Lausana II. [Crónica del III Congreso del «Office International»]

ECOS Y ACTAS DEL CONGRESO
DE LAUSANNE II
r) Lausana II por M1cHEL CREUZET
2) Libertad religiosa: Teología y Derecho por BLAs P1ÑAR
Fundaci\363n Speiro

LAUSANA JI
Los · LAICOS EN LA CIUDAD: no era tema tan fácil de tratar
corrio -el de LA INFORMAcr:óN, escogido el pasado año. Importaba
mantener fuertemente ligados estos dos eslabones: el papel pro­
pio de los seglares con sus libertades ... y su fidelidad a la doc­
trina social de la Iglesia "obligatoria", "válida para todos".
El hecho del clericalismo, en numerosos países, no podía· ser
ignorado, a menos de traicionar la verdad con un falso irenismo
que se conformara con echar a un lado el problema en lugar de
precisar el papel respectivo
de las gentes de Iglesia 0y de los ciu­
dadanos. En cambio, se tetúa interés en recor,dar a los seglares
los derechos y deberes que les coucernían a la luz del Decreto
Conciliar, no (Jean Ousset
lo recordó), como las gentes de PAX,
para apartar de la Iglesia la cosas de la Ciudad, sino, al con­
trario, para realizar la C onsecrat~o M undi reclamacJa por P·ío XII.
,-Los congresistas lv entendier_qn muy bien y debemos agrade­
cer a la Divina Providencia
el haber mantenido en nuestros ami­
gos el gusto por la doctrina verdadera, positiva. ''Es un audito­
rio exigente", nos decían antaño. Creemos que lo sigue siendo.
Otro consuelo: tio se acudió solamente para satisfacer el es­
píritu escuchando a oradores de primer plano y comulgar con la
alegria
de ser más de 1.700 asistentes.
Se concurría también para trabajar, ·para reeinprendei-nuevos
proyectos de reuniones a organizar, de contactos
por entablar, de
relaciones nuevas
para explotar en su sector profesional, político,
sindical, etc
...
Las salas de los forwm estaban llenas. La presencia de un
Michel de Saint-Pierre
y de un Jean Madirán provocó un réwrd
de afluencia en. el forurm1 que animaron. Esto no impidió de
ningútl modo que el trabajo más austero se _prosiguiera en las
reuniones especializadas en problemas de la acción.
Por lo que
nos fue dado observar, creemos que hubo. progreso cualificado en
el sentido de las resoluciones concretas. El porvenir depende del
valor .de nuestros amigos en ponerlas en práctica en seguida.
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Esperar " la llegada: de octubre" sería prepararse inconsciente­
mente para ¡ no hacer nada !
* * *
De los forum,, cuya lista fue publicada en los programas, hablo
de dos innovaciones. Los "puntos de reunión", durante los ratos
libres, permitian a nuestros amigos encontrar de modo permanente
a animadores encargados de contestar sus preguntas y de darles
consejos prácticos. A cada forum1 especializado correspondía uno
o varios puntos
de reunión-. Los más numerosos eran aquellos in­
teresados por "la acción cívica... Un servicio de "Información
sobre las. actividades del Congreso" centralizaba las preguntas
escritas de peticiones de encuentros y los distribuía. Dirigía, se­
gún las solicitudes verbales, hacia tal forum o tal punto de
reunión.
Una sola sombra: aún demasiados ratos libres "comidos" por
los retrasos sobre
el programa. Varios puntos de reunión "sal­
taron" a causa de esto. Además, la fórmula era todavía dema­
siado nueva para ser tan utilizada como hubiéramos deseado.
* * *
Oficios religiosos, predicaciones, misa mayor concelebrada, vís­
peras de clausura ( capilla llena a las
18 horas 30 el domingo,
i a pesar de los problemas del regreso !) canto de las "letanías
carolingias"",
no podemos más que ·subr~ yar cuán vibrantes re­
sultaron en
FE, en caridad verdadera. ¿ Es que el amor acti­
vo a la doctrina social cristiana
no ha de acercar también las
almas a Jesucristo
?
* * *
Bemard CouCH!lPIN, Delegado General de L'Office lnterna­
tional, ftie el huésped, el uanfitrión" cuya serenidad, Vigilancia
discreta, claridad
en la introducción del Congreso y de los Pre­
sidentes de Sesión fueron unánimemente apreciadas.
A esta Suiza que nos acoge con tanta generosidad perte­
nece Gonzague de
R!lYNOLD. Después de una larga carrera dedi­
cada a la defensa
de las libertades locales, cantonales, Gonzague
de
R!lYNOLD prosigue la lucha contra el totalitarismo --Obra
que es específicamente la de los segláres, en-una hora en que
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los cuerpos intermedios se hacen cada vez más indispensables a
la vida de los Estados y de las Federaciones, bajo pena de pnl­
verización gregaria; así tuvo interés en recordárnoslo.
Cada Presidente dio una nota complementaria a las comuni­
caciones.
El Barón de la TouRNELLE, antiguo embajador de Fran­
cia en
el Vaticano, insistió sobre el papel de los ciudadanos en
los Estados modernos. "Ninguna cuestión es más actual, ni más
importante, ya que Roma se ha decidido por la puesta a punto
de la Iglesia, y por cuanto los seglares son también de la Iglesia,
y su misión y su papel han sido exaltados por los Padres Con­
ciliares".
El príncipe de S'.l'ARHEMBERG nos habla de su esperanza en
la juventud europea si trabajamos para formarla. Y mostró el
papel de L'Offk:e en esta educación cívica.
El profesor MousNIER, con uria fe vigorosa, . describe los
escollos morales que acechan al laico en el mundo .actual y la
necesidad de hacerlos frente.
Con Michel de SAIN'.l'-PIERRE, resulta calurosa y emotiva la
presentación de Gustave THIBON; evoi:a también su Llamam,iiento
a los Obispos al cual se unieron Jean MADIRAN y Jean OuussE'.l',
contra la odiosa segregación: de un ''apostolado selectivo''.
A J ean MADIRAN, que presidia la sesión de apertura, le co­
rrespondió hacer la historia de los precedentes Congresos. Mos­
tró la cadena de los trabajos de
L'Office en la elección de los su­
cesivos temas:
El hombre frente al totalitarismo mod'erno, · La m­
formación, Los seglnres en laJ Ciudad. L'Office ha permitido el
desarrollo de estos Congresos, que son consuelo de los "com­
batientes aislados".
Jean de RADIGUES, amigo de pdmera hora, hizo que se aplau­
diera a los jóvenes belgas de
SaJVo11f' et Agir, pidiendo que se
les ayudara y sostuviera.
Hemos deplorado la ausencia de Germán
ALVARmz DE Soro­
MAYOR, antiguo Secretario General _de los Sindicatos Españoles,
retenido por la enfermedad. Juan VALLE'.!' DE Gov'.l'rsor,o, de la
Real Academia de Jurisprudencia y Legislaci6n, aceptó gusto­
samente su puesto en la Presidencia y leyó su mensaje.
* * *
Las comun1cactones del Congreso fueron:
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-unas doctrinales, que iban desde los principios hasta !>1
realidad.
-otras, que partiendo de hechos observados en la vida del
ciudadano o del cristiano contemporáneo, los juzgaban desde el
ángulo doctrinal para deducir la lección.
Del primer grupo resultaron :
-El análisis magistral, por el orador español Blas Piñar
I.ópez, de la declaración Conciliar sobre la "libertad religiosa".
Apoyándose en una documentación abundante, seria, mostró que
la declaración mantiene firmes los principios de la Doctrina tra­
dicional de la Iglesia sobre los deberes de los individuos,
de las
sociedades, de los Estados, para con la "única verdadera reli­
gión", mientras que reivindica para la Iglesia, para los no-cató­
licos y los no-creyentes las
condiciones sociales que permitan la
libertad de su respuesta contributiva a la gracia divina. Estudio
claro sobre un aspecto del Concilio que la gran prensa quiso
hacer pasar por una negativa de lo que siempre el Magisterio Su­
premo ha "defendido enérgicamente durante siglos".
~ La explicación precisa, con todos los matices útiles de la
Constitución Pastoral Gaudium et S pes sobre la Iglesia en el
mundo, por Henri RAMBAUD.
"Me ha chocado, nos escriben, 1a-preocupación minuciosa
de exactitud, la búsqueda apasionada de la posición justa de la
que Mr. Rambaud ha dado pruebas."
Entre los textos citados por
el orador, debemos hacer men­
ción de estas afirmaciones del Concilio en
Gaudirum et S pes:
"A los seglares pertenecen en definitiva, aunque no exclusivamen­
te, las profesiones y las actividades seglares... Conscientes de las
exigencias de su Fe y alimentados por su fuerza, no duden, en
el momento oportuno, tomar nuevas iniciativas y en asegurar su
realización. Es a su·s conciencias, previamente formadas, a las que
Corresponde inscribir la
ley divina en la ciudad terrena. Las
cuales deben esperar de los sacerdotes luces y fnerzas espirituales.
Que no piensen, por tanto, que sus pastores tengan una competen­
cia tal que puedan darles una solución concreta e inmediata
a
todo problema, aún grave, que se les presente o que tal sea su
misión".
Subrayemos que la comunicación de Henri RAMBAUD, queda
como modelo de exposición doctrinal, sólida, matizada sobre un
tema muy a menudo "mal utilizado" por la demagogia.
-Por fin, la exposición final de J ean Ouss>:T, síntesis del
Congreso.
La Promoción del laicado --dice en su resumen el
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Presidente de L'Office foternational-es comparable a la del
simple soldado que pasando del
jarniente del cuartel al combate
en el frente no sube de graduación... sino sólo "sube de línea".
Nada de uh avance honorífico. Lucha, expone su vida: hay
promoción de su valor de hombre y de ciudadano. Asimismo,
el
seglar de hoy no pide nada a la Iglesia, en el cumplimiento de
su papel temporal, sino la ayuda y
el apoyo espirituales a los
cuales tiene derecho (1).
-Desde la primera sesión, los principios habían quedado
bien expuestos por Amédée
d'ANDIGNE, Presidente de los "Amis
de la Cité Catholique", a la luz de un resumen histórico.
Desde los primeros cristianos a nuestros días, resulta que,
según palabras de Maritain: "distinguir ·para no eonfundir" la
permanencia de los clérigos y de los laicos en sus funciones res­
pectivas fue un regalo esencial de la Civilización cristiana.
Al contrario, cuando los seglares desatendieron las cosas de
la Ciudad, los clérigos
-por obligación o a causa de la debili­
dad humana-se las apropiaron. Este desorden se vio acom­
pañado a menudo de una laicización de la sociedad civil. Bajo
pretexto de afirmar sus derechos,
el "Pueblo de Dios" llegó a
liberarse de todo lazo
-aun doctrinal-para con la Iglesia, De
ahí el ateísmo social contemporáneo
* * *
En la segunda categoría: Gustave THIBON, Luc BARESTA,
Louis SALLERON. ¡ Qué riqueza en la comunicación de Gusta.ve
THIBON ! ~no son ni los seglares solos, sino cada llllO según
su vocación o su estado, quienes se esfuerzan "menos en adap­
tar" Dios al mundo "que IXJr adaptar el mundo a Dios".
"No existe
pared de separación ... : por un lado, "especialis­
tas" de lo divino y, por otro, "usuarios' que se dejan conducir
pasivamente de la misma forma que los pasajeros de un tren.
y de un avión. Porque la religión concierne e impregna toda la
vida del hombre -vida eterna y vida temporal-y nadie vive,
piensa, ama y muere
por delegación o persona interpuesta. La
Ciudad cristiana implica una circulación incesante de la ·savia
entre los diversos niveles de la jerarquía... La disciplina misma
proviene de la libertad".
(1) Nuestros lectores hallarán en el número 46 de VERBO la comu­
nicación íntegra de J ean Ousset. ·
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Demasiados seglares, que se denominau adultos, han guar­
dado un "infantilismo mecánico". Esto no es la fidelidad. Se
trata para nosotros de "desmasificar la masa", de rehacer una
cristiandad auténtica,
-Luc BARES'I'A, redactor en Jefe de la France Cathalique,
esmalta, también, de anécdotas un tema difícil: "¿ Debe el seglar
de hoy ser un
separado?" Nunca las apariencias identificaron
tanto al hombre de Iglesia y al hombre del siglo. Ejemplos:
¡ ese
eclesiástico que explaya en un artículo su pesar por no tener
hoja de -impuestos que rellenar! O ese seglar,
periodista, ves­
tido de gris oscuro, al que se le preguntó "¿ Puede usted oficiar
misa mañana por la mañana?"
Por sti lado, den1asiados seglares no aspiran ya más que a
ser la continuación espiritual del clero en el mundo.
"Separado", debe estar el seglar, en el sentido que no tiene
por qué jugar "a curas". E, inversamente, desde que se le rer
pite que
se está haciendo "adulto", ¿ no se halla -al menos
en algunos países-más "sujeto", en realidad, de lo que lo
estuvo en tiemJX)s de los estados cristianos?
"Separado", también debe estarlo de ese "mundo" al que, se­
gún San Pablo, rechazó Cristo.
Este mundo estará tanto menos
"separado11 de 1a Iglesia en
cuanto los ciudadanos, en su vida cívica, estén tanto más sepa­
rados de lo que, en
el mundo, se opone a la influencia vivifica­
dora de la Iglesia. Porque, dice Baresta, "existen separaciones
mortales".
Nos corresponde a nosotros luchar contra la separación de
la Ciudad con la Iglesia de Cristo.
~ Al leer el programa sobre la comunicación de Lous SAL­
LtRoN, no podíamos esperar un análisis tan prudente y audaz.
a la vez que tan fiel
y matizado de las relaciones contemporá­
neas de los dos poderes.
El "deber de votar": este ejemplo
francés
de las directrices episcopales dadas con ocasión de las
elecciones de los últimos años, permite al orador
agrupar las obli­
gaciones de los ciudadanos católicos.
Hecho pequeño, sin importancia, que no tiene aquí más que
un valor de test.
Las confusiones, no obstante, pueden ser graves en otras cir­
cunstancias. Santa
Juana de Arco, patrona de "los seglares en
la Ciudad", fue víctima de ellas. "Obispo, es por su culpa que
muero", declaró al Obispo Cauchon, delante de la hoguera de
Ruén. Y hasta el fin permaneció
fiel a la Iglesia y a su pueblo,
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aunque perseguida por gentes de Iglesia que jugaban oportuni­
dades políticas, Louis
SALLERON subraya, con humor, que la Don­
cella
fue rehabilitada quince años después; algunós siglos más
tarde
fue canonizada. Esto es lo que le espera al seglar si per­
manece fiel: "En el fondo, j estamos seguros que esto terminará
bien!" El orador desea que, no obstante y en interés de todos, nadie
invada un terreno que no corresponda a su competencia.
* * *
Hay que hacer mención aparte de dos comunicaciones espe­
cialmente orientadas en torno a la acción del católico en la vida
privada. El del periodista escocés Hamisch Fraser y el de Mi­
chel Creuz.et, redactor en jefe de Per»van:ences.
Hamish FRASER, leemos en el Diario de Gme/Jra, describió:
"La viveza ecuménica de la acción de los seglares en la Ciu­
dad, en la medida en que pueden colaborar estrechamente con
personas de confesiones diferentes para la defensa de los bienes
naturales: las libertades personales, las libertades escolares", ..
la lucha éontra el totalitarismo.
Tentativas audaces querrían imponer la 41medicina de masa"
con sus consecuencias mortales: La prensa, la radio, la T. V., no
buscan más que el sensacionalismo; lo que ellos llaman "libertad
de expresión" es licencia para el mal, condicionamiento de los
espíritus, dificultad para la expresión del bien. Muchos de los
no-creyentes y de los no-cristianos son más activos en la defensa
de los derechos de la persona que los católicos en los países del
área inglesa.
Debemos colaborar
con ellos para la defensa y la promoción
de los bienes que poseemos en común. Ecumenismo auténtico que
nos permite expresar nuestra Fe frente a un falso ecumenismo
que abandona la Verdad bajo pretexto de "acercamientos".
A Michel CREUZltr le correspondía indicar el método de
trabajo de estos seglares, método natural, universal, adaptado a
las situaciones más diversas: Reposa sobre la fuerza del pequeño
número, puesta en evidencia por el reino de los clubs en nuestra
época.
Hay que crear un espíritu común. La reunión de pequeños
equipos de trabajo doctrinal es la fórmula óptimá, no solamente
para adquirir ideas sanas, sino para aprender a difundirlas.
El
micro-grupo o célula prepara las reuniones de información en
un sector social que se plantea problemas ( sindicato, partido,
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prensa, asociación familiar, agrícola, etc ... ) o en una red natural
que hay que agrupar, _unir, sobre la base de una inquietud co­
mún( por ej~lo, los padres de alumnos}.
El equipo doctrinal explota estas reuniones de información,
continúa los contactos, crea nuevos equipos, de persona a per­
sona: La acción doctrinal es nn hogar en el que uno se impregna
con vistas a un nuevo trabajo en el exterior.
* * *
El Palacio de B~ur,r:itu siempre ofrece un marco admirable,
un personal competente. Y los "comisarios" de l'Office demos­
traron esa abnegación a la que tan acostumbrados estamos que
ni
la notamos. Cuando urt Congreso se desarrolla con más orden,
es que la preparación ha sido tanto mejor hecha, la ejecución
más cuidada. A esos amigos bondadosos que toman de nuevo
el tren
del domingo por la noche ... para el trabajo del día si­
guiente, agotados
por tantos días de labor y por nmnerosas vi­
gilias en los m,eses anteriores, démosles nuestro agradecimiento.
Démoslo sobre todo a la Divina Providencia, a Santa Juana
de Arco, nuestro modelo, que fue la patrona de este Congreso.
Gracias a esas jornadas de
LAUSANA, marcharemos con una
noción más clara de nuestra vida, con más ardiente amor a
la
Iglesia y voluntad más concreta de trabajar por Dios y por
nuestras respectivas patrias.
MICHEI, CREUZET.
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