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El oscurecimiento de la inteligencia

ILUSTRACIONES CON RECORTES DE PERIODICOS
EL OSCUR:BClMIENTO DE LA INTELIGENCIA
l. LA ACTUAL CRISIS DE LA INTELIGENCIA,
"L'OscURAMENTO DELL'INTELUGENZA" es el título de una de las últimas
obras de nuestm ilustre amigo el Profesor Michele Federico Sciacca, y
"'L'INTELLIGENCE EN PERIL DE MORT", el del libro más reciente de nuestro
admirado Profesor Mw-ce'l de Corte. Ambos libros, han sido comentados en
VERBO 87--88 (agosto-octubre 1970, págs. 760 y siys.), respectivamente,
pot:
Jorge Uscatescu y po, José Maria Nin de Cat-dooa.
'De Corte diagnostica que el hombre ha apartado su mirada de loo
seres
g de cosas que el concepto significa, para fijarla exclusivamente
en éste, es decir, sobre el fruto de su subjetiv;,dad creadora, con lo cual
se rompe la oon'iente de alimentación de la inte#gencia y el cancx:imiento
degenera en caldo de cabeza y arquitectura de fórmulas, Privada del
alimento natu:ral, la inteligencia se entrega a la -imaginación, al sentimien,­
to, a la pasión, al instinto, que la dotan de una vitalidad fictida y acaba
poi-someterse al mito.
Sciaccai subraya que al soslayar el hombre cuanto trasciende de lo que
en un momento dado le resulta experimentable, se produce en él lo que
califica de "stupidita" (estolidez)~ el fenómeno de la pérdida del límite,
causante de una falsa im,presión de libertad en el sujeto, que intenta cons-­
tro.ir un mundo a la medida de sus ideas y acepta. como verdad tatal lo
que sólo es una verdad parcial y limitada, que hace crecer deformada y
desmesut'adamente.
Estamos ante la figura que nuestro amigo Rafael Gambra, en "EL st~
LENCIO DE Otos", ha dibujado del "insensato" actual, del "juglar de la.s
ideas", como ,ráficamente le denomine.
También otro querido Profesor espeñol, Leopoklo Eulogio -Palacios,
en "EL JmCio y EL INGENIO y OTROS ENSAYOS", en el primero de éstos tocó
esta cuestión, al diferenciar el ftlicio y el inge"nio. Aquél como capacidad
para distinguir
si algo es verdadero o falso y para valorarlo justamente,
y el segundo. como habilidad -para invetrtar sin cesar, producir febrilmen,,
te y destruir con avidez in.sena. Hoy, entiende1 "el poco juicio que atln
queda en el mundo", "anda. temeroso" y "el ingenio, sin el freno del
jt.dcio es a la lMga un dispositivo destructor". Este es

el
desequilibrio de
187
Fundaci\363n Speiro

las épocas revolucionarias, en las cuales los políticos y los reformadores
religiosos se reclutan "entre
los proyectistas y los soñadores" y, "como hoy> se vive en un piélago de insensatez brillante".
Ese fenómeno> visto desde perspedivas distintas
pero convet"gentes
por algunos maestros> va resultam:lo cada dia más irrqu-ietante. Tanto que ha -saltado a las páginas de semanarios y diarios> como vamo.s a resaltar en
estas ilustraciones.
Julián
Marías, en LA V ANGUAR.DIA ESPAAOLA del 29 de d~ ciem.bre> · ha mostrad.o esta preocupación. en su artículo "EL MENOSCABO DE LA INTELIGENCIA", del que re<:Ol'tamos los párrafos siguientes:
188
«El hombre de hoy suele creerse dispensado de ser inteligen­
te. No
ya el poütieo, el tecnócrata, el profesion~ el artisita o el escritor, sino incluso específicamente el «intelectual>. No digo
con esto
que haya menos hombres «inteligentes» que en otras
épocas, si por ello se entiende que sus diotes 'psicofísicas wean
inferiores; poi-el contrario, creo que dentro de lo que llamamos historia,
por oposición a la prehistoria, las dotes del
hombre
han sido estadísticamente muy comparables. Lo que importa no
.son
J.as dotes, sino lo que se hace con ellas. Ser inteligente no
quiere
decir «poseer» ciertas «facultades», sino usarlas de cierta
manera,
abrirse a la realidad y dejarla penetrar en la mente,
oprimirla
con conceptos y obligarla a soltar su zumo, ligar una
cosa a otra con conexiones racionales.
»Hace

cuarenta
añoe, la inteligencia irritaba profundamente a
muchos hombres ...
»Esto ea lo que ha oombiado: la inteligencia apenas irrita
más que a los supervivientes de generaciones que conocieron la situación anterior; ahora más Mea es olvida~ omitida, pasada
por alto; no se la percibe,, ni se la echa de menos; apenas se la envidia; no se distinguen 11-ien sus grados. Adviértase que es in· frecuente que se elogie a un hombre 'por 8111 · inteligencia -ni
siquiera a un intelectual-; se suele encomiar su infonriáción,
sus realizacion~, máe todavía

su ·
orientación o filiación; sé ala•
hará a un
intelectual por ser de tal-observancia, no por ser inte­ligente; y el intelectual no se molestará casi nunca en justificar
lo

que
dice o en mostrar la agudeza-- -o rigor con que su teoría &e ajusta a la realidad, &UlO' que prócl.amará· que «eso· -es lo-que in· teresa» o «lo· que cuenta> o qüe «ese es el sentido de la historia>.
>Estamos en uno·
de los· momentos en que los hombres «pú-
Fundaci\363n Speiro

blicos» han sid9 ,mé:nOs i1:1teresantes •. Haga el_ lector el ._experimen­
to de intentw: i:ecordar _ .quiénes gobientB:n en los demás países
-desde cierto nivel, incluso en el propio-; en~ontrará que en
inaud'ita proporción no lo sabe; y cuando lo sabe, apenas sabe
más crue el. no~re, sin_ _qu~ el. go_bernante se presente a sus ojos
con
una figura pei-spnal, cqn_ un contenido h,umano, mental o
programático i_dentiíi-cahle. ~s.· llll. h~ho que los hombres noto­
riamente inteligente& rara yez oc~pan. p~estos directivoa, y

si los
abandonan
esto no

se
-siente_ por__ casi

nadie como
lUla pérdida
grave:
son fundamentalmente «prescindibles».
»Véanse los elogios que se tributan por los críticos a los ar­
tistas-, a los literatos: rara vez apnntan a la inteligencia, a la com•
prensión
de la realidad, a su desvellUD.iento o descubrimiento. Y
¿qué duda cabe de que el arte, no ya en sus formas· litertui~
sino

la música o la pintura,
es E!-iempre comprensión, interpreta·
ción
de la realidad, y que puede y debe · ser inteligente, aunque
no
sea conceptual?· ¿No

es
evidente ria inteligencia de Leonardo,
Velázquez, R-embrandt o CéZanne, · la de Mozart, Beethoven,
Dehussy,

Stravinsky o Falla, la
de Dante, Petrarca, Shakespea.re,
Stendhal, Baudelaire o Sdina8? Y o me pregunto si es-algo se­
mejante lo que se busca, lo que se deséa; lo que se exige o se
estima.
»Esa falta de es\imación social de la .ipteHgencia como tal,
el que haya dejado de ser «requisito», cOJ;lO/Uee ·al d{lscenso de
su niv-el efectivo. La inteligencia nunca · es «segura», porque no
consiste en :sus facultades ni en su mero funcionamiento automá•
tico, sino en su uso humano, eri s-u ejei-cido circÚil&ta.ndal frente
a

la realidad,
en la multiplicidad de sµ.s conexiones con todos· los
ingredientes
de la vida. Cuando no· se espera que esto se haga,
es improbable que el individuo haga el esfuerzo --siempre pe­
noso, aunque a la· véz delicioso- de conseguirlo. Falta la nece­
sidad,
el estímulo, más que nada el «contagio»: el pensamiento
es
algo

que se hace
nonnalme-nte porque 9e ve cómo funciona
-esta es la única justificación seria de es9 que ee llama un
profesor-; cuando empiezan a
faltar los-ejercicios dé: la inte­
ligencia, es, máe infrecuente su espectáculo· y, por tanto, sú. con·
tagio,

y, por
consiguiente,. la probabilidad de que se engemlren
.
nuevos focos disminuye. Es una r'eacción en cadena, Y muy ráÍ;tida.
»Por eso son posibles las «épocas estúpidas», en ,que la fu.te·
ligencia ~ece -haberse· atr~fiado, 011 que cMi naOie es· inteligente
-~unque las dotes p~nezcan --iguales-:-. Cu_ando ·n9 se-_ espera,
reclama,-
exige

una conducta
inteligent~ se bajan la& defensas, se
189
Fundaci\363n Speiro

deja que penetre en la mente el tópico, el «slogan», la con.signa,
la moda;
y entonces t'.6 infrecuente que nadie se encuentre con
un ejemplo vivaz, ejecutivo de pensamiento inteligente, y que
en
él se encienda W1B luz análoga. ·
»Son innumerables
los hombres que no han

tenido nunca
una experiencia saturada de lo que es pensamiento en su forma
rigurosa; los que nunca han ejecutado de verdad y en eerio -esa
operación vital -no sólo mental- que se llama «entender». No
tienen
término de comparación, y por
eso no
tienen conciencia
clara
de que no eet:án entendie-ndo porque lo que se les sirve
no es inteligible.»
11, ¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE. ESTA CRISIS DE LA INTELIGENCIA?
L'HOMME NOUVEAU, núm. 556, del 15 de agosto, reprodujo la
primera parte de la conferencia de Marce! Oémem, "L'AVENIR DE L~INTB­
LIGENCIE",
en la que trata de los daños que amenazan hoy la inteligencia:
«I) el abuso que se hace hoy de las técnicas. audiovisuales;
»2) las sustituciones de la cultura del verbo por una cultura
formalmente
~métrico-matemática;
»3) las pasiones
de quienes, apoyándose en fos fenómenos
antes expresados,, trabajan
para destruir deliberadamente lo que
puede
quedar de intelige,ncia en la sociedad contemporánea.»
Sucesivamente des8l"tolla el contenido de estos tres males:
«A) LA. SENSACIÓN CONTRA LA INTELIGENCIA:
Aparte de su comercialización, como instrumento de lo más bajo,
observa:
190
«... La imagen es pedagógica al principio y contemplativa al
final de la formación -de la inteligencia. Pero fa imagen no 69
connatural a la inteligencia, facultad espiritual, ya que lo conna•
tu.ral a la inteligencia es el concepto, el camino de la palabra. La
vía
de la imagen no· es sino preparatoria,. propedéntica, pedagógica
o contemplativa .. .»
«... Una contemplación de imágenes que no penetra en la in•
timidadl
~ -espíritu, sino que queda en la superficie de Jas co•
sas no es aino una golosina:

no forma el
alma, sirve únicamente
Fundaci\363n Speiro

de dinamita a las pasiones» ... «on su upecto principal sensihl~
que no evoca sino de modo eterno la realidad susitancial que
significa, no

puede hablarse de
vida intelectual ni, por consi·
guiente, de vida eapiritual.
»No

es
que nuestra civiliación se haya

equivocado
al pro­
ducir
este instrumento

admirable
en el plano· pedagógico y

en
el
plano contemplativo, que puede ser la imagen, pero nuestra civi·
lización, buscando el placer y la sensación más que la felicidad
y iJa sahidurla, la ha corrompido e incl1150 prostituído.»
«B) LAS MATEMÁTICAS CONTRA LA. INTELIGENCIA;
« ... Desde Descartes, d pecado de fa filosofía ha sido el re­
curso- inadecuado
a las matemáticas.

Y
en fa civilización moderna
me

atrevo a
decir que

este
pecado de las matemáticas, brotado
en la filosoía cartesiana, ha invadido todas las formas del peusa·
miento»

...
«a medida que la enseñanza obligatoriamente laica se
ha ido extendiend'o cada vez más, se afirma la idea de que la
única enseñanza

que hace
al hombre más humano es una en.se-­
fianza cerebral, mientras se -et1fuerza
en aplicar las matemáticas,
es decir,
la

cantidad a todo
lo qu-e dimana de la ealidad. Sin
embargo,
lo que hace al hombre más humano es la realizac_ión dce
un oficio de hombre, con respoll!!8bilidad~ competencias-, servi­
cio. A lo cual se opone, no ob&tante, el desaITollo cerebral teóri·
co para obtener el certificado de estudios ... >
« ... en toda la población hay quienes están llamados a ser
inteligentes sin
ser intelectuales; 1'el inteligente" trata de captar
lo
re~ mientras que -el intelectual se especializa en W abstrac­
ción más o

menos
separada de lo reaJ.» ... «a medida que se
desarrolla
la enseñanza que denomino cerebral, que considera
humillante

la
ensefianza profesional, se comprueba que se extiende
el rechazo d-e la realidad, del mundo real»-••• «La formación que
ee
da
prepara para obtener
diploma:s, no
para la vida
real, y
eomo la formación técnica
se apoya en las matemáticas, se ha
llega.do

no
sólo a no preparar hombres de oficio, sino a alzarse
contra

toda cultora no matemática
pretendiendo que
no
sirve
para nada» ... da nueva barbarie ---'Cl bárbaro es el que destru·
ye todo
lo que es más grande que él-produce dafíos terribles,
pues
el número de las cosas que no se soportan porque son más
grandes que nosotros cada vez

es
más considerable» ... «Las mate­
máticas

se
hall-an en

trance
de extender su imperiaHsmo sohre
todos los programas, en

detrimento de la formación
de la
inteli-
191
Fundaci\363n Speiro

192 '~;
gencia, es
decir,
del
v.:rho: la
explicación latina,
.}a
explicación
francesa
o nn curso de filosofía basado en un· estudio profnndo
de las palahtas; pues cuando nn· profesor de filosofía' muestra la
etimología de las palabras que emplea, ofrece csei la seguridad
de la buena salud intelectual de sus discípulos. ·
»En lugar de hacer ésto se trata de· fabricar hombres que no
podrán
manejar sino cifras, la regla de cálculo y el compás, y
vamos hacia una civilización que creo tiene escrita su fórmula
en uno a.e los ·muros de la Univet"sidad de Chicago: -«Conocer es
medirl>. La sustitución de la civilización fundada en la repre­
sentación
de las paiiabras por

esa civilización del número y
del
''modelo"
matemático,

pone en
peligro, todavía algo. más que d.
valor racional del hombre. A su vez, las matemáticas modernas
ponen
en
peligro algo .más que la racionalidad humana; en cuan·
to su punto de pa~da son todos los posibles y no consideran
lo
real,. sino como, una de las categorías posibles. PQr eso, no
es ya solamente la racionalidad humana la que se halla debili~
tada;

es la misma realidad la que tiene la
represe.r:Ítación fal­
seada y no se presenta ya e.orno el objeto que •la inteligencia debe
abrazar, .sino como uno de los ''posibles" objetos que la int-eli­
gencia puede producir. Laa matemáticas modernas se fundan en
· una filosofía idealista, en la cual es la razón humana, en 811
andadura, la que crea las categorías interpretativas, en, las que el
mundo
"real sólo ·entra accidentalmente en una de estas categorías
entre otrils que

pueden ser más interesantes-,
en tanto el hom­
bre puede producir
un ''posible''· de más interés que lo real.
»Así se vive en lo posible;._ sel _vive, en conseeueucia, en lo
evolutivo, donde el hombre. aparece e.orno autocreador de su
universo.,· Se vive cada vez más-de imágen~ cada veZ más de
posibles, cada

vez menos
,de verbo, cada vez menos de lo rool.
Por consi_gniente, el ,segundo peligro que corre la inteligencia es
aún más ·grave que el primero: abordamos una civilización que
no solamente
queda vacía de

la poten.cia del
verbo,- sino en

la
cual la ·abstracción die ·segundo grado --la de las matemáticas­
sustitnye
finalmente a

la verdadera
sabiduría, con lo cual ten­
dremos unos hombres que, por una parte, estarán llenos d'e imá­
genes puramente externas y sensibles y, de- otro lado; repletos de
abstracciones sin contacto· con la realidad» ...
«Siendo ·así-que: lo real·jap:iás.ha ~tado en paralelimno con
la matemática--y con la sen.sació~ lo real reposa en ia intuición
profunda; en· la ·unión íntima, amorosa de -lo-que Es con '1a in­
teligen.cia_.que lo t-Oma y lo abraza, y-de.ningún modo sobre una
Juglaría con_ la que: se trata-_de-nutrir.al ser hllmlino ~sus ojos,
Fundaci\363n Speiro

sus orejas-con ritmos, 1magenes1 cantosf danzas, etc., y, de
otro lado, con la pureza ----engañosa-de . un -cálculo matemático,
aparentemente
riguroso, pero que se convierte en destructor cuan•
do es aplicado a la contingencia de las-cosas.»
C) MISIÓN y DIMISIÓN:
«... Ante esta aglomeración de imágenes, este bombardeo
ininterrumpido de ritmosi de sonidos y de imágenes y ante ese
imperialismo de la ahs-traccióll matemática . que SU8tituyen al
verbo y a la refl.~1fo del_ hombre, cierto. número de espíritus,
viendo
el curso de esta evolución, tecnológica de un lado y cul·
tural _ de otro, declaran que es preciso abrirse a las transforma•
cioll·es actual-ea
del mundo-» .•. «:diciendo: '1Pa.esto que la evolu­
ción es. ésta, no solamente no debemos luchar contra ella, sino que
debemos
facilitar~ a fin --de ir en vanguardia de la sociedad
que viene"».
« ... tercera causa que consiste en ver el mai y .dejarlo des·
arrollar ... »
A quienes deseen comprobar el valor, formativo de la ~nteligenci~ que
pueden tener los oficios bien enseñados -cómo (Jermiten. ele,varse de las
cooas a las abstraciones y facilitan el enl:endimiento de la distindón entre
las cuatro causas (material, eficiente, formal y final), que enseff.adas en
abstracto sólo

se
aprenden como los movimientos nafatóticos énseñados
en seco-, aconsejamos la lectura de "CuLTURE, ECOLB ET METIER", de
Henri CbarlieT (París, Nouvelles Editioru, Latm El riesgo
para la inteligencia y el

peligro
social que entrañan las
matemáticas modernas ha sido ampliamente estudiado en el número 156
de ITINERAIRES, septiembre-octubre 1971. Este estudio comienza po,
examinar los tres grados de abstracción: el fisico, que capta lo real como
un dato de lo sensible; el matemático o del ser cuantitativo, o ser imagi,,
nario, encerrado
en

la
existencia lógica,

que
recoge el número y la exten,.
sión, y el -metafísico o inteligible, que abskae el ser inmaterial, es decir,
el ser real despojado. de la existencia sensible. Del prime;r grado puede pa ..
sllt'se tanto al segundo como al tercer grado de abstracción; pero entre
el segundo y el tercero hay una discontinuidad infran~eab_le, que pre­
tende saltar la matemática moderna jugando con los COnjuntos ..
II1.· LA -DIMISIÓN ·ANTE ÉL CoMUNISMo.
La dimisión de· ~choS infelectutifes · ha· sido también reflej"adá reciente ..
mente
en

los
l}Criódii:os. Ast en la tercet'a plari-a c1e· ABC del 22 de cJi ..
,, 193
Fundaci\363n Speiro

cicmbre de 1971 .s:e ocupa de ella Jasé I. Rivero, que _en su artículo "LA
Ú?IIlfA.PQSTURA''. ~ude: a quienes:
«-, mantiemm _una. posici_ón fatalista . que bien pudiera sinteti·
zarse así:
la «decadencia de Occidente», proclamada por Spen,
gler antes
de

la
·segunda guerra mundial, es una

realidad
demasiado
obvia para que

valga la pena
sustanciarla; a
la civilización
cris­
tiana
In ha_ llega·do su fin y ya se advierten en todas partes, aun
en los países donde parece más afincada, los síntomas de desin­
tegración
que preceden a la muerte..
»Se convierten inconscientemente estos deterministas de la
Historia en los aliados de· los que

hacen la
-Historia para

ponerla
al servicio del comunismo. Los hay igualmente qnien,es-asumen
ese ·papel de manera coneeiente, creyendo que ha llegado d. mo•
mento de ponerse a -tono, con los supuestos triunfadores de ma­
ñana. con los que pretenden eier dueños del futuro mundo. Des­
graciadamente
abundan
los que

actúan y
piensan de
esta manera.
Para ellos el
comunismo es una fuerza in-esistible, una

bola que
rueda hacia

abajo
desde Io alto y que nadie puede contener, Y
hay que
contemplar, pues, el espectáculo pasivamente y con re­
signación;

o
hay que ir entrando en transacciones con el posible
vencedor, Ignoran los muy ingenuos que no puede
haber transac­
ci6n

alguna con nna ideología
totalit~ que
el aparentar cola­
boración no les
sirve para

nada, que ·
de todos modOS" serán con­
sidera-dos
como «reaccionari~ y -como «burgueses» y que su­
frirán, por consiguiente., las consecuencias de no

pertenecer a la
única
clase en cuyo nombre se hace la revolución.»
y añade:
194
«Loe aliados más Mieaces con que cuenta hoy el comunismo
en

los
países de vocación democrática son los «indiferentes», los
«conteu:hplativoo, los «neutrales», ios «escépticos», los «fatalistas>,
y.,
sobre todo, los que juegan en los dos equipos, o sea los que
encienden una
vela a
Dios y otra al diablo,
por si
las fuerzas
-de
la sombra prevalecen sobre las fuerzas de la luz. Lo que ocurrió
en e'l caao de Cuba es ya un ejemplo clásico. Digan lo que digan
los «compafí.eros» y

sus
segundones sobre la. .situación que vivía
ese pa'9 antes del advenimiento de la revoJ.neiórJ:" marxista, la
estricta -verdad es que el desarr:ollo económico-social de Cuba
era
progresivo y constante, alcanzando en

-1957
su más
alta
Fundaci\363n Speiro

prosperidad. Y a pesar del terrorismo .implacable y carnicero
que se inicia con el ataque al Cuartel Moneada en el año 1953,
Cuba logró elevar su nivel de vida hasta fines del año 1958, en
el que el comunismo internaci-0~, ayudado . p-0r los ingenuos y
los op_ortaniatas, se instala en el poder. No obstante_ aquella pros­
~dad económica y aquel progreso máximo de que gozaba el
pueblo cubano, huho quienes tenían mucho que perder, tanto en
lo material como en lo espiritual,. que jugaron -en los dos equipos
ayudando de diversas maneras a los agentes

de
Moscú, sembrad-011
en

la Sierra Maestra,
cn,yendo, unos que salvarían sus intereses y
otros

que sus
creenciaa e ideales iban
a
ser respetados. Lo

que
ocurrió
lo sabe ya el mundo entero y no yale la pena repetirlo.»
Remachando:
«... Católicos que con ingenua fiebre revolucionaria se dicen
«nuevos» (neoclásicos) o «progresistas»-, y creen que eao del eo•
muni901o es
un «fanta&ma» para contener el avance de los pueblos;
que
el comunismo,

en fin de
cuentas, no es del

todo incompatible
con la doctrina de
la Iglesia, que

puede
haber un

comunismo
sus­
ceptible
de ser sacramentado pór &ma y

que
es posible
recon­
ciliar
el materialismo

ateo
de Marx y de Lenin con el espirituali&­
mo

de
Cristo.
,La
candidez de estos señ.ores -o la malicia, según los caso&--­
llega

al
paroxismo escandalo-so. O

a la ignorancia más
burda.»
IV. Los INTELECIUALES ANTE EL COMUNISMO.
El tema de los intelectuales embobados ante el comunismo es el que
Salvador de Ma diciembre, con el titulo "EL COMUNISMO Y LOS INTELECTUALES". En él
sentencia:
«En mi · juventud, la moda en Barcelona era llevar chalina
flotante; hoy
paree.e que

lo que
se lleva fiotante son las ideas.»
Pero veamos cómo desarrolla su. tesis. A ese fin recortamos los pá ..
rrafos más salientes de su articulo:
« ••• al pasar del papel a la accion, las ideologías palidecen
como

las
.estrellas al 88lir el .sol; y sólo brillan las pasiones.
Brillan porque aroen.
195
Fundaci\363n Speiro

1%
»La razón de todo esto es relativamente sencilla. Se trata de
la propiedad «Ah, pero ¿no_ habíamos quedado en que las
ideologías

habían
palidecido?»
>-PercJone usted.
Pero n-0 interrumpa. Iba diciendo que

se
trataba de la
propiedad. Pero

la propiedad
sólo se puede definir
en_ términos de libertad. El que tiene una onza l,a cambia, dice un
refrán español de aquellos tiempos en los que «una onza» quería
decir una onza de oro y tan evidente era que ni ae deeía. De modo
que la
propiedad de

una onza de oro
se podía definir como la
libertad de gastar (o no gastar) una onza de oro. Y otro tanto
vale decir de una casa o -de un coche.
»El marxisino, al pronuneiarse contra la propiedad, anula la
libertad. Por
eso los amos del
comunismo
tuvieron que
erigir
en
torno al mundo comunista un telón d'e acero y un m1:,ll"o de Ber­
lín: porque fa gente prefiere su libertad a su hogar, oficio, pa­
tria
y tierra. Los que así se escapan, «votando con fos pies» no
se
iban meramente por estar en
contra de la ideología marxista
-fíjei,e usted

bien,
iseñór mío-, que

me
interrumpió hace un

rato--,
sino porque
d. comunismo se había alzado· con la fuerza pública
del

país
y estaba en condiciones de imponer por la fuerza ... l qué?
»Pues 'ahí está el ·busiHs. En él proceso de abolir la propiedad,
·el comunismo se tropezó· Con qué la gente no quería que

se
aboliese: porqt'ie to,dos lenían alguna, por

poca que
fuese; y
todos

aspiraban a tener
más. El
leninismo
resolvió el asunto ame,.
trallando

a
los marineros de

Cronstadt, que
no eran más-que
socialistas, para

que
los supervivientes se hicieran

comunistas a
la fuerza. Hubo,
pues, que establecer wia dictadura.

Esto ya lo
había
previsto Marx;

sólo
que él la vio como dieta dura del pro·
letariado-, que
es como decir vértice
de la
hase o
círculo del
cuadrado. Para ejercer una dictadura tan inverosímil
fue nece­
saria una , clase, En teoría, esta clase iba a ser el proletariado;
en
la práctica, resultó ser e:l partido comunista. La pro-piedad,
expulsada por

la
ptierta, volvió

por la ventana.
L06 nuevos
ricos
son miemhros del
partido comunista; pero su. propiedad

es a
la vez más
y menos efeotiva que la de los liberales. Más efec­
..
tiva

porque, la
ejercen con más libertad, ya

que _hacen lo que
quieren con ella y
que impiden qne otros

tengan
acceso a ella;
meno.JJ efoctiva -porque_

el partido,
col;l'.lo dictadura que es, es-una
,Í.i-rámide. die poder, y ~ comunista. de abajo depende sienipre
de
que

el
de an-iha lo demhe, y a la cárcel.
»-EI
miedo

del comunismo ,
Produjo el fascismo, el cual, por
lo ianto, no es una ideología original,
sirio tan sólo

derivada o
refleja. El
fascismo se dice: «Dicb.d~a· pór dictadura,"· hagamoa
Fundaci\363n Speiro

la nuestra. Violencia por violencia, ataquemos con la nuestra. Si
se va a
consignas, frases o gestos, hagamos loa nuestros.»· Y así se
crearon

aquellos
regímenes_. de Mll6Bolini. y. de .Hitloc que eran
iin.ágellel de Lenin ·eq. el lago del miedo. Claro es que «como
nada -es bueno ni malo si así no lo dice el pensamiento», tanto el
comuni,smo como -el fascismo tienen que empezar por. ahetTojar
al pensamiento, El hombre que piensa por cuenta propia es el
enemigo
de ambos.
»Surge así un problema que a todos nos concierne; y es el
que plantean los
numerosos intelectuales que en lo~· países libres
se
aferran al comrmismo. Históricamente podría hallárselo una
explicación razonable. Primera

generación:
entusiW!mo ante
un
movimiento revolucionario qu_e
~erriba al odioso zarismo.

Segun•
da generación: desengaño ante la índole reaccionaria y brutal que
Lenin
primero y

Stalin después .imponen
a:l comunismo; pero
fidelidad

al principio
aUl,l deshonrado

y fracasado, aunque no
sea
más que para no quedar en ridículo.

Así,
hubo muchos in­
telectuales comunistas en _Occiden~e que ante la repr.esión de
Hungría por los carros
de asalto de Jruschof, se pasaron al
«titoísmo», sin saber con qué se comía aquello, como el que se
cobija debajo de un puente
&in saber u dónde va el camino que
le
queda sobre la cabeza.
»Pero quedan

muchos comunistas
de países libres entre los
intelectuales, y ·es cosa de preguntarse 9i estos tales .siguen con
bastant_e
aten-ción lo que allende el telón de acero y muro de
Berlín
.se hace con nuestros hermanos do profesión .. .»
«En el Congreso del Sindicáto de Escritores Soviéticos de
1967, se presentaron Louis Aragon y Jean Paul Sartre a protestar
contra la prisión de
Sinyavsky y de Dani-et ' Protesta ridícula.
Pues.
¿ que no sahían Aragon y, Sartre que ya Lenin babia ne­
gado

palmariamente el derecho a la
l..ihertad de

opinión en un
régimen comunista?
»Ridícul, pues, la

protesta en un
comuniS1:a; el conformismo
es odioso.
La-prensa de por aeá, aun la que más desea un acuer­
do- con la Unión Soviética, publica constantemente casos lastimo•
sos de escritores que sufren inauditas torturas en su cuerpo y
en
su
espíritu

por no poder reducir su inteligencia al nivel de la
de
Kosiguin.
ni

su imaginación
.al nivel d8 la de Bresznef.»
«... Estas torturas sólo las puede medir con su intuición el
escritor-artista; y he aquí que se den allend_e el Telón-Muro
decenas. centenas

y millares de casos de
espíritus libres

humi­
llados y

comprimidos en
estrechas cárceles de :ladrillo para

el
197
Fundaci\363n Speiro

198
cuerpo y de mentecatez y hellaqueiria para el alma, y los intelec­
tualoides conÍunistoides de fuera, tan 'satisfechos.
>Sí,' ya sé que muchos sostienen que lo mismo pasa en los
Estados Unid0&. Pero esto es falso, Lo qw, se pierde de vi6ta en
e&tos casos es

que en
todo sistema colectivo tiene que haber im­
perfecciones de detalle y aplicación; pero una cosa es el mal
que
se comete por infracción del sistema y Ótro el mal que se
comete por aplicación del eistema, Escudarse tras los Estados
Unidos pera apencar con crímenes que se cometen

entre
nuestros
compañeros rlDO~ escritores encarceladoa por no ajustlll1!e al rea­
lismo socialista. o encerrados en manicomios por no pensar como
Bresynef,
-es imperdonable.
»Hay en
Rusia

una ·
pequeña minoría nülitante, una
de cuyas
figuras de

vanguardia
es el fí-sico-matemático Sajarof. ¿ Qué pide
eete valiente, osado, vanguardista de loe derechos hum.anos? La
modestia de sus reivindicaciones da pena. Que se permita viajar
al extranjero sin tener por ello

que emigrar. Que se revoque
el
artículo del código penal que castiga· la salida (no autorizada)
del territorio soviético como

alta
traición. Que ·se Í;>ongJt
en
liber­
tad

a
-las penonas encerradas en «asilos-e.iqniátricos», léase

mani­
comios-. -Estamos siempre frente a

lo mimo, Someter a la gente,
sobre todo

a
la que piensa, a un aisla1?'1-ento y una sumisión
totaleo.
»He aquí eÍ caso de Aiulrei Amalrik,. escritor' soviético. En
marzo, con.denadO a tre8 años en ún campo· de concentración
por no
aj11&tarse sus escritos al criterio oficial,

tiene que empren­
der largo viaje; y las-penalidades-de antes máa las del viaje le
producen una

meningitis que lo deja
sin sentido
toda una se­
mana en un hospital de Novosih-irsk, · la ciudad-escaparate para
la ciencia:
-físicá· ruea, Se restablece, mU.y bien atendido, por
cierto,
Y lo mandan aª un cám~ de · con cent-ración en el círculo
Artico, en la región de Colíma, lugar aterrador aun-par8 los hom·
hres sanos. Caso

claro de
«j11&ticia» vengativa del que se pueden
citar 'docena~ no -parece conmover a nadie; mientras que cual·
· quier yippy californiano que sufra un ·estacazo -desde luego,
condenable--
de un-policía yanqui ocupa las Primeras páginas
de· tod·a la prensa occi.aeil.tal. Cuarenta· y ·siete ciudadanos sovié­
tico~ gente
solVente

y
conocida, han solicitado a principios de
octubre 71 qtie se ponga en· libertad a Vladiinir BukOvsky, hiólo­
-.go de 28 afíos expul&tdo de .la Uitión Soviética por sus opiniones
políticas
y eU:cerrado por la policja-secreta en el Instituto Serhsky,
famoso
pór· sus-·mezclas de política Y si Quia tria. - A los- 28 años,
Bu.kovsky cuenta
Ya un pasado de cillCO 8fi.ó's de cárce'l 'por «agi-
Fundaci\363n Speiro

taeión y propaganda». Todos lo!! firmantes. a-se·guran que su estado
mental es perfecto;· ·no es seguro que· fo puedan repe-i:ir cuando
salga, si sale, porque en la Unión Soviética hay siqtÍi.átras para
todo,

hasta para administrar
drogas que
le quiten
la razón al que
entro sano. Todo estO es sabido en las capitales occidentales sin
que fos tinmerosos intelectuales comwiistas que en ellas viven
alcen la voz. Están tan ocupados con la guerra de Vi~am ... »
< ... uno de los temas que hubo que abordar en el Congreso del
Sindicato

de· Escritores Soviéticos
ceilebrado en Móscova

del
29
de junio al 2 de julio de 1971, fue el de las traducciones; y
los ucranios protestaron de que no se pueda traducir a ninguna
lengua extranjera obra

alguna
escrita en

ucranio hasta que se
haya publicado en nl5-0; ni_ se pueda publicar en ucranio obra
alguna traducida de lengua extranjera sin que
prin:iero se
haya
publicado
en ~o.
»Hay
que ver e5to d~ más ce~a. Porque, además, para que
un libro
llegue a imprim.irae en raso o

en
cualquier !)tra lengua,
hace

falta
qne· -su autor sea socio del sindicato· de escritores, del
que lo expulsan a la menor disi,dencia de Ja opir,ii~n oficial. lm•
porta
hacer hincapié
en esto po,rqne hay países en lO:S que la
aplicación de esta regla eliminaría de las letras al 99 % de los
mejores es.eritoTe.s.»-
«Ahora le acaban de conceder a Pablo Nernda· el Premio
Nobel.»
«Nernda, ·excelente po·eta-,(cuando se ·o-lvida del comunismo)
ensalzó a Sta'Iin y .recibió el. Premio StaH.n, volviendo- la espalda
a todo lo que simbolizan Pm,ternak y Solsyenitzin. · Más que si­
metría,
esta última sentencia del jurado sueco revela incoherencia,
y aun cierta ingenuidad.»
«... distii:tguir a· un poeta ·chileno Comunista,~ sill dúda, excelente
en
.sí, menos cuando cae en las vulgaridades estalinisia.8, y aun
declarar que· se hace porque «su poesía, eon la accióri -de una
fuerza: elemental,· vivifi.ea el de"stino y loS-sneiios de· un continen­
te», es olvido evidente y laméntable de ·1a ·iesponsabilidad que
pesa sobre

toda institución
internacional, amén· de ser un insulto
a

los -
intelectuales rusos, amOrdazados en d país, en suS cárceles
y en sus manicomios. La última decisión del Premio Nobe'1 de
Literatura es descabellada. No cabe atribuirla a fallo del juicio
199
Fundaci\363n Speiro

en gente cuya inteligencia está por encima de todo reproche.
Sólo
queda la triste verdad: sumisión a la repugnante· realidad
del
poder.»
V et:dader~nte es asombrosa esa cerrazón de tantos intelectuales, pero
también lo es· la de tantos eclesiásticos de todos los g'rados de la ¡erarquía,
a ¡,esar de que las noticias siguen bombardeando sus sueños. Leamos
alguna de las que nos_ van llegando casi_ cotidianamente, pero que ellos
par-ecen ignorar:
En la edición domink:al de ABC del 5 de diciembre de 1971, en una
entrevista con Golda M eier, esta pregunta con su rrespuesta:
«~Como
socialista, ¿ qué le parece Rusia?
»-Fue la mayor desilusión de mi vida. ¿ Una sociedad sin
clases? Ya se ve ahora: mujeres cavamlo zanja.-t a 4 grados bajo
cero,
mal, vestidas y con trapos en los· pies. mientras que otras
mujeres bajan de sus coches con abrigos de pieles y tacones a/,tos.
Cuando volvi a lsrrael, siete meses
mds tarde, había visto más que
mfioíente.»
En ABC del 16 de diciembre, esta nota que, en términos parecidos,
viene repitiéndose may a menudo desde hace affos:
200·
«MATRIMONIO HERJDO AL HUIR DE ALEMANIA ORIENTAL
»Hannover 15. Un matrimonio de Alemania ·oriental sufrió
heridas graves a

consecuencia de la explosión de una mina
durante
su
fuga de la República Dmnocrática AJ.emana a Alemania oc•
cidental.
»La hija, de un año, que llevaba el padre en ·brazos, no su­
frió

ninguna herida. La
famiJ.ia logró
evadirse y se encuentran
hospitalizados en Hannover.
»El drama

ocurrió a
frÍtimas horas d'e :ia noche del martes. La
familia había conseguido llegar a pocos metros de la frontera
con Alemania occidental, por
la zona

sur de
Ja Baja Sajonia,
cuando
la esposa pisó

una- mina, que hizo explosión. Unos
ha­
bitantes cercanos oyeron la detonación y avisaron a las autorida­
des de
protección de fronteras de Memania occidental,
que
se
personaron

en
el lugar y lograron rescatar al matrimonio y a la
niña y conducirles a1 hospital.
»Dehid'o
a

las
graves heridas que sufrió la espó-sa, de veintiún
años,
tuvo que
.ser intervenida quirúrgicamente y

se le ainputó una
pierna. ·El D'larido sufre heridá.s graves en el rostro y la niña está
completamente
ilesa.-Efe.»
Fundaci\363n Speiro

V. REFLEJO DE NUESTRO TEMA EN IMPORTANTES SECTORES ECLESIÁSTICOS.
Pero no solamente algunoo ambientes, intelectuales, sino también en
amplios sectores eclesiásticos se llevan flotantes -las ideas, ·conforme la ex.,
presión de Madariaga. Marcel Clément, én L'HOMMNE .NOUVEAU,
565 del 2 de enero de 1972, explica en su editorial, "7 QUESTIONs", la
soi-presa que

le
produjeron los tris sigtiientes · documentos: el del Sínodo
acerca de la justicia en_ el mundo; el hecho público por la Federación
protestante de Francia, intitulado "lGLÉSIA Y PODER", y· el documento re.­
dactado por la Comisión Justicia y Paz de· la Conferencia Episcopal
Española con ocasión de la "Jornada mundial de ta·Paz". A los tres los
muestra en contradicción con la totalidad de las grandes encíclicas, desde
Úón XIII a Paulo VI,

que
forma «un conjunto oi-gánico y coherente de
doctrina, del cual creo que ningún católico puede poner en duda su legi.-,
timidad y su sabiduría»; y en contradi.cción, también, con el espíritu de la
benevolencia y amor expresado por el Concilio Vaticano 11 y formulado
en
la "Gaudium et Spes", núm.

28.
Afí afirma:
«Con toda evidencia el tono de los tres documentos no pa•
rece hallarse
en el
espíritu del Vaticano
11. La acritud y la de­
nuncia
-la palabra se repite como un lei.tmotiV-:.-ha reemplazado
a la confianza y a la corrección fraternal.»
« •.• la tesie, con razones y perspectivas diversas refteja indiscuti­
blemente
una orientación común:
un rechazo globti,l de la pro­
piedad privada identificada ron el materialismo.»
Bllo la lleva a foT,nular las siguientes siete preguntas:
«l. ¿Es posible comprometerse PRACTICAMENTE en 8eme­
jante
viraje estratégico de

la
Iglesia, arrastrando

por vía de
autoridad a los católicos
(y por vía de incitación a l.os proteEJ­
tantes),
sin

plantear
y resolver a pfona luz y con to-da lealtad
los problemas de exégesis evangélica y de las enseñanzas pon·
tificias qu,e han sido soliviantados --es lo menos que se puede
decir-:-por la actitud pastoral adoptada tanto por el Sínodo
como

por
la Comisión episcopal española y también por el do·
cumento protestante
«Iglesia y Poder»!
»2.
¿ Es intelectualmente suficiente emplear con tanta fuerza
y :frecuenciá. las palabras «denuncia .de . .las injusticias»-, «libera­
ción integral del

hombre»,
«sistemas y
mecanismos
injustos» e
incl11SO «estructuras sociales opuestas a la conversión de los
corazones», extendiendo
de hecho la · impacienci,a e incl.1180 la
201
Fundaci\363n Speiro

irritación o la cólera enbre los cnsbanos del mundo entero, sin
decir con nitidez, precisión y de un modo completo de qué «m&
canismos» se trata (hay numerosas formas de economía de mer­
cado), de
cuáles «estructuras sociales» se trata

y de
qué «libe·
ración

interior del
hombre» se

trata?
»3. ¿Ee legítimo dar al mensaje evangélico el peso y la im­
portancia de un «compromi$o
radiea:l» para
la realización tem·
poral de la justicia en el mundo, cuando el mismo Cristo ha
enseñado «Mi reino no es de este mund·o»?
»4. ¿Es moral y prudentemente aceptable alzar de hecho a
los cristianos contra
las instituciones

legales,
si no legítimas, de
todos
los
pa.Íse8 en los cuales las. injusticias puedan ser atribuidas
a
es.tas institnciones, siendo así que

el mismo Cristo enseñó
«Dad
al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios»? Mo­
ralmente
¿ dónde

queda
el principio de la autoridad humana?
¿Alguien está libre de
peeado? Prudentemente, ¿no se ocasionará
un

mal mayor del que
se pretende

evitar?
>5. La declaración del Sínodo y la declaración de la Co•
misión
Episcopal Es:pafíola, ¿ tienen suficientemente en cuenta
la eneíeHca Mater et Magi.stra, de Juan XXID, que enseña que
«el derecho

de
propiedad privada,
incluso de los medios de
producción, es

válido
en todo tiempo, pues forma ·parte del de­
recho natural según el cual el hombre es anterior a la sociedad
que debe ser ordenada?
»6. En esas condiciones; el problema social contemporáneo
¿ no

consiste acaso en tratar de
desgajar la economía de mer·
cado d.,J materialismo del disfrute, más que en crear de un
modo abusivo una psicología de descontento que puede volear
al mundo entero en el totalitarismo socialista (recuérdese que
todo régimen que, _ de
hech~, _junta el poder político y el poder
económico
-y también

asimismo
el cultural-
en
las. mismas
manos, es, de

por ·sí,
totaHtario) ?
~7. El document'! sinodal y_ el documento de la Comisión
Episcopal Espafiola, ¿ tienen suficientemente en cuenta. el espí•
ritu de tolerancia de
la carta Ocf-Ogésima adveniens que, después
de haber evocado las. ideologías liberales y .socialistas y .de haber
señalado
sus def~os, afh_-ma:

«Una misma
'.fe cristiana puede
conducir

a compromisos
distinto"S» (núm. 30)_? ~ _documento del
Sínodo
y de la
Comisión_¿ no

tíenden acaso a identificar, de modo
suhyaC'ente _pero eoaccionante, la fe. _cristiana. sólo con el com­
promiso
colectivista?»
·Es deci'r~ en estos textos eclesiásticos· ha11anws todas las características
de la aétu/31 crisis que sufre la ·1nteligencfa, tales éOtno:
202
Fundaci\363n Speiro

-dirigirse al sentimiento y a la pasión, excifándolos, más que a la
razón;
,-, expresarse en forma alu.siva y psicológica, Sin .precisl:lt' con exactitud
a lo que se refiere,. sin · determinat limites ni establecer distinciones ni
precisiones;
-un idealismo flotando en el lli.re, sin demostrar, de un modo riguroso
y racional, lo que realmente debe ser, y que, por eso, resulta contradic­
torio con la interpretación que la lglé8ia ha· dado· siempre del Evangelio
y

con la
doctrina social católica;
-falta de ponderación y equilibr-io prudencial, que no pesa las con,.,
secuencias y los resultados; que, en lugar de corregir, quiere destruir; que
confunde las
CON'upciones con las instituciones que la sufrén, en mayor
o menor grado, y que, en lugar de purificarlas y mejorarlas, qúiere echar ...
las abajo, sin preocuparse ele prevenir cómo se llenará el vacf.o producido,
ni de si el mal que, por ello, se originaria, seria muchísimo mayor.
Se llega, incluso, hasta el paroxismo, al concretar aquellas insiTl1.U1Ciones,
cuando,
no sabemos con qué base teológica seria ,-,pero, indudablemente,
con una letra y

música
que parecen paralelas a las empleadas por los
maestros
del marxismo-, se emiten -como ha OCU't't'ido, por ejemplo, en
alguna de las conferencias de la reciente Semana de Teología Moral, se ...
gún informa
Y

A
del 15

de
enero-ciertas afirmaciones del tenor de las
que transcribe ese diario y que aqui re-producimos:
«Están más cerea de la libertad cristiana los que luchan por
la liberación, incluso en un
ciima de opresión, que los que dis­
frutan

de una situación ya
liberada. Para
la libertad cristiana es
necesario estar siempre

en actitud crítica
rrénte a t~da forma
política.»
VI. LA CRISIS DEL ESPÍRJTU, AMARGO FRUTO.
Se· agrava todo este clima asegurando a los jóvenes que ellos son
los que tienen intacto el sentido de la justicia, como si estuviesen exentos
del pecado original y libres del egoísmo y de pasiones, y como si este
sentido no necesitara educarse, lo mismo que el del oído para la música
o el de la vista y el tacto para la pintura -y escultura, etc. No es, pues,
de extraffar que pueda cleC.Wse con dolor: lo qu'e ha escrito preocupado
José I. Rivero, en ABC del 5 de diciembre, en su articulo "LA CRISIS DEL
ESPÍRITU":
«Por todas partes se odia, se· ataca, se crean divisionislllos.
Divieionismos,

ataques
y odios que no respetan nada ni a nadie.
Se miran -los seres hllmanos, unos a' Otros, con actito.des detecti-
203
Fundaci\363n Speiro

vescas, -creyéndose nnos «químicamente puros» e ima_ginando a
los otros «integralmente
impuros». La familia y la so-cied-ad se dividen. La agitación y el resentimiento van minando cada día
más a las naciones,

El mundo, desde hace tiempo, no
parece uno,
:sino
mil o más mundos repletos de angustias y de incomprensio·
nes. Por

una parte vemos a eufóricos e intransigentes
porque sa· ben que van logrando su propósito de pintar al rojo vivo la faz
del planeta que vivimos, sin
que nadie ni nada le ofrezca resis­tencia. Por otra parte vemos inéonformes y decepcionados, re­
signados a seguir viviendo en

un
mnndo casi
vencido debido a
que
los· valores permanentes 'y los ideaies de patria, familia y
religió~ por los que en otros tiempos· se solía ofrecer hasta la
vida
misma, parece qúe esf:án en

decadencia.
»No se puede continuar

con el encogimiento
de hombros ante
la podredumbre
de las costumbres

actuales
ni seguir impasibles ante

las
revolturas, desafueros y. mentins imperantes. No

podemos
seguir haciéndole

el juego a los
fanantés; a

los que creen que
puede haber
diálogo, respetuoso

y sincero, con
el demonio, en· cama_do
en los
«libertadores» marxista•leninistas; a

loa que com·
paran
la revolución comwii:sta con la revolución cristiana, ¿ Se puede comparar 1a revolución cristiana con las 1revoluciones-ma·
terialistas y ateas que, so pretexto de redimir a
los hombres de «la explotación que los deshumanl.Za», de la injusticia y de darles más
libertad, suprimen
esas libertades, escarnecen

el derecho,
siembran
pcrr todas

partes la
desolación y la ruina y riegan a
borbotones la
sangre?
»No saben
lo

que
hacen los

que hacen
daño al prójimo, loa
que todos los días clavan
las manos

y ]os pies
de Cristo en un
madero
porque desconocen el significado

de las palabras caridad,
perdón,
sincerida~ entereza,. honradez. Na saben lo que hacen
los que odian, los que ofenden gratuitamente,
ios que crean di· visionismos, los que incitan a la sociedad en una lucha de clases,
los que claudican ante las
fuerzas satánicas
que invaden al mun·
do,
los que por

demagogia tienden su mano·, en
estúPida ~on­
viveneia, a

los
e~emigos de Dios y a

los que coartan la legítima
y roen eiÍ.tendida libertlld. dé'] -hombre.»
La· confusión mental es tan grande que se clama, a la véz, por la más absoluta libertad y por la total domiil'ación del -Estado, pidiéndoselo todo, inclusiue el logro de la total igualdad. At hacerlo, se incurre en la con-
204
Fundaci\363n Speiro

tradicción que, e1i su editorial "SoeRE EL DESORDEN y LA. VIOLENCIA, LA LEY",
ABC del 24 de diciembre de8taca:
«Si la entrañ.a· de la subversión es comunista, no cabe imagi­
nar una antítesis ,más definitiva, .una contradicción mayor, entre
la hase política de la que se parte y: la demanda urgida en su
nombre. Política, social y económicamente, el comunislll-0 es in­
compatible, por esencia y en la práctica, con la libertad.
»Por una razón de táctica, esgi:ime, en -vanguardia, clamores
de

libertad.
Necesita esta 'libertad para florecer a
su sombra
y,
una vez fuerte, anular la libertad; todas _las. libertades, Porque el
ejercicio
de cualquier libertad humana -de expresión política, de
actividad económica,
de agrupación
social- contradice, por

misma,
la

sumisión a la
estatolatría, la servidumbre a
la burocra­
cia gobernante, cimientos
imprescindibles de toda organización
comunista. »Dogma fundamental del
respeto a la libertad no es la callada
aceptación de todas las ideas y todos
los.- prograinas, porque

puede
haber, y los hay, programas e ideas contrarias a
la libertad.»
Hay que ,recocdat: las experiencias más ·recientes sufridas, escuchando
a quienes lélS han vivido -aunque, aJ parecer, predican en el desierto-.
Jo.sé l. Rivero, en ABC del 10 de diciembre de 1971, ha. publicado un
interesante articulo titulado "EL DOBLE JUEGO-". del que recortamos su úl­
tima parte,
«Hace días :leímos en nna infornlación cablegráfica que el
primer ministro
cubano, Fidel
Castro,
había sostenido
una cor­
di.al y

larga
entrevista con d. cardenal
arzobispo de Santiago de
Chile ...
»Que un cardenal Dlant~ga un cordíal . y extenso diálogo
con un
jefe de
Gobierno no. tiene
importancia alguna
y nos
paJ."e·
ce

natural. Pero
sí tiene
mucha importancia
y ~os parece absur­
do

que
esa amable

cordialidad se
prodigue con
un sujeto que
encarna la dictadura comunista totalitari~ que

ha extirpado todo
vestigio de lihértad en la entrañahl~ ~ación c~na.
»Si
no podemos avergOnzarri.os de

ser
fo que somos, lo que
sie!ll~e hemos sido, ni de pensar como. pensamos, 'm"!l_e:ho menos
podríamos
avergonzarnos de ser católicos", a¡)Ostólko-& y romanos.
'Todo lo contrario: nOs sentimos muy orgullosos de serlo. Lo que

noé avergüenza es

el ver
tánta· doblez~ tanta·

claudicación
entre
«los nuestros».
Nos entristece contemplar.tanta cobardía,

tanta pose
205
Fundaci\363n Speiro

206
demagógica y tanto «doble juego» en los más_ llamados a defen­
der
nuestrOB ideales. La causa que defendemos no es sólo la de
un país determinado, sino la de la civiilización occidental. Un
cardenal asistiendo
primero al
h_omenaje a
wi declarado enemi­
go de
esa civilización

y manteniendo
después cordial y

amistoso
diálogÓ con quien llevó

al paredón de
fusi,lamiento a
millares
de
sus . compatriotas

por
el solo hecho de creer en una Patria libre
y

cristiana es
algo así

como
darle una
bofetada al
mismo Cristo
y
a todos fos que han muerto por defender esa misma Iglesia que
en Chile representa dicho- cardenal.
Desde luego, al comunismo
no le hacen falta guerras para ganar sus batallas. Las
está ga­
nando sin hala5t tanques ni cañones porque la contemporización,
las debilidades, la falta de civismo y el malentendido concepto
de

la
cohexistencia pacifica

le
está abriendo fos caminos que
conducen

a
la victoria, Tal parece, a juzgar por los hechos, que
no hay
re&istencia, no

hay
espíritu de lucha ni sinceridad entre
los

defensores
de tan

noble causa.
»Que nadie

piense que caemos- en la exageración.
Estamos
pisando . el

terreno
de la dolorosa experiencia. Cuando en Cuba
defendíamos

a sangre y
fuego nuestras sagradas creencias

frente
al comunismo internacional, ante el cobarde abandono de quienes
creíamos
que
estaban obligados a

ayudarnos, solicitamos
el res­
paldo moral
y público de los que no podían acepta,r aquel ré­
gimen marxista que se nos

estaba imponiendo. Entre
otras con­
testacio.;es
recibimos

la del arzobispo
de Santiago de Cuba,
M. Enrique Pérez Serantes, de cuya carta reproducimos el si­
guiente
párrafo: «Anim·o, pues,

y
adelante, muy

querido
y ad­
mirado amigo:
quédale aún

mucho camino que
recorrer, mucha
.semilla

que
sembrar, mucha mi~, y, quizá, también,

no
pocas
espinas
que recoger, y

mucha luz que esparcir
a. su· ailrededor
hastv.
que

Dios quiera, o
hasta que todos vean claramente los t&
soros de verdad

y
de justicia, por los que usted, como genuino
cristiano, hijo

meritísimo de la Iglesia, viene luchando denoda­
damente.»
»El arzobispo en
cuestión, que por haber

salvado
la vida a
Fidel
Castro

en época del
presidente Batista estaba considerado,
incluso por -los fidelistas, como simpatizante del castrismo, nunca
nos
autorizó para
publicar-aquella
carta en la que nos respaldaba
moralmente, «pero en
privado».
»A
mayor

abundamiento,
el obispo auxiliar de La Habana,
M. Eduardo Boza Masvidal,
nos dirigió
otra carta, estando ya
nosotros· en el exilio,
en la

que en uno
de sus párrafos dice:
Fundaci\363n Speiro

> 1 '_Y o apmeho su actitud y creo que si todo el mundo hu­
biera_
perdido el miedo. y hablado con esa misma vwlentía desde
el principio, tal vez las cosas se hubieran encauzado,." -
»Y, dolorosamente, esto es lo cierto. Por miedo y por la tác­
tica del ~doble juego» perdimos a Cuba. Y por ese mi.&mo «doble
juego»
podrá perderse el munclo entero.>
VU. EL SUE&O DE LA AlITOGESTIÓN OBRERA.
Ante el patente totalíterismo de la U. R. S. S. y sus hoi-rotes bien
conocidos, se echan
todas las culpas al. stalinismo y se aboga por un
socialismo
de gestión o/Nera. Esta utopía ya había sido denunciada, ni
más ni menos que por el mismo Stalin al 11 Congreso Panruso de Mi-­
ner-os, en diciembre de 1920: <¿Es que todos los traba¡adores saben cómo
gobernar el país? La gente práctica sabe que esto son cuentos de hadas.>
Pero
el progresismo católico se aferra a esta utopía; a pesar de

que los
auténí:icos dirige.ntes marxi8tas no han cE1tnbiado de opinión. Asi lo ha de,,
clarado Fidel Castro, como nos lo muestr:a el rótulo de ABC del 16 de ne,.,
viembt:e, en el que podemos leer:
«Observadores políticos de Hispanoamérica califican de «res·
balón> diplomático· un discurso de Castro, en el que ha criticado
duramente
a quienes proponen que los trabajadores sean los
dueños de las industrias socializadas, entrometiéndose a·sí en un
actual y delicado problema chileno.>
También lo mostró Breznef cuando los tanques soviéticos segaron en
flor la ilusión de la llamada Primavera de Praga.
Y la real.idad de la cogestión yugoeslava tampoco resulta alecciona­
dora,
como ha explicado en Y A del domingo. día 9 Luis Panoorbo, en su
articulo
"8ALCANES AL ROJo", del que recortamos las ft'ases en las que
se

ocupa de
lo que él denomina talón de Aquiles económico del régimen
yugoeslavo:
«... aquí está el segundo gran talón de Aquiles del sistema
titoista. Esa autogestión, ¿con qué pan se come? Ya no hay
economistas que no se queden perplejos ante la utilidad de ese
sistema tan lu.Drido como un mulo: ni caballo ni asno.
>Al
principio
la autogestión o
socialismo de
mercado
se per­
filaba

como una panacea,
un nuevo y quijotesco bálsamo de Fiera­
brá~ capaz
de

curarlo
todo~ La. autogestión, como la fondue bour•
guignmme funde trozos de capitalismo y de comunismo. Pero no
.207
Fundaci\363n Speiro

todo ha sido coser y cantar. La producción ha aumentado en Yu­
goslavia,
pero -también la inflación monetaria, el costo de la
vida
y el déficit de la balanza de pago.s. Muchas cooperativas son
deficitarias e improductivas, y también muchas fábrica&. Sin em­
- hargo,
Belgrado tiene que darles dinares para no agravar rm paro
ya calculado en -centenares de miles. (La mayoría de estos para­
dos acaban emigrando

a la
~uropa capitalista.)
Por otro lado,
el ·sector
priv~do invade,

y no tan subrepticiamente, el sector
público, y por si
fuera poco, se extienden

como
rma mancha
de
aceite las inversiones
extranjeras. Esto

produce
tamañas con­
tradicciones,
Las empresas extranjeras resulta «que se lucran» y
que ohtiem_m. beneficios . _a costa del trabajo de loe obreros yu­
goslavos, lo cual está más bien en contraste con _el estatuto eco­
nómico
y la moralidad marxistas. Según Martinet, gran analizador
de las economías
orientales, la

utopía yugoslava, ese su fallido
afán de

concretar de un modo
nueva: el
marxismo, depende: pri­
mero, del

carácter ficticio de
fa autogestión; segundo, de la
rehabilitación de las fuerzas libres del mercado;

dicho en
pa­
labras_ claras, de la introducción de una mecánica típicamente ca­
pitalista, y tercero, de la
exclusión de
las masas
de trabaja.dores
de

la plan_ificación, que siempre
se decide
en
la cumbre.»
VIII. EL AMARGO DESPERTAR DESPUÉS DE LA DESCOLONIZACIÓN.
Pero 83Í como hay utopías sin realizar., hay sueños que producen
pesadülas reales .. porque éstas son la única realidad a que aquéllas podí,an
conducir. Ocurre esto .. por ejemplo .. con la llamada descolonización. Este
es uno de los casos en los que el oscurecimiento de la inteligenc'ia sé
hace más evidef!ie y su causa resulta más clara.. V allet de Goytisolo, en
VERBO 74, de abril de 1969, compa,aba «la extensión, profutrdidad, de­
tenimiento, ponderación y riqueza. de matices» con que los teólogo~juristas
espaijoles de los siglos XVI y XVII trataron los problemas de la colo­
nización de las Indias .. y la «indudable brevedad, supe-rficialidad, ,pre-­
mura. ·ligereza y simplicidad en decidir, unüateralidad monolineal al ra,.
zonar y · pobreza de m_atices» eón_ los que se ha dado por despachado
el tema de la. descolonización.
«Es una realizació~,- (Jue ha sido __ d6dci.ída en abstr&cto, como
aplicación de un
nue~o __ dogma, difundido por los medios masi­
vos de
comunicacióni políticos o religiosos, sin discriminación de
circunstancias

y
consecuencias, y
a partir siempre
deif carácter
nocivo

atribuido
a priori · a esa palabra~ convertida ·en imagen
Fundaci\363n Speiro

de· escándalo y, de ahí, en proyectil injnrio'SO:.-:'.á.':Ján:zar:úil. advert
sario en ocasión propicia para cualqu,ier fin:..:_, ::-·-.e:-.
»Se parte como postulado básico de una declaración abstracta
de

la
igual dignidad
de la
pers.,;ma humana, ,y,_,'. de autodeterminación:,· pero, por
torrihle pai-adojJi;, :desde ·::este punto
de

partida, a través de
.deducciones monolineales..: sei::llega en
niuchos

casos concretos a la
indigni_dad, · a bi escl.a.vítnd;, a la de­
predación, al exilio, a la ruina, al
hambre, '111-'canibalismo y

al
genocidio hasta

el_ exterminio.
»Así, los·
pU.eblos anteriormentC eólonizaO.oS -'-"dtltó&'-'que, gra­
cias a esa «ign.'Orirlniosa» colonización, a ·-'vete&-',ejerfiida previa
demanda de protección contra
unos· vecínoS. Ííiás"Ju.itte8 y agre­
sivos, habían

desaparecido el
Canibalismo, -las, ;:tnatartZBs rituales,
las

-guerras de
exterminio y

se
había red:u:eidó ;}4 :lfio:ttandad in­
fantil

y las hambres
periódica·Sr- pasan hoy a :-dé~r de una
minoría dirigente, también
desarraigada de laá"JJ{ttadi,Cfones del
país, pero

todopoderosa gracias a
ita ayuda"Cxterior-;.iperteneciente
muchas

veces a
tribus, raz'as y religiones (fnff~v'Uélve11::-a ser per­
seguidoras de
otros: pueblos del mismo· nuevo·_ Esra.tló· .(le religión,
raza o
tribu diferente.
»Pero,

como
sea que esto no·se aparta traza~on par'a marcar

el
ca·mpo de 18. áútodé.1:etn:thntcióit mayori­
taria,
déc.idido·por la o.·-N. U. de inodo puran1ettr-e··.cia11vencional,
resulta ciúe fodas las f'amili8.s y entidades ·natútál$ ·qU~.:: sean mi­
noritarias y se hallen dentro del territofio, -:.«mdt'&n que optar
entre abandonarlo, dejando todos
sus bienes, fruto

muchas veces
del esfuerzo de

varias
genei-aciories, o, .-de· -lo.·'.c.ontrari~~ p.of; so­
meterse
a expoliaciones, vejaciones ·y ·niatarizaa, 8.'."Jlº ·set que-:_~us
hombres

emprendan
deseperados una· guerra-· en la_ · ~, de :~n~
mano

siempre estarán condenados por los
·organismos-' :inliernllcio­
nales,
que los tacharán dé procolonialista,6 o ·de: ~eesionishJf:! . .- ,Así,
para

ellos, la libertad abstracta
será esclal'itud concreta,· destierrt;J
o· muerte;
la

igualdad,
sumi'Sióll impuesta sin

derecho de
autode­
fensa; el nuevo

orden, desorden y
hambre, aunque·~éste se ~e
en

cara al mundo occidental, creándole una mala conciencia por
algo de que precisamente los
responsables .principales son lo'S
mismos que expanden esta imputación y ·que ·anÍ~ .difundieron
la tesis de que descolonizar
erá· un
deber
. inelndibl~.-Y. .. urgente.»
'PERMANENCES, ruún .. 85 de diéiembre ·de 1971, con .e) titulo "UN
PE.U u'HísTOIRE A PROPOS Dtl 0:>NGó:--BELcm.'.', ·recoge. ·un,-i_t:tf~ del Te,,
,,
Fundaci\363n Speiro

niente General Emile TBfl:Ssens acer~a de los, episodios que rodearon la
descolonización del· Congo, y#_ en su Introducción, no puede menos que
CScl'ibir e.atas párrafos:
«El anticoloniali&mo, al considerar el hecho colonial como
\lll aten_tado a los deI"echos del _ hombre y una traba al derecho
de
•lq.s puebloa. a

disponer de
sí mismos, consecuentemente-

lo
condena y lo quiere. hacer desaparecer inmediatamente de todas
pártés. Esta teoría descarta los aspectos concretos y l"68les de
las cosas. Solamente
las abstracciones y

los «principios
eternos»,
más
o

menos utópicos, son tomados
en consideración. En esta
teoría, el hiel del pueblo colonizado, la

prosperidad del pueblo
~loniza4or, la creación de: grandes e:onjuntos económi-cos en el
j~i;oón de. la patria, no tienen consideración alguna. En esta teoría
-iba
a. decir:

en
esta religión,-el colonizado debe alzarse con•
tra
el c~lonizador y la independencia del pueblo colonizado debe
producirse, indudablemente, a fina,} dei proceso revolucionario de
liberación.
»Es. una teo,ria del odio, es una teoría inhum~a, que parece
ignorar que en la faz
de la
tierra
lo mejor es hacer concurrir y
converger el deber del hombre eon su propio interés. .
»iComo

se juzga
el árbol por _sus 'frutos-, puede

juzgarse el
BJ1ticolonialismo por

sus
actuales resultados _que tienen al mundo
en

trance de ver destruido
su equi_li_brio.
Las recientes pertur­
baciones de

Guinea, en
Camerun, en el Tchad y en Madagascar
es-lán -presentes en la merite de

todos y
se añaden
a los de Sudán,
del· Pakistán,
de Uganda •. .>
Con lo ocurrido en la que ·fue Guinea Española.. continental e insular,
podrían. llenarse muchas -páginas. Aquí sólo vamos a referir las razones
de los antiguos colonos, que José Gómez Figueroa expuso en ABC del
14 de octubre, presidido con los siguientes titulares: i«iDB LAS 200 GRANDF.S
Y

MEDIANAS· EMPRESAS
MADERERAS Y

AGRÍCOLAS,
APENAS SI QUEDAN EN ACTI,.
VIDAD UNAS CUANTAS DE LAS SEGUNDAS.» '4'iSE CALCUIA QUE LAS INVERSIONES
DEL

CAPITAL
PRIV:ADO F.SPAÑOL EN Gl:DNEA ALCANZAN LOS 5.()()(} :MlLLONES DE
PESETAS.» R.ecorlamos ttnos párrafos:
2io
«Los 6.000 · españoles qtie recuerdan ahora el bello país donde
algun_oS de

ellos
vini"eron-al mundo; ·o invirtieron su dinero, o
crearon
· industrias y abrierori tiendas y comercios, saben periec­
tamente que en el afio de ,1a independencia la provincia de Fer•
itando Poo cosechaba 4.000 toneladas · de café y 35.000 toneladas
de ·cacao de i:nmejorab-Ie calidad, sólo superado por · el famoso
Fundaci\363n Speiro

cacao ecuatoriano. Los bosques de árboles peque.ños 'Y delicados,
con
sus enormes

bayas
entre. las anchas hojas, se extendían ali­
, -neados hasta

la
, orilla del ~r. Había fincas

de
, cacao éonsidera­
das
como

las
más perfectas del mundo

en su
clase, con hospitales-,
escuelas,

capillas y
centenares de obrero& que

bullían sin
cesar
de un ,lado para otro.
»También entonces, cuando la independencia, se· producían en
. Río.

Muni 5.000 toneladas de cacao y 6.000
toneladas de
café.
Era
.
el popular café de las marcas Llheria, Robusta-y Dubosky, que
se amontonaban en las tiendas de ultramarinos.
»Se
contaba,
asimismo, con una
interesan.te p~tteción de
aceite de palma y de palmiste, y comenzaba a exportars·e un sa­
broso
fruto

a
los_. ingleses: el

plátano.
»Guinea se encontraba en pleno
desarroilo ecoJ1,ómico. Las
propiedades espaífola-s réndían al máximo. Pero

los
dento noventa
aÍlos de sober81lía terminaban "de repente

y dejan a
lO'S colonos
espafi.oles

en una tremenda
sOledad. Surge la inqtlietud, como pasa
siempre

en estos casos. Los
españoles vuelven
a
España.
:b-Ahora. según
me cuentan, no

hay en la ciudad ·
de Santa
Isabel,
capitid del país, más de unos 20 comercioe españoles abier­
tos.
De las 200
grandes y medianaS- empresas máderera'S y agrícolas
que
'Se hallaban desperdigadas por todo el territorio apenas 6Í se
mantienen

en actividad
unas-cuantas

de
las segundas.
»Todo· está

abandonado. Y, sin
emhar'go,· el capital privado
espafiol ha

invertido ·allí unos 5.000 millones :de pesetas.
»La'S primeras expediciones de espafioles que llegaron a Gui­
nea en
el· siglo XVIII se en,contraron 'COD UD mundo húmedo, sa•
cudido
por

frecuentes
tormentas,- insano, cenagoso,

·donde la
ma•
laria,
la

fiebre amarilla,
la: lepra, la mberculosis y

la
rilosca tse-tse,
que -ee cobijaba ha.jo todas las matas y-bejucos, y
salía de todas
las

hierbas, y
acechaba en todos los.

caminos,
causaban ,terribles
estragos

en
la vida d1e los hombres y los, animales.
»Lo españoles
sucumbieron

a racimos
dnr~nte, muchos años
en una
tierra

bella y mortífen,
de selvas impenetrables, entre
cuyas
frondas sai~han mariposas

tan grandes
com~ pájaros,
»Todos los ceinenterios

de
Bata y San:ta lsahél, lors ·cementerios
de

los pueblecitos,
de las
aldeas, de
las misiones, a~recen cu­
biertos

por una
espesa mul-titnd
de lápidas con
nom:htes de com·
patriotas

que han muerto entre los dieciocho y
los veinte años
de edad.
211
Fundaci\363n Speiro

,,»Lns: .Cl!'-P,lorador.es ahrier.on. los caminos del interior para los
:,_;:;·-hl~ool!L(aqu_ellos expforadolre's· que se llamaron

Marcelinó Andrés,
;_;,.:..:.--~,_:Moros.· MoreUón, Lerena, Mtmte-rola, li'adier •.. ) y fue en 1900,
,'.fijados ya.los·-límites de un~territorio ,qúe había abarcado en un
'iprinci.P-íl) 300.000 metros ·cuadrados y q:ae se había quedado ahora
en
26.000, más la isla de Femando Poo -y. las-otras pequeñas,
cuando
llegaron los auténticos pioneros
- dispues-tos a --invertir-

sus
;:aho{J:"OB.
-·1·:
'.»1·.-'El:iHJ.;,.gallegoi, catalanes y canarios -me dicé un-interlocu­
.:to~;; ·-lllios-:100. hombres que desembarcaron con una gran ilu·
sión." Niri'gtina mujer les acompañaba y tampoco lo haría hasta
i:lÚtf "iüios:"déipllés.·
, _ , __ »A ___ partir de 1_963, los colones españoles se· ·multiplicaron. Al
. :-. : ~i~~~Br. ;u 1
· :m,dependencla, Guinea mantiene el límite más alto
de' .. eX:po_i-taclOries. ~n -Africa y el índice rÚ'ás bajo de· mortalidad.
; Una·· r.Cgjin . én la que toda enfermedad se enseñoreó de bosques ', ·";r'. : .,'t, '!. ; ;_~: ._-,:·': ;".:·;,
_;_!,,.[\~ _ha. !"''~CB"do _las endeJnia's y las epidemias, mantiene hos­
::Pi~l~__;:flº/~errJ.ÍS~Os
en

Santa
Isabel y Bata y llega a la indc­
~R~.4-~n,tj~: ~O!J-,U~~ plantilla de _cirujano~, espe.cialistas -e investi­
.1
1¡-.-.,-;1;~4_1?~~~,:t!~ más de un centenar de personas.
,» . .l· ·:-grandes perjudicados con esa independencia son los
pl'bpietarioa :· d·e · fincas, los comerciantes, los industriales, los em­
·-;pl1m<)oi;-;·:que
no
saben adaptarse a los cultivos
I)eninsulares y
que
viven
aquí pobremente.

España, • •
• •

• •
· · · l.»:El . .-argumento, en síntesis, de la Comunidad ·de Españoles con
,'i-,::,Jhterése1t.en:-·Af'ri-ca pani. defensa

de
sus·derechos es ••• «hnaginese
·.nsted ---'-"--Jll-6:.dicen:---- ·: po'Siblé,-· --cutd(juier 'otra provincia española y -eón ella: los bienes
~ ·~:yr-haeiébc!as·,· de :sus habitantes.» Es un argumento importante.
»Ellos;_. Vi_viaii -en dos prov_incias espafiol_as, tan provincias es-',',~·,' J,;', ,, ,'. --:""'.:···: . ,' · _, ppnOlas COJ)Ío Clláleequiera _4e las otra!! •. " ,:\;1»Ha~-que
dejar bien claro que en Guinea 'no se ha expropiado
,
1-11~~a_,·i-lU'"9Rie~d espafiola. Lo que ocurre es que-la mano de
,,.9,9!,1_1 .-~~. ,~:ids_te -'f aquellas posesiones están abandonadas en su
:ú 1!!!':W"Í~i> ..
Fundaci\363n Speiro

IX. · SUEÑO Y DIMISIÓN ANTE EL CRECIMIENTO MACROS00PICó i:JE LAS URBES,
El problema de; las grandes ciudades es otro tema en el cual, se paten ..
tizan
l.u¡ tres grfllK}.es amenazas . para la_ inteligencia que hemos visto ~a-­
fizadas · por Marce! Clément. El Estado .se v~elca para ayudar ·a las flf"!~
des urbes, de la.s cuales el agro se . convierte en colonia, dominado a golpe
de imporlaci.one.s de choque. Los-Servicios y ia industria crécen~-á costa
de
la agricultura, bajo la implacable pl.anificación 'tecnocráti.ca.. Sin -em-­
bargo ...
Miguel Fisac, en ABC de Sevilla del 1 J d(! no"'viembre~ ·en un artículo
que

titula
"UN INMENSO ESPACIO PARA MO~R", observa:
«Con la mayor n~tui,-a:ijdad,, y hasta con suicida alegría, se
co111en~ que

dentro
de __ tant0'1!1 años----fo!:! que sean- Madrid
tendrá
cinco millone~ de habitantes. y dentro de tantos-otros -re­
lativamente pocos-, si . .se-. mantienen parecidas las actuales tasas
de
crecimiento, Math'id llegará

a
loe ocho
millones. Y todo esto
después de sufrir los resultados que nos trajo
el Madrid de dos
millones de habitantes y el que
pa_decem.os abo~ ~e tres millones.
Y

hasta los que se lamentan de estos crecimientos lo hacen con
el
resignado convencimiento de los que ,se encuentran frente a un
fenómeno irremediable en
el que

nos es
imposible intervenir.
»Eil. equilibrio de fuerzas vitales que mantenía contenido, en
sµ justo término, el tamaño de la eiudad se ha roto y la ciudad
crece elefantiásica,

en mancha de aceite, arrasando, en muchos
casos, entornos

naturales ,bellísimos o fuentes de riqueza, como
en el caso de las huertas de V
~encia y

Murcia, que habían
sido
la

causa de su ubicación en aquel paraje.
»¿Y qué ha de hacene, podemos preguntarnos, con las ciuda­
des

que, como Madrid y Barcelona en
Españ.a, han
rebasado mu•
cho
las dimensiones normales de

crecimiento de una ciudad?
»En primer lugar, tratarlas y ·presentarlas como lo que son:
unas
ciudades anormales y enfennas para

-que sirvan a las demás
no de
modelo, sino

de escarmiento.
»Después, conseguir

otras
que tengan
el tamaño
· y
las condi­
ciones requeridas par.a una buena .convivencia, tanto vecinal como
socializada, y pueda
servir de ejemplo a segqir por otras¡ y, por
último, someter

a un severo régimen dietético y a un intenso
tratamiento con «píldoras de
política de deseeiltralización» cul·
2\3
Fundaci\363n Speiro

tural, económica y administrativa a estas obesas ciudades, para
q~e vayan

perdiendo
peso de habitantes, que aunque les deje la
piel fláccida y la faz demacrada, puedan seguir viviendo·.»
El problema es aún más profundo, como Alvin Tof.filer escribe en su
adículo "EL IMPACTO DEL FrrrUR.o", que leemos en' FACETAS, JV-2, ck
1971.
El algo
que los modernos autores de leyes genetales de educáción no
deberían tampoco olvid.at.
214
«Los antropólogos han acufiado el térniino «impacto de la
cultura» pata describir el efecto que Ja inmersión en una cultura
extraña tiene sobi-e un visitante impreparado. Es ello lo que
ocurre cuando las conocidas claves
psicológicas que

ayudan a un
individuo a comportarse en sociédad, de pronto se le retiran y
son reemplazadas por
otras, extrañas

e
inComprensihles. Pero
la
mayoría
de quienes viajan saben -y ello es muy reconfortante­
que la cultura que
han dejado atrás estará allí para Cuando re­
gresen.
·r.as víctimas

del impacto del
futuro no·
están en
esas
condiciones.
:t-Sáquese
a uri individúo de su propia cultura y colóquesele
de pronto en un medio
radicahnenle· distinto·
al suyo;
quítensele
todas las esperallZ8'9 de volver a un medio social más familiar, y
la conmoción que sufrirá será doblemente
grave. Más
aún,
si esta
nueva cultura se encttentra en

constante inquietnd, y si -peor
aún-
SU'S valores cambian incesantemente, se intensificará más
aún el sentido de desorientación.
»El impacto

del futuro
no aparece
en las listas de los
catálogos
ortodoxos de males físicos o sociales. Aún es demasiado nuevo.
Sin embargo, bien podría-resultar la más devastadora plaga ur­
bana del mañana.

En las grandes ciudades, millones de personas
muestran
terrible confusión,

creciente ansiedad, erráticos cambios
de objetivo y un deseo pánico de escapar de todo ello.
Se que­
jan
de

que
«no pueden enfrentarse a tanto». Algunos

muestran
también el comportamiento
«paradójico» que

Pavlov notara en
su
célebre experimento: crean

con sus emociones una nube en
forma de hongo, para expugnar una simple
topiµera de incon­
venientes.
»Los antropólogos

saben· que los desprevenidos viajeros que
de pronto
se· encuentran

en medio de una cultura desconocida,
a menudo se
enfrentan· a una

maraña de problemas físicos y psico-
Fundaci\363n Speiro

lógicos. El lingüista Robert Maston, que ha trabajado en docenas
de países y preparado· a los
voluntarios del Cuerpo die Paz,

nos
habla
de una muchacha que llegó a una. isla del lejano oriente
y que, al cabo de pocas horas, era. incapaz de respirar, comer o
beber. Huho que
despacluwla de
vueta a
casa.
>"El impacto de la cultura" es lo que ocurre cuando el in­
dividuo de pronto se encuentra en un medio en que las cosas
ya no tienen sentido, en e1 que han cambiado los signos, hábi­tos, cla.ves y reglas.· El impacto del súbito cambio deja a · la per­sona ansiosa, asombrada y apática. Según el psicólogo Sven Lund,. sted4

empieza a pedir
desesperadamente «un
medio en
el cual pueda predecir la gratificación de importantes necesidades psi­cológicas y físicas>.
»El
hecho
es que no
es necesario viajar hasta Baluchistán
para encontrar una

excesiva dosis de novedad.
Se puede perma­
necer
en Nueva

York, en París o en Tokio, y la novedad le
asalta a

uno. De hecho, el futuro
está llegando

tan pronto que,
para todo propósito práctico,_ estamos super-imponiendo una n~e­
va y extrafía cultura,
con nuevos valores, nueva estética, nueva
política, nuevo sexo,
encima de

la anterior. Y estamos haciéndolo
tan rápidamente
que causamos

el
impaéto de
la cultora en
nues­tra

propia sóciedad:
el impacto del futuro. Quizás la ciudad de
Nueva York sea la que
más vivamente re-fleja este impacto, pero
no
es la

única;
si acaso, está un poco adelante de otras grandes ciudades

en la cantidad y
rapi"dez de !o-s cambios
a
lo_s que
tiene
que enfrentarse.
»Tres

poderosas fuerzas están cambiando Nueva York, alteran­
do
d. contenido psicológico de la ciudad. Mientras no aprendamos
a reconocerlas, no
podremos encontrarles
.sentido,
mucho menos
resolver

nuestras
crisis urbanas.
Estas tres poderosas fuerzas son:
aceleración, n~edad y diversidad.»
215
Fundaci\363n Speiro