Crónicas

COLOQUIOS DE FUEGO Y RAYA

Fuego y Raya, como saben nuestros lectores, es una revista semestral hispanoamericana de historia y política editada por el Consejo de Estudios Hispánicos Felipe II. El profesor mendocino Juan Fernando Segovia es su director y el colega gallego que hoy enseña en Chile José Díaz Nieva actúa como secretario de una redacción amplia y prestigiosa. Nacida en 2010, ya va por el número 8, correspondiente a noviembre de 2014, y está desarrollando una interesante labor. Pe ro los responsables del Consejo y de la revista han decidido ampliar su radio de acción con unos «Coloquios de Fuego y Ra y a» que se inauguraron el pasado 3 de diciembre con una conversación de los profesores Miguel Ayuso y José Miguel Gambra con el escritor Juan Manuel de Prada a propósito de su última novela Morir bajo tu cielo, cuyo título deriva de un verso de Rizal y trata de los últimos momentos de la presencia española en las Filipinas y, en concreto, de la gesta de los conocidos como «los últimos de Filipinas».

En la sala de José Abascal, 38, repleta con más de setenta personas, el escritor fue respondiendo durante una hora y media a las preguntas que enhebraron el Presidente del Consejo Felipe II y el Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista, tanto a propósito de aspectos literarios como sobre todo históricos y doctrinales que están presentes en la excelente novela. Se habló así primeramente de la concepción arquitectónica de la obra, para a continuación comenzar un repaso sobre asuntos concretos: el papel del Katipunan, en relación con la masonería internacional y en particular la española, en la secesión de las Filipinas; el juicio sobre el Ejército y la Administración española de la época, más bien severo; la acción admirable de la Iglesia, evangelizadora y civilizadora al mismo tiempo, de una intensidad tal que suplió durante largos años a la propia Administración; la presencia del Carlismo, relevante en varios pasajes y en distintos personajes… Luego se abrió el coloquio a los asistentes. La conclusión que quedó en el aire es que la situación de la llamada Restauración, en la que se sitúa la independencia de Filipinas y la crisis del 98, se aproxima así a la de la que podríamos llamar II Restauración, la que estamos viviendo en nuestros días. En ambos casos un conflicto no resuelto termina, más temprano que tarde, en provocar una crisis total.

Esperamos poder seguir dando noticia de las siguientes ediciones.

CENTURIÓN: UNA NUEVA REVISTA BONAERENSE

Nuestro amigo y colaborador Bernardino Montejano, escribano y profesor de Filosofía del Derecho, preside los últimos años el Instituto de Filosofía Práctica de Buenos Aires. El INFIP, fundado en los años setenta del siglo pasado por quien también fue nuestro amigo y colaborador Guido Soaje, y que Montejano ha relanzado generosamente, edita una revista académica de calidad, Ethos, que se ha vuelto a poner en marcha tras un largo período de silencio. De todo ello nuestros lectores han tenido oportuna noticia.

Pues bien, Bernardino Montejano ha decidido sacar, al margen del Instituto, una nueva revista, de periodicidad bimestral y con colaboraciones breves más pegadas a los hechos, singularmente de la Argentina. El título es Centurión y el subtítulo evoca «una voz del nacionalismo criollo», donde destaca el modesto indeterminado «una» (en lugar del determinado «la»), así como el calificativo de «criollo» al consabido nacionalismo (argentino). Leemos en la presentación del primer número: «En estas épocas crueles tenemos la esperanza de despertar al arcángel que vive dormido bajo tanta basura, que entre nosotros acumulan el gobierno nacional y el de la C.A.B.A: (Ciudad autónoma, mejor Apóstata, de Buenos Aires), en una feroz competencia para quien multiplica con mayor eficacia el mal… Basura humana, moral, social, política, jurídica, económica, que se acumula y torna el ambiente nauseabundo e irrespirable». «Nuestra revista aparece con la misión de despertarlo para eliminar tanta podredumbre o por lo menos tratar de disminuirla. Por esa razón reaparece aquí la figura de un ángel sobre una ciudad, dibujada por Jorge Labanca, como distintivo de un grupo juvenil formado, entre otros, por muchos integrantes del Centro de Estudios de Belgrano, cuyo lema era: “Orden, jerarquía, bien común”, el cual editó tres números de su Boletín informativo. Desde esos tiempos colaboramos en muchas iniciativas como las de Verbo y del Instituto de Promoción Social Argentina, en los congresos organizados por la Coordinadora Nacional en Defensa de la Familia, en los Simposios de Oikos, en los encuentros del Círculo de Formación San Bernardo de Claraval, en revistas como Iustitia, Recova, Quehacer, Universitas, Prudentia Iuris, Tiempo Político, Cabildo, Estrada, Stylo, Mikael, Gladius, Idearium, Revista de la Universidad de Mendoza, Diálogo, Ethos, y en diarios como Jurisprudencia Argentina, El Derecho y La Nueva provincia».

Entre los colaboradores descubrimos un buen número de amigos, de los dos lados del océano. Cuando redactamos esta nota nos llega noticia de la aparición del número 3.

MIL NÚMEROS DE CRISTIANDAD

En 1944 el re ve rendo padre Ramón Orlandis, de la Compañía de Jesús, inspiró a un grupo de dirigidos la empresa de fundar una revista, que empezó siendo quincenal y ha seguido –tras algunas irregularidades– como mensual, Cristiandad. Hemos recordado en muchas ocasiones los múltiples lazos que desde el inicio nos unen con los amigos catalanes de Cr i s t i a n d a d. El padre Orlandis, aunque falleció en 1958, antes pues de la salida de Ve r b o, pero no de la creación de la Ciudad Católica española, conocía y estimaba a algunos de los fundadores de ésta, a comenzar por Eugenio Vegas Latapie. La finalidad de Cristiandad, expresada en su subtítulo «Al Reino de Cristo por los Corazones de Jesús y María», no podía encajar mejor con una obra que tenía como libro de cabecera el Para que Él reine de Jean Ousset. En las Reuniones de amigos de la Ciudad Católica hubo desde el inicio participación de la revista hermana. Jaime Bofill, catedrático de Metafísica en la Universidad de Barcelona, y primer discípulo del padre Orlandis, fue ponente en la segunda de las ediciones. Pronto, pues Bofill falleció en 1965, fue su sucesor en la cátedra y que llegó a recibir el magisterio del padre Orlandis, Francisco Canals, quien colaboró con nosotros durante más de cuarenta años. Luego sus discípulos los catedráticos José María Petit y José María Alsina. En algún momento también el profesor Eudaldo Forment, titular de la cátedra que fue de Bofill y Canals. Y finalmente una cuarta generación representada en nuestros días por Javier Barraycoa.

Con motivo de la aparición del número mil de la revista, a lo largo de setenta años, los pasados días 6 y 7 de febrero tuvo lugar una celebración. Iniciada el viernes 6 con una vigilia de oración en el Templo del Tibidabo. Y continuada el sábado 7 en la Balmesiana con una conferencia del profesor Guzmán Carraquiry, vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina. La Santa Misa y un almuerzo de hermandad pusieron fin a los actos, en los que Verbo estuvo representada.

CATOLICISMO Y POLÍTICA EN LA CONTEMPORANEIDAD

El pasado día 18 de febrero, en la Sociedad Histórica de Lisboa, se ha celebrado un seminario con el título que figura en la rúbrica, organizado por el Centro Europeo de Estudios de Historia Constitucional, para la discusión del libro Iglesia y Política, del que nuestros lectores han podido saber en distintas ocasiones desde su aparición hace algo más de un año. Intervinieron sus tres editores, los profesores Ayuso, Dumont y Castellano. El primero trató de la finalidad del proyecto y de las etapas de su ejecución, subrayando cómo las contradicciones o debilidades del discurso eclesiástico frente a la modernidad hasta fecha reciente eran de naturaleza táctica o a lo sumo estratégica, mientras que en los años del Concilio fraguó una nueva doctrina. Esa nueva doctrina, aunque presentada en muchas ocasiones como una pura evolución estratégica, según explicó Bernard Dumont, es la que ha demostrado su fracaso tras cincuenta años de aplicación más o menos sistemática. Hay, pues, que cambiar el paradigma. Finalmente, Castellano se refirió a una de las causas de la afirmación del paradigma errado y de las dificultades que se alzan para el cambio de modelo: el clericalismo, entendido como rendición anticipada a lo que triunfa con la intención de bautizarlo. Presidieron los responsables de las entidades organizadoras, profesores Troni y Larcher.

Tras diversas presentaciones y discusiones seminariales (Madrid, Bolzano, París, Madrid –de nuevo–, Gardone, Santiago de Chile, Buenos Aires y Lisboa) falta ahora aviar su prolongación. En ella está el equipo editor y redactor. Quedamos a la espera.