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Notas sobre la orientación general de nuestra obra

NOTAS SOBRE LA ORIENTACION GENERAL DE NUESTRA OBRA
( Resumen
estractado de una confereni;ia dada

por
J ean Ousset
en Narvona el

14 de
marzo de

1970.)
Una ohra auxiliar al servicio de las élites politioas.
j Qué es nuestra obra?
Nuestra obra es una obra auxiliar. No es, por tanto, una -obra
de combate cívico de toma de posición política directa, en el sen­
tido más "conocido" de la palabra política:
la.s querellas

elec­
torales, las tomas de posición entre
el candidato de uno u otro
partido.

Nuestra finalidad es la creación de una élite cívica
y
política (tomando la palabra "política" en su significado más am­
plio, más noble
y más desinteresado); nuestra finalidad es faci­
litar el combate de esta élite proporcionándole lo que le es indis­
pensable, cualquiera que pueda ser la especialidad
y el carácter
más particular del
combate de

cada uno.
. . . . . . . .. . .. . . . ... . . . . . . . . . . . . . ............................ .
La formación doctrinal.
La :finalidad de nuestro trabajo es conseguir una formación
doctrinal. Es la primera cosa que se ha .querido: lo mismo que
cuando se quiere aprender a tocar el piano, el solfeo es lo pri­
mero que se
aprende. Muchos
desisten de tocar el piano porque
e_xiste el
solfeo. Esta formación doctrinal, que consiste en uno
de los primero~ ejercicios a los que invitamos a nuestros amigos,,
es lo esencial de nuestro ·trabajo. Esta fonnación es tan indis­
pensable que

sóloo los cretinos patológicos pretenden lanzarse a
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Fundaci\363n Speiro

JEAN OUSSET
una acción, que ellos creen de largo alcance y de gran enverga­
dura, sin tener
· una

formación ideológica suficiente.
Mirad a vuestro alrededor·:
todo:s se

asombran de los pro­
gresos de la Revolución. Peso si examinamos las cosas de cerca,
mirando más allá de esas maniobras más o menos electorales,
más o menos superficiales, que dan la impresión de que aquel que
vota al candidato comunista no tiene ni idea de lo que es ser co­
munista, se
percibe que muchos entre éstos no son simples rue­
das, sino que juegan un
papel de auténticos resortes en el aparato
subversivo, que han
"hecho estudios" y recibido una verdadera
formación subversiva.
Hemos sostenido siempre que la Revolución es ante todo
ideológica y doctrinal. Este carácter de la Revolución era muy
visible cuando en el siglo
XIX las élites eurnpeas fueron los mo­
tores de las revoluciones,
y de la de 1848 en particular. "Marx y
Engels eran intelectuales burgueses". explicaba el propio Lenin.
Y este carácter es muy visible actualmente, ya que el fermento
revolucionario en las Universidades del mundo entero resulta
más patente que en otras ocasiones.
Esta observación nos
permite valorar

la importancia de una
formación ideológica previa. No de la formación ideológica de per­
sonas que pretenden una cátedra --nosotros constanternente inci­
tamos a unas personas para que cultiven la formación doctrinal
y, a la vez, tratamos de moderar a otras para que no exageren
en este sentido-, pero sí una formación que nos permita tener
personas
tan calificadas como las que tienen los revolucionarios
y que tengan, como éstos, una visión completa del mundo.
El hecho de contar nosotros, en el plano social y político, con
la doctrina social de la Iglesia, permite a nuestra inteligencia te­
ner perspectivas más seguras, más claras y más completas que la
ideología comunista, la cual resulta más confusa a este
nivel,
aunque

parezca más precisa en los nivel_es
periodí-sticos.
Teneinos

que proporcionar, pues, una formación doctrinal
bá­
sica para las personas ganadas por los sofismas que ho-s envuel­
ven
y también para facilitar argumentos que previamente permi­
tan no dejarse intoxicar.
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ORJENT ACION GENERAL DE NUESTRA OBRA
Lo que nos caracteriza: la proposición de un estilo de com­
batir.
Queda dicho que no es la doctrina, como tal, lo que nos ca­
racteriza, puesto
que. ella

debería ser profesada, como en un solo
corazón, por todos los católicos.
Lo que nos caracteriza es esen­
cialmente que utilizamos un determinado estilo de combate.
Nuestro estilo de combate: la omnipresencia por fórmulas
múltiples.
El ver cómo la Revolución se preocupa eu servirse de todo,
de sociedades deportivas. de clubs, de centros culturales, etc ... ,
para introducir sus ideas subversivas, nos convence de que es,
sin duda, a lograr esa característica omni¡x>tencia, con fórmulas
múltiples e~ extremo, a lo que nosotros de~os dedicar especial­
mente nuestro esfuerzo.
Obra auxiliar en provecho de organismos diversos.
Queremos ser, pues, una obra auxiliar, puesto que n.o es tanto
creando organismos nuevos como pretendemos llegar a alcanzar
cierto grado

de eficacia, sino
tratando de

proporcionar un
super­
alimento

vitaminado
y favorecer el desarrollo doctrinal a los orga­
nismos ya existentes, que ciertamente tienen
sus defectos, pero
que no resultan totaLmente
rechazables si

se les examina de cer­
ca; super-alimento vitaminado, complemento doctrina], que les
ayude a andar con pie
seguro y les permita ver las cosas con una
visión más amplia en lugar de enfrentarse tan só1o con los acon­
tecimientos a corto . plazo.
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JEAN OUSSET
No contentarse con. una acción a corto término.
No tenemos más que contemplar la Revolución para ver que
ella explota, sin duda, el acontecimiento, que se cuida de a:prove­
char la menor ocasión que se le presente cada día;
pero si

tal o cual
acontecimiento le es contrario, tiene también una
visión bastante
precisa

de la acción política general, a más largo término, para
po­
der recuperarse. Encaja nn golpe, como el de los alrededores del 13
de mayo de 1969
en Francia,
y algunos meses después vuelve a es­
tar en marcha. ¿ Por qué? Porque dispone de gentes que saben
maniobrar, que a golpe de vista saben hacia dónde conviene avan­
zar y que disponen de métodos de combate suficientemente pro­
bados.
Imhar la tenacidad revolucionaria, no sus métodos.
Evidentemente, nuestros métodos no son los métodos revofo­
cionarios,
pero lo que.
quisiéramos es
que nuestros amigos se apli­
caran a
utilizar nuestros

métodos, muy diferentes, tan en serio
como los revolucionarios emplean los suyos.
¿ Cómo quereis que, por nuestra parte, tengamos cualquier cla­
se de esperanza cuando vemos el carácter de "amateur", el carácter
de "farniente", de
·simple conversación

bien orientada, al cual se
reduce la mayoría de las veces nuestro combate social y político,
mientras que tenemos enfrente a personas que trabajan ardiente­
mente
y que conocen ·su oficio? Pensad en personas muy cono­
cidas, como Cohen Bendit
(!), que están en su puesto, son infati­
gables, tienen una ideología con visión del futuro, una técnica de
combate ... , se sabe que han sido
for,madas en

las escuelas de man­
dos de Praga, de Pekín o de Cuba. Quisiéramos suscitar, pues, no ciertamente conforme a los mé-
(1) El leader de los estudiantes franceses en los sucesos de mayo
de 1969.
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ORJENTACION GENERAL DE NUESTRA OBRA
todos revolucionarios (2), pero sí, según nuestros métodos capi­
lares, un trabajo tan serio corno el trabajo revolucionario, tanto en el plano de la formación ideológica básica como en el plano
de la determinación de los medios a utilizar.
Estar presente en todas partes.
No pretendemos crear en ningun caso una organizac10n gre­
garia porque rehuimos
P';r principio las

fórmulas de
comoote _
masificadoras que tienden a agrupar las personas en una sola or­
ganización.
Lo que queremos es suscitar, en todas partes, un trabajo ca­
pilar siguiendo los mil caminos posibles de las relaciones
hwna­
nas (ya se trate de ~istades, de relaciones p~ofesionales, incluso
de simpatías políticas) y sabiendo sacar partido de estos caminos.
¿ Para qué fin? Para introducir las ideas, para suscitar, sobre
todo, una élite de personas competentes, bien formadas, que ten­
gan el sentido de la acción, capaces de animar
las redes
en que
de modo natural están integradas; en resumen, de
.. personas que
no sean meros "magnetófonos de la .doctrina", que exasperan en
lugar de convencer.
Tal es la orientación general de nuestro trabajo. Y he aquí
cómo nosotros la resumimos en una fórmula utilizada desde hace
veinte años: "Suscifaq-, animw todo aquelll/J que puede tender a
pramover un rena,cim?ento católico en las instituicimiies y, p'(JJr'a
ello, la organización de una red estrecha. de_ círculos de trabajo J.
círculos de trabajo o células siempre a.cturontes como elementos au­
z,iliares. encargados
de proporcic,n,mr a

los
individuos o a los gru­
pos este
complemento de doctrina, de documentos, de element<>s
tácticos
susceptibles de reforzar su acción-."
(2) Puesto que el medio debe ser ordenado al fin, y no se sirve una
causa con no importa qué medio.
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