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Número 317-318

Serie XXXII

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Manuel Guerra Gómez: Los nuevos movimientos religiosos. Sectas

INFORMACJON. BJBLIOGR,AFIC.A.
da la máxima unión pcl$ible entre dos personas, la compenetración
amorosa·;.
Esta doctrina de la contemplación, adyierte Francisca Tomar:
«OCllpa un lugar primordial dentro del pensamiento de Bpfill. En
realidad, tal y epmo n_uestm autor la concibe, la contemplación
unifica
en sí la actividad intelectual y volitiva, superando así todo
intelectualismo y voluntatismp
en amplitud y profundidad, ya que
hace
consistí± la última_ perfección - o. bienaventuranza del homQte
en la contemplación de Dios, pero entendiéndola como un acto
en el que convergen directamente nuestrils .dos facultades supe­
riores en su_ respectivo modo de obrar más perfecto y más simple»
(pág. 339). _
El conocido hispanista Í):E!llcés Alain (,µy, en un excelente
Prólogo, escrito
en un helio castellano, con éI que se inicia Per­
sona y amor. El_ personalismo de Jaime Bofill, después de calificar
esta parte de
·«muy atrac:tiva y po¡able», declara que: «son admi­
rables las últimaslíne~s escritas po~ la pmfesora F. Tomar».
_También es
mny_ ciertoio _ que añade, segUiclamente este prestigioso
profesor de la
Univeríiidad 'de Toulouse Le-Mírail, amigo perso­
nal de Bofill, y i:Jµe compendia de modo preclso y perfecto esta
amena y
atractiva obra '-publicada en·Ja «Biblioteca Universita·
ria de
Filosoffai, ·de «Promociones Publicaciones Universitarias»
de
Barcelona--'--: «en ;resumen, se trata de una obra_ de primer
orden que,_ a través de sú-.tema esencial, _dilucida el mensaje del
gran pensador
barcelonés en-'todas sus facetas»:
EunALDO FoRMENT.
GueTTa Gómez, M --RELIG!ÓSOS: SECTAS (~)
Este. libro oh-ece en su comienzo una Bibliografía general, de
úlrimamente, y
después:de-cada. capítulo .únas «Notas y Bibliogra­
fía». El análisis de tndas _ estas informaciones lleva a la conclusión
de que es
el más cómpleto libro dé que disponemos hoy en su
materia;
también, obvian;iente, es el más reciente. Tiene la bondad
de estar escrito
et1 l\spárfa pot un español y en nuestril lengua;
hay
que , destacár esto _porque_ los ·escritos en lej,µias tierras por
(*) -Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA). Pamplona, 1993, 642 págs. --
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INFORM.ACION BIBLIOGRA.FJCA.
extranjeros se pueden traducir pero no se pueden . referir. a otros
pueblos sin desajustes; se libran.de esta servidumbreJos libros de
ciencias,
pero no los relacionados con el espíritu humano: Hay
más· bibliografía sobre sectis : en· espsñol . de lo que parece; esto
contrasta con
la tremenda ignorancia de muchos católicos sobre
estos asuntos.
El libro tiene dos ~.bien definidas, ·más unos índices muy
detallados que el estudioso agradece siempre. La psrte primera,
de «Rasgos comunes» o generalidades "de las sectas ocupa 126 pá·
ginas. La segunda, «División de los Nuevos Movimientos Religio­
sos y Rasgos Diferenciales», es un cat;ílogo de 470 páginas des­
criptivo
de muchas religiones falsas; una por Ullá, Comentaremos
cada parte por separado,
La psrte primera está fotmada por C~tu;ider~ciones variadas:
unas, personales del autor, y otras, apoyadas en «Notas y Biblio­
grafía» del final de
cada capírulo, cuya selécción, a fui de cuentaS,
tampoco
puede librarse de un cierto subjetivismo; no se han reco­
gido las ideas más violentas contra la libertad réligiosa, fil españo­
las ni extranjeras. La posibilidad:de enjuiciar estas consideraciones
de
la primera parte desde otras posiciones les resta alguna utili­
dad.
Péro, ¿utilidad, para qué? ¿Pará 'eírt:Íl:pal; las sectas de nuestro
suelo, como sugería
León· XIII y tecogfa en su cabecera, día tras
días, El Siglo Futuro?; o bien, para un estudio académico y socio­
lógico de las religiones falsas sin
tnás ptetensiones que la erudición
y el entretenimiento,
Este libro es benévolo
y poco agresivo, pero exhibe explícita­
mente su condición católica, lo cual le da una·1nmensa superiori­
dad sobre otros escritos dél
tema. Esta perinanente confesionalidad
católica. se
desarrolla, sin embargo, míls dentro de la psicología
religiosa que
td!Dando como eje, a banderas desplegadas y sin res­
petos humanos,
la preocupación por)a salvación· de las almas. El
psicologismo es un rasgo común del j¡énero, pero esto. no es nin­
gún consueld; forma psrte de la univers'af. desáéralización ambien­
tal. Ataca a algunas sectas solatnente por lo que tien:en de dañinas
en
el ámbito de fa psicología. ¿ Y qml' hacemos con las que no
son
«daflinas ni destructivas dé la persóna n:ustna»? El talante
pacífico
y comprensivo ha permitido luego al autor presentar al­
gunas descripciones
de sectas avaladas por el visto búétio de algu'
no de sus dirigentes. · ·
·
La actitud conciliadora aparece en seguida; e11 la página 13
y línea sexta de la «Presentación» ·dice: «Aconseja el cambio de
nombre, (de sectas a nuevos movimientos -religiosos) esta ambi­
güedad' ("la palabra secta se ha cargado de valencias negativas")
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INFORMA.CJON BIBLJOGRAFJCA
su condición ofensiva para los así nombrados y la falta de nob\ez,,
si,
se usan términos como si fueran venablos lanzados contra un
enemigo». Insiste en la
página 22; «A favor de ella (de la deno­
minación de nuevos movimientos religiosos) se halla el hecho de
que carezca
de sentido. peyorativo». Y en la página 23: «En .este
trabajo uso preferentemente "nuevos movimientos religiosos" y
también
"sectas", aunque evidentemente .sin la carga negativa que
está hipotecando su empleo». No entiendo que sea falta de noble­
za lanzar vellllb1os ( en cualquiera de sus . acepciones) contra un
enemigo (¿o es que las sectas no son enemigos?) porque· precisa­
mente
la Nobleza fue siempre guerrera. Para lo dem,ís, me.remito
a
la vastísima .. cuestión de la aceptación y uso de la violencia por
el Cristianismo y en el Antiguo Testamento. Otros autores em­
plean el término de religiones falsas precisamente para agredirles
ya desde
el mismo enunciado; por ejemplo, en las III Jornadas
de las Uniones
Seglares de España celebradas en 1992 en Zarago­
za con el lema «Sectas y Religiones falsas».
Interpre.ta
Já floración de sectas como un reto o desafío para
que los católicos reacci¡memos, hagamos examen de conciencia y
aprovechemos. esta oportw>idad p¡¡ra mejorar nuestro apostolado;
en la misma línea hay . algunas .indicaciones de que en p¡¡rte. la
culpa es de los católicos (Capítulos
IV y V). Todo esto ya lo
habíamos oído al
P. Sánchez de León, S. J,, p¡¡ra tratar de justifi­
car el cambio del
J;umbo inicial de su organización «Fe Católica»,
fundada
hacia 19 50 para luchar contra los protestantes ; cambio
dulcificador debido a su obediencia a Roma. Poco después vino
el progresismo que aplicaba la «autocrítica» a todos los males.
Asuntos variados me han hecho evocar más
de una vez una lección
que gustaba repetir
nuestro inolvidable maestro y co-fundador de
esta revista
Verbo, Eugenio Vegas Latapie: eta una antología de
sucesos
adversos, .iniciada con las primeras disposiciones antirre:
ligiosas
de la Segunda República, que inmediatamente y sistemá­
ticamente iban
siendo interpretados por ciertos católicos bondado­
sos poco dispuestos .a la a~c.ión~ C0l11o «reactivos providenciales»;
peto que nunca. produjeron las anheladas reacciones. «Aquí no
reacciona nadie
por nadá hasta que ve que le van a cortar el cue­
llo», decía
con amarga ironía.
Este libro de don Manuel Guerra es, en conjunto, bastante
más pastoral que
doctrinal. No estudia la Declaración Conciliar
Dignitatis Humanae, que es el. principal apoyo de la libertal · reli­
giosa, que
él defiende, aunque de pasada y sin insistir; tampoco
discurre acetca de si
·ese documento conciliar ha estimulado d fre­
nado la acción de los católicos. contra las religiones falsas. Prefiere
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INFORMACION-BIBLIOGRAFICA
los planteamientos individuales, pastorales, de c6mo recuperar a
los sectarios o cómo tratar a los que vienen a tentarnos. Cuestio­
nes que distraen y desvían la atención de la cuestión global, co­
lectiva y aun política, de cómo luchar colectivamente contra las
organizaciones enemigas en cuanto tales. Mas,
al fin, no puede
eludir del todo la cuestión doctrinal y pública, y
.. se pregunta:
«¿Intervención del Estado»? (pág. 117). Reduce
la acción del
Estado a castigar las posibles acciones ilegales de los miembros
de una secta en los ámbitos civil, laboral
y administrativo, las
cuales no comprometen a la secta misma. No atribuye al Estado
un protagonismd importante; más aún: empieza ese
apartado di­
ciendo: «No es competencia del Estado civil determinar la auten­
ticidad o falsedad de una religión, iglesia y N.M.R.». De esta frase
y de las que le siguen cuelga una maraña de sutilezas ; para desen­
redarla hay que tener fresco
un estudio minucioso y serio de lo
que fue la Inquisición ; a él remitimos a nuestros lectores y tam­
bién a
la encíclica Vehementer Nos, primera del pontificado de
San Pfo X.
Para terminar con la parte primera del libro y como leve
con­
trapunto de lo arriba objetado, cliré que hay que comprender que
en un libro, ni en un escrito cualquiera, no
es siempre posible
sugerir. detalles de las rácticas de lucha que hay que emprender
contra las religiones falsas. Y que en el texto comentado, su autor,
aun dentro del género aséptico, deja caer noticias y comentarios
brevísimos que agrandan al lector consciente de la peligrosidad
de las sectas y hostil a ellas.
Segunda parte. Está constituida por descripciones de religio­
nes falsas individualizadas pero reunidas por grupos de afines ;
unos buenos índices facilitan la consulta. Ofrece muchas informa­
ciones recopiladas de fuentes extranjeras; la participación españo­
la es todavía pequeña, gracias a Dios. Es un auxilio valioso para
las personas que quieren encontrar pistas o seguir las ya sospe­
chadas, sacerdotes, padres, educadores y mandos y autoridades en
general. Un catálogo, diccionario y vademecum como éste
es ne­
cesario para acabar con la ingenuidad de demasiados católicos,
incluso militantes populares, que por ignorancia o por falta de
«olfato» han ayudado a ciertas sectas o no ven
la necesidad de
oponerse a ellas; conozco ejemplos sangrantes de esto que no
describo por no acusar a católicos por otra parte beneméritos ;
quizá sea Nueva Acrópolis la organización que más se ha bene­
ficiado de la ceguera de algunos poderosos católicos españoles.
Especial satisfacción me produce ver denunciado de varias
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INFORMACION BIBLIOGRAFICA
formas el yoga y sus variantes y difusores, porque muclios católi­
cos españoles no acaban
de darse cuenta de su malignidad.
Me apena, en cambio, saber que los catálogos de este género
tienen, todos, una utilidad y vida efímeras por la naturaleza de
]as
organizaciones de que tratan ; éstas se dividen y subdividen en
grupos y grupúsculos que cambian constantemente de nombres y
direcciones, en parte por disputas doctrinales
y debilidad de su
jerarquización, en parte por
táctica para eludir a sus enemigos que
suelen ser muchos, variados y diligentes; no sólo católicos. Apren­
dimos todo esto de nuestro amigo don Federico Muggenburg que
con enorme esfuerzo escribió un libro,
La Cruz, ¿ariete subversi­
vo?, con una copiosa relación de organizaciones seudocristianas y
filomarxistas que pululaban en las Américas ; al cabo de pocos
años casi todas habían desaparecido o
se habían transfigurado de-
liberadamente. ·
Termino recomendando vivamente a nuestros amigos este
libro que además de útil, es ameno y barato. Es un punto de par­
tida, algo así como la anatomía; luego, habrán de continuar
y
estudiar cirugía para desencadenar ataques eficaces contra las sec­
tas, más allá de lo que don Manuel Guerra ha juzgado prudente
manifestar por escrito.
DR. FELIPE FERNÁNDEZ ARQUEO.
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