Índice de contenidos
Número 283-284
Serie XXIX
- Textos Pontificios
-
Actas
-
El sentido de la Revolución Francesa
-
La persecución religiosa en la Revolución Francesa (1789-1794)
-
De Maistre y su «Étude sur la souveraineté». Una crítica a los principios de la Revolución Francesa
-
La Revolución Francesa y la perversión del lenguaje
-
El impacto de la Revolución Francesa en la concepción de los ejércitos
-
La Contrarrevolución y las libertades
-
- Estudios
- Notas
- Información bibliográfica
Autores
1990
Francisco Asin Remírez de Esparza: La Cincomarzada
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
Asín Remírez de Esparza, Francisco: LA
CINCOMARZADA (*)
El profesor de Historia contemporánea de la Universidad de
Zaragoza, Francisco Asín, acaba
de pnblicar, en preciosa edición,
una breve y excelente monografía sobre un hecho local
de la pri
mera gnerra carlista,
la entrada de tres mil soldados de don Car
los en
la ciudad de Zaragoza.
El hecho no tuvo mayor trascendencia
en la gnerra, pues
no consiguieron tomar la ciudad y
se saldó, entre muertos, heri
dos y prisioneros, con
la pérdida de una teocera parte de los
efectivos atacantes que mandaba Cabañero. E incluso
fue ex
plotado como una heroica acción de los liberales que tuvo in
cluso su calle, su condecoración y
su fiesta. Pero la historia la
escribieron los vencedores y sólo el tiempo y el trabajo de in
vestigación terminan arrójando luz sobre los hechos.
Evidentemente se sale del campo
de atención de Verbo el
análisis de
la pura historia militar, por lo que si comentamos
aquí el libro del profesor Asín es por otros motivos distintos
de la simple hazaña bélica. En primer lugar queremos señalar el
arrojo y la decisión
de los carlistas qne no vacilan en introducir
se con fuerzas muy inferiores a
las que defendían la plaza en
una de las primeras capitales de
España. El mérito no está en
que
la milicia urbana de Zaragoza y las tropas de la gnarnición,
en proporción de seis a
tino, batieran a los asaltantes, sino en el
hecho
de entrar en la capital aragonesa. Otro tema es si la ha
zaña valía su coste.
También del mayor interés nos parece el estudio sociológico
que hace Asín de los apoyos con que el carlismo contaba en
la
ciudad, antes y después del 5 de marzo de 1838. Y, sorpren
dentemente para muchos, éste
se encontraba, sobre todo, en las
clases populares.
Lo que confirma, una vez más, lo que ya se
sabía, pero tan pocas veces se cuenta. Con Isabel estaban la aris-
(*) Ibercaja, Zaragoza, 1989, 93 p,lgs.
595
Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
tocracia, con contadas excepciones, la burguesía y el ejército.
Con don Carlos, el pueblo y el clero.
Por último,
el trabajo ratifica otro hecho también conocido y
asimismo bastante silenciado, cual es el del predominio de la
peor chusma . en las ciudades isabelinas, reclutada, en gráficas
palabras de Menéndez Pela yo, «en las cuadras de los presidios».
Los asesinatos liberales, iniciados en Madrid en 1834, con la
matanza de
frailes, tuvieron atl año siguiente sangriento eco en
la inmortal Zaragoza y en otras ciudades españolas. Los mismos
fueron quienes, a consecuencia del 5 de marzo, asesinaron, sin
motivo alguno, salvo el de sus sanguinarios instintos, al general
Esteller, que estaba al mando
de la plaza en ausencia de su ca
pitán general Oraa. Triste suceso que en modo alguno puede
considerarse aislado,
pues se repitió con otros ilustres genera
les hberales: Bassa, Quesada,· Sarsfield.
Y si al contenido se une el continente, con excelentes repro
ducciones de cuadros y grabados de la época, el libro tiene mé
ritos más que sobrados para figurar en la biblioteca de cualquier
interesado por aquellos años.
FRANcISCO JosÉ F'ERNÁNDEZ DE LA CtGOÑA
Brunsó Verdaguer, Martirián (pbro,): LA TRADICION NO
QUIERE MORIR: l. LA TRADICION TEfllDA
DE SANGRE (*)
Dentro del ambicioso proyecto que mosén Brunsó se ha
propuesto
llevar a cabo en busca de nuestra identidad nacional,
damos ahora noticia del segundo libro de tan meritorio intento
que aparece con
el título que encabeza estas líneas.
· En él se refieren fos hechos de nuestra historia desde la
'muerte de Fernando VII hasta el 18 de julio de 1936. Un siglo
dé nuestra vida como nación. Y tan reciente que marca y con
diciona nuestro hoy. A esta narración histórica sucederá otra de
pensamiento político, Los muertos que siguen hablando, cuya
aparición le animamos desde estas páginas a acelerar en
lo po
sible, pues nos parece de importáncia capital.
La línea conductora del relato es, lógicamente, la cronológi
ca y, dentro de ella, los capítulos vienen encabezados por los ti
túlares del poder supremo: María Cristina, Espartero, Isabel II,
el gobierno provisional, la monarquía saboyana, la república y
(*) Nord, Gerona, 1989, 286' págs.
596
Fundaci\363n Speiro
Asín Remírez de Esparza, Francisco: LA
CINCOMARZADA (*)
El profesor de Historia contemporánea de la Universidad de
Zaragoza, Francisco Asín, acaba
de pnblicar, en preciosa edición,
una breve y excelente monografía sobre un hecho local
de la pri
mera gnerra carlista,
la entrada de tres mil soldados de don Car
los en
la ciudad de Zaragoza.
El hecho no tuvo mayor trascendencia
en la gnerra, pues
no consiguieron tomar la ciudad y
se saldó, entre muertos, heri
dos y prisioneros, con
la pérdida de una teocera parte de los
efectivos atacantes que mandaba Cabañero. E incluso
fue ex
plotado como una heroica acción de los liberales que tuvo in
cluso su calle, su condecoración y
su fiesta. Pero la historia la
escribieron los vencedores y sólo el tiempo y el trabajo de in
vestigación terminan arrójando luz sobre los hechos.
Evidentemente se sale del campo
de atención de Verbo el
análisis de
la pura historia militar, por lo que si comentamos
aquí el libro del profesor Asín es por otros motivos distintos
de la simple hazaña bélica. En primer lugar queremos señalar el
arrojo y la decisión
de los carlistas qne no vacilan en introducir
se con fuerzas muy inferiores a
las que defendían la plaza en
una de las primeras capitales de
España. El mérito no está en
que
la milicia urbana de Zaragoza y las tropas de la gnarnición,
en proporción de seis a
tino, batieran a los asaltantes, sino en el
hecho
de entrar en la capital aragonesa. Otro tema es si la ha
zaña valía su coste.
También del mayor interés nos parece el estudio sociológico
que hace Asín de los apoyos con que el carlismo contaba en
la
ciudad, antes y después del 5 de marzo de 1838. Y, sorpren
dentemente para muchos, éste
se encontraba, sobre todo, en las
clases populares.
Lo que confirma, una vez más, lo que ya se
sabía, pero tan pocas veces se cuenta. Con Isabel estaban la aris-
(*) Ibercaja, Zaragoza, 1989, 93 p,lgs.
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Fundaci\363n Speiro
INFORMACION BIBLIOGRAFICA
tocracia, con contadas excepciones, la burguesía y el ejército.
Con don Carlos, el pueblo y el clero.
Por último,
el trabajo ratifica otro hecho también conocido y
asimismo bastante silenciado, cual es el del predominio de la
peor chusma . en las ciudades isabelinas, reclutada, en gráficas
palabras de Menéndez Pela yo, «en las cuadras de los presidios».
Los asesinatos liberales, iniciados en Madrid en 1834, con la
matanza de
frailes, tuvieron atl año siguiente sangriento eco en
la inmortal Zaragoza y en otras ciudades españolas. Los mismos
fueron quienes, a consecuencia del 5 de marzo, asesinaron, sin
motivo alguno, salvo el de sus sanguinarios instintos, al general
Esteller, que estaba al mando
de la plaza en ausencia de su ca
pitán general Oraa. Triste suceso que en modo alguno puede
considerarse aislado,
pues se repitió con otros ilustres genera
les hberales: Bassa, Quesada,· Sarsfield.
Y si al contenido se une el continente, con excelentes repro
ducciones de cuadros y grabados de la época, el libro tiene mé
ritos más que sobrados para figurar en la biblioteca de cualquier
interesado por aquellos años.
FRANcISCO JosÉ F'ERNÁNDEZ DE LA CtGOÑA
Brunsó Verdaguer, Martirián (pbro,): LA TRADICION NO
QUIERE MORIR: l. LA TRADICION TEfllDA
DE SANGRE (*)
Dentro del ambicioso proyecto que mosén Brunsó se ha
propuesto
llevar a cabo en busca de nuestra identidad nacional,
damos ahora noticia del segundo libro de tan meritorio intento
que aparece con
el título que encabeza estas líneas.
· En él se refieren fos hechos de nuestra historia desde la
'muerte de Fernando VII hasta el 18 de julio de 1936. Un siglo
dé nuestra vida como nación. Y tan reciente que marca y con
diciona nuestro hoy. A esta narración histórica sucederá otra de
pensamiento político, Los muertos que siguen hablando, cuya
aparición le animamos desde estas páginas a acelerar en
lo po
sible, pues nos parece de importáncia capital.
La línea conductora del relato es, lógicamente, la cronológi
ca y, dentro de ella, los capítulos vienen encabezados por los ti
túlares del poder supremo: María Cristina, Espartero, Isabel II,
el gobierno provisional, la monarquía saboyana, la república y
(*) Nord, Gerona, 1989, 286' págs.
596
Fundaci\363n Speiro