Antonio Martín Puerta (dir.), Luces y sombras de la cultura católica en el siglo XX

Antonio Martín Puerta (dir.), Luces y sombras de la cultura católica en el siglo XX, Granada, Comares, 2018, 170 págs.

El lector de Verbo sabe que la LV Reunión de amigos de la Ciudad Católica se dedicó a «La cultura política y los católicos del siglo XX al XX I», cuyas actas se publicaron en un número de la revista y en un volumen del sello Itinerarios, aparecidos ambos en el año 2018. En esa misma fecha apareció otro libro de temática aparentemente semejante y que cae ahora en nuestras manos. Decimos aparentemente semejante porque el primero está temáticamente acotado –ya desde el título– a la cultura política, resulta coherente incluso en su presentación formal y es orgánico desde el punto de vista de la orientación que preside las contribuciones. Es decir, un verdadero libro colectivo. El segundo, en cambio, carece de unidad temática, formal y conceptual. Es decir, se trata de una acumulación de contribuciones varias, de diverso valor, que probablemente nunca debieron haberse reunido en un libro. Eso no quiere decir que no haya textos interesantes, de hecho la mayoría lo son, pero falta composición y probablemente hasta disposición. Así, la parte que se rubrica como «visión general» agrupa un texto general (y adecuado) sobre los síntomas filosóficos contemporáneos, con otros demasiado específicos, aunque algunos igualmente adecuados, como el que versa sobre el iusnaturalismo en la neoescolástica, y otros francamente inapropiados, como el que examina una obra que fue famosa hace setenta años sobre literatura del siglo XX y el cristianismo, culminando con una sugestiva pero muy parcial divagación (¿teológica?) sobre la Iglesia y la cultura en clave mariana. Y la que se titula «análisis por países» (los epígrafes no son desde luego demasiado inspirados) ayunta un texto de página y media sobre «Iglesia y cultura en España» (lo que por más prestigioso que sea el autor parece un tanto excesivo), con otros sobre los orígenes medievales de la Universidad o los agentes políticos de la secularización en la España actual, de matriz histórica, antes de dar paso a una serie de ensayos sobre Francia, Italia y Polonia. Respecto de éstos, el primero aparece traducido al castellano, pero va precedido de lo que se llama «resumen » y no es otra cosa que la versión original; el segundo, por cierto el más interesante, y disonante con el tono «moderado» de otros, no se han tomado la molestia de traducirlo; mientras que el tercero vuelve a ofrecerse en su lengua original y en traducción. Respecto de la orientación tampoco debe esperarse coherencia alguna: junto a textos bien orientados se hallan otros desnortados e incluso algunos simplemente (como dicen los italianos) confusionarios. Esto es, un aborto. Así que menos mal que, aunque sea sólo respecto de la cultura política, el lector interesado en el tema que se anuncia en este libro disponga del mencionado en las primeras líneas de esta nota, hacia el que hará bien en volverse.

Vicente BERROCAL