Deber y condiciones de eficacia. [La acción] (VIII)

,,
Deber y condiciones de eficacia
Tercera parte
Instrumentos y métodos
CAPITULO SEGUNDO
Los medios de acción
por
)EAN OussEr
Fundaci\363n Speiro

DEBER Y CONDICIONES DE EFICACIA
TER.CERA PARTE:
INSTRUMENTOS Y METODOS
CAPÍTULO. II.
LOS MEDIOS DE ACCION
Estos medios son innumerables. Suscqltibles de adaptaciones,
de transposiciones infillitas. Eriumérarlos concretamente es im­
posible. Y
lo que sigue no lo pretende.
El objeto de este capítulo es solamente fi)ar un cierto número
de .puntos de referencia, fórmulas básicas, cuya amalgama es, por
lo mismo, imprevisible.
Se puede así traer a la memoria el medio que en sí mismo
es un .periódico, el medio que en sí mismo es una conferencia,
el medio que en sí mismo es un partido ... , etc ... Esto es -una
cósa. Pero lo que es otra, y que desafía las posibilidades de una
descripción metódica, son las combinacioties
posibles de 1a fór­
mula periódico con qtras fórmulas, conferencias, partido, mani­
festaciones, etc
...
Porque si hay periódicos que no son más que periódicos,
hay otros que son órganos de partido. Los hay que organizan
conferencias, congresos, ·etc...
TodO depende de la personalidad,
de la intención de los dirigentes. De la naturaleza, del tono de
esos periódicos, de las circunstancias.
Y lo
que se acaba de decir del periódico podría decirse, salvo
en ciertos detalles, de todas las .fórmulas de acción.
Lo mejor es limitarse a .unas reflexiones generales ordenadas
de acuerdo -eon una fórmula sencilla. Sin pretender qtte la fór­
mula escogida sea
la mejor posihle.
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Proponemos por ello : VER -ÜÍR -Rl\UNIRSE.
Fórmula que permite la siguiente clasificación.
VER ...
. . . que viene a ser como las formas de influencia y de acción
que nos llegan ,por Ja vista¡ como .. :
a) . . . la correspondencia, las cartas de todo orden (¡ cuán­
tas energías pueden ser m·antenidas gracias al envío regular de
algunas
"buenas cartas"!).
b) ... el illlpreso, bajo-to_d'aS ·-sus fortnaS, libros, revistas~
diarios, ilustra;cione~ ...•
·e) ... · hojas suéitas, fólletos, carteles, exposiciones, caricatu­
t'aS, museos, caí-teleras fotógrá:ficas.
d) librerías, casas editóriales, impreritas, distribuidoras ...
Etc.
OÍR.
... · qu~ ~en~ a ser cómo 'las
ert las que· un _cierto número de
orador, dt! un actor, si1:1 que
forma~ de influencia y de acció~
oyentes reciben la palabra de un
No"RMALMEN'rE se ~stablez'ca> un
diálogo.
a)
b)
e)
pido" (!).
Etc ... '
las conferencias, discursÓs, sermones: cursOs ...
emisiones l'adiofónicas, televisión ...
discos, m'1,sica, canto, .cinematógrafo, teatro, ''luz y ·so-
(1) El poder de estos -medios es. grande. Mucha gente no conoce h..
historia, 1a literatura más que a través de la _radio n -de la televi¡dón. El
teatro es un medio de propaganda muy ~tilizado por el "Rearme Moral".
La carnpafia en favor de los "teatros populares" es un m_edio de marxi­
zación.
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RitUNIRSE.
. . . forinas de influencia y dé acción, en las que~ ciertamente,
se puede VER y OÍR, pero en las que, principalmente, se pueden
est3.blecer
contactos, intercambios, alianzas.
a) ... 1 el "diálogo", entrevistas, éónvérsaciones, discusiones ...
b) . . . las veladas, células, ieuiliones, sesiones, congresos, pe­
regrinaciones ...
e) las asociaciones, concentraciones, "movimientos", parti­
dos, sindicatos,
clubs-...
d.) ... los "seminaríos", escuelas de cuadros dirigentes, cen­
tros de formación o de documentación._ ..
e) las innumerables redes de amistad, acc;¡ón capilar ...
Etc.
CRÍ'.I'ICA DE ESTOS MEDIOS.
No hay .ni1.1-guna de estas fórmulas que. no Pueda ser ei objeto
de verdaderos tratados. Y haría_n falta otroS .para estudiar las
relaciones de
estas· fórmulas entré sL
Interacción taÚ nat~ral como iti~ÜSpensable. MediOs todos
cuyos
:poderes _pueden ser ~:lecuplicados si sOn complementarios.
Lo que suPQné una inteligencia· suficiente de sus líneas de fuerza
respectivas,
de stiS defectos eveµttlale~. de las com¡'.>ensacion.es que
redaman.
· ·
Críticas, que un conjunto de fórmulas-test puede facilitar.
"NUEVE FÓRMULAS TEST"_"
l.' Noción fwndalmental de unida:d (doctrina y estratégica).
La complementariedad de los diversos medios es inconcebible
sin referencia a una unidad superior.
Si Lenin combatió a aquellos que, a
su alrededor, tendían a
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despreciar la formación ideológica, para nosotros esta formación
constitu:Ye· un deber cristiano.
Si, en un ejército, cada unidad pretendiese batirse -por un
ideal diferente, la unidad y, ¡,or lo mismo, la fuerza de ese ejér­
cito estarían seriam~te comprometidas.
Si,
pues, es importante favorecer una diversidad de medios,
que decuplique las posibilidades de lá acción, esta diversidad no
debe nunca
ha= olvidar la indispensable unidad de espíritus y
corazones.
Vayamos .más lejos. Esta misma unidad doctrinal no basta.
Si estarnos decididos a combatir eficazmente hay que -tener en
cuenta una cierta· sistematización metodológica. Pues una mera
tmión bien intencionada de espíritus carece de interés, a no ser
que exista unidad en el plano de los métodos de acción.
2. • N oció., de ar moma social ( o psicología) de intereses ( o
preocupaciones) comunes.
Si la unidad de pensamiento, la unidad estratégica, son un
elemento evidente de ,poder, el respeto por las armonías sociales
no lo es menos. Hay que desconfiar, en consecuencia, de las fór­
mulas de ac~ión que deSprecian · o quebrantan demasiado a aqué­
llas. Hay que preferir, en cuanto sea posible, las que permitan
utilizar
a los hombres donde están y como son.
Tener muy ,.presente, además, q'4e cada uno se entrega a 1a
acción con m3.yor. celo cuando · el medio propuesto corresponde
mejor a lo que ·dt:;sea o a lo· que se teme de itlmediato.
3.ª Noció.i de contmu>idad (de frecuencia).
Pues la fórmu1~ más eficaz es la que mantiene más constan­
temente en vela
por la ,prolongación de una acción continua, cier­
tas
piradaS, ciertos descansos en la acción semejan en todo punto
a fracasos.
4. • N ocióro de sostén mutuo.
Hay ciertamente fórm11las muy eficaces, pero en las que los
hombres están demasiado solos. Ahora bien, nadie está libre del
desaliento.
Por ello son más ventajosos los medios de acción en
los que el
apoyo JI\Utuo es más fácil.
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S.• Noción de facmdad re/atvva (en el entendimiento de lo
que hay que decir, hacer, en el funcionamiento del aparato).
Una enseñanza demasiado elev~da, jnútilmente docta, un.gusto
inmoderado de erudición, llevan derecho a
la esterilidad en la ac­
dón. Los habituados a hacer muy s1,ttiles distingos raramente
serán difusores celosos de
· las ideas .verdaderas. Se contentan
con ·estudiarlas sin fin.
Interesa que personas sin rapacidades extraordinarias -com­
prendan fácilmente el funcionamiento de la obra propuesta.
Hay que destonfiar de las fórmulas complicadas, que exigen
lo que no se tiene ... : cuadros dirigentes . numerosos, mucho di­
nero, locales difíciles de encontrar, etc ...
Hay que preferir las fórmulas de acción "cómodas", que pue­
dan plegarse a los horarios más caprichosos, sacar provecho de
los -locales más modestos.
6.ª N oc-ión de economía.
Somos pobres. No hace falta repetirlo; En consecuencia, hay
que preferir en lo posible las fórmulas "que rindan" mucho con
los menores gastos.
7.• Noción de seguridad ( y de supervivencia).
En cualquier momento, la Revolución puede volverse feroz
perseguidora.
Es, pues, prudente conc~hir la acción de tal suerte
que pueda continuarse a pesar de todo. En caso de supresión del
elemento director~ o en el de un impulso director intermitente,
es preciso que esa falta de cabeza no provoque el ahanrn,no de la
acción.
Hay que prever, además, fórmulas en las que no dependa todo
de la presencia de
un solo hombre o de un solo grnpo de hom­
bres. Hay que procurar la sustitución sin tardanza.
8.ª Noción de p1erfeccionamienlo conitiinua..
Tener muy presente que la rutina es la muerte de la acción.
Quien no procura
mejorar incesantemente los instrumentos de la
acción, está ya, y sin que quizá él mismo se dé cuenta, fuera de
combate.
Hay que tener la preocupación ,permanente de la mayor efica­
cia por medio del perfeccionamiento continuo de los medios
y
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métodos de acción. Es conveniente, pues, que las fórmulas adop­
tadas sean fácilmente perfectibles y que cada· mejora no provoque
una crisis _águda ew el ápárato.
9. • N odón de ob#gación moral.
Tiene por objéto retardar no solamente que hay medios inad­
misibles, sino que en ciertas- circunstancias determinadOs medios
legítimos deben ser descartados como inútilmente perturbadores.
Remedios que provocarían reacciones peores que
el mismo mal.
Hay que tener en cuenta que para ser fecundas (y por tanto acep­
tables) ciertas intervenciones su.ponen un lerito· trabajo de prepa­
ración
de-la opinión, la formadón de una élite.
Indicadas estas nociones, seria demasiado : largo efectuar a -la
luz -de las mismas la crítica detallada• de cada fórmula de acción.
Este ejercicio sería fastidioso, lleno de repeticiones.
Nos ha parecido, pues, suficiente concretar nuestras reflexio­
nes sobre algunos
de. los medios más característi(:os. Lecciones
generales, fáciles de aplicar .al estudio de otras fórmulas análogas.
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