La tradición más allá de la memoria

castellano, se ocupó de la figura del Cura Merino, como paradig-
ma de lo expuesto por los oradores precedentes, pues guerrillero
de la “f r a n c e s a d a ”, volvió a las armas durante la guerra del trienio
liberal (1820-1823) y durante la primera guerra carlista (1833-
1840). Encarnando, pues, esa continuidad de la historia contem-
poránea española subrayada por Andrés Gambra, en la defensa de
la tradición política y religiosa ilustrada por Consuelo M a r t í n e z -
Sicluna y Francisco José F e r n á n d ez de la Cigoña.
Miguel Ayuso, tras dar la palabra a la sala, moderó un b re ve
(por lo avanzado de la hora) coloquio, que prosiguió una vez
l e vant ado el acto tras la correspondiente oración (ahora a S a n
Miguel Arcángel) e incluso en el almuerzo que reunió a algunos
de los oradores y asistentes. En t re éstos, se encontraban los dir e c-
t i v os del Círculo Molle, José Miguel Gambra y José Díaz N i e va ;
el filósofo Ángel d´Ors; el profesor chileno Julio Alvear y los meji-
canos Juan José Leaño, José Luis Arreguín y Miguel N a va r ro; los
veteranos Manuel de Santa Cruz y Lucio Liaño; F e r n a n d o
Andina, Natalia Gómez Sawicka, Carlos Ayuso, Soledad Pérez de
Sevilla, Manuel O rd ó ñ ez, Carlos R o d r í g u ez Camacho y una cin-
cuentena de amigos, habituales casi todos.
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UA NCAY Ó N
LA TRADICIÓN MÁS ALLÁ DE LA MEMORIA
Los pasados días 5 y 6 de abril se ha celebrado el XXXVIII
En c u e n t ro Tradicionalista de Civitella del Tronto, bajo el lema
“La tradición más allá de la memoria: el problema del Estado
católico y el pensamiento político-jurídico de Carlo F r a n c e s c o
D ´ A g o s t i n o ”. El abogado Carlo Francesco D´Agostino, fundador
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del Centro Político Italiano, director de L ´ Alleanza I t a l i a n a, tras
haber rechazado con firmeza el fascismo precisamente en nombre
de la doctrina política católica, por lo mismo fue, después de la II
Guerra Mundial, el más pugnaz opositor de la democracia cristia-
na, tanto teórica como práctica. Su nombre, objeto de desp re c i o
generalizado en tantos ambientes que hubieran debido en cambio
secundarle, queda como uno de los puntos de r e f e rencia del cato-
licismo político del período. En España, la revista Ve r b o, le dedi-
có un obituario en 1999, año de su fallecimiento. Por su parte, el
p rofesor Danilo Castellano, querido amigo y colaborador, cate-
drático de la U n i versidad de Udine, le dedicó no hace mucho un
l i b r o De christiana re p u b l i c a( Edizioni Scientifiche It a l i a n e ,
Nápoles, 2005), excelente introducción a su vida y obra, e inclu-
so inmejorable presentación del problema político en el mundo
c a t ó l i c o .
El sábado 5, en el Hotel Zunica, comenzó la reunión científi-
ca, bajo la presidencia del historiador Mauricio Di Gi ovine, dele-
gado de la Comunión Tradicionalista en la península italiana y
c a b a l l e r o de la Orden de la Legitimidad Proscrita. Saludó a los
p res entes, transmitió el saludo de S.A.R. Don Sixto Enrique de
Borbón e ilustró b re vemente la finalidad y el contenido del en-
c u e n t ro, dando la palabra seguidamente a los distintos ponentes.
El primero fue monseñor Ignacio Ba r re i ro, director de la oficina
romana de Human Life I n t e rn a c i o n a l, quien explicó la doctrina de
la Iglesia sobre la comunidad política y su desnaturalización por
el modernismo político. A continuación, el profesor napolitano
Gi ovan ni Tu rco abordó la crítica del liberalismo de D´Agostino,
que está en la base de su pensamiento y que viene a constituir una
s u e r te de contra-tradición. En tercer lugar, en ausencia de Pi e t ro
Giuseppe Grasso, catedrático de la U n i versidad de Pavía y maes-
t ro de los iuspublicistas italianos, se dio lectura a su texto sobre la
va l e ros a (y aislada) crítica de D´Agostino a la Constitución italia-
na de 1947. El profesor Miguel Ayuso, de la U n i versidad de
Comillas, fue el cuarto orador, para abordar la cuestión de la
constitución cristiana de las sociedades en el pensamiento de
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n u e s t ro autor. Finalmente, el ya citado profesor Danilo Castella-
no, fue el encargado de presentar las conclusiones.La presentación de algunas de las publicaciones apar e c i d a s
durante el último año y una cena de hermandad, amenizada por
el grupo folclórico napolitano Ca n z i o n e re dell´ Ap p i a , completa-
ron la jornada. En la mañana del domingo 6, bajo la presidencia del pr o f e s o r
de la U n i versidad de P e rusa Paolo Caucci von Saucken, la re u n i ó n
se trasladó en cortejo hasta el monumento a Mateo Wade, oficial
irlandés que defendió Civitella cuando el intento de inv a s i ó n
n a p o l e ó n i c o . Allí, el profesor Miguel Ayuso pronunció unas pala-
bras subrayando la continuidad esencial de la historia contempo-
ránea, tanto de parte de l os re volucionarios como de los defenso re s
de la tradición, y re c o rdando a Francisco Elías de Tejada, del que e
cumplía el trigésimo aniversario de su muerte, y al abogado Si l v i o
Vitale, que allí mismo pronunció su último y re c o rdado discurso.
Acto seguido, comenzó el ascenso a la for t a l eza de Civitella, a
cuyas puertas Gi ovanni T u rco pronunció unas sentidas palabras en
re c u e r do de Pino Tosca, en el lugar desde donde éste solía dirigir-
se a los participantes. Llegados al patio de armas, se alzó la bande-
ra de las Dos Sicilias, y a continuación el director de L ´ Al f i e r e,
E d o a r do Vitale, realizó la conmemoración del soldado napolitano.
Siguió la Santa Misa, celebrada en el rito romano tradicional por
monseñor Ignacio Ba r re i ro, quien en el sermón trasladó al o rd e n
temporal la figura sobrenatural del Buen P a s t o r, evocando en tal
sentido la figura del Rey católico. En el memento de difuntos se
re c o r dó a los amigos fallecidos. El tradicional almuerzo de clausu-
ra concluyó con la llamada hasta el año próximo, si Dios quie re .
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O S ÉDÍ A ZNI EVA
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