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Acción Católica Española, ¿Nuevo profetismo...? Corrientes y grupos proféticos

INFORMACION BIBUOGRAFICA
santidad de la Iglesia, que se la debiera deslindar claramente de
la tradición y denominarla, por ejemplo, como "neocatolicismo"
(pág. 139).
B. MONSEGÚ.
"¿NUEVO PROFETISMO ... ? CORRIENTES Y GRUPOS
PROFÉTICOS". Ediciones

Acción Católica, 1969.
El día 11 de enero se publicó en Ecclesia un trabajo que, com­
pletado con apéndices documentales, acaba de salir en librería
con el título: ¿Nuevo profetismo ... ? Corriente y grupos proféticosJ
editado por "Ediciones Acción Católica". Constituye un panora­
ma sintético de las actuales herejías y de los métodos de trabajo
de sus propugnadores. Por fin, con ello llega
al hombre de la
calle y al sacerdote una denuncia crítica y sistemática que, por
haber sido elaborada por el Seminario de Estudios y Documen­
tación de la Junta Central de la A. C. E., vinculada a la Jerarquía,
resulta ser una voz oficiosa de ésta,
y aquí radica la verdadera
importancia, pues aunque órganos de expresión no vinculados a ella ya lo habían dicho parcialmente
y bajo otro aspecto, care­
cíamos de un estudio dimanado de un órgano dependiente jerár­
quicamente de nuestro episcopado.
El estudio es frío y expone las cosas de tal forma que el lec­
tor en su recta conciencia ha de hallar la mayoría de las sanciones
y juicios merecidos por los hechos expuestos y cabe cierto peligro
de que la ausencia de crítica pueda producir en gentes jóvenes
'' comprometidas" un efecto negativo. Sin embargo, los procesos
de lógicas aparentes
y mecanismos prácticos, puestos en juego por
los movimientos proféticos, están bien descritos y el maquiave­ lismo que resulta visible es ya una baza en contra para ellos.
La
visión de las metas define Claramente a una uN o-Iglesia", lo cual
es bastante motivo de juicio para cualquier católico.
En realidad se revela claramente que toda esta suma de here­
jías y heterodoxias no es nueva dentro de la historia de la Igle­
sia. En efecto, cada una de las afirmaciones de los "Proféticos"
puede hallarse muchas veces repetida en la anterioridad, como lo
comprobará quien hoy se atreva a releer La Historia de los he­
terodoxos españoles,
de Menéndez y Pelayo.
El punto clave del momento actual está en que, a diferencia
de las herejías anteriores, que nadan de católicos defectuosos en
el deseo de dar viabilidad a sus propios errores
y conveniencias,
la herejía actual no nace de católicos defectuosos, sino que éstos
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son movidos, animados y financiados .desde fuera de la Iglesia
Católica por fuerzas cuya única meta es la extinción pura
y sim­
ple de la Iglesia. Por primera vez en la historia, el movimiento herético no ac­
túa por sí mismo, sino subordinado a directrices exteriores. Aquí
el artículo de Ecclesia, si bien, al señalar las pistas del IDO-C y
de ICI, da
el indicativo por el que se deducirá esta exterior de­
pendencia, no acaba de aclarar la personalidad del IDOC, ni la
personalidad de I. C. I.
(Inforniations Catholiques Internationa­
les), ni señala la plataforma del movimiento P AX, articulado por
la policía comunista polaca. Pero es cierta la subordinación ideoló­
gica del movimiento profético a la mentalidad mesiánica alimen­
tada siempre por el sionismo,
y que ha encarnado hoy el mar­
.xismo del modo más materialista. Falta, pues, insistir en el hecho de que estos movimientos pro­
féticos dentro de la Iglesia son impulsados desde fuera de la Igle­
sia por grupos político-económicos que en nada cuentan con la
doctrina
y la moral católica, que, para el logro de sus fines, tien­
den a sustraer con directrices el mayor número posible de hom­
bres a esa obediencia doctrinal y moral. Por ello, siendo en el
terreno de la práctica campo de acciones socio-político-económi­
cas, los grupos proféticos en el terreno de las ideas se ven obli­
gados a impugnar la doctrina
y moral católica y al cabo atacar
al dogma. Por esa obediencia al exterior de
la Iglesia los grupos
proféticos son, pues, católicos anticatólicos, que· dogmatizan socio­
políticamente, para
"des-dogmatizar" en

lo espiritual y empeñados
en logros eminentemente temporales, como lo son las metas del sionismo
y del marxismo; finalmente resultan religiosos de lo re­
lativo e impugnadores de todo lo absoluto, o sea del mismo Dios,
3.1 cual

se identifican por substitución en un panteísmo humanís­
tico claramente proclamado. Lógicamente, pues, estos grupos proféticos se ven obligados
a implicarse en una acción ·que, después de mucha palabrería vana,
.
queda

en la simple subversión social
y política con fines especí­
ficamente económicos. Es lo que ellos canonizan con
el término de
"encarnación"
y con el de "compromiso".
Nos toca a todos, tomando
apoyo en
este trabajo, .desarrollar
la acción en todos los campos. Fue Proudhon quien dijo que en
cuanto se toca a lo político y lo social aparece la teología. Nunca tanto como ahora es visible esa verdad. El equilibrio de las so­
ciedades, la libertad de la vida humana,· el trabajo, los bienes, la
civilización entera cultural
y científica, la sabiduría, la vida de
cada

día, en
la calle y en la casa, en la familia y en el café, que-
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dan pendientes de las aceptaciones y negaciones de los dogmas
eternos
y absolntos que defiende desde hace veinte siglos el Ca­
tolicismo.
El
movimiento profético encierra, como bajo siete llaves, la
pérdida total de la libertad para el individuo, la familia y los cuer­
pos intermedios, aplastados por la apariencia democrática de las
tiranías que, al estilo del Kremlin, se propugnan como deseables.
El movimiento profético destina el hombre exclusivamente a masa
obediente, en un libertinaje de la moral, pero en una esclavitud
política. El movimiento profético, negando la verdad absoluta
y
proclamartdo la verdad de "cada uno", cierra las puertas a toda
Verdad como tal y, por tanto, define un modo de vida existen­
cial de movimiento puro, sin razón propia de ser, con quiebra de
todo ideal, sea de Patria, sea de Eternidad. El movimiento pro­
fético quiere generalizar desde
la Iglesia el aplastamiento de cada
caso concreto, de toda justicia concreta, de cada liberta.d concre­
ta, con
la insidiosa trampa de los abstractos "Justicia" y "Liber­
tad" hechos de sola teoría,
y, en realidad, sólo slogams para mo­
ver la opinión.
Damos, pues, gracias a Dios de que Acción Católica Española
publicara tan oportuno trabajo, pero no nos quedemos en ello
y
ahora procuremos por todos los medios que no sea tan sólo el
minoritario círculo de los lectores de
Ecclesia quien se entere.
Urge
dar vuelo a esta información a escala nacional, detallando
sus partes, efectuando la aplicación práctica, completando la no­
ticia con todas las que ayuden a revelar toda la sangrante verdad
de estos movimientos.
Un detalle
para terminar.

El párroco me objetaba: "Sí, es
verdad que existen, pero
ya Jo dice Ecclesia1: son grupos muy pe­
queños."
Aquí
cabe un

error de perspectiva. Los grupos proféticos son
pequeños, sí, porque en la intimidad logran su catequesis que
huye de la luz. Pero empiezan a ser muy numerosos,
y por pe~
queños que sean, si son muchos sumarán fuerza. No hay que des­
preciar la fuerza del adversario y no hay que
dormirse pensando
que

no vale la pena combatirlos. Urge combatirlos. Son minorías,
pero se crecen en nuestra apatía, ocupan puestos bisagras, insta­
lan el

"soviet" que les dejamos montar., y entonces podemos ha­
llarnos un día con que, aun siendo minoría, estemos completa­
mente inmovilizados por esa astuta selección de hombres sin es­
crúpnlos.
En esta urgencia conviene divulgar el trabajo de Ecclesia, y
completarlo recomendando la lectura de "El IDO-C, una J erar-
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quía Paralela", publicado en inglés por la revista App,raaches y
editado en castellano por CIO, S. A. Orfila, 3. Madrid (4), y de "El affaire PAX, espionaje soviético en la Iglesia", editado
por Afrodisio Aguado, S. A., 1965, recogiendo diversos estudios
publicados en la revista francesa
J tineraires} apoyados fundamen­
talmente en el informe del Cardenal 'Wichinski.
Que si en un país es mortal el anticatolicismo de ciertos cató­
licos, ese país es España.
J. GrL Moruwo DE MoR.A.
VLADIMIRO

LAMSDORFF-GALAGANE:
"EL CONCEPTO
DE JUSTICIA EN EL MARXISMO SOVIETICO ACTUAL"
(*)
Nuestro amigo Vladimiro Lamsdorff-Galagane, Profesor Ad­
junto titular de Derecho Natural
y Filosofía del Derecho en la
Universidad de Santiago de Compostela, acaba de publicar este
libro, breve e interesantísimo, profundo pero de una claridad
diáfana, muy documentado pero ágil, con una finura de matiz
tanto más de agradecer cuanto mayores son las contradicciones
que presentan los autores a los que trata de escudriñar su pen­
samiento más íntimo.
El Profesor Elías de Tejada, en su prólogo, destaca que el
autor "entra con pujante brío en el escenario de nuestros cul­
tivadores de Filosofía del Derecho para ocupar puesto de re­
lieve primerísimo gracias a la sagacidad de sus observaciones
críticas, al extraordinario manejo de las fuentes y a una sólida
formación filosófica transparente en cada uno de sus comentarios
y en la justeza de las conclusiones". Y subraya: "Aunque no
fuese más que por el rigor científico y por la maestría--en el ma­
nejo de las fuentes rusas, este libro es un libro excepcional en la
bibliografía filosófico-jurídica en lengua castellana."
Creemos de sumo interés hacer un amplio resumen del mis­
mo que, sin duda, servirá de acicate para su lectura.
La primera parte se dedica al examen de la justicw en el m~r.x-ismo originario.
Para Marx, el derecho forma parte de la superestructura. Es,
según su teoría, un mero reflejo de las relaciones económicas de
(*) Bibliotec.a Hispáriica de Filosofía del Derecho, vol. II, Porto
y Cía. Editores, Santiago de Compostel.a, 1969.
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