Índice de contenidos
Número 83
Serie IX
- Textos Pontificios
- Estudios
- Actas
- Información bibliográfica
Autores
1970
Jean Daniélou y Jean-Pierre Jossua, Cristianismo de masas o de minorías
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Daniélou, lean, y lossua, lean-Pierre: "CRISTIANISMO
DE MASAS O DE MINORIAS" (*)
El tema central del libro gira, como puede suponerse, en torno
de la conveniencia de que, ante el devenir, el cristianismo sea
mejor un movimiento de minoTías antes que -una actuación de
masas. Daniélou aspira a que se logre un cristianismo de selección.
Selección no quiere decir, en modo alguno, que los futuros cris
tianos
lo sean en virtud, como alguien erróneamente pudiera pen
sar,
a una base de contenido intelectual,
ya que, en opinión de
Daniélou, pueden existir almas muy sencillas que,
con todo
de
recho, formen parte de los grupos más selectos. Es decir, que el
cristiano más que nunca debe de estar preparado
para soportar
la
presión del ambiente. Daniélou no duda en hacer patente su
pesimismo ante el hecho de que el hombre, por sí solo, pueda
hacer frente al ambiente ya que, en efecto, estamos todos muy con
dicionados por nuestro cuer¡xi, condicionados por nuestra educa
ción, condicionados por nuestro ambiente, condicionados por los
libros que leemos; todo ese con junto entra a formar parte de lo
que somos como un componente esencial. Quiere decir cuanto an
tecede que, justamente, el cristianismo debe interesarse por todo
Jo profano, o dicho con otras
palabras, por
todo cuanto
de una u otro forma afecta a la vida del hombre. Daniélou justifica de forma deliciosa el interés
que el
cristia
nismo debe tomarse por todo lo profano ya que, según nos dice,
cuesta realmente trabajo el pensar que, desde el punto de vista
estrictamente cristiano, haya alguna cosa que
sea puramente
pro
fana. Toda realidad humana tiene siempre constitutivamente una
relación con respecto a Dios, del que proviene y hacia el que tien
de. Querer disociar lo religioso y lo profano en el plano de
la estructura
misma de la antropología me parece -subraya el au
tor citado-que no tiene gran significación, a menos que se quiera decir que el comportamiento humano implicará siempre simul-
(*) Traducción de Nicolás Ló¡pez ;Martínez. Ediciones Aldecoa, S. A.
-Burgos,
1%8, 150
páginas.
233
•
Fundaci\363n Speiro
INPORMACION BIBLIOGRAPICA
táneamente uua doble relación a los demás y a Dios. Con la tesis
de Daniélou eoincide J ossua a pesar de
las grandes contradiccio
nes -contradicciones más de forma que de fondo--------que separa
el pensamiento de ambos teólogos. Jossua señala, en efecto, que
es un artículo absolutamente esencial, no sólo de mi fe, sino in
cluso de mi comprensión del hombr_e, que no
eX.iste antropología
auténtira, sin
que incluya, en cierta manera,
la relación a Dios:
que el
hombre es ese ser paradójico que no puede realizarse sin
Dios y, por otra parte, sin poder darse a Dios
y que,
en última
instancia, su vocación consiste en ser hombre en Dios. En defi
nitiva, volviendo a Daniélou, en Cristo las cosas no solamente no
se eonvierten en profanas, sino que, al contrario, lo más profun
do que hay en ellas, en la sacralización que encontramos en las
religiones paganas, recibe una especie de universalización en un
gran acto sacerdotal de Cristo que presenta las cosas al Padre. Ya en las páginas finales del libro se aborda el análisis de uno
de los temas que gozan de más rabiosa actualidad : la relación
Iglesia-Estado. Para el P.
Daniélou no
es necesario que el
Esta
do
deba preocuparse del desarrollo de la religión en la sociedad.
Claro está
-se apresura
a subrayar
(pág. 85)-, que esto no
quiere decir que el Estado se despreocupe totalmente de la exis
tenf:ia de las comunidades religiosas. Es absurdo,
por otra parte1
ignorar el hecho religioso, desde el momento en que existe, y,
teniendo en cuenta la. libertad de los ciudadanos, es perfectamente
normal
que demanden
al Estado tal o cual convenio con respecto
a esta o aquella institución, sin que eso aparezca como contrario
a la no confesionalidad del Estado. El P. Daniélou vislumbra un futuro optimista en esas rela
ciones
y, consiguientemente, señala que, habida cuenta del desarro
llo de todas las cosas en
la sociedad, hay que admitir que el pro
blema
de las relaciones entre las eomunidades religiosas y el po
der será, en el futuro, un
problema normal.
Existe el temor
de que ello cree infeudaciones que impidan ver claro en este
campo. Pero, subraya
el :autor dtado, a fuerza de querer una
Iglesia sin contacto, se corre e1 riesgo de no tener, sino una Igle
sia totalmente desencarnada. Al margen del contexto económico,
la libertad espiritual de los individuos es, en última instancia, algo
absolutamente teórico.
La conclusión final del libro que comenta
mos es que, quiérase o no,
no haiy verdadero mittndo sin apertura
a Dios,
hoce falta un cristianismo encarnado en el mundo.
J. M. NIN DE CARDONA.
234
Fundaci\363n Speiro
Daniélou, lean, y lossua, lean-Pierre: "CRISTIANISMO
DE MASAS O DE MINORIAS" (*)
El tema central del libro gira, como puede suponerse, en torno
de la conveniencia de que, ante el devenir, el cristianismo sea
mejor un movimiento de minoTías antes que -una actuación de
masas. Daniélou aspira a que se logre un cristianismo de selección.
Selección no quiere decir, en modo alguno, que los futuros cris
tianos
lo sean en virtud, como alguien erróneamente pudiera pen
sar,
a una base de contenido intelectual,
ya que, en opinión de
Daniélou, pueden existir almas muy sencillas que,
con todo
de
recho, formen parte de los grupos más selectos. Es decir, que el
cristiano más que nunca debe de estar preparado
para soportar
la
presión del ambiente. Daniélou no duda en hacer patente su
pesimismo ante el hecho de que el hombre, por sí solo, pueda
hacer frente al ambiente ya que, en efecto, estamos todos muy con
dicionados por nuestro cuer¡xi, condicionados por nuestra educa
ción, condicionados por nuestro ambiente, condicionados por los
libros que leemos; todo ese con junto entra a formar parte de lo
que somos como un componente esencial. Quiere decir cuanto an
tecede que, justamente, el cristianismo debe interesarse por todo
Jo profano, o dicho con otras
palabras, por
todo cuanto
de una u otro forma afecta a la vida del hombre. Daniélou justifica de forma deliciosa el interés
que el
cristia
nismo debe tomarse por todo lo profano ya que, según nos dice,
cuesta realmente trabajo el pensar que, desde el punto de vista
estrictamente cristiano, haya alguna cosa que
sea puramente
pro
fana. Toda realidad humana tiene siempre constitutivamente una
relación con respecto a Dios, del que proviene y hacia el que tien
de. Querer disociar lo religioso y lo profano en el plano de
la estructura
misma de la antropología me parece -subraya el au
tor citado-que no tiene gran significación, a menos que se quiera decir que el comportamiento humano implicará siempre simul-
(*) Traducción de Nicolás Ló¡pez ;Martínez. Ediciones Aldecoa, S. A.
-Burgos,
1%8, 150
páginas.
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Fundaci\363n Speiro
INPORMACION BIBLIOGRAPICA
táneamente uua doble relación a los demás y a Dios. Con la tesis
de Daniélou eoincide J ossua a pesar de
las grandes contradiccio
nes -contradicciones más de forma que de fondo--------que separa
el pensamiento de ambos teólogos. Jossua señala, en efecto, que
es un artículo absolutamente esencial, no sólo de mi fe, sino in
cluso de mi comprensión del hombr_e, que no
eX.iste antropología
auténtira, sin
que incluya, en cierta manera,
la relación a Dios:
que el
hombre es ese ser paradójico que no puede realizarse sin
Dios y, por otra parte, sin poder darse a Dios
y que,
en última
instancia, su vocación consiste en ser hombre en Dios. En defi
nitiva, volviendo a Daniélou, en Cristo las cosas no solamente no
se eonvierten en profanas, sino que, al contrario, lo más profun
do que hay en ellas, en la sacralización que encontramos en las
religiones paganas, recibe una especie de universalización en un
gran acto sacerdotal de Cristo que presenta las cosas al Padre. Ya en las páginas finales del libro se aborda el análisis de uno
de los temas que gozan de más rabiosa actualidad : la relación
Iglesia-Estado. Para el P.
Daniélou no
es necesario que el
Esta
do
deba preocuparse del desarrollo de la religión en la sociedad.
Claro está
-se apresura
a subrayar
(pág. 85)-, que esto no
quiere decir que el Estado se despreocupe totalmente de la exis
tenf:ia de las comunidades religiosas. Es absurdo,
por otra parte1
ignorar el hecho religioso, desde el momento en que existe, y,
teniendo en cuenta la. libertad de los ciudadanos, es perfectamente
normal
que demanden
al Estado tal o cual convenio con respecto
a esta o aquella institución, sin que eso aparezca como contrario
a la no confesionalidad del Estado. El P. Daniélou vislumbra un futuro optimista en esas rela
ciones
y, consiguientemente, señala que, habida cuenta del desarro
llo de todas las cosas en
la sociedad, hay que admitir que el pro
blema
de las relaciones entre las eomunidades religiosas y el po
der será, en el futuro, un
problema normal.
Existe el temor
de que ello cree infeudaciones que impidan ver claro en este
campo. Pero, subraya
el :autor dtado, a fuerza de querer una
Iglesia sin contacto, se corre e1 riesgo de no tener, sino una Igle
sia totalmente desencarnada. Al margen del contexto económico,
la libertad espiritual de los individuos es, en última instancia, algo
absolutamente teórico.
La conclusión final del libro que comenta
mos es que, quiérase o no,
no haiy verdadero mittndo sin apertura
a Dios,
hoce falta un cristianismo encarnado en el mundo.
J. M. NIN DE CARDONA.
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Fundaci\363n Speiro