Mr. Daniel Llorente y «Para que El reine»

MR. DANIEL LLORENTE Y "PARA QUE EL REINE"
En estos días nos llega
la noticia de la muerte ejemplar de
Monseñor Daniel Llorente, Obispo dimisionario de Segovia
( d. e. p.) precisamente cuando estamos preparando la traducción
al castellano de
la segunda edición de "Para que El reine". La
asociación de ideas nos trae un recuerdo entrañable. Cuando
Eugenio Vegas acompañó a Michel de Penfentenyo a $egovia para
visitar a Mr. Llorente, éste les manifestó que durante el tiempo que
tardó en leer "Para que El reine" se había levantado µna hora
antes, a
las seis de la mañana, para hacerlo con silencio y sosiego.
La visita tenía, corno principal objeto, agradecer, al entonces Obis­
po de Segovia, la carta que al acabar dicha lectura nos había es­
crito, acompañada de
la nota crítica de "Para que El reine", que
a continuación reproducimos.
"La obra de Jea;n Ousset Para que El reine me ha im­
teresado
sobremanera..

Es
preciso que

reine Jesucristo
no sálo en los indwiduos, sino, además, en la sociedad
y en los Estados.
Muy bien expone los fuooamentos la

primera
p,arte
de /,a obra, así como /,a necesidad de dicho reimado para
le, verdadera
civilización y la paz del mundo. Constituye
un
valioso

estudio sobre
las ideas más importantes de
Derecho
Público Eclesiástico: cklras son las razones

que
desarrolla e wrefragables los

testimonios
que aduce,
principalmente los

de los
romanos pontífices.
En
/,a segunda pu:rte desfüa umte nuestros ojos el
aglomerado enorme

de los que,
ignorantes o perversos, se
oponen
a la realeza de Cristo y su evolución mstáricu
desde

el
Renacimiento hasta

el naturalismo
y kiicismo de
nuestros
dias. Llega

al
alma el pensar en nwestras pro­
pw omisiones y negligencias.
Ante el
número y 'empuje del enemigo necesitamos
firme esp,eranza en el. triunfo

de la Iglesia,. La tercera
porte e:cp'one los motivos de cpnfianza, para que no entre
en nosotros el desaliento. Por fin, en el orden práctico,
le, cuarta parte examina los medios empli!eylos, hasta aquí,
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en la contienda. Y, sin negatr su valor, prop'One, como el
más eficaz, la formación de células o pequeños grwpos de
estudio y acción que, enlazados entre sí, constituyen la
Ciudad Católica; u.na red de células que llroen por do­
quier la claridad, exactitud y precisión a las ideas y por
el influjo
y contado personal logren que en la vida pú­
blica como en la privada domine el espíritu cristiano.
Con indicaciones miuy discretas presenta la organizar
ción
y funcionamiento de las refllridas células, comple­
tando el
trabajo con
notas muy
acertadas y el reglamento.
Que
el

libro se
propague, las células y redes se multi­
pliquen_
y se realicen los ideales que con tanto anhelo
deseamws".
Descanse en paz el Ilustre prelado y querido amigo.
PATRIA -NACION -ESTADO
por ]1!':AN ÜUSSET.
l. ESTA COMUNIDAD SOCIAL DE LA QUE SOMOS HIJOS
II. DEFINICIONES PROPUESTAS
!II. LA EDUCACION DEL PATRIOTISMO
IV. EL INTERNACIONALISMO
V. LA NACION CONSIDERADA COMO ABSOLUTO
VL UNIDAD DE RAZA

Y UNIDAD DE LENGUA
VII. ERROR DE UNA CONCEPC!ON DEMASIADO DESENCAR­ NADA DE LA NACION
VIII. ERROR DE UNA CONCEPCION MATERIALISTA DE LA PATRIA O DE LA NACION
IX, MAQUIAVELISMO O TOTALITARISMO ESTATAL
144 págs. 90 ptas.
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