Índice de contenidos

Número 317-318

Serie XXXII

Volver
  • Índice

Francisca Tomar: Persona y amor

1NFORMACION BIBLIOGRAFICA
Tomar, Francisca: PERSONA Y AMOR (*)
El 20 de octubre de 1965, a los cincuenta y cuatro años de
edad, murió en Barcelona, Jaime Bofill, catedrático de Metafísica
de la Universidad de Barcelona, desde 1950, fuudador de
las re­
.vistas Convivium y Cristiandad, y destacado y activo miembro de
«Schola Cordis Iesu»; Sección del Apostolado de la Oración. Poco
después, en el libro
póstumo .Obra filosófica (1967), se publicaron
varios trabajos suyos, y ambas
revis.tas le dedicaron un número
extraordinario de homenaje (núm.
416 de Cristümdad y núm. 21
de Convivium ).
Desde entonces han sido muy frecuentes las referencias y los
estudios sobre este filósofo tomista, iniciador de la denominada
«Escuela Tomista de Barcelona». Entre ellos, pueden citarse los
de Alain Guy, Alfonso
L6pez Quintás, Guillermo Fraile, Gonzalo
Díaz y Norberto Bilbeny. Sin embargo, no
se había presentado
íntegramente y
de modo ordenado y sistemático el rico pensamien­
to del filósofo barcelonés.
Persona y Amor, que lleva por subtítulo
El personalismo de Jaime Bofill, ofrece toda la doctrina filosófica
bofilliana, mostrando que
sus concepciones del ser personal y del
amor de amistad son como las dos coordenadas que permiten su
perfecta comprensión y valoración.
Su joven autora, la profesora Francisca Tomar de la Universi­
dad de Barcelona, ha tenido el acierto de tener siempre presente
la observación, que
se encuentra en la «editorial» del número que
le dedicó
Cristiandad con motivo de su fallecimiento, de que:
«sería mutilar
la personalidad de Bofill, si sólo viésemos en él a
un intelectual. Bofill predicó con
su palabra y con su vida: fue
un completo ejemplar
de varón cristiano». No ha olvidado tam­
poco, en ningún momento de su minuciosa investigaci6n, que, como
también se indica, en este mismo lugar: «Bofill, discípulo predi­
lecto del P. Orlandis pasaba largas horas con él, en pláticas inter­
minables en tomo a la filosofía de Santo Tomás,
la Teología de la
Historia y tantos
Otros temas que han constituido el objeto nu-
(*) PPU, Barcelona, 1993, 364 págs.,
952 Verbo, núm. 317-318 (1993), 952-962
Fundaci\363n Speiro

INFORMA.CION BIBLIOGRAFICA.
clear de Cristiandad». De ahí que del centenar de sus trabajos
.publicados, examinados y analizados detenidamente por la autora
de esta obra, cerca de ochenta
aparecieran en la revista Cristiandad.
La influencia de Ram6n Orlandis Despuig, S. l. (1873-1958),
fundador de «Schola Cordis
Iesu» y continuador del sistema deJ
jesuita francés Enrique Ramiere (1821-1884), segundo fundador
y organizador del Apostolado
de la Oraci6n, fue decisiva en la
vida y en toda la obra de Jaime Bofill. Desde que conoci6 a este
gran te6logo,
fi!6sofo e historiador -=· de cuyos frutos cultu­
rales y universitarios fue
la «Escuela Tomista de Barcelona»-,
pudd orientar su vocaci6n apost6lica y profesional. Sus estudios
fi!os6ficos los emprendi6 bajo
la direcci6n del P. Orlandis y en
su obra más importante,
La escala de los seres (1950), así como
en todos sus demás escritos, se advierte la influencia directa de su
maestro.
Uno de los puntos característicos de la visi6n del mundo que
ofrecía el magisterio del P. Orlandis -en la que de un modo
unitario se reunía el pensamiento de Santo Tomás, de San Ignacio
de Loyola, Santa Margarita María de Alacoque, el P.
Ramiere y
Santa Teresita del Niño Jesús, en una colosal síntesis--, era la
comprensi6n del tomismo como sapientia cordis ; y fue plenamen­
te asumida por Bofill, como ha tenido
muy en cuenta también,
en su
exposici6n, la profesora Tomar. El mismo declaraba que
con la expresi6n
sapientia cordis se significaría que, en el tomismo:
«la verdad es dada al hombre, no s6lo como visi6n, sino también
como confidencia;
no s6lo como certidumbre, sino también como
dulzura ; no s6lo como representaci6n objetiva, sino como
spirans
amorem».
Esta f6rmula, añadía Bofill, significaría que el tomismo: «no
puede desvincularse de la vida interior· de la que brota y a cuya
nutrici6n y robustecimiento está ordenado, después de haber
con­
quistado para ella un horizonte de necesidad y de universalidad».
Concluía, por ello, que: «el tomismo no puede ser una mera filo­
sofía ni tan siquiera mera teología, dehe vincular
el proceso onto­
l6gico y teologal que conduce al hombre a su santidad y a su
bienaventuranza»
(Cristiandad, 416, 1965, pág. 204).
Desde esta honda comprensi6n del tomismo, el P. Orlandis
-romo ha señalado otro de sus grandes discípulos, Francisco
Canals, con quien se ha consolidado definitivamente la «Escuela
Tomista de
Barcelona»-: «Sostenía que toda la sistemática de
las estructuras acto-potenciales, como
explicativas de la constitu­
ci6n ontol6gica del ente en tanto que finito y creado, en tanto que
sujeto de cambio y movimiento, en tanto que numéricamente
~53
Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA
múltiple en la identidad e!,pecífica, ha• de ser entendida, como
desde su principio capital, desde. la tesis de la naturaleza difusiva
del bien, por, lo cual· se afirma la comunicación del bien divino
como motivo final
del atto creador, en tanto que eficiente de
aquello que es
creado» .. Dios, Bien infinito, comunica el bien, por
el. acto libre de Ja creación, y lo hace poniendo en las mismas
criaturas.la capacidad. de poseer el bien. Otorga así el bien parti­
cipado
y la capacidad de poseerlo; «La definición de la potencia
como capacidad de perfección es pensada
por Santo.Tomás como
la dimensión
de receptividad de lo perfecto, desde el principio
previamente afirmado de
la perfectividad de aq¡¡ello que, por el
hecho de
ser acJ:o, es no· solamente perfecto, sino perfectivo· y
difusivo de .. sí mismo» (F. Canals Vida!, Sant Tomas d'Aquino.
Antologia
.Metafisica, Barcelona, .1991, págs. 19-20). De manera
que la finitud de las criaturas no es un mal metafísico, sino un
modo de participar el bien,
La síntesis tomista, comprendida de este modd, es perfecta­
mente adecuada a la devoción al Corazón de Jesús y a la esperanza
de su Reino. Bofill podía ponerla al servicio de la: «síntesis de
espiritualidad
y de doctrina .por la que el P. Orlandis refería el
mensaje'.de iníancia espiritual de entrega al amor misericordioso
de
la gran Santa Carmelita, a la culminación de los designios pro­
videnciales
expresados en las revelaciones del Sagrado Corazón de
Jesús a Santa. · Margarita María de Alacoque, y propuestos y difun­
di,dos en. la fecunda tarea, apostólica del. P. Enrique Ramiere, de­
finido fundador y orientador del -Apostolado de la Oración en su
serví cid al Reino de Cristo por su Corazón» (F. Canals Vida!, «El
Padre Orlandis 'hombre
de tres libros'», Cristiandad, 708-709,
1990, pág. 13) ..
La metafísica. del amor de Santo Tomás -íntimamente vincu­
lada a su
metafísica de la persona, puesto que, como enseñaba el
P. Orlandis, la persona es sujeto y objeto de amor en sentido pro­
pio, de. amor de amistad. d amor personal-es de gr,µ, .utilidad
para la comprensión de
la :genuina deiroción al Cc,iazón de Jesu­
cristo, que representa
y es .una invitación: «a la vida de amor, a
la comunión· de amor entre el 111ismo Jesucristo Dios y hombre y
los hombres sus.hermanos, a la.comunión de'amor entre los hom­
bres, sus
hermanos, e hijos, de un mismo Padre, de su Padre Ce­
lestial» (R. Orlandis, «Com6n .de 'Jesús», Cristiandad, 254, 1945,
pág. 257).
La temática de la persona y del amor, central en el pensamien­
to de Santo Tomás, y que está expresada también con los térmi·
nos de sapientia cordis, ·además de ·desnrrollarla, B<>fill la concibió
954
Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGR.AFICA
igualmente como «adecuada a un apostolado. del Reino. del Cora­
zón de Cristo»
(Cristiandad, 416, 1945, pág. 198). Francisca To,
mar, aunque ha limitado este estudio a su pensamieuto filosófico,
lo
ha inteutado compreuder desde su origeu ---'cC!aramente orlan­
diano, que no le impidió. el teuer una personalidad
propia-y
desde su fin, los ideales del P. Orlandis, de quien foe . un fiel
discípulo. En{oque qrre es totalmeute nuevo, dentro de los ya
numerosos trabajos sobre la obra bofilliana.
Si es muy importante esta perspectiva, que determina formal­
mente Persona y amor, también la es el contenido material. Está
estructurado eu cinco grandes partes.
En la primera, dedicada a
la biobibliografía de Jaime Bofill y a la valoración de su persona­
lidad
y de su obra, se concluye con la sugerente afirmación de
que
foe un «filósofo del corazón» (pág. 75), porque: «sin alejarse
de Santo Tomás, J. Bofill encontró las raíces agustinianas o exis­
tencialistas del Aquinate y mostró que
· la síntesis tomista gira
alrededor de dos ejes ceutrales: la unidad radical del amor
y la
contemplación, y
la· bondad divina como motivo de · la Creación
y fin del universo» (pág. 74). ·
En la segunda parte, la profesora Tomar ofrece un panorama
general
de la obra filosófica bofilliana. Después de exponer su con­
cepción de
la Filosofía y del conocimieuto eu cuanto tal, preseuta
sus reflexiones sobre la ciencia metafísica, Comeuta al respecto que:
«la metafísica está unida para Bofill a la experieucia del límite de
la mundanidad. Cuando esta experiencia no se consuma, el hombre
se conforma con lo dado en el mundo (se mundaniza), y no se
siente impulsado a trascenderlo» (pág. 109). Añade, en estas pá­
ginas, que
podrían calificarse de magistrales, que: «la. metafísica
vendría a ser para Bofill este
acto· fundamental de libertad por el
que la mente puede acceder a lo trascendente, despojando al mun­
do de su mundanidad
y, consiguientemente, revelando en él un
orden
de significaciones últimas» (pág. 110).
La metafísica queda definida como el saber situado eh «aquel
nivel en que la referencia a Dios
es intrínsecamente exigida».
Además, se precisa que su principal objeto de estudio es la per­
sona,
la más alta substancia. Tomar recuerda que Bofill sosteufa
que: «La Metafísica tiene como objeto primario suyo a la Perso­
na ; el Universo que considera· es primordialmente un universo
social; el centro del
mismo, Dios. Todo los demás tiene para ella
tan sólo un interés relativo» (pág. 113
).
Finalmente, en esta visión global del pensamiento. filosófico
de Bofill, se sintetiza su doctrina de
la «escala de los· seres» .. El
estudio del orden del
universéJ -siguiendo las orientaciones de
955
Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BlBLIOGRAFlC.A. .,
San Agustín y Santo Tomár-, y el de perlecci6n, que gracias a
él tiene sentido el universo, llevan a nuestro autor a
. establecer
una
graduación de los seres según su perlecci6n. En ella, como
indica Tomar: «la realidad se extiende en profundidad, y junto a
una multiplicidad cuantitativa.
se nos descubre una multiplicidad
intensiva. Desde la materia
(prope nihil) hasta Dios ( omnitudo
realitatis)
se escalonan todos los seres según su diversa plenitud
de realidad o de perfección. De esta manera, pues,
la realidad no
se extiende toda ella en un mismo plano, sino que los entes están
escalonados en profundidad, son de modo desigualmente intenso»
(pág. 156).
La tercera parte está dedicada a la doctrina de la persona. Se
estudian las distintas caracterizaciones del ser personal, que se
encuentran en toda la obra bofilliana, indicándose que: «la per­
sona no
es simplemente aquello más perlecto y digno de la natu­
raleza, sind también como el único ser que puede por sí mismo
amar y ser amado,
es decir, como el único término posible del
amor de amistad»
(pág. 167). Además, se sugiere que sería:
«apropiado calificar
la concepción bofilliana de la Persona no como
una antropología o filosofía del hombre, sino como una Metafísica
de la
persona, en cuanto con ésta designamos la visión integral
que explica el valor del individuo humano, su lugar en el mundo,
su destino y finalidad;
es decir, la realidad más profunda y esen­
cial de la
persona humana y sus causas últimas» (pág. 168).
Puede destacarse de esta
parte central. de este riguroso estudio,
la siguiente conclusi6n, importantísima, que obtiene la profesora
Francisca Tomar:
«la persona humana es más perlecta que todos
los otros individuos porque
es una más plena participación del ser
que el resto de las criaturas. De esta manera, la persona
h\illlana,
substancia individual de naturaleza racional y voluntad libre; tiene
el ser de un modo o grado que sólo ella puede poseer, lo que con­
firma que sea la única criatura creada a imagen y semejanza de
Dios. Por consiguiente, podemos afirmar que la doctrina bofilliana
de la persona, que incluye consideraciones antropológicas, gnoseo­
l6gicas, éticas
y sociológicas, tiene. su base, su fundamento implí­
cito en
la metafísica tomista de la participación del ser» (págs. 220-
221).
Seguidamente,
en la Cllarta parte, se estudia la caracterización
de Bofill
de las facultades humanas. Siguiendo a San Agustín,
entendía la esencia del espíritu como tridimensional, puesto que
descubría:
la mente, o él mismo ser del alma; la noticia, o el co­
nocimiento que el alma tiene de sí misma; y el amor, con el que
se runa a sí misma. Las tres son relaciones y substancias, pero. que
956
Fundaci\363n Speiro

lNf!()R.MACION SJBLIOGRAFICA.
tienen una unidad o identidad entre sí. A esta unidad originaria,
se le denomina memoria y de ella surge la actividad inmanente
del alma, porque de la memoria nace la inteligencia, y de ella, por
medio de la inteligencia, emana
la voluntad. Como explica esplén­
didamente Tomar, según Bofill, la memoria
es una «facultad ge­
neral» de autopresencia del espíritu, la percepción intelectual de
la existencia del alma humana, acto que denominaba «sentimien­
to». A ella, por otra parte, pertenece también todo
lo potencial y
habitual de las facultades del
entendimiento y la voluntad. Por
esta dimensión del espiritu; núcleo central de la conciencia, la per­
sotía tiene una vida propia, una vida personal,
en. la que esta pre-
sente lo antes vivido y los proyectos futuros. ·
Esta difícil metafisica del espíritu y de su doble trinidad, de
estructura
y de facultades -añade la autora-permite justificar
el que: «de alguna manera, el hombre tiene el destino en
sus ma­
nos: para él su vida no transcurre sin mayor _trascendeficia, sino que
su misma alma quedará moldeada por el usq q11e haga en cada caso
de su hbertad» (pág. 257). Termina esta párte cqn un capítulo de
gran valor dedicado .. a la exposición de la crldca de Bofill a la
interpretación intelectualista del tomismo
d!> Rousselot, que res­
tringía el papel de 'ió volitivo y lo afectivo .• Según Bofill: «si es
fundamental en el sistema del Angélico la afirmación del valor
absoluto del acto intelectual,
es igoalmente fundam¡:ntal y en el
mismo grado la del valor absoluto del amor» (pág. ?-76).
La última parte trata el tema del amor. Podría sintetizarse la
completa y fiel exposición de los textos de Bofill sobre los tipos,
causas, constitutivos y efectos del amor, que
hace la autora, di­
ciendd que la persona requiere ser sujeto y término de amor de
amistad o de donación. Este amor personal es un amor de bene­
volencia recíproco entrl?-personas, causado por su semejanza en un
bien ; amor, que es una unión
afectüosa. dé -una persolla con otra,
que produce una mutua inhesión ,úectiva entre ellas y una com11-
nicación real.
Esta última unión real, que se da en la aniistad, se realiza en
la contemplación, que
es un acto. intelectual· y afectivo. La con­
templación es el acto más perfecto de conocimiento. La razón de
ello, como indicó Bofill en.La escala de los seres, es porque: «este
acto intelectual noble entre todos,
que tiene por fin no ya enri­
quecernos intencionalmente,
recibiendofr forma del objeto, en su
ser específico, sino hacerlo actualméi1te Presente a la voluntad en
su ser individual» (págs. 161-162). Gracias a esta. presencia del
amigo en su individualidad, únicamente en la contemplación se
Fundaci\363n Speiro

INFORMACION BIBLIOGRAFICA.
da la máxima unión posible entre dos personas, .la compenetración
amorosa,;.
Esta doctrina de la contemplación, advierte Francisca Tomar:
«oc¡¡pa · un lugar primordial· dentro del pensamiento de Bpfill. En
realidad, tal y como n.uestro autor la concibe, la contemplación
unifica
en sí la actividad intelectual y volitiva, superando así todo
intelectualismo y voluntarismo
en amplitud y profundidad, ya que
hace
consistir la última. perfección o bienaventuranza del hombre
en la contemplación de Dios, .pero entendiéndola como
un acto
en el que convergen directamente nuestras dos facultades· supe­
riores en su respectivo modo de obrar más perfecto y más simple»
(pág. 339).
• . . .
El conocido hispanista J~cés Alain Guy, . en un excelente
Prólogo, escrito .. en un bello castellano, con el que se inicia Per·
sana y amor. E{ pérsanalismo de. Jaime Bofill, después de calificar
esta parte
die«muy atractiva y notable»,. declara.que: «son admi­
rables
las últiinas. líneas escritas por la profesora F. Tomát» .
. También es tnuicierto Jé, qlle eñade.seguidrunente éste prestigioso
profesor de la Univefsldád · de Toulouse Le-Mirail, amigo perso­
nal
de Bofill, y qµe compendia de mocld précis.o y perfecto esta
amena y
atractiva. obra ~publicada en fa «Biblioteca Universita­
ria de Filosoffa»>de ·~Promociones . Pllblicaciones Universitarias»
de
Barcelona-'-: · «~ resumen, se trata dé una obra . de primer
orden q11e, ,¡ través de su .tema esencial, diludda el mensaje del
gran pensador barcelonés= en 'todas sús facetas»:
EUDALDO FORMENT.
Guerra Gómez, Mdnúeli LDS NUEVOS MOVIMIENTOS
. RELIGIOSOS. SECTAS (~) ' . ' . .
Este. libro · ofrece. en su comienzp una Biblic,grafía general, de
últimamente, y .despué~ de cada qpítulo Ulll'S «Notas y Bibliogra­
fía». El análisis de .todas. estas informaciones Jleva a la conclusión
de que es el más cómpfoto libro dé que • disponemos hqy en su
materia; también, obviamente, es
el más reciente. Tiene la bondad
de estar escrito
en F;spa~ por un español y en nuestra lengua ;
hayque , destacar estó porque )ós escritos en lejanas tierras por
(*) Ediciones Universidad de Navarra, S. A. (EUNSA). Pamplona, 1993, 642 ¡,.lgs. · •.· •
958
Fundaci\363n Speiro