Fórum sobre dificultades para la adaptación de la empresa actual a la doctrina pontificia

FORUM SOBRE DIFICULTADES PARA LA ADAPTACION
DE
LA EMPRESA ACTUAL A LA DOCTRINA
PONTIFICIA
Ponencia de
JAVIER DE MoNTOLIÚ, Marqués de Montoliú.
La Empresa actual adolece de un defecto de origen y des­
arrollo que dificulta fundamentalmente su adaptación a las
nor­
mas pontificias.
La Empresa moderna nació en una época de predominio del
liberalismo materialista y se ha desarrollado siguiendo la línea
de la libre contratación
y prescindiendo generalmente de los
conceptos cristianos de comunidad, subsidiaridad
y servicio, tanto
por parte de sus componentes como del Estado.
AW1que con el transcurso del tiempo las legislaciones han
ido prohibiendo determinados abusos y garantizando derechos a
los individuos de la Empresa, muchas veces se ha hecho así de­
bido sólo a la presión de diversos grupos sociales y por razón
de
un mero interés de grupo, cuando no por conseguir la po­
pularidad de una política.
Se ha llegado así a una situación defectuosa de hecho, que se
intenta corregir con soluciones de compromiso, siempre pre­
carias, o con nuevas soluciones totales que disminuyen la vitalidad
propia e independencia
legítima de la Empresa en favor del
Estado y de sus Planes. De esta manera, el Estado abandona su
papel de integrador, juez
y coordinador para convertirse más
o menos directamente en dueño.
En el orden proconizado por el Magisterio de la Iglesia, la Em­
presa constituye un cuerpo intermedio natural, que debe cumplir
las siguientes
fnnciones, además del beneficio material de sus
componentes
y del conjunto:
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Desarrollo del sentido de la iniciativa y del ejerc1c10 de la
libertad en las personas por medio de acceso a los cargos de
su competencia.
Creación de há,bitos y tradiciones favorables al desarrollo de
las personalidades.
Protección moral
de los individuos al relacionarlos social­
mente.
Defensa contra las fuerzas opresivas del Estado o de los
grupos poderosos.
Preparación de condiciones temporales favorables para la as­
censión a Dios de sus miembros.
Tener vida e iniciativa propia y no ser simples órganos de
una entidad supeior, ni directamente, ni a través de sus planes
obligatorios o rígidos.
La función del Estado en relación con la Empresa será :
Ayuda de tipo subsidiario (no conducción).
Defensa
del pequeño frente al grande.
Política social
de defensa de los sectores infortunados.
Coordinación (legislación).
Juez, coordinador o árbitro en los conflictos que no puedan
solucionar las Empresas de por sí.
Dirigir, vigilar y contener, en aquellos casos que lo exija
la represión de los abusos, la previsión de peligros o el bien
común.
Fomentar, excitar y ordenar lo que conduzca al mejor des­
arrollo de las Empresas y a sus mejores relaciones con el Estado
en el sentido indicado.
A su vez, el Estado deberá mantenerse independiente de los
grupos integrados en el mismo y de los organismos económicos
internacionales, formando no
un escalón superior de los cuerpos
intermedios, sino
una comunidad con rango aparte que englobe
y gobierne al conjunto de cuerpos intermedios que existen en
su territorio sin convertirlos en órganos o delegaciones suyas.
Debe hacerse notar que las directrices de la Iglesia resu­
midas aquí son acordes con la ley natural, y su observancia ha
de favorecer asimismo al progreso material.
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ADAPTACION DE LA EMPRESA A LA DOCTRINA PONTIFICIA
De todo lo expuesto se deduce que es fundamental para
arreglar las cosas lo siguiente:
La formación de la gente y que en especial las personas
que estudian y legislan sobre
la Empresa estén muy bien for­
madas e impuestas de
la doctrina pontificia además de tener
suficiente capacidad personal y espíritu de trabajo para dis­
tinguir los defectos actuales y corregirlos en consecuencia. Este
cometido es difícil en la situación a qne se ha llegado.
Uno de los temas de estudio de más interés es llegar a la
armonía entre poder, responsabilidad y
propiedad en la Em­
presa ; armonía defectuosa actualmente, que ta mentalidad mar­
xista se esfuerza en romper definitivamente para liquidar a la
Empresa
como cuerpo intermedio en el sentido natural y cristiano.
Esta armonía se
enc11entra particularmente amenazada en las
Sociedades Anónimas.
Podemos mencionar otras dificultades que es necesario
vencer:
Tendencia individualista por parte de miembros de la Em­
presa a no considerar el -bien de los demás componentes, o a
pensar que el bien de la Empresa es el propio. Tanto más per­
judicial el defecto cuanta más influencia tiene la persona o grupo.
Téndencia socialista a despreciar el bien de la Empresa sa­
crificándolo sistemáticamente a un interés supuesto superior (Es­
tado, grupo social, etc.).
Desequilibrio entre
el interés crematístico y el humano.
Vinculación defectuosa
de los miembros de la Empresa con
la misma, Por exceso, cuando resulta coartada la li.bertad de aso•
ciación, y en general por defecto en. trabajadores y accionistas.
Falta de interés por la Empresa
de elementos esenciales, por
considerarse lesionados
injustamente por las legislaciones actuales
o por desconfianza en las futuras (propiedad).
Abandono excesivo del poder a elementos tecnócratas sin
responsabilidad proporcionada a su poder efectivo, especialmente
ten'tados, cuando están en posición elevada, a organizar planes
dirigistas fundados demasiado exclusivamente en su particular
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talento, y en todos los escalones, favoralbles a una organización
diluidora de responsabilidades.
Desvío de las preferencias individuales a administrar más bien
que a poseer.
Desvío del capital de la industria a la especulación o a la
inactividad. Influencia marxista en general, que, bajo la capa
de combatir
defectos reales del liberalismo materialista, propaga el dirigismo
destructor de los cuerpos intérmedios, fomenta aquellos de los
defectos mencionados que le resultan directamente favorables
y
utiliza y hasta provoca los contrarios a fin de aprovechar en su
favor las reacciones producidas.
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