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Delincuencia juvenil

DELINCUENCIA JUVENIL
POR
PEDRO: ABELLÓ ALFONSO.
A finales de verano, al hacerse pública la Memoria elevada al
Gobierno por la Fiscalía del Tribunal Supremo, una frase fue el
grita unánime de roda la prensa: "la delincuencia cuesta al año
18.000 millones de pesetas".
Las afirmaciones del Comisario General de Investigación Cri -
minal, Lorenzo de Benito, pusieron ante la vista un panorama som­
brío:
"En España,
y en el quinquenio de 1968 a 1972 los delitos con­
tra
personas

pasaron de 8.516 a 11.157; los perpetrados contra la
propiedad, de 75.362 a 116.365.
la delincuencia común experimentó un crecimiento del orden
del 33,9 por 100".
En 1972 se produjeron en nuestro país 32.858 robos, 308 atta·
cos, 141 homicidios, 5 7 asesinatos~ 5 5 parricidios, 63 7 ataques a
personas,
1.383 suicidios; y me temo que en este año que estamos
despidiendo estas cifras queden cortas; al m:enos las noticias de pren­
sa señalan en esta dirección.
Este es el sobrecogedor panorama que nos presenta la delincuencia.
Pero si analizamos una de sus parcelas: La delincuencia juvenil,
vemos que el problema es todavía más grave.
El Dr. Alfonso Serrano Gómez, profesor del Instituto de Crimi­
nología, ha dicho: "En los próximos diez años el aumento de la de­
lincuencia
juvenil posiblemente llegue al doble del
actual".
Y

don Julio López Oruezabal, Presidente del Tribunal
tutelar de
Menores

de Madrid, en una enttevisra concedida a
"La Vanguardia"
de Barcelona
(I-IX-73) profundiza

un poco
más y nos habla de una
agravación en la delincuencia infantil. Este hecho ya había sido cons­
tatado con anterioridad en Europa, con· horror pero sin sorpresa, por
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Fundaci\363n Speiro

PEDRO ABEUO ALFONSO
sociólogos alemanes al hacer un estudio sobre una ciudad satélite
-la de la Marke---- en el Berlín Occidenral.
Antes de seguir adelante veamus cómo ha sido en cifras el año
· 1972 respecro a la delincuencia _juvenil e infantil:
El número de condenados por los
tribunales ordinarios
entre los
dieciséis y los veintiún años, fue:
1969
1970
1971 1972 ... 7.522
8.353
7.842
/ 995
7.358 1 584
(Datos sacados de la memoria de la Fiscalía del Tribunal Su­
premo.)
El número de detenidos por la
de- veinte años, fue siguiente:
Policía, referido sólo a menores
de
1970
1971
1972 9.366
11.697 / 4

4
11.223
1 7
Menores sometidos a la facultad reformadora de los Tribunales
Menores (sin haber alca!l2lldo la edad penal de dieciséis años).
1969 1970 1971 1972
Contra la propiedad ... 9.210 9.743 10.263 10.392
Contra las personas
... 2.547 2.678 3.630 2.900
Fugas de domicilio ... 472 466 703 588
Otras infracciones 2.428 2.115
3.709 2.332
TOTALES
... 14.657 15.002 18.305 16.212
2.093
El solo análisis de estas cifras
nú resulta

alarmante, pero si ve­
mos ortos aspectos como son: la precocidad y su violencia, se em­
pieza a ver su verdadera dimensión.
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DELINCUENCIA JUVENIL
Otro de los fenómenos agravantes ha sido la -generalización de
las pandillas y bandas juveniles, cuyo estudio merece un apartado
especial.
Pandillas
y bandas juveniles.
Se puede hacer
una distinción entre pandilla y banda.
La primera nace de una manera informal sin objetivos delicti­
vos precisos; puede estar formada por jóvenes de ambos sexos, aun­
que la mayoría de las veces sólo por muchachos.
Sus actos pueden ir desde los propios del gamberrismo hasta los
delictivos.
No tiene una verdadera organización:, y su fin no es el delito;
los jóvenes encuentran en ella un sustitutivo de
la escuela y de la
familia.
Sus miembros no están sometidos a una disciplina de grupo, y
admiten fácilmente cambios en su composición.
La inestabilidad de la parn;lilla está en su falta de cohesión; en
el momento que aparece un lider- capaz de darle e~ta cohesión, se
convierte en banda.
Por ello algunos hao calificado la pandilla como '"escuela del
crimen".
La banda posee las características de:
- violencia organizada,
- actividad delictiva organizada,
- jerarquía entre sus miembros,
- gran capacidad de atracción:
• sobre el adolescente, especialmente cuando está inactivo .
• sobre

el inmigrante que no se adapta. a la vida urbana.
Pedro Orive Riva en su libro: Riesgos en la ddolescencia, nos
desctibe tres tipos de bandas:
a) Realizadora.-Permite una convivencia satisfactoria entré to­
dos sus miembros. El trabajo está · racionalizado y cuentan
las aptitudes de cada uno.
La integración es plena y continuada y el contacto diario
entre la totalidad del grupo.
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PEDRO ABEUO ALPONSO
b) Ocasional.-Unicamente la existencia de ciertos objetivos con­
cretos justifica la reuuión de la banda. El resto del tiempo
sus miembros se desenvuelven independientemente.
e) Coactiva.--Caracterizada por una descompensación entre
quienes detentan el poder y los captados para las funciones
más elementales, auténticas víctimas de la agrupación. Normalmente estos se "pescan" en los
~tbolines y salones
de juego, llamados por algunos salones de juventud
(?).
Y hace la siguiente clasificación sobre los miembros de las bandas:
Integrantes Actitud
Papel
l. Líderes Iniciativa Autoridad
2. Corresponsables Iniciativa Cierta autoridad
3 . Influenciados
Informados Obediencia
. 4. Engañados Sin información Sumisión
A las caracterísitcas dichas anteriormente hay que añadir alguna
más aparecida durante este año en cu1s0:
- Mayor violencia: Se está generalizando el uso de armas de
fuego por menores de dieciocho años; cada día son más fre­
cuenté"s los
casos- de cruces de disparos entre la policía y de­
lincuentes juveniles (ver prensa) (10).
-Gran

difusión de bandas infantiles (de 7 a 15 años) (11) (12).
-Mayor

número de miembros: Ejemplo: "Los Correas", inte-
grada por más de cien menores de edades comprendidas entre los 10
y 18 años, que ha estado operando durante el verano,
principalmente en Santa Coloma de Gramanet. (13), (14), (15),
(16)
y (17).
(10), (11), (12), (13), (14), (15), (16), (17). Recorres de prensa.
Esta forma de delincuencia que acabamos de tratar corresponde
a la consecuencia de unos problemas de in.migración
y barrios su­
burbiales, y no por ello tiene que ser considerada menos grave. Pero
veamos también otros aspectos como son las drogas, pornografía e invertidos, los tres en auténtica escalada
y que afecta por igual a todos
los niveles del país, quizás con más fuerza en los más elevados, ya que
mueven mayor cantidad de dinero.
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DEUNCUENCIA JUVENIL
lnvertidos.-No poseo datos concretos respecto a España, pero
será interesante ver las cifras que da Magnus Hirschfeld, sobre el
número en Alemania y Europa:
En Alemania ... ... ... 1.437.500 homosexuales.
En Europa ... ... ... .. . 10.327.000 homosexuales.
Este esru.dio cuantitativo sólo engloba:
a) Los que han acudido a algún médico.
b) Los que hayan tenido intervención con la justicia.
¡ Sin comentarios!
En cuanto a drogas y pornografía nos podemos hacer una idea
pot
las cantidades descubiertas por la policía. Aún están en la mente
de todos los escándalos de · drogas ocurridos. en bastantes capitales
y pueblos españoles a lo largo de este año, en los que se han visto
involucrados muchos jóvenes pertenecientes a familias acomodadas.
Según el informe del Fiscal del Tribunal Supremo, ya menciona­
do anteriormente, el 75 por 100 de los toxicómanos españoles son
jóvenes de diecisiete a veinticinco años, pero hay una tendencia al
aumento en la iniciación
al consumo en menores de dieciséis años:
No faltan voces que dicen que estamos pagando el precio del
desarrollo. Si es así las medidas son más urgentes todavía; no se puede pagar este precio, no se puede estar viviendo
·en un
ambiente hostil,
agresivo y violento, o el mismo desarrollo acabará con nosotros.
Así
Paulo VI al hablar sobre el progreso de los pueblos ha dicho:
"Porque todo programa concebido para aumentar la producción,
al fin y al cabo, no tiene otra razón de ser que el servicio a la per­
sona. Si existe es para· reducir las desigualdades, combatir las discri­
minaciones, librar al hombre de la esclavitud, hacerle capaz de ser
por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su pro­
greso moral y de su desarrollo espiritual. Decir desarrollo es, efec­
tivamente, preocuparse tanto por el progreso soéfal como por el cre­
cimiento económico.

No basta promover la técnica para que la tierra
sea más habitable. Los errores de los que han ido delante deben ad­
vertir a los que están en vías de desarrollo de cuáles son los peligros
que hay que evitar en este terreno.
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PEDRO ABEUO ALFONSO
La TECNOCRACIA del mañana puede engendrar males no me­
nos terribles que los del liberalismo de ayer. Economía
y técnica no
tienen sentido si no es por
el hombre, a quien bre no es verdaderamente hombre más que en la medida en que,
dueño de sus acciones y· juez de la importancia ·de éstas, se hace él
mismo autor de su progreso, según
Ía naturaleza
que le ha sido dada
por su Creador
y de la cual asume libremente las posibilidades y las
exigencias."
Estas palabras son, por sí solas, bastante expresivas.
El -bienestar y las ventajas del progreso quedan dañadas ante la
violencia personal o pública, la corrupción, el fraude, la agresión
y
aÍnenaza constante que se cierne sobre el ciudadano.
Existen soluciones tradicionales: aumenro de la represión, mayor
severidad, etc .... ,
el delito no retrocederá ante ellos, ni siquiera ante
programas de sanidad, vivienda, educación, mejoramiento social. Co­
mo ejemplo, nos encontramos con que las naciones más prósperas
son las más penosamente afectadas. Al elevar el nivel de vida, educación, vivienda, sanidad, trabajo,
etcétera,
ha desaparecido alguna de las fuentes de la delincuencia
de subdesarrollo económico. Pero una moderna
y distinta delincuen­
cia aparecerá como consecuencia de las distintas condiciones de vida.
Si se
quiere apartar

al joven del camino de la delincuencia,
hay
que darle algo más que desarrollo, necesita de ideales por los que
vivir, por los que luchar, por los que morir si es preciso, no quiere
verse mezclado en
una sociedad con mucho progreso técnico, pero
nada más. _Veamos
a continuación algunas causas del aumento de la delin­
cuencia juvenil,
para_ mirar de encontrar soluciones, o modos de de­
fenderse contra este incremento.
l. Ruptura y desorden de la escala de valores.
2. Pérdida de la
fe y falta de ideales.
3. Abandono de la esperanza.
4. Su.misión a un mundo materialista.
5. Ruptura de la vida familiar (denunciado, este hecho, por el Fiscal del Tribunal Supremo, don Fernando Herrero Tejedor
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DELINCUENCIA JUVENIL
· en su informe elevado al Gobierno). Cada-día es ,menor el tiem­
po vivido en familia, debido a muchas causas, que no enwne­
raremos ahora (T. V., trasiego de la ciudad).
6. Proliferación de los "barrios colmena".
7. Falta de planificación en la inmigración.
8. La marcha de la mujer del hogar. El niño desde pequeño se
encuentra solo o en manos extrañas, faltándole el calor familiar
y la verdadera EDUCACION.
Este problema es verdaderamente difícil, y al cual es necesario
buscarle inmediata solución; hay que hallar la forma de com­
paginar el trabajo de la mujer con
la educación de los hijos.
9. Crisis de autoridad.
10. Desilusión ante la sociedad actual; el joven necesi_ta unos idea­
les que ésta no le puede dar.
11. Falta· de ilusión por vivir. Cada día va en aumento el número
de jóvenes que recurren al suicidio, al faltarles la ilusión por
la vida, suicidio
qué aparece

revestido de diversas formas: dro­
gas, alcohol, prostitución, velocidad, etc. . . . "suicidio que va
desde todas las corrupciones voluntariamente abrazadas hasta la
muerte" (P. G., revista Verbo).
El mismo delito no deja de ser una forma de suicidio.
Esta liberación del suicidio empieza a aparecer en el mundo
infantil. Muchos de ustedes deben recordar todavía el trágico
SU·
ceso acaecido en San Sebastián el 6-VIII-73 "Un niño se quita
la vida porque sus padres le dejaban siempre abandonado"
(los padres habían marchado el sábado a una playa cercana para
pasar el fin de semana ... ) (noticia de
prensa):
12.

Incremento de
la violencia, sexo y corrupción en los espectáculos
públicos.
13. Campañas de publicidad que están ofreciendo al joven una falsa
visión de la vida.
14. Incremento de la POUTICA de "Pan y circenses".
15. Una prensa sensacionalista que sólo busca un mayor beneficio económico y no un servicio a la sociedad.
16.
un clero que gusta del .escándalo- informativo y no del testi•
monio

ejemplar.
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Modos de defenderse del incremento de la delincuencia juvenil
y
también de la delincuencia en general.
l. Educar a la Sociedad, familia e individuo.
2. Los planificadores del desarrollo deben tener en cuenta las exi­
gencias hu.marias y espirituales de los menos dotados.
· 3. Acelerar el proceso d~ desaparición del barraquismo.
4. Renovar los centros dedicados a menores en función de una
pedagogía especializada.
5. Preocupación por la orientación de los emigrantes interiores.
6. Mejor control de espectáculos y T. V.
7. Rodear al niño de un ambiente sano. Darle una sociedad más
humanizada. ·Huir de las "casas colmena".
8. Revitalizar la unidad familiar. Protección de la familia.
Frenar la campaña de destrucción de la familia que se está
extendiendo por nuestro país (aborto, divorcio, eutanasia, etc .... ).
9. Efectividad en la formación religiosa de la educación moral
más intensa en la escuela.
10. Preocuparse de la instrucción de los jóvenes sobre las
conseruen­
cias del delito.
11. Destacar el valor de la colaboración de la sociedad en la lucha
y prevención del delito.
12. Evitar las grandes aglomeraciones ciudadanas que destruyen la
personalidad del individuo y fomentan la delincuencia.
(Ver declaraciones de José Luis Arrese.)
13. Creación de instituciones de carácter reeducador (previsto en el
III Plan de Desarrollo).
14. Control del afán sensacionalista de la Prensa, que no es quitarle
su libertad.
15. Energía en la represión de la corrupción de las administrado·
nes públicas.
16. Devolver a la juventud una esperanza en el porvenir.
17. Darles unos ideales por los que valga la pena sacrificarse.
18. Posibilidad de que el joven participe de una forma activa en
la realización del grupo social a que pertenece.
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