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Carta a Claude Bruclain (del Club Jean Moulin) sobre la «debacle» de la vieja doctrina socialista

Carta a Claude Bruclain
(del Club Jean Moulin) sobre la «debacle»
de la vieja doctrina socialista
por
lvEs LE PENQUER
••
Fundaci\363n Speiro

CARTA A CLAUDE BRUCLAIN (DEL CLUB JEAN
MOULIN) SOBRE LA "DEBACLE" DE LA VIEJA
DOCTRINA SOCIALISTA
SUMARIO
INTRODUCCIÓN :
Cl, Bruclain reconoce la debacle de la "doctrina" socialista.
Inconsciente homenaje al derecho social católico. Sin embargo, Bru­
clain sigue siendo "socialista" actualmente:
1) La-idea esencial del Socialismo.
2) La ambición de unificar el mundo.
Su "desgarradora" revisión no es más que un aggiornamento.
En este aggiornamento, analizamos:
I.-"LO QUE CAMBIA"
1) CRÍTICAS DEL SOClAI,ISMO REVOLUCIONARIO SEGÚN BRUCLAIN •.• 488
Críticas rigurosamente circunscritas en el límite de las deficien-
cias de funcionamiento económico.
2) '(RÍTICAS DIU, SOCIALISMO R~RMIS'IA . . . . ..
-Las poblaciones ... en la asistencia pública.
-Soluciones económicas antisociales.
-El Estado incapaz de mandar.
-Desarrollo de los feudalismos ...
490
J) El,tMENTOS DE LA "RESTAURACIÓN" DEI, SOCIALISMO 492
-Rehabilitación de la economía del libre mercado.
- Límites de este libre juego.
-Orientación de las libertades hacia "los objetivos generales
de
la Sociedad".
-Impotencia de Bruclain para indicar la naturaleza de estos
"objetivos generales".
-
Un "sistema cerrado en lo temporal", que presenta en cada
instante sus
lagunas doctrinales pero no las confiesa.
-Cómo pueden estas jerarquías convertirse en simples rele­
vos de organización tecnocrática.
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!VES LE PENQUER
II.-"LO QUE NO CAMBIA" ... . .. ... . .. . .. ... . .. .. . . .. . . . .. . 496
o constantes naturalistas y revolucionarias del Aggiornamento socia­
lista, según Bruclain.
-Ninguna afirmación de Verdad superior.
-Declinación para el materialismo histórico.
____, Destrucción de la propiedad privada.
-
Referencias ___:no confeSadas-a Marx y En.gel.
- Constituir la unidad poütica mundial.
-El Estado, "instancia temporal intrínsecamente desprovista
de virtudes propias".
-Esquemas de organización de los pueblos.
-Analogías con "Reflexiones para 1985".
- Desaparición
de-las "patrias".
ANEXO I .............. .
,DíptiCQ comparando los motivos doctrinales para rechazar el li­
beralismo materialista y el socialismo colectivista.
ANEXO II .......................... .
A propósito del socialismo sinárquico.
484 ,•
502
504
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Vuestro libro Le Sociatismie et 1/Europe, publicado en las Edi­
ciones del Umbral a fines de 1965, cuenta entre
los estudios que
hacen época en la evolución del pensamiento revolucionario con­
temporáneo.
Habéis dado sobre muchos puntos de doctrina social la señal
de un "retorno hacia atrás", de un retorno a la enseñanza de
León XIII, Pío XI, Pío XII y Juan XXIII.
Es un acontecimiento del que queremos ante todo tomar acta
con vos.
Hace falta, en efecto, que ·sea extendida una comprobación
autét1tica clara y neta. Aun si este "retorno" no es más _que par­
cial e inconsciente, aun si deja lo esencial del orden social en la
noche del materialismo.
Hace falta establecer esta comprobación auténtica en honor a
la Verdad
y para gloria de la enseñanza pontificia que el "pen­
samiento de la izquierda" ha despreciado tanto y al que acabáis
de rendir sin saberlo un brillante homenaje. Vuestro inexorable
proceso del socialismo,, vuestra "desgarradora revisión", ¿ no es
una manera de reconocer la clarividencia de las enseñanzas tra­
dicionales de la Iglesia? Hubiese costado menos a la humanidad
no romper con esta doctrina.
Sois de los que fundáis
a gusto vuestras afirmaciones socioló­
gicas sobre "la irreversibilidad de la historia", la "evolución fa­
tal". Ahora bien; acabáis de enviar a paseo magistralmente estos
postulados fatalistas. Acabáis
de. rendir valerosamente las armas
a la doctrina niás constante y más tradicional.
Lo ·más curioso, además, es que sois los únicos, de izquierda,
en declarar abierto
el proceso del socialismo.
C. Lavau ha escrito en su Informe presentado a la Asamblea
del Club J ean Moulin (3 de octubre de 1964) que todos ustedes,
en
el Club, constatan que la "debacle de la vieja doctrina socialis­
ta es casi total" (1).
(1) Le Socialisme et l'Európe, pág. 15.
Un grupo de funcionarios publicaba recientemente un informe dando
las conclusiones de su inveStigación "sobre un camino occidental hacia
.el socialismo'1

Nota "la doble inferioridad numérica y cualitativa" de los "partidos
franceses de inspiración marxista" ; señala
su debilidad frente al "medio
donde debe desarrollarse su acción".
"En la Francia de 1966, la definición
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IVES LE PENQUER
Togliatti mismo, en su Memorandum, a Kruschev (octubre
1964),
¿ no había alertado a Moscú sobre las oportunidades que
podrían ofrecer al Comunismo internacional las formas actuales
de la t~ocracia burguesa, planificadora y autoritaria?
Hay, pues, gran trastorno ideológico en el pensamiento re­
volucionario. Todos reconocéis que
ya no se puede atenerse a las
posiciones ideológicas que seguirán asociadas a las más sombrías
y a las más inhumanas de las· ''experiencias de la Historia''.
Buscáis agg'iornamento,.ros y rechazáis sobre los otros la res­
ponsabilidad de los crímenes del socialismo ...
Pero no perseve­
ráis menos en el camino del socialismo ... Un socialismo que nos
prometéis "esta vez" puro, renovado, resuelto a conducir de ve­
ras a los pueblos hacia
la paz, la prosperidad, la fraternidad. ,
Excusad estof recuerdos poco "abiertos al diálogo de la re­
conciliación". Esta reconciliación es posible. Pero no en el equí­
voco
y la mentira
Demasiado anonadamiento humano, demásiadas masacres, ar­
bitrarios acuartelamientos, ruinas campesinas, demasiadas destruc­
ciones familiares han jalonado
el camino del socialismo.
Escribís que la "ideología socialista
os parece prescrita" (2);
pero añadís una reserva: no estaría prescrita más que para ''los
pa.íses que han alcanzado un cierto nivel de desarrollo".
Mantenéis, pues:
1) que el socialismo ha sido bueno para los países que no
habían
''alcanzado cierto nivel de desarrollo'';
2) que
el socialismo no tiene n~cesidad, para construirse a
escala ·europea
y a continuación a escala mundial, más que de un
aggiornmniento.
Así conserváis la idea esencial del socialismo y la ambición de
una unificación mundial por esta idea socialista.
* * *
Sobre el primer punto ( que el socialismo habría sido bueno
para los países subdesarrollados) no nos detendremos.
de la alternativa socialista no puede hacerse a partir de soluciones revolu­
cionarias tradicionales".
Este informe preconiza un tipo de socialismo
aplicado no de manera integral, sino limitado a ciertos sectores. Sin em­
bargo, esta confianza en
las libertades naturales de base no impide a
nuestros reformadores "respetar por encima
una línea materialista dia­
léctica general, además tolerante frente a otras concepciones filosóficas
o religiosas".
Le Monde, 20-I-66.
(2) Op. cit., pág. 17.
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CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
Además no razontiis sobre la pretendida justificación del so­
cialismo en los países sulxlesarrollados. Afirmáis.
Es para vos
un postulado.
No retenéis como criterio de justificación más que el único
argumento de la "producción económica global", como si este cri­
terio bastase para determinar el proceso real en la vida de un
pueblo.
Nos detendremos más en
el segundo punto: vuestra adhesión
al Socialismo en su principio, y vuestra pretensión de llevarlo a
las dimensiones europea y. . . mundial.
Sin embargo, antes de emprender esta nueva "construcción
socialista'', pensáis hacer sufrir a los principios socialistas una
inmensa reconsideración.
Declaráis valerosamente que se impone una "desgarradora
revisión" (pág. 43).
Y de hecho, a todo
lo largo de vuestro libro, habéis rehecho
tan bien la fachada, abatido las viejas estructuras, desplazado los
tabiques, que nadie reconocería:, a primera vista, el socialismo.
Y si invitamos a nuestros amigos a un examen atento de vues­
tro aggiornam>l!n!to, es que se hará pronto imposible emprender
la_ menor discusión inteligible sobre el socialismo si los anti.so­
cialistas continúan acusando al "colectivismo del abuelo" cuando
habéis sabido recuperar, en vuestra restauración, numerosos ele­
mentos del Derecho natural (libertad de iniciativa, economía de
mercado, principio de subsidiaridad).
En cuanto a los "antisocialistasn más sumarios, de la especie
liberal, materialista e individualista, tememos mucho· que vuestra
"restauración" no les seduzca bastante para que se les vea preci­
pitarse en vuestra nueva construcción. Vos mismo habéis recor­
dado las palabras de Tocqueville sobre la «servidumbre detallada,
previsora y dulce que nos dispensará del trastorno de pensar y
de la pena de vivir
una vida autónoma" (3). Es, desde luego, lo
que convendrá al género_ "pequeño (o grande) burgués"; habéis
visto justo en este punto
de vista. Desde el momento en que vues­
tro
Hsocialismo a la francesa" tenga la elegancia de respetar las
formas materiales de la libertad ( ... de enriquecimíento); las
apariencias de la expansión humana (lo que va en
el sentido de
los caprichos individualistas
y sibaritas); desde el momento mis­
mo que vuestro socialismo sea bastante dueño de los espíritus y
de los corazones para reconstruir cuerpos intermediarios libres
(
... de moverse en los límites de una civilización tecnocrática),
(3) Op, cit., pág. 128.
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!VES LE PENQUER
. . . veremos pronto a . una cierta categoría de "liberales" incorpo­
_rarse a vuestro "socialismo". Se celebrará gozosamente la W1idad
reencontrada, la síntesis realizada por el genio francés. ¿" Lo que
llega ... no conroerge? Cocinada a la salsa de la unificación teilhar­
diana para los medios cristianos, y a la salsa sinarquizante ( 4)
para
el medio de los tecnócratas, la idea es bastante rica para
conocer en el porvenir un éxito duradero.
* * *
¿ En qué consiste, pues, vuestro audaz agqiornam1en-tol
En todo agg·iornamenito hace falta saber desvelar:
1)
lo que cambia
2) lo que no cambia.
I. Lo QUE CAMBIA EN VUESTRA RECONSTRUCCIÓN -RESTAURACIÓN
DEI, SOCIÁI,ISMO.
Subsistía en los viejos .socialismos -tanto "revolucionarios"
como "reformistas"-un cierto dogmatismo de la infalibilidad m terwJista de la evolución hacia formus sociales siempre más colec­
twistas.
Intentáis abolir esta "escolástica" estrecha Y. para salvar el so­
cialismo, terminar con los "dogmas socialistas" (5).
¿ Cuáles son, pues; las piezas maestras de· los socialismos clá­
sicos sobre las que hacéis caer, despiadadamente, el martillo de­
moledor
y la piqueta ?
Tratáis separadamente el "socialismo revolucionario" y el
"socialismo reformista" ...
l. CriJ;;ca de! sücilúisnio revotucionMio.
Sobre él, declaráis francamente que la organización socialista
de la economía
'' es por naturaleza incapaz de promover efica-zm'Cn­
te la elcvacimi del nime! de vida" (pág. 23,).
Es para vosotros el motivo de inculpación más grave. Es no­
table, en efecto, que no os detenéis un instante en la incapacidad
(4) A propósito de la tecnocracia sinárquica ver Anexo II.
(5) ¿ En qué consistirá ta esencia subsistente de vuestro socialismo?
Es to que veremos en II.
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CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
radical del socialismo para promover la elevación de los hombres
y condncirlos a su fin temporal y eterno. Así, cuando desarmáis
el ejemplo soviético, "prototipo de una economía socialista", vues­
tra crítica, exclusivamente limitada al orden técnico de las cosas,
no recoge más que las tres anomalías siguientes:
1) "Todas las decisiones económ.icas san,, en principio, toma~
das dire'ctamen,te por el Estado" (pág. 24).
El papel de las empresas se encuentra así reducido a la ejecu­
ción de decisiones imperativas.
Es la centralización total de· los
poderes y
de las responsabilidades (6).
Contra este totalitarismo económico llegáis a rehabilitar la
economía del mercado (pág. 26). Observáis muy justamente que
una economía moderna debería inclinarse hacia la economía libre
antes que hacia el centralismo estatal (7).
Observad aquí que no sois absolutamente los primeros
en
reintegrar 3.l socialismo ciertos elementos del liberalismo eco­
nómico
...
La U. R. S. S. misma comienza a realizar. ¿No ha intentado
ya con Kruschev transformar el espíritu primitivo del gosplán (8)
y ''reintroducir ciertas formas de economía de mercado''?
(6) "La U. R. S. S. ofrece el modelo .. , de un taylorismo universal
donde
la separación de dirigentes y ejecutantes es total" .(pág. 24). Es el
"totalitarismo estatal" ...
"El Plan presentado como diálogO entre las
partes interesadas constituye en realidad un marco de mandato casi mili­
tar" (pág. 25).
La menor idea de descentralización· y de iniciativa es proscrita ... "La
¡ V. R. S. S. ha tenido que constituir una enorme burocracia que sofoca
bajo su propia masa y en sus propios procedimientos, constituye por sí
misma
una forma_ de derroche y, sobre todo, se revela incapaz de orga­
nizar la diversificación de los bienes de consumo." "El académico 'Glouch­
kov
ha calculado que si la organización de la gestión sigue igual que ac­
tualmente
hará falta emplear .en este Solo sector en 1980 principalmente
en la contabilidad y en la planificación (
... ) a toda. la población adulta de
la U.
R. ;:,, S." (pág. 25). .
(7) "La diversificación de los bienes ofrecidos necesita una cOmplc­
jidad siempre crep'ente del aparato de producción que. permite los ajus­
tes espontáneos inherentes a los regímenes de mercado, peio un sistema
administrativo, por perfeccionado que sea, no
pu'ede conservar entera­
mente su
control" (pág. 26).
(8)
Por el mismo hecho de la dictadura del plan ... el· sistema de los
precios está sometido a
una tarifiCació11 autorita.ria. Evidentemente, Pl
Estado totalitario no puede arriesgarse ·en hacerse contradeci.r por el juego
libre de la
oferta y la deinanda: "Resultan numerosos. despilfarros", ----disociación de los ·precios y de· los costes; de las normas de producción
y de los
·precios-. ·EI Plari :fija la producción en volum·en y no en ·valor,
favoreciendo la cantidad en detrimento de la calidad. "Así las nórmas
fijadas a las papeleras siendo expresadas en toneladas·,
es frecuente que
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!VES LE PENQUER
2) "M. Kruschev dedaraba (9), poco antes de desaparecer,
que e's necesario reforzar la emru/ación sociali:sta de los trabajado­
res para sw mteresamwnto material en los reswltados obtenidos.
Esto es evidente en la industria, pero más aún en la agricultura.
El fracaso del sistema soviético en este dominio es bien conocido :
la producción por cabeza no ha aumentado prácticamente desde
1913 ... "
... "La agricultura soviética, que emplea aún más del 40 por
100 de la población activa, no consigue asegurar conveniente­
mente la alimentación del país. Con
un número de agricultores
siete u ocho veces menos elevado en valor relativo ( alrededor
del S por 100 de la población activa), los Estados Unidos obtienen
una producción agrícola ampliamente excedente (10).
He aquí quien explica el fallo del Socialismo en el terreno
mismo en que se presentaba como única teoría
"científica".
Lo habéis mostrado. Pero se deplora otro silencio sobre otro
fallo del socialismo revolucionario: su fallo en el plano humano.
Se han denunciado los horrores del nacional-socialismo. ¿ Por
qué tantas reservas con los del socialismo?
Vuestro silencio sobre la "técnica de la esclavitud,, y sobre
el anonadamiento científico de las personalidades en la U. R. S. S.,
en Alemania del Este, en China, parece muy significativo en
un
sistema de pensamiento prácticamente materialista. ·
Pero pensemos en vuestra crítica del socialismo reformista.
2. Crítica del soci.alism,o reformista.
Habríais podido dispensaros de distinguir los dos socialismos.
Entre los dos no encontráis más que diferencias de grado. La
naturaleza sigue siendo la misma: colectivismo despersonalizante
y claudicante de un lado, totalitarismo estatal de otro.
Las poblaciones ... en la aristencia p·úblicu.
el papel producido sea mucho más ,grueso de lo que es necesario; si los
objetivos fuesen fijados en superficie, se puede pensar que el papel seria
demasiado delgado" (pág. t7).
,(9) "Ante el soviet supremo, el 13 de julio de 1964" (nota del autor).
(10) En la U. R. S. S. coexisten dos sectores, uno socializado, otro
privado. Es del primero que provienen todas las dificultades: con un
4 por
100 de las superficies sembradas (30 por 100 de las tierras añadien­
do las superficies
nece~arias para el mantenimiento del ganado) las ex­
plotaciones individuales asegurarían aún en 1958 la mitad de la p;oducci6n
de leche y de carne y la mayor parte del aprovisionamiento de patatas y
legumbres" (pág. 30).
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CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
"El socialismo continúa considerando al conjunto de la po­
blación como acreedor en justicia de muchos cuidados de la asis­
tencia pública"
(pág. 36).
· "Sería fácil multiplicar los ejemplos en los que el socialismo
tradicional, aplicando a los problemas sociales soluciones antieco­
nórnicas, obstaculiza
el desarrollo económico y conduce a resulta­
dos antisociales.
El remedio habitual consiste entonces en con­
fiar al Estado
el cuidado de substituirse en los mercados desfalle­
cientes, pero... no lo consigue jamás; capitalista o socialista, el
Estado empresario sabe administrar mejor la penuria que pro­
ducir la abundancia" (págs. 35-36) (11).
Es verdad en la vida industrial, pero es verdad también en la
agricultura.
El mismo fenómeno de depresión económica provo­
cado por la intervención abusiva del Estado en el mecanismo de
los precies es causa igualmente de la asfixia actual de nuestro
campesinado. ¿ Por qué no reconocerlo? Sin embargo, vuestra con­
clusión llega con
una justeza destacable:
"En total, este socialismo distribucionista extiende en la na­
ción el sentimiento de que se tiene siempre el derecho a pedirlo
tado
al Estado. sin ofrecerle nada a cambio, y disuebve el sentido
del
ci,msm~, y de la responsal7ilidad. Conduce también a la inefi­
cacia
y al desorden" (pág. 37) (12).
Las nacionali,zaciones: el Estado i'.rliCapaz de mandar.
La creación de un vasto sector público es dada generalmente
como la condición del éxito del soc.ialismo.
Respondéis:
"la experiencia rnuestrá., sin embargo, que en mu­
chos sectores el Estado apenas dirige Jo que posee" (pág. 38) (13).
Así, pues, las nacionalizaciones (que tetúan por objeto, se­
gún las teorías socialistas, substraer las actividades neurálgicas
de la vida económica a los azares del juego privado) conducen a
(11) Los ejemplos abundan ... citáis el del alojamiento ... "Si el pre­
cio de venta de los automóviles hubiese sido :fijado a un nivel infe­
rior a su precio de fábrica, los fabricantes habrían cesado de producir:
es lo que ha pasado con el alojamiento ... En un país vecino, como Bél­
gica, donde la renta por cabeza es poco diferente de la nuestra, las clases
populares viven en alojamientos incomparablemente más confortables que
los nuestros y no es
más difícil alquilar o comprar un alojamiento que
un automóvil"
{pág. 35).
(12) Subrayado por nosotros.
(13) Ejemplo, las explotaciones
de hulla francesas: Si fuesen priva­
das, se les vería reducir · su actividad, como en
Bélgica y en Alemania.
Estando nacionalizadas las explotaciones de hulla francesas, "cuanto
más socialista se es,
tanto menos se puede considerar su reconversión."
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!VES LE PENQUER
feudalismos perfectamente capaces de defender su independencia
con respecto al Estado mismo (
14).
Dicho de otro modo: "cuando el. Estado multiplica sus inter­
venciones llega un momento en que, omnipresente y extendido,
deja escapar de su seno mil feudalismos que le quitan su subs-
tancia" (pág. 40).
.
Entonces sucede ... lo que sucede a toda autoridad insegura de
su poder: impone el sometimiento a_ un régimen pretoriano
"Intervención, plan, nacionalizaciones, tal es la trilogía tecno­
crática con la que el socialismo francés intenta velar su vieja des­
nudez doctrinal" (pág. 42).
uDesnudez doctrinal" ; la fórmula nos gusta. Incita a subir
más arriba en· las causas de las anomalías que denunciáis tan fuer­
temente.
3. Elemenitas de la "re·stauración" del socialismc.
Llegáis a designar los puntos de "doctrina" socialista sobre
los cnates la "revisión desgarradora" debe tratar. Recogemos·:
!.-Una cierta rehabilitación del mercado. "En tanto que el
interés y el provecho sean los medios más poderosos para incitar
a lós .hambrés al esfuerzo, deben constituir la base del sistema
económico" (pág. 43).
Henos aquí de nuevo en
pleno princ1p10 liberal. Que el Club
Jean Moulin, ·cabeza pensante del nuevo socialismo, adopte el
provecho como LA_ base del sistema económico ; he aquí algo que
señala una fecha en la evolución del espíritu revolucionario (15).
(14)" Ejemplo, los cuatro grandes establecimientos nacionalizados de
Crédito: "Lejos de adquirir estos establecimientos, con sus nuevos esta­
tutos, un nuevo espíritu, el del servicio público, cultivan celosamente una
independep.cia acerca de la calle de Rivoli que les erividian los bancos
privados"
{pág. 40).
(15) 2 Es siquiera necesario recordar que el interés y el provecho
han sido considerados siempre por la Iglesia mism¡:¡ como los resortes na­
tu.rales -buenos en sí mismo,s-de la actividad creadora? ¡ De aquí a
hacerlos LA BASE del sistema ecoÍ1ómico hay u.n abismo!
No se recordará jamás suficientemente que la doctrina cristi.µ1a re­
chaza
la remisión exclusiva al juego del ·"provecho.". La Iglesia ha mos­
trado, desde. hace mucho tiempo, que
es.te resorte poderoso de la .actividad
human.a es
necesario, pero debe ser reguladp por un orden moral que lo
dirija. Remitimos, en el
Anexo ,I, al cuadro con1parativo de motivos por
los que
la Iglesia ha_ iechazadci siempre las _teorías del "juego automáti­
mente bueno y
justo de la economía liberal" así como el "juego automáti­
camente bueno y
justo de la economía colectivista".
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CARTA A CLAUDE BRUCLiAIN
Tenéis cuidado, bien entendido, de no profesar un "liberalis­
mo" sin límites
y sin freno. Como en la doctrina tradicional, ex­
cluís del libre juego del mercado los bienes o prestaciones que
son por naturaleza
del orden del "servicio público" _que "no sien­
do individualiza bles. no pueden ser objeto de precio ( defensa na­
cional, justicia, preservación de los parajes naturales
... )" (pá­
gina 46).
Consideráis igualmente este sector en que "el libre juego del
mercado no es enteramente admisible": aquel en que el valor no
puede ser expresado en términos monetarios.. .
Este es el caso~
principalmente, de lo que corresponde al dominio cultural, "pues
bien a menudo las preferencias del mayor número van hacia valo­
res discutibles y se desvían de las creaciones auténticas, favore­
ciendo la producción de los primeros en detrimento de las
otras" (pág. 47) (16).
En fin, estimáis conveniente que el -vasto sector abierto al
mercado libre
-una vez definido-no sea dejado a los juegos
azarosos del
lairser faire ... "Conviene orientar (estos juegos)
en el sentido más coriforme con los objetivos generales de la so­
ciedad" (pág. 47).
¿ Aquí también qué de más tradicional? ... Libertades, pero no
licencia ... Los hombres tiene,r que reconocer los "objetivos gene­
rales de la sociedad" ; es la finalidad lo que determina el orden de
las cosas.
¡ Qué lástima que escribáis poco, aquí, poco sobre estas
finalidades generales de la Sociedad!
El fondo del problema
está aquí.
El ,resto no son más que MEDIOS. No hay doctrina
más que finalidades.
¿ Cómo establecer un Orden verdadero y
justo sin responder a la pregunta de los objetivos generales de
la Sociedad?"
Escribís poco sobre el p1óblema del Orden moral.
El Orden mo­
ral, expresión de un Orden objetivo de las cosas. Ante todo, el
orden de las cosas; el orden
de las naturaleza; a continuación
la Moral.
Si no... caeréis
.en un "moralismoJJ abstracto, kantiano, sin
fundamento ... o en el· "inmoralismo" liberal.
(16) Notad cómo, en cada instante, tropezáis con el problema de la
subordinación de la economía a la ética. La economía moderna no admi­
te la doctrina del "justo precio" (St. .Tomas, IIa IIae .Qu. 77).-¿ Qué refe­
rencia debemos admitir entonces para la determinación de los valores
económicos? El liberal-individualista respondía: es el libre juego de los
enfrentamieiltos
... y _éste fue el juego de la jungla. Los socialistas clá­
sicos respondían: el Estado fija todos los valores
... ¡ Usted, Bruclain, in­
tenta distinguir sectores de libertades
... y sectores de determinación· auto­
ritaria
... , pero esto es siempre lo arbitrario, materialista·! ,
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No podréis bordear el obstáculo en tanto que sigáis encerrados
en vuestro
sistem,a cerrado en lo temipo,-al. Seguís prisionero de
este pensamiento naturalista. de este ateísmo sociológico que tiene
cautivo el pensamiento social contemporáneo ; este ateísmo y este
materialismo sociológicos constituyen el com,Ún denominador del
capitalismo liberal
y del socialismo antiguo o nuevo. Por esto
creéis "superar el capitalismo y el socialismo". No hacéis más
que
girar alrededor de estos dos palos de la tradición revolucio­
naria.
No avanzáis m1ás de uin paso en lo esmcial .
. . . Pero avanzáis mucho en el recortocimiento empírico de las
uestructuras" del derecho natural; pueda este reconocimiento con­
duciros al Orden natnral mismo.
Continuemos, pues, el examen de estas "estructuras buenas
en sí mismas... tradicionales también, pero sin virtudes propias
en tanto que no están orientadas a su
FINALIDAD. Lo más
fuerte es que, a cada instante, mostráis vuestra laguna sobre este
punto esencial, giráis alrededor,
os quemáis ... os aproximáis muy
cerca... sin llegar a colmarla:
"En la medida en que el dominio de la libertad de iniciativa
se extenderá así, será necesario establecer un nuevo "orden
pú­
blico" destinado a asegurar el buen uso: el mercado y su conse­
cuencia normal:
el provecho, son, en el estado actual de la evo­
lución, medios eficaces con miras a
la mejoría del bienestar ma­
terial,
pero tienden, naturalmiente, a erigiirse en fines piara crear
una ,:,bvüi,,:ación del dinero. Nada es más urgente que tomar con­
ciencia de los enderezamientos que exige
una jerarqu4a socialista
de los valures, pues, desde abara ya, las contaminaciones del mer­
cantilismo son
fácilmente perceptibles en el seno mismo de las ac­
titudes socialistas" (pág. 49) (17).
"¡ Establecer un nuevo orden público!" "Una jerarquía so­
cialista de valores". Hela aquí
otra vez la vieja actitud de reem­
prender a cero
y volver a comenzar sobre las ruinas del orden
humano dislocado
y disgregado par la negación moderna del
principio de finalidad.
Reconozcamos cuando menos la intención... Resulta de esta
inalterable aspiración de los hombres hacia
un orden verdadero,
que trasciende y arganl,,:a lo h,omiano.
2.-1 erarquW sO'cial... cuerpos irn'termedios., otro elemento de
"doctrina" que figura en -vuestros "objetivos" nuevos.
Así, pues, volvéis a las jerarquías sociales ...
y no teméis afir­
marlas concretamente en unos términos bastante vecinos de
la
(17) Subrayado por nosotros.
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CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
doctrina del Derecho natural; no falta más que la palabra: los
cuerpos intermedios. Pero
la idea esencial está:
"Si conviene retirar al Estado ciertas competencias o prerro­
gativas; esto no significa que deban ser transferidas a empresas
capitalistas; en una concepción socialista moderna, tiené que in­
terponerse una gama de agrupaciones democráticas muy completa
entre
el mercado y el Estado: cooperadoras, agrupaciones de con­
swnidores y auscultad oras, asociaciones culturales, sindicatos, etc ...
El poder público debe, con respecto a estos testimonios de una
democracia fundamental, liberarse de las viejas tentaciones jaco­
binas que van del patemalismo al autoritarismo" (pág. 49).
Y en otra
parte llegáis hasta profesar el "principio de subsi­
diaridad
", que era hasta aquí el antídoto exacto del socialismo
estatal: "el Estado no debe
ocuparse sino de lo que no puede ser
regulado por
las instancias inferiores" (pág. 84).
Otra fórmula feliz: vuestra "democracia funcional" (pág. 49)
se emparenta muy bien con la idea de "democracia del pueblo",
que,
según Pío XII, es exactamente lo eontrario de "democracia
de masa" ... y supone para realizarse, estas jerarquías de cuerpos
intermedios, de responsabilidades... y así, pues, de -autonomías
sociales.
¡ Cómo todo esto resulta nuevo en el "socialismo"! Hace falta,
no obstante, un elemento esencial para que podáis deciros arte­
sanos del Derecho natural... Es el hilo director de los "objetivos
generales de la sociedad"·. Sin fi'naiidad común,, vuestros "cuerpos
intermedios" no ser{ún otra cosa organizad/in tecnacrática. ¡ Simples relevos de una "jerarquía so­
cialista"; simples órganos de una desconcentración, no. de una
verdadera descentralización t
Es aquí donde las cosas se juegan. Haréis bien en rehabili_tar
la terminología tradicional : prOvincias~ regiones, oficios, profesio­
nes, libertades corporativas también ... ; estas sociedades no vivirán
más que de
la vida insuflada por vuestros Colegios de Sabios
designados por cooptación ... en tanto que seguirán en la esencia
del socialismo (sinárquico y no popular ya) (18).
.
Además, no buscáis esconderlo cuando adoptáis la tesis de
Bloch-Lainé (19), de Mendes-France ... y la de, antiguamente, de
Léon Blum y de
J. Burnham (20), tesis que consideran como fa-
(18) A propósito del socialismo sinárquico ver Anexo II.
(19) Recordemos que la tesis de
NI. Bloch-1.ainé sobre l~a Reforma de la Empresa ha germinado en el ",Club Jean Moulin".
(20) ,Cf. "La tecnocracia y las libertades'', Club J. L. Richard, en
VER)!(), núm. 28-29, pág. 447.
495
Fundaci\363n Speiro

!VES LE PENQUER
tal y necesaria la evolución de la propiedad de los medios de
producción y "la disociación -creciente entre la función del pro­
pietario
y la función del director"; un "patronato de función"
substituye al "patronato
de propiedad".
No tieoe el aire de nada este pequeño parágrafo de doce lí­
neas en vuestro libro. pero él por· sí solo constituye la bisagra
sobre la que se articula -en lo esencial___. la tesis sinarquista de
las "libertades" económicas : libertades reducidas a los humildes
grados de la actividad productiva, pero libertades truncadas
y
atrancadas en los rigurosos límites fijados por las altas "instan­
cias" del Poder Directoria! (21 ).
3) El p,luralismo, pu~s no hay Uberrta& sin eleccil>n. "La or­
ganización de los ocios como la de la información, de la salud
pú­
blica y del sistema escolar ... tiene que ser múltiple, es decir, plu­
ralista" (pág. 64).
Se puede decir de este "pluralismo" lo que
decimos más
arriba .de vuestro "liberalismo" o de vuestra "des­
centralización" : el totalitarismo socialista no cambia
un ápice en
tanto que rehuséis
abrir las fronteras del orden terreno a ias pers­
pectivas del
orden eterno.· La descentralización de que habláis
amplía las fronteras del materialismo, no las abre.
II. "Lo QUt NO CAMBIA" O CONSTANTES NATURALISTAS Y REVO­
LUCIONARIAS EN VUtsTRA RECONSTRUCCIÓN -RESTAURACIÓN DEL
SOCIALISMO.
Le SocinJisme et l'Ewrope ha sido generalmente bien acoc
gido por los medios liberales. Son numerosos los que han aplaudi­
do
"la feliz evolución del Club J ean Moulin".
-
"Si el nuevo socialismo recon1oce la economía de mercado
y la legitimidad del provecho ... ¡ aceptemos el socialismo!"
No obstante, proclamáis bieo alto la permanencia del so-
cialismo.
·
Es, pues, que el socialismo responde a otros criterios que no
son sólo los del "colectivismo del abuelo".
Pero no pocas perso­
nas disciernen estos
uotros criterios".
Hemos señalado
ya de paso Iás raíces permanentes de vuestro
socialismo, principalmente:
(21) "Si el 41poder económico" es privado del medio de ejercerse que
reside en la propedad. de los medios de producción y en la' libertad de em­
prender ya no es un
"poder privado" ; nada puede impedirle entonces caer
en
la e;fera· de atracción del poder político. Ahora bien, la amalgama del
poder económico y del poder político es lo que define exactamente
el tota­
litarismo, tome o no la denominación de socialismo.
496
Fundaci\363n Speiro

CARTA A CLAUDE BRUCLA!N
la negativa a reconocer las finalidades snpremas del hombre y
de. la sociedad ;
la negativa a reconocer una jerarquía social fundada en
el or­
den de los valores fijado por estas finalidades.
Son las dos raíces permanentes de la tradición revolucio­
naria.
Es el naturalismo social, consecuencia del naturalismo del es­
píritu: un ateísmo sociológico, consecuencia del ateísmo habitual
de
la inteligencia (22).
De donde se desprenden las principales aberraciones
si•
guientes:
a) Ausencia de referencia a alguna verdad superior a las fuer-
zas materiales.
"Nadie es capaz de decir hoy día _hacia qué tienden
nuestras sociedades industriales" (pág.
59);
,iNo existen apenas, en materia cultural, valores objeti­
vos reconocidos por todos"
(pág. 100).
b) Inclinación por el giro del espíritu impuesto por el mate­
rialismo histórico: las fuerzas obscuras y materiales, únicas
verdaderas causas de los cambios sociale.s.
"Este cambio de posiciones (capitalistas y socialistas) no se
atiene más que a la revolución histórica"
(pág. 23).
e) Hostilidad para lo que enraíza lo humano, lo personaliza y
lo protege.
Hostilidad principalmente por la propiedad personal y por la
herencia familiar. Para vosotros :
"El principio de herencia es tan ofensivo en el dominio ( eco­
nómico) como en todos los otros, de donde que ha ya sido recha­
zado ... ; en una palabra, hace falta poder destruir el principio,
importa reducir, mucho más vigorosamente de lo que se ha hecho
hasta aquí, los abusos y los estragos" (pág. 71) (22 bis).
(22) "El aspecto más siniestramente típico de la época moderna se en­
cuentra en la tentativa absurda de querer construir un orden temporal
sólido y fecundo fuera de Dios, único fundamento en que puede subsis­
tir ... Pero la experiencia de todos los días continúa atestiguando, en me­
dio de las desilusiones mfut amargas o a menudo en lenguaje de sangre, lo
que afirma el libro inspirado:
"si no es Dios quien construye la casa, es
en vano que trabajen los que la construyen" (Juan XXIII: Mater et Ma­
gistra, § 218).
(22 bis) Notad que, de manera -evidente · en muchos puntos, aunque
no sea más que en el plano psíquico,. la herencia no es un principio, sino
497
3,
Fundaci\363n Speiro

IVES LE PENQUER
Caemos además aquí al nivel, bastante mediocre y primario,
de los antiguos socialistas, que no han cesado de confundir la
propiedad
... y el uso que de ella se puede hacer. Si algunos se
apoyan sobre su poder material
para aplastar a los humildes y
a los pequeños, sancionad y castigad.
¡ Antes que abatir la pro­
piedad privada difundidla y popularizadla !
d) Mi to de la igualdad marxista.
"Al término de la evolución que el socialismo entiende acele­
rar, las libertades individuales serán reconciliadas con las exi­
gencias colectivas
y el individuo consigo mismo: "de cada uno
según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades,', tal es
el objetivo mayor"
(pág. 59).
Os habéis guardado muy bien, sin embargo, de citar a vues­
tros autores ... , que no son otros que Marx y Engels (en su Criti­
ca de los p,-oqramas de Gotha y de Erfurt).
e) La felicidad del hombre juzgada, pesada, expresada en tér­
minos de producción material, de distribución
y de consumo.
-''El interés y d provecho.. . los medios más poderosos
para incitar a los hombres al esfuerzo. ... " (pág. 43).
-"El interés y el provecho ... deben constituir LA base
del sistema económico" (pág. 43) (23).
f) Impotencia, pues, para dar al "ideal socialista" otra finalidad
que la economía, a despecho de algunos anhelos por un "hu­
manismo" desvaído, tan grandilocuente como inconsistente.
-
"En el corazón de la visión socialista se encuentra la
voluntad de abolir progresivamente las falsas finalidades
sociales que son el dinero, de una
parte; el poder, de
otra parte" (pág. 58).
Entre riosotros, ¿ cómo llegaréis a abolir el curso del dinero
y del poder en un sistema que no admite como BASE más que el
interés y él "provecho'1?
Sin embargo, estamos de acuerdo en "la abolición del dinero
y del poder", como finalidades supremas. Pero después de esta
evolución,
¿ qué queda en eJ "corazón de la visión socialista"?
un hecho de naturaleza. Que se busque limitar los "abusos y los estragos",
de acuerdo. Pero. negar la realidad, hasta, en su· conjunto, el beneficio,
en el plano social como en no importa cual otro, es ir contra las leyes
de la naturaleza ... para abocarse a catástrotes.
(23) Subrayado por nosotros.
498
Fundaci\363n Speiro

CARTA.A CLAUDE BRUCLAIN
Respondéis: "El hombre se hace socialista en la medida en
que, habiendo superado sus apetitos por el dinero y el poder, se
realiza en una creación y encuentra su justificación en una. soli­
daridad" (pág. 60). ! !
Y en otra parte, definís el tiempo socialista: es aquel "en que
el hombre
sé reconcilia poco a poco consigo mismo por un traba­
jo-creación, y con los otros por una actividad desinteresada. Es
éste, para hablar como Teilhard de Chardin, una especie de pun­
to omega en que, gracias a la mejoría continua de la org:;iniza­
ción social y a un esfuerzo incesante sobre sí mismo, el hombre
alcanzaría su más alto grado de perfección y de felicidad" (pá­
gina 90).
i Y he aquí a qué se reduce el ideal humano del socialismo
nuevo ... después de veinte siglos de cristianismo! Una vag~ "so­
lidaridad" (sin tener a la vista de qué se está llamado a solidari­
zarse), un "trabajo creación" (¿ creación de qué?). Los socialis­
tas del siglo xrx, al menos, se entusiasmaban con mito$ más con-
sistentes, menos abstractos, menos impersonales.
· -
Uno cree soñar ... ¿ Pero dónde están vuestros héroes, vues­
tros santos, vuestros mártires de este "más ·atto grado de ·felici­
dad"? ¿ Quién ha dado, pues, jamás su vida por divinidades tan
fantasmales?
g) Incapaz de desembocar fuera de este mundo cerrado en lo
material, vuestro socialismo, por contra, afinna Objetivos muy
definidos en el plano
"político": es la unifiéación del. mundo.
-"El socialismo apunta a constituir wnti wnidád. poMftca
mruindial, es decir, a substit_uir las soberanías __ ria(:ioh:cllfs
por una sola soberanía mundial. El socialismo coÍl$idera
e.orno eminentemente conservadora y antisocialista la 'nb­
ción de indepencia nacional" (pág. ro).
-"El _socialismo entiende promover prqgresivamente la uni­
ficación política del mu.ndo; el E'.stado no es para él más
que una instancia temporal e intrínsecamente desprovista
de virtudes propias'' (pág. 85). ·
Estamos aquí en la lógica estrecha del espíritu totalitario. Si
el único objetivo consistente y 1".eal de la vida social ·es el "aumen­
to rápido de los niveles de vida individuales" (pág. 107). Si,
además, reducida a esta visión exclusivamente técnica, "la escala
nacional es insuficiente para las unidades productivas en la ma­
yor parte de los sectores econónúcos punta" ... -hace falta apresu­
rarse a revisar las nociones de Patria, ·de Nación y de Estado ...
El marco de la nadó!! es entonces demasiado exiguo para ase-
499
Fundaci\363n Speiro

/VES LE PENQUER
gurar rma autosuficiencia en el conjunto de necesidades de pro­
ductos industriales.
Conclusión: fusionemos y reconstruyamos a los pueblos a par­
tir sólo de las exigencias técnicas de la producción y del
mercado.
Es el error típicamente sinarquista d~ los sisteillas que_ no
ven en las naciones más que marc"os cómodos de vida económi­
mica (ver Anexo
II).
Todo será derribado, destruido, nivelado; lo que no entre en
los esquemas mecánicos de la Organización económica. Mutila­
dos de sus patrimonios no tecnológicos, los pueblos deberán con­
formarse a los dictados absolutos como una ecuación matemática
de la Organización tecnocrática.
Etos conceptos, ya muy extendidos, han dictado las formas
del
habital antifamiliar moderno; eliminados de la enseñanza los
valores de la
cultura clásica -juzgados no rentables para la ci­
vilización
técnica__., planifican el amor, la vida y la muerte con
la educación socialista en
el espíritu del "planninr/ familiar" (24).
Tal es, pues, según vosotros, la verda,dera constante del so­
cialismo, la única verdadera finalidad suprema: la unidad mun­
dial,
por la abolición de las autononúas nacionales y el "reagru­
pamiento progresivo de los diferentes Estados ... en el seno de
or­
ganizaciones supranacionales" (pág. 65).
Y
ya que, según vosotros, "no existen apenas, en materia cul­
tnral, valores objetivos reeonocidos
por todos" (pág. 100), los
· elementos "objetivos" capa.ces de organizar al mundo serán las
necesidades económicas.
¿ Es ésta vuestra verdadera "profesión de fe", vuestra única
verdadera finalidad
?
Se os vio salir para un retomo doctrinal eompleto. Se des­
cubre que sólo los "caminos
y medios" cambian. Abandonáis los·
itinerarios pantanosos del colectivismo, donde se ha atascado
el
carro de la Revolución. Decidís reemprender parcialmente los
caminos eficaces y sólidos del orden natural,
pero no habéis aban­
donado nada de las ambiciones totalitarias del socialismo.
Mar­
cáis un cambio de táctica, pero vuestro 'fin sigue siendo el mis­
mo: es la unificación mecánica de los pueblos
y su sumisión to­
tal a un sistema unitario, a una fría organización de fuerzas.
(24) No nos extrañemos de encontrar aquí dé vuestra pluma (pági­
na 8~) este sal!ldo ,;evoluc.!onario patético en favor de 1~ abolición de le­
yes obscurantistas que rehusan reconocer a las
muJ eres francesas el
derecho de decidir el
número de hijos que tendrán" ( ! ! !).
500
Fundaci\363n Speiro

CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
Confrontados a vuestros ideales, perdéis muchas de vuestras
aparentes originalidades.
El equipo "Guillaumat" -que ha puesto sobre sus rieles el
V Plan-ha salido de las mismas concepciones sinarquizantes;
releed las páginas 12, 13, 14
de Reflezitms pour 1985.
Ved cómo se plantean los problemas de la Civilización futura,
de la "supervivencia intelectual y cultural de
Francia"; cómo y
con
relaciótl a qué son determinados los "valores de tradición
como la familia" (pág. 14) (24 bis);
en función de qué se plan­
tean los problemas de
la enseñanza (pág. 38) y el de la agricul­
tura (pág.
130)... ¿ Cuál es, pues, el punto de referencia de las
reformas a promover?
-¿ el orden humano presente y eterno ?
-¿ las leyes de nuestra expansión?
-De ningún modo, sino la irreversible necesidad de aceptar
la competencia mundial de los poderes económicos.
La: carrera de
la producción y del cambio... "Europa.. . impuesta como marco ...
inevitable de nuestra supervivencia"... Ja "confrontación con los
Estados Unidos, desafio temible
... "
Perspectiva que tiene que obligamos
"a consentir en todo lo
que implica la apertura de las fronteras, consentir en las concen­
traciones
... ''
¿ Y es éste el socialismo nuevo? Es viejo. Como su vieja ambi­
ción tiránica de
rebajar lo humano y lo divino a sus puntos de
vista bajamente técnicos (25).
Se realiza ante nuestros ojos, tal como lo describe el "infor­
me" del grupo Guillaumat :
-La enseñanza de más en más ordenada para la realización
del hombre "buen productor y buen consumidor" (pági­
na 38).
La familia, simple unidad demográfica de la cual le pre­
ocupa recuperar la productividad económica de la
mujer
"cuando haya terminado de criar a sus hijos" (pág. 40),
reduciendo
en caso de necesidad el tiempo de la educación
maternal
por el desarrollo de "centros de crianza de lac­
tantes" (pág. 27).
En cuanto a las patrias y a las naciones, deben desaparecer
ante la Sociedad tecnocrática nueva, sin
lí.mite ni frontera, po­
blada
por hombres anónimos "extranjeros en el tiempo y en el
(24 bis) La familia ·no es un "valor de tradición", sino un hecho de naturaleza, lo que le da muy otro valor.
(25) Se pueden
hallar una recensión de Refle.rions pour 1985 en Pet­mences 2.
501
Fundaci\363n Speiro

IVES LE PENQUER
espacio, hijos encontrados de un género humano del que cada
generación no tendrá lazo con la precedente ... , individuos ejem­
plares, impersonales de
una humanidad aoónima" (26). AJ leer
a los nuevos socialistas
se puede preguntar verdaderamente si
para ellos el ideal humaoo
"no es un vasto campo de personas
desplazadas e indefinidamente desplazables, una inmensa orga­
nización
de apátridas".
No nos _ equivocamos, no nos escaparemos de estas conse­
cuencias
"necesari;:ts", "inevitables", "fatales", desde el momento
en que se nos mete en la cabeza profesar el primer principio del
socialismo
--antiguo o nuevo--de la primacía del cuadro tec­
nocrático.
Vuestro libro no es
un "cabezazo" de un equipo "joven tur­
co". Es una variación -más inteligente que muchas otras-----so­
bre el tema usado del "progreso de la humanidad", la felicidad
laica, obligatoria, planificada, uniformizada. Del Club Moulin a
las
Reflexwns P'ou~ 1985, del artículo del Exprés "Voulez vous
etre encare demain socialiste" ('Zl) al estudio anónimo de "un gru­
po de funcionarios", las diferencias de métodos prácticos (28) son
reales, pero
el espíritu fundamental sigue siendo esencialmente el
socialismo tecnocrático de pretensión mundial.
Vuestro aggiornamien1to socialista representa una nueva va­
riación después de tantos rodeos, tanteos, retornos a cero des­
pués del fracaso o del escándalo.
Nos interesamos fuertemente
y lo observarnos como una nueva
prueba de la impotencia
de la ideología socialista y como un signo
de la eterna disponibilidad de los hombres para partir desde cero
después del fracaso.
ANEXO I
Er, ORDJlN Y I,A JUSTICIA NO PU]lD]lN RJlSIDIR ...
ni sólo en el "provecho" sin
freno
( concepto liberal-materialista) ni en el
socialismo colecti­
vista ( concepto social-materialista)
(26) S. Exc. Msr. Blanchet, Discours d'entrée des Facultés, Institut
Catholique de Paris,
5 de nov. de 1956.
(ZT) C!. el Exprés de los 'l9 de nov. y 5 de dic. de 1965.
(28) Cf. Le Monde, del 20-1-1956.
502
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CARTA A CLAUDE BRUCLAIN
considerados como "base del sistema económico".
-prim.Jo: "en un mundo eco­
nómico así concebido, la ley
del más fuerte encuentra su
plena justificación. Resulta un
orden social radicalmente
trastornado"
(Mat. et Mag.,
12).
- secundo: conserva el fondo
de naturalismo descrito por
Juan XXIII : "El único mo­
tivo de la actividad económi­
ca sería el interés individual.
La ley suprema que regula las
relaciones entre los factores
económicos es la libre compe­
tencia ilimitada." (Mat. et
Mag., 11.)
-terti-0: esta concepc1on si­
túa como principio, igual que
Rousseau, la conclusión de
que
el hombre nace bueno y
que sólo la sociedad
lo de­
forma. Niega u olvida
el pe­
cado original.
Estas concepciones erró­
neas, Pablo VI las ha repro­
chado muchas veces, corno
sus predecesores:
HEs un he­
cho que
el sistema económico
y social engendrado por el
liberalismo de Manchester
para el que la economía
está destinada ante todo al
-"El hombre está hecho
así que
el pensamiento de tra­
bajar sobre una materia que
es para él, redobla su ardor
y su aplicación...
No hay
quien no pueda ver fácilmen­
te los beneficiososos efectos
de este redoblamiento de acti­
vidad sobre la fecundidad de
la riqueza y sobre la riqueza
de las naciones" (León XIII).
-"El mundo económico re­
sulta de la iniciativa personal
de los particulares, ya actúen
individualmente o asociados
de maneras diversas en la
prosecución de intereses co­
munes." (Mat. e't Mag.)
-"La presencia del Estado
en
el dominio económico" ...
"no tiene por fin reducir de
más en más la esfera de li­
bertad de iniciativa personal
de
los particulares. Muy al
contrario. Hace falta retener
entre los derechos esenciales
de la persona
humana el de­
recho que pertenece a cada
uno de ser y de segu-1ff sien­
do normulmente primer res­
ponsable
de su muntm.,,,;ento
y del de su familia. Esto com­
porta que en todo sistema
económico sea permitido y fa­
cilitado el libre ejercw:io de
Fundaci\363n Speiro

!VES LE PENQUER
provecho privado-, no es la
perfección, ni la paz, ni la
justicia si divide también a
los hombres en clases irreduc­
tiblemente opuestas
... " ( alo­
cución del 6 de
junio de 1964
al
Patronato cristiano italia­
no:
U. C. I. D.).
* * *
las actividades productivas".
(Mal. et Mag.,
56.)
Pablo
VI ha mostrado que la sociología totalitaria hundía
sus raíces en el mismo fondo de errores que el liberalismo. En
este. último, "la ar1nonía social no se esperaba más que del de­
terminismo de las condiciones económicas en juego". El error
totalitario, igualmente, ¡(hace del viejo materialismo dialéctico el
dogma fundamental de su triste sociología".
Los dos, pues, "ponen el becerro de oro· en el lugar del Dios
del Cielo y de la
Tierra". (Discurso de Pablo VI a los Dirigen­
tes de empresas italianos, 6 de junio de 1964.)
ANEXO II
A PROPÓSITO DEL SOCIALISMO SINÁRQUICO,
Las características de la "revolución sinarquista" están ex­
puestas principalmente en el "Pacto sinárquico del Iniperio" ( cuya
redacción es anterior a la fecha de nacimiento de los miembros
del equipo Bruclain). Consisten, en lo esencial, en la integración
y la superación de las contradicciones del capitalismo y del so­
cialismo, con miras a la organización mundial del nuevo socialis­
mo: ''El movimiento sinárquico ha nacido en 1922 de Ja nece­
sidad de definir
por el pensamiento, por la experiencia y por la
acción, el sentido de la actual Revolución Mundial". (P. S. de
I., 1.0 punto, § !.)
¿ En qué consiste esta ''superación'' revolucionaria?
-Reconocimiento de la "jerarquía natural de las realidades
colectivas
... : estados, naciones, regiones, municipios, profesiones
organizadas, familias e individuos".
(VIIº punto de P. S. I.)
· Pero ¡atención! : "Ley escrita, tradición o. costumbre deben ser ~
solamente soportadas como un mal menor y reducidas a simples
504
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CARTA A CLAUDE BRUCl.JAIN
instrumentos prácticos de coordinaciones, siempre mediocres. Ley
escrita, tradición o costumbre no tienen, pues, ningún carácter sa­
grado : pueden
ser consideradas como las· líneas de menor resis­
tenci~ ofrecida al gobierno por la inercia de las costumbres para
la realización del porvenir colectivo de las masas." (Punto
1.0
, § § 27 y 28 del P. S. I.)
El socialismo sinárquico presenta, pues, siempre estos dos as­
pectos aparentemente opuestos: 1) de '1derecho natural", en fa­
chada (y digamos también de "tradicionalismo"), considerado
como "líneas de menor resistencia ofrecida...
por la inercia de
las costumbres", y 2) de técnica de encuadramiento y de orienta­
ción revolucionaria, con mi1:"as a unificar el mundo y "realizar el
porvenir colectivo . de las masas".
"El Estado J.X}lítico sinarquizado es la expresión moral colec­
tiva de todos los pueblos que abarca en sus fronteras de hecho y
que gobierna." (VIIº punto, § 315). "Como tal, el Estado po­
lítico no puede manifestarse sinárquicamente más que,
a) del lado
del mantenimiento constitucional por el con junto
de sus gober­
nantes y de sus funcionarios (administrativos, judiciales, policia­
les, técnicos, etc ... ); b) del lado de la revolución perpetua, por los
militantes de los partidos políticos calificados (
qut son entonces
organizaciones netamente definidas y controladas bajo, según y
con relación a su código particular de deberes y de derechos de­
bidamente aceptado por
el Estado político) (VII• punto, § 316).
La ·revolución sinárquica aparece, pues, como una adaptación
muy "burguesa", refinada y "científica" de la Revolución. Adap­
tación a nuestros países ricos en cultura, en pasado histórico,
fuertes en sus clases medias. Estos países se estiman casi in­
vulnerables a las revoluciones groseras de] tipo "dictadura del
proletariadp''.
"Así, pues, la revolución, comprendida de modo sinárquico,
no puede ser ni simplista, ni elemental, ni bárbaramente des­
tructiva.
- tiene que ser sutil, digna de
un pueblo civilizado desde mi­
lenios;
-tiene que ser adecuada a la vida plena, cultivada, alta­
mente diversificada de los pueblos de Francia;
-"tiene que ser, _en fin, síntesis de vida tradicional y de
vida innovadora,
... a fin de volver a lanzar poderosamente al
imperio francés adelante de los pueblos del mundo, sobre los
caminos sin fin de la civilización universal." (Punto 1.0
, § 11.)
La revolución sinárquica a¡yarenta, pues, restaurar estos cua­
dros sociales tradicionales pero organiza la dirección totalitaria
505
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!VES LE PENQUER
del conjunto social por la juiciosa disposición de sus "núcleos
dirigentes". Es el gobierno tecnocrático. El pacto sinárquico dice,
además, explícitamente que la sinarquía será animada y realizada
por una "aristocracia tecnocrática": "Solamente, en efecto,. estos
ciudadanos (gobernantes, funcionarios y militantes políticos) ...
dan prueba de una real conciencia política por
el hecho de conser­
var
y absorber su vida en la cosa política hasta calificarse para
su servicio. Fonnan una demo-aristocracia'~ de servicio, de mé­
rito y de talento.
El texto integral del "Pacto sinárquico del Imperio" ha sido
publicado por
M. Henry Coston en "Les Tecnócrates et la sinar­
chie" (Lectures francaises).
Se encontrará en esta obra una importante .documentación so­
bre los hombres, los mecanismos, la historia de la sinarquía.
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