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Número 75-76
Serie VIII
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- Crónicas
- Documentos
Autores
1969
El VI Congreso del «Office International»: Cultura y revolución
EL VI CONGRESO DEL ""ÜFFICE lNTERNATIONAL".
CULTURA Y REVOLUCION
POR
MrcHEL CmttJ:zET.
Tres mil personas, procedentes de veintiún naciones, han venido
al Congreso de Lausana. Multitud cada año más joven, recogida,
alegre.
Hubo ex¡posiciones, intervenciones
en los
forum y co
municélciones excelentes
sobre la revolución, la verdadera
y la
falsa cultura
y la acción cultural propuesta por el "Office".
Sin embargo, esto no es más que un solo aspecto del Congreso.
En modo alguno es suficiente describir la revolución cultural,
m la
cultura deseada.
Es necesario,
además, que unos hombres,
unas
mujeres, hoy
y mañana, hoy para mañana, acept'en aportar
lo mejor de si mismos para la acción cultural que -proponemos.
Aún
más, es
nocesario también que
esas
voluntades no
sean
so
lamente despertadas, sino también guiadas, que se-pan ejercitarse
en los diversos sectores de
la vida cívica, familiar, universitaria,
económica
y sindical
Uno
de los rasgos notables de este Congreso fue no solamente
la llegada en gran
número de
amigos
nuevos (25
por 100), sino
entre estos últimos, varios
centenares de
jóvenes atraídos a la
acción del
"Office" por los drculos y
células uniVersitarias du
rante los
acont'ecimientos revolucionarios
de la primavera
pasada.
Cabría haberse preguntado
si esos jóvenes, llegados a nuestro
traba jo rpor caminos distintos de los clásicos de las amistades
cívicas o religiosas,
aceptarían de entrada el nivel espiritual, in
telectual y
moral de
esas
jornadas. Y,
sin embargo, es un hecho,
comprobado
rpor todos,
que en ningún momento fueron un ele
mento discordante.
367
Fundaci\363n Speiro
MICHEL CREUZET
Las exposiciones de los militantes, los forumi, los stands, tenían
como fin esa puesta en acción concreta de las energías, de las
convicciones adquiridas, reforzadas :por las comunicaciones.
Creemos que, a este respecto, el tra:bajo encarnado durante
tres días ---de las ocho de la mañana a las once de la noche- no
fue vano.
* * *
Gracias sean dadas al Señür, Jesús.
No tenemos que insistir en
el diálogo de todas esas almas
con el divino Compañero, en el
Emaús de nuestras angustias, ni
en el unánime e itr11P1"esionante fervor de las ª aclamaciones ca
rolíngeas" que, con el Credo
cantado en
la sala de trabajo, clau
sura nuestros Congresos.
Solamente Dios juzga los trutos. Sólo Dios ve los arrepenti
mientos,
-los retornos
a una
:piedad profunda, el misterioso acuerdo
de
las inteligencias
y de los corazoues, del servicio a la Ciudad
que
crece a
paso firme hacia la Jerusalén
eterna. Alegría en medio
de
la amargura de las
pruebas que
esperan a los militantes de
la "formación cívica· y de la acción cultural, según el derecho
natural y. cristiano". Alegría en la abnegación. Alegría· en la ca
rida
hombre, como
nos dijo con tanta
emoción Raoul Follereau, alegría
en la ascesis de una acción inteligente, prudente ( en el buen sen
tido de la pala,bra).
El
Congreso se despliega entre· estos
dbs términos:
la
alocu
ción de J ean Madiran, en la primera sesión,-anunciando a los
congresistás
fo que tendrán que sufrir en un mundo que rechaza
su mensaje y que les odia, como no han dejado de odiar a la
Iglesia y a los cristianos desde el Cailvario.
Y la comunicación final de J ean Ousset, desbrozada, nítida,
incluso
austera, privada de
lo que hubiera podl
entrada al "entusiasmo del sentimiento únicamente". Discurso de1
jefe que describe la acción a realizar. Acción 11ena de eficacia ..
de
economía de fuerzas, de
preocupación :por
no dejar nada aI
368
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
azar, ni a la euforia pasajera de las manifestaciones ~xclusiva
mente masivas.
* * *
Estudio y oración, alegría y seriedad, sentido de la eficacia y
libertad de espíritu se encontra,ban en la Práctica, en los trabajos
de los forum y de los stl1ffl;ds. Para algunos hubo demasiados
forwm, y durante ellos los stands recibían menos visitantes.
Equilibrio
difícil de conciliar.
* * *
Ciertamente que es en el stand donde se traban las conver·
sadones,
donde se toman los contactos, dünde se precisan las
resoluciones.
Pero los forum permiten puntualizar sobre la situación de
nuestras familias, de nuestras
profes.iones, de nuestras esouelas,
de
nuestros estados de vida.
En los forum tuvieron lugar tes
timonios e intercambios interesantes: algunos animadores presen
taba.ti el "estado de la cue~tión", desde el Congreso precedente,
y la actividad de los organismos que han actuado según los
métodos pro¡,uestos por
el
Office. Otros respondían a las pre
guntas de los participantes. Estas
desembocaJban, normalmente_.
en
la necesidad de visitar el
sta:rvd donde se examinaban las
situaciones
particulares
y las líneas de acción determinadas.
* * *
Suizos, portugueses, belgas, es.pañoles, alemanes, amigos de los
países de
habla inglesa, se volvían a encontrar también en sus
stands. También se volvían a encontrar alrededor de las mesas
llamadas "lugares de encuentro"
o, más sencillamente, en el res
taurante, en el
snack o en la cafetería.
Pero la seriedad en las resoluciones, la firmeza en la acción,
ese amor verdadero que
se fot1ma en el humilde cumplimiento
369
Fundaci\363n Speiro
MICHEL CREUZET
cotidi:mo del deber de estado, no propagan la tristeza. La alegría
divina de la que hemos hablado
,brota como
el agua
límpida de
la
roca árida de nuestros combates.
El buen humor estaba a la orden del día. Los stamds de los
estudiantes rivalizaban en el arte de los dibujos divertidos. "No
entriS:f.ezcan Ja doctrina", decía ·uno de ellos; Había unos dibujos
que mostraban
la
gigantesca marmita de
la
universidad francesa
en la cual se cuecen : talleres de panfletos subversivos, núcleos
"contestatarios", etc. Por fuera se veía una multitud de viejos
que pedían la prolongación de la escolaridad hasta los noveuta
y dos años, el sindicato de los veteranos de la escuela de pár
vulos, etc.
"Nanterrons pas les etudiants", se leía bajo un montón de
escomhros. "Qui veU't la jac veut les doyens." "Ne frappez pas
si Faure'' (*), parecía que se gritaba a dos manos anónimas que
con la hoz
y el martillo derribaban Minerva y la Sorbona.
"_Aquí nos cultivamos con nuestras manos", decía un pasquín
de los artesanos,
etc ....
* * *
En cuanto al arte de elevar los espíritus hasta las más altas
verdades por los
senderos del
sentido común
y de la risa, ese
arte
soberano, verdadera gracia de Dios,
¿ no es acaso el de
Gusta ve Thibon? "Y a no hay más directores de conciencia, sino que son direc
tores de inconsciencia", nos dijo
haJblando de
esos "apologistas
del -desnudo", de la "civilización erótica"
y de otras modas.
Si
la apología del desnudo condujera a Dios, como sostieneo
ciertos
clérigos, con todo lo que se lee en las paredes, en las
(*) Observen los lectores el juego de palabras que en la primera y
tercera frases en cursiva se verifica entre palabras
distintas, pero
que
pronunciadas en francés suenan
igual. En la primera, entre N anterrons
(derivado de Nanterr,e, la agitada Universidad de este nombre) y n'ente
rrons
(no enterremos). En la segunda: entre Faure (!Ministro de E.duca
ción Nacional de
Francia)
y fart (fuerte). (Nota
de SPEIRO.)
370
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
revistas y por todas partes, de todos los sitios saldrían almas
volando hacia la más sublime
contemplación.
Es
sana la ,risa que se burla de las grandilocuencias con las
cuales se intenta
disimular el vacío de una época que abandona el
sentido del ser y persigue
al hombre
en sus libertades.
* . * *
Nunca se ha hablado tanto de liberación, pero FraTifsois Saint
Pierre nos muestra cómo:
El Estado,
gran propietario
i-nrnobiliario, impide
la represen
tación directa de
sus inquilinos colocando entre
ellos y él la
pantalla de
las asociaciones
"obligatorias" que
él fiscaliza.
La Seguridad Social monopoliza, en las manos de organismos
gigantes, sin vínculos
reales, directos
con los ciudadanos, las
libertades más legítimas de estos últimos. Esta tiranía "econó
mica" prepara la tiranía "cultural" sobre unos hombres r, des
alienados':.
* * *
Son las dos últimas etapas de la revolución; la primera era,
según Marce! Ciernen!, la revolución política de 1789.
Filosofía del
hombre sublevado que desemboca en esta locura :
"La teología .de la revolución", verdadero derribo de la revo
lución que Luc
· Baresta,
en
su ¡presidencia, supo poner al
des
cubierto. Una teología, "sumidero colector de todas las here
jías", como decía San Pío X del modernismo, cuyo hedor, cuyas
devastaciones.
son padecidas, dolorosamente, ¡por los católicos
holandeses.
El profesor den
Ottolan.der, valeroso
defensor de la fe
y del
catolicismo
romano en
su
país, supo~ hablarnos
de ello con el
respeto por las cosas santa·s y los hombres consagrados, unido
a la justa cólera de nuestros
hermanos que
lloran
y sufren en
esta "persecución a lo Juliano el Apóstata", como decía el Padre
371
Fundaci\363n Speiro
MICHBL CRBUZET
Vallet, persecución muchas veces peor que la del hierrn y del
fuegü.
* * *
Exposición inaugural magistral de Loui~ Daujarque.s.
-Comunicación
de
Ca:rlos Sacheri, tan
rica, tan documentada,
mostrando la alternativa de la falsa
y de la veré!adera cultura
en los sistemas filosóficos
desde Santo Tomás
y sus resulta dos :
la
civiHzación o
el reino de
seudo-civilizaciones bárbaras.
-Comunicación de
André Petitjean, mostrando
el enlace de
la
cultura como
enriquecimiento
personal y tesoro colectivo de
una sociedad, con
el patrimonio de las ciudades, herencia que
forma la civiEzación.
-Presidencia de Bertrand Mac Donnal, venido desde Australia
para hablarnos
del valeroso
_fraibajo de
los organismos sindicales
y políticos no revolucionarios o d'e esta asociación católica de la
cual es uno de los fundadores: "La Liga Cardenal Merry del
Val" (1).
-Presidencia de Raoul Pignat, el amigo fiel de esta Suiza que
nos acoge desde hace tantos años, unida en la diversidad
de sus
culturas
y de sus confesiones religiosas por la vinculación común
a los valores de
1a civilización cristiana.
-Presidencia breve, pero de
tan acusada signifu:ación, du
rante la
cual
con palabras demasiado modestas,
Antonio da
Cruz Rodrigues nos habló del trabajo del
"Offi~ International"
en
Portugal
~Presidencia de Franc;ois-Albert Ang,ers, uno de los espí
ritus más seguros del Canadá francés, antiguo director de l"'Action
Nationale", que
mostró cómo la
provincia católica
de
Quebec ha
visto
desaparecer en cinco años sus escuelas católicas y laicizar
su vida social por el juego combinado de franc-masone.s, mar
xistas
disfrazados y clérigos desorientados o cómplices. Sin em-
(1) No se olvide que este prelado español, cuya causa de beatificación
está introducida, fue el Secretario de Estado de San
Pío X.
372
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
bargo, un espíritu cristiano sostiene a los pobres y humildes. Y
algunas élites
empiezan a
luchar
coritra la subversión.
* * *
Pero no era suficiente hablar de cultura teóricamente. Era,
además, necesario proponer el ejemplo de realización de una
cultura
cristiana.
El año rpasado habíamos admirado las. obras de Henri Charlier.
Este año Camille Colruyt exponía sus esculturas.
Obras majestuosas como su Pío XII, su San Francisco de
Asís, su Cristo de la Ascensión, colocados sobre
la tribuna de
los oradores
y, finalmente, las estatuas de la capilla.
Rostros de Cristo, tan serenos, tan meditadores, san Benito,
un
san
Trond, una
alegoría de la solidaridad, Cristos crucificados
y esta Virgen, "terrible como un ejército desplegado para la
batalla", esculpida
para el Congreso.
No se saJbe qué admirar más, si esta estatua o la orfebrería
litúrgica, ostensorios, cálices.
* * *
Bien pocos creían en mayo pasado que fuera posible el Con
greso de 1969. Dios lo ha permitido. Que le haga
fructificar para
que, según la consigna del celestial Patrono del Congreso, san
Pío X, la civilización cristiana siga siendo "instaurada
y res
taurada sin cesar".
373
Fundaci\363n Speiro
CULTURA Y REVOLUCION
POR
MrcHEL CmttJ:zET.
Tres mil personas, procedentes de veintiún naciones, han venido
al Congreso de Lausana. Multitud cada año más joven, recogida,
alegre.
Hubo ex¡posiciones, intervenciones
en los
forum y co
municélciones excelentes
sobre la revolución, la verdadera
y la
falsa cultura
y la acción cultural propuesta por el "Office".
Sin embargo, esto no es más que un solo aspecto del Congreso.
En modo alguno es suficiente describir la revolución cultural,
m la
cultura deseada.
Es necesario,
además, que unos hombres,
unas
mujeres, hoy
y mañana, hoy para mañana, acept'en aportar
lo mejor de si mismos para la acción cultural que -proponemos.
Aún
más, es
nocesario también que
esas
voluntades no
sean
so
lamente despertadas, sino también guiadas, que se-pan ejercitarse
en los diversos sectores de
la vida cívica, familiar, universitaria,
económica
y sindical
Uno
de los rasgos notables de este Congreso fue no solamente
la llegada en gran
número de
amigos
nuevos (25
por 100), sino
entre estos últimos, varios
centenares de
jóvenes atraídos a la
acción del
"Office" por los drculos y
células uniVersitarias du
rante los
acont'ecimientos revolucionarios
de la primavera
pasada.
Cabría haberse preguntado
si esos jóvenes, llegados a nuestro
traba jo rpor caminos distintos de los clásicos de las amistades
cívicas o religiosas,
aceptarían de entrada el nivel espiritual, in
telectual y
moral de
esas
jornadas. Y,
sin embargo, es un hecho,
comprobado
rpor todos,
que en ningún momento fueron un ele
mento discordante.
367
Fundaci\363n Speiro
MICHEL CREUZET
Las exposiciones de los militantes, los forumi, los stands, tenían
como fin esa puesta en acción concreta de las energías, de las
convicciones adquiridas, reforzadas :por las comunicaciones.
Creemos que, a este respecto, el tra:bajo encarnado durante
tres días ---de las ocho de la mañana a las once de la noche- no
fue vano.
* * *
Gracias sean dadas al Señür, Jesús.
No tenemos que insistir en
el diálogo de todas esas almas
con el divino Compañero, en el
Emaús de nuestras angustias, ni
en el unánime e itr11P1"esionante fervor de las ª aclamaciones ca
rolíngeas" que, con el Credo
cantado en
la sala de trabajo, clau
sura nuestros Congresos.
Solamente Dios juzga los trutos. Sólo Dios ve los arrepenti
mientos,
-los retornos
a una
:piedad profunda, el misterioso acuerdo
de
las inteligencias
y de los corazoues, del servicio a la Ciudad
que
crece a
paso firme hacia la Jerusalén
eterna. Alegría en medio
de
la amargura de las
pruebas que
esperan a los militantes de
la "formación cívica· y de la acción cultural, según el derecho
natural y. cristiano". Alegría en la abnegación. Alegría· en la ca
rida
nos dijo con tanta
emoción Raoul Follereau, alegría
en la ascesis de una acción inteligente, prudente ( en el buen sen
tido de la pala,bra).
El
Congreso se despliega entre· estos
dbs términos:
la
alocu
ción de J ean Madiran, en la primera sesión,-anunciando a los
congresistás
fo que tendrán que sufrir en un mundo que rechaza
su mensaje y que les odia, como no han dejado de odiar a la
Iglesia y a los cristianos desde el Cailvario.
Y la comunicación final de J ean Ousset, desbrozada, nítida,
incluso
austera, privada de
lo que hubiera podl
jefe que describe la acción a realizar. Acción 11ena de eficacia ..
de
economía de fuerzas, de
preocupación :por
no dejar nada aI
368
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
azar, ni a la euforia pasajera de las manifestaciones ~xclusiva
mente masivas.
* * *
Estudio y oración, alegría y seriedad, sentido de la eficacia y
libertad de espíritu se encontra,ban en la Práctica, en los trabajos
de los forum y de los stl1ffl;ds. Para algunos hubo demasiados
forwm, y durante ellos los stands recibían menos visitantes.
Equilibrio
difícil de conciliar.
* * *
Ciertamente que es en el stand donde se traban las conver·
sadones,
donde se toman los contactos, dünde se precisan las
resoluciones.
Pero los forum permiten puntualizar sobre la situación de
nuestras familias, de nuestras
profes.iones, de nuestras esouelas,
de
nuestros estados de vida.
En los forum tuvieron lugar tes
timonios e intercambios interesantes: algunos animadores presen
taba.ti el "estado de la cue~tión", desde el Congreso precedente,
y la actividad de los organismos que han actuado según los
métodos pro¡,uestos por
el
Office. Otros respondían a las pre
guntas de los participantes. Estas
desembocaJban, normalmente_.
en
la necesidad de visitar el
sta:rvd donde se examinaban las
situaciones
particulares
y las líneas de acción determinadas.
* * *
Suizos, portugueses, belgas, es.pañoles, alemanes, amigos de los
países de
habla inglesa, se volvían a encontrar también en sus
stands. También se volvían a encontrar alrededor de las mesas
llamadas "lugares de encuentro"
o, más sencillamente, en el res
taurante, en el
snack o en la cafetería.
Pero la seriedad en las resoluciones, la firmeza en la acción,
ese amor verdadero que
se fot1ma en el humilde cumplimiento
369
Fundaci\363n Speiro
MICHEL CREUZET
cotidi:mo del deber de estado, no propagan la tristeza. La alegría
divina de la que hemos hablado
,brota como
el agua
límpida de
la
roca árida de nuestros combates.
El buen humor estaba a la orden del día. Los stamds de los
estudiantes rivalizaban en el arte de los dibujos divertidos. "No
entriS:f.ezcan Ja doctrina", decía ·uno de ellos; Había unos dibujos
que mostraban
la
gigantesca marmita de
la
universidad francesa
en la cual se cuecen : talleres de panfletos subversivos, núcleos
"contestatarios", etc. Por fuera se veía una multitud de viejos
que pedían la prolongación de la escolaridad hasta los noveuta
y dos años, el sindicato de los veteranos de la escuela de pár
vulos, etc.
"Nanterrons pas les etudiants", se leía bajo un montón de
escomhros. "Qui veU't la jac veut les doyens." "Ne frappez pas
si Faure'' (*), parecía que se gritaba a dos manos anónimas que
con la hoz
y el martillo derribaban Minerva y la Sorbona.
"_Aquí nos cultivamos con nuestras manos", decía un pasquín
de los artesanos,
etc ....
* * *
En cuanto al arte de elevar los espíritus hasta las más altas
verdades por los
senderos del
sentido común
y de la risa, ese
arte
soberano, verdadera gracia de Dios,
¿ no es acaso el de
Gusta ve Thibon? "Y a no hay más directores de conciencia, sino que son direc
tores de inconsciencia", nos dijo
haJblando de
esos "apologistas
del -desnudo", de la "civilización erótica"
y de otras modas.
Si
la apología del desnudo condujera a Dios, como sostieneo
ciertos
clérigos, con todo lo que se lee en las paredes, en las
(*) Observen los lectores el juego de palabras que en la primera y
tercera frases en cursiva se verifica entre palabras
distintas, pero
que
pronunciadas en francés suenan
igual. En la primera, entre N anterrons
(derivado de Nanterr,e, la agitada Universidad de este nombre) y n'ente
rrons
(no enterremos). En la segunda: entre Faure (!Ministro de E.duca
ción Nacional de
Francia)
y fart (fuerte). (Nota
de SPEIRO.)
370
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
revistas y por todas partes, de todos los sitios saldrían almas
volando hacia la más sublime
contemplación.
Es
sana la ,risa que se burla de las grandilocuencias con las
cuales se intenta
disimular el vacío de una época que abandona el
sentido del ser y persigue
al hombre
en sus libertades.
* . * *
Nunca se ha hablado tanto de liberación, pero FraTifsois Saint
Pierre nos muestra cómo:
El Estado,
gran propietario
i-nrnobiliario, impide
la represen
tación directa de
sus inquilinos colocando entre
ellos y él la
pantalla de
las asociaciones
"obligatorias" que
él fiscaliza.
La Seguridad Social monopoliza, en las manos de organismos
gigantes, sin vínculos
reales, directos
con los ciudadanos, las
libertades más legítimas de estos últimos. Esta tiranía "econó
mica" prepara la tiranía "cultural" sobre unos hombres r, des
alienados':.
* * *
Son las dos últimas etapas de la revolución; la primera era,
según Marce! Ciernen!, la revolución política de 1789.
Filosofía del
hombre sublevado que desemboca en esta locura :
"La teología .de la revolución", verdadero derribo de la revo
lución que Luc
· Baresta,
en
su ¡presidencia, supo poner al
des
cubierto. Una teología, "sumidero colector de todas las here
jías", como decía San Pío X del modernismo, cuyo hedor, cuyas
devastaciones.
son padecidas, dolorosamente, ¡por los católicos
holandeses.
El profesor den
Ottolan.der, valeroso
defensor de la fe
y del
catolicismo
romano en
su
país, supo~ hablarnos
de ello con el
respeto por las cosas santa·s y los hombres consagrados, unido
a la justa cólera de nuestros
hermanos que
lloran
y sufren en
esta "persecución a lo Juliano el Apóstata", como decía el Padre
371
Fundaci\363n Speiro
MICHBL CRBUZET
Vallet, persecución muchas veces peor que la del hierrn y del
fuegü.
* * *
Exposición inaugural magistral de Loui~ Daujarque.s.
-Comunicación
de
Ca:rlos Sacheri, tan
rica, tan documentada,
mostrando la alternativa de la falsa
y de la veré!adera cultura
en los sistemas filosóficos
desde Santo Tomás
y sus resulta dos :
la
civiHzación o
el reino de
seudo-civilizaciones bárbaras.
-Comunicación de
André Petitjean, mostrando
el enlace de
la
cultura como
enriquecimiento
personal y tesoro colectivo de
una sociedad, con
el patrimonio de las ciudades, herencia que
forma la civiEzación.
-Presidencia de Bertrand Mac Donnal, venido desde Australia
para hablarnos
del valeroso
_fraibajo de
los organismos sindicales
y políticos no revolucionarios o d'e esta asociación católica de la
cual es uno de los fundadores: "La Liga Cardenal Merry del
Val" (1).
-Presidencia de Raoul Pignat, el amigo fiel de esta Suiza que
nos acoge desde hace tantos años, unida en la diversidad
de sus
culturas
y de sus confesiones religiosas por la vinculación común
a los valores de
1a civilización cristiana.
-Presidencia breve, pero de
tan acusada signifu:ación, du
rante la
cual
con palabras demasiado modestas,
Antonio da
Cruz Rodrigues nos habló del trabajo del
"Offi~ International"
en
Portugal
~Presidencia de Franc;ois-Albert Ang,ers, uno de los espí
ritus más seguros del Canadá francés, antiguo director de l"'Action
Nationale", que
mostró cómo la
provincia católica
de
Quebec ha
visto
desaparecer en cinco años sus escuelas católicas y laicizar
su vida social por el juego combinado de franc-masone.s, mar
xistas
disfrazados y clérigos desorientados o cómplices. Sin em-
(1) No se olvide que este prelado español, cuya causa de beatificación
está introducida, fue el Secretario de Estado de San
Pío X.
372
Fundaci\363n Speiro
EL IV CONGRESO DEL «OFFICE INTERNATIONAL»
bargo, un espíritu cristiano sostiene a los pobres y humildes. Y
algunas élites
empiezan a
luchar
coritra la subversión.
* * *
Pero no era suficiente hablar de cultura teóricamente. Era,
además, necesario proponer el ejemplo de realización de una
cultura
cristiana.
El año rpasado habíamos admirado las. obras de Henri Charlier.
Este año Camille Colruyt exponía sus esculturas.
Obras majestuosas como su Pío XII, su San Francisco de
Asís, su Cristo de la Ascensión, colocados sobre
la tribuna de
los oradores
y, finalmente, las estatuas de la capilla.
Rostros de Cristo, tan serenos, tan meditadores, san Benito,
un
san
Trond, una
alegoría de la solidaridad, Cristos crucificados
y esta Virgen, "terrible como un ejército desplegado para la
batalla", esculpida
para el Congreso.
No se saJbe qué admirar más, si esta estatua o la orfebrería
litúrgica, ostensorios, cálices.
* * *
Bien pocos creían en mayo pasado que fuera posible el Con
greso de 1969. Dios lo ha permitido. Que le haga
fructificar para
que, según la consigna del celestial Patrono del Congreso, san
Pío X, la civilización cristiana siga siendo "instaurada
y res
taurada sin cesar".
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Fundaci\363n Speiro