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Fundamento y soluciones de la organización por cuerpos intermedios. I. Fundamentos

FUNDAMENTO Y SOLUCIONES DE LA ORGANIZACION
POR CUERPOS INTERMEDIOS
POR
JUAN VAI,.I,.ET DE GoYTISOLO
I) FUNDAMENTOS.
La doctrina de los cuerpos intermedios no .es 1;.1na mera fórmula
práctica. No es sólo una solución de equilibrio político y jurídico ...
Tiene una raíz más profunda; filosófica e incluso teológica. En
su auténtico ser va ligada a una concepción del mundo y a la
existencia de
un orden de la creación divina.
a) Fundamento teológico.
El profesor Canals (1) ha hecho notar que frente a las posi­
ciones maniqueas, dualistas de dos
espíri~us contrapuestos, del bien
y del mal, en perpetua antítesis o en síntesis de contraposiciones
que
una vez realizada engendra nuevas antítesis, nuestra visión teo­
lógica nos lleva a urn, unidad y a una pluralidad derivada y orde­
rn,da a y por aquélla.
"Sólo la unidad está en
el principio. Dios es uno; no hay otra
multiplicidad que la que procede de Dios como principio, pero todo
bien finito
se constituye como participación de la bondad divirn,
infusa. Por eso toda la creación está cruzada por un régimen de
unidad de orden y de finalidad, que erige -entiéndase bien que
(1) Francisco Canals Vidal, Monismo y pluralismo en la vida social, en "Contribución al estudio de los cuerpos intermedios" (Madrid, S;peiro, 1969), ¡págs. 17 y sigs., o en _VERBO núm. 61-62, págs. 31 y sigs.
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no se trata de admisión, de compatibilidad, de transigencia con
algo opuesto--constitutivamente multiplicidades y diversidades y
correlaciones complementarias que el aristotelismo interpretó on­
tológicamente, según la pareja acto-potencia, síntesis sin antí­
tesis. Varón y hembra, autor_idad y comodidad, materia y forma,
alma y .cuerpo, razón y sensibilid.á.d, son elementos complementa­
rios y es maniqueo pensarlos como antitéticos."
El principio de la primacía de la unidad "se funda, en defi­
nitiva, en
la soberanía de Dios, y por lo mismo también en la
firme convicción de que el orden divino rige la jerarquización de
todas las causas segundas en sus funciones, según sus propios
órdenes". No C'.3-be, pues, un pluralismo sin unidad superior.
''El bien finito exige «orden», y el orden exige distinción y
diversidad graduadas y polaridades correlativas" ... "síntesis ar­
mónica y analógica de lo uno y lo múltiple".
El "monismo" divino "no es un monismo totalitario, sino que
participa en las condiciones
de congruencia y suavidad del go­
bierno de Dios sobre el
mundo".
No es un monismo totalitario, sino "la armonía sintética y or­
denada de la unidad y la multiplicidad": "es bueno el respeto, no
el desorden, sino la espontaneidad y libertad legítima de los su­
jetos individuales
y colectivos del dinamismo social".
Donoso Cortés (2) había hecho notar que
el Dios católico es
uno en la substancia y múltiple en sus personas : "la_ unidad, di­
latándose, engendra eternamente la
variedad; y la variedad, con­
densándose, se resuelve en
unidad eternamente". "Porque es uno,
es
Dios; porque es Dios, es perfecto; porque es perfecto, es fecundí­
s1mo; porque es fecundísimo, es variedad; porque es variedad es
familia.
En su' esencia están, de una manera inenarrable e in­
comprensible, las leyes de la creación y los ejemplares de todas
las cosas. Todo ha sido hecho a su imagen ; por eso la creación es
_(2) Juan Donoso Cortés) Ensayo sobre el cato,licismo, el liberalis­
mo y el socialismo,, cap. II; cfr. en "Obras escogidas". Nueva edición
dirigida por Manuel Ordí y Lara,
C. I._ A. P., 1903, vol. I, págs. 28 y sigs.
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una y varia". La palabras universo) tanto quiere decir como uni­
dad y variedad
juntas en uno.
Por eso, como nos explica Wilhelmsen (3), según Donoso,
la monarqtÚa absoluta pecó al "despreciar y suprimir todas las
resistencias"
contra el poder, al destruir aquellas jerarquías cor­
porativas
en las que estas resistencias habían nacido y que eran
su encarnación. El absolutismo, pues, "violó la ley de Dios". Al
hacerlo violó la ley de la variedad y de la unidad".
"Nuestra misión -concluía Canals ( 4)-es contribuir a man­
tener prácticamente vigente en la sociedad una unidad que salve,
potencie y lleve a
su perfección consumada toda la pluralidad
ordenada."
De ahí la precaución constante de la Iglesia, "defensora del
orden natural", por los cuerpos intermedios, como muestra la
reiteración con que la doctrina pontificia se ocupa de su
conser~
vación o restauración ( 5).
h) Fundamento metafísüx,,.
La filosofía realista de Aristóteles y la de Santo Tomás par­
tían de la existencia de un orden natural, ínsito por Dios en su
obra creadora, que el hombre con su inteligencia y con su razón
podía llegar a conocer, aunque sólo fuera de un modo imper­
fecto y provisional.
Nuestra inteligencia para conocer no puede aislarse de nues­
tro propio ser, ni del Principio de nuestro ser, ni del mundo que
nos rodea.
De la observación de lo concreto, por la inducción
(3) Federico Wilhelmsen, Donoso Cortés y el poder político, en VERBO,
núm. W, págs. 74 y sigs.
(4) Canals, op. cit., en "Contribución ... ", pág. 22, y VERBO, 61-62, pá­
gina 36.
(5) Cfr. Gonz pos ·intermedios, en "Contribución .. .'', págs. 69 y ·sigs., y en VERBO, 61:.62,
págs. 79 y sigs.
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podemos elevarnos al conocimiento de lo universal, il los grandes
principios.
Ab esse a1d nosse ved.et consecwentia., no a la inversa.
La realidad objeto de nuestro conocimiento y puesta a nues­
tro servicio ¡x>demos mejorarla con nuestro trabajo, con nuestro
esfuerzo, atrs ad.dita natwrae, pero para eUo debemos conocerla y
no podemos dejar de atender sus leyes. Así deben ser tratados
los grupos humanos naturales y los formados por la sociabilidad
connatural del hombre.
Pero, como explica Marce! de Corte (6), en el siglo xvm se
produjo no sólo una inversión, sino una subversión completa del
acto de conocer. La inteligencia ya no contempla, para conocerlo,
el
orden del universo. No cree en su cognoscibilidad, ni siquiera
se preocupa
de su existencia. De lo que se trata es de construirlo a
partir de reglas descubiertas a prwri por la inteligencia y que
ésta debe imponer a
la realidad. Comprender en adelante es do­
minar. Para ello la naturaleza es tratada parcialmente, mediante
el análisis y la síntesis, descomponiéndola en elementos simples
y recomponiéndola a
partir de estos elementos. Los datos obte­
nidos por las sensaciones externas son combinados para hacerles
obedientes al hombre, satisfacer
sus necesidades y caprichos, Así,
poco a poco,
la naturaleza "natural" es sustituida por una natu­
raleza de laboratorio.
Michel
Villey (7) recuerda que Hobbes transportó a la ciencia
social el método
de la escuela de Padua, resalutivo--comfrositivo, es
decir,
el que acabamos de referir. "En lugar de observar los con­
juntos y su armonía intrínseca, como Aristóteles supo hacer",
''los descompone, los reduce a elémentos singulares. Las socieda­
des son reducidas
a sus átomos constitutivos, a sus causas gene­
ratrices; estas partículas elementales vienen a ser lo.s indivi­
duos" . . . Seguidamente, tratará de reconstruir la sociedad, pero
"a partir de los individuos".
(6) Marcel de :Corte, L'intelligenú ,en peril, núm 9 y sigs., en lti­
neniires,
núm. 122, abril 1968, pQg°s. 200 y sigs.
(7) Michel Vi-Jley, La formatio,n de la penisée juridiqu;e moderne: CouYs
cl'histoire de la philosofthi.e d,u droit, 1961-1968, París, Les Editions Mont­
chretien 1968, V, II Parte, cap. I, A, págs. 655 y sigs.
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Después del giro copernicano dado por Kant, iusiste De Corte, "la realidad desmantelada por el análisis intelectual es recom­
puesta y rearticulada según otras configuraciones en una repre­
sentación imaginaria de la
cual la voluntad de poder se adueña para construir un mundo que ella dominará", Para esto, tocia la actividad intelectual "es puesta al servicio de la producción de
modelos propuestos
por la imaginación a la voluntad de poder que
tratará de traducirlas en realidad"... En una constante tentativa
perpeturunente recomenzada. De ese modo la "verdad" se convierte en "innovación, «reforma», «cambio de estructuras» e incluso
'1revolución
permanente".
Así tenemos frente a frente
una sociedad natural, que brota
y se desarrolla de
abajo arriba, como las plantas, si bien es me­
jorable por el esfuerzo del hombre, y una sociedad artificial, crea­
da, estructurada
y programada de arriba abajo. La primera es propiamente la sociedad orgánica, d-e cuerpos intermedios.
López Calera (8) ha hecho notar que "el hecho social de los
cuerpos intermedios responde en
suma a la riqueza del dato on­
tológico que es la misma sociabilidad humana.
La existencia social
del hombre se proyecta de manera variada.
Por tanto, lo que es
natural
al hombre no es estrictamente la sociedad, sino las so­
ciedades"
.... "Por esto se puede afirmar que los cuerpos inter­
medios representan
una constitución importante del dato onto­
lógico de la sociabilidad humana, pero que dichos grupos
no constituyen jamás un. numerus clausus,· mucho menos en su es­
tructuración concreta. Y aquí reside principalment_e
el gran valor
histórico de los cuerpos intermedios que, sobre bases ontológicas,
se van continuamente ofreciendo a las necesidades
de la historia."
Pero, además, este dato ontológico
se refuerza en todos los
niveles de organización. Y también bajo
la perspectiva de los más
recientes descubrimientos de la física cuántica. Así Rueff (9)
(8) Nicolás María López Calera, El orden natural y los cuerpos in­termedios, I, en-"Contribución ... ", págs. 41 · y sigs., o en· VERBO, 61-62, pá­ginas 53 y sigs.
(9) Pacques Ru.eff,
Les Dieu:r et les Rois, París, ed. Hachette 1968,
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destaca la ilación de los distintos niveles de organización, carac­
terizados
por la autonomía y la interpretación de sus elementos:
el nivel de las partículas fundamentales ; el nivel nuclear, el nivel
atómico ,el nivel molecular, el nivel cristiano, el nivel de los virus,
el nivel de los organismos de la célula viva, el nivel de la células, el
nivel de los órganos, el nivel de los ser;es vivos; por encima de éstos,
las sociedades que constituyen las parejas, las familias de los
innumerables tipos de
sociedades animales, sociedad.es de insectos,
de pájaros, y, a partir del hombre, la jerarquía compleja de las
sociedades
humanas; familias, tribus, ciudades, naciones, socie­
dades de naciones. Ello muestra, nos dice,
"que un orden no
puede constituirse si no es a
partir del orden inmediatamente
anterior" y podríamos añadir, desarrollándose sin asfixiar ese
orden inferior. Esto "esclarece. -según el mismo Rueff-el
problerua, tan frecuentemente discutido en el plano político, de
las colectividades intermedias".
primera parte: Introduction a une visfon quanti:qtW de Cuwiv.ers, cap. 1, 3,
págs. 33 y sigs. En el preámbulo (pág. 8) recoge esta frase de Eric Kraemer,
La Grande Mutation: "H0¡y, entre la teoría de los cuantos, que sostiene
el edificio científico de la
edad .atómica, y el pensamiento. de los econo­
mistas y filósofos, marxistas o tecnócratas, parece que
hayan transcurrido -­
siglos, No hablan yia la misma lengua. No tienen ya. ni una idea común".
Advertimos a nuestros lectores, que
el citado libro de Rueff -tradu­
cido al -castellano con el título "La visión cuántica del universo"-, de
enorme
interés en su primera parte, en la que muestra la autonomía y el
no determinismo
de las más pequeñas partículas del mundo material-, en
cambio, al hablar luego,
en su parte final, de la rebelión de los hijos de
Prometeo, presenta
una interpretación n:uy personal del fenómeno que
así denomina,
tejida con el cafíamaZO de ilusiones teilhardianas, no siempre
enfocado con
rigor hiStürico y que adolece de un total olvido de la misión
providencial
del pueblo de Israel en· la conservaciOn . del depósito sagrado
de la Revelación, del cual prescinde
para hacer de la religión algo me­
ramente funcional adaptable a los cambios de organización humana. Sal­
vamos igualmente
nuestra disconformidad con el planteamiento que 11ace,
en esa última. parte, basado en la imaJgen del progreso humano como fruto
d{'; la rebelión de Prometeo contra Júpiter, y con su consideración de esa
tarea como superpuésta a la creación divina, complementándola· como un
orden artificial nuevo, añadido. Creemos más bien que éste se halla subsu-
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
o) Fundamento antro[J<>lógico.
'
El hombre no aparece aislado. Nace en una familia, de la que
necesita mucho más en intensidad
y en duración que cualquiera
otro animal. Se ha hecho notar precisamente que el Tarzán de
Burrogs y el Mowgli de Kipling son puramente imaginarios. La
experiencia de los niños-gacela y niños-lobos hallados nos los
muestran como seres irrecuperables (10).
Más allá de la familia,
el hombre se agrupa con finalidades muy diversas, en una rica y
variada gama de entidades, -en las que se realiza, complementa,
defiente
y progresa (11).
Pero en esos grupos el fruto que consigue el hombre no es
sólo consecuencia de una_ cooperación momentánea. Hay logros
1nás profundos en el tiempo, se sirve_ para ellos de órganos de con­
servación y transmisión de experiencias y saberes, como notó
Paul Bourget (12), especialmente, en sus respectivos ámbitos,
la familia
y los órganos educativos. Así -los cuerpos intermedios
no sólo son realidad actual viva, sino
también realidad histórica
continuada y renovada. No sólo_ unen los hombres de una misma
generac1on, sino varias generaciones entre sí.
Esa tradición
-como ha observado Elías de Tejada (13)-es precisamente lo
que diferencia al hombre del animal.
mido en aquél, forma parte de'. orden dinámico de la creación al qtÍe debe
respetar y adaptarse, pues de lo contrario acarreará desorden y las ca­
tástrofes consecuentes, como la experiencia histórica nos enseña.
(10) Cfr. José María Gil Moreno de Mora, La familia principio de
-vida social, en "Contribución ... " cit., págs. 9'l y sigs, o en V-itROO, 61-62,
págs. 104 y sigs.
(11) Cfr. Michel Creuzet, Los cuerpos intermedios, Mas}rid, Speiro,
1964, I parte, cap. I, págs. 7 y sigs.
(12) Paul Bo~get, Reflexions .SU.1" l'héritage, en "A.u· service de l'ordre",
París, 1929, cap. II, págs_ 17.3 y sigs.
(13) Francisco Elías de Tejada, Libertad abstracta y lt'.bertades cOn­
c'retas, en 'íContribución: :.,;· págs.··127 ;y sigs., ·o eri VERBO, 63, págs. 161 y
siguientes.
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JUAN VALLET DE GOYTISOLO
Frente a esta estructura social tenemos la construida sobre el
/wml,re abstracto.
Villey (14) nos explica que en el inteuto de descomponer la
sociedad en su elemento más simple, el individuo:
"se desemboca
en la hipótesis del
"estado de naturaleza" ; del estado primitivo,
originario, único "natural", donde los hombres estarían separa­
dos, exentos de todo vínculo social. El hombre ya no es social
"por naturaleza", sino que es "naturalmente libre". Es lo con­
trario a
la noción teológica de la naturaleza que había profesado
Aristóteles".
El hurón Adario, ,el bueu salvaje, fue puesto de moda por la
Ilustración.
"Ya está ahí el hombre ahistórico, bueno por naturaleza, co­
locado encima del civilizado", observa Elías de
Tejada (15), que
añade:
"La trausposición jurídica de esta nueva tabla de valores
será la igualdad entre todos los componentes de esa sociedad, esto
es, la equiparación de todos
los hombres ante la naturaleza y la com­
posición de la sociedad civil o civilizada, hija de la historia y donde
los hombres son pesados, con arreglo a sus méritos, cara a la socie­
dad natural, donde los hombres son contados y eu la cual la historia
no interviene para nada."
En efecto, una sociedad de cuerpos intennedios, histórica., se
caracteriza
por la desigualdad accidental y la complementariedad
entre esos seres desiguales.
El intercambio y la igualdad se opo­
nen.
La _cooperación, la recíproca prestación de servicios, presu­
ponen una desigualdad, que es tanto mayor cuauto más graude es
la división
del trabajo, creciente en las sociedades más desarro­
lladas (16).
Pero ... al construir Hobbes la sociedad y el derecho a par-
(14) Villey, loe. cit., pág. 656.
(15) E1ías de Tejada, op. cit., "Contribución ... ", pág. 121, o VERBO? 63,
pág. 155,
(16) Cfr. Marcel dé Corte, La educación poUtica? 2, en VERBO, núm. 59,
págs. 638 y sigs.
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
tir del individuo aislado, por_ el análisis científico, se encuentra
con Leviatán.
Villey (17) al observarlo ,advierte: "Es un juego de azar fun­
dar el derecho, sistema de relaciones entre los hombres, en el
individuo aislado; es decir, fundarlo en la negación del derecho;
cuadratura
del círculo: a partir del individuo, a partir de su de­
recho subjetivo,
no se hallará más que el anarquismo y la ausencia
del
orden jurídico, o bien, contradiciéndose a sí mismo, a partir
del individuo a su imagen se fabricará el individuo artificial, el
monstruoso Leviatán que aplasta a los verdaderns individuos."
E insiste (18):
"Quien quiera construir sobre estos principios
está abocado al fracaso: es ilusorio esperar que se haga viable
el JX)Sitivismo, haciendo retoques de detalle. Rousseau, -por ejem­
plo, reemplazará al monarca absoluto de Hobbes
por la soberanía
popular; pero ésta no será menos tiránica.
Lús liberales, Locke
a su cabeza, se esforzarán en restaurar las libertades individuales
del ciudadano frente al Estado,
pero no podrá conseguirlo sin
poner en peligro el orden público o sin aumentar aún el ámbito
de la in justicia social. Flotarnos entre Scylla y Caribdis, del es­
tatismo al anarquismo, pues no es fácil corregir a Hobbes."
Una comunidad viva requiere participación y responsabilidad
de todos
sus miembros, que es muy difícil lograr fuera de las
comunidades menores en que de modo directo participan en sus
necesidades sociales.
Por eso cree López Calera (19) "que los
CUerJX>s intermedios no son una base estática sobre la que se edi­
fica la comunidad política nacional, sino que podríamos
decir que
se
trata de un auténtico motor de su vida o su ritmo vital, in­
cluso bajo el aspecto político,
Una de las exigencias de la civi­
lización moderna, precisamente por la ·complejidad que implica,
es ésta de proteger
y hacer responsables a los gru¡x:,s interme­
dios de la dinámica misma de la comunidad política".
(17) Villey, loe. cit., pág. 676.
(18) Villey, op. cit., Conclusión, pág. 706.
(19) López Calera, op. cit., III, en 1'Contribución ... " pág. 51 y en
V~RBO, 61-62, pág. 53.
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JUAN V ALLET DE GOYTISOLO
d) Fund,,mento teleowgwo.
El fundamento de una organización social por cuerpos me­
nores, intermedios entre
el individuo y el Estado y, en su caso,
la comunidad internacional, también
se halla muy especialmente
en la misma finalidad humana.
&ni! Brunner (20) lo ha deducido del orden de la creación:
"Todas las ordenaciones se dan por razón de los seres humanos",
escribe,
por eso "se tiene que empezar con el hombre individual":
"La llamada de Dios se dirige al individuo. Sólo el individuo
puede oírla. Sólo
.el individuo tiene conciencia. Sólo el individuo
es persona responsable en el verdadero sentido". Pero "este in­
dividualismo experimenta en seguida una limitación: el indivi­
duo está avocado a la comunidad. Así como el individuo está
.llamado p·or el amor, así también está destinado al amor. El amor
es contenido propio de la vida. Ahora bien, amor es comuni­
dad" ... "Así como cada uno ha recibido su existencia natural del
hecho de que dos individuos, un hombre y una mujér, se hallan
unidos, así también cada uno
se encuentra inserto ya desde la
rafa de ·su existencia en la comunidad. Ahora bien, esta comunidad
no es
el Estado. sino la familia. La única comunidad sin la cual
no se puede en absoluto
pensar en la vida humana es la familia.
Por eso la familia es la comunidad originaria, y sus derechos
tienen
una prioridad incalculable sobre los derechos de las demás
comunidades naturales, incluso sobre
·el Estado. La familia es
la raíz
y el arquetipo de toda sociedad. De acuerdo con el orden
de la
creación, la familia tiene el derecho más originario y pri­
mario.
Ningún Estado puede determinar p0r sí mismo la ley
del matrimonio
y la familia" ...
'1Pero la
familia -añade-no es la única coniunidad que
precede al
Estado en cuanto a derechos. Entre la familia y el
Estado existen, por obra de la creación, una serie de miembros
(20) Emil Brunner, La Justicia, vers. en castellano de Luis Recasens,
México, 1%1, cap. XVI, págs. 167 y sigs.
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
intermedios que tienen todos fundamentahnente precedencia sobre
el Estado, a saber, todas aquellas formas de comunidad que son
necesariamente
partes integrales de la vida humana. El Estado
pertenece necesariamente a la vida humana sólo en tanto en
cuanto
y en la medida en que forzosamente tiene que haber una
unión suprema, superlativamente comprensiva, que abarque todas
las formas primarias de comunidad,
y .en la medida en que sobre
el Estado, como instituto del monopolio de la coerción, reace todo
aquello que
el hombre no hace voluntariamente, sino tan sólo
forzado"
... "No pertenece necesariamente al hombre el tener
un
Estado; pero sí pertenece ciertamente al hombre trabajar con­
juntamente con otros, porque
el ser humano como individuo no
puede dominar todas
las tareas que le plantea su propia vida y
su propio espíritu. El asociarse para el fin de dominar. los pro­
blemas externos dé la vida, y el asociarse con un propósito de
intercambio espiritual y personal, pertenecen a la naturaleza so­
cial o comunitaria del hombre.
Esos hechos corresponden a ca­
racterísticas innatas
y no a factores que se hayan inculcado ar­
tificialmente".
. . . "En la esencia del hombre, de acuerdo con la creación
misma, radica
la necesidad de complementación de uno mediante
el otro,
y, por lo tanto, se da la comunidad social como parte in­
tegral de la vida
humana; no sólo la comunidad sexual, que con­
duce a la familia, sino
también la económica, la técnica, la pu­
ramente asociativa, la cultural-espiritual"... "Todo esto es pre­
estatal, posee
un propio derecho pre-esta.tal, una necesidad
pre-estatal.
El Estado es sólo el último eslabón de esta cadena de
mancomunicaciones".
e) Furul,,mento a.xio/6gico.
Destaca López Calera (21) que los grupos sociales intermedios
"tienen
P'º" naturaleza -naturalid3.d-la función de desarrollar
(21) I/2pez: Calera, loe. cit., II, en "Contribución ... ", págs. 46 y sigs., o
en VERBO, 61--62, págs. 58 y sigs.
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y realizar en sus miembros una serie de valores sociales funda­
mentales".
La responsabilidad del hombre se centra, explica, "no sólo en
defender la existencia de los llamados grupos intermedios natu­
rales, sino también y principalmente en proteger y desarrollar
toda esa serie de valores que eu los grupos intermedios se dan
de manera primordial respecto a otros círculos sociales más am­
plios. Se trata de valores que se dan ciertamente en otros grupos
sociales, pero que en los cuerpos intermedios reciben o pueden
recibir
una realización más efectiva. Estos valores son princi­
palmente la fraternidad, la solidaridad, la justicia y el amor''.
Precisamente, "la naturalidad axiológica de los cuerpos in­
termedios estriba también en
que esas virtudes y valores tienen
un cierto contenido natural, al mismo tiempo que constituyen la
vitalidad misma fudamental, no total, de cualquier cuerpo inter­
medio"...
"Y es concretamente en esos Cuerpos intermedios
donde pueden encontrar más fácil realización", "cada grupo
in­
termedio, con arreglo a su propia teleología fundamental, realizará
con mayor atención o preferencia cada uno
.de estos valores" ...
Estos valores y virtudes "puede comprobarse que no pueden
tener la misma realización plenaria en los círculos sociales más
amplios que en los mismos cuerpos intermedios.
El amor en el
Estado es utópico, la fraternidad en la comunidad política ha sido
siempre prácticamente
inexistente,
la solidaridad por en~ima de
los cuerpos intermedios
ha sido también siempre débil e insu­
ficiente. Sin embargo, a través de los cuerpos intermedios, por
la estrechez de la relación social,
se puede posibilitar el descu­
brimiento y realización más efectiva de dichos valores, de lo que
se beneficiaría, en definitiva,
la vida social en general y los
grupos sociales más amplios, los mac:roorganismos sociales" ...
"De está manera se pllede establecer un cauce importante para
la vivificación de las unidades sociales más amplias. S.in esta base
sólida existe
el peligro de que esa máquina agobiante y masifi­
cadora del Estado, como representante de la comunid.ad política,
se constituya en
el tirano inhumano de la vida social. Toda
política, pues, de protección de estos grupos intermedios servirá
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
así para enriquecimiento de aquellos valores sociales indispen­
sables para que la convivencia humana sea verdaderamente tal.
A veces lo que se pide a las comunidades sociales más árnplias
son claras utopías, porque a la base no existen esos grupos in­
termedios suficientemente enriquecidos o protegidos
que pudie­
ran suministrar la savia necesaria al "organismo de los orga­
nismos". Los cuerpos intermedios son así cauce de la vitalidad de
la sociedad y del Estado. Su naturalidad axiológica consiste, pues,
en que su propio orden natural tiende al fomento de una serie de
valores que son base
y soporte de la vida social en general''.
f) Fundamento deontológico.
Deontológicamente la importancia de los cuerpos interme­
dios es decisiva en la vida social, como· también observa López
Calera (22), quien nos recuerda que ya había sido subrayado
en el pensamiento clásico griego, principalmente Platón y Aris­
tóteles. El primero en la República enfocó como problema ético
político la cuestión de la estructuración social, centrada en un
pluralismo, con partes sociales menores, de las que examina sus
funciones. Y Aristóteles hizo hincapié en que, en la polis y a
tr(J',t{),és de la j,olis el individuo logrará su perfeccionamiento, alcan­
zará los fines de la familia, logrará la grandeza moral, la aiule­
monia, lo bueno y lo bello.
"Los cuerpos intermedios -prosigue López Calera-son ins­
tancias de perfeccionamiento individual
y social" e "instrumentos
insoslayables de la estructuración
y coordinación social".
Es en ellos donde se desarrollan las verdaderas autoridades y
donde sobresalen espontáneamente ¡x,r reconocimiento natural de
los demás componentes del grupo. En la complementariedad basada
en la desigualdad concreta de circunstancias, como dice De Cor-
(22') Ló.p,ez Caleta, op. cit., I, en '~Contribución ... ", págs. 43 y sigs., o
en VERBO, 61-62, págs. 55 y sigs.
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JUAN V AUET DE GOYTISOLO
te (23), "está la esencia misma de la jerarquía". En ella "el ver­
dadero jefe es aquel que da sin recibir a cambio o aquel cuya
liberalidad es sin medida
común con lo que recibe".
Así la autoridad y el mando van unidos, con mucho menor
riesgo
de que se disocien que cuando el mando se determina por
designación a dedo del poder político, o ¡x>r elección inorgánica
con información
puramente propagandística. Uno de los medios
que emplea el poder político para dominar los cuerpos intermedios
radica pfecisamente en no conferir el mando a las autoridades
naturales de éstos, sino a quienes carecen en ellos de autoridad
natural y no tienen otra que la que su mando puede conseguirles.
Así el desarrollo deontológico se frustra y la corrupción o la diso­
lución llegan fácilmente.
Se ha hecho notar que. frente al hecho cierto del absentismo
del pueblo español "que no acudía a depositar su voto cuando se
convocaban elecciones generales", era también un hecho que "don­
de no existía presión raciquil o gubernamental, el campesino sabía
elegir con acierto a su convecino más capacitado para desempeñar
la alcaldía, p1orque conocía a sus vecinos y conocía los problemas
lm:aJ,es", mientras en "el caso de elegir diputados a Cortes ni
conocía a las personas, ni conocía los problemas" (24). Igual puede
decirse con referencia a Colegios profesionales y de las organi­
zaciones económicas
y laborales, en las cuales la mayor prmd­
midad suele ser sinónima de elección . más adecuada en beneficio
de la mejora deontológica de la corporación.
g)
Fundamento exi.,tencial.
"El arraigo ---dice Simone W eil (25)-es tal vez la más
importante y la más desconocida necesidad del alma humana. Es
(23) De Corte, loe. cit., núm. 2,. en VERBO, 59, pág. 639.
(24) Cfr. José-Domingo de Arana, Presente y futuro del pueblo vasco,
Apéndice
III, Bílbao, 1968, págs. 195 y sigs.
(25) Símone Weil, Le déracinement, en "L'enracinement", París, ed.
Gallimard, 19'19, pág. 45.
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
una de las más difíciles de definír. Un ser humano tiene una par­
ticipación real, activa y natural en la existencia de una colectivi­
dad que conserva vivos ciertos tesoros del pasado y ciertos pre­
sentimientos del porvenir. Participación natural, es decir, producida
automáticamente por el lugar, el nacimiento, la profesión, el
contorno. Cada ser humano tiene necesidad de tener múltiples
raíces. Tiene precisión de recibir casi la totalidad de su vida
moral, intelectual,- espiritual, por intermedio de los ambientes
de los que naturalmente
forma parte".
Existencialmente .la imagen del sujeto, como explica Garn­
bra (26) "será la eclosión ( écla,iement) o irrupción: entrega au­
toereadora y trans~onnadora de la realidad, donaci(>n libre que
brota de un interno impulso vital y se realiza en_ las cosas vivi­
ficadas
por el propio sujeto". Así, añade (27), "la Ciudad -el
habitáculo humano---ha de ser creada por lo que Saint-Exupéry
llama el fervor, esto es, el esfuerzo y la entrega guiados por el
amor,
en cuya obra el sujeto intercambia su vida con su crea­
ción, y
ésta le sobrevive, y fecunda y alberga la vida de los que
le seguirán" y, así (28), "la tierra de los hombres es mansión en
el espacio y rito en el tiempo"... "En sentido espacial ---estruc­
tura humana-de las cosas es producto ante todo, de una acep­
tación;
después de la continuidad~ la costumbre y la tradición".
En el tiempo, las civilizaciones históricas "se han aferrado siem­
pre a un conjunto de realidades -modos de construir, de habitar,
de relacionarse,
de vestir-, de costumbres, de símbolos, que han
considerado como suyos y de los que ha procurado ~o separarse,
sean cuales fueren sus vicisitudes".
En ese sentido es rito, "es­
tructura del suceder temporal comunitario", que "alberga al hom­
bre
en el tiempo, como la mansión lo alberga en el espacio, y le
otorga
su bien más preciado: el sentido temporal de las cosas, en
cuya
virtud no se pierde la vida -en la incoherencia y el hastío".
(26) Rafael Gambra Ciudad, El silencio de Dios~ Madrid, Ed. Prensa
Española, 1968, -cap. III, págs 38 y sigs.
(27) Gambra, o;,. cit., cap. IV, pág. 69.
(28) Gambra, cap. V, págs. 78 y sigs.
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JUAN V ALLET DE GOYTISOLO
Así arraig·a el hombre en las comunidades menores: familiar,
profesional, geográfica (comarca, población).
En cambio, por el desarraigo el hombre pierde, prosigue
Gambra (29), "el bien más profundo, aquel que constituye pro­
piamente su existencia de hombre: el lazo misterioso y cordial con
las cosas de su
mundo po[' el que éstas se hacen valiosas para él
y otorgan arraigo y sentido a su vida"; sus consecuencias más
visibles son "el empobrecimiento de la personalidad, la trivializa­
ción de los deseos
y la masificación humana".
Para Simone Weil (30), el desarraigo "es con mucho la enfer­
medad más maligna de las sociedades humanas" ; a los seres
"verdaderamente desarraigados" apenas si les quedan dos com­
portamientos posibles:
"o bien caen en una inercia de alma casi
equivalente a la muerte, como la mayor parte de los esclavos en
tiempos del
Imperio romano, o se lanzan a una actividad ten­
dente siempre a desarraigar, frecuentemente
por los métodos más
violentos''.
Al término, afirma Gambra (31), "se halla la sociedad sin es­
tructura, sin límites ni objetivos_. en la que las cosas han perdido
su sentido, y, ·a fuerza de ser todo posibls::, nada puede hacerse".
Cuando el hombre
ha quedado desarraigado de sus comuni­
dades naturales, ha observado la W eil (32) que "el dinero y el
Estado han reemplazado todos los demás vínculos".
Así nace el hombre masa que, ,como Ortega y Gasset (33) ha
dicho, "cree que la civilización en que ha nacido y que usa es
tan espontánea y .Primigenia como la Naturaleza, e ipso facto se
convierte
en primitivo"; que -añade Ortega (34)-"no afirma
el
pi,e sobre la firmeza inconmovible de ·su sino, antes bien, vegeta
(29) Gambra, cap. X, pág. 174,
(30) Simone Weil, op. y loe. cit., pág. 48.
(31) Gambra, cap. V1I, pág. 104.
(32) Simone Weil. op-_ y loe. cit., págs. 90 y sigs:.
(33) José Ortega ·y Gasset, La rebelión de las masas, cap: X, crt. 14_a
ed. 1Madrid, Rev. de Occidente, 1954, pág. 84.
(34) Ortega y Gasset, op. cit., cap. XI, pág. 95.
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FUNDAMENTO DE LOS CUERPOS INTERMEDIOS
suspendido ficticiamente en el espacio" ... "vidas sin peso y sin
raíz
-dérmcinées de su destino--" "que se dejan arrastrar ¡x>r
la más ligera corriente", "nadie presenta resistencia a los su­
perficiales torbellinos que se forman en arte o en ideas, o en
política, o en los usos sociales".
PATRIA -NACION -ESTADO
por ]EAN ÜUSSET.
I. ESTA COMUNIDAD SOCIAL DE LA QUE SOMOS HIJOS
II. DEFINICIONES PROPUESTAS
III. LA EDUCACION DEL PATRIOTISMO
IV. EL INTERNACIONALISMO
V.· LA NACION CONSIDERADA COMO ABSOLUTO
VI. UNIDAD
DE RAZA Y UNIDAD DE LENGUA
VII.
ERROR DE UNA CONCEPCION DEMASIADO DESENCAR­
NADA
DE LA NACION
VIII.
ERROR DE UNA CONCEPCION MATERIALISTA DE LA
PATRIA O DE LA NACION
IX. MAQUIAVELISMO O
TOTALITARISMO ESTATAL
144 págs. 75 ptas.
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