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Antonio de Castro Mayer, Geraldo de Proenza Sigaud, Plinio Corrêa de Oliveira y Luis Mendoza de Freitas, Socialismo y propiedad rural

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Antonio de Ca.tro Mayer, Obispo de Campos; Gera{dc, de Proenza Sigmul, S. V. D., Arzobispo de Diamantina; Profesor Plinio Correa de Oliveira, y Luis Mendonza de Freitas:
SOCIALISMO Y PROPIEDAD RURAL (*)
Ya tenemos en España una edición española del famoso libro brasileño Reforma Agraria, Cuestión de Conicienicia; agotadas varias ediciones en su país de origen, y otras castellanas de Ar­gentina, Chile y Uruguay, su importancia exigía una nueva tirada
que acaba de nacer entre nosotros, en junio pasado, con el título
más preciso de Socialismo y Propiedad Rural. Se ha aprovecha­
do esta ocasión para retocar el texto primitivo. En dos sentidos, principalmente: supresión de los datos concretos referentes al Brasil y sin proyeéción .en otros países, y enriquecimiento de la
obra con el Programa de la Declaración de Morro Alto, qne con­tiene las líneas generales de una política agraria de signo cristiano.
Los importantes pedidos
que han llegado de la América del Sur cuando el libro estaba aún en la imprenta cierran el círculo
geopolítico de la Hispanidad: Brasil -España-América Espa­
ñola. Ya antes, en 1959, había sucedido esto mismo con el libro
del Profesor Plinio Correa, Revolución y Contrarrevolución, editado por Cristiandad, y con Problemas del Apostolado Mo­
derno, de monseñor Castro Mayer, otro de los autores del libro que comentamos. Pero el fenómeno es cada vez más interesante,
porque la Revolución, servida
por mejores comunicaciones, acell~ · túa _su carácter mundial; frente a eIIa, la Hispanidad muestra sus
equipos católicos
y contrarrevolucionarios traba jan do en común.
Justo es destacar entre ellos, la Sociedad Brasileña de Defensa de
la Tradición, Familia y Propiedad,
por su especial vinculac.ión a
todos estos libros.
Antes de reseñar
el contenido del que ahora nos ocupa, con­
viene
decir algo de sus autores; aún ahora sigue siendo prudente
admitir el argumento de autoridad. Por de pronto, un obispo y un arzobispo, monseñores Castro Mayer y Proenza Sigaud; no
todo es "Helder Camara" en el Brasil. En las argumentaciones del libro se suceden las citas pontificias, una tras otra; se trata,
por tanto, de obispos en devota comunión eon la Santa Sede.
La
(*) .Editado por Asociación Española de Derecho Agrario, Cruz
Conde,
17, Córdoba.
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obra está, pues, firmísimamente a salvo de las insidias que los
seudocatólicos marxistizantes españoles le puedan dirigir. El pro­
fesor Plinio Correa de Oliveira es, con el ex-Presidente Salazar,
uno de los primeros pensadores contrarrevolucionarios de la Cris­
tiandad actual, como ya saben nuestros amigos; su hábito didác­
tico se reconoce
en la sencillez, claridad, sobriedad y método del
libro; además de títulos y subtítulos, lleva unos índices marginales
que no permiten al lector perder el hilo de la lectura; sería un
excelente libro de texto. El profesor Mendoza de. Freitas es un
joven economista de brillante carrera.
El libro empieza con la advertencia de que ni los autores, 7li
los católicos, se oponen a todas las reformas agrarias posibles, sino
solamente a la de inspiración socialista. Y termina con la expo­
sición de unas líneas generales de una posible ayuda política a la
agricultura según el pensamiento cristiano. La parte ·central de la
obra, donde se disecan y analizan las intenciones socialistas res­
pecto del campo, aporta por contraposición numerosos materiales
para la edificación de una visión cristiana de la política agraria y
también de otras cuestiones sociales. Así que, contra lo que pudie­
ra sugerir el título, no sólo se estudia el socialismo, sino también
el cristianismo ante la propiedad rural. Lo que pasa es que se
destaca el socialismo porque la tarea primera del libro es desen­
mascararle, sacar le del vivac
de tópicos donde está emboscado y
mostrar su verdadera _faz y alcance. Luego, entre el sentido común
y las citas pontificias, se
le refuta fácilmente, idea tras idea.
Parece útil hacer aquí una breve indicación de las líneas prin­
cipales de la reforma ·agraria que se pretende imponer en Brasil.
En general, son las siguientes:
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Fijación de una propiedad agraria máxima, de tamaño
reducido.
-Expropiación sin indemnización o de poca cuantía que no
cubre
el va_lor real de la tierra considerada expropiable.
Tratamiento generalmente igualitario que no tiene en cuen­
ta si las tierras son bien o mal cultivadas y sin obligar pre­
viamente
a los propietarios a un cultivo adecuado.
~ Falta de ayuda a los propietarios para el buen cultivo de
sus tie'rras.
Presión tributaria exagerada que implica una auténtica ex­
propiación sin indemnización, que
da lugar a la pérdida del
espíritu
de ahorro, del apego a la tradición familiar, del
amor a la tierra sostén de la vida y en último término im­
pulsa la inflación.
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Falta de previa puesta en circulación y clistribnción de tie­
rras del Estado o Hdevolutas", que posee inmensas propie­
dades improductivas.
Estos sistemas igualitarios como
, el que propugna la reforma
agraria que se critica en el_ libro a que nos referimos matan el
estímulo en la producción de riqueza y son perjudiciales a la
economía privada y pública.
Las propiedades, según sus clases, es conveniente que sean
pequeñas, medianas y grandes.
La más conveniente es generalmente la mediana propiedad,
pero no se debe atentar contra la pequeña ni contra la grande,
A todos los propietarios, especialmente a los grandes que tie­
nen a sus órdenes bastantes asalariados, hay que exigirles que
cumplan fielmente con ellos sus obligaciones de justicia, y su con­
ciencia les debe apremiar a ser generosos y caritativos con ellos.
Los pequeños propietarios, sin fuerzas económicas propias de
apreciable peso para hacer frente a la adversidad que puede pre­
sentarse, es frecuente que caigan bajo un totalitarismo estatal,
que en muchas ocasiones es peor que el peor patrono. Y no diga­
mos nada si la propiedad
se la deben a una distribución por refor­
ma agraria, sujeta a ])3.go de cantidades periódicas a centros u ofi­
cinas regidas por funcionarios que
no entienden de consideraciones,
sino de vencimientos de
plazos.
La libertad sufre grandemente en estas situaciones y el ciu­
dadano "protegido" se convierte
en un número sin personalidad
e independencia,
parte insignificante y anónima de una sociedad
de masas sin corazón ni conciencia.
Se está tan irnbuiclo de marxismo que flota en el ambiente,
que
no nos damos cuenta de la perversidad de numerosas propo­
siciones que a primera vista parecen, aceptables por un hombre
normal.
Los predicadores de la revuelta, los demagogos, la "inteligeu­
cia progresista", son con frecuencia personas pudientes pertene­
cientes a grupos de presión que manejan
la economía pública en
beneficio privado.
Estos
hombres, las instituciones que representan y manejan y
las entidades financieramente fuertes deberían dar ejemplo cedien­
do beneficios
y repartiendo bienes que quizá no fueron tan digna­
mente adquiridos corno la herencia o
el trabajo, que en definitiva
es, en general,
el origen de la propiedad, definida en ocasiones,
con razón,
JX)r los economistas como trabajo ahorrado o acu­
mulado.
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La especulación, la adquisición injusta, la conducta abusiva, ne ahí algunas de las situaciones que deben ser sancionadas, pero no destruir indiscriminadamente la propiedad, sobre todo la rural,
fuente de estabilidad y bienestar, de armonía familiar y de libertad
y defensa contra los abusos de los poderosos, incluidos los
grupos plutocráticos y el mismo Estado totalitario. Estas son las conclusiones a que se llega con la lectura de este
magnífico libro, apoyado en sólida doctrina pontificia, Ja lectura del cual recomendamos a políticos y agricultores, especialmente a
los medianos propietarios
y también a los grandes y pequeños, que tendrán mediante él más clara conciencia de sus obligaciones y de­
rechos.
El lector medio español descubrirá que muchos tópicos que
circulan en el
Brasil los ha oído también aquí, en España, y con
toda naturalidad, en los ambientes menos sospechosos de socia­lismo. Luego su sorpresa aumentará cuando comprenda clara­mente que esas frases sueltas de inocente apariencia están profun­da y sólidamente vinculadas a la mentalidad socialista, hacia la que
convergen con lógica implacable, y como tercera sorpresa, que
tanto ellas como su fuente y fin son contradictorias e incompati­bles con el cristianismo. Se comprende qué beneficioso, o mejor, qué necesario es estudiar despacio las cosas que ·se dicen a nuestro alrededor; un saneamiento de una atmósfera política debe de em­pezar por esto. El libro es, por tanto, mucho más que un asunto local; se comprende en seguida que su interés es universal y que
los editores españoles han hecho una aportación valiosa a la buena política española. Porque hay que decir, y se confirma libro en mano, que es ya importante la infiltración de ideas socialistas en nuestra sociedad española ; situación que requiere rápido y eficaz
remedio, que podría empezar por el estudio y difusión de libros
como éste.
A. R. G. y G. A. C.
José M aldonado y F ernández del Torco, Conde de Galiana:
LA SIGNIFICACION HISTORICA DEL DERECHO
CANONICO
Discurso de ingreso, como Académico de Número, en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación el 5 de mayo de 1%9.
En el actual ambiente de la Iglesia Católica, no corren aires muy favorables para el Derecho canónico, constitutivo de su s:s-
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