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Número 291-292

Serie XXX

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La democracia educativa en EGB

LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN.EGB
POR
JoSÉ ANTomó BENITO
«M. Proudhom ha escrito en sus Confesiones de un revolu­
cionario estas notables palabras: "Es cosa que adinira el ver de
qué manera en todas nuestras cuestiones políticas tropezamos
siempre con la teología". Nada. hay aquf que pueda causar sor­
presa, sino la sorpresa de M. Proudhom» (1 ). Hoy podríamos
repetir
la sentencia de Donoso Cortés en el tema que nos ocupa:
la democracia educativa en la EGB. Y digo que
me sorprende
el que
se sorprendan porque con s6lo ver la legislación -la
LODE-, y antes la filosofía que nutre tales leyes y conductas;
podemos prever lo que sucederá en
la práctica.
Nuestra charla se divide en tres partes: un comentario a la
legislaci6n vigente sobre la EGB, un análisis de la realizaci6ri
práctica y un programa a seguir por nosotros, «amigos de la
ciudad y de
la escuela cat6lica».
l. LEYES REGULADORAS DE LA DEMOCRACIA EDUCATIVA
EN LA EGB
Fue
la Ley General de Ed ucaci6n de Villar Palas! la que in­
trodujo el término EGB en Espafia y pretende fundamentalmen­
te hacer frente al más de medio millón de niños sin escolarizar,
para lo que eran necesarios 14.500 millones de pesestas.
En fra:
se de Villar Palas!: «Se trat.a en última instancia de construir un
sistema educativo permanente no roncebido como criba selectiva.
de los alunmos, sino capaz de desarrollar hasta el máximo· las'
capacidades de todos y cada und de los españoles» (2). La ley
venía exigida por la carencia de una ley orgánica de la educación,
(1) D. CORTÉS: Ensayo s.ohre el. cfJfolocismo, el liberalismo· y· el so..
cialismo, lib 1.• cap. I. · ·
· (2) Una revolución pacifica y Silenciosa, ·Ensefíanza: Debate Público
(Madrid, JEC, 1977), págs. 24-37.
Verbo, núm. 291-292 (1991) 247
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!OSE ANTONIO BENITO
la insuficiencia de instituciones de educación preescolar, el do­
ble sistema de educación primaria, la FP desarticulada de los ni­
veles educativos, la insuficiencia de puestos escolares en ense­
ñanza primaria, el tránsito brusco y prematuro de la educación
primaria a
la enseñanza media, los elevadísimos porcentajes de
suspensos y de alumnos Ubres, la proporción escesiva de alum­
nos por profesor. Se quiere hacer de la escuela una fuerza inte­
gradora y
democratizadora. Como presupuestos de la política
educativa.
se destacan el proceso unitario, la interrelación de nive­
les: rendimiento y calidad. La reforma de la enseñanza debía ba­
sarse en las ex:igiencias de adaptación a los cambios sociales y
ejercer una función compensatoria de
los desniveles de origen
social.
Hay que resaltar, a continuación, la aprobación de la
Cons­
titución
de 1978 fruto del pacto consensuado. Ella reconoce el
papel reservado a la sociedad en el ámbito educativo al esplici­
tar los derechos
y libertades.
l. Derecho como autonomia, libertad de enseñanza y liber­
tad de cátedra.
2. Derecho como participación en la programación general
de la enseñanza y el derecho a la intervención en el control y
gestión de centros con fondos públicos.
3. Como
prestación, derecho a la educación (gratuita) y a
la formación religiosa.
De la Constitución
va a emanar tres grandes ordenamientos
jurídicos para regular la educación democrática que tenemos o
sufrimos.
La LOECE de 19 de junio de 1980, corregida con la
sentencia del TC
de 13 de febrero de 1981, elaborada por la
UCD, la LODE de 3 de junio de 1985, enmendada por la sen­
tencia del TC de 27 de junio de 1985 y la LOGSE, que ya está
siendo esperimentada en distintos centros
de nuestro territorio.
Nada tan interesante como acudir
al preámbulo de la LODE
para adentrarnos en sus objetivos. Asienta que «el desarrollo de
la educación, fundamento del progreso de la ciencia y de la téc­
nica, es condición de bienestar social y prosperidad material, y
soporte de las libertades individuales en las sociedades demo­
cráticas».
El derecho a la educación se ha convertido en un derecho
básico
y los Estados lo consideran como un servicio público
prioritario.
248
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LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN EGB
Prosigue indicando que en épocas anteriores el Estado hizo
de¡aci6n de sus responsabilidades en este ámbito, que fueron
asumidas por el sector privado «en aras del llamado
principio
de subsidiariedad» de lo que se derivó que la educación fuese
un privilegio de pocos y no
un derecho de todos.
El desarrollismo económico generó una amplia demanda edu.
cativa, lo que motivó una atención estatal creciente que llevó a
la configuración de su sistema «mixto» con un considerable re·
parto entre el sector público y privado. La LG, que definió como
servicio público
la educación, hacía al Estado responsable prio­
ritario de la misma, admitiendo, no obstante, la oferta educativa
privada en
el nivel obligatorio y creando un régimen de concier·
tos que no llegó a desarrollarse, dando pie a un sistema de
su!,..
venciones al sector privado, a la vez que a un menor crecimiento
en la inversión pública, que originó una situación «irregular» y
poco contralada. Fruto de esta situación fue la escisión entre
ambos sectores y de la misma sociedad que aparece reflejada en
la complejidad de elementos que recoge la Constitución: derecho
a
la educación y libertad de enseñanza; derecho de los padres
a la elección de
la formación religiosa y moral para sus hijos y
libertad de cátedra
y de conciencia. Libertad de creación de
centros docentes y responsabilidad de los poderes públicos en la
programación general de la enseñanza. Ayuda a los centros
do­
centes e intervención de profesores, padres y alumnos en d con­
trol y gestión de centros con fondos públicos.
La necesidad de «una nueva norma que desarrolle cabal y
armónicamente los principios» de la CE en la que puedan convivir
las distintas opciones educativas
es la que pretende satisfacer. la
LODE frente
al «desarrollo parcial y escasamente fiel al espíritu
constitucional», que atribuye al Estatuto de Centros
al que se
acusa de soslayar la ayuda a los centros privados y a la prOgra·
mación general de la enseñanza, así como de privilegiar los de.
derechos del titular de centros privados frente a la «comunidad
escolar», supeditando
la libertad de cátedra al ideario del centro
y restringiendo la intervención en la gestión
y control por parte
de padres, profesores y alumnos.
.
Dice entender la libertad de enseñanza en «sentido no res­
trictivo» por abarcar todos los derechos y libertades educativas:
creación
de centros con carácter y proyecto educativo, capacidad
de los padres para elegir centros
no públicos
y la formación re.
ligiosa según sus convicciones, libertad de cátedra como soporte
de una educación democrática, libertad de conciencia de los
alumnos.
249.
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JOSE ANTOJ:'[10 BENITO
Los dos principios inspiradores más invocaclos son el· princi­
pio de programación y el de participación, en función de los
cuales
se pretende la regulación de la gratuidad y del consiguien­
te gasto público, en beneficio de
la. equidad, de la optimización
del rendimiento educativo
y de la transparencia de la Adminis­
tración. Al modelo estructurado en la WDE le corresponde una
preferencia
por la «intervención social» frente a la intervención
estatal. Termina autodefiniéndose como una norma de conviven­
cia, basada en la libertad,
la tolerancia y el pluralismo.
Llaman la atención la incomprensión del
. principio de sub­
sidiariedad
que se convierte en el abandono en manos particula­
res por dejación de sus responsabilidades. Olvidan que es el Es­
tado quien sirve a la sociedad y no a la inversa. El derecho a la
educación y a impartirla no es una concesión estatal.
En todo momento se presenta la enseñanza privada como un
competidor beligerante frente a la pública estatal.
Oposición de derechos
y libertades amparándose en el texto
constitucional.
Pluralismo en los centros frente al pluralismo de
centros. ¿ Dónde está la libertad de conciencia en quien la está
formando? El TC sentencia que la libertad de cátedra debe
su­
peditarse al ideario del centro.
El espíritu constitucional
se reduce al consenso.
El
leit motiv es la participación. La Admnistración mantiene
su censura ( control) por la asignación de
recuras económicos, la
ordenación reglamentaria y la instrumentación de los consejos
escolares. La participación condiciona la naturaleza del ordena­
miento educativo hacia una forma de
autogesti6n que pueda des­
naturalizar el carácter propio de los centros de iniciativa social.
·

La «comunidad
escolar» de la que se excluye a los titulares
de centros privados, no escapa al riesgo de
la politización, la
autogestión. Convierte el colegio en un pequeño parlamento, se
mete la política en la escuela.
La libertad de enseñanza. Se entiende de diverso modo en
la
WECE y en la WDE. La existencia del Consejo Escolar es
una de las claves para entender la LODE. Se menoscaba el de­
recho a la dirección por la entidad titular, aunque · la sentencia
del TC lo matizaría mucho, se enfrentan el
ideario con la liber­
tad de cátedra (la
WDE deja constancia en la denominación
«carácter propio» del centro, derechos de los padres con plura­
lismo de asociaciones, neutralidad ideológica con respeto a las
Opiniones). Mientras que la
WECE da preeminencia al derecho
de los padres,
la LODE da más importancia a las atribuciones
de
la Administración y del profesorado. Los derechas y deberes
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LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN EGB
de los alumnos aparecían en los dos textos pero son desatrolla­
dos por d Real Decre.to de 28 de. octubre de 1988. Entre los
primeros estarían
d deber dd estudio y el de respetar las nor­
mas de conviviencia. En d Real Decreto se desatrollan aspectos
formales tales como
la asistencia a clase y el respeto a los .hora­
rios, d seguir las orientaciones dd profesorado sobre su apren­
dizaje. Entre los derechos aparecen
catorce, cómo d derecho a la
ipformación, asociación y renunión, la Junta de evaluación objetiva del rendimiento.
II. PRAXIS DEMOCRÁTICA EN LA . EGB
Nos centraremos en d análisis de algunas realizaciones de
la LODE, materialización jurídica de la actividad política del
PSOE. Parto para ello de un texto, exhaustivo quizá, pero clari­
vidente,
tomado del catedrático de Didáctica don Pedro Chico
en su obra
La escuela cristiana. Distingue tres tipos de escuela:
fa liberal, la socialista y la cristiana.
«La línea socialista, en educación, tiende a ser doctri'
naria y demagógica ; apoya sus afanes de conquista en ter­
minologías míticas y
en estrategias de popularidad, dirigi­
das a lo inmediato
más que a lo realmente válido.
La línea socialista se declara especnlativamente neutra
y aconfesional, pero sus directrices prácticas tienden
al
ateísmo auténtico [ ... ].
En el fondo, muchas de las bases socialistas, a nivel de
principios, se definen
democráticos; pero sus planteamien­
tos concretos son dictatoriales [
... ] .
La escuela socialista tiene un vicio de origen, común
con
fa mayor parte de los postulados socialistas. Es su ca­
rácter de "reacción" que le cierra lamentablemente a la
comprensión de los valores existentes;en otras alternativas;
En este· sentido se la define como totalitaria y peligrosa,
mente demogógica, lo cual equivale a decir manipuladora
y tendenciosa.
El oropel
de su popularidad se colorea más de prome­
sas democratizadoras que de garantías de libertad auténti,
ca. Sus riesgos con la estatalización o polítización de la
estructura intelectual de la escuela, y la marginación de
quienes tienen
los máximos derechos sobre los hijos que
son los padres»
(3) ..
-----(3) P. CHICO: La escuela cristiana (Madrid, Bruño, 1977), pág. 583.
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JOSE ANTONIO BENITO
l. La participación entre la anarquía y la dirección.
Es uno de los puntos capitales de la WDE. Hay que parti­
cipar, todos y en todo. Un pipiolo de l.º, ante la jubilación del
conserje, un buen
día preguntó al director: «Director, ¿ vas a ser
ahora tú
el conserje?».
El 20 de mayo de 1987, el Y A publicaba las opiniones de
directores, profesores y alumnos sobre el
funcionami,ento de los
Consejos escolares, y, en general, eran muy negativas.
Se aducía
ingobernabilidad, falta de efectividad de los Consejos, interfe­
rencias indiscriminadas de las AP
AS, indisciplina de los alumnos.
En los miembros hay un sentimiento de pérdida
de tiempo. Ac­
titudes personales negativas por carecer de sentido general: en­
frentamientos de tipo político, desconfianzas mutuas, división ...
Falta de asunción de responsabilidades ( se entiende más la par­
ticipación
como derecho que como obligación). Falta de liderazgo
adecuado en los directores
de centros. No olvidemos que todos
los directores
«profesionales» por oposición fueron cesados y en
la actualidad
son cargos sujetos al bamboleo inestable de la
política o del medro personal. La falta de motivación
para estos
puestos
ha obligado en ocasiones a imponerlo directamente desde
la Inspección. Julián Sánchez Mora, director
de un centro de
EGB en Madrid, en su artículo Dinámica interna y funciona­
miento de los conse¡os escolares
concluye que los dos años de la
puesta en marcha de la LODE constata «desencanto e inefica­
cia, desconfianza y marginación por parte del Ministerio:
el di­
rector se ha convertido en un gestor asfixiado por la burocra­
cia» ( 4
).
Pese a las graves atribuciones del Consejo Escolar y las in­
tenciones «democráticas» de la LODE, lo cierto es que el Go­
bierno juega con sus amenazas de retirar subvenciones y decide
por encima de los acuerdos.
En mi colegio bastó que una madre
quisiese cambiar a
su chico de clase por juicios infundados so­
bre un profesor para que la Inspección obligase a hacerlo sin
tener en cuenta le decisión del claustro y del
Consejo. Lo mis­
mo sucedió con el atentado sufrido por un profesor de Vallado­
lid por parte de un alumnd. La Inspección pidió que
se le admi­
tiese en el mismo centro. Sólo gracias a la gestión del director
con otro director conocido pudo resolver el conflicto planteado.
(4) J. SÁNCHEZ: «Dinámica interna y funcionamiento de los consejos
escolares, Educadores (1989), págs. 323-339.
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LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN EGB
Carmen Alvear, en el mondgl'áfico publicado por Raz6n y Fe
sobre la reforma educativa, recoge las críticas del IV Congreso
de la CONCAPA, marzo de 1988, por
la labor del Consejo Es­
colar que más que educar se dedica a «controlar» (5).
En este mismo sentido se insiste en el Congreso Nacional de
Pedagogía al relacionar «la calidad de enseñanza y la educaci6n»:
«La participación
de la WDE, concebida como control, se está
revelando
perniciosa para el buen funcionamiento de los centros.
Si se quiere mejorar la calidad de la enseñanza pública no hay
más remedio que corregir la LODE en el procedimiento de elec­
ci6n de los directores de esos centros» ( 6 ).
En los centros concertados el problema ha sido menor si ha
contado con un director eficiente, preocupado de ganarse a los
padres y a los alumnos a la hora de las elecciones. La inercia
de
los padres sigue presente y a veces no llega a participar ni un
10 % en las elecciones. En mi centro, pese a las invitaciones reite­
radas y motivación constante, no se llega a contar con la parti­
cipación de un 25
% .
La figura del director, según la LODE, es la de alguien que
carece de poder legal para ejercer una direcci6n unipersonal
y
adopta la funci6n de «animador», «moderador», «coordinador»,
«gula». R. Pascual le selíala una:
«Primera y fundamental funci6n, la
de culturizar la
comunidad educativa, es decir, ayudar a interiorizar los
as­
pectos esenciales de la convivencia en participación [ ... ]
El director es el motor de la culturizaci6n axiol6gica que
supone en cierto modo que
él es un ejemplo imitable y
que, al mismo tiempo, sabe contar con el tiempo necesario
para conseguirlo» (7).
2. La educación religiosa y moral.
«Cuando no hay personas educadas en el orden moral,
fácilmente se altera la convivencia y se lesionan los dere­
chos ajenos. Así
se resentiría la misma sociedad democrá-
(5) C. ALVEAR: «CONCAPA: Proyecto de Reforma de la Enseñanza:
un tema en debate», Raz6n y Fe (1989), págs. 193-198.
(6) Editorial: «Calidad de enseñanza y educaci6n», Educadores (1989),
pág. 653. (7) R. PASCUAL: · La gestión educativa ante la innovación y el cambio
(Madrid, Narcea, 1988), pág. 45.
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JOSE ANTONIO -BENITO
rica, a no ser que se quiera justificar que su principio ins­
pirador es el "egoísmo ilustrado"» (Mons. Delicado· Bae­
za} (8).
La neutralidad ideol6gica cacareada por la ley se toma laicis­
mo y .anticlericalismo, Al quitarse el crucifijo y los mandamien­
tos de la ley de Dios, se montan sucedáneos en la clase de ética:.
Esta carece de contenidos porque no existen programas. El de­
recho a la formaci6n religiosa y moral se incumple por falta de
atenci6n en
el profesorado que lo imparta. Todo se vuelven de­
cálogos a favor de .la naturaleza, para luchar contra el SIDA ...
y estamos olvidando los 10 mandamientos de la Ley de Dios;
muchos alumnos no saben
ni siquiera el Padrenuestro. Es la oca­
si6n de recordar las memorables palabras de don Marcelino M néndez Pela yo sobre la escuela sin Dios:
«La escuela sin Dios, sea cual fuere la aparente neutra­
lidad con que el ateísmo
se disimule, es una indigna mu­
tilaci6n del entendimiento humano en lo que tiene de más
ideal y excelso. Es una extirpaci6n brutal de los gérmenes
de verdad
y de vida que laten en el fondo de toda alma
para que la educaci6n los fecunde [
... ] Apagar en la mente
del niño aquella participaci6n de luz increada que
ilumina
a todo hombre que viene a este mundo; declarar incognos­
cible para
él e inaccesible, por tanto, el inmenso reino de
las esperanzas
y de las alegrías inmortales, es no s6lo un
horrible sacrilegio, sino un bárbaro retroceso en la obra
de
civilizaci6n y cultura que veinte siglos han elaborado den­
tro de la confederaci6n moral de los pueblos cristianos.
El que pretenda interrumpirla
o· torcer su rumbo se hace
reo de un crimen social» (9).
3. Ahogar la enseñanza d,e iniciativa social.
Escribía A. de Tocqueville que no «existe verdadera igual­
dad más que en la libertad». Pero es doloroso comprobar que
«la vieja tradici6n igualitarista del socialismo es la ptimera causa
que contribuye al retraso de las mejoras colectivas» (Bruclain).
(8) Mons. J. DELICADO: «La enseñanza de la religión», Raz6n y Fe
(1989), págs. 175-180. .
(9) M MENÉNDEZ PELAYO: Carta de 1-I-1910 al Obispo de Madrid­
Alcalá.
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LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN. BGB
Nuestros legisladores socialistas no han olvidado los acuerdos de
su congreso en Madrid de 197 6:
«Las escuelas libres han de ser sumergidas en un
eclip­
se progresivo del que no aman=an. Es preciso una recon­
ducción de toda la Escuela a condición de Escuela pública».
Ni tampoco los de mayo de 1979: «Los socialistas
tene-
.
mos muy claro que siendo la enseñanza un derecho fun­
damental de todos los hombres, no puede ser objeto de
negocio para
la empresa privada, ni instrumento de con­
trol ideológico y social [ ... ] Es necesaria una política que
tienda a suprimir las subvenciones [
... ] Desaparecerán las
materias religiosas obligatorias en los centros y planes
.de
estudio» (10).
¿ Por qué la WDE cuando sólo faltaba la Ley de Financia­
ción? Numerosos centros han desaparecido por retirarles
la sub­
vención. Numerosos profesionales siguen malviviendo en desigual­
dad flagtante con los de
la pública. En el trabajo Problemática.
de
la enseñanza privada sólo un 6,1 % representantes del sector
consideran positiva la
política educativa reciente frente a un
33,9 % en contra. Aducen el salario, la inseguridad en el em­
pleo, la jornada de mayor duración, el número supetior en la
ratio profesor/alumno,
fa escasa valoración social y falta de me­
dios ... (11).
Con razón los obispos han levantado
su protesta ante el
«estrechamiento territorial en que se deja a las escue­
las de iniciativa social; privadas de la gtatitud en la etapa
infantil, sometidas a condiciones arbitrarias, a limitaciones
en determinados derechos que exige
su propia subsisten­
cia . . .
con tal falta de providencias legales o deficiencias
tales que,
si no se subsanan constituyen un gtan atentado
al pluralismo escolar» (12). ·
No podemos olvidar, además, lo que nos recordaba Juan Pa­
blo
II con motivo de la beatificación de los mártires de Turón,
esta misma primavera:
(!O) Comisiones de Estudio de AP: Educaci6n en libertad, Madrid,
1983.
(11) EL MAGISTERIO EsPAÑOL: 16-1-90, pág. 8.
(12) Mons. DELICADO: «Graves carencias de la LOGSE», El Norte
de Castilla, 20-111-90, pág. 2.
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!OSE ANTONIO BENITO
«Como cristianos y como miembros de la sociedad es­
pafiola, debéis tomar conciencia de que los colegios de
iniciativa social, que
la Iglesia misma u otras instituciones
promueven, no
se circunscriben al ámbito puramente re­
ligioso o ético, sino que indudablemente prestan también
un meritorio servicio público a la misma sociedad, al fo.
mentar la vida cultural, cívica
y religiosa, teniendo presen­
tes la necesidades del progreso contemporáneo» (
13 ).
4. Frente al «enseñar a ser» el «enseñar a hacer».
Hoy como nunca proliferan los talleres. Hay que preparar al
hamo faber sin tener en cuenta al hombre completo. Lo im­
portante es el escaparte, la forma, lo social, el contacto con el
entorno, la utilización indiscriminada de la prensa, las clases de
consumo. Podemos formular la denuncia de Tolstoi: «Esta
es­
cuela no educa pastores para rebaños, sino rebaños para pasto­
res».
La carencia de una formación humanística y sin ningún
valor ético parece, especialmente con la LOGSE, lo ideal para
formar los sumisos votantes del 2000.
5. · Desencanto en muchos profesionales que se sienten espia­
dos y desamparados ante la indisciplina.
Son muchos
los profesores que han sido denunciados por
exponer enseñanzas «anticonstitucionales» cuando lo único que
han hecho es hablar a favor de la vida, del matrimonio indisolu­
ble
... Conozco el caso de un profesor denunciado por dejar al­
gunos minutos de su clase para que un chico diese un testimonio
cristiano en su clase de religión. En la prensa
se aireó la injus­
ticia cometida por llamar la atención a un
alumno que llevó un
póster pornográfico de Sabrina a clase.
La prensa en ocasiones se dispara contra la institución airean­
do problemas disciplinares, presuntos abusos.. . Este año en
Va­
lladolid un profesor tutor" denunció ante los padres que se esta­
ban aprovechando las clases para deformar a
los alumnos con
charlas de educación sexual
y el sindicato de estudiantes, azu­
zado por el director marxista de IU, organizó una manifestación
contra
el mismd. Hoy el profesor ha tenido que dejar el centro.
4]go parecido sucedió en un centro de EGB en el que se
acusó a un profesor por pretendidos abusos deshonestos con
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LA DEMOCRACIA EDU,CATIVA EN EG~
una alumnll, hija de bedel. Debido a la presión de grupos fe­
ministas y· CC.00 por estar comprometidos con el padre, im­
puesto por el Ayuntamiento, fue condenado a un año de cárcel.
El hecho fue cacareado por
la prensa local y autonómica. Hubo
hasta un médico que falsificó un reconocimiento médico. Lo
único que había sucedido
es que el profesor, jefe de estudios,
ante
la indisciplina de la chica, le dijo que si por fin iba a es­
tudiar y a dejar de molestar ... Lo demás se lo inventó y el fis.
cal, presionado ambientalmente, se lo cteyó. Gracias al director
del centro que le
apoyó en todo momento, junto a algunos
miembros de sindicatos independientes, organizamos una concen­
tración en su apoyo. Los trabajos han sido fructíferos; de mo­
mento el juez ha anulado la sentencia y dehe revisarse todo el
sumario.
El director de colegio de un pueblo de Badajoz ve cómo a la
salida para el recreo un chico se coloca el último de la fila y
cuando bajan
los compañeros da un empujón. Cada uno se agarra
como puede a
la barandilla y gracias a Dios no pasa nada. El
director le tira de la oreja y le recrimina su acción. A la hora
de comer le
llama el padre del alumno diciendo que su hijo tenía
gran dolor de cabeza y que si no le denunciaba era porque le
tenía en muy buen concepto que, si no, iría al juzgado porque
en
· estos tiempos no se pueden usar métodos coactivos.
En las últimas elecciones para consejeros del CEP (mayo, 90)
salen cinco profesionales y tres politizados. Tiene que hacerse el
baremo para elegir director. El delegado da unas orientaciones.
Los cinco profesionales hacen su valoración respetando lo
legis­
lado pero adaptándolo a su criterio. Después de 11 horas de
disensiones,
es aprobado el baremo. El delegado desestima el tra­
bajo porque no
es adapta a las orientaciones que él quiere. Me­
diante instancia anula el baremo y manda hacer otro. Han. pasadq
unas cuantas horas y todavía no se ha elegido.
Si Garcia Hoz señala que toda reforma debe apuntar a «ha­
cer efectiva la natural te.ndencia a la obra bien hecha teniendo
en cuenta la perfección del trabajo y la armonía en la convivencia
y colaboración de quienes trabajan en el mismo ámbito»
(14)
vemos que dista mucho de hacerse realidad.
La carta sobre los «Derechos y deberes de los alumnos» in­
siste en los derechos y prácticamente en ningón deber. Mientras
tanto, la indisciplina,
el desorden ... , campean a sus anchas. La
(13) Homilía de beatificación: 29-IV-90.
(14)
V. GARciA 'Hoz: «Sobre la calidad en la educación de hoy»,
Educadores (1988), pág. 585.
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!OSE ANTONIO BENITO
Comisión de Convivenciá con el Consejo Escolar serán los eje­
cutores de la sanción. Claro que siempre con el visto bueno de
la Inspección que salta por encima de estos organismos y del
claustro de profesores como en el caso de
la expulsión de un
alumno por robar exámenes. O el cambio de clase motivado por
el capricho de una madre; oposición del claustro, APAS, Con­
sejo Escolar. Pese a todo
es un marco apro\'echable en unión
al RRI.
lll. ¿QUÉ HACER?
Dios nos ha colocado en estas coordenadas espaciotemporales,
aquí
y ahora, y este mundo hay que salvarlo. Nos encontramos
en un nuevo contexto cultural y hemos de estar a la altura de
de las circunstancias. Para ello
«el pluralismo cultural invita, pues, a
la Iglesia a reforzar
su empeño educativo para formar personalidades fuertes,
capaces de resistir al relativismo debilitante,
y de vivir co­
herentemente las exigencias del propio bautismo» (n. 12).
La Iglesia sostiene el principio del pluralismo escolar
(coe­
xistencia y cooperación de instituciones escolares) para res­
ponder al pluralismo cultural existente» (n. 13) (15).
«El tono moral y humano ... dependerá en buena parte
de la generosidad y del acierto con que los católicos seamos
capaces de asumir nuestras
responsabilidades específicas».
Así nos
han advertido nuestros obispos en un reciente docu­
mento
(16).
Hemos de hacer nuestras las consignas del documento El
laico cat6lico testigo de la fe en la escuela. Aquí se nos dan los
perfiles del educador santamente dem6crata para
la EGB:
«Aquel que ejercita su vocación secular en la estruc­
. tura comunitaria de la escuela, con la maydr calidad pro­
fesional posible y con una proyección apostólica de esa
fe
en la formación integral del hombre, en la comunicación
de
la cultura, en la práctica de una pedagogía de contacto
directo y personal con el alumno y en
la animación espiri­
tual de
la comunidad educativa» (17).
(15)
La Escuela Católica (Roma, 1977), núms. 12 y 13.
(16)· Los· católicos· en la vida pública, núm. 155.
(17) El laico cat6lico, testigo de la fe en la escuela, núm. 24.
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LA DEMOCRACIA EDUCATIVA EN EGB
y, si es preciso, martiriahnente, como hace muy poco Úos recor­
daba Juan Pablo Il, en la beatificación de los nueve maestros
mártires de Turón (Asturias):
«Esta acción educadora y evangelizadora la
podrán lle­
var a cabo únicamente hombres y mujetes de fe que [ ... ]
compartan su experiencia de Dios con los jóvenes y que
estén dispuestos, incluso, a dar su vida por El y por
ellos» (18).
Podemos aprovechar las estructuras que nos proporciona
la
nueva cultura «democrática». Hay que copar los Consejos Esco­
lares, los CEPS. Hay que crear asociaciones de alumnos y de
pa­
dres. «Una fe que no se hace cultura no es fe». Hay que pedir a
Santa María, la educadora del Maestro que nos dé creatividad y
entusiasmo para dar testimonio de nuestra fe cdn nuestra vida.
Hoy como ayer tiene actualidad el adagio del P. Manjón: «la le­
tra con sangre entra, peto con la sangre del profesor». Así, sí,
estaremos presentes en
los concursos juveniles organizados por
el Gobierno ( este año pasado seis de los 20 grupos premiados
en el premio «Jóvenes investigadores» eran coordinados por
mi­
litantes católicos); utilizaremos la prensa para formar, para evan­
gelizar como modestamente intentamos con nuestro periódico
escolar; conseguiremos subvenciones para campamentos católicos;
crearemos talleres como medios para educar integralmente a tra­
vés del hobby; forjaremos educandos con espíritu de lucha, en
clima de libertad, que hagan brotar de nuevo la civilización del
amor.
Dos anécdotas muy sencillas de este curso pasado. La primera,
en EGB. Al no existir capilla, un chico de 8.º de EGB, de la
pública, pidió permiso al director para dedicar diez minutos a la
Vfrgen en el mes de mayo. Para evadirse, le remitió a la tutora;
ésta no sólo no le puso pegas sino que fue
la más fiel ayudante.
La segunda, en un oentro de la Reforma,
l.º de BUP. En
clase de inglés el profesor aprovecha la clase para enseñarles un
juego obsceno ; el chico se acerca a la mesa para manifestar su
disconfomidad ; el profesor no le hace el mínimo caso y sigue el
juego; por segunda vez, se levanta el joven y con una octavilla
de la Virgen de Fátima (invitación
al Rosario de la Aurora), le
pide por favor que deje
el juego pues le molesta. El profesor
(18) JUAN PABLO Il: Homilía, 29-IV-90.
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!OSE ANTONIO BENITO
agradece la sugerencia, pues ve que se lo dice sinceramente y
públicamente pide disculpas.
Termino con
un texto de don Andrés Manjón, a quien. hemos
homenajeado recientemente por su obra
centenaria de regenera­
ción social en los cármenes granadinos. En su obra «El maestro
mirando hacia dentro» titula
un apartado el maestro laico es la
antidemocracia
«Amar al pobre, favorecer al pobre, instruir y educar
al pobre para elevarle ... , es una obra y tendencia eminen­
temente cristiana
y democrática, en el mejor sentido de la
palabra. . . La escuela laica es principalmente enemiga del
pueblo porque favorece la desigualdad
más irritante y an­
ticristiana y antidemocrática, porque hacen que la religión
sea patrimonio de los ricos
y fruto vedado para los pobres
que
deben quedarse sin formación moral y religiosa que
sus padres no puedan pagar» (19). «Vosotros, maestros,
en cuanto podáis, luchad contra ese cesarismo tiránico y
esterilizador y preparad jóvenes que sepan ser buenos» (20),
y, más que buenos, santos. Juan Pablo nos lo recordaba
el 15 de agosto en la convocatoria de
la VI Jornada Mun­
dial de la Juventud: «Lo que os dije en Santigao de Com­
postela, os lo repito también hoy: ¡ Jóvenes, no tengáis
miedo de ser santos! Volad a gran altura, consideraos entre
aquellos que vuelven la mirada hacia metas dignas de
los
hijos de Dios. ¡ Glorificad a Dios con vuestra vida!». Este
es nuestro reto. Que Santa .María del Pilar nos dé el co­
raje necesario, comó a Santiago, para vivirlo.
(19) A. MA.NJóN: El maestro 'fftirando hacia' dentro (Alcalá, Patronato
de las Escuelas de Avemaría, 1942), cap. 59, p,ígs. 84-85.
(20) A. MANJÓN: El maestro ... [19], cap. 196: «Los maestros, espe­
ranza del pueblo y de las clases directores o impulsadores», págs, 277-279.
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