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Número 317-318

Serie XXXII

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Congreso de cultura de Praga: «La verdad os hará libres»

CRONICAS
CONGRESO DE CULTURA DE PRAGA: "LA VERDAD
OS HARA LIBRES"
La Association Colloques Culturels Européens, fundada por
el fallecido Rémy Montagne, y que su ejemplar familia continúa
sosteniendo
y manteniendo, acítba de celebrar en Praga entre los
días 6
y 11 de septiembre pasados su segundo congreso de culrura
europea. Precedidos en 1990 por una reunión en
la abadía de
Rayaumont, en la que se forjó el proyecto de reunir hombres y
mujeres de cultura procedentes de todos los países europeos, tanto
del Este como del Oeste, con la intención de colaborar al designio
formulado por
Su Santidad el Papa Juan Pablo II de que Europa
vuelva a recuperar sus raíces.
De ahí surgió «el llamamiento de
Rayaumont», y así titularon las actas de esa reunión preparatoria,
dignamente editadas,
L' appel de Royaumont. El primer congreso
tuvo lugar al año siguiente, en septiembre de 1991, en
la ciudad
polaca
de Cracovia, tan unida a la vida de Juan Pablo II y buen
símbolo de lo que se pretendía alcanzar. El lector de Verbo dis­
pone de una extensa crónica de este congreso de Cracovia, escrita
por Juan Cayón, en el número 297-298, así como puede encontrar
los textos
allí presentados en las correspondientes actas, que vie­
ron
la luz un año después bajo la rúbrica de Le cbristianisme,
ferment d'unité.
Ahora, en Praga, como preparación a la encíclica
V eritatis splendor, aparecida poco después, las sesiones han girado
en torno de
la verdad y de la mentira, Mensonge et verité.
Como en Cracovia, el encuentro se abrió con la celebración
de la Santa Misa, en
la catedral y con la presencia del ar20bispo,
monseñor Vlk. También igual que en Cracovia, presidió
el Colo­
quio el abogado Jean-Marc Varaut, mientras que esta vez nuestra
amiga Marie-Joelle Guillaume se hacía cargo de la vicepresidencia.
Si allí fue la Universidad Jagelona, aquí la Universidad Carolina
acogió los
estudios. Finalmente, para cerrar los paralelismos, y
antes de ofrecer una muy sucinta referencia
al objeto· de los estu­
dios y discusiones, también
se han combinado las sesiones genera­
les con las particulares
-si bien . es cierto que en esta · ocasión las
ultimas han adquirido una gran trascendencia, al convertirse en
un auténtico foro de debai:e entre distintos especialistas, mieri.tras
Verbo, núm. 317-318 (1993), 937-951
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MIGUEL A YUSO
que las primeras se han reservado principalmente a exposiciones
de tipo testimonial
más que científico-y han tenido lugar diver­
sos actos culturales: una audición del violoncelista checo M. Pav·
las, una velada literaria con lectura de
poemas de Stefan Nenitescu,
un espectáculo folcl6rico en el castillo de Melnik o la asistencia
a
llllil representaci6n en la. Opera Nacional, etc. .. ,
Tres han sido los principales temas de estudio: «la mentira
totalitaria», «los riesgos de
una libertad sin trascendencia» y «la
verdad del hombre».
Más la conclusi6n de «servir a los pueblos
en
la verdad» .
. . ' T~ la apertura, con sendos discursos de los presidentes de la
ásociaci6n organizadora y del Coloquio, Etienne.Montagne y Jean·
Marc V araut, la primera
sesi6n se centr6 en la mentira totalitaria.
El embajador che.co ante la Santa Sede, Frantlsek Halas, fue el
primero en tOttl\U' la palabra para explicarnos a los occidentales
cuál
es la «herencia que el ,comunismo ha dejado en sus corozo.
nes».
Los testimonios siguientes del sacerdote y senador rumano
P.
)3oila y la periodista rusa Irina Alberti se desenvolvieron en
sintonía
con la exposici6n del embajador. En cambio, el distinguido
soviet6logd alemán Hans Huyn,
elígi6 un palenque totalmente
distinto, el
de «la desinformaci6n comunista en Occldente y sus
consecuencias»; Delante del presidente de
la República . Checa,
Vaclav Havel, a quien pareci6 sorprender, formul6
un documen­
tado alegato y
manifest6 .razonadal)lente sus dudas sobre la evolu­
ci6n de Rusia.
Por lo que a

la sesi6n general respecta, concluy6 con
un diálogo
entre el presidente Havel y el padre Maly. Con gran. interés se­
guimos algunas de las respuestas del intelectual-político referentes
a la inacci6n y al temor que psicol6gicamente han dejado
los afios
de dominación comunista en los países del Este y a las dificulta­
das que hallan para remontar esa corriente. Aunque Havel no
dej6 de poner la nota oportunista con otras de
sus respuestas.
A la tarde, ya por grupos
de especislistas, y con mayor rigor
intelectual,
se desgranaron los aspectos de la mentira· totalitaria
en la eduacación, en la política y en la comunicación. Respectiva·
mente
bajo la presidencia de Stanislaw Slawinski -responsable
de la reforma educativa polaca-, el ya mencionado conde Hans
Huyn
-ex-diputado alemán-y Thierry Boutet -periodista fran­
cés--, se fueron sucediendo diversas comunicaciones luego deba­
tidas
por todOs. Entre todas me pareció destacable la: del historia·
dor de
la Sorbona Fran9)is-Georges Dreyfus, quien, al hilo de
trazar el nexo entre marxismo y cosmopolitismo, fultnin6 muy
agudamente las tendencias multiculturalistas hoy
a la page, criti-
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CRONICAS
cando la debilidad ínsita en el dogma americano de la . política/
co"ectness.
La segunda sesi6n, siguiendo el curso .. del sol, nos llev6 hacia
Occidente y los riesgos de una libertad sin trascendencia. Como
advertencia para unos
países que. no han completado sus «transi­
ciones».
En primer lugar, el vice-rector de la Universidad Caroli­
na, profesor
Ko&on, nos situó ante la tentación permanente de
la utopía, mostrando su inanidad a través de la alegoría del mito
del Golem, A
continuación, el empresario francés Jean-Fra~is
Henin, el periodista inglés William Oddie y los médicos Adolf
Slaby (checo) y Miroslav Mirolasik (eslovaco} se enfrentaron con
la triple tentación del tener, del saber y del. poder .. Economía, ética
y bioética fueron los campos que sirvieron para ejemplificar la
serie de
peligros cuyo estudio centraba la jornada. La tarde re­
mansó
los .problemas en los distintos grupos de trabajo. El .de
comunicación, con presidencia de Armand de Malherbe, tuvo una
sesi6n muy animada con múltiples aportaciones,. destácando la del
profesor inglés Dudley Plunkett.
En el de educación, dirigido. por
el filósofo Josef Seifert
-rector de la Academia Internacional de
Filosofía de Llechstenstein-, destacaron las intervenciones del
antropólogo Stanislaw Grygiel y del historiador Andrés
Gambra.
Nuestro amigo el profesor Gambra expuso las bases de una. con­
cepción ética
de la historiografía, alcanzando notable· eco entre los
participantes. Al rigor impecable
de su texto sum6 su .gran y ya
bien conocida brillantez expositiva
-en francés tanto ·como en es­
pañol-, de tal modo que pudimos comprobar eón satisfacción
cómo indiscutiblemente alcanzaba uno de los puestos más desta­
cados
de las jornadas. En el de vida política, por último, con pre­
sidencia del ilustre iuspublicista francés Jean-Michel Lemoyne de
Forges --<:atedrático de Derecho administrativo. de .la. Sorbona y
en tiempos uno de los
responsables. de la todopoderosa ENA-,
tuvimos una sesión de gran densidad, sucediéndose las ponencias
de Pier Luigi Zampetti -quien sintetizó algunos de sus libros
sobre la
sodeta partedpativa-, Stratford Caldecott -sobre el
«distributismo» inglés---, Jean Yves Naudet -sobre el libera­
lismo y la libertad
económicos----, Philippe Bénéton .-sobre las
«dos
formas» de. democracia liberal-y de quien finna esta cró­
nica, que centr6 su intervención en las relaciones entre
el Estado
y la sociedad civil, con ánimo de
explicar cómo el totalitarismo
convive con formas democráticas y cómo
la auténtica vida · social
libre reclama unas líneas
de defensa de las que se hallan muy
alejadas las llamadas democracias occidentales.
La tercera sesi6n, que comenzó por los grupos. de trabajo, con'
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cluyendo con la asamblea general a la mañana siguiente, se ocupó
de la verdad del hombre.
En educación fue el ya citado Plunkett
quien guió
los trabajos, haciendo lo propip nuestro compatriota
Alfredo Sánchez-Bella
Carswell en lo que toca a comunicación y
la diputada francesa Christine Boutin en vida política.
En este
último
foro, dedicado íntegramente a los problemas de la bioética,
son de mencionat las intervenciones del
patlamentario inglés David
Alton y del profesor José Miguel Serrano Ruiz-Calderón, bien
conocido este último de los lectores de
Verbo. Serrano, con un
cuidadísimo texto sobre el derecho a
la vida, elevó el nivel de los
trabajos de una
sesión quizás en exceso sentimentaloide. Demos­
trando una
vez más -por si hiciese falta-que se ha convertido
en
una autoridad en la materia. Y

a en reuniones científicas como
ésta de Praga
--o ayer en Cracovia o en Méjico--, ya en sus libros
y
artículos, viene acreditando desde hace tiempo un rigor y una
seguridad poco frecuentes en
un tema hattd cpmplejo y delicado.
En la asamblea general, sólo dos intervenciones: las de los profe­
sores Sokol
--el discípulo del filósofo Jan Patocka-y Meyer.
La de este último, titulada «Cristo, verdadera luz que ilumina a
todo hombre», completó el camino en la búsqueda de
la verdad
del hombre.
La última sesión -cuarta en los seis días que duró la reu­
nión-, de algún modo conclusiva, nos enfrentó con la necesidad
de servir a los distintos pueblos en la verdad. Instalados en este
terreno propiamente político, introdujo las reflexiones el ex-primer
ministro
de Eslovaquia Jan Carnogurski, preguntándose por la
existencia de una verdad política. Quizá si hubiera recordado las
palabras de Maurras
-«la política es el atte de hacer posible lo
que.
es necesario»--'-nos hubiera ahorrado cierta suerte de vague­
dades e imprecisiones. A continuación --en una mesa redonda-,
el politóldgo portugués Jaime Nogueira Pinto, el vice-rector de
la Universidad de Navarra Rafael Alvira y el eurodiputado italiano
Alberto Michelini, se ocupaton de la actual situación de Europa,
«educadora de pueblos». Nogueira fue quien
más nítidamente abor­

el tema, con una polémica intervención sobre los derroteros
de la actual
Europa. Mientras que nuestro compatriota Alvira,
muy sugestivamente, prefería situatse en el terreno de
las líneas
maestras de la evolución filosófica de
lo que ha dado en llamatse
«posmodernidad», Michelini, finalmente, no salió de ciertos tópi­
cos en un discurso francamente paupétrimo. Acto seguido habló
el senador francés Bernatd Seillier, concluyendo la parte intelec­
tual del Congresd con un diálogo entre los ministros
de educación
de la República Checa -el profesor Pit'ha-y de Francia -Fran-
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CRONICAS
~is Bayrou-sobre la necesidad de «una política al servicio de
la verdad». La Santa Misa de nuevo
·cerró los trabajos. ·
Estas líneas no aspiran a ofrecer cabalmente un resutnen del
contenido de las apretadas seis jornadas de la reunión, pues
re­
sulta rnuy difícil adelantar un · balance hasta la publicación de
las actas.
Nd hay duda de que, si bien hay alguna orientación que
preside en todo mornento la iniciativa, la rnezcolanza acornpaña
en todo rnornento los trabajos. Resulta difícil, por ejemplo, el
diálogo con las delegaciones del Este, cuyos miembros insisten
en un discurso «testimonial» sobte el sufrimiento
sin que se ale
canee a encontrar un sistema de pensarniento y un proyecto de
futuro. En lo que toca a los congresistas occidentales, no deja
de percibirse cierta propensión hacia
el liberalisrno económico,
francarnente peligrosa -no sólo para el Este, aunque tarnbién y
principalmente para el Este-, y cierto poslcionarniento dernócrata­
cristiano,
precisarnente cuando rnás patentes son sus fallas en al­
gunos de los países más característicos de .su predominio. Y es
que el sentirnentalismO no puede sustituir .al rigor en el plantea­
miento y solución de los problernas religiosos, filosóficos, políti­
cos, sociales y económicos. Con todo, la convivencia y el diálogo
de estos Coloquios poco a poco van generando una arnistad inte­
lectual muy enriquecedora. Quienes, tras estar en Cracovia, hemos
vuelto a Praga,
hemos podido comprobar cómd se tomaban de
nuevo conversaciones interrumpidas y cómo renacían temas ya
abordados. En este sentido sólo cabe expresar el agradecimiento
más profundo y sincero a
la farnilia Montagne, a todo el staff de
la
. asociación de Coloquios Cultutales Europeos y a la infatiga­
ble organizadora que es Marie-Joelle Guillaume.
Además de los mencionados en las
l!neas anteriores, y hasta
llegar a los doscientos asistentes que componían el conjunto total,
debo referir la presencia de la condesa Ludmilla Arco-V alley ; el
príncipe Enrique de Liechtenstein ; el abogado belga J acques Jonet ;
Jean-Paul Bolufer, director general de servicios
de la !legión Midi­
Pyrénées ;
el. filósOgo Henri Hude; el presidente de la Confedera­
ción
de Juristas Católicos de Francia, nuestro arnigo el profesor
Joel-Benoit d'Onorio;
el direc.tor del Centre d'Etudes des Entre­
prises,
Olivier Teilhard de Chardin; el matemático Jacques Vau­
thier ;
el sociólogo italiano I vo Colozzi ; el destacado historiador
polaco Jacek
Wozniakowski; el provincial de los dominicos checos,
P. Duka;
el intelectual rumano Emil Marinescu, etc. Así como
nuestros cornpatriotas
el ex-ministro Alfredo Sfochez Bella, el
profesor Juan Miguel Palacios
y el diplomático Alvaro de Ozores.
MIGUEL AYUSO.
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