Noticia de una conferencia en Madrid de M. Henri Rambaud : «Les droits et des devoirs temporels des laïcs selon le Concile»

Noticia de una conferencia en Madrid de M. Henri Rambaud:: "Les droits et des dévoirs temporel,s des lnics se/,on /,e Cmwiú!'.
El viernes 20 de octubre Monsieur Henri Rambaud, expre­samente invitado por "Editorial Speiro", pronunció una conferen­
cia en la Cámara Oficial de Comercio de Madrid. Presidió el acto el Teniente Fiscal del Tribunal Supremo_ Excmo. Sr. Don
Antonio Reo! Suárez, acompañado en
el estrado por los Exce­
lentísimos Sres. D.
Eugenio Vegas Latapié, D. Anton'o Martín
Camero y D. Juan Vallet de Goytisolo.
El tema fue: Los Derechas y deberes tempMales de los /mcos,
según el e oncük>.
En la primera parte de su exposición el conferenciante es­tudió la crisis actual de la Iglesia, crisis que juzga grave después
de las advertencias dadas por S. S. Pablo VI. Recordó principalmente el discurso pronunciado el 29 de sep­tiembre último en la sesión de apertura del Sínodo, donde Pa­blo VI habla de las insidias que amenazan desde el mismo seno
de la Iglesia la pureza de la Fe Católica.
El conferenciante hizo entonces una exposición general mos­
trando cuánto han sido falseadas ciertas decisiones
del Concilio,
ultrapasando su texto, y que asistimos, por parte de un número
bastante importante de clérigos, a una verdadera tentativa de propagar, en la propia Iglesia, un Modernistrlo que conservando las fórmulas de los Dogmas los dejaría vacíos de todo signi-ficado. .
A partír de este
punto entró en el estudio, en la segunda
parte, de cuáles son los Derechos y Deberes que
Gaudium, et Spes señala a los laicos.
En particular mostró que
no existe ninguna oposición en Gaudiu.m et S pes frente a los esfuerzos del mundo moderno, y
que la Constitución Pastoral ha sido redactada en un espíritu
de optimismo, e insistió en que este optimismo no es un opti­
mismo ñoño, sino que es un optimismo que quiere
rendfr justicia a todo lo que Dios ha dado al hombre. Pero tampoco olvida que
el pecado del hombre
ha corrompido sus dones y, por consi­gt.Iiente, que la mejor manera de servir al hombre consiste en recordarle este mal.
El conferenciante terminó diciendo que, en las circunstancias
actuales, el deber de los laicos no se Jimita a cumplir su tarea con un espíritu de piedad y de sumisión a la voluntad de Dios,
sino que ante los peligros que corre la Iglesia
y al oír las lla­madas que nos hace Pablo VI para que eI depósito de la Fe sea conservado intacto, tenemos todos el deber de unimos alrededor de él, que en última instancia es el único mantenedor de 1a Fe auténtica y en el cual se encuentra la infalibilidad del Magisterio.
Al terminar, los aplausos fueron prolongados, y las felici­
taciones al conferenciante cordiales y plenas de adhesión.
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