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Jean Daniélou y Jean-Pierre Jossua, Cristianismo de masas o de minorías

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Daniélou, lean, y lossua, lean-Pierre: "CRISTIANISMO
DE MASAS O DE MINORIAS" (*)
El tema central del libro gira, como puede suponerse, en torno
de la conveniencia de que, ante el devenir, el cristianismo sea
mejor un movimiento de minoTías antes que -una actuación de
masas. Daniélou aspira a que se logre un cristianismo de selección.
Selección no quiere decir, en modo alguno, que los futuros cris­
tianos
lo sean en virtud, como alguien erróneamente pudiera pen­
sar,
a una base de contenido intelectual,
ya que, en opinión de
Daniélou, pueden existir almas muy sencillas que,
con todo
de­
recho, formen parte de los grupos más selectos. Es decir, que el
cristiano más que nunca debe de estar preparado
para soportar
la

presión del ambiente. Daniélou no duda en hacer patente su
pesimismo ante el hecho de que el hombre, por sí solo, pueda
hacer frente al ambiente ya que, en efecto, estamos todos muy con­
dicionados por nuestro cuer¡xi, condicionados por nuestra educa­
ción, condicionados por nuestro ambiente, condicionados por los
libros que leemos; todo ese con junto entra a formar parte de lo
que somos como un componente esencial. Quiere decir cuanto an­
tecede que, justamente, el cristianismo debe interesarse por todo
Jo profano, o dicho con otras
palabras, por

todo cuanto
de una u otro forma afecta a la vida del hombre. Daniélou justifica de forma deliciosa el interés
que el
cristia­
nismo debe tomarse por todo lo profano ya que, según nos dice,
cuesta realmente trabajo el pensar que, desde el punto de vista
estrictamente cristiano, haya alguna cosa que
sea puramente

pro­
fana. Toda realidad humana tiene siempre constitutivamente una
relación con respecto a Dios, del que proviene y hacia el que tien­
de. Querer disociar lo religioso y lo profano en el plano de
la estructura

misma de la antropología me parece -subraya el au­
tor citado-que no tiene gran significación, a menos que se quie­ra decir que el comportamiento humano implicará siempre simul-
(*) Traducción de Nicolás Ló¡pez ;Martínez. Ediciones Aldecoa, S. A.
-Burgos,
1%8, 150
páginas.
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INPORMACION BIBLIOGRAPICA
táneamente uua doble relación a los demás y a Dios. Con la tesis
de Daniélou eoincide J ossua a pesar de
las grandes contradiccio­
nes -contradicciones más de forma que de fondo--------que separa
el pensamiento de ambos teólogos. Jossua señala, en efecto, que
es un artículo absolutamente esencial, no sólo de mi fe, sino in­
cluso de mi comprensión del hombr_e, que no
eX.iste antropología
auténtira, sin

que incluya, en cierta manera,
la relación a Dios:
que el

hombre es ese ser paradójico que no puede realizarse sin
Dios y, por otra parte, sin poder darse a Dios
y que,

en última
instancia, su vocación consiste en ser hombre en Dios. En defi­
nitiva, volviendo a Daniélou, en Cristo las cosas no solamente no
se eonvierten en profanas, sino que, al contrario, lo más profun­
do que hay en ellas, en la sacralización que encontramos en las
religiones paganas, recibe una especie de universalización en un
gran acto sacerdotal de Cristo que presenta las cosas al Padre. Ya en las páginas finales del libro se aborda el análisis de uno
de los temas que gozan de más rabiosa actualidad : la relación
Iglesia-Estado. Para el P.
Daniélou no

es necesario que el
Esta­
do

deba preocuparse del desarrollo de la religión en la sociedad.
Claro está
-se apresura

a subrayar
(pág. 85)-, que esto no
quiere decir que el Estado se despreocupe totalmente de la exis­
tenf:ia de las comunidades religiosas. Es absurdo,
por otra parte1
ignorar el hecho religioso, desde el momento en que existe, y,
teniendo en cuenta la. libertad de los ciudadanos, es perfectamente
normal
que demanden
al Estado tal o cual convenio con respecto
a esta o aquella institución, sin que eso aparezca como contrario
a la no confesionalidad del Estado. El P. Daniélou vislumbra un futuro optimista en esas rela­
ciones
y, consiguientemente, señala que, habida cuenta del desarro­
llo de todas las cosas en
la sociedad, hay que admitir que el pro­
blema

de las relaciones entre las eomunidades religiosas y el po­
der será, en el futuro, un
problema normal.

Existe el temor
de que ello cree infeudaciones que impidan ver claro en este
campo. Pero, subraya
el :autor dtado, a fuerza de querer una
Iglesia sin contacto, se corre e1 riesgo de no tener, sino una Igle­
sia totalmente desencarnada. Al margen del contexto económico,
la libertad espiritual de los individuos es, en última instancia, algo
absolutamente teórico.
La conclusión final del libro que comenta­
mos es que, quiérase o no,
no haiy verdadero mittndo sin apertura
a Dios,
hoce falta un cristianismo encarnado en el mundo.
J. M. NIN DE CARDONA.
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