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Presentación número 505-506

En el bicentenario de la Constitución de Cádiz no ha habido espacio sino para el ditirambo de la ideología liberal. Difícilmente se ha abierto camino la reflexión, no digamos la crítica. De ahí que el empeño del Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II, con el auxilio de la Universidad Antonio de Nebrija y la Fundación Speiro, acogido por la prestigiosa Casa de América, en cierto sentido ha sido único.

Recogemos en el presente número parte de las actas del Seminario Internacional «El “otro” Cádiz. Una revisión problemática de los orígenes del constitucionalismo hispánico», celebrado el 26 de abril pasado. Número monográfico, por lo que hemos prescindido incluso de las secciones de crónicas e informaciones bibliográficas, que tendrán que esperar a la cuarta entrega de este año.

Comienza con un texto en el que nuestro imprescindible colaborador, el profesor de Udine Danilo Castellano, director además del Centro de Estudios Políticos del Consejo Felipe II, ofrece el encuadramiento teórico del fenómeno constitucional. Siguen un breve (y adecuado) perfil de las actitudes ante la crisis del antiguo régimen, de José Antonio Ullate, glosa de un acertado esquema del ya fallecido profesor Suárez Verdeguer, e inmediatamente el excelente y crítico panorama historiográfico trazado por el general Estanislao Cantero. El investigador del CONICET argentino Juan Fernando Segovia, también bien conocido de nuestros lectores, y director del Centro de Estudios Históricos del Consejo Felipe II, resume su aproximación al influjo del texto gaditano en el universo americano con los términos «traducir, moderar, introducir». Los textos de Cantero y Segovia, son –a no dudarlo– los de una mayor extensión y también envergadura. El historiador Francisco José Fernández de la Cigoña resume con acierto en pocas páginas lo que constituyó su obra sobre la cuestión religiosa en las Cortes de Cádiz (El liberalismo y la Iglesia española. Historia de una persecución, vol. 2: Las Cortes de Cádiz, Madrid, Fundación Francisco Elías de Tejada, 1996, 461 págs.). Se explica por ello la ausencia de referencias, que se hallan por menudo en la obra que se extracta. Y el profesor Andrés Gambra analiza el pensamiento del más pugnaz de los opositores al código gaditano, el padre Alvarado, de la Orden de Predicadores, conocido como el Filósofo Rancio. Una reflexión del director de Verbo sobre el significado de Cádiz en el seno de lo que ha llamado «El “otro” bicentenario» cierra el número.

Parecía obligado el esfuerzo por desentrañar las claves de un fenómeno de gran trascendencia no sólo histórica sino también teorética. Que, nos parece, se ha objetivado en un resultado más que digno. Y que ofrecemos con satisfacción a nuestros lectores con la esperanza de haber contribuido a esclarecer el rostro de nuestra historia contemporánea, con demasiada frecuencia azotado por la mentira, a causa del predominio de errores conceptuales.