Índice de contenidos
1974
Santo Tomás de Aquino, hoy
- Programas
- Pláticas
-
Ponencias
-
Actual Santo Tomás
-
Santo Tomás y los problemas filosóficos de hoy
-
La idea de la «pietas» en Santo Tomás de Aquino
-
Las «leyes de la historia» ante la ciencia
-
Paulo Freire y la educación liberadora
-
La empresa, célula del orden social
-
La ley natural según Santo Tomás de Aquino
-
El método del Derecho en Santo Tomás
-
La propiedad y los planes urbanísticos
-
La inflación y su salvaguardia por el control de la moneda y el crédito
-
Municipios rurales
-
Realismo filosófico en Santo Tomás (Realismo ontológico, gnoseológico y ético-jurídico)
-
La organización municipal
-
Los principios de la política según Santo Tomás de Aquino
-
La organización de la economía y el trabajo
-
Actualidad teológica de Santo Tomás
-
Lo superfluo según Santo Tomás de Aquino
-
- Crónicas
Autores
1974
Municipios rurales
MUNICIPIOS RURALES
POK
Jos! ·MARIA GIL MORENO DB MOl!.A
Existe una máquina de Administración local que va ,odando;
pe10, ¿anda bien? En algunos mwtlcipios existe suficiente compene
tración de los vecinos para que el Mwtlcipio funcione satisfacto
riamente; pero en la mayoría se
noia que no es así, por la actitud
de indiferencia,
falia de identificación, desinterés de la gente con las
autoridades Municipales,
lo cual, revela que aún no hay participa
ción auténtica sino pasividad, porque no se considera al Mwtlcipio
co,no
cosa propia.
La fa!Ia de identificación es consecuencia de cietllLS circunsllLn
cias, como el nombramiento del alcalde a dedo que corra la repre
sentación al deberse
el alcalde más a la Administración que a sus
represeniados,
y, por Otra parte, también se debe a que el molde
municipal, al que deben
sujetarse obligatoriamente, es un modelo
único, en realidad
abstracto, porque jamás se ajusra a la variable rea
lidad
coru:rera de cada pueblo.
El daño que esia situación produce al campesino es grave, porque
el campesino, alejado de la gran ciudad donde reside
la Administra
ción, no puede efectuar acciones personales y necesiia de un repre
senrante que le defienda y manifieste. Como la organización profe
sional
rural también resulta corrada por ser nombrado a dedo el
presidente de la Cámara agraria, al faltarle la representatividad en lo
Municipal queda sin voz en la Nación.
Esra ausencia de auténtica voz campesina ha permitido que la pre
sión de
los sectores secundario (industrial) y terciario (servicios) más
próximos a la Administración, se haya manifesiado en los Planes de
Desarrollo en acción abiertamente opuesia al campo provocando
si-
'fü¡
Fundaci\363n Speiro
MUNICIPIOS RURALES
tuaciones insostell.ibles que han obligado a la emigración masiva de
las gentes del campo.
La discriminación acentuada ha dejado en manifiesta inferiori
dad a los municipios
rurales, no sólo en la atención de todas sus
necesidades, sino también a la misma rentabilidad de la actividad
agropecuaria y a las condicones de vida completa. Tras lo cual, el
campo en la actualidad, habiendo perdido a toda la juventud, rele
gado a manos viejas prontas a
desaparecer, deja de producir y muestra
ya las consecuencias de las escaseces de piensos, uúcat, aceite y carne
que comprobamos.
Así resulta un círculo vicioso ron encarecimientos de los precios
al consumidor después
de muchos años ron precios ruinosos para el
produetor. Situación que finalmente será pagada por la totalidad de
la población española.
Pero, remontando
las causas, resulta que el centralismo, unifor
mismo
y totalitarismo del Estado moderno es inadecuado para cubrir
la extensa variedad rural, por lo que gran parte de los males actuales
del campo se
debeu ciertamente a los criterios, centrales, únicos y
omniscientes de la forma moderna de Estado, remontándose esta
causa al momento en el cual
la voluntad de los gobernantes fue la
de convertir el órgano de representación y de autogestión de la so
ciedad de vecinos que era el Municipio, en una prolongación más de
la misma Administración. El proyecto de ley
actualmente en Cortes
aumenta este carikter al proponer que sean miembros de la Corpo
ración (:¡ los nombra preferentes) los funcionarios locales y, además,
los entes.
La gravedad de la cuestión estriba en que es de vida o muerte
para el campesino.
La solución ciertamente ronsistiría en reconstruir el cuerpo inter·
medio natural que es el Municipio, pero dejándole una amplia au
tonomía de organización, en su administración
y en la forma o com
posición, procurando que se desarrolle desde abajo
y no que se im
ponga desde arriba. Pero tampoco se podría aplicar con éxito esta
reforma
bruscamente, por la considerable falta del grado de la edu
cación cívica que esta reforma necesita, · por lo cual se habría de
prever un período de readaptación preliminar.
719
Fundaci\363n Speiro
/OSE MARIA GIL MORENO DE MORA
El papel del Estado y de su Administración debiera ser más bien
de inspección, después de dar unas normas acerca del espíritu que
debe regír el Municipio, espíritu que si puede ser general aunque
sus aplicaciones sean variadas. Entonces, le
queda al Estado el pápel
superior de juez, o instancia supérior donde poder acudír contra los
abusos siempre posibles de Alcaldes o Corporaciones, situación en la
que ahora mal puede colocarse, ya que al ser el alcalde un peón del
Estado, éste
se convierte en Juez y parte.
La doctrina de los Cuerpos intermedios y el principio de Subsi
diariedad están en juego.
Un Municipio para ser cuerpo intermedio
verdadero, necesita auténtica representatividad de toda
la Corpora
ción.
Un Municipio, conforme la debida aplicación del principio de
subsic:Íiariedad, no· debe ser una rueda más de la Administración, sino
que
debe tener el poder de autogestión y de autoadministración, que
le
corresponde sin que en ello se entrometa el Estado.
Y
para terminar, al ser el Municipio y su estatuto, piezas funda
mentales para una sana vida del campo, condicionan por un futuro
próximo toda
la diera de la nación, que si no tiene un campo ro
busto está abocada a · importar en las condiciones que le sean im
puestas, los alimentos, es decir: la vida.
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Jos! ·MARIA GIL MORENO DB MOl!.A
Existe una máquina de Administración local que va ,odando;
pe10, ¿anda bien? En algunos mwtlcipios existe suficiente compene
tración de los vecinos para que el Mwtlcipio funcione satisfacto
riamente; pero en la mayoría se
noia que no es así, por la actitud
de indiferencia,
falia de identificación, desinterés de la gente con las
autoridades Municipales,
lo cual, revela que aún no hay participa
ción auténtica sino pasividad, porque no se considera al Mwtlcipio
co,no
cosa propia.
La fa!Ia de identificación es consecuencia de cietllLS circunsllLn
cias, como el nombramiento del alcalde a dedo que corra la repre
sentación al deberse
el alcalde más a la Administración que a sus
represeniados,
y, por Otra parte, también se debe a que el molde
municipal, al que deben
sujetarse obligatoriamente, es un modelo
único, en realidad
abstracto, porque jamás se ajusra a la variable rea
lidad
coru:rera de cada pueblo.
El daño que esia situación produce al campesino es grave, porque
el campesino, alejado de la gran ciudad donde reside
la Administra
ción, no puede efectuar acciones personales y necesiia de un repre
senrante que le defienda y manifieste. Como la organización profe
sional
rural también resulta corrada por ser nombrado a dedo el
presidente de la Cámara agraria, al faltarle la representatividad en lo
Municipal queda sin voz en la Nación.
Esra ausencia de auténtica voz campesina ha permitido que la pre
sión de
los sectores secundario (industrial) y terciario (servicios) más
próximos a la Administración, se haya manifesiado en los Planes de
Desarrollo en acción abiertamente opuesia al campo provocando
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tuaciones insostell.ibles que han obligado a la emigración masiva de
las gentes del campo.
La discriminación acentuada ha dejado en manifiesta inferiori
dad a los municipios
rurales, no sólo en la atención de todas sus
necesidades, sino también a la misma rentabilidad de la actividad
agropecuaria y a las condicones de vida completa. Tras lo cual, el
campo en la actualidad, habiendo perdido a toda la juventud, rele
gado a manos viejas prontas a
desaparecer, deja de producir y muestra
ya las consecuencias de las escaseces de piensos, uúcat, aceite y carne
que comprobamos.
Así resulta un círculo vicioso ron encarecimientos de los precios
al consumidor después
de muchos años ron precios ruinosos para el
produetor. Situación que finalmente será pagada por la totalidad de
la población española.
Pero, remontando
las causas, resulta que el centralismo, unifor
mismo
y totalitarismo del Estado moderno es inadecuado para cubrir
la extensa variedad rural, por lo que gran parte de los males actuales
del campo se
debeu ciertamente a los criterios, centrales, únicos y
omniscientes de la forma moderna de Estado, remontándose esta
causa al momento en el cual
la voluntad de los gobernantes fue la
de convertir el órgano de representación y de autogestión de la so
ciedad de vecinos que era el Municipio, en una prolongación más de
la misma Administración. El proyecto de ley
actualmente en Cortes
aumenta este carikter al proponer que sean miembros de la Corpo
ración (:¡ los nombra preferentes) los funcionarios locales y, además,
los entes.
La gravedad de la cuestión estriba en que es de vida o muerte
para el campesino.
La solución ciertamente ronsistiría en reconstruir el cuerpo inter·
medio natural que es el Municipio, pero dejándole una amplia au
tonomía de organización, en su administración
y en la forma o com
posición, procurando que se desarrolle desde abajo
y no que se im
ponga desde arriba. Pero tampoco se podría aplicar con éxito esta
reforma
bruscamente, por la considerable falta del grado de la edu
cación cívica que esta reforma necesita, · por lo cual se habría de
prever un período de readaptación preliminar.
719
Fundaci\363n Speiro
/OSE MARIA GIL MORENO DE MORA
El papel del Estado y de su Administración debiera ser más bien
de inspección, después de dar unas normas acerca del espíritu que
debe regír el Municipio, espíritu que si puede ser general aunque
sus aplicaciones sean variadas. Entonces, le
queda al Estado el pápel
superior de juez, o instancia supérior donde poder acudír contra los
abusos siempre posibles de Alcaldes o Corporaciones, situación en la
que ahora mal puede colocarse, ya que al ser el alcalde un peón del
Estado, éste
se convierte en Juez y parte.
La doctrina de los Cuerpos intermedios y el principio de Subsi
diariedad están en juego.
Un Municipio para ser cuerpo intermedio
verdadero, necesita auténtica representatividad de toda
la Corpora
ción.
Un Municipio, conforme la debida aplicación del principio de
subsic:Íiariedad, no· debe ser una rueda más de la Administración, sino
que
debe tener el poder de autogestión y de autoadministración, que
le
corresponde sin que en ello se entrometa el Estado.
Y
para terminar, al ser el Municipio y su estatuto, piezas funda
mentales para una sana vida del campo, condicionan por un futuro
próximo toda
la diera de la nación, que si no tiene un campo ro
busto está abocada a · importar en las condiciones que le sean im
puestas, los alimentos, es decir: la vida.
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Fundaci\363n Speiro