasan del estado de tendencias o
sugestiones.
La tesis de B. Poulin está bastante de acuerdo ton las de
Viau, Debatisse,
Artaud y otros como Bloch-Lainé.
Este también,
tomando exaCtamente al contrario la socio-eco­
nomía campesina, .propone "acrecentar la MOVILIDAD TERRITO­
RIAL (73), haciendo las mutaciones más frecuentes". Eufemismo
(70) Opus cit., pág. 12. (71) No hablamos de ello al azar. Las tendencias de las oficinas. ecle­
siásticas
en Francia son · ferozmente centralizadoras bajo pretexto de ma­
yor eficacia ... , hecho que raramente es objeto de estudios críticos ob­
jetivos. (72) Junio-julio de 1963. Cf. también la norma fundamental del
C. E. N. A. G., 16 de junio de 1964, bajo la dirección de Bertrand de
Commines (C. J. P.) y Alain Delaunoy (M. F. R. Marne) -AGRA.,--, 20
de junio de 1964. (73) El término de "movilidad territorial · rústica" es equívoco: a)
la palabra "movilidad'' puede refe,rirse al cultivador? estando unida la
movilidad territorial rústica a la facultad que tiene el propietario de· es­
coger a su
granjero o de cambiarlo respetando ciertas condiciones; estando
unida
en suma a cierto margen de libertad en la utilización del bien te­
rritorial rústico .por su propietario. Si este margen de libertad es razona­
ble
desembeca en una movilidad territorial que es buena y desable. Si
este margen. de libertad no existe, las "estructuras" agrícolas se hielan
y ya
'no se adaptan (caso actual en Francia, a raíz del estatuto de arrenda­
miento,
... ver los artículos de Robin). Eiemplo: un propietario cultiva­
dor posee algunas hectáreas que
no puede cuidar él mismo cómodamente;
las alquilará si
Sabe que podrá recuperarlas Un dia u otro, pero no lo hará
si el arrendamiento, una vez consentido, toma un carácter· definitivo; ..
(.A .. nalogía con lo que pasa en -las viviendas desalquiladas.) -,
b) -la palabr territorial
es entonces mayor cuanto más se acerca ál sistema de· sociedades
por acciones con títulos
al portador; e) las dos movilidades son deseables... hwta wn, cierto frWJ!,to. La· ten­
de'ncia actual es de suprimir casi completamente la primera (propietario
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
para decir: arruinemos la estabilidad de la propiedad· territorial
haciéndola pasar al circuito más movil del capitalismo del
• di­
nero. Que la tierra vista desde e1 ángulo de la propiédad no sea
más que
ti.na __ '_'inversión" tanto más monetaria y objeto de
operaciones f:inancieras cuanto menos ·estemos unidos a ella más
que
por el trabajo. Vieue a ser la idea de Artaud.
Por otra parte, Pouláin stibraya,-como .. el R. P. Viau, que
"la, ··dirección ·-de las· empresas dejaría, como· en· la industria, de
pertenecer únicamenté a los ptópietarios de los capitales".
Pero añade esta. observación, que atañe directamente a las
modalidades· prácticas: "en las circurtstáncias actuales este cemo­
delaje no es ¡,asible más que si el número de los jefes de empresa
disminuye considerablemente".
Aquí aparece un corolario de las teorías precedentemente enun­
ciadas·: la CONCENTRACIÓN.
Para que el capital territorial-_rústico llegue a s_er muy móvil
es
1)1'éciso que después de disociarse del trabajo 'de la tierra
pierda además su carácter personal. Mientras una persona es
propietaria
de· su bien, aunque no lo explote, conserva el iazo de
unión a este bien.
Para cortar este último lazo es necesario .que el propietario
pase a ser un simple instrumento en
el capital territorial de una
sociedad. anónima:, regida, e.orno de costumbre, por un puñado de
"hom·bres
de negocios"·.
Ocurre lo mismo bajo el ángulo de la explotación:
Como
el propietario-nulo de Artaud, el explotante proletario
del
R. P. Viau no lo será mucho tiempo.
Sin posibilidad de acceso a la propiedad del suelo el nuevo
proletario .prestará un oído favorable a los que pretenderán me­
jorar.
el rendimiento de la "tierra-instrumento-del-trabajo", única
ambición. a que, desde ahora, puede tender.
· Y Poulain le dirá: "La adaptación de las empresas a las ne­
cesidades
del hombre pasa: geueralmente por la concentración de
los.medios". Es,
en el plano industrial, una opinión retrógrada, en
tiempos_ .en que la .. electricidad favorece la descentralización de
los medios de producción (74).
empleado· y desarrollar al máximo la segunda (propiedad anónima que
pasa ,de-mano -en mano).
(74) La com·paración de Poulain es un boomerang coÍltra sí mismo.
"Et ·día· en ·que se trate de alojar a UÍl gran número de personas la in­
dustria: de la· construcción se transformará para pasar del pabellón indi­
vidual a
los HLM .. La estructura se adapta a la. necesidad." Ahofa bien,
en
·.USA, donde hay que alojar cada vez a máS personas, ·se fabrican
cantidad de pabellones industrialmente. Y no eS necesariO insistir sohie Ia
298
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
; Sigue siendo una tontería en el plano del comercio agi-íc-0la,
puesto que el propio Bernard Poulain reconoce que "los. produc­
tos
se prestan mal a una comercialización en masa". "Podríamos
pensar, añade, que éstos no
justifu:an empresas de grandes di­
mensiones". Podemos pensarlo así, pero esto no impide
.a :Poulain
conc)uir que en el sector agrícola "también es posible la concen­
tración" y que "debemos avanzar por-este camino,,,·
Por consiguiente, para reemplazar la explotación familiar cam­
pesina, Poulain propone la constitución de "Talleres Agríco­
las" (75).
"La nueva empresa agrícola" es una agrupación de -talleres.
"El hombre solo o el que dispone solamente del concurso de
su
familia ya no puede asegurarse una actividad económica eficaz;
está superado. En estas condiciones la célula más pequeña de
la producción nos
parece ser el taller."
"El taller no emprende más que un tipo de producción, o
varios indisociables.
En cría de ganado, por ejemplo, habrá talle­
res de pollos, otros de vacas lecheras, etc
...
Reúne a los efectivos de un equipo (de 3 a 5 hombres), en
el cual cada elemento e.stá especializado.
El equipo está "animado" .por el "responsable" del taller.
Considerándóse a éste demasiado
pequefio para ser autónomo,
la empresa se constituye por la agrupación de varios talleres de
la misma naturaleza o complementarios.
En cuanto a la familia; disociada de la empresa, u-deberá en­
contrar en otros marcos
Ifi. solución de sus problemas". .
En fin; la "nueva· empresa agrícola"· puede presentar· va-
riantes en su
"modo -de apropiación" : ·
'A) la empresa es propiedad de mi hombre;
B) iel capital está repartido en varias manos, el negocio Se
constituye en sociedad; ·
C) el capital es· detentado por los miembros de la empresa
(agrupación de explotación); ·
maraña, la promiscuidad, el malestar de las_ "ciudades concentracionar~s",
en las· QUe la construcción no· se impúné ·en absólutd por las circunstancias,
sino más bien· por ~1a búsq~-de ganancia, el· espírítu masiflcador de_ los
comunistas -y de los tecnócratas, .. la, voluntad dominadora . de · los poderes
totiilítarios que así "tienen" más fácilmente a las poblaciones correen-'.'
tradas. ,
(75) Por su parte, Chombart de Lauwe propone una evolución de la
empi,e:Sa familiar hacia "el taller'· a"gricola"~ ' · ·
El.
deéreto .sobre lós -gn.:tpos ·agrícolas de 'explotación· eti corilún a. O. del ·
4. de -diciembre de 1964) pr'epara el camif.tó ·a ·una forma á.bierta de co~
lectivismo controlado por et Estado.
299'
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
D) .la .empresa constituye una entidad distinta del capital y
del trabajo .
. Esta última "vía .de investigación" parece gozar de la prefe­
rencia ·del autor. Permite, :en efecto, a los dirigentes técnicos de
las empresas "concentradaa" domüiar a los trabajado~es, pero
también pesar sobre los capitálistas hasta sustituirlos. ¿ En proa
vecho de quién? Muchas alusiones . del libro lo dejan enten­
der
(76).
4.
Los tecnócttúas a;grícolas y el Estud ''EJ pápel del jek de empresa, que es el primer responsable
de la
modificación de las estructuras cuando las necesidades cam"
bian, es puf!s esencial. A la Vez,. LA COLECTIVIDAD NO PU:EDE
DESINTERES_ARSE DE su ACCIÓN .tN ESTE CAMPO y ésta tendrá
tendencia" a CONTROLARLE CADA vez MÁS.'·'
¿ Qué colectividad ? ¿ La colectividad profesional ? , ¿ local?,
De njnguna· forma: La agricultura ''debe darse estructuras re­
ceptivas a las orientaciones del tnercadO y DEL PLANu.
, "'.¿ Cómo podemos OBLIGAR a IOs 'nulllerO-soS jefes 'de empre­
sa a :réspetar los-compromisos· que contraen indireétamenté i EN
EJZ, MARCO· DEL PLAN"?" Pero "ACTUAR SOBRE LAS EMPRESAS CON-'
CENTRADAS ES COSA RELATIVAMENTE FÁCIL". i El . fin está claror­
Nos preguntábamos por qué Blóch-Lainé, eri su prefacio a "La
Revolución silenciosa", de '··Debatisse, le dirigía esta curiosa··,ala..:
banza-::· "Aunque 11egadós·.-con retraso a LA EMPRESA COLECTIVA,
los Jóvenes Agricultores la· abotdan con un espíritu nuevo,.,· .. "
Que los Jóvenes Agricultores acepten o. rechacen lo que· les
'atribuye Blo'ch-Lainé
no concierne a nuestro estudio. Lo .que
nosotros queremos subrayar es la intención.
En un tesúmen en el que parece captar tbdo su álcance, Bloch­
Lainé establece
el lazo entre las disociaciones propiedad' territo­
rial-trabajo agrícola erigidos en "nuevo derecho nuevo'-'_ .y el
colectivismo .
. Coherente hasta el fin, Poulain explica que este colectivismo
es mi colectivismo dél plan, un colectivismo del Estado.
'.f'ipo mismo del colectivismo de los poderes totalitarios sobre
el cOnjunto de la economía.
(76) La constitución del CEN'AG U4 de abril tle ·1964) va más lejos,
introduciendo la dialéctica en el ·.campeSinado. Disocia la agTicultura · en
dos sectores. El sector A, definido como se indica perO "libre" en el plano·
económico, y un sector B, "asistido" por ... el Estado.· · · -
300
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
¿ Cómo hablar en adelante de un concierto entre el Estado
y los cuerpos intermedios,
entre el Estado y las empresas agríco­
las, cuando
·éstas y aquéllas ya no serán más que un capital sin
rostro, una concentración de empresas proletarizadas, di!igido tOdo
por un puñado de tecnócratas ejecutores del Plan elaborado por
otros· tecnócratas : los del poder totalitario
?
5. Destruir el campesinado es instOJUNlT el Estado totalitario,
. Hemos hablado poco del comúnismo.
Porque es. ridículo blandir el fantasma de un cornuniS1no san­
guinário que dominará al .mundo rural por ··e1 terror cuando existe
otra forma de · totalitarismo, mucho más-próxima a __ -nosotros y
mucho niás· peligrosa. Esta adopta la máscara . de la competencia
técnica, del
biertestar social, de la· solidaridad profesional. La ve­
mos exaltada por gentes del mejor mundo, por militantes ge­
nerosos y de una vida moral ejemplar,
a veces por oradores de
cátedra extraviados
en los debates del foro.
Es propiamente un comunismo.
Pero no es el comunismo lo que da miedo ..
Y es más que el comunismo propiamente dicho, porque es
la co'nverg'ericia de moviruiert,to~ revolucionarios ªJ?é!.rentemente
opuestos: la ·internacional del dinero y de las "fuerzas proleta­
rias",-· los -enemigos e:,{teribres de la -civilización cristiana y los
del interior.
Repásese esta segunda· parte de nuestro estudio sobre la "vida
campesina".
__ . ,
V:eremos
-que a cada beReficio económico, social, ,hutnano,
cultural, religioso, de la civilización campesina_-_ corresponde 1 ( en·
el
sincronismo oculto o confesado de las "escuelas de pensamien­
to" y de las ideologías de que hemos hablado}, una disociación,
una ruptura, queridas, organizadas. Como si sé ·hicieran saltar
pacientemente,
una a una, las mallas ·de la red campesina y, con
ellas, la trama de todo el orden social.
Examinemos lo que se va destruyendo poco a poco, o n1ás
bien lo que está destinado a ser destruido por un complejo de
leyes, y de propagandas bien organizadas (pues no
se dice nunca .
que se destruye o que se revoluciona: siempre se trata de pro­
gresff, ¡ no se trata más que de progreso, de adaptación de pers­
pectivas atrayentes!)'; encontramos.la relación del trabajo y de la
propiedad, la_ relación del hombre a su. tierra, el carácter familiar
de
la explotación. campesina, la autonomía relativa_. de la ecpnomía
301
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
cal11pesina, de los mercados de las· inversiones con relación al
círculo más·· ficticio del dinero, la estabilidad económica y social
del campesinado, manantial
de élites, hogar de civilizáción.
¿ A qué resultados se llega al final de la carrera?
Empresas colectivas, proletarios, un trabajo disociado
de la
familia, imposibilidad de adquirir un .patrimonio y de transmitirlo
a los hijos, injerencia abusiva
del Estado totalitario, la concentra­
ción urbana con las "agro-villas" o invenciones similares y, a
corto plazo, el hambre. En Rusia y China, por ejemplo.
Se llamen estas nuevas formas de
la agricultura: kolkhozes,
sovkhozes, kiboutz, "nueva empresa agrícola", "nueva estruc­
tura", "primado de la e;xplotación ", "Agrigon", o como se quie­
ra, el resultado es el mismo. El hombre se convierte en una rueda
de la sociedad. No vive más que .para ella, más que por ella.
"Universo
de robots" como tan bien lo había previsto Saint­
Exupéry.
ETAPAS DE LA COLECTIVIZACION
A pesar de las claras indicaciones de los textos citados, en­
contraremos todavía excépticos que no verán que cada pérdida
de la libertad campesina va acompañada por una pérdida de la
libertad
de los ciudadanos y un progreso del totalitarismo.
Es que las distintas eta,pas son· estudiadas de forma que no se
asusten los espíritus y se debiliten las voluntades.
'"'Cretnos hechos. Ya no se. volverá atrás ... , decía el libro
de la J. A. C.
Pero estos "hechos" no deben chocar con la incoercible ten­
dencia del campesino a obrar con libertad.
El ·arte dialéctico consistirá en llevarle, bajo el impulso de
1noti.vos BUEN~s· y d_e intereses LEGÍTIMOS, a "crear hechos" él
miSmo que a' fin dé· cuentas le · cotlducirán· al colectivismo del
Estado.
Algunos
no verán el peligro o creerán poderlo contener a
tiempo, lo que en la historia fue siempre. ilusión de personas .
demasiado ''diplomáticas''. ·Qtros tendrán conciencia del peligro,
pero el interés inmediato les hará· consentir los peores abandonos.
Por
ejemplo, la ley francesa sobre las Sociedades de Distribu­
ción Territorial y Rural (SAFER) parte· de buenos motivos.
Entre otros, permitir a lo_s jóvenes rurales adquirir a mejór pre­
cio ·ti.erras para-establecerse; concederles. una prioridad sobre lós
no.:..'c1.Htivadores, etc.
302
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• VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
Excluyendo cualquier otra crítica (77), una sola circur¡stan­
cia basta para hacer esta ley inquietante: en todas
las escalas de
control existen comisarios del gobierno y ninguna operación,
prácticamente, puede hacerse sin su beneplácito.
"Pero éstos no intervienen, nos responden algunos", dejan
libertad a los organismos prnfesionales.
Muy bien, de momento ...
¿ Y mañana? Que un poder totalitario juzgue el momento
oportuno para acelerar la ingerencia estatal sobre
la agricultura,
Existirá ya el instrumento para ejecutar su propósito.
"Es ver demasiado lejos. Nada se consigue sin peligros. Aquí,
después de votada la
ley sobre los SAFER, el valor de los terre­
nos se ha triplicado."
¡ Cuántos son víctimas de este falso realismo !
No inventamos nada. Este género de diálogo es frecuente.
¡ La amplitud del riesgo no es nada comparada con el interés
inmediato cuando
es real!, ya que hábiles propagandas minimizan
el verdadero peligro y sólo muestran el beneficio pasajero.
Cuando
los dirigentes de un enorme organismo agricola de­
claran que hay que
"dar un !J"SO hacia el socialismo para evi­
tar el comunismo", cuando se rodean de colaboradores abierta­
tnente ganados al marxismo,
contraen. una gran responsabilidad.
Como los nobles del siglo xvrn, "cortan la rama sobre la
que están sentados".
Llegará un día en que los tecnócratas del poder totalitario
harán cantar el "Ca ira" bajo sus ventanas. Como en el 93, será
demasiado
tarde. Más vale prevenir que curar.
Es interesante leer el folleto de Paul Nauta "Le colectivisme
agraire" (78). El autor muestra cómo el oampesinado ha sido
atacado hasta ahora por
las fuerzas subversivas en diferentes
países.
Enumeraremos aquí
úniCqtnente algunas de estas "etapas"
que la subversión Utiliza para prevenir a los campesinos.
La" dixtilectizoción revolucionaria de los ca;m.pesinos · chiinos"
La revolución agraria en China con$~tía -en dividir a los
campesinos en "pequefí.os"
y "grandes", división arbitraria con
(77) Algunos han sido reunidos en lQs fascículos stieltos editados por
los Cículos rurales de ación doctrinal, 10 bis, calle Pasteur, Versalles.
(78) Ed. Cercles Ruraux d' Action Dóctrinale. De Venta en el Club
del Libro Cívico, calle Renaudes. núm. 49; París-17 .

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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
frecuencia pero que permite "dialectizar" a los agricultores, opo­
ner dos clases suscitando la envidia de los pequeños", interpre­
tando las
resistencias legítimas como las reacciones egoíStas de
los
"grandes".
Una vez los "grandes" liquidados y nacionalizados sus do­
minios, los "pequeños" se encontraron en un· callejón sin salida~
-
imposibilidad de vivir en propiedades demasiado pequeñas.
y bajo la presión de propagandas del Estado, víctimas de· toda
clase de dificultades administrativas si no abandonaban su inde­
pendencia. Incapaces incluso de abastecerse de simientes, granos,
etc ... , sin intervención del Estado (79)
~ necesidad de "nacionalizarse" y convertirse "voluntaria­
mente" en propietarios de
un kolkhoz. Liou-Chau-Tchi declara­
ba sin rodeos
el 14 de junio de 1950: "La reforma agraria es
la ocasión de organizar políticamente las masas campesinas ... Stt
fin no es dar tierras a los campesinos pobres ni aliviarles de su
miseria; esto
es·un ideal de filántropos, no de marxistas. El ver­
dadero fin de la reforma agraria es la. liberalización de las fuer­
zas
agrícolas del país: hombres, tierra, material" (80).
De esto los campesinos chinos se han dado cuenta ... , pero
demasiado tarde.
Antes: la ignorancia, la ingenuidad, el optimismo sistemático
de los que debieron haberles prevenido, su temor a pasar Por
"retrógrados", han permitido a 1a revolución agraria progresar
rápidamente.
Pulverización y col,,ctff/izc,ción de k,s propiedades.
El mismo pretexto de _ defensa de las pequeñas explotaciones
sirve de propagaoda a los marxistas en América del Sur.
Si se
(79) ¿Podemos decir que el G. N,, L S. (Agrupación nacional "inter­
profesional" de simientes) es indiferente
con respecto. a las C. O. C. (Co­
misiones oficiales de control) y que no tiende, en cierta forma a reempla­
zarlas? ¿ Llegarán a prohibir la venta de simientes que no tengan el per­
miso del G. N .. l. S.? Esta agrupación ha recibido recientemente impor­
tantes créditos tomados principalmente sobre las tasas parafiscales dedu­
cidas de
la venta de plantas de patatas, reduciendo la F. N. P. al estado
de fósil.
(80) Encontramos el mismo
tipo de razOllantlertto en el comunista fran­
cés Waldeck
R_ochet, que explicá así la actitud del Partido en beneficio
de tos pequeños campesinos.
"¿ Para qué defender a los .pequefios si de
todas formas están condenadás?" Y: responde: "Pero entonces, si dejáSemos
ha:cer, si los comunistas rro defendiésemos a los pequeños cultivadores, ¿ qué
campesinos podríamos
GANAR junto a los obreros para la justa causa de
la democracia y
DE:r. SOCIAI,IS:MO ?"
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
aplicasen ciertos proyectos de reforma agraria se correría el ries­
go en muchas regiones de la "pampa" de encontrarse cbn. una
infinidad de propiedades tan pequeñas que ofrecerían a un poder
to_talitario una oportunidad extraordinaria de "re-centralizar" todo
bajo su férula.
La operación se hace_ en dos tiempos :
-en primer lugar se pulverizan las propiedades grandes,
medias
y bastante pequeñas... declaradas grandes.
-
· se aglutina a continuación este conjunto en explotaciones
comunes, cooperativas del
Estado, etc. (81).
Esta doble operación permite, simultáneamente, suprimir las
élites rurales naturales y afiliar en el "pequeño'' campesinado ele­
mentos marxistas que facilitarán las "agrupaciones" ulteriores,
sembrarán la cizaña en
los .organismos profesionales, etc. (82).
(81) El paso gradual de las .agrupaciones agríColas a organismos del
Estado se hace principalmente por las subvenciones de éste y su apro­
piación de los recursos destinados a alimentarlos.
Existen
en Francia tres clases de agrupaciones en cuanto a la ayuda del
Estado:
l.º Los institutos técnicos: I. T. G. F., A. G. P. B., A. G. P. L.,
A~~~L~~URL.RC,R~CR~~R~CU
M. A., I. G. E. R., con fines técnicos generales o propios de las diferentes
categorías de producciones.
En un .primer tiempo, estos organismos estaban financiados por tasas
sobre
los productos agrícolas cobradas por los cultivadores, pero que iban a
parar
a un fondo común. El F. N. V. ·F. A. (Fondo Nacional de Vul­
garización del Progreso Agrícola) hacía el reparto. Pero al juzgarse de­
masiado lenta
1a recaudación· de tasas por los profesionales, fueron in­
corporadas al presupuesto
a camhio de una suma fijada por Hacienda en
el presupuesto de Agricultura (capítulo 44-22, J. O. de 1953).
El Estado se embolsa las tasas sin ningún control profesional. La
F. N. V. P. A. percibe así una cantidad fija (muy poco revalorizada por
el Estado) que se devalúa todos los años.
Las otras
fuentes de rentas de las organizaciones profesionales ·son
las cotizaciones de sus miemhros. La parte de las subvenciones del Estado
varía de
55 por 100 a 95-por 100 ·según los organismos. Se ve que las
faltas de organismos privados,
bien explotadas por el Estado totalitario,
llevan
a aquéllos a suicidarse, masificándose.
2.0 La F. N. S. E. A. (Federación Nacional de los Sindicatos de
Explotadores Agrícolas), el C. N. J. A. (Centr:o Niacional de los Jóvenes
Agricultores), están sostenidos por el fondo llamado ·de "Promoción social"
dependiente del Ministerio de Agricultura.
Ver en la tercera parte del
estudio algwios ejemplos de las sumas percibidas por este tipo de or­
ganismos.
3.0 Las cooperativas no están directamente financiadas por el Estado
pero se benefician de ventajas
fi:sc.ales importantes. Además el Estado
presta con frecuencia a las cooperativas que
se funden. El tiene así "un
pie en la casa" (cf. tercera parte de nuestró estudio). ·
(82) No indicamos aquí más que algunos jalones para no meternos
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
Defribar lo que exiSte, recoristruir un "orden nuevo" fue
la táctica habitual de la Revolución en todos los sectores.
La operación en dos tiempos j nega también en · el plan finan,
ciero: arruinar al campesino por medio de préstamos que no
podrá reembolsar, "tenerle agarrado" por un crédito del Estado.
El día en que el poder totalitario le "corte los víveres" bajo cual­
quier
motivo no le quedará otra solución que "integrarse'' en
una cooperativa controlada, más tarde dirigida por el . Estado.
Esto
es, nos dice de Hautecloque, la instauración progresiva de
Ja intervención oficial mediante
"torreones de control".
Bien entendido, durante este tiempo se "condiciona"
la opi-
111o;h en. favor de la reforma.. agraria. Y cuando se_ ,puede arran­
car a algunas autoridades "eclesiásticas engañadas una declara­
ción favorable al "sistema" (83), la partida está muy cerca de
ser §0.nada.
"' un paso hacia .atrás, do-s hacia delante·"
Otro procedimiento clásico del Estado totalitario y de las 1'-escnelas de pensamiento" que_ crean el .clima: la táctica de "un
_paso atrás, _dbs hacia delante", que fue en su tiempo el objeto
de una obra de Lenin.
Se prevén períodos estatales o favorables
a1 reconocimiento de
un campesinado auténtico. Esto presenta varias ventajas:
-El movimiento -colectivista puede· ·tomarse ·un "respiro''
que
aprovechan los tetnó_c,ratas para hacer que la organización y
sobre .. todo los cuadros revolucionarios crezcan, se renueven, se
infiltren por todas partes. ·
-La euforia de este alto permite decir: "Veis claramente
:qu~ J.lQ .buscábamo·s más· que vuestro bien''. La anestesia se hace
así más completa .
. eµ un callejón sin s_alida. En la_ práct_ica, las c¿sas sori muY COropleia.5 y
,~gen una ~na formacióµ_ doctrinal, muoha inteligencia,. prudencia. cal­
·tna ei:i las campañas. de propagan-da, _ un sentido agudo de_ la acción una
-vi-µa . religiosa intensa. __ Pt1es .. puede haber operaciones .parcialmente_ bÜenas
_que deben sostenerse sin dejarse envolver en el juego -marxi!)ta. _Puede
haber también sórdidas coaliciones de intereses que, bajo cubierta de anti­
,nµirxismo fomentan un reparto injusto del suelo y de las rentas agrícolas.
:. : .. .(8$) ,Lo· más .grave e_s que con mucha frecuencia estas "declaraciones"
J(enen. una_ resona.t?,cia aut~tü;atp.ente · cristiana: Pero laS palab-ra_s (]_lle co~­
ttenen
no expresan .ias mismas realidades que los marxistas creen 'hacer
pasar, J)esgracia4atn~nte_ sirv~n
-de gari:tntía, y esto es todo lo que tnarxis-tas y tecnócratas esperan. ·
306
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VIDA CAMPESINA Y PROGRESO
-Como el "período de las cien flores" que siguió en China
a la revolución comunista de 1950, también la calma permite des­
cubrir los hogares
de resistencia campesina, las él#es activas, los
apoyos que todavía encuentran.
A continuación ya sólo --habrá que cerrar la tenaza, insertar­
decretos coercitivos en el marco de loS enunciados iritprecisos -de·
tal o cual ley (84).
---Una "reforma de la enseñanza" viene, po_r azar, .a incul­
car "las ideas nuevas" en los jóvenes rurales ,por medio de pro­
gramas "nuevos",_ de libros "mejor
adaptados",, de "pedagogía
más realista".
Durante este período el Estado totalitario acepta encajar to~
dos los golpes: barreras en las carreteras, agitaciones, huelgas,
meetirnrgs. Todo esto bien organizado (con "cartas de amor'"
en los lugares "neurálgicos", informes de la policía y ... ¡ mayor
funcionamiento de la plancha de billetes!). Es el paso hacia atrás.
El Estado cede en fruslerías, o discute por el precio de un
kilogramo de carne, un litro de leche: "0,20 francos más;
¡ no
0,10 francos!
¡ No 0,15 francos!"
En estas ocasiones el poder totalitario se las arregla siempre
para que los organismos profesionales
- pidan
AL EsTADO la solución de sus problemas;
- acepten fórmulas de compromiso por las cuales
el Estado
aumenta su ingerencia en la profesión;
- se convierten en los AUXILIARES DEL EsTADO para elaborar
una legislación que mate las libertades campesinas.
Ellos perderán
las libertades campesinas y el "plato de len­
tejas" que ganan temporalmente. Una actuación más prudente
salvaría los dos.
A pesar de
las reivindicaciones a corto plazo, el poder so­
porta incluso
el riesgo de mejoras que disminuyen el alcance de
las leyes colectivizantes a largo plazo.
Los grupos de presión, las "escuelas del pensamiento", la
caución eventual de las autoridades morales o religiosas, el peso
de sus silencios,
la esterilización práctica de las resistencias poi
las mafias intelectuales en boga, la destrucción de las tradiciones .
campesinas o su utilización por los comunistas, todos estos fac­
tores crean un clima psicológico propicio a "la confianza" y de
Hla abertura".
(84) Es también una táctica que hay que subrayar ; la de los decre~
tos de aplicación que fijarán las modalidades prácticas, etc. Et camino
está abierto para el más completo despotismo, contra el que es inútil espe­
rar mucho de un recurso á los tribunales administrativos.
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ALAIN THORANCHES Y PIERRE BEVILLARD
La vía está libre.
El campesinado puede desaparecer y con él lo que se hahía
conseguido conservar de civilización cristiana.
Si nuestra ilustración
·parece demasiado inspirada por la si­
tuación francesa obsérvese
Cuba.
El ejemplo cubano.
La experiencia es reciente e instructiva. Recogeremos el tes­
timonio de dos autores muy opuestos: Lorencez (85) y el agró­
nomo socialista René Dumont (86).
l. Factores favorable• a una reforma agraria:
Medio fértil pero proporción débil de campesinos indepen­
dientes, abusos irritantes
del capitalismo liberal, riecesidad de nna
reforma agraria admitida desde hace tiempo hasta
el punto de que
"algunos propietarios abandonaron. con excesivo agrado sus tie­
rras al gobierno" (Dummont).
2. Pero la reforma agraria está orientada, desde el qrigen, hacia
la socic»Uzación marxista.
Elaborada clandestinamente por el Dr. Sori Marín, ministro
de Agricultura en
el primer gobierno de Castro, la ley del 17 de
mayo de 1959 fue desde antes de su promulgación modificada a
espaldas de su autor en sentido tal que éste, notoriamente anti­
comunista,
"dimitió algunos días después y no tardó en partir
para el exilio (Lorencez).
3.
Su a,plimci6n fue confiada a un organismo revolucionario:
El Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), del
cual Fidel Castro tomaba la presidencía.
(85) Cuba, -te-moignoges vécus, ed. Biére, Burdeos, 1963.
(86) Cuha, socialisme et developpement, ed. Seuil, París, 1964.
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. VIDA CAMPESINA. Y PROGRESO.
4. Las tendencias totalitarw se acentuaron a kJ wgo de los
ai,,os siguientes:
Sie!l1J)re que sea posible la INRA creará cooperativas agrí­
Por ejemplo,
- en agosto de
1960 "Fidel proclama que ya no se trata
de reforma, sino de revolución agraria, lo .que significa que ya se
acabaron las indemnizaciones" (Dumont).
-
en mayo de 1961 "los feudos expropiados se extienden
a más del
40 por 100 de la superficie agrícola que era propiedad
privada"
(el 49 por 100 de esta cifra fue objeto de decretos de
expropiación promulgados como reacción ántiamericana el 7 y
13 de octubre de 1960}
- a partir de mayo de 1961 aparecen las "granjas del pue·
blo" bajo la administración estatal. "Granjas-administrativas-des-
1nesuradas",
escribe R. Dumont
-en 1962 las cooperativas restantes se transforman en
"granjas del pueblo".
Y aquí encontramos una ilustración de lo que decíamos an­
teriormente :
la decisión se aprueba con entusiasmo por el 98
por 100 de los cooperadores, por la razón :perentoria de que "los
salarios semanales en las cooperativas eran mucho más bajos que
en las granjas del pueblo, objeto de toda la solicitud del gobier­
no" (Dumont)
- 4 de octubre de 1963: los "agricultores medios" (de 40 a
67 hectáreas), a pesar de las garantías de Fidel Castro, son na­
cionalizados, aunque "el sector privado había, en 1962, cumplido
mucho mejor sus obligaciones de entrega al Estado que el sector
nacionalizado" (Dumont)
-el 30 por 100 de las tierras cultivables :permanecieron
todavía en propiedad privada. Pero los propietarios son muy
limitados
por:
-el· encuadramiento de los "pequeños campesinos" en la
"' Asociación Nacional de los pequefíos <:0JTipesinos", encargada de
la acción política en favor de la · revolución.
-el monopolio estatal absoluto de la cosecha y distribución
de los productos agrícolas (monopolio de la ACOPIO, emana­
ción de la INRA).
Un corresponsal nos escribe: "Contrariamente a lo que ha
pasado en Europa, la .mayoría de la población de Cuba ha aco­
gido
con entusiasmo el programa político de Castro y lo han sos-
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ALAI'N THdRA'NCHES Y PIERRE BEVILLARD
tenido .. durante TI?Ucho tiempo porque a pesar del marasmo eco­
nÓrtiÍcQ genetill 'lbs salarios de los obreros agrícolas habían au­
mentado mucho y porque por sn cuenta los "pequeños campesi­
nos" ganando más han tenido la impresión de "vivir mejor" que
antes de
la revolución."
He aquí un país en que la reforma agraria era necesaria, ev
el que ha encontrado un clima muy favorable, en el que ha debu­
tado
con una campaña azucarera (la Zafra de 1961) en la que
"por primera vez desde 1952 todas las rañas maduras se cor­
taron"
(Dumont ).
Una más justa distribución de las tierras era posible progre­
sivainente, sin violencias, .preViendo las indemnizaciones necesa-.
rias o adaptando el régimen fiscal (87).
Un estatuto moderno del campesinado, adaptado a las con­
diciones geográficas permitía un renacimiento de
la agricultura
cubana.
¿ Por qué no se hizn así?
Porque Castro, a
pesar de los fracasos sufridos después, no
ha dejado jamás de desear lo que Dumont llama "la difícil pero
necesaria construcción del socialismo".
Las élites-no-comunistas~ los católicos en particular, no -han
sabido ver . a tiem,po a donde -les conducía Castro. ¿Ignorancia?
¿ Debilidad ? ¿ Euforia? ¿ Novedad?
Quizás todas estas causas a la vez.
Por no haber visto oostante lejos han preparado un comunis­
mo que detestan... cuando es demasiado tarde (88).
¡ Que al menos su triste experiencia sirva para instruirnos!
(87) Como hizo Pio VII para los latifwndi sobre los territorios pon­
tificios. Por encima de un cierto nivel las propiedades muy grandes eran
gravadas de
tal forma que los propietarios estaban interesados en distri­
buir el excedente
con preferencia a alquilarla o conservar en ella al per­
sonaL Cf. Matu pra¡,ria L'agricaltwra (15 de septiembre de 1802), "La
sobretaxa", pág. 13 del Apéndice 111, en Problemes agricoles et rurau.-r.
"Eriseña-nzás póntificias", coleccionadas pór los monjes de Solesmes (Des­
clée).
(88) Cf. Paul Nauta. Le. Collectivisme _ agraire. Ed. Cercles Rurau~
d' Action Doctrinale. De venta en el C. L. C.
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